AUTOS: “A - cargomentel

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CAMARA FEDERAL DE APELACIONES CON ASIENTO EN LA
CIUDAD CAPITAL DEL PROVICIA DE CÓRDOBA
PROT. 68-SALA A- FOLIO 147/150
SENT. Nº 842
AUTOS: “A.F.I.P. C/ SOCIEDAD ANÓNIMA TRANSPORTADORA
ALTA GRACIA- SATAG- Ejec. Fiscal”.En la Ciudad de Córdoba a los quince días del mes de mayo de dos
mil tres, reunida en Acuerdo la Sala “A” de la Excma. Cámara
Federal de Apelaciones de la Cuarta Circunscripción Judicial, para
dictar sentencia en estos autos caratulados: “A.F.I.P. C/ Sociedad
Anónima Transportadora Alta Gracia- SATAG- Ejec. Fiscal”.“(Expte. Nº 753-A-03), venidos a conocimiento del Tribunal en virtud
del recurso de apelación interpuesto por la parte demandada en
contra de la resolución dictada por el señor Juez de Primera
Instancia Titular del Juzgado Federal Nº 1, obrante a fs. 41/46, y en
la que ha decidido: “/// doba, 25 de octubre de dos mil dos.…RESUELVO: 1º) Rechazar las defensas incoadas por la
demandada y, en consecuencia, hacer lugar a la acción ejecutiva
articulada por la AFIP (DGI) en contra de la Sociedad Anónima
Transportadora Alta Gracia SATAG, mandando llevar adelante la
ejecución fiscal por la suma reclamada ( $ 59.004,31), con más los
intereses correspondientes. 2º) Imponer las costas a la demandada,
fijando los honorarios de los Dres. Gabriel Romero Reyna, Nora
María Armesto y María Inés Freites, en la suma de PESOS TRES
MIL SETECIENTOS DIECISIETE ($ 3.717) en conjunto y proporción
de Ley, y los del Dr. Oscar Aliaga, letrado apoderado de la
demandada, se regulan en la suma de PESOS DOS MIL
CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CINCO ($2.455) conf. arts.
6,7,8,9,10,40 y conc. Ley 21.839 t.o.. Protocolícese y hágase saber.
FDO.: RICARDO BUSTOS FIERRO. JUEZ FEDERAL”.-
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Puestos los autos a resolución de la Sala, los señores Jueces
emiten sus votos en el siguiente orden: GUSTAVO BECERRA
FERRER- HUMBERTO J. ALIAGA YOFRE-IGNACIO MARIA VELEZ
FUNES.
El señor Juez doctor don GUSTAVO BECERRA
FERRER, dijo:
I.- Vienen estas actuaciones a conocimiento y decisión de
esta Sala, con motivo del recurso de apelación presentado por la
ejecutada en contra de la Resolución de fs. 41/46 que dispuso
rechazar
las
defensas
incoadas
por
la
demandada
y
en
consecuencia, hace lugar a la acción entablada, mandando llevar
adelante la ejecución.
A fs. 52/54 vta. obra el escrito de expresión de agravios y a fs.
57/58 vta. su contestación.
II.- Analizadas detenidamente las constancias de autos, soy
de la opinión que el recurso interpuesto ha sido mal concedido por el
A quo. En efecto, el art. 92 de la citada Ley referido al proceso de
ejecución fiscal, en su parte pertinente dispone que “…La sentencia
de ejecución será inapelable, quedando a salvo el derecho de la
Administración Federal de Ingresos Públicos de librar nuevo título de
deuda y del ejecutado de repetir por la vía establecida en el art. 81
de esta ley…”.
En el presente caso, la sentencia recurrida es justamente la
sentencia de ejecución, que previo a haber tratado y desestimado
una defensa de inconstitucionalidad y otra de inhabilidad de título
ordenó llevar adelante el cobro de deuda. Y no visualizo que existan
razones atendibles para apartarme de la expresa solución legal, por
el hecho de que una de las defensas involucradas haya sido un
planteo de inconstitucionalidad del trámite de la causa. Por lo tanto,
mal
puede
aceptarse
que
a
través
de
un
planteo
de
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inconstitucionalidad se desvirtúe la inapelabilidad de la sentencia de
ejecución.
Cabe
traer
a
colación,
conforme
la
señala
doctrina
especializada, que la jurisprudencia ha convalidado la disposición
comentada, declarando que ella no lesiona por sí la garantía del art.
18 de la CN., aún cuando estén involucradas en el proceso
cuestiones
constitucionales
(conf.
GIULIANI
FONROUGE-
NAVARIANE “Procedimiento Tributario y de la Seguridad Social”,
Depalma, Buenos Aires, 1999, pág. 498, con cita de la Cám. Nac.
Fed., Sala Cont. Adm. IV, 28-11-91 “Fisco Nacional c/ Sol Petróleo
S.A.; 17/3/92 “ Fisco Nacional c/ Tenatex Argentina S.A.; Periódico
Económico Tributario, La Ley, año I, nº 12).
III.- Corresponde asimismo poner de resalto, que esta Sala se
ha pronunciado en numerosas oportunidades sobre la cuestión
constitucional que aquí se ventila, pero con motivo de recursos de
apelación contra resoluciones judiciales que no han consistido
estrictamente
en
sentencias
de
ejecución
(Ver
“A.F.I.P.
c/
Hemodinámica Río Cuarto S.R.L.- Ejecución Fiscal” ( Prot. 55,Fº
132/137, Sec. II); “A.F.I.P.. c/ Gribaudo, Adolfo Claudio Mateoejecución Fiscal” ( Prot. 55,Fº 138/143, Sec. II); “Fisco Nacional/
A.F.I.P.- D.G.I.) c/ Papelera Angel Zopetti- Ejecución Fiscal ( Prot. 58
Fº 84/87, Sec. II); “A.F.I.P. c/ Paillier, Susana Beatriz- Ejecución
Fiscal”, (Prot. 287, Fº 172/175, Sec. I); “A.F.I.P. (D.G.I.) c/ Moroni,
Juan Carlos- Ejecución Fiscal” (Prot. 285 Fº 124/ 128 Sec. I);
“A.F.I.P. (D.G.I) c/ Mengo, Segundo- Ejecución Fiscal” (Prot. 285, Fº
185/187, Sec. I); A.F.I.P c/ González, Florentina Teodora- Ejecución
Fiscal” ( Prot. 287, Fº 178/81, Sec. I), puesto que en relación a
aquellas los jueces inferiores actúan como tribunales de única
instancia, siendo la sentencia de ejecución sólo susceptible de ser
recurrida por vía del Recurso Extraordinario ante nuestro más Alto
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Tribunal ( conf. CSJN, 19/8/99 “Dirección General Impositiva c/
Cirilo, Vicente y otros”, D.J. 2000-2-378).
IV.- A mayor abundamiento, repárese que en el último punto
de su escrito de apelación, pretende además el quejoso reeditar la
discusión sobre la tasa de interés aplicada, cuyo tratamiento deviene
absolutamente improcedente en esta instancia. Por lo tanto, debe
declararse mal concedido el recurso de apelación interpuesto, con
costas. ASI VOTO.
El Señor Juez, Doctor don HUMBERTO J. ALIAGA
YOFRE, dijo:
I- Llegan los presentes autos a esta instancia en virtud del
recurso de apelación interpuesto a fs. 49 por la parte demanda, en
contra de la resolución obrante a fs.41/46, que rechaza el planteo
de inconstitucionalidad de los arts. 92, 95, 97 y 98 de la ley 11.683,
modificada por ley 25.239 interpuesto por su parte y ordena llevar
adelante la ejecución fiscal en cuestión. El escrito de expresión de
agravios corre agregado a fs. 52/54 vta.
II.- Analizadas detenidamente las constancias arrimadas, me
permito disentir con la solución propuesta por el Sr. Vocal
preopinante, Dr. Gustavo Becerra Ferrer. Doy razones.Conforme lo he expuesto en anteriores pronunciamientos ( vg.
“RECURSO DE QUEJA EN” “Administración Federal de Ingresos
Públicos c/ MEROY, Pedro Lelio- ejecución Fiscal”, Pº 289-A-Fº 151;
“FISCO NACIONAL (A.F.I.P.- D.G.I) c/ Papelera Angel Zopetti
S.R.L.- Ejecución Fiscal”, pº 293-A-Secret. I- Fº 70/74, entre otros),
entiendo que si bien, en principio, la sentencia de los juicios de
Ejecución Fiscal es inapelable por aplicación de lo dispuesto en el
art. 92 de la ley 11.683, modificada por la ley 25.239, debe
considerarse también que dada la naturaleza y trascendencia del
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planteo efectuado a través de la excepción de inconstitucionalidad
oportunamente interpuesta, ello amerita su tratamiento.III.- Así las cosas, he de ingresar al estudio de la cuestión
principal traída a decisión de esta Alzada, la que se circunscribe,
como ya lo he adelantado, a la declaración de inconstitucionalidad o
no, en su caso, de las disposiciones contenidas en los arts. 5º y 7º
del artículo 18 de la ley Nº 25.239, que sustituyó el artículo 92 de la
ley 11.683 (t.o. 1998).Analizados detenidamente los fundamentos expuesto, se
advierte que el objeto de la litis ya ha sido examinado por esta sala
A. En efecto, en la causa “A.F.I.P. (D.G.I) c/ Hemodinámia Río
Cuarto S.R.L”, se sostuvo que las modificaciones del artículo 92 de
la referida Ley 11.683 (t.o 1998) introducidas por los incisos 5 y 7 del
articulo 18 de la ley 25.239 que allí se cuestionan son francamente
inconstitucionales, desde que el procedimiento fiscal previsto afecta
decididamente el principio republicano de división de poderes, al
habérsele asignado al Poder Administrador claras facultades
jurisdiccionales, al punto tal que resulta difícil y complejo dirimir
quien, en definitiva, resulta ser el titular del ejercicio jurisdiccional. Y
se agregó: “…pocos ejemplos bastan para corroborar lo antes
expuesto, a saber: de conformidad con la ley 25.239, es el agente
fiscal- y no el juez- quien está facultado para librar bajo su sola firma
mandamiento de intimación de pago y embargo; asimismo debe
trabar las medidas precautorias correspondientes, por lo que a los
fines de su anotación, debe expedir –el agente fiscal y no el
magistrado “asignado”- un oficio, el cual tendrá el mismo valor de
una requisitoria y orden judicial…lo expuesto precedentemente
ilustra de modo completo y claro en orden al rol meramente “pasivo”
asignado al juez en este tipo de contiendas judiciales, desde que la
mayor parte del proceso judicial quedó a cargo del Órgano
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Administrativo, siendo la intervención del Magistrado prácticamente
mínima o casi inexistente. Resulta indudable entonces que las
atribuciones que esta ley confiere a los agentes dependientes de la
AFIP constituyen facultades y tareas que, de ordinario, compete a
los jueces, desconociéndose así que el organismo fiscal dependiente
del PEN no puede ejercer poderes y atribuciones que le están
expresamente prohibidas por la Constitución a dicho poder
Ejecutivo, ello conforme lo dispuesto en el art. 109, por lo que la
violación al principio constitucional de la división de poderes deviene
palmaria”. Dentro de este contexto se afirmó que: “…de admitirse el
procedimiento en cuestión, no sólo se le impide al justiciable el
acceso y el derecho al juez natural y se lo priva de garantías
elementales, como lo son la igualdad de trato y el debido proceso,
sino que, en cierto modo, el Poder Judicial en si mismo estaría
abdicando en el cumplimiento de su función primigenia, cual es la de
administrar justicia”.Asimismo se agregó: “Continuando con el análisis de la
normativa que en esta causa se cuestiona, y en concordancia con lo
expuesto precedentemente, entiendo que sus disposiciones implican
un claro agravio a la garantía constitucional de defensa en juicio y
debido proceso. Ello así por cuanto demás está decir que la
administración de justicia la ejercen los órganos judiciales- y no el
Poder Administrativo- y en este caso concreto pareciera ser que la
función de aquel permanece “latente” y expectante a lo que decida,
haga o deje de hacer el agente fiscal dependiente de la AFIP. Dicho
de otro modo, no hace falta realizar un gran esfuerzo interpretativo
para darse cuenta que la figura del juez como “tercero imparcial”
existente en todo proceso, aquí brilla por su ausencia, puesto que el
organismo fiscal se convierte, por imperio legal, en juez “director del
proceso” y parte a la vez. He aquí entonces una nueva violación a
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otra garantía constitucional, la de igualdad de partes en el proceso,
consagrada en el artículo 16 de nuestra Carta Magna. Podrá
alegarse que el magistrado interviene en caso que el demandado
haya opuesto
excepciones. Sin embargo ello no es suficiente,
puesto que no impide el posible daño infringido al accionado, quien
antes del pronunciamiento del Sentenciante ya pudo verse afectado
en la libre disponibilidad de sus bienes por decisión, lo reitero, de un
mero funcionario del Poder Administrador y, consecuentemente,
ajeno al Poder Judicial.”.Finalmente se concluyó: “así las cosas, la inconstitucionalidad
de la normativa aquí analizada (se refiere a los incs. 5 y 7 del
artículo 18 de la ley 25.239, que sustituye el art. 92 de la ley 11.683
t.o 1998) es palmaria y no puede justificarse en la urgencia de paliar
el déficit fiscal…Nadie discute la necesidad –y, más aún, deber- del
Estado de ejercer su potestad en materia tributaria; nadie cuestiona
sus facultades para disponer medidas tendientes a combatir, del
modo más eficaz posible, la evasión fiscal. Pero deviene igualmente
indiscutible que todo ello debe ejercerse dentro del marco que le
otorga la Constitución Nacional…”. A mayor abundamiento ver Pº
55-A-Fº 132, Secr. II, entre varios otros.IV.- En síntesis, y por los fundamentos expuestos, es que
concluyo que la resolución recurrida debe revocarse, declarándose
la inconstitucionalidad de los incs. 5 y 7 del articulo 18 de la ley
25.239 que sustituye el art. 92 de la ley 11.683 (t.o. 1998), con el
alcance
señalado
en
los
considerándos
pertinentes
y,
en
consecuencia, la nulidad de todo lo actuado a partir de fs. 7
inclusive, correspondiendo se imprima a la presente el trámite
previsto por la ley de Procedimiento Tributario Nº 11.683 (conf. t.o.
1998) sin las modificaciones operadas por la ley 25.239.-
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V-
Revocada la resolución recurrida, tiene aplicación lo
dispuesto en el art. 279 del CPCCN, que ordena la adecuación de
las costas de la instancia anterior al sentido del presente decisorio.
En consecuencia las mismas se imponen –conjuntamente con las de
esta Alzada- en su totalidad a la parte actora, conforme el principio
objetivo de la derrota previsto en el art.68, 1ra. parte, del referido
cuerpo normativo en vigencia. Déjase así sin efecto la estimación de
costas y honorarios oportunamente practicada, debiendo fijarse
estos últimos de conformidad con lo aquí resuelto. Diferir la
regulación de honorarios del Dr. Oscar Aliaga para su oportunidad,
no efectuándose lo propio con los de la representación y asistencia
letrada de la AFIP, atento ser profesionales a sueldo de su
mandante, perdidosa en la instancia (conf. art. 2 de la ley arancelaria
en vigencia). ASI VOTO.El señor Juez, doctor don IGNACIO MARÍA VELEZ
FUNES, dijo:
I.- Los autos mencionados supra llegan a estudio del suscripto
en virtud de la disidencia planteada entre los señores jueces de esta
Sala, doctor Humberto J. Aliaga Cofre y doctor Gustavo Becerra
Ferrer, en virtud de la apelación articulada por la Sociedad Anónima
Trasportadora de Alta Gracia en contra de la sentencia de remate nº
1053 dictada por el Juez de Primera Instancia Titular del Juzgado Nº
1 de esta Ciudad con fecha 25 de octubre de 2002 y que se
transcribe más arriba.II.- La sentencia recurrida rechaza las defensas articuladas
por la demandada y ordena llevar adelante la ejecución iniciada por
la Administración Federal de Ingresos Públicos. Contra esta
resolución, articula el recurso de apelación la demandada solicitando
se haga lugar a la defensa de inconstitucionalidad planteada
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respecto de la ley 25.239, e impugna la tasa de interés incluida en la
boleta de deuda, la que afirma es confiscatoria.
III.- Ingresando así al estudio de la apelación, adhiero a las
conclusiones del voto del señor Juez Gustavo Becerra Ferrer,
estimando que el recurso de apelación ha sido incorrectamente
concedido. Ello por cuanto el art. 92 de la ley 11.683, texto vigente,
establece que la sentencia de ejecución es inapelable quedando a
salvo el derecho de la AFIP de librar nuevo título de deuda, y del
ejecutado, de repetir por la vía prevista por el art. 81 de dicha ley. Y
si bien esta Sala ha conocido en cuestiones planteadas sobre la
inconstitucionalidad de la ley 25.239, tal como lo señala el señor
Juez Gustavo Becerra Ferrer, aquellas resoluciones no eran
sentencias de ejecución.
Sobre el punto, deseo destacar que la norma que consagra la
inapelabilidad de la sentencia de remate en las ejecuciones fiscales
reguladas por la ley 11.683 no resulta violatoria de la garantía del
art. 18 de la Constitución Nacional, por cuanto la exigencia de más
de una instancia judicial no es requisito constitucional (ver Carlos
María Folco, “Procedimiento Tributario”, Rubinzal- Culzoni Editores,
Santa Fe, 200. pág. 485). En el mismo sentido se ha pronunciado la
Corte Suprema de Justicia de la Nación al expresar que “…aún
cuando el articulo 18 de la Constitución no requiere multiplicidad de
instancias, según ha sido uniformemente resuelto, debe entenderse
que sí impone una instancia judicial menos, siempre que estén en
juego derechos, relaciones e intereses como los que aquí se
debaten, los que de ningún modo pueden ser totalmente substraídos
al conocimiento de los jueces ordinarios sin agravio constitucional
reparable…” (C.S.J.N., Fernández Arias, Elena y Otros c/ Poggio
José s/ Sucesión”, Fallos: 237:636).
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En definitiva y a mérito de las consideraciones expuestas,
considero corresponde declarar mal concedido el recurso de
apelación interpuesto por la Sociedad Anónima Transportadora de
Alta Gracia (S.A.T.A.G) en contra de la sentencia de remate nº 1053
dictada por el Juez de Primera Instancia Titular del Juzgado Nº 1 de
esta Ciudad con fecha 25 de octubre de 2002, con costas. ASI
VOTO.
Por resultado del Acuerdo que antecede:
SE RESUELVE:
POR MAYORIA
1) Declarar mal concedido el recurso de apelación
interpuesto por la Sociedad Anónima Transportadora Alta Gracia
(S.A.T.A.G.) en contra de la sentencia de remante nº 1053 dictada
por el Juez de Primera Instancia Titular del Juzgado Nº 1 de esta
Ciudad con fecha 25 de octubre de 2002, con costas.
2) Protocolícese, hágase saber y bajen.
PROT. 68-SALA A- FOLIO 147/150
SENT. Nº 842
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JUZGADO
FEDERAL
DE
PRIMERA
INSTANCIA
DE
LA
PROVINCIA DE LA RIOJA
//// RIOJA, 30 de noviembre de 2004.
VISTOS: Los presentes autos Nº 23.378/04, caratulados: EL
PODEROSO RIOJANO S.R.L C/ ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS
PÚBLICOS-
D.G.I
S/
MEDIDA
CAUTELAR
AUTÓNOMA”,y
CONSIDERANDO: 1) Que a fs. 119/131, comparece el Dr.
Elías Schep, con el patrocinio letrado de los Dres. Maria Cecilia
González y David Andrés Halperin, en representación de “EL
Poderoso Riojano S.R.L”, promoviendo Medida Cautelar Autónoma
contra la Administración Federal de Ingresos Públicos –D.G.I-,
solicitando la suspensión de la Resolución Nº 12/04 de fecha 30 de
julio de 2004, mediante la cual se deja sin efecto la Resolución Nº
34/98, que le atribuye la cuenta corriente computarizada y las
acreditaciones de bonos de créditos fiscales de la cuenta corriente.
Todo ello hasta tanto la autoridad Administrativa se expida en la
impugnación mediante recurso de apelación en los términos del Art.
74, del Decreto Nº 1397/79, que oportunamente efectuaran.Relata los antecedentes y su aprobación en el Régimen de
Promoción Industrial y el Decreto Nº 196/95, que reasignó el cupo a
la empresa “El Poderoso Riojano S.R.L”.Posteriormente se cumplió con el Decreto Nº 804/96, y el 30%
de inversión en el marco de verificación, mediante reconocimiento
expreso de la autoridad de aplicación.Destaca los elementos de admisibilidad, especialmente el
peligro en la demora de no poder usar más la cuente corriente, al
degenerarse las acreditaciones y que pueda ser intimada a ingresar
los importes equivalentes a la restitución de los tributos más los
intereses. Ofrece la prueba documental.
11
En primer lugar, el art. 74 de la Ley Nº 11683, prevé el plazo
de sesenta días para resolver el recurso que denomina apelación.EL art. 12 de la Ley 19.549, faculta a la administración a
ponerlo en práctica, lo que significa que la suspensión sólo procede
excepcionalmente y en principio para fundamentar un daño
irreparable o de ilegalidad del acto administrativo en caso de ser
manifiesto.
Que al ser la ejecutoriedad del acto administrativo una
prerrogativa que permite su ejecución por si y sin recurrir al órgano
judicial, cabe fijar como límites el de la legalidad y propiedad, las que
se hallarían afectadas si el acto se ejecuta, causándole perjuicio al
administrado.
En este sentido y admitida la medida cautelar que le puede
promover, pendiente el agotamiento de la vía administrativa a tenor
del art. 74 de la ley Ley Nº 11683, la misma resulta efectiva en la
medida que no impida al Fisco el cobro de tributos.
2) Corresponde determinar si se dan los presupuestos que
impone el art. 230 del C.P.C.C.N.En relación al primero de ellos, verosimilitud del derecho,
cabe señalar que la fundabilidad de la pretensión que constituye el
objeto de la medida cautelar, debe depender de un conocimiento
superficial determinado a obtener un pronunciamiento de mera
probabilidad del derecho discutido. Ello significa que de acuerdo a
un cálculo de probabilidades sea factible de prever que en el juicio
principal se declarará la certeza de ese derecho.En cuanto al segundo de los supuestos, es decir, peligro en la
demora, se refiere a la posibilidad de que el resultado del proceso
principal, resulte comprometido, si desde el comienzo no se dispone
de una determinada modificación en ele estado fáctico o jurídico.-
12
Respecto al tercer requisito: la contracautela, la misma, tiende
a asegurar a la demandada la efectividad del resarcimiento de los
daños que pueda provocar la medida precautoria, si aquel derecho
que aparece como verosímil, no existiera o no llegara a actualizarse,
atento a la cuestión patrimonial que se ventila en autos se fija la
caución en la suma de Pesos Cien Mil ($100.000), que deberá
prestarse mediante depósito judicial a la orden del Conjuez Federal,
en el Banco de la Nación Argentina Sucursal La Rioja, como
pertenecientes a los presentes autos, o por un seguro de caución o
un bien que cubra dicha suma.Por lo que a juicio del juzgador en autos, existen elementos
de juicio con la suficiente entidad y convicción como para tener por
acreditados los presupuestos excepcionales que prescribe el art. 230
del C.P.C.C.N., sin que ello implique adelanto de opinión sobre el
eventual resultado de la acción instaurada.
En consecuencia, debe hacerse lugar a la medida cautelar
autónoma solicitada.
Por ello;
RESUELVO: 1 ) Declarar la competencia del Tribunal para
entender en la presente causa.2) Hacer lugar a la Medida Cautelar Autónoma
solicitada por el Dr. Elías Scheps, en representación de El Poderoso
Riojano S.R.L. ordenando a la Administración Federal de Ingresos
Públicos –DGI- la suspensión de la Resolución Nº 12/04 de fecha 30
de octubre de 2004, mientras tramita el recurso de apelación en los
términos del art. 74 del decreto 1397/79; a cuyo efecto líbrese oficio.3) Fijar como contracutela la caución real de
pesos Cine mil ($100.000) que deberá prestarse mediante depósito
Judicial a la orden del Conjuez Federal en el Banco de la Nación
13
Argentina o por un seguro de caución, o un bien que cubra dicha
suma.4) Regístrese y notifíquese.Fdo: Rubén Alberto Blanco. Conjuez Federal.
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