Segundo Domingo de Pascua (Domingo de la Divina Misericordia) 15 de abril de 2012 ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios. — 1 Juan 5:5 LA DUDA El deseo de ser capaz de demostrar la existencia de una divinidad tiene a la humanidad con problemas desde que por primera vez se hizo consciente de lo divino. Hasta el día de hoy nos gusta decir que un sinnúmero de cosas, desde puestas de sol hasta los helados de crema de chocolate, son “pruebas de que hay Dios”. Estamos tan atrapados en la historia de “Tomás el incrédulo” que no nos damos cuenta de que el Evangelio de hoy nos ofrece el relato de Juan acerca de Pentecostés, el descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos después de la Resurrección. Tomás, evidentemente, se perdió no solo de ver a Cristo resucitado, sino también de recibir el Espíritu Santo. Esto no se debe tomar a la ligera y, quizás, hace que la incredulidad de Tomás sea un poco más fácil de comprender. También hace que su profesión de fe en que Jesús es su Señor y su Dios —la única vez que en el Nuevo Testamento hay una referencia explícita a Jesucristo como “Dios”— sea más notable. Copyright © J. S. Paluch Co. LECTURAS DE HOY Primera lectura — La comunidad del los creyentes compartía todo con el mismo amor (Hechos 4:32-35). Salmo — La misericordia del Señor es eterna. Aleluya (Salmo 118 [117]). Segunda lectura — Si alguien cree que Jesús es el Enviado, ése ha nacido de Dios (1 Juan 5:1-6). Evangelio — Felices los que creen sin haber visto (Juan 20:19-31). LECTURAS DE LA SEMANA Lunes: Hch 4:23-31; Jn 3:1-8 Martes: Hch 4:32-37; Jn 3:7b-15 Miércoles: Hch 5:17-26; Jn 3:16-21 Jueves: Hch 5:27-33; Jn 3:31-36 Viernes: Hch 5:34-42; Jn 6:1-15 Sábado: Hch 6:1-7; Jn 6:16-21 Domingo: Hch 3:13-15, 17-19; Sal 4; 1 Jn 2:1-5a; Lc 24:35-48 EL GRAN DOMINGO Los cincuenta días desde el Domingo de Pascua hasta Pentecostés se celebran con jubilosa exultación como un día de fiesta, o mejor aún, como un “gran domingo”. Estos por encima de todos los otros, son los días para cantar Aleluya. TRADICIONES DE NUESTRA FE En tiempos pasados, cuando la misa era en latín, no teníamos la oportunidad de escuchar en nuestra propia lengua las bellas palabras que Cristo pronunció durante la Última Cena y que el sacerdote repite durante la Consagración: “Esto es mi cuerpo”. . . “Esta es mi sangre”. Por tal razón los monaguillos sonaban unas campanitas indicando que algo importante estaba pasando. En ese momento los fieles levantábamos la cabeza para ver el pan convertido en cuerpo y el vino convertido en sangre. Lamentablemente el sacerdote nos daba la espalda y no podíamos ver lo que ocurría sobre el altar. Sin embargo, respondíamos con las palabras del apóstol Tomás: “Señor mío y Dios mío”. Estas palabras reconocen y adoran la presencia de Jesús en el pan y el vino. A este momento se le consideraba el más importante de la misa. No obstante, el Concilio Vaticano II vino a enseñarnos que este es el momento cumbre, junto con toda la Plegaria Eucarística, pues toda la misa es igualmente importante, excepto que durante la Plegaria Eucarística alcanzamos el punto más alto de la celebración. Por esa razón ya no hay campanita, pues ahora escuchamos todo en nuestro propio idioma, así como los discípulos las escucharon de Cristo, en su propio idioma. —Fray Gilberto Cavazos-Glz, OFM, Copyright © J. S. Paluch Co. Misiones Católicas Domésticas: el próximo fin de semana. El próximo domingo, nuestra parroquia hará una colecta especial para las Misiones Católicas Domésticas. Esta campaña ayuda a las misiones aquí en los Estados Unidos. La Arquidiócesis de Anchorage tiene 11,500 familias católicas inscritas, cubre 140,000 millas cuadradas y sólo cuenta con 30 sacerdotes diocesanos activos. Lamentablemente, estas escaseces ocurren frecuentemente en las diócesis misioneras en Estados Unidos. La Campaña para las Misiones Católicas financia la educación religiosa y preparación de seminaristas con el fin de brindar un cuidado pastoral más amplio en nuestras parroquias misioneras. Por favor, dé generosamente en la colecta de la próxima semana. Una porción de esta colecta también ayudará al esfuerzo de las misiones de raza negra e indígena. CORO DE NIÑOS Atención por favor la iglesia de la Inmaculada Concepción está empezando un coro de niños y ellos tendrán su práctica los sábados a las 4 de la tarde en el salón Mariano. Para más información comuníquese con Cova al 670-9619. —Normas generales para el año litúrgico y el calendario, No. 27 TODO Oh Dios, de tu bondad infinita regálame a Ti mismo y eso será suficiente para mí. Sólo en Ti lo tengo todo. —San Julián de Norwich BAUTISMOS Recuerden que los bautismos serán celebrados el segundo sábado del mes a las 10 de la mañana. Las clases de preparación serán el jueves anterior a las 7pm. Por favor de llamar a la oficina para más información al 452-6866. Para registrarse vayan a la oficina de la iglesia HORARIO DE SERVICIOS Lunes 7p.m. Grupo de Jóvenes Martes 7p.m. Grupo de Catequistas Jueves 7p.m. Servidores de la Liturgia Viernes 7p.m. Grupo de Oración REFLEXIÓN El Evangelio de hoy nos presenta a Tomás, el incrédulo. Tomás se había perdido la primera visita de Jesús después de su resurrección. Y cuando sus amigos le contaron la aparición de Jesús, Tomás no les creyó. Tomás quería pruebas, quería ver las marcas de la verdad y la calidad. "Si no meto mi mano…" Tomás se negaba a creer hasta ver las marcas de Jesús. Verdad que ustedes y yo, como Tomás, vivimos en el planeta de show me, enséñame, muéstrame la prueba. Es muy bonito decir, dichosos los que creen sin haber visto, pero todos queremos ver las marcas y leer las etiquetas primero. Tomás, el incrédulo, una semana más tarde tuvo la oportunidad de su vida. Jesús se hizo presente y después de saludarles con su saludo habitual: Shalom, la paz sea con vosotros, Jesús se dirigió a Tomás y le dijo: "Pon tu dedo aquí. Mira mis manos. Pon tu mano en mi costado. No seas incrédulo sino creyente". Tomás vio, creyó y exclamó:"Señor mío y Dios mío". Cuenta una hermosa leyenda que Tomás fue a predicar el evangelio a la India. Y un rey le dio dinero para que le edificara un palacio. Pero Tomás distribuía el dinero entre los pobres y les anunciaba la muerte y resurrección de Jesús. Y muchos se hicieron cristianos. "¿Cómo va mi palacio?", le preguntaba el rey. "Va muy bien" y el rey le daba más dinero. Al cabo de un tiempo, la ciudad toda era ya cristiana. Un día el rey le dijo a Tomás: "¿Cuándo podré ver mi palacio?" "Majestad, pronto lo verá terminado", le contestó. "¿Por qué no puedo verlo hoy? Llévame a verlo ahora mismo", le dijo el rey. Tomás paseó al rey Vecius por la ciudad y le señalaba a la gente y le explicaba cómo sus vidas habían cambiado para bien. ¿Dónde está mi palacio?, preguntaba el rey. "Está a su alrededor y es un hermoso palacio. Qué pena que no pueda verlo. Espero pueda verlo un día", le decía Tomás "¿Qué has hecho con mi dinero, ladrón?" "Tu palacio está hecho de personas, tu palacio es tu gente. Ya no son pobres y ahora creen en Jesús. Tus gentes son las torres de tu palacio. Dios vive en ellos. Tu palacio es un magnífico palacio." Tomás fue encarcelado. Pero el rey vio poco a poco el cambio de la gente y cómo por el poder de la resurrección de Jesús, éste vivía en el corazón de las gentes. El último en convertirse fue el rey y éste liberó a Tomás. Y su palacio no fue una obra de piedras sino de corazones vivos y creyentes. Hermanos, nosotros que también dudamos y queremos ver las marcas de autenticidad de la resurrección y los miles de personas que viven en el planeta de show me, ¿qué podemos hacer para probar lo que ocurrió hace dos mil años? Nos es mucho consuelo decirnos y decirles: "Dichosos los que no han visto y han creído". En el evangelio de hoy una cosa está clara, Jesús, en su aparición, les enseña a los discípulos las marcas de su amor. Marcas auténticas, marcas puras, no mezcladas con los metales baratos del egoísmo, el interés, el protagonismo, marcas de sangre de un gran amor. Marcas registradas no desde el año 1300 como la plata, sino del año 0, desde la nueva creación. Hoy, las marcas de su amor no las vemos en el cuerpo físico de Jesús, pero sí tenemos que verlas en el cuerpo de Cristo que somos nosotros, su iglesia. Hoy, las marcas del amor de Jesús tenemos que verlas en las vidas cristianas de los que le imitan, los que se dejan criticar por dar testimonio del resucitado, los que viven desapegados de la vacuidad y se abrazan a la cruz. Hay muchas marcas falsas. Lo mismo ocurre en este cuerpo de Cristo que somos nosotros. Pero nosotros venimos aquí para ver las marcas auténticas del amor y para dejarnos transformar por el poder de la resurrección y para dejar de ser mezcla de metales baratos y convertirnos en plata pura de amor y servicio a los hermanos. Nuestra Pascua es distinta de la de Tomás. No hemos visto pero creemos en el milagro de la resurrección. Nuestra Pascua no es ver sino creer en el amor de Dios. Nuestra Pascua no es tocar sino experimentar la paz de Cristo Resucitado. Nuestra Pascua es aceptar el testimonio de los que vieron un día, porque estamos llamados a ver también un día. Nuestra Pascua es toda nuestra vida. Todos los días llamados a proclamar con Tomás: "Señor mío y Dios mío". Abramos las puertas del corazón al Cristo Resucitado, al que lleva grabadas para siempre las cinco marcas del verdadero amor. Amén CONCIERTO DE MÚSICA CLÁSICA Los invitamos a que disfruten de un concierto de música clásica, aquí en nuestra iglesia, beneficiando a La Sociedad de San Vicente de Paúl. Todos son invitados; inviten a su familia y amigos para ayudar a los más necesitados de nuestra comunidad. El domingo, 29 de Abril, 3:00 pm. Los boletos cuestan $10 y estarán disponibles en la puerta. GUARDE LA FECHA COMIDA DE PASTA EN LA PARROQUIA SABADO, MAYO 5, 2012, 6:00pm – 8:00pm En el gimnasio de la escuela. Más detalles seguirán AL PRINCIPIO... El corazón de Lupe empezó a latir al día 18 después de la concepción. Lupe puede tener un tipo de sangre diferente que lo del madre. Se están formando los tubos neurales que van a desarrollarse en el sistema nervioso. Lupe ya tiene el base para el pensar, el sentir, y más. El saco amniótico, que hospeda a Lupe, está formado y el líquido amniótico funcionará como cojín a lo largo del embarazo. Lupe tiene un saco vitelino que le proporciona el sangre y los nutrientes hasta que desarrolla la placenta.