SALA POLITICO ADMINISTRATIVA

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SALA POLITICO ADMINISTRATIVA
MAGISTRADO PONENTE: JOSÉ RAFAEL TINOCO
Adjunto a oficio N° 94 de fecha 2 de febrero de 1995, el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del tránsito, del Trabajo y Agrario de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, remitió a esta Sala el expediente
contentivo del juicio que, por prestaciones sociales, incoara la ciudadana Yuleika Díaz
de Madriz, titular de la cédula de identidad número 3.753.184, contra la asociación
civil “Instituto Nacional de Cooperación Educativa INCE ANZOÁTEGUI, A.C.”.
Por auto de fecha 21 de febrero de 1995, se dio cuenta en Sala y se designó
Ponente a la Magistrada Hildegard Rondón de Sansó, a los fines de decidir la consulta.
Por cuanto la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, publicada
en Gaceta Oficial Nº 36.860 de fecha 30 de diciembre de 1999, estableció un cambio en
la estructura y denominación de este Máximo Tribunal y en virtud de que la Asamblea
Nacional Constituyente, mediante Decreto de fecha 22-12-99, designó los Magistrados
de este Tribunal Supremo de Justicia, quienes se juramentaron el 27 del mismo mes y
año y por cuanto en Sesión de fecha 10 de enero del 2000, se constituyó la Sala Político
– Administrativa, se ordenó la continuación de la presente causa en el estado en que se
encontraba y se designó ponente al Magistrado José Rafael Tinoco, quien con tal
carácter suscribe el presente fallo
I
ANTECEDENTES
En fecha 5 de mayo de 1994, la ciudadana Yuleika Díaz de Madriz, titular de la
cédula de identidad número 3.753.184, interpuso demanda por cobro de prestaciones
sociales, asistida por la abogada Astrid Porto Viso, inscrita en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo el número 27.922, quien prestaba sus servicios en la
asociación civil “INCE ANZOÁTEGUI, A.C.”, en calidad de Supervisora de
Formación Profesional, desde el 1º de enero de 1991, hasta el 16 de noviembre de 1993,
fecha en la cual la mencionada Asociación decidió prescindir de sus servicios.En fecha
31 de mayo de 1994, el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
del Tránsito, del Trabajo y Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzoátegui, admitió en cuanto ha lugar en derecho la demanda.
En fecha 25 de mayo de 1993, el apoderado judicial de la demandada presentó
escrito alegando que: “… Conforme al artículo 59 de Código de Procedimiento Civil
opongo la falta de jurisdicción de este Tribunal para conocer y decidir sobre la relación
habida entre la actora y el INSTITUTO NACIONAL DE COOPERACIÓN
EDUCATIVA (INCE) desde el 16 de octubre de 1973 hasta el 3 de diciembre de 1990,
por cuanto tuvo lugar y se desarrolló con un Instituto Autónomo regido por Ley que fue
creada el 22 de agosto de 1959, reformada el 8 de enero de 1970. En efecto, esa
relación por haberse mantenido con ese Instituto le dio a la actora durante ese periodo el
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carácter de empleada o funcionaria publica y como tal estaba regida por la Ley de
Carrera Administrativa y en consecuencia, cualquier acción que tenga incidencia sobre
este vínculo, como en este caso, debe dirimirse ante el Tribunal de Carrera
Administrativa …”.
En fecha 2 de febrero de 1995, el Juzgado a-quo declaró: … “Vista la anterior
diligencia, el Tribunal acuerda de conformidad con lo solicitado y ordena remitir el
presente expediente a la Corte Suprema de Justicia, Sala Político Administrativa de
conformidad con lo dispuesto en los Artículos 59 y 62 del Código de Procedimiento
Civil. Líbrese Oficio.”
II
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
Para decidir la Sala observa:
El artículo 62 del Código de Procedimiento Civil dispone que:
“A los fines de la consulta ordenada en el Artículo 59, el tribunal
remitirá inmediatamente los autos a la Corte Suprema de Justicia, en
Sala Político Administrativa, suspendiéndose el proceso desde la
fecha de la decisión. La Corte procederá luego de recibidas las
actuaciones, a decidir la cuestión, lo cual hará dentro de diez días,
con preferencia a cualquier otro asunto”.
Se deduce, entonces, que la regulación de Jurisdicción supone una decisión del
juez sobre la jurisdicción, ya de oficio, o bien a solicitud de parte, como se indica en las
diferentes hipótesis contempladas en el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil.
El Juez a – quo no decidió la cuestión previa opuesta por el demandante, que
busca la comprobación del procedimiento evitando la subsistencia de vicios procesales
que puedan luego entorpecer el posterior desarrollo a fondo del litigio; por lo que
constituye, atendiendo a esa circunstancia, un incidente del proceso, y que da lugar por
parte del órgano jurisdiccional a decisiones de previo pronunciamiento. Queda claro,
entonces, que el Juez a – quo debe dictar una sentencia interlocutoria para resolver,
cuestiones incidentales como las que plantean las cuestiones previas, que en general son
las que deciden las cuestiones accesorias y relativas al proceso y no al derecho
controvertido, hasta ponerlo en estado de ser decidido por la sentencia definitiva, no
tocando para nada el fondo del asunto.
En el caso subiudice el Juez a – quo dictó un auto en fecha 2 de febrero de 1995,
en la cual no llegó a resolver la cuestión previa alegada, por lo tanto es imprescindible
recordarle al ciudadano Juez que toda sentencia debe acoger o procurar la pretensión
que se hace valer en la demanda y que es objeto del proceso. Toda sentencia debe
contener una decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y
a las excepciones o defensas opuestas. Esto significa que el Juez está constreñido a
decidir sobre las cuestiones que las partes le hayan propuesto, porque los limites de toda
controversia judicial se encuentran circunscritos, por los hechos alegados como
fundamento de la pretensión y por los hechos aducidos como fundamento de las
excepciones o defensa opuestas (principio de congruencia); y por lo otra, que esa
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decisión ha de ser en términos que revelen de manera clara e inequívoca el pensamiento
del sentenciador en lo dispositivo, el cual no puede ser implícito o tácito, ni contener
expresiones vagas u obscuras, ni requerir inferencias, interpretaciones o raciocinios para
saber que fue lo decidido.
Como se puede observar el a – quo no cumplió con lo antes señalado violando
de esta manera los principios establecidos en Código de Procedimiento Civil. El juez se
apartó de estos principios, rectores de todo proceso, y no emitió pronunciamiento
alguno sobre lo planteado.
Se concluye que para que este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político –
Administrativa, pueda conocer en consulta sobre la jurisdicción, debe existir,
necesariamente, una sentencia interlocutoria por parte del tribunal a - quo donde
confirme o niegue su jurisdicción. Este es el presupuesto básico para ejercer dicho
recurso, por lo que, al no haberse producido la decisión correspondiente, como en efecto
ocurre en el caso de autos, dicha solicitud carece de objeto.
Al obviar el Juez las pautas procedimentales establecidas por la ley y la
jurisprudencia, resultó entorpecido el funcionamiento legal del sistema de
administración de justicia con graves repercusiones en la celeridad procesal, principio
rector de todo proceso judicial. Por lo anteriormente expuesto, se insta una vez más a
los jueces a ceñirse a los procedimientos expresamente previstos por el legislador e
igualmente advierte al a - quo para que en lo sucesivo se abstenga de incurrir en los
errores aquí señalados
III
DECISIÓN
En virtud de lo expuesto, esta Sala Político - Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la Ley, declara que NO TIENE MATERIA SOBRE LA CUAL DECIDIR y
resulta por lo tanto impretermitible ordenar la devolución del expediente al Tribunal de
origen para que se pronuncie sobre la cuestión previa alegada a que se refiere el ordinal
1º del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil.
Remítase el expediente al Tribunal consultante a los fines de que declare, de
manera clara e inequívoca, CON LUGAR o SIN LUGAR la falta de jurisdicción
alegada.
Publíquese, regístrese y comuníquese. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala PolíticoAdministrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 2 días del mes de
febrero del dos mil. Años 189º de la Independencia y 140º de la Federación.
El Presidente,
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CARLOS ESCARRÁ MALAVÉ
El Vicepresidente - Ponente,
JOSÉ RAFAEL TINOCO
LEVIS IGNACIO ZERPA
Magistrado
La Secretaria,
ANAÍS MEJÍA CALZADILLA
Exp. 11470
JRT/ccj
En dos de febrero del año dos mil, siendo las doce y cincuenta y seis de la tarde, se
publicó y registró la anterior sentencia bajo el Nº 69.
La Secretaria,
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