Tribunal Supremo, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 5ª,

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Tribunal Supremo, Sala Tercera, de lo Contencioso-administrativo, Sección 5ª,
Sentencia de 16 Jun. 2008, rec. 1759/2005
Ponente: Oro-Pulido López, Mariano de.
Nº de Recurso: 1759/2005
Jurisdicción: CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA
Diario La Ley, Nº 7051, Sección Jurisprudencia, 7 Nov. 2008, Año XXIX,
Editorial LA LEY
LA LEY 74159/2008
Reconocimiento a menor de Guinea Conakry del derecho a permanecer en
España por razones humanitarias
Cabecera
DERECHO DE ASILO. Denegación a ciudadano de Guinea Conakry.
Del relato del solicitante no se desprende la existencia de una verdadera
persecución protegible contra él por motivos étnicos o políticos, sino un
contexto general de conflicto que afecta a la población de la zona de
donde dice venir en el que se vio envuelto al igual que el resto de los
habitantes de la región. Tampoco se ha rebatido eficazmente la
afirmación de la Administración, corroborada por la Sala de instancia, de
que pudo huir de esa situación conflictiva desplazándose a otras zonas
del mismo país del que dice ser nacional donde esa situación de
conflicto no existe. Reconocimiento del derecho a permanecer en
España por razones humanitarias atendiendo a la minoría de edad del
interesado, su situación de desamparo y su positiva integración social,
todo ello puesto en relación con el complejo y difícil contexto social y
político de su país de origen.
Resumen de antecedentes y Sentido del fallo
El Tribunal Supremo casa y revoca sentencia de la Audiencia Nacional,
y estimando en parte el recurso contencioso-administrativo en su día
interpuesto, reconoce el derecho del recurrente a permanecer en
España por razones humanitarias.
Texto
En la Villa de Madrid, a dieciséis de Junio de dos mil ocho
SENTENCIA
Visto el recurso de casación nº 1759/2005, interpuesto por la Procuradora Dña.
Paloma Rabadán Chaves, en nombre y representación de Don Millán, contra la
sentencia dictada en fecha 12 de enero de 2005, y en su recurso nº 546/2003,
por la Sección 1ª de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia
Nacional, sobre denegación de asilo, siendo parte recurrida la Administración
General del Estado, representada por el Sr. Abogado del Estado.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- En el proceso contencioso administrativo antes referido, la Sala de
lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional (Sección 1ª) dictó
sentencia desestimando el recurso. Notificada dicha sentencia a las partes, por
la representación de Don Millán se presentó escrito preparando recurso de
casación, el cual fue tenido por preparado en providencia de la Sala de
instancia de fecha 11 de febrero de 2005; al tiempo que ordenó remitir las
actuaciones al Tribunal Supremo, previo emplazamiento de los litigantes.
SEGUNDO.- Emplazadas las partes, el recurrente compareció en tiempo y
forma ante este Tribunal Supremo, al tiempo que formuló en fecha 30 de marzo
de 2005 el escrito de interposición del recurso de casación.
TERCERO.- El recurso de casación fue admitido por providencia de fecha 20
de septiembre de 2006, y por providencia de 30 de noviembre de 2006 se
ordenó entregar copia del escrito de formalización del recurso a la parte
comparecida como recurrida (la Administración General del Estado) a fin de
que en plazo de treinta días pudiera oponerse al recurso, lo que hizo en escrito
presentado en fecha 4 de enero de 2007, en el que expuso los razonamientos
que creyó oportunos y solicitó se dictara sentencia declarando no haber lugar al
recurso de casación y confirmando la sentencia recurrida, con imposición de
costas a la parte contraria.
CUARTO.- Se señaló para votación y fallo de este recurso de casación el día
10 de junio de 2008, en que tuvo lugar.
QUINTO.- En la sustanciación del juicio no se han infringido las formalidades
legales esenciales.
Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Mariano de Oro-Pulido y López, Magistrado
de la Sala
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Se impugna en este recurso de casación nº 1759/2005 la
sentencia que la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia
Nacional (Sección 1ª) dictó en fecha 12 de enero de 2005, y en su recurso
contencioso administrativo nº 546/2003, por medio de la cual se desestimó el
formulado contra la resolución del Ministerio del Interior de fecha 13 de mayo
de 2003, que denegó a Don Millán, nacional de Guinea Conakry, el
reconocimiento de la condición de refugiado y el derecho de asilo.
Contiene la sentencia de instancia la siguiente fundamentación jurídica (que
transcribimos en cuanto ahora interesa):
"PRIMERO.- Se impugna en el presente recurso contencioso-administrativo la
Resolución del Ministro del Interior de 28 de mayo de 2003 que deniega el
derecho de asilo y el reconocimiento de la condición de refugiado a don Millán,
nacional de Guinea Conakry.
Se fundamenta la expresada resolución en que no se aprecia la existencia de
temores fundados de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad,
pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas que permitan
reconocer a tal actor la condición de refugiado, y ello porque:
-No aporta ningún documento acreditativo de su identidad.
-Ha formulado su solicitud bajo una identidad de cuya autenticidad puede
razonablemente dudarse.
-El relato del viaje efectuado para trasladarse desde su país a España resulta
inverosímil .
-El relato (del solicitante) resulta inverosímil, tal y como lo formula y según la
información disponible sobre su país de origen, y la recogida en el expediente,
de forma que no puede considerarse que haya establecido suficientemente la
veracidad de tal persecución.
-Alega una persecución frente a la cual pudo encontrar protección eficaz en
otro lugar de su propio país.
-No presenta ningún elemento probatorio de los aspectos esenciales de los
hechos o circunstancias constitutivos de la persecución alegada
-Ha tenido oportunidad de solicitar asilo en un Estado (Marruecos) donde
hubiera podido recibir protección con anterioridad a la presentación de su
solicitud en España.
La parte recurrente, en su solicitud de asilo presentada el 6 de marzo de 2002,
había invocado como motivos de persecución personal que: Un viernes de
noviembre de 2000 atacaron los rebeldes, mataban a los hombres. Él fue
corriendo, escapó con mucha gente, vinieron los militares para salvarles. Los
militares cogieron a los niños en Boke, una región de Guinea, a él también.
Estuvo ocho meses. Como llevaba mucho tiempo los militares le dijeron que se
podía meter en algún barco. Se escondió en la bodega de uno. El barco llegó a
Marruecos, allí estuvo cinco días. Cogió otro barco y llegó a Málaga. Su madre
murió hace siete años en un accidente de tráfico. Su padre murió el mismo día
del ataque. No tiene hermanos. En su país no puede buscarse la vida porque
no tiene a nadie, nadie que le ayude a aprender a leer y a escribir . [....]
TERCERO.- En el presente supuesto concurre la circunstancia de que tanto
con la demanda como con el escrito de solicitud de suspensión, (esta última en
la pieza separada de medidas cautelares), el recurrente presenta lo que parece
ser una fotocopia de su pasaporte, en el que figura la nacionalidad guineana de
dicho Sr. Millán, el día 10 de en enero de 1985 como fecha de nacimiento del
mismo, y también que el referido pasaporte fue expedido el día 25 de junio de
2003, fotocopia que, por tanto, no pudo figurar en el expediente administrativo
al ser de fecha posterior a la tramitación del mismo, e incluso posterior a la
propia resolución denegatoria de su solicitud de asilo.
Es cierto que dicha fotocopia del pasaporte desvirtúa todas las alegaciones y
razonamientos que tanto la resolución administrativa impugnada como, con
más detalle, el informe de módulos que obra en el expediente (folios 2.6 y 2.7),
llevan a cabo respecto de las dudas que la identidad y nacionalidad de tal
demandante suscitan a la Administración.
Ahora bien, determinar si concurren o no en el supuesto las circunstancias
precisas para conceder a tal actor el derecho de asilo por él solicitado, requiere
analizar su relato de persecución, que obra en el fundamento jurídico primero,
en relación con las consideraciones que, respecto de tal relato, encontramos en
el Informe de la Instrucción que obra en los folios 2.6 y 2.7 del expediente
administrativo.
Así, leída con detalle la descripción de los motivos de persecución del actor,
efectivamente resulta que el mismo no dice haber sido perseguido por nadie en
concreto. Y si bien parece referirse a los conflictos fronterizos existentes en la
zona de Guinea Conakry y Liberia (motivo que sí esta documentado), de ser
cierta esa circunstancia el motivo alegado no resulta suficiente como para
justificar su solicitud de asilo. Además del contenido del expediente, tampoco
se deduce que el solicitante haya sido objeto de persecución personal y
concreta como consecuencia de esta situación.
Pues bien, siendo los anteriores los datos y razonamientos del informe de
instrucción, que han servido a la Administración para fundamentar la
denegación de asilo del recurrente, al menos en cuanto se refieren a la
inconcreción e inverosimilitud del relato de persecución, y también a la falta de
elementos acreditativos respecto de dicha persecución relatada, tales
consideraciones no sólo no han sido desvirtuadas en el curso de la vía
administrativa previa, sino tampoco a lo largo de la tramitación de éste
procedimiento judicial, ni en la demanda ni tampoco posteriormente, a través
de la prueba incorporada a autos.
En definitiva, a la luz de la doctrina transcrita en el fundamento anterior y no
obstante las dificultades probatorias que entrañan estos casos, la Sala
considera que el demandante no ha acreditado que haya sido objeto de
persecución en Guinea Conaky, pues no existen indicios ni en el expediente
administrativo, ni en el recurso contencioso-administrativo que avalen de modo
suficiente y verosímil la invocada persecución en los términos requeridos por la
Convención de Ginebra de 1951 y la Jurisprudencia dictada en aplicación del
mismo, con riesgo para su vida o, al menos, para su integridad física. Ausencia
de persecución suficiente que, asimismo, resulta en el caso avalada mediante
la emisión del pasaporte que, con posterioridad a la tramitación del expediente
ha sido expedido por las autoridades de Guinea a dicho solicitante de asilo,
expedición contradictoria con el repetido tenor de persecución descrito por el
mismo.
CUARTO.- Se pretenden también en la demanda las "razones humanitarias" a
las que se refiere el artículo 17.2 de la Ley 5/1984 , en su redacción establecida
por la Ley 9/1994 . Esta pretensión (que además, en cualquier caso, no
determina la admisión a trámite o la concesión del derecho de asilo, sino que
solo autoriza la permanencia en España) tampoco puede ser acogida por esta
Sala pues, como ya hemos reiterado en múltiples ocasiones, la aplicación de
dichas razones humanitarias requiere la exposición de datos concretos que
acrediten en el caso enjuiciado una especial significación de la situación del
solicitante apreciada desde los valores de la solidaridad y la dignidad de la
persona. Dicho de otro modo, y como razona la Sentencia del Tribunal
Supremo de 16 de enero de 1990 , es precisa la revelación de unas
"circunstancias personales del solicitante de suficiente entidad cualitativa para
estimar su pretensión por causas humanitarias", circunstancias personales y
particularizadas que tampoco concurren en el presente supuesto".
SEGUNDO.- Contra esa sentencia ha formulado la parte actora recurso de
casación, en el que cita como infringidos, al amparo del artículo 95.4 -sic- de la
Ley Jurisdiccional , los artículos 3 y 17.2 de la Ley de Asilo en redacción dada
por Ley 9/94, el artículo 1.A.2 de la Convención de Ginebra , el artículo 24 de la
Constitución y el artículo 386 de la Ley de Enjuiciamiento Civil .
En primer lugar, el recurrente afirma que reúne todos los requisitos exigidos por
la Ley para tener derecho a la concesión del asilo. Alude a la conflictiva
situación sociopolítica de "Guinea Ecuatorial", que considera notoria y
acreditada por los informes de los organismos internacionales expertos en la
materia. Enfatiza la actuación de grupos guerrilleros en la zona fronteriza entre
Guinea Conakry y Liberia, donde, dice, vivía, llama la atención sobre el hecho
de que cuando pidió asilo era menor de edad, y alega que ha aportado indicios
suficientes de la veracidad de su relato y de la persecución que le llevó a huir
de su país.
En segundo lugar, alega que aun en el caso de no estimarse su pretensión de
reconocimiento del derecho al asilo, al menos debe declararse su derecho a
permanecer en España por razones humanitarias. Vuelve a referirse a la
situación de "Guinea Ecuatorial" y alude a los informes y resoluciones
expedidos por Autoridades españolas, donde se hace constar que, siendo
menor de edad, se encuentra perfectamente integrado en España y muestra
gran interés por aprender y valerse por sí mismo
TERCERO.- Hemos de partir de la base, reconocida por la Sala de instancia,
de que, efectivamente, el interesado es nacional de Guinea Conakry (en este
sentido, entendemos que las desafortunadas referencias a Guinea Ecuatorial
que contiene el recurso de casación no responden más que a un error material)
y que en determinadas zonas de ese país existe una conflictiva situación
sociopolítica. Ahora bien, aun partiendo, decimos, de esta base, hemos de
recordar que este Tribunal Supremo ha dicho reiteradamente, con unas u otras
palabras, que las situaciones de conflicto generalizado en el país de origen del
solicitante no dan lugar a la concesión de la condición de refugiado si no van
acompañadas del temor fundado a sufrir persecución personal por motivos de
raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones
políticas; y que aunque para la concesión del derecho de asilo no es necesaria,
ciertamente, una prueba plena de que el solicitante haya sufrido en su país de
origen persecución por alguno de aquellos motivos, sí es necesario, al menos,
que existan indicios suficientes de ello, pues de otro modo todo ciudadano de
un país en que se produzcan graves trastornos sociales, con muerte de
personas civiles y ausencia de protección de los derechos básicos del hombre,
tendría automáticamente derecho a la concesión del asilo, lo que no es, desde
luego, la finalidad de la institución.
Situados en esta perspectiva, ocurre que, como acertadamente pone de
manifiesto el Tribunal a quo, el relato del solicitante de asilo y ahora recurrente
en casación carece de utilidad a los efectos pretendidos, pues del mismo no se
desprende, en realidad, la existencia de una verdadera persecución protegible
contra él por motivos étnicos o políticos, sino un contexto general de conflicto
que afecta a la población de la zona de donde dice venir (la zona fronteriza
entre Guinea Conakry y Liberia), en el que se vió envuelto al igual que el resto
de los habitantes de la región
Por lo demás, tampoco se ha rebatido eficazmente la afirmación de la
Administración, corroborada por la Sala de instancia, de que pudo huir de esa
situación conflictiva desplazándose a otras zonas del mismo país del que dice
ser nacional donde esa situación de conflicto no existe.
CUARTO.- En cambio, vamos a estimar el recurso de casación desde la
perspectiva de la aplicación del artículo 17.2 de la Ley de Asilo 5/84 .
Haciendo uso, a estos efectos, de la facultad procesal del artículo 88.3 de la
Ley de la Jurisdicción, apreciamos que consta en el expediente (folio 1.8) que
en fecha 18 de febrero de 2002 se declaró la situación de desamparo y se
constituyó la tutela del aquí recurrente, como menor de edad, y la Comisión de
Tutela del Menor de la Comunidad de Madrid, reunida en sesión plenaria
celebrada el día 4 de abril de 2002, declaró que el aquí recurrente, "menor de
edad de origen guineano... sin familia que pueda asumir su cuidado... se
encuentra perfectamente integrado en la residencia con gran interés en
aprender e integrarse para valerse por sí mismo", confirmándose en
consecuencia la situación de desamparo y la tutela. Puestos estos datos (la
minoría de edad del interesado, su situación de desamparo y su positiva
integración social) en relación con el ciertamente complejo y difícil contexto
social y político de su país de origen, entendemos que concurren las
circunstancias que justifican la aplicación del citado artículo 17.2 de la Ley de
Asilo , y en consecuencia declarar su derecho a la permanencia en España por
razones humanitarias.
QUINTO.- Al declararse haber lugar al recurso de casación no procede hacer
condena en costas (artículo 139-2 de la Ley Jurisdiccional 29/98), ni existen
razones que aconsejen hacerla respecto de las de instancia.
Por todo ello, en nombre de S.M. el Rey y en el ejercicio de la potestad que,
emanada del pueblo español, nos concede la Constitución.
FALLAMOS
Que declaramos haber lugar al presente recurso de casación nº 1759/2005,
interpuesto por D. Millán contra la sentencia de la Sección Primera de la Sala
de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, de fecha 12 de
enero de 2005 , recaída en el recurso contencioso-administrativo nº 546/2003.
Y en consecuencia:
1º.- Revocamos dicha sentencia.
2º.- Estimamos en parte el recurso contencioso administrativo nº 546/2003,
formulado por D. Millán contra la resolución del Ministerio del Interior de fecha
13 de mayo de 2003, que le denegó el reconocimiento del derecho de asilo así
como la permanencia en España por razones humanitarias, resolución que
declaramos disconforme a Derecho en lo que respecta a la denegación de la
permanencia en España por razones humanitarias, y que anulamos en ese
extremo.
3º.- Reconocemos el derecho de D. Millán a permanecer en España por
razones humanitarias, con arreglo al artículo 17.2 de la Ley de Asilo 5/84 .
4º.- No hacemos condena ni en las costas de instancia ni en las de casación.
Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, , lo pronunciamos,
mandamos y firmamos
PUBLICACIÓN.Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Magistrado Ponente, Excmo.
Sr. D. Mariano de Oro-Pulido y López, estando constituida la Sala en Audiencia
Pública, de lo que certifico.
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