TOMÁS DE AQUINO (Apogeo de la Escolástica) - ESCOLÁSTICA: Ciencia de las escuelas - Enseñanzas: TRIVIUM: Gramática, Lógica, Retórica QUADRIVIUM: Geometría, Aritmética, Astronomía, Música. Forma: Lectio (lectura y comentario), discusión Producciones: Comentarios, cuestiones, sumas (recopilación) - PERIODOS: Inicial (XI-XII) apogeo (XIII) Decadencia (XIV-XV) San Anselmo, Pedro Abelardo San Buenaventura Ockham, Duns Escoto, Cusa San Alberto Magno Santo TOMÁS DE AQUINO * TOMÁS DE AQUINO - Rocaseca (Nápoles 1225) - Séptimo hijo de los condes de Aquino - 14 años, estudios de Artes liberales - 19 años, ingresa en los dominicos - 25 años, Profesor de Teología en Par´s, Roma, Bolonia. - Muere cuando iba al concilio de Lyon +1274) De inteligencia especulativa y constancia Obras: - Comentarios sobre las obras de Aristóteles (sobre el alma, Metafísica, Ética, Política) - Opúsculos: sobre el ser y la esencia - Cuestiones Quodlibetales: Sobre el mal y la verdad - Suma Teológica, Suma contra Gentiles. - Comentarios a libros del Antiguo y Nuevo Testamento TEMAS FUNDAMENTALES 1. Método Parte de la experiencia, utilizando el entendimiento en su uso natural para conocer la verdad y construye una filosofía del ser. Principio: Todo es inteligible por el ser, lo que es es inteligible, puede ser conocido. Fe Limitación del entendimiento humano: Seres naturales El entendimiento humano tiene la capacidad de conocer a partir de la experiencia sensible “nada hay en el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos”. Dios es acto puro, las criaturas tienen el ser pero no son el ser, lo tienen por participación. La moral se entiende como vuelta a Dios de los seres desde la tendencia de estos al Sumo Bien. 2. Armonía entre Fe y Razón A/ Fe y Razón son distintas (distinto acceso a la verdad) B/ No se contradicen (Por proceder la misma fuente : Dios) C/ No se identifican (Ya que su objeto formal son por la fe y por la razón) 3. Estructura de la realidad. Ser participado. Santo Tomás toma del “filósofo” (Aristóteles) los conceptos de materia y forma, potencia y acto y las causas. Su originalidad y superación radican en la interpretación de los seres finitos como compuestos de esencia y acto de ser (ESSE = lo que/es (esencia y acto de ser). Desde esta interpretación los seres finitos, contingentes, participan del Ser en distinto grado, la materia prima (de Aristóteles) no es eterna, sino creada. Dios es el Ser necesario, Acto puro. EXPLICACIÓN DE LOS SERES FINITOS COMO COMPUESTOS DE ESENCIA Y ACTO DE SER (T. de A) DIOS = El SER, ACTO PURO ANGELES: Esencia y Acto de ser ESENCIA + ACTO DE SER SERES FINITOS: Esencia + acto de ser SON CONTINGENTES, TIENEN EL SER POR PARTICIPACIÓN Hombre: cuerpo y alma SERES CORPÓREOS Animales Vegetales Inertes ESENCIA: Mat + for + ACTO SER Elementos Formas accidentales Materia prima EL ALMA HUMANA SE INTERPRETA COMO FORMA SUSTANCIAL, POR LA QUE EL SER HUMANO RECIBE EL SER Y ES CAPAZ DE SUBSISTIR SIN EL CUERPO POR SER ESPIRITUAL Y SIMPLE. Esencia y acto de ser Tomás de Aquino acepta en la interpretación de los entes finitos su composición y contingencia (no de materia y forma com Aristóteles) sino compuestos de esencia y ser (la esencia es potencia, puede ser o no ser), (el ser es acto que actualiza la esencia). El acto de ser actualiza la esencia, siendo distinto en los diversos entes (una piedar, un arbol, un animal, el ser humano). Los entes son por participación (participan del ser en grado distinto según su esencia) (concepto platónico de participación). Desde la contingencia de los seres finitos y creados (son pero no tienen en ellos la razón de ser, podrían no haber sido), se planteará la necesidad de una Causa, de un Ser Infinito, capaz de comunicar el acto de ser (Ser Infinito, Acto Puro, Ser Necesario, que identificará con Dios). Este conocimiento espontáneo constituye un razonamiento que se remonta del efecto a la causa y que expondrá en las cinco vías. 4. Conocimiento intencional Tomás de Aquino distingue entre la verdad ontológica y la verdad - adecuación entre nuestra inteligencia y el ser de las cosas. En el conocer humano el objeto conocido está en el sujeto que conoce de modo inmaterial e intencional, es decir, que es de naturaleza distinta de la que tiene el objeto y con capacidad de mostrarnos el propio objeto. "La verdad está en los sentidos como una consecuencia del acto de ellos, o sea, en tanto que el juicio de los sentidos se refiere a la cosa tal como ella es; pero no está en los sentidos como conocida por ellos, pues aunque los sentidos juzgan de las cosas con verdad, no conocen empero la verdad por la que juzgan; y esto, porque si bien los sentidos conocen que ellos sienten, no conocen sin embargo, su naturaleza, y por consiguiente tampoco conocen la naturaleza de su acto, ni la adecuación a la cosa, ni finalmente la verdad de ellos. Esto sólo lo conocen con la ayuda de la inteligencia.Y así queda patente cómo puede haber falsedad en los sentidos. Sin embargo, como además de la luz intelectual necesitamos, para conocer las cosas materiales, de las especies inteligibles, que nos vienen de los objetos mismos, síguese que no conocemos las cosas materiales por la sola participación de las razones eternas, al modo como decían los platónicos que la participación de las ideas es suficiente para tener ciencia" (S.Th. I,84, 5). CONCEPTO SENTIDOS Imagen retina IMAGEN E.I.I. E.I.Exp Especie Sensible I. E.S..Exp. E. Agente E. Paciente Abstracción: operación de la mente por la que se forman los conceptos, a partir del conocimiento sensible. 5. Ética (teleología, felicidad, fin último, Dios) Partiendo de la concepción teleológica aristotélica de los entes, tendencia al bien, a la felicidad, Santo Tomás identifica la felicidad con la posesión de Dios. Fin último que trasciende la naturaleza humana y que se ha argumentado como el único Bien capaz de colmar las exigencias de la inteligencia y de la voluntad, así como responder al orden querido por Dios en la creación del mundo y del hombre. El bien y lo moral para el hombre, lo descubre por su recta razón, juzgando conforme la naturaleza de las cosas y su fin último, orden que puede respetar o no desde su libertad. La ley moral natural debe entenderse como un orden objetivo "la participación en la ley eterna de la criatura racional" (S.Th. I-II, q90, a2) que por pertenecer a las exigencias racionales de la misma naturaleza humana es universal e inmutable, sin que sea incompatible, con ello, el conocimiento y profundización de sus exigencias, tanto personal como históricamente. El orden de la realidad que presenta la concepción de Santo Tomás se fundamenta en Dios creador, que da el ser a los entes por participación en grado distinto y que, fruto del mismo amor, tienden a su Creador. Esta ordenación se realiza de modo distinto: por las leyes físicas en el caso de los seres no inteligentes, y por la ley moral, en el caso del hombre, por ser libre y respetar su libertad. En este sentido, de la libertad, puede afirmarse que la libertad no es elegir lo que cada uno quiere, entre otras cosas porque no podemos hacer todo lo que querríamos, sino autodeterminarse eligiendo fines y medios. Es ahí donde se decide la libertad y, con ella, acertar o no en la elección del bien humano. Así como el ente es absolutamente lo primero que se aprehende, el bien es lo primero que cae bajo la aprehensión de la razón práctica, que está ordenada a la acción. En efecto, todo agente actúa por un fin y éste tiene razón de bien. De ahí que el primer principio de la razón práctica sea aquel que se funda en la noción misma de bien: 'bien es aquello que todos los seres apetecen'. Por tanto, el primer precepto de la ley es: 'ha de hacerse el bien y evitarse el mal'. Sobre este principio se basan todos los restantes preceptos de la ley natural, de modo que lo que ha de hacerse y evitarse forma parte de los preceptos de la ley natural en la medida en que la razón práctica natural lo considere como bienes humanos. Y puesto que el bien tiene razón de fin, y el mal de lo contrario, todo aquello a que el hombre se halla naturalmente inclinado, la razón lo considera naturalmente como bueno y, por tanto,como algo que ha de ser realizado, así como lo contrario lo considera malo. El orden de los preceptos de la ley natural, sigue, pues, el orden de las inclinaciones naturales. Suma Teológica, I-II, 94, 2 Razonamiento ascendente Partiendo de las inclinaciones naturales, entendidas como tendencias orientadas a un fin específico, Tomás de Aquino (S.Th., I-II, q94, a2) presenta estas inclinaciones referidas a la naturaleza humana: en tanto que sustancia, tiende a conservar su existencia; como animal, tiende a perpetuar la especie; y en tanto que racional, tiende a vivir en sociedad y a conocer la verdad. Estas tendencias naturales nos indican los fines naturales que el hombre debe respetar: la vida, la perpetuación de la especie, la relación con los demás, la verdad. Es decir que con el mismo autor puede afirmarse que "el orden de los preceptos de la ley natural se deriva del orden de las inclinaciones naturales (Ibd., q94, a2). El bien es capaz de despertar el amor, que es tendencia natural en los seres inferiores y que en el caso del hombre es complacencia precedida por el conocimiento: El amor comporta cierta connaturalidad o complacencia del amante a lo amado; para cada uno es bueno aquello que le es connatural y proporcionado. De donde se sigue que el bien es la propia causa del amor (S.Th.,I-II, q27,a1). El bien conocido es objeto del apetito que tiende hacia él porque se desea para sí "bien y amor de concupiscencia" mientras que si se ama el bien por él mismo, se denomina "amor de amistad". A la tendencia hacia lo amado, sigue el deseo de conseguir el objeto amado; el deseo nos mueve a confiar y genera la esperanza de alcanzar el bien, pero ante la amenaza de no alcanzarlo surge el temor. Conseguido lo que se ama el apetito descansa en el placer, o el gozo: el gozo es del bien presente; la tristeza es del mal presente; la esperanza es del bien futuro; el temor es del mal futuro (S.Th.,I-II, q23, a4,). La realización en las criaturas de su bien (que en el ser humano incluye su libertad) se alcanza en el Sumo Bien, en Dios. Razonamiento descendente Dios al crear el universo e imprimir en las criaturas su ordenación hacia El, las hace partícipes de su perfección y bondad por el ser. Dios no obra para adquirir algo por su acción, sino para dar algo por ella, porque no está en potencia para poder adquirir algo, sino tan solo un acto perfecto, del cual puede dar algo. Por consiguiente, las cosas no se ordenan a Dios como a su fin para el cual se quiera algo, sino de quien algo consigan, según su modo de ser. Cada parte del universo se ordena a su propio acto, a su perfección. Las criaturas menos nobles se ordenan a las más nobles(...) todo el universo se ordena a Dios como a su último fin (...) las criaturas racionales tienen a Dios por fin por cuanto pueden alcanzarle con sus operaciones, conociéndole y amándole (S.Th.,I,q65,a2). Supuesta la creación, Dios ha debido tener como único fin necesario su gloria y como dice Tomás de Aquino: Las cosas tienen ser en cuanto se asemejan a Dios, que es el mismo Ser subsistente, pues ellas no son más que participaciones del ser. Luego todas apetecen como último fin el asemejarse a Dios. (S.G.,III,c19). LEY ETERNA Físicas Ley natural Ley moral natural Evidente Universal-inmutable Leyes positivas divino positiva humanas Siendo la ley natural una ordenación intrínseca de la naturaleza humana, esencialmente inmutable, y donde el hombre descubre por la razón, el orden de las inclinaciones y exigencias conforme al último fin, podemos afirmar que tal ley es inmutable. Ello, no quiere decir que su conocimiento y respeto hayan sido iguales e invariables a lo largo de la historia, ya que la conciencia individual puede errar al aplicar los principios morales a las situaciones concretas. Es más, en un sentido progresivo, el hombre ha descubierto a lo largo de la historia nuevos matices y aspectos de la ley moral, acordes con la exigencia de la naturaleza de las cosas y de los seres, también de lo específicamente humano. Es desde este aspecto del conocimiento de la ley moral y de su aplicación desde el que puede hablarse de una evolución. Santo Tomás (S.Th.,I-II,q94,a6,) lo expresa de esta manera: Pertenecen a la ley natural aquellas cosas hacia las cuales el hombre se siente naturalmente inclinado, y, entre éstas es propio del hombre sentirse inclinado a actuar de acuerdo con la razón. Por otra parte, corresponde a la razón proceder de lo que es común a lo que es propio (...). La razón práctica se ocupa de cuestiones contingentes, que es el dominio de los actos humanos, y, por consiguiente, aunque hay necesidad en los principios comunes, cuanto más descendemos hacia lo particular, tanto más frecuentemente encontramos defectos (...).En cuestiones de acción, la verdad o la rectitud práctica no son las mismas para todos en cuanto a lo que es particular, sino solamente en cuanto a los principios comunes, y allí donde hay la misma rectitud en relación con los particulares, no son igualmente conocidas por todos. Santo Tomás coincide con Aristóteles en su concepción de la virtud, como cualidad cuyo ejercicio conduce al logro del 'telos humano', como medios para alcanzar el bien humano y el fin último. La virtud es entendida como una segunda naturaleza del ser humano que perfecciona las capacidades naturales para conocer con rectitud el fin último y orientarse hacia él con las virtudes morales. Desde la afirmación de la sociabilidad natural, el ser humano ha de difundir el bien y buscar el bien del todo “el bien común”. La finalidad de la convivenccia humana es dar a cada persona la posibilidad de alcanzar su bien y difundirlo, que no consiste en el sólo bienestar económico, sino el bien espiritual por la virtud moral. 6. Razonamientos sobre la existencia de Dios (LAS CINCO VÍAS). Las Vías tomistas parten de hechos de experiencia (cambio, causalidad eficiente, contingencia, grados de perfección, orden y finalidad), y tras un proceso intelectual, aplicando el principio de causalidad, concluyen en la existencia de un ser necesario y subsistente que por sus propiedades llamamos Dios. El proceso y estructura de las cinco Vías es el siguiente: A/ Se parte de un hecho de experiencia analizado en su radicalidad, propiedad de las cosas como seres. B/ Se aplica el principio de causalidad. Se razona la imposibilidad de proceder al infinito en la búsqueda de las causas del ser. C/ Se concluye con la existencia de un motor inmóvil, causa incausada, ser necesario, ser perfectísimo, inteligencia suprema, al que llamamos Dios. Dios es la causa primera de los seres finitos y no puede confundirse con la materia u otro principio porque es simple, acto puro, espiritual, propiedades que no tiene la materia. Proceso expresado en forma esquemática PUNTO DE PARTIDA PRINCIPIO DE CAUSALIDAD CONCLUSIÓN Algunos seres se mueven o Todo lo que se mueve es cambian movido por otro. No es posible proceder al infinito en una serie de motores esencialmente subordinados. Luego, es necesario llegar a un 1er. motor, que no sea movido por nadie, y, éste es el que todos entienden por Dios. Algunos seres son causa y, Todo ser que es causa y a su vez son causados causado exige otro ser que causa. No es posible proceder al infinito. Luego, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios. Algunos seres son Todo lo contingente tiene contingentes (limitados en que tener una causa. Y no se el tiempo y en el ser, no puede proceder al infinito. tienen la razón de ser) Luego, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios. Existen seres que realizan Las perfecciones se tienen Luego, existe algo que es perfecciones en distinto por participación y por ello para todas las cosas causa grado limitadas. de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios. Algunos seres obran con Obrar con finalidad supone finalidad y carecen de una inteligencia. No es inteligencia. posible una serie infinita de inteligencias. Luego, existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios. El “Ser subsistente” como término de las Vías tomistas. En la conclusión de las Vías se alcanzan diversas tonalidades esenciales de Dios (motor inmóvil, primera causa,...), y, es así, por la forma de conocer del ser humano, que conoce por caminos y perspectivas diversos. Bien puede afirmarse que las cinco Vías son en realidad un solo argumento que concluye en la afirmación de la existencia de un “Ser subsistente”. Críticas que se han formulado Las pruebas recogen argumentaciones propuestas con anterioridad por otros filósofos , como Aristóteles (motor inmóvil), y Platón ( grados de perfección ). Incluyen conceptos metafísicos fundamentales como abstracción, causalidad, potencia – acto, participación, analogía. Por ello, las críticas vendrán desde concepciones empiristas e idealistas, cuya interpretación del conocimiento es distinta a la del realismo – intelectualismo. Otras críticas desde la cosmología, pierden peso si se respeta la base metafísica de los razonamientos. Es más, la actual ciencia positiva pone de manifiesto la existencia en la realidad de orden y finalidad no explicables desde respuestas materialistas. Veamos dos críticas concretas. - ¿Por qué se identifica el Ser al que llegan con Dios? El mismo Tomás de Aquino aclara que ese Primer Ser al que se llega es simple, acto puro, espiritual, trascendente, y, como tal, excluye la composición de materia, potencia – acto, que sí son propiedades de la materia y de los seres finitos. - No todos los seres humanos y culturas identifican su Dios con el Dios del cristianismo. Es la objeción puesta por Kant al que se le podría contestar, que Tomás de Aquino armoniza razón y fe y que no por ello, los procesos racionales pierden su valor hasta llegar a un Primer principio del que posteriormente puede conocerse su naturaleza, claro está, con la limitación del conocer humano Desde su racionalismo, Kant opta por un agnosticismo, al afirmar la necesidad de la existencia de Dios y, a la vez, su incognoscibilidad. En la actualidad adquiere cierta fuerza el razonamiento de la contingencia del ser humano, ante su finitud y ansia de trascendencia, experiencia vivida, a la que cada uno se enfrenta como propio y existencial. Aportaciones - Realismo cognoscitivo (mediante la inteligencia se conoce lo concreto, se ordena la experiencia, se perciben las nociones ontológicas fundamentales. El conocimiento filosófico está en continuidad con el conocimiento espontáneo. Rechaza el platonismo: el mundo no es apariencia. Supera el aristotelismo con su explicación de la realidad por esencia y acto de ser. La inmaterialidad del entender prueba la espiritualidad del alma, que es forma del cuerpo y que comunica el acto de ser. La ley natural como ámbito de los primeros principios de la razón práctica y es una participación de la ley eterna en la criatura racional. Validez de su metafísica para la Teología. Filosofía y Teología se ayudan mutuamente. La fe necesita de la razón y la primera sana y eleva. TEXTOS