República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL SALA DE DECISIÓN DE TUTELAS No. 3 JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ Magistrado Ponente STP1603-2015 Radicación No 77761 (Aprobado Acta No.41) Bogotá. D.C., diez (10) de febrero de dos mil quince (2015). Resuelve la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Decisión de Tutelas, la acción interpuesta por DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA, en contra de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá y el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de la misma ciudad, por la supuesta vulneración de sus derechos fundamentales. Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA ANTECEDENTES Y FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN 1. DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA se encuentra privado de la libertad en el Establecimiento Carcelario “La Modelo” de Bogotá, por orden del Juzgado Sesenta y siete Penal Municipal con Funciones de Garantías de la misma ciudad, quien le impuso, el 18 de mayo de 2011, medida de aseguramiento de detención reclusión, el marco en de preventiva una en centro investigación de penal adelantada en su contra por los punibles de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado y actos sexuales con menor de 14 años agravados en concurso homogéneo. Correspondió el juzgamiento al Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá. La audiencia de juicio oral inició el 19 septiembre de 2013. El 10 de julio de 2014, luego de realizar reiteradas solicitudes a la Fiscalía para que concurriera a la audiencia, el Juzgador cerró la fase probatoria del Ente investigador y reprogramó la diligencia1. Reiniciada la diligencia el 12 de agosto de 2014, la Delegada de la Fiscalía solicitó la nulidad de esa decisión, con fundamento en la supuesta vulneración del derecho de las víctimas a conocer la verdad de lo ocurrido y a que la Fls. 34-38 C.3. Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. 1 2 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA judicatura imparta una “pronta y debida justicia”. El Despacho Judicial accedió a lo solicitado, por esa razón anuló la actuación desde “la audiencia anterior” y ordenó la recepción de todos los elementos probatorios decretados en la audiencia preliminar.2 Determinación confirmada por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá en auto de 18 de diciembre del mismo año. 2. El actor expone tres asuntos que conviene diferenciar claramente: 2.1. Censura la nulidad adoptada por el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, en virtud de la cual se dejó sin efecto el cierre de la etapa probatoria de la Fiscalía porque, según su opinión, desconoce el carácter preclusivo de las etapas procesales. Inconformidad que hace extensiva al auto de 18 de diciembre del mismo año, mediante el cual la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de la misma ciudad, confirmó la decisión. 2.2. Afirma que no le corresponde a él asumir las consecuencias negativas de la escasez de recursos o las falencias del Sistema Penitenciario Nacional, debido al hacinamiento carcelario al cual ha sido sometido. Apoya esa afirmación en la sentencia de 21 de agosto de 2014, rad. 2 Fl. 99-104, C.3. Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. 3 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA 2012-01893 -02, dictada por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura. 2.3. Alega que su proceso acumula 8 años de dilación, en el cual, ha permanecido 55 meses en detención “preventiva” sin que se haya producido sentencia condenatoria. Concluye que todos y cada uno de los “plazos razonables” de su proceso “han sido violentados de manera descarada”. Se queja porque se le acusa de dilatar el proceso, “pero NADA se dice de los 668 días de dilación del Juzgado 37º Penal del Circuito de Conocimiento y de los 526 días de dilación del Tribunal Superior de Bogotá”. 3. En consecuencia, solicita que el juez de tutela deje sin efecto las providencias judiciales censuradas, decrete su libertad provisional, ordene una vigilancia “real y material” del proceso, disponga el cambio del Juzgado de Conocimiento y compulse copias disciplinarias3. RESPUESTA DE LA AUTORIDAD ACCIONADA 1. La Fiscal Séptima Seccional (E) de Bogotá, luego de realizar un relato de las actuaciones procesales, se opuso a las pretensiones del actor porque ellas “desbordan las facultades otorgadas por la Constitución Nacional y la Ley a la acción de tutela”4. 3 4 Fls. 32-33 Fl. 178 4 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Afirma que el procesado ha contado con una defensa técnica, preparada y acreditada en debida forma, que lo acompaña en todas y cada una de las audiencias que se adelantan en el proceso5; solicitado varias veces la revocatoria de la medida de aseguramiento ante el Juez de Control de Garantías, quien es el facultado para conocer de tales peticiones y en todas esas oportunidades se ha negado lo pedido por no ser procedente6; y en diferentes ocasiones ha hecho uso de la acción de tutela con los mismos fines.7 Frente al alegato de la vulneración del plazo razonable, adujo: Y es que en tal punto me permito señalar que al momento de efectuarse la Formulación de Acusación la defensa del procesado solicitó Nulidad de la imputación, adicionalmente al llevarse a cabo audiencia preparatoria Interpone recurso de Apelación, situaciones estas que hacen que el proceso sea remitido a una Instancia superior, lo que hace que se alargue el tiempo para tomar una decisión pertinente y definitiva y lo que evidencia el interés de dilatar flagrante mente (sic) el proceso y alargar como él así lo menciona los términos procesales y su estadía en establecimiento carcelario, aclarando que está en todo su derecho de hacerlo a través de su apoderado haciendo uso de manera acertada de los mecanismos legales existentes. No puede entonces echársele el agua sucia a las instancias judiciales, es decir al Señor Juez de conocimiento (Juez 37 Penal del Circuito) y al ente Fiscal en este caso quien para las audiencias haya concurrido como titular del despacho, ya que han seguido en estricto rigor las etapas procesales y las solicitud de (sic) elevadas por la defensa del accionante.8 – Resaltado fuera del texto.- 5 6 7 8 Fl. 179 Ibídem. Fl. 180 Fl. 179 5 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA 2. El Defensor Público del accionante, por su parte, relató las actuaciones procesales en las cuales ha participado y expuso las razones jurídicas por las cuales la defensa ha acudido a los medios de impugnación, solicitudes de libertad y acciones de tutela. Finalmente hizo un bosquejo de la “situación personal y defensorial” de su defendido. 3. El Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, manifestó que, a través del oficio No. 041 del 27 de enero de 2015, dio respuesta a los requerimientos de esta Corporación, pero debido a que dicha comunicación no fue recibida, hace llegar el informe y anexos enviados en su oportunidad.9 Adicionalmente, informó que dirigió un oficio a la autoridad correspondiente para que se adopten las medidas correctivas y disciplinarias contra el funcionario o los funcionarios del Centro de Servicios Judiciales encargados de efectuar el respectivo trámite de envío.10 En cuanto al escrito de tutela, solicitó la desvinculación del trámite constitucional porque, en momento alguno, ese Despacho ha vulnerado los derechos fundamentales al debido proceso, defensa, derecho a la prueba, acceso a la administración de justicia y los principios de inmediación y contradicción que le asisten al actor.11 El Despacho mediante auto de 3 de febrero de 2015, aplazó la decisión debido a que se carecía de los elementos probatorios requeridos, en su oportunidad, al Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. En esa misma providencia se hizo un nuevo requerimiento. 10 Fl.199 11 Fl. 203 9 6 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Apoyó esa solicitud en un relato detallado de las actuaciones procesales, en la sentencia T-518 de 2014 dictada por la Corte Constitucional, en la cual esa Corporación manifestó “que la tardanza reportada en este proceso, ha tenido como consecuencia directa diversas solicitudes de aplazamiento y recursos de defensa presentados por el accionante” y en las consideraciones de la providencia de 20 de octubre de 2014, con ocasión de la vigilancia judicial administrativa No. 11001-1101-002-2014-0933 realizada por la Sala Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura de Bogotá. Se destacan los siguientes argumentos esbozados por el juzgador: (…) informo que la causa ha tenido varias interrupciones por motivos también atribuibles a la defensa y el procesado, quienes han presentado diferentes apelaciones ante las decisiones tomadas por el Juzgado, las cuales les han sido resueltas de forma adversa a los intereses de los petentes por el Honorable Tribunal Superior de Bogotá. 12 (…) consideró importante reseñar Su Señoría que esgrimiendo las mismas razones, en el pasado reciente el peticionario ha promovido varias acciones constitucionales, esto es, Habeas Corpus y Acciones de Tutela en contra del Juzgado, las cuales le han sido resueltas en forma adversa por las autoridades que han conocido de tales actuaciones. Con su accionar, el actor no ha hecho otra cosa que congestionar innecesariamente la administración de justicia. 13 – Resaltado fuera del texto.- 12 13 Fl. 202 Fl. 203 7 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA 4. Finalmente, obra en el expediente evidencia de que la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá14 y los intervinientes Mónica Sánchez Medina, Procuradora Ciento sesenta y uno Delegada15, M. V. M. G., presunta víctima16, y su apoderado judicial, José Rojas Penagos17, fueron enterados de la acción de tutela. CONSIDERACIONES DE LA SALA Referente a la acción pública que nos ocupa, ha de precisarse que el artículo 86 de la Constitución Política establece que se trata de un mecanismo concebido para la protección cuando inmediata estos de resulten los derechos amenazados o fundamentales, vulnerados por cualquier acción u omisión de las autoridades públicas, siempre que no exista otro recurso o medio de defensa judicial, a menos que se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. La doctrina constitucional ha sido clara y enfática en señalar que cuando se trata de providencias judiciales, la acción de tutela solamente resulta procedente de manera excepcional, pues como regla general la inconformidad de las partes con lo resuelto por los funcionarios judiciales ha de ser planteada y debatida en forma oportuna, acudiendo 14 15 16 17 Fls. 169-172 Fl. 213 Fl. 210 Fl. 214 8 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA para ello a los medios de impugnación ordinarios y extraordinarios instituidos en el ordenamiento jurídico. No obstante esa regla general, que no es absoluta, encuentra excepción en tratándose de decisiones que por involucrar una manifiesta y evidente contradicción con la Carta Política, producto de actuaciones que constituyan causales de procedibilidad de la acción de tutela, vulneren o amenacen los derechos fundamentales del actor. Siempre y cuando no se disponga de otro medio de defensa judicial idóneo y eficaz, y el amparo sea necesario para evitar la consumación de un perjuicio irremediable, caso en el cual la medida que se adopte tendrá una vigencia temporal. Como en el presente asunto la petición de amparo se orienta a censurar actos jurisdiccionales, surge imperioso precisar la evolución jurisprudencial en torno a las causales de procedibilidad contra providencias, que implican no solo una carga para el actor en su invocación, sino también en su demostración, como en efecto lo ha expuesto la Corte Constitucional al determinarlas así:18 a. Que la cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia constitucional. b. Que se hayan agotado todos los medios -ordinarios y extraordinarios- de defensa judicial al alcance de la persona afectada, salvo que se trate de evitar la consumación de un perjuicio iusfundamental irremediable. 18 Sentencia C-595/05 9 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA De no ser así, esto es, de asumirse la acción de tutela como un mecanismo de protección alternativo, se correría el riesgo de dejar en el vacío las competencias de las distintas autoridades judiciales, de concentrar en la jurisdicción constitucional todas las decisiones inherentes a ellas y de propiciar un desborde institucional en el cumplimiento de las funciones de esta última. c. Que se cumpla el requisito de la inmediatez, es decir, que la tutela se hubiere interpuesto en un término razonable y proporcionado a partir del hecho que originó la vulneración. d. Cuando se trate de una irregularidad procesal, debe quedar claro que la misma tiene un efecto decisivo o determinante en la sentencia que se impugna y que afecta los derechos fundamentales de la parte actora. e. Que el afectado identifique de manera razonable tanto los hechos que generaron la vulneración como los derechos vulnerados y que hubiere alegado tal vulneración en el proceso judicial siempre que esto hubiere sido posible. f. Que no se trate de sentencias de tutela. Por ello, cualquier pronunciamiento de fondo por parte del juez de tutela respecto de la eventual afectación de derechos fundamentales con ocasión de la actividad jurisdiccional es constitucionalmente admisible, solamente cuando el juez haya determinado de manera previa la configuración de tales 10 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA requisitos, lo cual exige una carga demostrativa para el actor, respecto de la satisfacción de los mismos y de los supuestos fácticos y jurídicos en que se fundamenta, de tal manera que resulte evidente la vulneración. Análisis del caso concreto 1. Verificación de la supuesta temeridad de la acción. Dado que tanto la Fiscal Séptima Seccional (E)19 como el Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, ambos de Bogotá20, han resaltado que el accionante ha hecho uso, en diferentes ocasiones, del recurso de amparo constitucional, la Sala evaluará el cumplimiento de los requisitos legales y jurisprudenciales para la declaratoria de la temeridad de la acción de tutela. 1.1. El artículo 38 del Decreto 2591 de 1991, dispone: Cuando sin motivo expresamente justificado, la misma acción de tutela sea presentada por la misma persona o su representante ante varios jueces o tribunales, se rechazarán o decidirán desfavorablemente todas las solicitudes. El abogado que promoviere la presentación de varias acciones de tutela respecto de los mismos hechos y derechos, será sancionado con la suspensión de la tarjeta profesional al menos por dos años. En caso de reincidencia, se le cancelará su tarjeta profesional, sin perjuicio de las demás sanciones a que haya lugar. 19 20 Fl. 180 Fl. 203 11 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA La Corte Constitucional en la Sentencia T-084 de 2012, reiteró la jurisprudencia según la cual “… para que se configure la temeridad y se puedan aplicar las consecuencias antes descritas –rechazo o decisión desfavorable y sanciones- se deberá verificar, en primer lugar, si existe una identidad de partes, hechos y pretensiones entre las acciones de tutela interpuestas –lo que coincide con el fenómeno de la cosa juzgada en el caso de que alguna haya sido decidida previamente- y, en segundo lugar, si existe o no justificación razonable y objetiva que explique la ocurrencia de ese fenómeno y descarte, en consecuencia, la mala fe del agente. Si alguno de estos dos elementos no estuviere presente, no se configuraría temeridad.” – Resaltado fuera del original- Sin embargo, a renglón seguido, esa Corporación señaló el deber del juez constitucional de evaluar la incidencia de la triple identidad en el fenómeno de la cosa juzgada, pues no se presenta la temeridad si: i) existen nuevas circunstancias fácticas o jurídicas que varían sustancialmente la situación inicial, (ii) la jurisdicción constitucional, al conocer de la primera acción de tutela, no se hubiese pronunciado realmente sobre una de las pretensiones del accionante o porque (iii) la Corte Constitucional profiera una sentencia de unificación, cuyos efectos sean explícitamente extensivos a un grupo de personas que se consideran en igualdad de condiciones. En concordancia, la mera presentación de varias o muchas acciones de tutela no implica, ipso facto, la temeridad de la 12 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA acción. Corresponde al Juez Constitucional evaluar en cada caso, como se dijo, la identidad de partes, hechos y pretensiones, además de la justificación razonable y objetiva que permita descartar la mala fe del actor. Suponer o sugerir la ocurrencia de la temeridad, sin que se haya hecho un análisis detallado del caso, a la luz de los anteriores criterios, constituye una presunción de mala fe en contra del accionante. 1.2. Consta en el registro informático del Sistema de Gestión “Justicia Siglo XXI” que, en el marco del proceso penal por el punible de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado y actos sexuales con menor de 14 años agravados en concurso homogéneo, el procesado ha formulado las siguientes acciones de tutela: I Accionados: Juzgado Cuarto Penal del Circuito De Conocimiento y Juzgado Sexto Penal Municipal de Control De Garantías, ambos de Bogotá. Objeto de Debate: Discute la negativa a su solicitud de libertad por vencimiento de términos. Alegó que el funcionario judicial competente no había dado inicio a la audiencia de juicio oral. Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Primera Instancia: Fallo: 17/04/ 2012 Decisión: Negó por criterio razonable, dado que se trataba de un delito contra la libertad sexual que involucra a un menor. Segunda Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. 13 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Instancia: Fallo: 17/05/ 2012 Decisión: Confirmó integralmente. II Accionados: Objeto de Debate: Primera Instancia: Juzgado Veintiuno Municipal con Funciones de Control de Garantías de Bogotá, el Juzgado Veintiuno Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá, Juzgado Treinta Administrativo de Bogotá y Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección “B”. Censura la negativa a sus solicitudes de libertad provisional por vencimiento de términos –hábeas corpus y otras decisiones-. Se queja de la aplicación retroactiva de la sentencia de 30 de mayo de 2012 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, en la cual se dijo que la libertad provisional por vencimiento de términos es improcedente cuando la víctima es un menor de edad y el delito es alguno de los consagrados en el artículo 199 de la Ley 1098 de 2006. Consejo de Estado Sala de Administrativo -Sección Cuarta. lo Contencioso lo Contencioso Fallo: 01/08/2013 Decisión: Negó por improcedente. Consejo de Estado Sala de Administrativo -Sección Quinta. Fallo: 13/02/2014 Segunda Instancia: Decisión: Declaró la improcedencia de la acción en contra del Juzgado Treinta Administrativo del Circuito de Bogotá y del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección “B” que decidieron la acción de hábeas corpus. Negó el amparo respecto de las demás accionadas. Revisión de la Sala Séptima de Revisión de Tutelas de la Corte Constitucional Sentencia T-518 de 2014, expediente T-4.276.476. Se pronunció sobre (i) la procedencia excepcional de la acción de tutela para controvertir decisiones que resuelven el recurso de hábeas corpus y (ii) definió el elemento del plazo razonable dentro del 14 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA derecho fundamental al debido proceso. Esa autoridad no evidenció vulneración de los derechos fundamentales del accionante porque: i) Pese a existir una demora inusual para los casos juzgados mediante Ley 906 de 2004, la Fiscalía logró demostrar que la tardanza en la imputación fue producto del despiste causado por el accionante, quien realizó actos de distracción como haber cambiado de identidad. ii) Los actos o hechos causantes del retraso procesal, fueron producto de diversas solicitudes y recursos presentados por el actor o su apoderado, quienes en diversas oportunidades presentaron a consideración judicial temas que ya habían sido abordados en otras instancias del proceso. Tampoco observó la existencia de conductas desplegadas por el ente acusador, que hayan tenido la virtualidad de estar dirigidas a dilatar las etapas procesales en detrimento de los derechos fundamentales del actor, o alguna clase de material probatorio dirigido a demostrar que las dilaciones y solicitudes de aplazamiento fueron producto de situaciones ajenas al accionante. iii) Si bien el artículo 216 de la Ley 1098 de 2006 presentó un error caligráfico sobre la entrada en vigencia del artículo 199 de la misma ley, éste no tuvo el alcance para generar una ostensible confusión acerca de cuál era la norma que pretendió hacer valer el Legislador. III Accionados: Fiscalía Séptima de la Unidad de Delitos Sexuales. Objeto de Debate: Alega vulneración del derecho fundamental de petición de información. Primera Instancia: Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Fallo: 21/11/ 2013 15 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Decisión: Negó el amparo solicitado porque la entidad accionada demostró que dio respuesta de fondo a las peticiones del actor. Segunda Instancia: Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Fallo: 23/02/ 2014 Decisión: Confirmó integralmente. IV Accionados: Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito de Conocimiento y Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial, ambos de Bogotá. Objeto de Debate: Censura la determinación del Juzgado en torno a la incorporación de elementos probatorios, periciales, testimoniales y documentales en la audiencia preparatoria. Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Primera Instancia: Fallo: 10/12/ 2013 Decisión: Niega por subsidiariedad, proceso en curso. Segunda Instancia: Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia. Fallo: 10/02/ 2014 Decisión: Confirmó integralmente. V Accionados: Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito de Conocimiento y Fiscalía Séptima de la Unidad de Delitos Sexuales, ambos de Bogotá. Objeto de Debate: Pretende que se ordene al Juzgador no aplicar el artículo 199 de la Ley 1098 de 2006, por no estar vigente para el 9 de noviembre de 2006. Primera Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. 16 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Instancia: Fallo: 22/07/ 2014 Decisión: Negó por subsidiariedad y porque la imputación de los delitos por los cuales debía responder no se ofrecía arbitraria o caprichosa. Segunda Instancia: Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Fallo: 11/09/ 2014 Decisión: Confirmó integralmente. VI Accionados: Jefe de la Unidad de Delitos Sexuales. Objeto de Debate: Alega que la accionada no respondió de fondo una solicitud radicada el 18 de junio de 2014. Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Primera Instancia: Fallo: 05/09/ 2014 Decisión: Negó por hecho superado. En el trámite de la acción el ente investigador dio respuesta a la solicitud del accionante. Segunda Instancia: Sin impugnación. VII Accionados: Objeto de Debate: Fiscalía Séptima de la Unidad de Delitos Sexuales y José Daniel Rojas Penagos. Expone que, en tres ocasiones, entre los meses de julio y agosto de 2014, solicitó la revocatoria de la medida de aseguramiento y en subsidio la detención domiciliaria ante los jueces penales de control de garantías, pero ninguna de las audiencias se pudo realizar por la ausencia de la Fiscalía y el representante de la víctima. Alegó vulneración de sus derechos a la presunción de inocencia y libertad, por desconocimiento del plazo razonable. 17 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Fallo: 09/09/ 2014 Primera Instancia: Decisión: Negó la protección del derecho a la libertad, pero concedió el amparo debido a la vulneración del derecho fundamental de acceso a la justicia, en consecuencia, ordenó a la Fiscalía Séptima Seccional y al apoderado de las víctimas, asistir a la audiencia convocada por el accionante ante los jueces de control de garantías. Segunda Instancia: Sin impugnación. 1.3. Se observa, sin dificultad alguna, que la nulidad decretada por el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, el 12 agosto de 2014, -incluida la providencia confirmatoria de 18 de diciembre del mismo año, dictada por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de la misma ciudad- y el hacinamiento carcelario al interior del Centro de Reclusión, son asuntos que no han sido objeto de análisis en las sentencias de tutela reseñadas en el punto anterior. Sin embargo, en lo que concierne a la presunta vulneración de los “plazos razonables” debido al lapso de más de 55 meses en que el procesado ha permanecido en detención preventiva sin que se haya producido sentencia condenatoria, la Sala considera pertinente distinguir entre las actuaciones que precedieron al inicio del juicio oral -19 septiembre de 2013- y las que se han realizado con posterioridad a esa fecha. 18 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Respecto de las primeras se pronunció la Corte Constitucional en la sentencia T-518 de 2014, se reproduce integralmente el análisis allí realizado, en atención a su importancia: … [G]ran parte de los actos u acontecimientos que dilataron el proceso penal en el cual se encuentra incurso el accionante, tuvieron como fuente la misma parte pasiva del proceso, lo cual se expone a continuación: Inicialmente, el actor fue citado a audiencia preliminar de formulación de imputación, la cual tuvo la siguiente programación: (i) 08 de septiembre de 2009, el actor no asistió a la audiencia preliminar de formulación de imputación. (ii) 04 de noviembre de 2009, el actor no se presentó a la audiencia preliminar de formulación de imputación. (iii) 17 de marzo de 2010, el actor no se presentó a la audiencia preliminar de formulación de imputación. (iv) 05 de abril de 2010, el actor no asistió a la audiencia preliminar de formulación de imputación. (v) 03 de mayo de 2010, el actor no asistió a la audiencia preliminar de formulación de imputación. Como se observa, para esta Sala es notorio que se presentaron 8 meses de dilatación no atribuibles a la Fiscalía, ni a los funcionarios judiciales que han conocido del proceso, sino que fueron producto exclusivamente de conductas evasivas expresadas por el actor, por las cuales, fue necesario que el Juzgado 40 Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías librara orden de captura en su contra para hacerlo concurrir al proceso. Seguidamente, el día 19 de julio de 2011, durante la celebración de la audiencia de formulación de acusación, el accionante solicitó la nulidad de lo actuado en el proceso debido a que no se le permitió acogerse a los beneficios de la ley penal. No obstante, ésta solicitud fue negada y a su vez apelada por el 19 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA mismo actor, a quien en segunda instancia, mediante sentencia del 09 de noviembre de 2011, le fue confirmada la negativa. Frente a esta circunstancia, el actor decidió interponer escrito de solicitud de libertad por vencimiento de términos, resuelta de forma negativa el día 01 de diciembre de 2011. Ante esta decisión, el actor decidió interponer recurso de apelación, resuelto en forma confirmatoria el día 26 de enero de 2012 por el Juzgado 4º Penal con Función de Conocimiento. En esta misma fecha -26 de enero de 2012-, el Juzgado 37 Penal del Circuito de Conocimiento, declara formulada la acusación y procede a fijar fecha para realización de audiencia preparatoria, bajo la siguiente programación: (i) 08 de febrero de 2012, el apoderado del accionante pide aplazamiento porque no tenía conocimiento de las diligencias. (ii) 28 de febrero de 2012, el actor nuevamente solicitó aplazamiento de la misma para que le asignaran un defensor público. (iii) 09 de marzo de 2012, en esta oportunidad, el juez niega la solicitud de archivo solicitada por el actor, en virtud de la aplicación retroactiva del artículo 175 de la ley 906 de 2004 21. Esta decisión es apelada por el actor. (iv) 08 de agosto de 2012, Tribunal Superior de Bogotá D.C. confirma decisión de primera instancia frente a solicitud de archivo. (v) 16 de octubre de 2012, fecha para continuar con audiencia preparatoria aunque la misma fue aplazada por paro judicial. (vi) 14 de diciembre de 2012, fecha para continuar con audiencia preparatoria, pero la misma fue aplazada porque el apoderado del accionante no se presentó. (vii) 22 de enero de 2013, fecha para continuar con audiencia preparatoria pero la misma no se llevó a cabo debido a que el apoderado el actor solicitó aplazamiento. (viii) 04 de febrero de 2013, Juzgado 21 Penal Municipal niega solicitud de libertad por vencimiento de términos. 21 Modificado por el artículo 49 de la ley 1143 de 2011. 20 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA (ix) 11 de marzo de 2013, Juzgado 20 Penal del Circuito confirma decisión de primera instancia que niega solicitud de libertad por vencimiento de términos. (x) 13 de marzo de 2013, se instala nuevamente la audiencia preparatoria, dentro de la cual, el actor se opuso a los cargos, se descubrió el material probatorio y se recibió la solicitud de libertad por vencimiento de términos presentada por el actor. El accionante interpuso recurso de reposición de manera insatisfactoria, pero el Juez de Conocimiento concedió en subsidio el recurso de apelación. Hasta esta etapa del proceso, se tiene entonces que, a excepción del paro judicial, el actor estuvo dilatando la realización de la audiencia preparatoria por casi un año, sin que sea posible notar la ocurrencia de actos o la presentación de solicitudes por parte del ente acusador tendientes a demorar el agotamiento de las etapas procesales. –Resaltado en el original- Si bien esa sentencia fue proferida el 17 de julio de 2014, en ella no consideraron las actuaciones posteriores al inicio del juicio oral -19 septiembre de 2013-. En esa misma dirección, en el fallo de tutela de 9 de septiembre de 2014, dictado por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, no se abordó la supuesta vulneración del plazo razonable. El juez constitucional, en esa oportunidad, prestó especial atención a las repetidas e injustificadas inasistencias del ente acusador, y del apoderado judicial de la víctima, a las audiencias ante los Jueces de Control de Garantías, convocadas por el procesado con el fin de solicitar su libertad por vencimiento de términos. Respecto de los demás hechos y pretensiones negó la protección con estricto apego al principio de subsidiariedad, porque, según su criterio, los 21 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA reparos del peticionario debían resolverse al interior del proceso. Esas circunstancias ponen en evidencia que el fenómeno de la cosa juzgada ha operado sólo parcialmente y, por tanto, no es motivo suficiente para predicar la triple identidad de partes, hechos y pretensiones, exigida por la jurisprudencia constitucional sobre la materia. En resumen, no existen razones para decretar la temeridad de la acción que, veladamente, han sugerido la Fiscal Séptima Seccional (E) y el Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, ambos de Bogotá. 2. Improcedencia de la acción de tutela contra las providencias judiciales censuradas. 2.1. El actor se queja de la nulidad adoptada por el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, en el marco de la continuación de la audiencia de juzgamiento, inconformidad que hace extensiva al auto de 18 de diciembre del mismo año, mediante el cual la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de la misma ciudad, confirmó esa decisión. Alega, en concreto, que los Juzgadores revivieron etapas “preclusivas”, premiando con ello la incuria de la Fiscalía, 22 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA situación que violenta “de manera gravosa y descarada” el plazo razonable en su actuación. 2.2. Se advierte, el juez de tutela no puede inmiscuirse en los asuntos encomendados a los jueces naturales y en especial cuando la injerencia tiene que ver con el modo en el que estos valoraron las circunstancias fácticas e interpretaron o aplicaron el derecho; lo contrario sería quebrantar la autonomía e independencia judicial, porque solo excepcionalmente, cuando las providencias se apartan abruptamente del ordenamiento jurídico y resuelven con arbitrariedad o capricho, o es producto de negligencia extrema, está habilitada esa intervención. Hipótesis que no se presenta conforme a los medios probatorios existentes en el expediente. Nótese que lo censurado es la interpretación empleada por las autoridades judiciales accionadas respecto de la vulneración de los derechos fundamentales de la víctima en el proceso penal, de persistir el cierre de la etapa probatoria de la Fiscalía. Con independencia de que esta Sala comparta o no el criterio adoptado por la autoridad accionada, no se encuentra en esa determinación visos de arbitrariedad, capricho o fundamento inconstitucional, pues la valoración en torno de los elementos normativos que rigen la oportunidad para la práctica de las pruebas es un asunto que cae bajo la órbita del juez natural. Esa facultad no está 23 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA exenta de revisión, pues para ello el procedimiento penal habilitó la impugnación, la cual ya fue decidida por el superior jerárquico del juzgador en el presente caso. En ese escenario, debe resaltarse que el trámite constitucional no es una instancia más del proceso penal, ni está instaurado como una jurisdicción paralela a la ordinaria y tampoco es la sede a la que se acude como última opción cuando los resultados, después de ejercer las vías ordinarias, han sido desfavorables, dado que no puede existir concurrencia de medios judiciales, de ahí que se afirme que la tutela no es un recurso adicional o complementario, pues su carácter y esencia es la de ser un mecanismo excepcional de protección que le brinda el ordenamiento jurídico al presunto afectado para la defensa de sus derechos fundamentales. 2.3. En conclusión, se aprecia que DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA, pretextando la defensa de su derecho fundamental al debido proceso, sometió el asunto, ya decidido por las instancias al interior del proceso penal, a conocimiento del juez constitucional, con la ilusión de que su criterio prevalezca. 3. Inexistencia de la vulneración por hacinamiento carcelario. 3.1. En reiteradas oportunidades la jurisprudencia ha aclarado que el amparo constitucional requiere, como 24 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA presupuesto lógico necesario, que exista una amenaza seria y actual o una vulneración concreta, cuya prueba corresponde, en principio, a la parte accionante.22 Aunque el juez de tutela, según las circunstancias del caso, puede hacer uso de sus poderes oficiosos, la verificación de los hechos narrados por el actor, en el presente caso, excede el marco temporal y procesal del trámite constitucional. En esa dirección, la mera conjetura o suposición de la afectación de los derechos fundamentales por parte del demandante no es suficiente para conceder la protección de los derechos invocados. 3.2. Afirma el actor que, en virtud de la sentencia de 21 de agosto de 2014, rad. 2012-01893-02, dictada por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, no le corresponde a él asumir las consecuencias negativas de la escasez de recursos o las falencias del Sistema Penitenciario Nacional, debido al hacinamiento carcelario al cual ha sido sometido. 3.3. Revisado el plenario no se evidencia elemento probatorio alguno o argumentación del accionante respecto de su situación fáctica concreta en el sitio de reclusión, a partir de la cual esta Corporación pueda analizar la posible existencia de una amenaza de perjuicio irremediable. Se insiste, la mera invocación de una providencia en la cual se reconoce total o parcialmente un estado de cosas 22 Crf. Sentencia T-187 de 2009, Corte Constitucional. 25 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA inconstitucional no es razón suficiente para la procedencia del amparo, en particular, cuando el solicitante no identifica las acciones u omisiones que causa la vulneración de sus derechos fundamentales. 4. La cosa juzgada parcial y la mora judicial en la fase de juzgamiento. En concordancia con las motivaciones consignadas en el numeral primero de esta providencia, la Sala ordenará estarse a lo resuelto por la Corte Constitucional en la sentencia T-518 de 2014. Esa determinación se traduce, en virtud del principio de la cosa juzgada, en la siguiente premisa: En relación con los hechos anteriores al inicio de la audiencia de juicio oral -19 septiembre de 2013- no existió vulneración de los derechos fundamentales del accionante, porque los actos o hechos causantes de la tardanza procesal son producto de diversas solicitudes y recursos presentados por el actor o su apoderado judicial. En cuanto a las actuaciones subsiguientes al mencionado hito, la Sala evidencia la conculcación de las garantías constitucionales de acceso a la administración de justicia y a un debido proceso sin dilaciones injustificadas del accionante. Sin embargo, la consecuencia jurídica inmediata 26 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA de esa situación no es la libertad del procesado, sino la materialización de sus derechos fundamentales.23 4.1. La audiencia de juicio oral, programada bajo la égida de la Ley 906 de 2004, con un solo procesado y sin que el asunto revista gran complejidad, inició el 19 septiembre de 2013 y sólo hasta el 4 de febrero del presente año el Despacho accionado dictó el sentido del fallo. El informe rendido por el Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, en el trámite de la presente acción, nos permite comprender, con claridad, cuáles fueron los factores que propiciaron la prolongación del juzgamiento por más de un año y cinco meses: El día 19 de octubre de 2013 se dio inicio al juicio oral y se suspendió para continuarlo el 9 de diciembre del año 2013. El día 9 de diciembre del referido año, la audiencia no se realizó toda vez que la funcionaria que en aquella oportunidad regentaba este recinto judicial, esto es, la doctora ANA BERTHA ROJAS SANMIGUEL, se encontraba en comisión de servicios autorizada por el Honorable Tribunal Superior de Bogotá, por lo que entonces la diligencia se reprogramó para el día 18 de marzo de 2014 a la hora de las 9:00 de la mañana, fecha en la que de igual manera la audiencia no se llevó a cabo en razón a que el suscrito fue designado como Escrutador en las elecciones del 9 de marzo del año inmediatamente anterior. En consecuencia, se reprogramó para los días 25 y 28 de abril de 2014 a la hora de las 9:00 de la mañana. El día 25 de abril de 2014 no se llevó a cabo la audiencia de juicio oral en razón a que no se había designado Fiscal para la actuación, por lo que se reprogramó la diligencia para los días 10 y 11 de junio de 2014 a la hora de las 9:00 de la mañana. El día 10 23 Cfr. CSJ STP 3 sept, 2013, rad. 68918. 27 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA de junio de 2014, la Fiscal designada para el caso solicito aplazamiento de la audiencia. Empero, el suscrito no accedió a más aplazamientos de la diligencia por lo que al mantener la posición el ente Fiscal de aplazar la misma dio por concluida la etapa probatoria de la Fiscalía y señaló los días 24 y 25 de julio del año en curso a la hora de las 9:00 de la mañana para continuar la audiencia de juicio oral. Los días 24 y 25 de Julio del año en curso, la diligencia no se llevó a cabo en razón a que el procesado no fue remitido del Centro de Reclusión donde se encuentra actualmente privado de la libertad, por lo que entonces se reprogramó la audiencia de Juicio Oral para los días 12 y 13 de Agosto hogaño a la hora de las 9:00 de la mañana. El día 12 de agosto hogaño se continuó la audiencia de Juicio Oral, diligencia en la que la Fiscalía y el Representante de Víctimas solicitaron nulidad de lo actuado a partir de la audiencia anterior, esto es, en la que se cerró el debate probatorio a la Fiscalía, petitum que fue acogido por el Despacho. Decisión ante la cual la Defensa y el Ministerio Público impetraron recurso de apelación, por lo que la actuación fue remitida a la Sala de Decisión Penal del Honorable Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, D.C., para que se desatara la alzada.24 –Resaltado fuera del texto- En resumen, las circunstancias que han propiciado la mora en la culminación del juicio oral, son atribuibles –con indiferencias de si están o no justificadas- exclusivamente a las autoridades estatales y no al procesado.25 4.2. En relación con los derechos a un debido proceso sin dilaciones injustificadas y acceso a la administración de justicia, la Corte Constitucional ha reiterado que desde la perspectiva constitucional la adopción por parte del Constituyente del modelo de Estado Social de Derecho, Fls. 200-201 Incluso si se afirmara, por vía de hipótesis, que el procesado también contribuyó a dilatar el juicio porque impugnó el decreto de nulidad del cierre de la fase probatoria de la Fiscalía, habría que resaltar que esa determinación también fue apelada por la Representante del Ministerio Público. Asimismo, las dificultades del INPEC para trasladar al procesado desde el centro de reclusión y el paro judicial realizado por algunos funcionarios judiciales, tampoco son atribuibles al accionante. Además, tales hechos no son, per se, resultado de fuerza mayor o caso fortuito. 24 25 28 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA implicó que el acceso a la administración de justicia, así como los demás derechos reconocidos en la Constitución, deben ser garantizados de forma efectiva dado que su simple protección formal, por ejemplo, su mera enunciación en la Carta Política sería incongruente con el mandato de respeto de la dignidad humana, de allí entonces que el artículo 5º de la Constitución haya reconocido, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de las personas dentro de los cuales se encuentra el de acceder a la administración de justicia, que conforme a las disposiciones citadas, debe ser garantizado de forma material y efectiva. En este sentido, de acuerdo con lo ordenado por el inciso 1º del artículo 2º de la Constitución en concordancia con lo dispuesto en el artículo 228 ídem y el 1º de la Ley 270 de 1996 – Estatutaria de la Administración de Justicia– según el cual “la administración de justicia es la parte de la función pública que cumple el Estado encargada por la Constitución Política y la ley de hacer efectivos los derechos, obligaciones, garantías y libertades consagrados en ellas, con el fin de realizar la convivencia social y lograr y mantener la concordia nacional”, no queda duda alguna de que los procesos deben adelantarse respetando los términos procesales en garantía del derecho fundamental de acceder a la administración de justicia, salvo que su inobservancia esté amparada por razones justificativas, de las cuales deberá dar cuenta el operador judicial en el trámite de la acción constitucional que al respecto se promueva. Ciertamente la Corte Constitucional ha precisado que: 29 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA … el acceso a la administración de justicia implica, entonces, la posibilidad de que cualquier persona solicite a los jueces competentes la protección o el restablecimiento de los derechos que consagran la Constitución y la ley. Sin embargo, la función en comento no se entiende concluida con la simple solicitud o el planteamiento de las pretensiones procesales ante las respectivas instancias judiciales; por el contrario, el acceso a la administración de justicia debe ser efectivo, lo cual se logra cuando, dentro de determinadas circunstancias y con arreglo a la ley, el juez garantiza una igualdad a las partes, analiza las pruebas, llega a un libre convencimiento, aplica la Constitución y la ley y, si es el caso, proclama la vigencia y la realización de los derechos amenazados o vulnerados26. Es dentro de este marco que la Corte Constitucional no ha vacilado en calificar al derecho a que hace alusión la norma que se revisa -que está contenido en los artículos 29 y 229 de la Carta Política- como uno de los derechos fundamentales27, susceptible de protección jurídica inmediata a través de mecanismos como la acción de tutela prevista en el artículo 86 superior.28 –Resaltado fuera del texto- Obsérvese como desde esta óptica se infiere que el Estado no cumple con el deber de administrar justicia, impuesto por el pueblo soberano -Art. 3º de la Constitución Política- brindando simplemente la posibilidad para que las personas puedan acudir ante los diferentes órganos de la rama judicial. Es necesario, ante todo, que dichos titulares de la función jurisdiccional hagan efectivos los derechos de todas las personas. En este orden de ideas, la Corte Constitucional consideró29 que: Uno de los presupuestos esenciales de todo Estado, y en especial del Estado social de derecho, es el de contar con una 26Cfr. Sentencia No. T-173 del 4 de mayo de 1993. Sentencias Nos. T-006/92, T-597/92, T-348/93, T-236/93, T-275/93 y T004/95, entre otras. 28 Sentencia C-037 de 1996. 29 Sentencia C-037 de 1996. 27Cfr. 30 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA debida administración de justicia. A través de ella, se protegen y se hacen efectivos los derechos, las libertades y las garantías de la población entera, y se definen igualmente las obligaciones y los deberes que le asisten a la administración y a los asociados. (…) Para el logro de esos cometidos, no sobra aclararlo, resulta indispensable la colaboración y la confianza de los particulares en sus instituciones y, por lo mismo, la demostración de parte de estas de que pueden estar a la altura de su grave compromiso con la sociedad. Así, en lo que atañe a la administración de justicia, cada vez se reclama con mayor ahínco una justicia seria, eficiente y eficaz en la que el juez abandone su papel estático, como simple observador y mediador dentro del tráfico jurídico, y se convierta en un partícipe más de las relaciones diarias de forma tal que sus fallos no sólo sean debidamente sustentados desde una perspectiva jurídica, sino que, además, respondan a un conocimiento real de las situaciones que le corresponde resolver. Las consideraciones precedentes implican, en últimas, una tarea que requiere, como consecuencia de haber sido nuestro país consagrado en la Carta Política como un Estado social de derecho, un mayor dinamismo judicial, pues sin lugar a dudas es el juez el primer llamado a hacer valer el imperio de la Constitución y de la ley en beneficio de quienes, con razones justificadas, reclaman su protección. Así, entonces, la justicia ha pasado de ser un servicio público más, a convertirse en una verdadera función pública, como bien la define el artículo 228 del Estatuto Fundamental. Significa lo anterior que tanto en cabeza de los más altos tribunales como en la de cada uno de los juzgados de la República, en todas las instancias, radica una responsabilidad similar, cual es la de hacer realidad los propósitos que inspiran la Constitución en materia de justicia, y que se resumen en que el Estado debe asegurar su pronta y cumplida administración a todos los asociados; en otras palabras, que esta no sea simple letra muerta sino una realidad viviente para todos. De acuerdo con lo anterior, se insiste, el acceso a la administración de justicia es un derecho fundamental que implica la resolución pronta y oportuna de los asuntos puestos a consideración de los órganos jurisdiccionales, en armonía con los principios 31 de celeridad y eficiencia Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA consagrados en los artículos 29 y 22830 de la Constitución Política como en los artículos 4º y 7º de la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia31. 4.3. Aunque el accionante se encuentra legalmente privado de la libertad en un establecimiento carcelario, de conformidad con la orden de detención preventiva proferida por el Juzgado Sesenta y siete Penal Municipal con Funciones de Garantías de Bogotá, no puede obviarse que esa situación de encarcelamiento se ha prolongado por más de 5 años, sin que a la fecha exista, por lo menos, una sentencia en su contra. Si bien, en el trámite de la presente acción, el 2, 3 y 4 de febrero de 2015, el Juzgado accionado culminó, ahora sí con inusitada celeridad, la audiencia de juzgamiento –práctica probatoria, alegatos de conclusión y sentido del fallo, el cual fue condenatorio-, el actor aún se encuentra en la indefinición advertida, pues aún falta la lectura de la condena, de la cual depende su derecho a impugnar la decisión adversa a sus intereses. 30Artículo 228. “(…). Los términos procesales se observarán con diligencia y su incumplimiento será sancionado. (…)”. 31Inciso 1º del artículo 4 -modificado por el artículo 1º de la Ley 1285 de 2009-. “La administración de justicia debe ser pronta, cumplida y eficaz en la solución de fondo de los asuntos que se sometan a su conocimiento. Los términos procesales serán perentorios y de estricto cumplimiento por parte de los funcionarios judiciales. Su violación injustificada constituye causal de mala conducta, sin perjuicio de las sanciones penales a que haya lugar. Lo mismo se aplicará respecto de los titulares de la función disciplinaria”. “Artículo 7º. EFICIENCIA. “La administración de justicia debe ser eficiente. Los funcionarios y empleados judiciales deben ser diligentes en la sustanciación de los asuntos a su cargo, sin perjuicio de la calidad de los fallos que deban proferir conforme a la competencia que les fije la ley”. 32 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA En ese orden de ideas, tanto la excesiva prolongación de la fase de juicio oral –más de un año- atribuible a las autoridades estatales, como la condición de detenido de DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA, -superior a cinco añosimponen la especial protección del Estado, la cual sólo se consigue materializando su derecho de acceder a la administración de justicia con una respuesta pronta. En consecuencia, la Sala ordenará al Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá que, a más tardar el 27 de febrero de 2015, realice la audiencia de lectura de la sentencia. Dado que con el fallo de primera instancia no finaliza el proceso -por regla general-, con el fin de prevenir más dilaciones injustificadas que vulneren los derechos del procesado, se exhortará a la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá para que, en caso de ser impugnada la sentencia condenatoria en contra del accionante, se pronuncie con celeridad.32 4.4. Por otra parte, es improcedente el pedido de libertad inmediata manifestado por el peticionario, por cuanto no se observa una causa jurídica a partir de la cual se imponga esa determinación. Ciertamente, la mora judicial afecta sus Póngase de presente que en el auto de 18 de diciembre de 2014, dictado por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, también censurado por el actor, el Dr. Carlos Héctor Tamayo Medina, mediante aclaración de voto, expuso lo siguiente: “… me llama la atención que se manifieste preocupación por la dilación del proceso, toda vez que no he notado esa misma preocupación por parte del magistrado sustanciador con relación a los procesos a su cargo, en cuyo despacho es usual que perduren expedientes, inclusive con preso, durante más de un año, sin pronunciamiento de ninguna especie”. (Fl. 55) Esas afirmaciones, por estar relacionadas con el presente caso, constituyen una razón adicional para el exhorto. 32 33 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA derechos fundamentales a un debido proceso sin dilaciones injustificadas y acceso a la administración de justicia, pero esa circunstancia en sí misma no es razón suficiente para la prosperidad de lo pretendido. 5. Consideraciones adicionales. La Sala exhortará a la Fiscal Séptima Seccional (E) y al Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, ambos de Bogotá, para que, en lo sucesivo, se abstengan de esgrimir prejuicios en las actuaciones judiciales en las cuales intervengan en condición de servidores estatales, con fundamento en las siguientes motivaciones: i) Los dos funcionarios, de forma velada, sugirieron al juez constitucional la presunta existencia de una acción temeraria, sin el más mínimo análisis de la realidad procesal. ii) La Fiscal Séptima Seccional (E) de Bogotá afirmó, irreflexivamente, que el procesado tenía el “interés” de dilatar “flagrantemente” el proceso para “… alargar como él así lo menciona los términos procesales y su estadía en establecimiento carcelario”, olvidando, de paso, la omisión de esa Delegada de presentar los testigos al inicio de la audiencia de juzgamiento33, la solicitud Fl. 234, C.2. Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. 33 34 de Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA aplazamiento del ente acusador34, los requerimientos realizados por el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá para que esa Institución designara un funcionario para dar continuidad a la diligencia35, la actitud reticente de esa funcionaria, de la cual dejó constancia el Juzgador36 y por último, el amparo constitucional de 9 de septiembre de 2014, concedido por la Sala Penal del Tribunal de Bogotá, donde se le ordenó asistir a las audiencias ante los jueces de control de garantías. iii) El Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, por su parte, hizo una afirmación similar, “la causa ha tenido varias interrupciones por motivos también atribuibles a la defensa y el procesado, quienes han presentado diferentes apelaciones ante las decisiones tomadas por el Juzgado”, obviando que, en calidad de director del proceso, él estaba en condiciones y el deber de distinguir entre las razones de la dilación antes de la audiencia de juzgamiento y lo ocurrido con posterioridad a la misma. Por otro lado, aunque en las consideraciones de la providencia de 20 de octubre de 2014, dictada en el marco de la vigilancia judicial administrativa No. 11001-1101002-2014-0933 realizada por la Sala Administrativa del Consejo Seccional de la Judicatura de Bogotá, se dijo que “las razones por las que se ha aplazado la audiencia y que han Fl. 4, C.3. Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. 35 Fls. 12-13, y 39-40, ibídem. 36 Fls. 34-38 y 42-43, ibídem. 34 35 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA impedido la culminación de juicio oral, no son atribuibles” al Juzgador, no es cierto que allí se afirme o concluya que las dilaciones durante el juzgamiento sean atribuibles al procesado.37 iv) Por último, esa misma autoridad judicial manifestó que “con su accionar, el actor no ha hecho otra cosa que congestionar innecesariamente la administración de justicia. ” Si bien el lapso que toma decidir las impugnaciones y demás acciones judiciales impetradas por los procesados se torna relevante al momento de analizar la solicitud de libertad por vencimiento de los términos judiciales, esa posibilidad no autoriza a ninguna autoridad estatal a reprochar a los ciudadanos el ejercicio legítimo de sus derechos fundamentales de contradicción y defensa, máxime cuando tales recursos han sido debidamente fundamentados y no han sido temerarios, como en el presente caso. La oposición a la prosperidad de las pretensiones de la acción de tutela con base en valoraciones peyorativas de la conducta procesal del accionante y las presunciones de mala fe, desborda la autonomía funcional y la libertad de expresión de los funcionarios judiciales accionados. Fls. 240-244, C.4. Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. 37 36 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA Tales argumentos son una forma de amedrentar al peticionario del amparo constitucional, pues las autoridades encargadas de investigar y juzgar, con lealtad procesal, la primera, e imparcialidad, la segunda, le censuran haber empleado los mecanismos legales y constitucionales instituidos para la defensa legítima de sus intereses. Esa actitud, también se traduce, con intención o no, en una forma de influir, a través de razones espurias, en el ánimo del juez constitucional. Los principios de buena fe y lealtad procesal, tal y como lo ha manifestado la jurisprudencia constitucional, forman parte del plexo de “derechos intocables conformados por los derechos fundamentales de la persona privada de la libertad que se encuentran intactos, pues aquellos derivan directamente de la dignidad del ser humano”38, y por tanto deben ser respetado por los operadores judiciales. Ese imperativo no pierde fuerza vinculante a causa de la naturaleza del hecho punible o por la actitud aguerrida del procesado en la defensa de su inocencia. Por lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL – EN SALA DE DECISIÓN DE ACCIONES DE TUTELA, administrando justicia, en nombre de la República y por autoridad de la Ley, RESUELVE 38 Cfr. Sentencia T-815 de 2013 37 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA NEGAR la protección constitucional deprecada en relación con las pretensiones encaminadas a que se dejen sin efecto las providencias judiciales censuradas y a superar la supuesta condición de hacinamiento carcelario. ESTARSE A LO RESUELTO por la Corte Constitucional en la sentencia T-518 de 2014. AMPARAR los derechos fundamentales al debido proceso sin dilaciones injustificadas y acceso a la administración de justicia de DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA. ORDENAR la Sala ordenará al Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá que, a más tardar el 27 de febrero de 2015, realice la audiencia de lectura de la sentencia. EXHORTAR a la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá para que, en caso de ser apelada la sentencia condenatoria en contra del accionante, se pronuncie con celeridad. EXHORTAR a la Fiscal Séptima Seccional (E) y al Juez Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, ambos de Bogotá, para que, en lo sucesivo, se abstengan de esgrimir prejuicios en las actuaciones judiciales en las cuales intervengan en condición de servidores estatales. 38 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA COMPULSAR copia del presente fallo a la Sala Disciplinaria del Consejo Seccional de la Judicatura de Bogotá para que, conforme a su competencia, y de ser procedente, investigue y sancione las conductas de los funcionarios judiciales e intervinientes que dieron lugar a la vulneración de los derechos fundamentales de DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA, en el marco del juicio oral, proceso No. 110016000023200700305-00, adelantado por el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. DEVOLVER el expediente allegado en calidad de préstamo por el Juzgado Treinta y siete Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá. NOTIFICAR esta sentencia de conformidad con el artículo 30 del Decreto 2591 de 1991. REMITIR a la Corte Constitucional para su eventual revisión de no ser impugnada –Artículo 31 del Decreto 2591 de 1991- NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ 39 Primera Instancia Rad. 77761 DIEGO STEVE GARCÍA GARCÍA EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA Secretaria 40