Entrevista con María Elena de Salas Castellano que se reproduce

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Entrevista con María Elena de Salas
Castellano que se reproduce en parte
en el libro «Pedro J. Ramírez, al
desnudo».
[Se oye marcar el teléfono. Descuelga]
María Elena de Salas Castellano.- ¿Oui?
José Díaz Herrera.- -… Si, ¿María Elena?
MESC.- Si
JDH.- Si, hola, buenas tardes, soy José Díaz
Herrera. Soy periodista y escritor español y
estoy haciendo un libro de Pedro J. Ramírez.
MESC.- ¿Ah?
JDH.- … Entonces, esta mañana Bárbara
Chaplín [la viuda de Juan Tomás de Salas]
me dio tu teléfono y me dijo que te llamara,
que eras una persona encantadora…
MESC.- Eso si, pero lo de Pedro J. Ramírez
me ha dejado helada…
JDH.- .. No, es un libro duro. No te
preocupes.
MESC.- No puede ser duro un libro de Pedro
J. de JR. ¿Sabes? ¿Háblame?
JDH.- Bueno, una cosa. Me contó Bárbara
(Chaplín) que Alfonso (de Salas Castellano)
ahí en tu casa dijo en las navidades anteriores
a que se fueran del diario (Diario 16), eso
debió ser el, el 89 (la fecha en que les echan
del diario), que estaban preparando un
proyecto ya para lanzar ellos un periódico…
Que eso (la marcha) no fue improvisada sino
que había ya…
MESC.- Eso estaba preparado desde
pequeño. Los celos te matan. Que tu hermano
mayor sea querido, sea inteligente, sea
presentable y él sea un pobre mierda, perdón,
pues… Es la historia de Caín y Abel. Yo le
llamo Caín y mi hermano porque era grande,
inteligente y España le debe mucho (dicho
entre paréntesis), hizo todo por ayudar a su
hermano. Pero un Caín te contesta siempre
como ha contestado.
Tienes el ejemplo de [la revista]
Historia[16]. Casi muriéndose mi hermano
Juan Tomás, que es mi único hermano ─el
otro no es hermano─ pues le propuso que
comprara la Historia del Grupo 16. Y el le
dijo que no, que va, que el no pensaba sacar
una revista de Historia y que no que no
podían comprar nada. Un mes más tarde,
estaba la Historia de esos gamberros en la
calle. Con un triángulo [logotipo] igual que
los del Grupo 16. Y eso yo no me lo invento.
Todo el mundo puede verlo.
JDH.- David Solar y toda esa gente estaban
ahí… [Trabajando en Historia 16]
MESC.- Historia salió a la calle. Yo no se si
luego siguió o no siguió. […] Lo que le
propuso Juan Tomás es que le comprara la
historia que el tenía. Además de ser una cosa
honorable hubiera sido inteligente. […] Se
hubiera quitado un poco el cainismo…
JDH.- En tu casa él [Alfonso de Salas] dijo
que iba a sacar un periódico [El Mundo]
tiempo antes, ¿no?
MESC.- Se lo dijo a mi padre, asustó a mi
padre, diciendo que Juan Tomás se arruinaba
porque él lo iba a arruinar. Y que entre lo que
él iba a hacer y lo que Juan Tomás podría
hacer, era, nada. .. El era un superhombre y
Juan Tomás se iba a arruinar. Y como en
esos momentos había que ayudar a mi familia
porque la jubilación era muy pequeña le dio a
entender que Juan Tomás dejaría de poder
ayudarle y el único que podía ayudarle era él.
Hasta tal extremo que mi padre aceptó
cambiar el testamento que había hecho con
mi madre. Y el Caín llevó al notario y a dos
testigos para que mi padre pudiera cambiar el
testamento. Y los dos testigos eran sus
suegros. ¡Eh!
[ Aporta detalles del testamento ajenos al
libro]
MESC.- Y, desde luego, nada de lo que
pueda hacer Caín, hasta hacer un vino con el
nombre de sus abuelos ¡pero a donde hemos
llegado! Es que no tiene ni honor. Es que no
sabe lo que es, yo no se como decirte… En el
FELIPE éramos más…
JDH.- ¿Me cuenta Bárbara que es Juan
Tomás el que le lleva al Grupo 16, el que le
busca todos los trabajos?
MESC.- Le busca los trabajos desde cuando
estaba en Francia. Le buscó una beca para
que viniera, para que saliera de España y
pudiera abrirse y tener un futuro. Estuvo
aquí, estuvo en París con su mujer, porque se
presentó ya casado y con su mujer. E
hicieron un curso que ya no me acuerdo
exactamente, yo creo que era de demografía
pero exactamente no te lo puedo decir, era
con Leguina. En aquellos tiempos
lejanísimos ya, 66 debía de ser o algo así,
Juan Tomás le ayudó desde antes de entrar en
España. Le ayudó luego a encontrar trabajo
en el INI, yo creo que trabajó en el INI en
una empresa de electricidad que tampoco…
JDH.- ¿Endesa, yo creo que es?
MESC.- ¿Endesa?
JDH.- Si, la empresa de electricidad del INI
se llama Endesa…
MESC.- Bueno, pues Endesa. Primero en
Standard. Ah, No. En Standard (Electric,
luego Alcatel) lo coloco mi padre pero ahí
ganaba dos pesetas. No podías ni vivir, ya
casado y todo eso no podía ni vivir. Cuando
volvió de Francia Juan Tomás es el que le
buscó en Endesa. Luego le buscó en otro
sitio, que ya mi memoria no da para tanto.
Y después lo recoge, yo me acuerdo
divinamente, eso debía ser el año 82 u 83, me
llamó Juante para decirme que había
decidido nombrar a Caín director comercial o
director económico o no sé que, del Grupo
16. Y a mi, bueno, me quedé muda. Pero eran
todos hermanos y yo quería a Juan Tomás, al
otro lo quería también. Entonces no era un
bicho.
Y luego me llamó Caín para decirme que si,
que iba a ir al Grupo 16. Que Juan Tomás lo
había nombrado porque además lo necesitaba
y que le había nombrado. Son de esas cosas
que nunca puedes imaginar que fuera tan
horrible el resultado. Y ese fue el principio
de los dos.
Luego (aquí cambio la velocidad de la cinta
porque se está acabando) estaba Romualdo
de Toledo. Era amigo de Juan Tomás casi te
diría que desde la cuna y además un hombre
maravilloso, inteligente, capaz de jugársela,
de no roñosear, de no traicionar a nadie.
Porque Romualdo nunca traicionó a Juan
Tomás. Ni siquiera cuando nos detuvieron
que estuvo encerrado en una celda…
[Se cuentan la fuga de Juan Tomás a
Colombia y otros detalles no publicados en el
libro]
María Elena.-… A Romualdo, la envidia, los
celos, tu no te puedes imaginar, lo que yo he
oído de éste de Romualdo. Me llamaba para
decirme: Ahora voy a coger, lo voy a enviar
a un psiquiatra, voy a hacer que venga un
psiquiatra. Y yo le decía pero tú qué poder
tienes, pero de dónde has sacado tu ahora ese
poder para decir que Romualdo está loco,
que le vas a mandar a un siquiatra, pero que
es lo que me estás diciendo…
Y el que estaba loco era él. Porque, vamos,
decir eso primero no se dice de nadie y
segundo si no tienes poder para hacerlo. […]
Quizás si a Caín lo hubieran encerrado la
vida del mundo hubiera cambiado. Y mi
hermano no hubiera muerto de desilusión…
Pero, bueno….
JDH.- ¿Tú crees que tu hermano muere por
los disgustos de toda aquella etapa?
MESC.- Si, si, si. Un cáncer se produce…
bueno, como muchas otras enfermedades se
producen psicológicamente. Y es verdad que
Juante fumaba, bebía, llevaba una vida de
una tensión terrible. Pero tú imagínate, todo
lo que luchó, y todo lo que llegó a crear y
luego terminó todo por culpa de un JR
repugnante. Y por culpa de su hermano más
pequeño, el Caín.
JDH.- Si, si, si…
MESC.- Y lo fueron traicionando. El Caín
iba con su mujer a quitarle hasta los chóferes
y las asistentas. Iban en… Que estaban
trabajando en Cambio y se presentaba el
Caín con su mujer en sus casas para sacarlas
de Cambio y que se fueran con ellos a esa
cosa inmunda que crearon. […]
MESC.- Yo vivo en un pueblecito
pequeñísimo de Burdeos a 120 kilómetros de
Burdeos.
JDH.- Y ahí es donde fue esa cena de
Navidad que me cuenta Bárbara…
MESC.- Si, si. Una de esas cenas espesas [no
se entiende bien] El Grupo 16 hacía un vino
que yo creo que se llamaba Sagasta, creo. No
se quien había estudiado el papel que le
ponían a las botellas. En mi casa un día
también estuvo cambiando el papel de las
botellas, que estaba mal hecho, que no se
quien lo había hecho, que él hacía los papeles
mejor que nadie… A mi me parecía tan loco,
pero todavía creía que un hermano no se
podía volver completamente loco, ¿no? Y si
se vuelven locos y malvados, si. ¿Tú lo
conoces?
JDH.- A Alfonso, si…
MESC.- Alfonso no, Caín. Caín. Tu llámale
como quieras pero para mi será siempre
Caín.
[Ser hace alusión a otros detalles ajenos al
libro]
JDH.- Y en el entierro de tu padre creo que
todo fue tremendo…
MESC.- Del entierro de mi padre no me
hables. En España que todos éramos tan
serios que en los entierros nos colocábamos
las mujeres a un lado y los hombres a otros.
Y aquí fueron los dos bandos. Y lo malo fue
lo de mis hermanos más pequeños que no
sabían de que lado ir. O con Juante o
conmigo o con Caín y su comparsa.
Fue tan duro… Bueno si nos vieras cuando
salió el ataúd de mi padre, el chofer de Caín,
bueno Caín le dijo al chofer que había que
llegar como fuera el primeros al cementerio y
Juan Tomas le dijo a Ángel tu déjales que
lleguen cuando quieran, no vamos a correr
detrás del coche ni nada. Y cuando llegamos
al cementerio, no me preguntes cuál porque
no se como se llama.
JDH.- La Almudena.
MESC.- Pues La Almudena. Bueno pues
cuando llegamos allí pues esperamos cada
uno, ellos detrás del féretro, y nosotros
llegamos un poco más tarde, pero Bárbara no
se pierde nunca, sabe donde estaban las
cosas, bueno como sabía donde están los
muertos…
JDH.- ¿Los nichos?
MESC.- Pues dijo no que es ese, que es ese,
y entonces por pura casualidad llegamos a la
capilla, llegamos antes que todos. Cuando
llegó Caín y compañía ya estábamos allí
esperando el féretro y todo. ¡Esas carreras
por Madrid para llegar el primero!, ¿tu has
visto una cosa así en tu vida?
JDH.- Tu padre donde vivía… ¿Calle?
MESC.- En la calle Maldonado, Maldonado
27. (Mira que buena memoria tengo). Y
desde ahí hasta La Almudena haciendo
carreras. Bueno, el solo, eh. Porque Juan
Tomas y los demás no corrimos nada. Y
Barbarita pues se orientó y mira llegamos
antes que todos. Pero la gente separada…
Bueno, fue tan horrible todo lo que ha
pasado.
Muy fuerte y además de que no sirve para
nada. Porque si hubiera habido millones para
repartir. Pero, por qué matar a un hermano de
desilusión y de…
Porque Juan Tomás siempre desde pequeñito
se llevó muy mal con Caín. Y Caín le hacía
las mil guarrerías, le machacaba los coches,
esas cosas que hacen los hermanos pequeños
hacia los mayores. Dormían en la misma
habitación, eso que pasa en las familias, y ahí
se llevaban a matar.
JDH.- [Acerca de la mujer de Alfonso de
Salas] Es muy jovencita. Vamos, yo no la
conozco de nada. Yo se que se presentó
como secretaria de Caín y a Caín como es un
mujeriego total pues le gustó la señora y le
dijo te vienes conmigo este fin de semana a
las Baleares o no se que sitio. Bueno, pues
ella dijo que si. Y así empezó todo. Lo que
pasa es que debía ser más lista de otras y
hasta que no se casó no paró. Lo hizo
separarse de la primera mujer y se caso con
esta que no se ni cómo se llama, yo no la he
visto en mi vida. Y se que tiene dos hijos
pero no se nada…
[Siguen
cuestiones
publicadas]
personales,
no
MESC.- [Sobre Carlos Bustelo]. Ese no creas
que fue el gran amor de Juan Tomas. Lo fue
al principio pero cuando empezó que el
Partido Socialista que si esto que si lo otro se
rompió todo. Bustelo cambiaba de camisa y
de chaqueta dulcemente.
JDH.- ¿Si tengo alguna duda no te importará
que te llame? ¿no?
MESC.- No. Llámame pero no me hables de
JR, que es muy malvado. […] Le pides a
Bárbara que me lo envían [el libro]
Por segunda vez vuelve a hacer referencia a
su deseo a colaborar con el autor. Final de
esta cinta
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