Borja Prado, Presidente de Endesa 19 de mayo de 2014 Señoras y señores accionistas, muy buenos días a todos: Un año más cumplo con el grato deber de intervenir en la Junta General de Accionistas de nuestra compañía para hacer balance de las actividades realizadas e informar de los resultados conseguidos en el último ejercicio fiscal; y con la intención de compartir con todos Ustedes mis reflexiones sobre la situación actual y los retos del futuro a los que se enfrenta Endesa. Antes de nada, quiero, como siempre, agradecer la presencia y la participación de todos Ustedes en este evento anual que pese a su carácter ordinario va jalonando los hitos de nuestra particular historia corporativa. Quiero agradecer su presencia a los señores Don Rodolfo Martín Villa y Don Manuel Pizarro, presidentes de honor de Endesa, que, sin más motivo que la lealtad y el cariño, siguen compartiendo con nosotros su experiencia y sabiduría. Y también quiero agradecer de manera especial la presencia de colegas, directivos, empleados y amigos que, un año más, nos acompañan en este momento de reflexión y balance corporativo. ¡Muchas gracias a todos! Saben Ustedes que, para una empresa como esta, todos los ejercicios son importantes y todos los años dejan elementos esenciales para el devenir de nuestra pequeña historia. Quizás por ello, no sirva simplemente con decir que el pasado 2013, y lo que llevamos del presente 2014, son ejercicios importantes y que están dejando elementos relevantes para la historia de Endesa. Si pudiera decirse, yo diría que estos momentos que atravesamos son algo más que trascendentales o decisivos. Como parte esencial de esta etapa, debo señalar que durante los últimos 5 años, esta empresa ha tenido el privilegio de contar con el trabajo, la colaboración, el conocimiento y la inteligencia del Doctor Fulvio Conti, vicepresidente de Endesa, consejero delegado y director general de Enel y persona sin la cual nuestro presente y nuestro futuro sería distinto. Y, me atrevo a afirmar que, seguramente, sería peor. Hace 7 años, Fulvio tuvo la visión, la voluntad y la fuerza para trasformar un momento complicado de Endesa en una oportunidad múltiple... Y son ese tipo de transformaciones las que caracterizan a los grandes empresarios y directivos. Gracias a la visión y a la determinación de Fulvio, hoy Endesa juega en la liga de los grandes grupos integrados de electricidad y gas a nivel mundial. Ni puedo -¡ni quiero!- eludir mi sentimiento de cordialidad y afecto personal hacia Fulvio, pero les aseguro que el reconocimiento de su aportación profesional y el agradecimiento que estimo que Endesa debe profesarle, sobrepasa incluso mis sentimientos personales. Por todo ello, les propongo que, por esta vez, rompamos la solemnidad propia de una reunión formal como es la Junta General de Accionistas, para brindar un gran aplauso al Doctor Conti. ¡¡Muchas gracias Fulvio!! Que nadie confunda nuestro balance tan positivo de la aportación de nuestro querido vicepresidente con el desánimo. Si algo caracteriza la manera de trabajar del Doctor Conti es saber mantener siempre al equipo en perfecto estado de revista... Endesa sigue contando con el mejor equipo directivo, sigue disponiendo de todos los elementos necesarios para el éxito de la empresa, por complicados que sean los momentos, y mantiene intactas las sinergias estratégicas y operativas que se derivan de su pertenencia al Grupo Enel. Francesco Starache será nombrado próximamente nuevo consejero delegado y director general del Grupo Enel. Me consta que ya ha empezado a trabajar en los planes estratégicos del grupo Enel y podemos estar seguros de que en esta nueva etapa vamos a seguir contando, como hasta ahora, con el máximo apoyo y la más leal colaboración del principal accionista de la compañía. Pasando a hacer balance del ejercicio 2013 tengo la obligación de afirmar que el entorno económico y regulatorio en nuestro mercado principal ha sido y sigue siendo adverso, sin querer que esto suene como simple retórica quejica y alarmista. El entorno económico ha provocado que en 2013, la demanda eléctrica peninsular registrara una disminución del 2,2%, acumulando así tres descensos anuales consecutivos y volviendo a niveles de hace nueve años. Nunca antes, desde que existen estadísticas globales de la industria eléctrica española, se habían experimentado tres años consecutivos de descenso del consumo eléctrico. Por su lado, las medidas regulatorias aprobadas por el Gobierno en 2012 y 2013 han tenido un impacto negativo recurrente sobre el EBITDA de la compañía de 1.329 millones de euros. Se dice pronto, pero lo repito para que se entienda: hemos perdido de nuestra cuenta de resultados 1.329 millones de euros anuales… es decir, 110 millones de euros al mes; 25,5 millones cada semana; 3,6 millones de euros todos y cada uno de los días. Como consecuencia de esta situación, las principales magnitudes de nuestro negocio en España y Portugal experimentaron descensos significativos, con caídas del 14% en el EBITDA, del 17% en el beneficio neto, del 7% en los ingresos y del 10% en la producción. No obstante, esta compañía está reaccionando como es su obligación. Podemos ser optimistas porque, en su momento, en Endesa se tomaron las decisiones de diversificación adecuadas, y porque las que ahora toma el equipo directivo encabezado por nuestro consejero delegado, Andrea Brentán, también son acertadas. Podemos seguir siendo optimistas porque mediante mejoras operativas, Endesa ha reducido en España los costes fijos en 142 millones de euros y ha invertido 604 millones de euros para asegurar el mantenimiento adecuado y la seguridad en nuestras instalaciones. Podemos seguir siendo optimistas porque el contexto macroeconómico de los mercados latinoamericanos en los que estamos presentes ha propiciado crecimientos de la demanda de energía eléctrica de entre un 3,2% en Colombia y un 5,9% en Chile; y mejoras del 7% en el EBITDA y del 13% en el beneficio neto. Además de todo ello, hemos reducido la deuda en 4.492 millones de euros, reforzando nuestra reconocida solidez financiera. En definitiva, podemos seguir siendo optimistas porque, gracias al acierto estratégico y a la capacidad de reacción y adaptación del equipo directivo, en 2013 la compañía ha generado 4.900 millones de euros de flujo de caja, prácticamente la misma cifra que en 2012. No quiero que nadie se confunda: haber logrado mantener esta cifra de cash flow no quiere decir que no haya pasado nada… ¡Todo lo contrario! Han pasado cosas que han hecho mella en esta compañía; han pasado cosas que han obligado a un esfuerzo y una exigencia extraordinarias, difícilmente repetibles, que se acercan al límite de lo razonable; han ocurrido cosas que han provocado un estricto ajuste de las inversiones hasta lo necesario y una disciplina financiera que resulta dolorosa para todos. Sin embargo, ¡Endesa está muy viva! Las dificultades también nos fortalecen y nos hacen crecer en otras direcciones. Un buen ejemplo de ello ha sido la culminación, en los primeros meses del año 2013, de la ampliación de capital de Enersis que se cerró con pleno éxito el 28 de marzo del pasado año por un importe total de 4.562 millones de euros. En su momento, dijimos que esta operación nos permitiría mantener nuestra capacidad de crecimiento en la región y aprovechar las oportunidades. Y así ha sido. Desde entonces hemos incrementado en un 15% nuestra participación en la distribuidora brasileña Coelce mediante una oferta pública de compra acciones que culminó el pasado día 17 de febrero. Hace apenas unas semanas, hemos invertido 309 millones de euros para adquirir el 50% que nos faltaba de la empresa chilena Gas Atacama. Y el pasado 30 de abril, anunciamos la compra de un 21% adicional de nuestra generadora peruana Edegel para alcanzar una participación efectiva del 59%. Todas estas operaciones van a incrementar, de manera significativa, nuestra capacidad de creación de valor y rentabilidad en los mercados latinoamericanos. En paralelo, hemos desinvertido en activos no estratégicos, como el 12% de Medgaz y el 20% que manteníamos en Endesa Gas. Y como la vida continua, Endesa tiene la obligación de rentabilizar la inversión de sus accionistas. El año pasado, en un ejercicio de responsabilidad y siendo coherentes con nuestra política de dividendos, ajustamos la retribución al accionista a la situación de incertidumbre económica y regulatoria en algunos de nuestros principales mercados. Con la misma responsabilidad y coherencia, después de un año sin repartir dividendos, el consejo de administración acordó distribuir un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio 2013 por un importe bruto de 1,5 euros por acción, pago que se hizo efectivo el día 2 de enero de 2014. Esta decisión será ratificada en la presente Junta. Sin entrar en discusiones académicas, es evidente que la recuperación de la actividad económica en España está en marcha. Del extranjero nos llegan buenas vibraciones como la acelerada caída de la prima de riesgo; el incremento de las inversiones financieras, inmobiliarias e industriales; la fortaleza de nuestras exportaciones y un ilusionante interés mundial por nuestro país y nuestra economía. Pero también, dentro de España, se están advirtiendo síntomas tan representativos como la subida de la recaudación fiscal, el cambio de tendencia en significativos indicadores de actividad económica y, lo más importante, la creación de empleo. Desde aquí felicitamos al Gobierno por el éxito de su política ortodoxa; y le sugerimos, le pedimos y le animamos a que mantenga el espíritu reformista que es la mejor garantía para la continuidad y el reforzamiento de la recuperación de nuestra economía. En los tres primeros meses del año, de acuerdo con los resultados presentados hace pocos días a los mercados, hemos logrado estabilizar los resultados en la península y pudimos celebrar una mejora del 3,6% en el beneficio neto, gracias a los continuados esfuerzos en reducción de costes. Sin embargo, el continuado impacto de las reformas en España unido a algunas circunstancias coyunturales en Latinoamérica como las sequías, la parada de la central de Bocamina y la devaluación de las divisas en Latinoamérica, han provocado una reducción de nuestro beneficio neto consolidado del 6% comparado con el primer trimestre de 2013. Por desgracia, no vemos la necesidad de variar sustancialmente el diagnóstico que hemos mantenido hasta ahora con respecto a la situación regulatoria y a lo acontecido en los últimos meses. Al contrario, los hechos nos dan la razón. Siempre hemos reconocido que el reto era muy difícil y que la crisis hacía aún más complicada su solución, pero esta comprensión no nos puede llevar a pensar que se haya acertado con las medidas aplicadas. La denominada Reforma Energética no se ha concretado en un plan de medidas, ordenado, coherente, previsible y orientado a resolver los desequilibrios del modelo regulatorio existente. Por el contrario, se ha ido desgranando a través de una sucesión interminable de normas legales de muy diverso alcance y naturaleza que, en lugar de focalizarse sobre los auténticos factores que generan problemas en el sector, se han centrado de manera prioritaria en reducir la retribución de las actividades eléctricas. Había otras vías para solucionar los problemas existentes. Y, aunque no se reconozca, lo cierto es que las empresas eléctricas en general, y Endesa en particular, hemos tratado de aportar argumentos y propuestas para resolverlos. En ocasiones, hemos sido críticos, pero siempre hemos intentado hacerlo de manera razonada, con voluntad constructiva y con el deseo de mantener unas relaciones permanentes de lealtad, confianza y buen diálogo con la Administración. Nuestro empeño ha estado siempre orientado a mejorar la competitividad y la eficiencia del sistema eléctrico español, a través de un incremento de sus niveles de liberalización. Cosa distinta es que hayamos sido escuchados… Nuestra actitud constructiva no ha cambiado. Ni cambiará. Seguimos dispuestos a aportar soluciones. Y nada nos gustaría más que encontrar la misma voluntad de diálogo en nuestros interlocutores. Personalmente, no tengo ninguna duda de la utilidad del diálogo. Los hechos prueban que, en las contadas ocasiones en las que hemos sido escuchados, las medidas aplicadas han terminado siendo más razonables, aun cuando no las compartiéramos en su totalidad. Quedan todavía pendientes aspectos relevantes de la regulación del sistema eléctrico español y, es posible que otros que ya han sido abordados, puedan tener que ser revisados. Para todo ello, nuestra mano sigue estando tendida, siempre sobre la base de considerar que el futuro del sector eléctrico en España pasa inexorablemente por una mayor liberalización. En todo caso, la relevancia de los retos regulatorios en España, aunque condicionan buena parte de nuestra gestión, no pueden ser nuestro único foco de atención. Hemos de ser capaces de persistir en el mismo espíritu de eficiencia que nos ha permitido afrontar un difícil entorno que mantiene, como antes he dicho, sus rasgos esenciales. En España y Portugal, nuestro empeño seguirá centrado en la protección de la rentabilidad de nuestro negocio, a través de sucesivos esfuerzos de optimización de costes, de inversiones acordes con ese entorno y del mantenimiento de nuestra solidez financiera. Por lo que se refiere a Latinoamérica, seguiremos consolidando el liderazgo de la compañía a través de las oportunidades de crecimiento que ofrece la estabilidad del entorno macroeconómico y regulatorio de la región, apalancándonos en los recursos obtenidos a través de la ampliación de capital de Enersis. Y tanto en un continente como en el otro, mantendremos presente la necesidad de integrar en la estrategia los esfuerzos para contribuir al establecimiento de un nuevo modelo energético más sostenible, en el que la eficiencia, la innovación y la focalización en las necesidades de los clientes y de las comunidades sean los ejes esenciales. Partimos para ello de bases consolidadas y con gran margen de desarrollo, como prueban los avances protagonizados en campos tan diversos como el transporte eléctrico, la telegestión, las smartcities, el alumbrado eficiente, la lucha contra el cambio climático o los productos y servicios de valor añadido. En todos ellos mantenemos posiciones de incuestionable liderazgo. Son avances que no se fundamentan en conceptos abstractos, sino que tienen los nombres y apellidos de los miles de empleados, accionistas, colaboradores y clientes que siguen apostando por este gran proyecto empresarial y que lo hacen posible día a día. Todos ellos merecen reconocimiento, agradecimiento y respeto. Por ello, en estos momentos tan difíciles, en los que nos sentimos capaces de afrontar retos muy exigentes sin desfallecer, me parece de justicia destacar el esfuerzo de las casi 23.000 personas que forman parte de nuestra plantilla. Un equipo que en España ha salido fortalecido tras la firma en 2013 de un Convenio Colectivo que da continuidad al clima de diálogo que siempre ha presidido el ambiente laboral de nuestra empresa. Y que en Latinoamérica da prueba, todos los días, de entusiasmo y voluntad de superación. En esta empresa somos un equipo personas que hemos demostrado y seguimos demostrando que sabemos afrontar los retos con espíritu deportivo. Un equipo que no nos arrugamos ante ningún desafío y que nos levantamos cada mañana con la ambición de que Endesa sea mejor, cada día, para dar cumplida respuesta a los accionistas, clientes y demás grupos de interés que prestan su apoyo y confían en esta gran empresa y en el Grupo del que formamos parte. Muchas gracias.