El primer homínido europeo vivió en Burgos hace 1,2 millones de

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El primer homínido europeo vivió en Burgos hace 1,2 millones de
años
Una mandíbula descubierta en Atapuerca permite identificar la
primera especie humana que evolucionó en Europa a partir de
ancestros africanos.
El primer homínido europeo vivió en la sierra de Atapuerca (Burgos)
hace 1,2 millones de años. Descendía de unos africanos que habían
abandonado su continente natal por Oriente Próximo y se habían
asentado en Dmanisi (Georgia), a las puertas de Europa, hace 1,7
millones de años, pero era ya diferente a ellos. En su largo viaje
hacia el extremo occidental del continente, había cambiado hasta
convertirse en otra especie, la primera genuinamente europea. Es lo
que han concluido los investigadores de Atapuerca del estudio de una
mandíbula descubierta en la sierra burgalesa. El fósil aúna
características de los homínidos de Georgia y de 'Homo antecessor', y
protagoniza hoy la portada de la revista 'Nature'.
Los científicos que excavan en el nivel TE9 de la Sima del Elefante,
uno de los yacimientos ubicados en la trinchera abierta para un
ferrocarril minero a finales del siglo XIX, encontraron el 30 de junio
de 2007 una mandíbula humana asociada a útiles de sílex Las
herramientas, un total de 32, son muy sencillas y fueron utilizadas
por los primitivos habitantes de la sierra de Atapuerca para
aprovechar la carne de algunos grandes herbívoros, como
demuestran las marcas que dejaron sobre varios huesos.
Los investigadores recurrieron a tres métodos diferentes para fechar
los restos humanos: el paleomagnetismo, la biocronología y la
geocronología. Los polos magnéticos terrestres se invierten
periódicamente y la orientación de cada momento queda grabada en
las rocas que se forman en ese periodo. El paleomagnetismo reveló
que los niveles entre TE7 y TE16 de la Sima del Elefante se
depositaron en la época conocida como Matuyama, entre hace
780.000 y 1.780.000 años, cuando la polaridad era inversa y las
brújulas apuntarían al Sur. Los restos de mamíferos -un mustélido y
varios roedores de diferentes especies- databan de un máximo de
hace 1,4 millones de años. Y la concentración de aluminio y berilio en
el cuarzo apuntaba a 1,2 millones de años. La mandíbula de TE9 es,
por tanto, el resto humano más antiguo encontrado en Europa.
«El fósil corresponde a la parte delantera de la mandíbula, donde está
el mentón. Es muy interesante porque la parte anterior recuerda a la
de los homínidos de Georgia y la posterior a la de algunos de Asia, e
incluso a nosotros. Provisionalmente, lo hemos asignado a la especie
'H. antecessor'», explica el paleontólogo José María Bermúdez de
Castro, codirector de las excavaciones y director del Centro Nacional
de Investigación sobre la Evolución Humana. Él y sus colegas
defienden en 'Nature' que esa mezcla de características es una
prueba de que evolucionó en Europa a partir de los homínidos de
Dmanisi y que, por tanto, estamos ante la primera especie humana
propiamente europea.
En su opinión, todas las evidencias sugieren un evento de especiación
en el extremo más occidental de Eurasia, que habría originado el
linaje de 'H. antecessor', cuyos restos primeros restos se
descubrieron en Atapuerca en 1994 en el nivel TD6 de Gran Dolina.
«Hemos encontrado la primera especie europea, de la que es posible
que luego derivaran H. heidelbergensis' y los neandertales», indica
Eudald Carbonell, codirector de los trabajos y director del Instituto
Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social.
Más ancho
Aunque poco puede decirse a partir sólo de una mandíbula, Juan
Luis Arsuaga, el tercero de los directores del proyecto y director del
Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos,
adelanta que el primer europeo «tendría nuestra estatura, sería más
ancho que nosotros -característica que se atribuye a todos los
humanos arcaicos- y su capacidad craneal rondaría los 1.000
centímetros cúbicos, frente a los 1.400 de nuestra especie». Para él,
estamos ante un fósil «primitivo, pero fino»; y no hay por qué
descartar que se encuentre en nuestro linaje, ya que «nosotros y los
neandertales tenemos un antepasado común». La inclusión de 'H.
antecessor' entre nuestros antepasados directos no la comparte, sin
embargo, Bermúdez de Castro.
Arsuaga, Bermúdez de Castro y Carbonell plantearon en 1997 un
posible escenario evolutivo según el cual 'H. antecessor' llegó de
África a Europa, donde habría dado lugar con el tiempo a los
neandertales. Pero, como no todos los 'H. antecessor' habrían
abandonado el continente negro, entre los descendientes de los que
se quedaron en África habríamos aparecido nosotros, los 'H. sapiens'.
Bermúdez considera que la demostración de que 'H. antecessor'
evolucionó en Europa invalida esa hipótesis y que, «aunque puede
haber continuidad entre esta especie y los neandertales, no podemos
descartar que en medio llegaran nuevos emigrantes».
La nueva mandíbula de Atapuerca responde a la pregunta de cuál fue
la primera especie de homínido europea, pero plantea nuevas
incógnitas sobre nuestro origen a las que habrá que responder con
futuros hallazgos. Una de ellas es si se trata de un fósil de 'H.
antecessor' o de una especie anterior. «En mi carta a los Reyes voy a
pedir una mandíbula inferior en TD6 de Gran Dolina», indica
Bermúdez de Castro. La razón es que así podrá compararla con la de
la Sima del Elefante y determinar si se trata de la misma especie o
no.
El linaje europeo
Pase lo que pase, Carbonell lo tiene claro: «En Atapuerca, tenemos el
árbol evolutivo de los homínidos europeos». El último millón de años
de la evolución de los homínidos en Europa está escrito en la sierra
burgalesa, con la excepción, todavía, de los neandertales,
descendientes de los 'H. heidelbergensis' y de los cuales aún no se
ha encontrado ni rastro en Atapuerca.
«Ahora me queda encontrar neandertales», bromea el arqueólogo
catalán, quien, como sus colegas, no descarta que la ocupación
humana de lo que hoy es Burgos se remonte todavía más atrás en el
tiempo. Él, Bermúdez y Arsuaga creen que es posible que hubiera
humanos en la Península hace 1,5 millones de años, y saben que el
libro que hay escrito en forma de restos en el subsuelo de Atapuerca
no acabará de leerse hasta dentro de décadas.
«La Sima del Elefante es un yacimiento que en realidad pertenece a
las futuras generaciones. No hemos hecho más que rascar en la
sección cortada por la trinchera. Hemos limpiado un poco y excavado
el equivalente a un despacho» explica Arsuaga, para quien, pese al
hallazgo de útiles hace tres años en niveles parecidos, sólo ahora
queda zanjada la cuestión de la primera ocupación de Europa
occidental. «Puede haber discusiones sobre si las piezas de sílex son
o no restos de talla. Por eso, para convencer al personal, no hay nada
como una buena mandíbula. Para probar la presencia humana, no
hay nada como un buen fósil».
Mucho más es lo que queda por recuperar de la Trinchera del
Ferrocarril que lo que se ha sacado a la luz. «Vamos escribiendo la
historia de Europa a partir de lo que encontramos. Tenemos que ser
humildes porque apenas sabemos nada», quería dejar claro
Bermúdez de Castro ayer, cuando Atapuerca volvía a primer plano de
la ciencia mundial. «Estamos muy contentos. Es un gran éxito de la
ciencia de este país», decía ayer Carbonell.
Fuente: Luis Alfonso Gámez, Ideal.es. 26 de marzo de 2008
(2) Los hallazgos de Atapuerca revolucionan las teorías sobre
los primeros pobladores
Arsuaga afirma que «descendemos directamente» de la especie
aparecida. Las herramientas halladas junto al fósil descarta que los
restos sean africanos.
Los últimos descubrimientos arqueopaleontológicos en Atapuerca
implican una nueva mirada a la hora de reconstruir los orígenes de la
humanidad, sobre todo por la relevancia de los fósiles aparecidos en
torno al pleistoceno medio. «Los restos óseos de hace 1,2
millones de años suponen una revolución de las teorías sobre
los primeros pobladores de Europa», afirmó el paleoantropólogo
Juan Luis Arsuaga. «Estamos hablando de un descendiente
directo».
Los tres codirectores del yacimiento de la Sierra de Burgos, Juan Luis
Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell,
coincidieron en afirmar que la mandíbula hallada en la última
campaña de excavaciones corresponde a un antepasado del hombre.
Después de treinta años de trabajo consideraron que el yacimiento
arqueológico de Atapuerca, declarado por la Unesco en el año 2000
Patrimonio de la Humanidad, es el proyecto más importante del
mundo en el estudio sobre la evolución.
Antepasado del 'Homo'
El codirector de Atapuerca, Juan Luís Arsuaga, situó el fósil
descubierto en la Sima del Elefante entre la especie Antecessor,
siendo un antepasado directo del Homo actual. «Todos deseamos que
la especie que hemos encontrado sea antepasada directa, no un tío
abuelo». Para Arsuaga la conclusión es rotunda: «El Homo Anteccesor
de esta mandíbula es el mejor candidato para ser nuestro antepasado
directo de hace un millón de años. Al filo del millón de años no hay
mejor candidato para ser no un pariente lejano, no un tío abuelo, sino
el antepasado directo, el padre de nuestro padre, o el padre de
nuestro padre de nuestro padre».
José María Bermúdez de Castro confirmó que son los restos
homínidos más antiguos hallados hasta la fecha en Europa, lo que
descarta una de las teorías barajadas por los expertos, según la cual
los pobladores del viejo continente llegaron de África a través del
corredor de Palestina: «El Homo Antecessor, en principio, no tendría
un origen africano, sería una especie genuinamente europea»,
subrayó el investigador, quien añadió que «ahora lo que tenemos que
averiguar es cuál es su destino». Y se preguntó: «¿Fue el origen de
los neardentales y de las poblaciones modernas? La respuesta
deja todas las posibilidades abiertas, aunque esa línea es
clave: Sigue siendo una hipótesis que hay que contrastar».
Esta hipótesis está reforzada por la industria lítica hallada junto al
fósil. Según el arqueólogo Eudald Carbonell son herramientas talladas
bajo el modo europeo, mientras que hace un millón 200.000 años los
homínidos africanos habían evolucionado hacia otro modo de
fabricación de útiles. «Si este homínido procediera directamente
del continente africano parece obvio que esta tecnología la
hubiera traído y aportado a Europa y Asia. Hasta este
momento no tenemos pruebas que este homínido esté
asociado a las hachas de mano».
Evolución lineal
Bermúdez de Castro consideró que en la península Ibérica se ha
descubierto la primera especie genuinamente europea, formada a
partir de la salida de homínidos del continente africano hace 2
millones de años. Los expertos estiman que la evolución humana no
se produjo de manera lineal, sino muy ramificada, con la previsible
coexistencia de más de una especie simultáneamente.
No obstante, admitieron que se trata de un proceso muy complejo
que será esclarecido en el futuro, sobre todo si siguen apareciendo
fósiles y restos arqueológicos en los yacimientos españoles y en
distintos puntos de Europa, en la línea de los resultados de 2007.
Los trabajos de temporadas anteriores habían proporcionado
instrumentos líticos de sílex y caliza, así como numerosos huesos de
animales: aves y pequeños mamíferos, en particular carnívoros.
Fuente: José M. Francisco / La Voz Digital.es, 28 de marzo de 2008
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