Garantías de la obligación o tutela del crédito

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Universidad Hispanoamericana
Sede Llorente
Facultad de derecho
Curso:
Derecho de obligaciones
2006
El crédito es uno de los grandes pilares de la economÃ−a mundial. La cantidad u magnitud de las
operaciones crediticias mueve dinámicamente los capitales, y permite la creació0n de riqueza y de
desarrollo en los pueblos.
Es por eso, que el hombre desde hace mucho tiempo ha buscado la manera de proteger, de salvaguardar los
intereses de aquéllos que ponen su capital o bienes ociosas, a disposición de otro, es por eso que creó:
LAS GARANTIAS DE LA OBLIGACION O TUTELA DEL CRÃ DITO
Las garantÃ−as de la obligación son medios de tutela y son un conjunto de facultades y acciones que el
ordenamiento jurÃ−dico atribuye al acreedor para exigir su interés en la relación obligatoria. Cuando ese
interés (medios de tutela defensiva) se ha visto insatisfecha total o parcialmente, o cuando existe el peligro
de que la infracción pueda producirse (medios de tutela preventiva).
Considerando lo dicho por el Art. 981 del Código Civil -“Todos los bienes que constituyen el patrimonio de
una persona responden al pago de sus deudas. Sin embargo, las cláusulas de inembargabilidad son válidas
cuando hubieren sido impuestas en los términos y condiciones del artÃ−culo 292.”-, puede haber tres tipos
de medidas:
1.- Medidas de garantÃ−a: Pueden ser personales (aval bancario) y reales (hipoteca).
2.- Medidas conservativas: Pretenden evitar que disminuya el patrimonio al deudor para que pueda hacerse
cargo del crédito.
3.- Medidas ejecutivas: Pretenden realizar (liquidar) el patrimonio del deudor en caso de insolvencia.
Acción Oblicua, Indirecta o Subrogatoria
En cuanto a su naturaleza jurÃ−dica, recogida en los ArtÃ−culos 715, 716, 717, 718 del Código Civil. Se
parte del siempre obligado supuesto de que por inacción o connivencia, el titular de un derecho deja de
recamar lo que le pertenece legÃ−timamente, perjudicando a su acreedor, por lo que la ley le confiere a éste
la facultad de hacer vales éstos derechos y acciones, cuando aquél descuidare o rehusare ejercitarlos.
O sea, la acción subrogatoria es un recurso que concede la ley al acreedor que no tenga otro medio para
hacer efectivo su crédito, para ejercitar los derechos y acciones no utilizados por el deudor cuando no sean
inherentes a su persona. También se llama indirecta porque el acreedor no llega a dirigirse a los terceros
directamente, sino sólo a través de su deudor.
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La doctrina da distintos puntos de vista o teorÃ−as:
1.- Representación del deudor a través del acreedor, es una representación en la que el representante
actúa en su propio interés.
2.- La acción subrogatoria es una sustitución para exigir el pago.
3.- Sustitución procesal para hacer valer un derecho por parte de una persona que no es su titular.
Requisitos para su ejercicio:
1.- La persona que la ejercite, que tenga un derecho de crédito contra el deudor.
2.- Que el acreedor tenga interés en ejercitar el derecho o acción del deudor como medio para realizar su
propio crédito, esta acción es un recurso subsidiario y no puede ejercitarse cuando en el patrimonio del
deudor hay bienes suficientes para satisfacer la obligación.
3.- Han de tratarse de derechos que no sean inherentes al deudor, es decir, que no se trate de derechos
personalÃ−simos.
4.- Que el deudor se encuentre en un estado de insolvencia - no tiene que ser declarada judicial ni
voluntariamente -, en el cual sus pasivos patrimoniales son superiores a sus activos.
Posibilidades de ejercicio de la acción:
1.- Inscribir inmueble por información posesoria. Arts. 853 y 854 CC.
2.- Hacer ingresar al patrimonio cualquier otro derecho real que pertenezca al deudor, basándose en el Art.
259 CC.
3.- Llevar a cabo actos reivindicatorios a nombre de su deudor. Arts. 320 y 321 CC.
4.- Pedir resolución de venta efectuada por su deudor, y que no le haya sido cancelado el precio debido,
según Art. 1087, relacionado con el Art. 692 CC.
5.- Establecer la acción cuanti minoris de su deudor establecidos por los Arts. Del 1078 al 1081 CC.
6.- Todas aquellas acciones que tengan como única finalidad la conservación del patrimonio del accionado,
tales como prever juicios irreparables, interrumpir la prescripción negativa que corre en contra de éste, o
evitar la sentencia interponiendo la excepción de prescripción a favor del deudor; impedir la deserción que
afecte al deudor por medio de su impulso procesal, asÃ− como solicitar se declare la misma a favor de éste.
En todas ésta últimas puede actuar vicariamente, sin necesidad de autorización judicial, y aunque su
crédito no sea exigible.
Proceso de la acción:
Acá se pondrán en ejercicio los derechos del deudor accionado por parte de del acreedor accionante, en
contra de un tercero que pudiese tener algún tipo de pretensión sobre los bienes del accionado, sean
arrendar, comprar o embargar.
El acreedor hace la solicitud al juez, el cual notifica al deudor no para que se oponga a éste proceso, sino
para que se abstenga de descargarse de su obligación pagándole a la persona que le debe en forma directa.
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Efectos:
1.- Acreedor puede ejercitar totalmente la acción del deudor, sin perjuicio de devolver al deudor lo sobrante
un vez satisfecho su crédito.
2.- El ejercicio de esta acción por un acreedor aprovecha a los demás acreedores. Cuando el acreedor
obtiene autorización para actuar, no adquiere preferencia sobre los demás acreedores, sino que actúa con
una especie de poder especial conferido por el juez, y con la única finalidad de que no se disminuya el activo
perseguible, lo que es lo mismo decir, que una vez que esos bienes ha ingresado al patrimonio del accionado
por parte del accionante, cualquier otro acreedor puede aprovecharse y proceder a embargar esos bienes en su
beneficio. Sin embargo, el acreedor actuante puede ejercitarla a su favor exclusivo mediante un embargo de
los bienes.
3.- El deudor demandado puede cursar en su defensa las excepciones que ejercitarÃ−a si le demandase su
verdadero acreedor.
4.- El deudor demandado puede oponer todas las excepciones que tenga contra el acreedor sustituido, ya que
éste actúa representado por el accionante. Entonces, si hubiese una sentencia contraria a las pretensiones
del accionante; condenatoria en costas, le tocará asumirlas al deudor accionado.
Revocación Judicial o Acción Pauliana
Esta es una acción sui generis, inventada por el pretor Paulus, sin vinculación a otras acciones hasta
entonces reconocidas en la legislación romana, y dotada desde su establecimiento de efectos propios.
El Edicto Pauliano confrontó una situación aun no regulada y en la que estaban comprometidos los
intereses de tres categorÃ−as de personas, a saber: el deudor, cuya responsabilidad por el incumplimiento de
sus obligaciones se trataba de hacer efectiva sobre su patrimonio, en vez de su persona; los acreedores que ya
estaban dotados por la Lex Poetelia Papiria y por el Edicto Rutiliano de una garantÃ−a general sobre ese
patrimonio del deudor; y los terceros que pudieran contratar con el deudor o beneficiarse de sus actos, con
perjuicio a los acreedores, como quiera que la mencionada garantÃ−a a favor de éstos no privaba al deudor
de de la administración de sus bienes. Este conflicto de intereses fue resuelto por el pretor Paulus, creando la
acción revocatoria de los actos fraudulentos del deudor, mediante la cual tales actos se reputaban no
celebrados (ut perinde sint omnia adque si nihil gestum sit) frente al acreedor o acreedores que ejercieran la
acción y hasta la concurrencia de sus créditos
Podemos entenderla como la facultad que otorga el ordenamiento civil al acreedor para solicitar al juez que se
declare la ineficacia del acto de disposición que pone en peligro el cumplimiento de la obligación por parte
del deudor, sin que sea necesario que éste haya actuado fraudulentamente, y sólo hasta por el monto que
garantice el cumplimiento de la obligación. Esto está contemplado dentro del Art. 1111 del Código Civil
De ésta definición se desprende que lo que se busca con la acción pauliana no es en realidad la
revocación del acto, sino más bien que se proclame su ineficacia. Al declararse ineficaz el negocio
jurÃ−dico es imponible al acreedor demandante.
Asimismo, el acto de disposición realizado entre el deudor y el adquiriente es válido y eficaz, y podrá este
último exigir la restitución del importe utilizado para el crédito.
CaracterÃ−sticas:
A.- Es la facultad establecida en el ordenamiento civil que tienen los acreedores para garantizar el
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cumplimiento de la obligación por parte del deudor.
B.- Sólo beneficia al acreedor que ejercita la acción.
C.- Declarado ineficaz el acto de disposición por el juez competente, se convierte en inoponible para el
acreedor accionante.
D.- Se interpone excepcionalmente, sólo cuando la obligación del deudor no está suficientemente
garantizada.
E.- El fin de la interposición de la acción por parte del acreedor no persigue el cobro del crédito, sino que
el deudor no disminuya su patrimonio para poder cumplir con la prestación al acreedor.
F.- La acción se dirige contra el deudor y el adquiriente.
G.- Para interponer la acción, el actor de disposición debe ser susceptible de ser valorado
económicamente.
Requisitos para su ejercicio:
1.- Debe preexistir una obligación entre el acreedor y el deudor respecto del acto de disposición realizado
por el deudor.
2.- Que haya una disminución o empobrecimiento real del patrimonio del deudor, a tal punto, que no sea
capaz de poder solventar su obligación con el acreedor. (A pesar de que la norma no lo solicite
expresamente)
3.- Existencia de perjuicio para el acreedor.
4.- Conocimiento del deudor de su insolvencia. (La cual debe probarse Art. 886 CC; y debe de ser
consecuencia de la actuación entre el deudor y el tercero adquiriente, no posteriores al acto)
5.- Complicidad del tercer adquiriente. (Actualmente no se considera esto como totalmente necesario)
Lo anterior era de acuerdo a la jurisprudencia romana, pero en la actualidad, se concentran todas en estos dos
supuestos para que proceda la acción:
a.- Fraude del deudor. (Elemento subjetivo)
b.- Perjuicio del acreedor (Elemento objetivo). Para que éste exista debe de:
• Ocasionar una disminución de la garantÃ−a afectada al acreedor.
• Perjudicar sustancialmente la exigibilidad del crédito.
La doctrina mayoritaria considera que la acción pauliana es de naturaleza personal. AsÃ−, Josserand afirma
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que "la acción pauliana entra en la categorÃ−a de las acciones personales: sin duda sus resultados pueden
repercutir sobre los terceros, los adquirientes o los subadquirientes, y por tal razón pensaron los autores ver
en ella una acción real. Pero quien la ejerce es, por hipótesis, un acreedor; está provista de un derecho
personal. Ahora bien, no se concibe que un derecho de crédito sea sancionado por una acción real".
De acuerdo con lo expuesto, en que la acción pauliana es personal, pues su finalidad de declarar la ineficacia
del acto de disposición realizada por el deudor puede afectar derechos personales y no reales. No se trata de
despojar al adquiriente del bien sino que sea declarado inoponible frente al accionante.
Posibilidades de ejercicio de la acción:
1.- Actos a tÃ−tulo gratuito, tales como: donaciones, herencias (sea no aceptarlas, o rechazarlas)
2.- Actos onerosos, como hacer donativos, pagar las obligaciones con otro acreedor posterior al que acciona,
etc.
Oportunidad para instaurar la acción o prescripción:
La acción paulina es una acción individual que compete a cualquier acreedor frente a actos fraudulentos del
deudor, realizados antes de la iniciación contra este de un proceso de concurso voluntario o forzoso, a que
debe ser ejercida dentro de los 5 años a partir de la fecha del acto, de acuerdo al numeral 849 CC.
Sujetos la Acción:
A.- Pasivos: el deudor y el tercero adquiriente. Este último, si adquiere de mala fe, deberá de indemnizar
por los daños y perjuicios al acreedor accionante, si los bienes pasasen a un subadquiriente de buena fe, o se
hubiesen perdido.
B.- Activo: el acreedor accionante. Puede perseguir no sólo los bienes en manos del adquiriente, sino
también de los restantes subadquirientes que también hayan adquirido a sabiendas de la naturaleza y
calidades de los bienes.
Los efectos de la revocación judicial o acción pauliana
1.- Queda sin efecto el acto jurÃ−dico entre deudor y el tercero.
2.- Una vez vueltos los bienes al patrimonio del deudor, el acreedor accionante -en exclusiva- podrá plantear
la ejecución de su crédito mediante el embargo de los bienes del accionado.
3.- poder rematar dichos bienes, y asÃ− con el producto resultante del remate, el juez haga la liquidación de
la obligación incumplida.
4.- Pago de daños y perjuicios si el bien pereciera, o pasara a manos de un tercero adquiriente de buena fe,
por parte del deudor hacia el acreedor.
5.- Si el tercero adquiriente actuó de mala fe, y traspasa a otro que lo hace de buena fe, tanto él como el
deudor deberán de hacer frente al pago de indemnizaciones al acreedor. En éste caso sÃ− cabe el
resarcimiento, ya que al tercero no se le ha demostrado insolvencia alguna.
6.- Si es dada con lugar la acción pauliana en una donación, el bien donado no regresa al patrimonio del
donante, sino que el accionante promueve su acción ejecutoria, aunque el bien siga en manos del donatario.
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La acción directa
Es aquella en que la ley concede al acreedor la posibilidad de dirigirse en su propio nombre, deudor y hacerse
directamente pago de su crédito con que era debido a este. (El acreedor puede dirigirse a los deudores de su
acreedor sin pasar por el deudor).
El CC recoge algunos supuestos de acción directa como por ejemplo el Articulo 1597 : Los que ponen su
trabajo y materiales en una obra ajustada alzadamente por el contratista, no tienen acción contra el dueño
de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a aquél cuando se hace la reclamación. Otro ejemplo es el
Articulo 1722 CC : En los casos comprendidos en los dos números del articulo anterior puede además el
mandante dirigir su acción contra el sustituto.
Acción directa
Acción subrogatoria
Pertenece al ámbito de la tutela conservatoria del
Forma parte de la tutela satisfactiva del
crédito ya que tiende a mantener indemne el patrimonio
crédito por su carácter netamente ejecutivo.
del deudor como prenda común de los acreedores.
Solo beneficia al acreedor demandante y en la
Beneficia a todos los acreedores.
medida de su crédito.
Persigue la percepción del bien por parte del Tiene por objeto el ingreso del bien debido al patrimonio
acreedor accionante a cuyo patrimonio ingresa. del deudor.
Solo se ejerce por el importe del crédito del
Se ejerce por la totalidad del crédito que el deudor
actor hasta el monto de la deuda que pesa sobre
principal tiene contra su deudor.
el tercero contra su deudor.
La Acción de Simulación
En todo acto jurÃ−dico existen dos elementos: la voluntad de los agentes (elemento interno) y la declaración
o exteriorización de esa voluntad (elemento externo). Pero puede ocurrir que un acto, al exteriorizarse, se
bifurque en dos declaraciones distintas (teorÃ−a monista de la simulación) o, si se quiere, que los agentes
celebren dos actos distintos (teorÃ−a dualista). Sea de ello lo que fuere, la simulación consiste en que una de
las declaraciones del acto único o uno de los dos actos aparente ante terceros un negocio jurÃ−dico, al paso
que la otra declaración o acto se dirige a restarle toda eficacia entre las partes a la declaración o acto
aparente, o a configurar otro negocio distinto. Si lo primero, o sea, si la declaración o acto oculto hace
totalmente ineficaz la declaración o acto aparente, la simulación se dice absoluta. Si lo segundo, la
simulación es relativa y entre las partes debe prevalecer la declaración o acto oculto, como cuando una
donación se ha disfrazado con el ropaje de la compraventa.
Clases de simulación:
• Absoluta: Cuando detrás del acto ficticio no existe ningún acto en realidad.
• Relativa: Cuando el acto simulado encubre a otro acto jurÃ−dico que las partes quieren ocultar. (hacer
pasar un acto por otro, poner cláusulas o datas no verdaderas, poner testaferros, etc.)
Requisitos:
• Acuerdo entre las partes, o sea que manifiesten su voluntad ficticia.
• Discordancia intencional, que el yerro haya sido producto del dolo, no del error.
• Intención de engañar. Este engaño debe de causar daño o perjuicio a terceros de o cometer un
ilÃ−cito.
CaracterÃ−sticas:
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• Declarativa:
• Prescriptible.
• Personal. La acción se lleva en contra de las personas que concurren para hacer la simulación - que
es el origen del desaguisado -, no contra un derecho real.
• Directa: los acreedores cuentan con una acción especÃ−fica para proteger sus derechos a nombre
propio, sin necesidad de recurrir a alguna otra.
• Universal. Debe de demandarse a todos los participantes del acto aparente, ya que en sentencia se
pronunciará contra todos ellos.
• Indivisible. Por atacar el acto ficticio en su totalidad, y no puede declararse inexistente en una parte, y
no en otra.
Requisitos para ejercer la acción:
• Ser titular de un derecho subjetivo.
• Que haya perjuicio derivado de la simulación
Legitimados para ejercerla:
• Contratantes, representantes y herederos.
• Terceros interesados. Ya que la nulidad absoluta puede alegarse vicariamente.
Efectos para las partes:
En lo relativo a las partes (actores de la representación ficticia), el acto jurÃ−dico simulado no produce
efecto jurÃ−dico alguno. El acto es inexistente como tal por la falta de consentimiento de los contrayentes,
pues ya se ha visto que el acuerdo de voluntades es requisito esencial de los actos jurÃ−dicos, sin embargo, el
legislador no lo sanciona con nulidad. En este caso, las partes están unidas por los términos de su acuerdo
secreto, el cual tiene plenos efectos, es decir, su existencia es real porque tiene un concierto de voluntades.
Prueba de la Simulación:
Se distingue de las pruebas que deben suministrar las partes que han celebrado un negocio simulado y, las que
deben suministrar los terceros que la alegan:
• La prueba que deben suministrar las partes. Estas no tienen libertad de presentar pruebas cuando el negocio
aparente no consta en un escrito. Si el negocio simulado consta por escrito (escritura pública, documento
privado), el contratante que ejerza la acción de simulación debe acreditar el negocio secreto mediante un
escrito o mediante confesión de otro. Entre las partes no se pueden probar por testigos los negocios
simulados por escrito, pues se requiere un escrito o principio de prueba por escrito (se puede contemplar
con testigos, indicios) o al confesión armónica de ambos contratantes.
• Si el negocio simulado consta por escrito, las partes pueden recurrir a toda clase de pruebas, incluyendo la
de testigos. Prueba de terceros. Es necesario considerar quienes son los terceros y que clase de pruebas
pueden presentar. En general, son terceros en al simulación los extraños al negocio simulado, es decir,
los que no celebraron y participaron en el.
• Todos los medios probatorios están al alcance de los terceros. La prueba de los testigos la iniciaran las
confesiones; uno de los principales indicios de la simulación de un contrato oneroso es la falta de recursos
económicos de una de las contratantes. AsÃ−, en la compra-venta, el no tener el comprador con que pagar
el precio es indicio de que es un acto de venta simulado.
La simulación debe ser declarada
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La simulación en cualquier de sus dos formas, debe ser declarada judicialmente, al cabo de un proceso en
que se establezca su concurrencia. Si esta declaración es de Simulación Absoluta, el acto queda privado de
toda eficacia; y si aquella es de Simulación Relativa, prevalecen los efectos de la declaración o acto
aparente e incompatible con aquellos, como la obligación de pagar el precio de la compraventa que encubre
la donación.
En consecuencia, por estos caminos la declaración judicial de simulación de los actos jurÃ−dicos
también se erige en modo indirecto de extinguir las obligaciones
Condonación o remisión de la deuda.
Consiste en el perdón total o parcial de la deuda por el acreedor. En la medida en que implica la renuncia al
derecho de crédito y una atribución gratuita a favor del deudor, de efectos parecidos a una donación, la
remisión está sometida a los lÃ−mites generales que la Ley impone a la renuncia de derechos y a las
donaciones, de tal manera que la misma no podrá ser contraria al interés o al orden público, ni podrá
perjudicar a terceros (p. Ej., los acreedores y legitimarios del acreedor que realiza la condonación).
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