Dictamen Queja por Casación Denegada - Expediente 378-1999 - Fecha 23-08-2011

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Ministerio Público Fiscal
DEDUCE QUEJA POR CASACIÓN DENEGADA.-
CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN PENAL:
ANTONIO GUSTAVO GOMEZ, Fiscal General ante la
Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, en autos caratulados
“GONZÁLEZ JUAN ANTONIO S/INF. A LA LEY 24.051” Expte. N°
54.461/010 -Origen: Juzgado Federal N° II de Tucumán, Expte. 378/1999-,
me presento y digo:
I.- Objeto.
Que en tiempo y forma, vengo a interponer Recurso de
Queja por Casación Denegada contra sentencia de la Cámara Federal de
Tucumán, de fecha 15 de agosto de 2011, en la que resolvió : “I- NO HACER
LUGAR al recurso de casación articulado por el señor Fiscal General ante
Cámara; conforme se considerada”
II.- Procedencia.
II.1. Oportunidad de la impetración.
El día 17 de agosto de 2011, fui notificado del fallo de la
Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, cuya parte resolutiva fuera
transcripta. Teniendo en cuenta lo establecido por el Art. 477 CPPN, el plazo
de 3 días se debe extender a 8 días, puesto que el Tribunal ante el cual se
deduce la presente tiene su asiento en ciudad distinta a la de San Miguel de
Tucumán, la que es sede de esta Fiscalía General y de la Cámara.
Consecuentemente el plazo para la interposición de la presente Queja vence
el día 31 de agosto del corriente año.
II.2. Las formalidades de la presentación.
La presente Queja es interpuesta por escrito, dentro de lo
normado por el art. 477 procesal. Esta norma, no requiere expresamente que
la Queja sea fundada. Sin embargo la Cámara Nacional de Casación Penal
tiene establecido que, los interesados deben fundar el pedido con
argumentos suficientes, concretos y específicamente razonables para
demostrar que el recurso es procedente y errada la decisión que lo deniega1.
En este sentido, y sin realizar afirmaciones dogmáticas,
expondré las razones por las que entiendo se debe cazar el fallo denegatorio
de la Casación.
II.3. Procedencia del recurso denegado.
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Cámara Nacional Casación Penal, sala I, JPBA, 89-87-260.
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Ministerio Público Fiscal
El recurso de Casación arbitrariamente denegado por la
Cámara Federal de Tucumán fue deducido por ante la Cámara Nacional de
Casación Penal, por lo que esta Queja ante el último de los Tribunales
nombrados, es procedente atento al art. 476 CPPN.
II.4. Domicilio procesal.
Mantengo el domicilio
constituido en oportunidad de
plantear el recurso de Casación denegado, es decir, en la sede de la Fiscalía
General ante la Cámara Nacional de Casación Penal, sita en calle Comodoro
Py 2002, 5° piso , Capital Federal.
II.5. Efectos (Arts. 478 CPPN).
Solicito que se abra la presente Queja, modificándose el
fallo apelado en el sentido que aquí se propondrá.
III.- La Resolución Denegatoria.
“///MIGUEL DE TUCUMÁN, 15 de agosto de 2011.
AUTOS Y VISTO: Para resolver el presente recurso de
casación deducido por el Ministerio Publico Fiscal; y
CONSIDERANDO:
Que el Sr. Fiscal General ante Cámara deduce recurso de
Casación contra el decisorio de fecha 09 de Junio de 2011 en cuanto dispone
rechazar la presente queja por retardo de justicia.
Afirma que interpone en tiempo oportuno el recurso y que
la resolución atacada goza del carácter de sentencia definitiva por sus
efectos conforme los términos del art. 457 del C.P.P.N.
Afirma que el remedio procesal que deduce es procedente
por tratarse de un tema que involucra una cuestión federal que, per se,
habilita la jurisdicción de la Cámara Nacional de Casación Penal, como
órgano jurisdiccional intermedio; según lo resuelto por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación a partir del precedente “Di Nunzio”.
Motiva el recurso impetrado en que, del análisis de la
causa, se advierte una clara violación a las normas sustanciales y procesales
vigentes. Que la resolución en cuestión omite afecta una valoración precisa y
clara del plexo normativo establecido por el Código de Forma y en particular
de lo establecido por el art. 127 de dicho digesto.
Señala que este déficit en la apreciación conlleva a una
contradicción directa con las garantías con la Constitución Nacional y
Tratados Internacionales con jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 de la
C.N.).
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Efectúa un análisis de los antecedentes de la causa, del
fallo dictado por este Tribunal y de los antecedentes jurisprudenciales;
agraviándose en un extenso escrito que obra a fs. 23/40.
Por último, consigna la resolución que pretende y hace
reserva del caso federal.
Que este Tribunal, considera que no cabe hacer lugar al
recurso de casación deducido, atento a que no se trata de una resolución
definitiva ni equiparable a tal, como requiere el art. 457 procesal, para la
viabilidad del remedio intentado; tampoco los motivos aducidos encuadran en
el art. 456 de igual texto, para resultar procedente.
“Es facultad del Tribunal de Merito efectuar una primera
revisión del recurso de casación a fin de examinar si en su interposición se
han observado las condiciones formales que la ley prevé, pero su decisión no
se ciñe sólo al recurso de esas exigencias, pues puede avanzar sobre las
condiciones de admisibilidad impidiendo el progreso del trámite cuando su
estudio surja la improcedencia de la vía recursiva, lo cual no implica que el
tribunal se convierta en juez de su propio fallo, sino que participa en la
habilitación de la instancia superior en la medida que el propio código lo
establece (C.N.C.P. –Sala II -30-3-99-LL-200-B-464)”.
En este sentido es clara la normativa citada –art. 457
Procesal- y de igual modo se ha pronunciado reiteradamente la Excma.
Cámara Nacional de Casación Penal al rechazar el recurso intentado cuando
no se advierta que el dictado de la resolución cuestionada, imposibilite la
prosecución de las actuaciones (C.N.C.P. Sala III 19/11/93 “Carboni A.”; Sala
II 14-2-95 “Berruti C.”; JA 1996-II-194, 41) y lo resuelto importa continuar con
la causa (C.N.C.P. Sala III “Buasso” 23-11-93; Sala II “Freue” 27/9/93, entre
otras).
Cabe destacar que a las hipótesis de procedencia que
regla el art. 456 procesal deben adicionarse de modo indispensable para su
viabilidad, las exigencias de calidad y contenido previstas en el art. 457 del
código de rito (C.N.C.P., Sala II; LL 1993-D-440).
En consecuencia y siendo el deducido un recurso de
carácter extraordinario, limitado y excepcional, no corresponde hacer lugar al
mismo.
Por todo ello, se
RESUELVE:
I- NO HACER LUGAR al recurso de casación articulado
por el señor Fiscal General ante Cámara; conforme se considera.
II- TENER PRESENTE la reserva del Caso Federal.
HÁGASE SABER”
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IV. Antecedentes del proceso.
Infra desarrollaré una breve referencia de los actos
procesales cumplidos en la causa principal, a los fines de que pueda
constatarse el dislate que motivó este remedio procesal impetrado
oportunamente ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán.
* “González, Juan Antonio s/infracción a la Ley 24.051”
Expte. 378/199 –Origen: Juzgado Federal N° II de TucumánLa instrucción se inició el día 26 de abril del año 1999,
según constancia de fs. 1, donde se refleja la denuncia formulada por el Dr.
Juan A. González –Investigador del Instituto Miguel Lillo, dependiente de la
Universidad Nacional de Tucumán- (ratificada en sede judicial el día
09/08/99), atento a haber detectado una presunta contaminación en el
vuelco de efluentes de la planta de secado de la empresa Minera Alumbrera
Ltda. Se acompañan artículos de prensa, donde se ponía el acento en esta
situación, ya desde el año 1997.
A folios 4 a 7, obra denuncia presentada por el Dr.
González ante el Defensor del Pueblo de la Nación, formulada en fecha 8 de
octubre de 1997. Entre esta documentación acompañada, se suman
conclusiones del denunciante en su condición de calificado en la materia,
oportunidad en la que manifestó, aludiendo al canal donde se detectó la
aparente contaminación el cual recibe el denominación de “Canal DP2”, que
“el canal comienza en la ciudad de Ranchillos y que luego atraviesa zonas
pobladas, como Agua Dulce, de neto corte agrocultural…” y que “…se trata
de un canal no revestido, o sea con un fondo permeable y dado los
contaminantes que la Minera vierte en él es probable que ellos alcancen las
napas freáticas…”(con fecha de 8/10/97); dichos que con posterioridad
fueran ratificados en su condición de Director de Medio Ambiente de la
provincia de Tucumán (fs. 116).
A fs. 32/33, se adjunta informe practicado por la Ingeniera
Química Sonia B. Cesca, dependiente de la Dirección de Industria y Minería
de la Secretaria de Estado de la provincia de Tucumán, donde se hace una
valoración de los análisis químicos obrantes a fs. 25/30, resultando que del
total de muestras las de cobre evidenciaron valores de 1,1 mg/l (14/01/98) y
0,8 mg/l (21/01/98) superiores al límite que establecía la Resolución
1929/85.
La Dirección General de Saneamiento Ambiental, en
respuesta a la Nota Nº 07395/DPN (Defensoría del Pueblo de la Nación),
aduce que el efluente de Minera Alumbrera Ltda. es volcado a un canal de
drenaje y que el parámetro cobre muestra un carácter oscilante ya que sobre
27 muestreos solo superó la concentración límite de la Resolución
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1219/CPS-97 en ocho oportunidades, concluyendo que no existen
argumentos técnicos que evidencien que un valor promedio de 0,46 mg/l de
cobre pueda constituir una concentración peligrosa (fs. 37/39).
Que
a
fs.
43/45,
se
adjuntan
las observaciones
efectuadas por el Dr. Juan A. González al análisis químico de fs. 25/30
practicado por el Laboratorio de la Dirección General de Saneamiento
Ambiental –SIPROSA-. Entre ellas se desprende que el contenido de
sulfatos estuvo por arriba del límite de 400 mg/l dispuesto por la Resolución
1929/85; que efectivamente los niveles de cobre están por encima del límite
0,3 mg/l; que los sólidos totales estuvieron por arriba de la normativa
administrativa, que en el informe cuestionado nada se dice sobre las
concentraciones numéricas de oxígeno disuelto en agua, demanda
bioquímica de oxígeno, salinidad, contenido de sodio, etc.; culminando en
que los valores oscilantes de cobre indican una contaminación incipiente.
Con estos extremos y en este estadio procesal, el Sr.
Fiscal Federal Nº I de Tucumán, requiere instrucción conforme a lo normado
en el art. 188 del CPPN, fechado el 15 de junio de 1999 (fs. 46 y vta.).
Que a fs. 54/67, se acompañan estudios químicos
practicados por el SIPROSA –Dirección General de Saneamiento Ambientalafirmando que en los análisis químicos de los efluentes de la Planta de
Filtrado de Minera Alumbrera entre los meses de febrero y julio del año 1998
(19 muestreos) solo arrojaron un resultado por arriba del límite en cuatro
ocasiones, y que las muestras tomadas a 300 metros aguas abajo desde
donde se produce el volcado no se encontraron niveles de cobre superiores
lo marcado en la resolución administrativa del año 1997 y que si se advierte
altos niveles de oxígeno disuelto en las mediciones de abril a junio del año
1997.
Dada intervención a la División Medio Ambiente de la
Dirección de Policía Científica de la Gendarmería Nacional Argentina, este
organismo concluyó (Pericia N°24550, sobre muestras levantadas el día
3/05/02 fs. 127/131) que: las muestras recibidas para análisis, identificadas
como muestras Nros. 3A, 6A y 9A trátense de muestras con un alto
contenido de cobre y sulfatos, superando los límites estipulados por la Ley
24051 para el parámetro cobre. Las muestras 3A, 6A y 9A se encuentran
categorizadas como Y18, Y22, H11, H12 y H13 según la Ley 24051. Las
muestras Nros. 2 A, 5 A y 8 A poseen altos valores de Sólidos Disueltos
Totales.
Ante los resultados verificados en el informe técnico
pericial de Gendarmería Nacional, la defensa de Rooney -en su calidad de
vicepresidente de Minera Alumbrera- impugna el resultado y solicita nuevos
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análisis. Posteriormente, impetra la nulidad de la pericia de referencia. (fs.
167 -18-05-01 y fs. 175). A fs. 189 obra resolución del a quo, fechada el 7 de
diciembre de 2001, la que dispone no hace lugar al planteo de nulidad e
impugnación del informe pericial agregado a fs. 129/ 131; esta resolución es
recurrida y concediéndose el recurso de apelación invocado (fs. 192 y vta.
concedido el 28/12/01). Avocándose a tratar la cuestión sometida a revisión,
la Cámara Federal de Apelaciones, en sentencia del 25 de octubre de 2002,
dispuso declarar erróneamente concedido la impugnación interpuesta por
Rooney (fs. 208).
Informe de Impacto Ambiental obrante a fs. 321/323. El
mismo fue confeccionado por la Geóloga Sara Estela Ferullo, en fecha
23/7/99 y dice textualmente: “Con respecto a la modificación de la calidad de
cursos de aguas superficiales, en la etapa de operación del mineraloducto,
depende de contingencias como un derrame de concentrado en cercanías,
lo que, a pesar de las bajas probabilidades manifestadas por la empresa,
ocurrió.” “Respecto al plan de monitoreo de efluentes (la empresa) no
presenta resultados”. También recomendaba solicitar la presentación de
resultados de muestras de efluentes así como del agua de pozos en el
predio de la planta de filtros. En forma concluyente dijo: “Se hace notar que
el vuelco de efluentes en el canal DP2 produjo una alteración al medio en el
lecho del canal, con formación de ácido sulfhrídrico por la existencia de
tiosulfatos en ambiente reductor, con proliferación de algas en el lecho del
mismo”.
Un nuevo análisis químico elaborado por el Laboratorio de
la Dirección General de Saneamiento Ambiental, el que indica que los
muestreos de 03/03/99, 05/05/99, 02/08/99, 21/10/99, 08/11/99, 28/11/00,
07/03/01, 24/04/01, 30/05701, 17/07/01, 23/08/01 y 24/02/02 los valores de
cobre, DBO y oxígeno disuelto, no estaban por encima de los valores límites
de las resoluciones 1929/85 y 1219/97 (fs. 351/369).
A fs. 417/418 y 419/423 se glosa la pericia Nº 28683 y
28738 de Gendarmería Nacional Argentina, efectuada a través del
Departamento Químico de la División de Medio Ambiente, arrojando como
resultado en la última que las muestras identificadas como Nros. 0, 1, 2 y 5
poseen los parámetros de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO),
Demanda Química de Oxígeno (DQO), Cobre y Cromo, valores superiores a
los establecidos por la Ley 24051, su decreto reglamentario y resoluciones
conexas.
En fecha 07 de noviembre de 2002, la Dirección de
Minería de la provincia de Tucumán, informa que la Minera Alumbrera Ltda.
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presenta el Informe de Impacto Ambiental a fines del año 1995,
actualizándolo en 1998 y 2001 (fs. 319/344).
A fs. 674, el Sr. Fiscal Federal Interviniente solicita que
Julián Rooney sea citado a prestar declaración indagatoria, dictamen
fechado el 20 de agosto de 2004, requisitoria que es satisfecha por el a quo
en proveído del 30 de agosto de 2004 citando al imputado para el día 26 de
octubre de 2004. A posteriori de varias prorrogas pedidas por la defensa
técnica, el acto de defensa de Rooney tiene lugar el día 16 de febrero de
2005, en su calidad de vicepresidente Comercial, Legal y de Asuntos
Corporativos de la minera, empresa que está constituida en el exterior y que
cuenta con una sucursal en el país; agrega que su responsabilidad se limita
a cuestiones administrativas, legales y a relaciones interinstitucionales
(nación-provincia-municipal) (vr. fs. 731/732).
El Juez Federal N° I de la provincia de Tucumán, en base
a los actuados, el día 17 de mayo del 2005 dicta la falta de mérito en favor
de Rooney en relación al delitos previsto en el art. 55 de la ley 24.051 (fs.
946/954). Esta sentencia fue oportunamente apelada por el Sr. Fiscal de
Instancia, tal como se aprecia en el dictamen de fecha 20 de mayo de 2005
que rola a fs. 955 y vta. Finalmente, la Cámara Federal de Apelaciones de
Tucumán, el día 28 de mayo de 2008, por acuerdo de mayoría resuelve “I.REVOCAR la resolución venida en apelación, disponiendo el procesamiento
sin prisión preventiva de Julián Patricio Rooney en su calidad de Gerente
comercial y legal y de asuntos corporativos y Vicepresidente de la empresa
Minera La Alumbrera Ltda. como presunto autos penalmente responsable
del delito de contaminación peligrosa para la salud previsto y penado por el
art. 55 de la ley 24.051 en función del art. 57 de dicho texto legal (art. 308
C.P.P.N.). II-….III-DECLARAR la nulidad de la recepción de muestras y
análisis
periciales
practicados
en
las
investigaciones
preliminares
mencionadas, dejando subsistentes las mimas en lo que se refiere a
informes
vertidos
por
organismos
oficiales
y
organizaciones
no
gubernamentales, por las consideraciones expuestas. IV- HAGASE SABER
al juez de la causa, que deberá activar las investigaciones relacionadas con
posibles procesos de contaminación por parte de Minera Alumbrera en
diferentes puntos del territorio de la Provincia de Tucumán, los que no han
sido debidamente investigados, conforme a lo ya considerado” (fs.
1221/1238).
No estando de acuerdo con el decisorio, la defensa del
imputado interpone recurso de casación, el que fuera concedido conforme el
fallo del 08 de setiembre de 2008. Consecuentemente, en un fallo dividido,
en fecha 21 de setiembre de 2009, la Sala III de la Cámara Nacional de
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Casación Penal dispuso hacer lugar al recurso interpuesto por el imputado y
anular la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán en
cuanto determino el procesamiento de Julián Patricio Rooney (fs. 1244/1282
y fs. 1354/1364).
A fs. 1375, obra proveído del 31 de marzo de 2010, en el
que el Sr. Juez Federal Nº II de Tucumán, expresa “atento a lo dispuesto por
La Excma. Cámara Nacional de Casación Penal en fecha 21 de Septiembre
de 2009 elévense las presentes actuaciones a la Excma. Cámara Nacional
de Casación Penal. Por último fórmese actuaciones por separado a fin de
continuar con la tramitación de estos actuados”. Ante ello, el Tribunal Ad
Quem, remite las actuaciones al Juzgado de origen disponiendo que
oportunamente el a quo dicte un nuevo pronunciamiento de conformidad a
los extremos señalados en el veredicto de casación (fs.1381 de fecha
03/09/2010).
*Incidente de Queja por Retardo de Justicia.
La inactividad en el expediente se hace palpable, a partir
de la instancia de la querella, quien en su carácter de parte y atento a la
evidente desatención de los plazos procesales que rigen la instrucción, por lo
que pide celeridad en la resolución de la condición del imputado frente al
cuadro probatorio obrante en autos.
Así tenemos que en fecha 12 de noviembre de 2010, se
presenta escrito oponiéndose al proveído de fs. 1386 y al ofrecimiento de
prueba de la defensa técnica del incuso, al mismo tiempo, vertebra pronto
despacho (art. 127 del CPPN). Este ultima herramienta procesal se repite por
ante el Juzgado Actuante el día 6 de diciembre de 2010 (fs. 4/5 y 6).
Al no obtener respuesta en la instancia instructora, la
querella recurre en queja ante la Cámara Federal de Apelaciones de
Tucumán, aduciendo que la sentencia del Tribunal Casatorio limita sus
observaciones, en el fallo anulado, a la falta de tratamiento de una nulidad de
pericia invocada por el imputado, por lo que no es menester sustanciar nueva
prueba (fs. 1/3 fecha 13/12/2010).
En ese sentido, la Cámara de Apelaciones requiere
informe de ley al Juez de Instancia, cuya respuesta se aprecia en oficio
fechado el 14 de febrero y su ampliación del 11 de marzo de 2011, y en un
nuevo oficio enviado el 11 de mayo del presente año (fs.7 y 9).
Al momento de resolver la pretensión de la querella, la
Cámara de Apelaciones arguye que corresponde rechazar la queja por
retardo de justicia atento a que la presentación y producción de prueba
suspende la decisión en relación a la situación de Rooney (fs. 21 y vta.).
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Ministerio Público Fiscal
Finalmente, la Cámara Federal de Apelaciones, rechaza el
recurso de casación articulado por el Suscripto, aduciendo que no se está en
presencia de una sentencia definitiva o equipara a tal ni tampoco se
encuadra en los supuestos de art. 456 del CPPN, motivo por el cual se
interpone la presente Queja (fs. 42/43).
V. – Crítica a la Denegatoria.
V.1. Falta de entidad de la sentencia recurrida.
En
un
conciso
pronunciamiento,
la
Cámara
de
Apelaciones manifiesta con toda claridad una errónea apreciación de los
supuestos normativos legislados en los arts. 456 y 457 del digesto procesal.
El octavo párrafo de la sentencia que motiva esta Queja,
sostiene “…que no cabe hacer lugar al recurso de casación deducido, atento
a que no se trata de una resolución definitiva ni equiparable a tal, como
requiere el art. 457 procesal, para la viabilidad del remedio intentado;
tampoco los motivos aducidos encuadran en el art. 456 de igual texto…”.
En este punto, es imperativo remitirse al amplio desarrollo
jurisprudencial dado al concepto de sentencia definitiva por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, que ha equiparado a este concepto múltiples
resoluciones. Es decir, que la sentencia recurrida por el recurso
extraordinario debe ser definitiva, en el sentido de constituir un decisorio que
ponga fin al proceso, impida su continuación o cause un agravio de imposible
o insuficiente reparación ulterior2. Que la decisión recurrida en casación se
encuentra contemplada entre aquellas resoluciones previstas en el artículo
457 del C.P.P.N., ya que la sentencia de marras hace imposible que
continúen desarrollándose las actuaciones en la dirección investigativa que le
fuera impresa por el Ministerio Fiscal; imposibilidad esta que ha sido acogida
por la Cámara Nacional de Casación Penal, en cuanto a su subsunción
dentro del concepto de sentencia definitiva. (cfr. de esta Sala IV causa Nro.
2617, “PAGNOTTA, Vicente Jorge s/recurso de queja”, Reg. Nro. 3294.4, rta.
el 6/4/01; causa Nro. 3245, “RIVADENEIRA, María Victoria s/recurso de
queja”, Reg. Nro. 3983.4, rta. el 22/4/02; causa Nro. 3284, “DE OTO,
Eduardo Nicolás s/recurso de queja”, Reg. Nro. 4080.4, rta. el 30/5/02; causa
Nro. 3944, “ASMUNDO, Juan José s/recurso de queja”, Reg. Nro. 4948.4,
rta. el 6/6/03 y causa Nro. 5977, “TELLER, Valentín y otros s/recurso de
queja”, Reg. Nro. 7116, rta. el 30/11/05, entre otras)3.
En esa línea es citar lo dicho por el Tribunal Casatorio,
que tiene dicho que “…cabe diferenciar dos categorías de sentencias
2
3
CS-Fallos, 272:188, 276:303 y 292:202.
CNCP, Sala IV, causa Nro. 9342, in re “Fiscal General Nro. 1s/recurso de queja”
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equiparables a definitivas. Una comprende las situaciones de reparación
imposible porque, aun sin resolver sobre el fondo del asunto, impiden
replantearlo…La otra abarca las hipótesis de reparación insuficiente difícil de
alcanzar. Insuficiente es por ejemplo, la reparación tardía…; difícil de
alcanzar sería la que obligaría al actor, para perseguir su pretensión, a
integrar la Litis con 233 sujetos…”4. A todas luces, la hipótesis en expuesta
en el presente, se adecua al precepto jurisprudencial invocado, desde que el
perjuicio consecuente del acto jurisdiccional se traduce en una paralización
de la investigación penal preparatoria sine die. De más está decir, la
sustanciación de esta etapa procesal por más de diez años, per se, explican
la gravedad y el déficit en al administración de Justicia.
Se debe recordar que “…el criterio para determinar el
concepto se funda más en el efecto de la resolución con relación al proceso,
que en su contenido…”5. En esa línea la Corte tiene dicho que “…si las
resoluciones se pudieran dilatar sin termino, quedaría indefinidamente sin
aplicar el derecho, con grave e injustificado perjuicio para quien lo invoca y
vulnerada la garantía de la defensa en juicio…”6
El fallo de la Cámara torna procedente esta Queja pues se
trata de una herramienta más para hacer real el derecho al recurso como
garantía procesal prevista en la Convención Americana sobre los derechos
Humanos, art. 8 inc. 2, h; y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, art. 14 inc. 15, ambos de jerarquía constitucional. Es que si el
tribunal que dicto la resolución impugnada pudiera negar arbitraria o
discrecionalmente la apertura del recurso, la instancia del Tribunal de
superior jerarquía quedaría vedada al titular de la vindicta publicae.
La denegatoria del recurso de Casación que fuera
oportunamente presentado, hace viable la vertebración del presente del
Recurso de Queja, que se constituye en única herramienta que puede
impedir que el Tribunal previniente se convierta en el árbitro exclusivo de la
admisibilidad del recurso previsto en el art. 456 y 457 del CPPN. Para el
caso, la inadmisibilidad imposibilitaría que la cuestión llegara ante V.E. En
este sentido, la Queja es una manera eficiente y sustancial de asegurar la
vigencia del “principio de seguridad procesal” en orden a evitar a la
arbitrariedad o exceso de discrecionalidad del a quo.
Sin duda que en el presente nos encontramos dentro los
supuestos
entendidos
como
gravedad
institucional,
pues
el
thema
decidendum tiene incidencia directa en el servicio de administración de
justicia.
4
CNCP, Sala II, causa N° 3845, rta. el 26/6/2002, reg. 5017.
Fernando De La Rúa, “La Casación Penal”, ed. Lexis Nexis, segunda edición, pág. 180.
6
CSJN, Fallos 308:694.
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V.2.Sentencia definitiva.
Cabe mencionar los criterios expresados por miembros del
Supremo Tribunal (Carlos S. Fayt, Augusto César Belluscio y Gustavo A.
Bossert) en el precedente Fallo: 321:3679, donde se expresa que “no son
equiparables a sentencia definitiva, sino que están excluidas a esos efectos,
las decisiones adoptadas con motivo de la recusación de los jueces o
vinculadas con la determinación de los magistrados que habrán de actuar en
esos procesos, ya que la posibilidad de sentencia adversa es una mera
hipótesis que puede llegar a acaecer o no”. Empero, la Corte también ha
reconocido excepciones a la regla enunciada, cuando “circunstancias
especiales incidan en menoscabo del servicio de administración de justicia y
requieran que su amparo llegue en la oportunidad en que surge y se invoca
la cuestión constitucional”7. Circunstancias que se reproducen en la presente
causa y que conforman la excepción a la regla, ya que la Cámara sin
justificación, ni fundamento se aparto de la correcta aplicación del art. 127 del
Ordenamiento Ritual, infringiendo de manera directa un serio daño al servicio
de administración de Justicia.
El Supremo Tribunal desde hace ya varias décadas ha
establecido el concepto de sentencia equiparable a definitiva para aquellos
pronunciamientos que si bien no ponen fin al pleito, pueden generar un
perjuicio de imposible o tardía reparación ulterior, y por lo tanto requieren
tutela judicial inmediata. Corresponde entonces afirmar que el concepto de
sentencia equiparable a definitiva para el recurso extraordinario, no difiere del
establecido para el recurso de casación, tomando en cuenta el carácter de
tribunal intermedio de la cámara homónima, siempre que se invoque en los
planteos
recursivos
una
cuestión
federal
o
la
arbitrariedad
del
pronunciamiento conforme la doctrina de la Corte Suprema.
Cualquier otra interpretación del art. 457 del Código
Procesal Penal, conlleva un excesivo formalismo del que podría resultar un
serio menoscabo de los derechos constitucionales en que se funda el
recurso. Ello es así pues, en la medida que la Corte Suprema ya se ha
pronunciado en numerosas ocasiones, aún antes de la sentencia definitiva,
acerca del alcance de las mismas disposiciones constitucionales que
encierra la cuestión federal invocada en el recurso extraordinario8.
Finalmente y en este orden de ideas, cabe concluir que
"en supuestos como el presente en los que se encuentra en juego la
interpretación de una norma procesal, es aplicable el principio con arreglo al
cual las leyes deben interpretarse teniendo en cuenta el contexto general y
7
8
CS, Fallos: 190:124; 244:34 y 407; 306:1392; 311:266; 316:826.
CS, Fallos: 14:223; 135:250; 139:67; 284:359 y 308:2091
11
Ministerio Público Fiscal
los fines que la informan, de la manera que mejor se compadezcan y
armonicen con el ordenamiento jurídico restante y con los principios y
garantías constitucionales, en tanto con ello no se fuerce indebidamente la
letra o el espíritu del precepto que rige el caso9. Incluso, que en casos no
expresamente contemplados, ha de preferirse la inteligencia que favorece y
no la que dificulte aquella armonía y los fines perseguidos por las reglas10.
En torno a dicha cuestión y siguiendo a Cafferata Nores,
puede afirmarse que: “…causarán gravamen irreparable las decisiones que, de
no ser revocadas, ocasionarían al recurrente un perjuicio en su derecho
constitucional procesal o sustantivo que no podría ser reparado luego por otra
resolución posterior incluida la sentencia que en definitiva se dicte” 11.
Quien
con
mejor
precisión
lógico-jurídica
ha
conceptualizado la idea de gravamen irreparable es Ricardo Núñez cuando
expresó “…esto es, un perjuicio jurídico, procesal o sustancial, que no pueda
repararse en el curso del proceso ni en la sentencia definitiva…” 12
V.3. Admisibilidad.
El examen de admisibilidad primigenia efectuado por la
Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, se ciñe a cuestiones que
meramente formales, hacer hincapié en que la cuestión a tratar reviste una
gravedad institucional asequible a una simple valoración.
De esta manera, al circunscribir el pronunciamiento
jurisdiccional, a la mera invocación de precedentes jurisprudenciales del
Tribunal Casatorio, se deja de lado un análisis razonable de las constancias
de autos.
Esto se constituye en una falta grave en el razonamiento
del Juzgador, ya que si bien el tribunal ante el cual se interpone el remedio
impugnativo tiene la potestad de evaluar las condiciones de ésta (vr. art. 444
del CPPN legitimación-tiempo-modo-irrecurribilidad), ello no significa que el
abordaje del tema en cuestión gire en torno a citas jurisprudenciales.
De las constancias de autos, se desprende que la querella
intenta impulsar el curso de las actuaciones –iniciadas en el año 1999- con el
objeto de conseguir respuesta ante la presunta comisión del ilícito de
contaminación ambiental y que es el motivo por el cual se sustancia esta
instrucción preparatoria, éste tiene características especiales pues afecta un
bienes colectivo como es el ambiente y la salud pública. Ello, significa que la
presunta
contaminación
que
provendría
9
del
emprendimiento
minero
CS, Fallos: 256:24; 261:36; 307:843; 310:933
CS, Fallos: 303:1007, 1118 y 1403.
11
Cafferata Nores/Tarditti, Derecho Procesal Penal Comentado de la Provincia de Córdoba, Ed. Mediterránea, 2003,
Tomo II, comentario art. 460 CPP Cdba., p. 404
12
Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, p. 471.
10
12
Ministerio Público Fiscal
cuestionado, tiene efectos directo e indirectos sobre todos los seres vivos
que interrelacionan con el canal DP2 y con el propio Embalse de Rio Hondo.
La imposibilidad de conseguir que la instrucción se
encamine a una resolución de la situación, en virtud del cuadro probatorio
elaborado en el transcurso de casi doce años, la Sra. Loto ocurre a la
instancia de revisión superior en el fuero local, interponiendo queja por
retardo de justicia conforme al art. 127 del digesto de forma, obteniendo una
nueva respuesta negativa ante su pretensión (fs. 1/3).
La instancia del proceso evidencia la voluntad de la
víctima de acceder a una la solución concreta ante su petición en las esferas
de la administración de justicia federal local. El devenir procesal
extremadamente laxo, pone sobre relieve la demora injustificada en la que ha
recalado el legajo y la vulneración del “derecho a acceder a justicia” por parte
de aquellos que tienen a su cargo la administración de justicia.
La gestión de los autos de marras, ponen en evidencia el
olvido de que la actividad jurisdiccional está contenida por estrictos
parámetros
temporales
fatales
y
perentorios,
importando
concretas
limitaciones al desarrollo de la investigación y a la potestad de impartir
justicia. A tal efecto, el proceso es un sistema estructurado que se concreta
en una serie de actos determinados, con una coherencia interna, a través del
cual se busca la aplicación al caso en concreto del derecho vigente. La
prescindencia y el desapego al cumplimiento de las pautas procesales,
devienen necesariamente en arbitrariedad, discrecionalidad e injusticia,
implicando un retroceso en la vigencia de las garantías individuales ante el
Estado.
La mora en el proceso atenta contra los más elementales
derechos de las partes en el mismo. Es decir, para que las garantías
constitucionales se apliquen –desde la perspectiva de la víctima y del
imputado- es indispensable que el proceso se adecue a la ley que lo instituye
(actos-formas) sino que también a los términos dispuestos por la misma. De
lo contrario, ni la Constitución es aplicada correctamente, ni el juicio es la
actividad regular que debe ser, ni la tutela penal puede realizarse. No puede
concebirse un proceso sin término. Es absurdo imaginarlo como garantía si
no tiene un punto final, de deliberación o condena13.
La queja por retardo de justicia que fuera interpuesta por
la querella, está dirigida a obtener una solución jurisdiccional rápida, atento a
los efectos graves que produce la contaminación ambiental que se le endilga
al imputado. A la par de las disposiciones positivadas por el Legislador, la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, sostiene que “…se ha establecido
13
conf. Vélez Mariconde, Alfredo, “El derecho del imputado al sobreseimiento”, JA, 1951-II-23
13
Ministerio Público Fiscal
que la finalidad del proceso penal consiste en conducir las actuaciones del
modo más rápido posible, que otorgue tanto a la acusación la vía para
obtener una condena como el imputado la posibilidad de su sobreseimiento o
absolución…”14.
V.4. El Tribunal de Casación.
El remedio procesal que aquí se invoca se condice con la
función que le cabe a la Cámara de Casación, como órgano del Poder
Judicial y su atribución de revisar las cuestiones que revistan una gravedad
institucional e involucren temas de derecho federal, como es el caso que aquí
presento. Para ello, basta ver los precedentes sentados por el Superior
Tribunal de la Nación en “Dinunzio” y “Casal”.
En esa lógica, es de citar el precedente sentado a partir de
lo resuelto en el caso “Giroldi”15 en la que la Cámara Nacional de Casación
Penal es un órgano judicial “intermedio” insistiendo en que fundo esta
decisión “…en la salvaguarda de la inserción institucional de la cámara
nacional de casación en el ámbito de la justicia federal, respetando así “…el
sentido del establecimiento de órganos judiciales “intermedios” en esa esfera,
creados para cimentar las condiciones necesarias para que el Tribunal
satisfaga el alto ministerio que le ha sido confiado sea porque ante ellos
puedan encontrar las partes reparación de los perjuicios irrogados en
instancias anteriores, sin necesidad de recurrir ante la Corte Suprema….” 16.
Por tal razón, nada obsta a que el decurso procesal sea
sometido a estudio en el ámbito de casación, insistiendo en que se trata de
una causa con más de diez años de trámite.
V.5. Plazo Razonable.
Respecto a la sistematización conceptual de la noción del
“plazo razonable”, se debe recalar en las consideraciones que hace la
jurisprudencia argentina toma como suyas, como es el caso de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, la que su vez hace propios los
parámetros positivos vertidos en los resolutorios que emanan del Tribunal
Europeo, en cuanto a la interpretación de normas análogas.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos señaló que la
duración razonable de un proceso penal, a la luz del artículo 6.1 del
Convenio Europeo, había que apreciarlo según las circunstancias de cada
caso en particular, y que para ello debía considerarse: la complejidad del
caso, la conducta del imputado y la manera en que el asunto fue llevado por
14
CSJN, Fallos 315:1553.
CSJN, Fallo 318:514.
16
CSJN Fallo 320:2118 “Rizzo, Carlos Salvador”.
15
14
Ministerio Público Fiscal
las autoridades administrativas y judiciales (caso König). También dijo al
resolver el caso "Neumeister" que "...siete años largos transcurridos desde la
inculpación sin que se haya resuelto sobre el fundamento de la acusación,
condenando o absolviendo, suponen ciertamente, una duración excepcional
que en la mayoría de los casos, deberá considerarse que supera el plazo
razonable previsto en el art. 6.1" (sentencias en el caso "König" del 28 de
junio de 1978 y del caso "Neumeister" del 27 de junio de 1968)17.
Respecto de la "complejidad del asunto", se ha señalado
que puede provenir tanto de los hechos como del derecho aplicable al caso
(caso "Katte Klitsche de la Grange v. Italy", ya citado, párr. 52 y 55); y que
pueden existir complicaciones que hagan más lento el proceso en los casos
en que se requiere la opinión de expertos y existan varios demandados (conf.
caso "Billi v. Italy", nro. 13/1992/358/432, sentencia del 26 de febrero de
1993, párr. 19); o que la complejidad del caso puede surgir de la cantidad de
acusados (caso "Angelucci v. Italy", nro. 13/1990/204/264, sentencia del 19
de febrero de 1991, párr. 15); o que la multiplicidad de incidentes planteados
por las partes pueden convertir un caso simple en uno complejo ("Monnet v.
France", nro. 35/1992/380/454, del 27 de octubre de 1993, párr. 28).
Otro parámetro que debe tenerse en cuenta es la propia
actividad procesal del interesado, la Corte Interamericana ha resuelto que si
la conducta procesal del propio interesado en obtener justicia ha contribuido
en algún grado a prolongar indebidamente la duración del proceso,
difícilmente se configura en cabeza del Estado una violación de la norma
sobre plazo razonable18.
Ahora bien, en concordancia con lo reseñado la Corte
Suprema de Justicia de la Nación también estableció que la propia
naturaleza del derecho a obtener un juicio sin dilaciones indebidas, impide a
la traducirlo en un número fijo de días. No obstante en el caso "Mattei" ha
establecido que la garantía constitucional de la defensa en juicio incluye el
derecho de todo imputado a obtener un pronunciamiento que, definiendo su
posición frente a la ley y a la sociedad, ponga término del modo más breve, a
la situación de incertidumbre y de restricción de la libertad que comporta el
enjuiciamiento penal, y que esto obedece además al imperativo de satisfacer
una exigencia consustancial que es el respeto debido a la dignidad del
hombre, el cual es el reconocimiento del derecho que tiene toda persona de
liberarse del estado de sospecha que importa la acusación de haber
cometido un delito19.
17
Publicadas en "Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Jurisprudencia 1959-1983", B.J.C, Madrid, págs. 450/
466, párrafo 99, y 68/87, párrafo 20.
18
caso "Cantos", sentencia del 28 de noviembre de 2002, párr. 57.
19
CSJN, Fallos: 272:188.
15
Ministerio Público Fiscal
La instrucción, como se deduce de los antecedentes
referenciados en el apartado IV, prueban un claro dislate de la actividad
procesal por parte del Estado Nacional al no contribuir a la aceleración de los
tiempos en post de arribar a una conclusión cierta sobre la entidad punitiva
de la acción que delimita el objeto de la pesquisa penal. Más concretamente,
el Poder Judicial de la Nación –integrante de la teoría tripartita de la
Republica- no cumple con el deber que pesa sobre éste, de garantizar el
acceso a la justicia en un plazo razonable al justiciable; irracionabilidad que
queda en evidencia si se tiene presente que el curso procesal lleva doce
años. A todas luces, esta omisión en garantir ese derecho del individuo frente
al Estado, acarrea necesariamente la imputación de responsabilidad del
Órgano Público frente a la Comunidad Internacional.
Finalmente, sobre el derecho a una tutela judicial efectiva,
contemplado en los arts. 8.1 y 25 de la CADH, la Corte Suprema Nacional
tiene dicho, entre otros, en “Santini” que “todo aquél a quien la ley reconoce
personería para actuar en juicio en defensa de sus derechos está amparado
por la garantía del debido proceso legal consagrado en el art. 18 de la
Constitución Nacional, sea que actúe como acusador o como acusado, como
demandado o demandante; ya que en todo caso media interés institucional
en reparar el agravio si éste existe y tiene fundamento en la Constitución. No
se observa, en efecto, cuál puede ser la base para otorgar distinto
tratamiento a quien acude ante un tribunal peticionando el reconocimiento o
la declaración de su derecho –así fuere el de obtener la imposición de una
pena- y el de quien se opone a tal pretensión, puesto que la Carta
Fundamental garantiza a todos los litigantes por igual el derecho a obtener
una sentencia fundada previo juicio llevado en legal forma…”20.
En este contexto, no menor el plazo perentorio y fatal
normativizado en el art. 207 del Digesto Procesal, estipula “La instrucción
deberá practicarse en el término de cuatro (4) meses a contar de la
indagatoria. Si ese término resultare insuficiente, el juez solicitará prórroga a
la cámara de apelaciones, la que podrá acordarla hasta por dos (2) meses
más, según las causas de la demora y la naturaleza de la investigación. Sin
embargo, en los casos de suma gravedad y de muy difícil investigación, la
prórroga otorgada podrá exceder excepcionalmente de dicho plazo”.
V.6. La Querella.
Por las características del bien jurídico protegido por la ley
24.051, que es la salud pública, y el daño que estaría provocando la
20
CSJN, “Santini, Angelo y otra s/su solicitud por denegación de justicia en la causa n°27.480 ‘González, Alejandra
Valentina s/homicidio culposo” rta. 3/12/98
16
Ministerio Público Fiscal
inconducta del responsable de “Minera Alumbrera Ltda.” a lo largo de un
periodo de investigación penal preparatoria exageradamente extenso, es la
que la Sra. Anita Elena Loto –en su doble condición de habitante y víctimase constituyó como querellante en el marco del preceptuado en el art. 82 del
CPPN.
La querellante, reside en la ciudad de la Termas de Rio
Hondo –Departamento Homónimo- de la Provincia de Santiago del Estero,
lugar en el que se encuentra emplazado el “Dique El Frontal”, cuyo recursos
hídricos son destinados al consumo humano y aplicados en las actividades
relacionadas a la agroganadería y turismo. El embalse, además actúa como
un regulador del caudal de la Cuenca Salí-Dulce (de naturaleza
interjurisdiccional pues atraviesa las provincias de Tucumán y Santiago del
Estero).
El rol asumido por la querella, tiene un grado de
representatividad social alto, si se tiene en cuenta que fuera solicitado
cuando la Sra. Loto se desempeñaba como miembro del Concejo Deliberante
de la Ciudad de Las Termas de Rio Hondo, organismo legislativo donde
confluyen las diversas expresiones políticas democráticamente organizadas,
en post del bien común de la sociedad a la que pertenecen.
Es más, la búsqueda de la verdad y de la aceleración de
los tiempos del proceso de marras, fue lo que motivó a la querella a la
interposición de los sendos prontos despachos por ante el a quo y la
recurrencia en queja por retardo de justicia ante la Cámara Federal de
Apelaciones de Tucumán. El impulso de las actuaciones no es antojadizo si
se advierte que luego de una cantidad inusitada de años transcurridos, la
intervención Jurisdiccional no logro arribar a la comprobación del hecho
delictuoso y sus efectos sobre la población que habita a la vera de los
lugares por donde circula el efluente de la Planta de Filtrado de “Minera
Alumbrera Ltda.”.
La incertidumbre que soporta la ciudadanía, se agrava si
se atiende a la ausencia del Estado Nacional en su función de Administrador
de Justicia.
VI. Resolución Pretendida.
En orden a lo que expuse pretendo que la Excma. Cámara
Nacional de Casación Penal acoja favorablemente esta Queja, y deje sin
efecto la sentencia en crisis. Esto es, se ordene al Juez Actuante que
proceda a la resolución de la causa conforme la manda formal prevista en el
art. 306, donde expresamente se establece un plazo de diez días a contar de
17
Ministerio Público Fiscal
la recepción de la audiencia indagatoria para definir la situación del
encartado.
VII. Reserva del Caso Federal.
Para el caso en que la Cámara Nacional de Casación
Penal confirme el fallo en crisis, hago reserva de recurrir ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nación por darse en autos un caso federal, toda
vez que se ha conculcado el debido proceso
legal adjetivo al que tiene
derecho este Ministerio Público Fiscal por ser parte en el mismo (Arts. 18 y
120 de la Constitución Nacional) puesto que se ha obstaculizado el ejercicio
de la acción penal por medio de una sentencia carente de fundamentos ya
que sólo cuenta con fundamentos de mera apariencia, lo que en la doctrina
sentada por la CSJN desde antaño constituye el vicio de arbitrariedad que
debe encontrar remedio en el recurso extraordinario federal.
En el mismo acto, hago reserva de ocurrir ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos conforme al marco
supraconstitucional estructurado en base a lo estipulado en el art. 75 inc. 22
de la Carta Magna Nacional, en tanto y cuanto, se está ante la vulneración
palmaria del derecho humano al ambiente sano y del derecho acceder a un
proceso sencillo y rápido normado en el artículo 25 apartado 1° de la
Convención Americana de Derechos Humanos. Esta reserva se concreta al
abrigo de las previsiones consagradas por el Legislador Nacional en la Ley
24.946 (Ley Orgánica de Ministerios Públicos) en los artículos 37 inc. “a” y
25 incs. “a”, “f”, “g” y “h”.
VIII. Petitorio.
En orden a las consideraciones expuestas, al Tribunal
pido:
1°) Tenga por interpuesto en tiempo y forma el presente
Recurso de Queja por Casación mal denegada y por constituido el domicilio
procesal.
2°) Case la sentencia en crisis y haga lugar a lo
peticionado por este Ministerio Público Fiscal.
3°) Tenga presente la reserva del Caso Federal.
Fiscalía Federal General, 23 de agosto de 2011.
Dictamen _____/___.-mem
18
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