QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 35 Y 105 DE LA

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QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 35 Y 105 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, Y 62 DE LA LEY REGLAMENTARIA DE
LAS FRACCIONES I Y II DEL ARTÍCULO 105 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A CARGO DEL DIPUTADO JAIME
FERNANDO CÁRDENAS GRACIA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PT
El suscrito, Jaime Fernando Cárdenas Gracia, diputado federal a la LXI Legislatura del
Congreso de la Unión, integrante del grupo parlamentario del Partido del Trabajo, con
fundamento en los artículos 71 fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a consideración del Pleno de la
honorable Cámara de Diputados la siguiente iniciativa con proyecto de decreto por el que
se adiciona la fracción VI al artículo 35 y se adiciona un inciso h) a la fracción II del
artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y se adiciona un
párrafo segundo al artículo 62, recorriéndose los subsecuentes, de la Ley Reglamentaria de
las Fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Exposición de Motivos
El ejercicio auténtico de control al poder político, se puede considerar como una de las
características que determina si un Estado es verdaderamente democrático o no. Una vía
para ejercer ese control del poder político a través de los propios ciudadanos, es la acción
de inconstitucionalidad popular.
En principio, la acción de inconstitucionalidad es un procedimiento por el cual se alega una
contradicción entre una norma impugnada y una de la propia Constitución. Entre los más
importantes rasgos característicos de este medio de control constitucional, se encuentran los
siguientes:
1) Es un mecanismo procesal.
2) Se deriva de la Constitución, por tanto, es un mecanismo constitucional.
3) La legitimación activa pueden ejercitarla: a) todas las personas (acción popular),
b) cualquier persona que sea nacional del país (cuasi-popular), c) grupo de órganos
u fracciones de órganos previstos por la Constitución (se puede tratar de fracciones
parlamentarias minoritarias)
4) La legitimación pasiva, que se refiere a los órganos que aprobaron o en su caso,
promulgaron también la norma cuestionada.1
En específico, la acción de inconstitucionalidad popular se considera popular porque la
puede ejercer todo ciudadano interesado en ello y, en función de esta posibilidad es que
tiene un carácter democrático, pues se convierte en una especie de mecanismo de
democracia participativa. En la acción popular de inconstitucionalidad, el ciudadano tiene
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legitimación plena para presentarse a demandar la inconstitucionalidad de alguna ley o
norma general ante el tribunal constitucional correspondiente.
Las acciones de inconstitucionalidad popular se presentan con el objetivo de que el tribunal
que ejerce el control de constitucionalidad de un país, determine si un acto normativo es
violatorio de los derechos constitucionales –en especial sobre los derechos económicos,
sociales, culturales, colectivos, entre otros.
Desde un concepto surgido de la doctrina constitucional, también se podrá "considerar la
acción de inconstitucionalidad como un derecho subjetivo de la persona humana (sujeto
activo) frente al poder político (sujeto pasivo)".2
Este recurso de control de la inconstitucionalidad tiene ya larga vida en algunos países de
América Latina. Uno de los más emblemáticos al respecto, es Colombia. Es este país el que
le presenta al mundo el primer antecedente de control de constitucionalidad ciudadano en
1811 en la Constitución de la Provincia de Cundinamarca, en su artículo 9° del Título I, el
cual disponía: "Habrá un Senado de Censura y Protección, compuesto de un Presidente, que
lo será el vicepresidente de la Representación Nacional, y cuatro miembros, para sostener
esta Constitución y los derechos del pueblo a fin de que de oficio o requerido por cualquier
ciudadano, reclame cualquiera infracción u usurpación de todos o cada uno de los tres
poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial que sea contra el tenor de la Constitución". Un
siglo más tarde, en 1910 y con una nueva regulación constitucional, Colombia ratifica en su
Constitución Política la voluntad de fortalecer la acción de inconstitucionalidad popular; en
su artículo 41, a la letra decía: "la exequibilidad de los actos administrativos que hayan sido
objetados como inconstitucionales por el gobierno, o sobre todas las leyes o decretos
acusados ante ella por cualquier ciudadano como inconstitucionales, previa audiencia del
procurador general de la Nación". Actualmente, a partir de la nueva Constitución
colombiana de 1991, se reconoce en el artículo 40 que tiene el derecho "todo ciudadano
(…) a participar en (el) control político" y que para hacer efectivo este derecho puede "(…)
interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley."
También algunos países más, incorporaron la figura de acción popular de
inconstitucionalidad desde temprano: Venezuela en 1858; Panamá en la Constitución de
1941, y El Salvador en 1950.
Actualmente la Constitución de Panamá establece en el artículo 203 en su primer párrafo, la
siguiente formulación jurídica de la acción popular de inconstitucionalidad:
"Artículo 203. La Corte Suprema de Justicia tendrá, entre sus atribuciones
constitucionales y legales, las siguientes:
1. La guarda de la integridad de la Constitución para lo cual la Corte en pleno
conocerá y decidirá, con audiencia del procurador general de la Nación o del
procurador de la Administración, sobre la inconstitucionalidad de la Leyes,
decretos, acuerdos, resoluciones y demás actos que por razones de fondo o de forma
impugne ante ella cualquier persona. Cuando en un proceso público el
funcionario encargado de impartir justicia advirtiere o se lo advirtiere alguna de las
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partes que la disposición legal o reglamentaria aplicable al caso es inconstitucional,
someterá la cuestión al conocimiento del pleno de la Corte, salvo que la disposición
haya sido objeto de pronunciamiento por parte de ésta, y continuará el curso del
negocio hasta colocarlo en estado de decidir".
Conocida también como acción pública de inconstitucionalidad, en nuestro país éste tipo de
acción no se encuentra incorporada al sistema jurídico nacional. Solo tienen derecho a
promover la acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
los siguientes actores: 1) el procurador general de la República, 2) los partidos políticos y
3) el 33% cuando menos, de los integrantes del órgano legislativo que haya expedido la
norma. Lo anterior nos indica que nuestro sistema jurídico está adoleciendo de mejores
mecanismos judiciales para que la ciudadanía común defienda efectivamente sus derechos.
En su momento el connotado jurista austriaco Hans Kelsen, señaló la importancia de la
acción de inconstitucionalidad de carácter popular y así se refirió a ella: "ciertamente la
mayor garantía sería la de establecer un actio populares; el tribunal debería examinar la
regularidad de los actos sujetos a su jurisdicción, en particular las leyes y reglamentos, ante
la demanda de cualquiera. De este modo, el interés político en la eliminación de los actos
irregulares vendrían sin duda satisfecho del modo más pleno".3
Como bien expresó Kelsen, la demanda de cualquiera ante la posible inconstitucionalidad
de leyes y reglamentos y, aún más, de todo acto normativo, sería la mayor garantía de que
se exige y vigila por parte de la sociedad, el buen control de la constitucionalidad. La puerta
del Poder Judicial debe permanecer abierta a los ciudadanos todos. Entre más participación
de los ciudadanos en el control de la constitucionalidad, más posibilidades existen de que se
vigile con eficacia el cumplimiento de las normas constitucionales de un Estado.
En síntesis, dos son las características más importantes de esta acción popular de
inconstitucionalidad, a saber: 1) es una acción abstracta, para ejercerla no se requiere
demostrar interés jurídico alguno, es decir, no se necesita demostrar agravio personal y
directo; 2) es una acción que se ejercita para salvaguardar el principio de supremacía
constitucional, el principio de validez y el principio de jerarquía normativa, con la finalidad
de que las normas legales e inferiores sean conformes con la Carta Magna.
Por ello, proponemos que en México se incorpore la figura de acción de
inconstitucionalidad popular tanto en la Constitución Política Mexicana, como en la Ley
Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 constitucional, para que cualquier
ciudadano pueda presentar demandas de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, órgano máximo encargado del control constitucional en nuestro país.
Esta iniciativa de reforma, en suma, propone que el ciudadano tenga la prerrogativa de
presentar demandas de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
para ello se plantea adicionar una fracción VI al artículo 35 y en el artículo 105 adicionar el
inciso h) de la fracción II, para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pueda
conocer de dichas demandas de inconstitucionalidad popular. Por su parte, en la ley
secundaria, es decir, en el artículo 62 de la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del
artículo 105 se reconoce como parte demandante al ciudadano mexicano que presente una
demanda de inconstitucionalidad en contra de normas generales. Así, la legitimación activa
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la tendrá el ciudadano, es decir, será el sujeto activo del derecho político y humano
consistente en presentar demandas de inconstitucionalidad ante el órgano de control
constitucional y, en ese sentido, podrá acceder a la justicia en todo momento, con el objeto
de restablecer la supremacía de la Constitución frente a los demás actos normativos. Lo
anterior, pretende hacer prevalecer, por encima de todo, el orden constitucional.
Finalmente, reiteramos: necesitamos un poder judicial de puertas abiertas a la ciudadanía y
una de las vías para lograrlo, entre otras, consiste en el reconocimiento jurídico
constitucional de la acción de inconstitucionalidad popular.
Por todo lo anterior, someto a su consideración el siguiente proyecto de
Decreto por el que se adiciona la fracción VI al artículo 35 y se adiciona un inciso h) a
la fracción II del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; y se adiciona un párrafo segundo al artículo 62, recorriéndose los
subsecuentes, de la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Artículo Primero. Se adiciona la fracción VI al artículo 35 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos para quedar en los siguientes términos:
Artículo 35. Son prerrogativas del ciudadano:
I. a V. …
VI. Presentar demandas de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.
Artículo Segundo. Se adiciona un inciso h) a la fracción II del artículo 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para quedar en los siguientes
términos:
Artículo 105. La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los términos que
señale la ley reglamentaria, de los asuntos siguientes:
I. …
a) a k)…
II. De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible
contradicción entre una norma de carácter general y esta Constitución.
Las acciones de inconstitucionalidad podrán ejercitarse, dentro de los treinta días
naturales siguientes a la fecha de publicación de la norma, por:
a) a g)…
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h) Cualquier ciudadano(a) mexicano(a).
Artículo Tercero. Se adiciona un párrafo segundo al artículo 62, recorriéndose los
subsecuentes, de la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Artículo 62. En los casos previstos en los incisos a), b), d) y e) de la fracción II del artículo
105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la demanda en que se
ejercite la acción deberá estar firmada por cuando menos el treinta y tres por ciento de los
integrantes de los correspondientes órganos legislativos.
Se considerará parte demandante, en los términos del inciso h) de la fracción II del
artículo 105 constitucional, al ciudadano mexicano que presente una demanda de
inconstitucionalidad en contra de normas generales.
…
...
Transitorio
Primero. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario
Oficial de la Federación.
Notas
1. Brage Camazano, Joaquín, La acción abstracta de inconstitucionalidad, México, Instituto de
Investigaciones Jurídicas-UNAM, 2005, pp. 2-6.
2. Cantor, Ernesto Rey, "Acción popular de inconstitucionalidad", en Revista Iberoamericana de Derecho
Procesal Constitucional, No. 1-2003, México, Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal ConstitucionalPorrúa, julio 2003, pp. 117-128.
3. Citado en "Acción popular de inconstitucionalidad", ibídem, p. 120.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 23 de marzo de 2010.
Diputado Jaime F. Cárdenas Gracia (rúbrica)
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