LA FILOSOFIA MEDIEVAL Y MODERNA

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INSTRUCCIÓN PARA LOS ESTUDIANTES
Deben hacer lectura de este texto y subrayar las palabras e ideas importantes para su
comprensión. Este documento es una síntesis que resalta lo más importante de la
filosofía en el medio evo (época del filósofo que investigó, por eso debe ser familiar
para usted) y de la filosofía moderna (por ello la información es breve y muy concreta
sin ampliar en autores)
Presente el documento debidamente impreso.
LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega, que había centrado su
reflexión en torno a la determinación del objeto, la filosofia medieval centrará su interés
en Dios. La filosofía helenística había dado una orientación práctica al saber,
dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo,
que habían colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo de los primeros siglos
de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas
irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que
competirán con los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía
manifestada por algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus
continuadores encontrarán en la filosofia, especialmente a partir del desarrollo del
neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para combatir otras religiones o
sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los
misterios revelados. Surge de ahí una asociación entre filosofía y cristianismo o, más
en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía
medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los judíos. El tema fundamental de
reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la comprensión e
interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc al conocimiento que se
pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede
renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón. La inicial sumisión de la razón
exigida por la fe, dejará paso a una mayor autonomía propugnada, entre otros, por
Santo Tomás de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la Escolástica, a la
reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofía
moderna.
LOS DOS FILÒSOFOS QUE REPRESENTAN EL MEDIEVO: SAN AGUSTIN Y
SANTO TOMAS
SAN AGUSTÍN DE HIPONA
Aurelio Agustín nació el año 354 d.c.en Tagaste, ciudad situada en la antigua provincia
romana de Numidia (conocida en la actualidad como Souk Ahras, en Argelia). Hijo de
Patricio, un pequeño propietario rural, y de Mónica, nació en el seno de la familia con
una posición económica desahogada, aunque no exenta de esporádicas dificultades
económicas, lo que le permitió acceder a una buena educación. Sus primeros estudios
los realizará en Tagaste, continuándolos, el año 365, en la cercana ciudad de Madaura
(aunque se verá obligado a interrumpirlos el año 369 por dificultades económicas); a
partir del año 370 estudiará en Cartago, dedicándose principalmente a la retórica y a la
filosofía, destacando de una manera especial en retórica, y encontrando dificultades
en el aprendizaje de la lengua griega, que nunca llegó a dominar.
Cristianismo y platonismo en Agustín de Hipona. La obra de San Agustín de Hipona
supone la primera gran síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. Aunque
inspirado por la fe, que se confunde con la razón, el pensamiento de San Agustín
dominará el panorama filosófico cristiano hasta la aparición de la filosofía tomista,
ejerciendo un influjo considerable en la práctica totalidad de pensadores cristianos
durante siglos.
La filosofía de Agustín: La razón y la fe. No hay una distinción clara entre razón y fe en
la obra de San Agustín, lo que marcará el discurrir de todo su pensamiento. Existe una
sola verdad, la revelada por la religión, y la razón puede contribuir a conocerla mejor.
"Cree para comprender", nos dice, en una clara expresión de predominio de la fe; sin
la creencia en los dogmas de la fe no podremos llegar a comprender la verdad, Dios y
todo lo creado por Dios (la sabiduría de los antiguos no sería para él más que
ignorancia); "comprende para creer", en clara alusión al papel subsidiario, pero
necesario, de la razón como instrumento de aclaración de la fe: la fe puede y debe
apoyarse en el discurso racional ya que, correctamente utilizado, no puede estar en
desacuerdo con la fe, afianzando el valor de ésta. Esta vinculación profunda entre la
razón y la fe será una característica de la filosofía cristiana posterior hasta la nueva
interpretación de la relación entre ambas aportada por santo Tomás de Aquino, y
supone una clara dependencia de la filosofía respecto a la teología.
Conocimiento Las ideas se encuentran en la mente de Dios. ¿Cómo se alcanza el
conocimiento de las ideas? Dado su alejamiento de lo sensible, realidad en la que se
encuentra el hombre, las ideas sólo se pueden conocer mediante una especial
iluminación que Dios concede al alma, a la actividad superior de la razón. El verdadero
conocimiento depende, pues, de la iluminación divina. ¿Cómo interpretar esta
iluminación? Según la llamada interpretación ontologista la iluminación significaría que
el alma contempla directamente las ideas o esencias en la mente divina, lo que
plantea problemas teológicos, dado que de alguna manera el alma contemplaría la
esencia divina.
Antropología y psicología El ser humano es un compuesto de cuerpo (materia) y alma
(forma). Por supuesto que la realidad más importante es el alma, dentro de la más
estricta tradición platónica, concibiendo el cuerpo como un mero instrumento del alma.
Dios El tema que más ocupa a San Agustín es el tema de Dios. Su filosofía es
predominantemente una teología, siendo Dios no sólo la verdad a la que aspira el
conocimiento sino el fin al que tiende la vida del hombre, que encuentra su razón de
ser en la beatitud, en la visión beatífica de Dios que alcanzarán los bienaventurados
en la otra vida, para cuya obtención será necesario el concurso de la gracia divina.
Ètica y polìtica En cuanto a la sociedad y la política, San Agustín expone sus
reflexiones en La ciudad de Dios. En esta obra San Agustín ensaya una explicación
histórica para los hechos que dieron lugar a la caìda de Roma partiendo de la
concepción de la historia como el resultado de la lucha de dos ciudades, la del Bien y
la del Mal, la de Dios y la terrenal, de la luz y de las tinieblas.
La ciudad de Dios la componen cuantos siguen su palabra, los creyentes; la terrenal,
los que no creen. Esa lucha continuará hasta el final de los tiempos, en que la ciudad
de Dios triunfará sobre la terrenal, apoyándose San Agustín en los textos sagrados del
Apocalipsis para defender su postura. De hecho, la oposición señalada será utilizada
posteriormente para defender la prioridad de la Iglesia sobre los poderes políticos,
exigiendo su sumisión, lo que ocurrirá en la alta edad media. Asegurada esa
dependencia, San Agustín aceptará que la sociedad es necesaria al individuo, aunque
no sea un bien perfecto; sus instituciones, como la familia, se derivan de la naturaleza
humana, siguiendo la teoría de la sociabilidad natural de Aristóteles, y el poder de los
gobernantes procede directamente de Dios.
TOMÀS DE AQUINO
Santo Tomás de Aquino nació en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el
año 1225, en el seno de una numerosa y noble familia italiana. Su padre, Landolfo,
descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el
emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti.
Recibió Tomás su primera educación, a partir de los cinco años, en la abadía de
Montecasino, de la que era abad su tío, permaneciendo en el monasterio hasta 1239,
cuando el emperador Federico II decretó la expulsión de los monjes. Allí realizó los
estudios ordinarios de gramática, latín, música, moral y religión.
Luego de una polémica actividad regresa a Nápoles el año 1272, con el encargo de
establecer una casa de estudios (studium generale), donde abandona totalmente su
actividad docente y de autor, encontrándose frecuentemente arrebatado por
experiencias místicas que le absorben por completo. Permanecerá allí hasta 1274,
muriendo en el transcurso del viaje iniciado ese año para dirigirse de Nápoles a Lyon,
donde iba a celebrarse un concilio convocado por el papa Gregorio X.
Cristianismo y aristotelismo en Tomás de Aquino La obra de Sto. Tomás de Aquino es
el resultado de la síntesis de la filosofía aristotélica con la tradición filosófica y
teológica del cristianismo y, en cuanto tal, representa el momento cumbre de la
Escolástica cristiana. Surgida en un entorno polémico, suscitado por el desarrollo del
averroismo latino, se irá, no obstante, imponiendo paulatinamente, hasta ser aceptada
por las altas jerarquías de la Iglesia.
La relación entre la razón y la fe Santo Tomás de Aquino, replantea la relación entre
la fe y la razón, dotando a ésta de una mayor autonomía.
Acepta el predominio de lo teológico sobre cualquier otra cuestión filosófica, así como
los elementos de la fe que deben ser considerados como imprescindibles en la
reflexión filosófica cristiana: el creacionismo, la inmortalidad del alma, las verdades
reveladas de la Biblia y los evangelios. Santo Tomás insiste en la existencia de una
única verdad, que puede ser conocida desde la razón y desde la fe.
Sin embargo, reconoce la independencia de esos dos campos, por lo que cada una de
ellas tendrá su objeto y método propio de conocimiento. La filosofía se ocupará del
conocimiento de las verdades naturales, que pueden ser alcanzadas por la luz natural
de la razón; y la teología se ocupará del conocimiento de las verdades reveladas, de
las verdades que sólo puede ser conocidas mediante la luz de la revelación divina.
Santo Tomás acepta la existencia de un terreno "común" a la filosofía y a la teología,
que vendría representado por los llamados "preámbulos" de la fe (la existencia y
unidad de Dios, por ejemplo). En ese terreno, la filosofía seguiría siendo un auxiliar útil
a la teología y, en ese sentido, Sto. Tomás se refiere a ella todavía como la "criada" de
la teología.
La existencia de Dios Sto Tomás afirma taxativamente que no es una verdad evidente
para la naturaleza humana, (para la razón,) por lo que, quienes la afirmen, deberán
probarla. Con ello pretende recalcar tanto la importancia del tema como la legitimidad
de solicitar una garantía de la razón, independientemente de lo que afirme la fe. Si la
existencia de Dios no es una verdad evidente para nosotros es necesario, pues, que
sea demostrada de un modo evidente para la razón, de un modo racional, en el que no
intervengan elementos de la Revelación o de la fe.
La demostración de la existencia de Dios En la "Suma Teológica", primera parte,
capítulos 2 y 3, encontramos formuladas las cinco pruebas tomistas de la
demostración de la existencia de Dios, (conocidas como las "cinco vías"), que se
exponen a continuación:
Primera vía - Movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo
que se mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una serie
infinita de causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no
movido por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.
Segunda vía - Eficiencia: nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden
ser causa de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir,
lo cual es imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas
eficiente, por lo que tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa
causa incausada es Dios.
Tercera vía - Contingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir,
que no son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno,
pero existen, por lo que deben tener su causa, pues, en un primer ser necesario , ya
que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser necesario
es Dios.
Cuarta vía - -Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los
seres de este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con
respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente
verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.
Quinta vía - -Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al
carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por
un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas
las cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese ser inteligente es Dios.
El ser humano
El alma se sigue concibiendo, pues, como principio vital y como principio de
conocimiento, pero se rechaza la interpretación platónica de la relación entre el alma y
el cuerpo, en el sentido de que Platón había atribuido al alma, y no al ser humano,
esas funciones vitales y cognoscitivas, mientras que la interpretación de santo Tomás
le llevará a atribuir esas funciones al "hombre": es el ser humano, el individuo, el que
vive y conoce, el que razona y entiende, el que imagina y siente. Todo ello es
imposible sin tener un cuerpo, por lo que éste ha de pertenecer al "hombre" con el
mismo derecho que le pertenece el alma.
LA FILOSOFÍA MODERNA
Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su
reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía
moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la
posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del
problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son muchos
los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y
político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que
han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la
filosofia renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la
Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán
nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas
terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera
platónica o aristotélica. De las abadías y monasterios la filosofía volverá a la ciudad;
de la glosa y el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia
de la razón.
El humanismo: El Renacimiento y la Edad Media
La primera dificultad que se plantea al hablar del Renacimiento es la de señalar con
precisión sus límites con respecto a la edad media. Al igual que ocurre con otras
clasificaciones históricas resulta difícil deslindar el final de una época y el comienzo de
otra, de tal modo que, dependiendo de los historiadores y de los lugares y factores que
toman en consideración, podemos considerar que el Renacimiento se desarrolla en los
siglos XV y XVI, haciendo avanzar a retroceder sus orígenes a lo largo del siglo XV en
función de las consideraciones que hayamos tomado en cuenta, y alargando su final
hasta bien entrado el siglo XVII, lo que supone un margen de imprecisión importante.
No menor dificultad representa la cuestión de determinar si el Renacimiento supone
una radical ruptura o una continuidad con respecto a la edad media. El desarrollo de la
burguesía, clase social impulsora de los ideales renacentistas, comienza en la edad
media, y va asociada al desarrollo del individualismo; la penetración de la filosofía
griega en occidente se había realizado ya a través de las escuelas de traductores
(Toledo, Vich, Nápoles, Palermo...) a lo largo de la edad media, especialmente durante
el siglo XIII, lo que supone un despertar "medieval" del retorno a los clásicos, que será
otra de las características clave del Renacimiento. Lo mismo ocurre con el desarrollo
de la ciencia, mediante la actividad de los medievales Ockham, Oresme y Buridano, a
lo que podemos añadir otros acontecimientos importantes que dejarán sentir su
influencia con posterioridad, como el descubrimiento de América o de la imprenta.
Caracteres generales del Humanismo y del Renacimiento
Las relaciones entre humanismo y Renacimiento se presentan bajo el aspecto de una
polémica: mientras que el humanismo se caracterizará por el retorno a la sabiduría
clásica, en el marco de una preocupación fundamentalmente de signo filológico y
teológico, el Renacimiento lo hará como impulsor del desarrollo de la ciencia. Así, el
Renacimiento, sin renunciar a los temas básicos del humanismo, le superará, al
desligar tales temas de la perspectiva teológica y enlazarlos con el pensamiento
científico
Caracteres del humanismo
Uno de los rasgos distintivos más conocidos y destacados del humanismo es su
interés por lo "antiguo", por lo clásico, interés en el que predomina el punto de vista de
la investigación filológica. Este interés provoca el desarrollo de la perspectiva histórica
en el acercamiento a otra cultura, por que se puede afirmar que con el humanismo se
consolida la historicidad como clave del pensamiento europeo.
A diferencia de lo que ocurría en la edad media, donde el hombre era considerado
fundamentalmente desde una perspectiva teológica, los humanistas valorarán el
hombre desde una perspectiva mundana, no-divina, es decir, el hombre será visto
como un ser natural e histórico. La religión, aparte de su función redentora, es
considerada ante todo en su función civil. Así, tanto la religión como la tolerancia
religiosa son instrumentos válidos para asegurar el ideal de la paz civil. La creencia en
la unidad última de todas las religiones es afirmada, consecuentemente, desde esta
caracterización.
Caracteres del Renacimiento
El ideal común de este período viene definido por la esperanza de un renacer del ser
humano a una vida verdaderamente "humana", mediante el recurso a las artes, las
ciencias, la investigación... poniendo de manifiesto la consideración del ser humano
como ser natural, en oposición a la consideración medieval del ser humano como serpara-Dios.
El retorno a los antiguos significa no sólo la recuperación de su obra, sino
fundamentalmente el retorno al principio, a los orígenes de la vida humana, cultural,
del ser humano. Volver al principio no significa volver a Dios, sino precisamente al
terreno del hombre y del mundo humano. De ahí la valoración del pensamiento
filosófico pre-cristiano. El retorno significa, además, una conquista. La vuelta a los
orígenes, al principio, conlleva la conquista de la personalidad humana. El que este
retorno se efectúa mediante las artes y las ciencias, y no mediante experiencias
místicas interiores, por ejemplo, significa una búsqueda de la objetividad. En efecto,
sólo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre frente a la
naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condición humana.
Por lo mismo, el hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que
supone una exaltación de la libertad individual tanto en el orden teológico como el
orden cultural y social.
Características filosóficas
Una de las características más notables del Renacimiento es el antropocentrismo, lo
que supone una valoración no sólo de la personalidad del ser humano, sino también
de su individualidad.
También el naturalismo irá asociado al desarrollo del Renacimiento. Se destacan los
aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales. Es algo de lo que
encuentran los renacentistas que "vuelven" a Aristóteles: la separación del universo y
de Dios y la exaltación de la naturaleza; al igual que los que se "vuelven" hacia Platón,
buscando una religiosidad natural y la exaltación del hombre y de su libertad (el
hombre no es malo, es ignorante, no necesita, pues, la gracia divina para su
redención).
El Renacimiento supone pues el renacer del espíritu de libertad de un ser humano que
se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.
COMENTARIO SOBRE FILOSOFÌA MODERNA
Hasta el siglo XV la filosofía fue, durante toda la Edad Media, un instrumento que se
subordinó al dogma religioso.
El Renacimiento, momento cultural que se caracteriza por la vuelta del hombre sobre
si mismo y por el espíritu de la antigüedad clásica; revaloriza el conocimiento racional
como método para aprehender el mundo físico, y le abre las puertas al empirismo y al
racionalismo.
Son dos estilos filosóficos que se proponen darle a la filosofía un marco racional que
no se oponga a los datos de la experiencia, como las demás ciencias.
La Edad Moderna, que es el período comprendido desde la toma de Constantinopla en
1453, hasta principios de la Revolución Francesa en 1789 y comienzos de la
revolución industrial, se caracteriza por el surgimiento y desarrollo de las ciencias
físicas y naturales y es entonces cuando la filosofía se centra en el problema
delconocimiento.
El representante más importante de la filosofía moderna es René Descartes(15951650), quien es considerado su fundador.
La filosofía de Descartes es un método para llegar al conocimiento y representa el
ingreso al idealismo filosófico.
Este método consiste en dudar de todo para llegar a una verdad de la cual no se
pueda dudar. Para Descartes, el yo que duda, por lo tanto, es lo único de lo que se
puede estar seguro que existe.
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