1 TEMA 1 LA PENINSULA IBERICA DE LA CRISIS BAJOROMANA AL FIN DEL REINO VISIGODO DE TOLEDO. SIGLOS V-VIII : EVOLUCION POLITICA, ESTRUCTURAS SOCIALES Y ECONOMICAS, CRISTIANIZACION IGLESIA Y CULTURA. La Hispania Bajorromana (siglos III-V) : panorama general La población de la península ibérica era en el siglo III de aproximadamente 5 ó 6 millones de habitantes, incluyendo pueblos que no eran hispanorromanos, como los Cántabros, astures, algunos pobladores de Galicia y Vascos. Estos se podrían dividir en los de la zona de Álava y Pamplona, más romanizados, sedentarios y dedicados a la agricultura y la ganadería; y los de la zona montañosa, recolectores y pastores. El dominio romano de la península era más nominal que real, con grandes diferencias entre regiones, que eran 5 tras la reforma de Diocleciano. La crisis del S. III evidencia las diferencias entre las distintas regiones, ya que las más avanzadas contarán con ciudades, calzadas que las comunican entre sí, y el uso de la lengua y cultura latina. Los romanos se refieren a esa realidad diversa como “las españas”. Destacan entre estas regiones la Tarraconense, desde Zaragoza hasta el Mediterráneo; el litoral de Valencia y Murcia y sobre todo la Bética, con las dos ciudades más grandes de la península, Sevilla (Hispalis) y Córdoba. Las vías de comunicación unían Sevilla con León y este con Zaragoza y los Pirineos. En el occidente y norte peninsular la romanización es exigua y las relaciones con los locales, casi de colonización o saqueo (Perri Anderson). Desaparecen ciudades importantes Tarragona (25.000), Sagunto; sin que sean sustituidas por otras de igual importancia (Barcelona y Valencia). A partir del S. IV, cobran importancia Zaragoza, en una posición estratégica en el valle del Ebro, Emerita Augusta, y Pamplona, expresiva de una lenta e incompleta romanización de los vascos….Esta desigual romanización remite a que algunas de sus supuestas manifestaciones, de hecho deben atribuirse a Al-Andalus. La cristianización del territorio peninsular tuvo lugar desde el N. de África, con centros en Sevilla y Mérida, y de carácter monástico. Por otro lado, hubo otra cristianización, que afectó solo a la aristocracia militar, que penetró desde Septimania y a través del valle del Ebro, y que corrobora el hecho de que muchos de los mártires de la zona de su influencia sean militares, como San Vicente en Valencia. En general, el pueblo llano seguía sin estar cristianizado, lo que sucedería cientos de años después. Se produjo un alejamiento peninsular de los centros de decisión política, a pesar del origen hispano de Trajano y Teodosio. Este origen de Teodosio hizo que contara con clientelas fieles en la península, lo que provocaba que 1 2 siguieran llegando impuestos a Roma a pesar de la crisis, llegando a 2/3 de la Galia y a la misma cantidad que Britania. El alejamiento de Arlés, Roma y Rávena, así como del limes del Rin, unido al acercamiento de la aristocracia hispanorromana y la senatorial, permite un control del territorio por parte de estas aristocracias locales con respecto a la población indígena, llegando aquellos a tener ejércitos propios. Es el triunfo de los “potens” En el S. IV se produce una reactivación económica, con villaes bien trabajadas y buenas comunicaciones. Se recrudecen las exigencias de Roma en cuanto a la fiscalidad, haciendo que las aristocracias hispanorromanas las transmitan a la población indígena. Esto provocará levantamientos durante el S. V y la aparición del fenómeno de los Bagaudas, ex esclavos, campesinos sin medios de subsistencia, incluso algunos propietarios arruinados, etc, que llegarían a controlar ciudades por el valle del Ebro, teniendo su centro en Barbastro. En Hispania se producen también las tendencias generales del Bajo Imperio : Progresiva pérdida de importancia de las ciudades y de los curiales, que intentan abandonar sus cargos, tanto más cuanto la rígida legislación bajo imperial hace hereditario el cargo, ingresando en la iglesia. Vinculación de los hombres a la tierra, para incrementar la aplicación de la “iugatio-capitatio”, con un aumento de la presión fiscal, una crisis de los pequeños propietarios, que devienen en colonos del “dominius” o “possesor”, y un aumento de las relaciones clientelares. El patronato es un mecanismo de defensa del débil por el poderoso, que tiene la capacidad de hundirlo o ayudarlo. Ese patronazgo se practicará por quienes detentan el poder : “curatores civitatis” (empleados del fisco, prefectos de la ciudad, etc), propietarios de la tierra, militares, etc. Un efecto de esta situación será la creación del cargo del Defensor Plebis, en el 368, para defender a los clientes de los abusos de los patronos. Desarrollo de grandes dominios con formas de poblamiento colonial-exclavista (vicus) y formas de poder que contribuyen al debilitamiento o anulación de los elementos que conforman las estructuras imperiales : ejercito, iglesia, recaudación de impuestos, etc. La evolución política en el Bajo Imperio y su incidencia en la península 2 3 El Bajo Imperio se extiende entre Diocleciano (284-306) y la deposición de Rómulo Augusto (476), por Odoacro, proclamándose Rex, aunque adopta el gentilicio de Florius, y durante su reinado gobierna manteniendo el Senado Romano y otras instituciones. Habrá una continuidad administrativa, aunque el Imperio desaparece como entidad política. Diocleciano, entre otras cuestiones, promueve la restauración del estado romano y la instauración de un nuevo sistema de gobierno, la Tetrarquía, basado en dos Augustos que concentran el poder político y administrativo y dos Césares –vinculados cada uno a un Augusto-, como jefes militares: ORIENTE : Augusto : Diocleciano – Cesar : Galerio. OCCIDENTE : Augusto : Maximiano – Cesar : Constancio Cloro. Al tiempo se produce una reestructuración admnistrativa : las provincias se agrupan en Diócesis, encabezadas por un Vicario. Así, las Diócesis de Occidente serán Galias y Britania, controladas por Constancio, y Hispania, Italia y Africa, controladas por Máximiano. En el 306 se retiran los dos Augustos, Diocleciano y Máximiano. Hispania pasó a depender de Constancio Cloro, nuevo Augusto de Occidente, y este elige como nuevo Cesar a Severo. Al morir Constacio Cloro, Severo será el nuevo Augusto, y el nuevo Cesar será Constantino, hijo de Constancio Cloro : así cada uno hereda el control político de los territorios de su antecesor. Sin embargo, el hijo de Galerio, (el nuevo Augusto de Oriente y hombre fuerte de la nueva Tetrarquía), Majéncio, se hace nombrar nuevo Augusto de Occidente, derrotando a Séptimo Severo. Por su parte, Constantino vencerá a Majencio y se hace con el control de Occidente. A su muerte, el imperio se reparte entre sus tres hijos y se desata la guerra entre ellos. Hay una sucesión de emperadores que controlan la Hispania : Constantino II (Hijo de Constantino), Constante, (hermano del anterior), Constancio II, Juliano el Apóstata, Valentiniano , Graciano y Valentiniano II, Magno Máximo, de origen hispano, se rebela contra este último, siendo proclamado Augusto por las tropas de Britania, y controla la parte Occidental del Imperio. Teodosio, también de origen hispano, que controlaba la parte oriental del Imperio, vence a Máximo Augusto, no restituye en el poder a Valentiniano II, sino que se casa con su hermana Gala Plácida y ocupa el poder en Occidente. A Teodosio le sucede su hijo Honorio, quien verá cómo se alza en su contra Constantino, prefecto de la Galia, como Constantino III, asumiendo el poder y estableciendo la capital en Ravena. 3 4 Los seguidores de Honorio en Hispania (parientes, etc), se enfrentarán a Constantino III, oponiéndose a su hijo Constante y su general Geroncio, formando ejércitos de campesinos, pero serán finalmente derrotados. Una vez se hace con el poder Constantino III, puso al frente de Hispania a su general Geroncio. Pero este se sublevó, instalándose en Zaragoza y nombrando a un aristócrata local hispano, Máximo para hacerse cargo de la Hispánia. Constantino III convino con Suevos, Vándalos y Alanos, instalados en Aquitánia, que franquearan el Pirineo, para hacer frente a Geroncio y los suyos. Así, en el año 409 comienzan las invasiones de los pueblos bárbaros, en la península, en la que apenas si encontrarán resistencia : ya en 406, cuando se rompe la frontera del Rhin, la península está inerme Poco después de la caída de Geroncio, Constantino III muere también, y la península se disgrega en territorios controlados por unos y otros. No se trata de un reparto territorial. Roma utilizará a los visigodos para evitar la formación de reinos germánicos estables en la península –y lo logra, aunque a costa de fortalecer el control visigodo, al margen de la esquina noroccidental de los suevos-. Lo que hay es una “geografía” de influencias temporales : Honorio controla la Tarraconense, la Gallaecia registró dos influencias en dos partes, el Oeste por los Suevos, y el resto por los Vándalos Asdingos, que también se extienden por el norte de la Cartaginense (Tierra de Campos). los Alanos controlan la Lusitania y el resto de la Cartaginense. Por último, los Vándalos Silingos la Bética. Las invasiones y los primeros poderes germánicos. El periodo 409 a 476 La influencia de los Visigodos en la Península abarca cuatro periodos : A) El primer periodo, 409-476 está protagonizado por las invasiones de los pueblos bárbaros en la península. Los visigodos se convierten, desde Aquitania, en un instrumento de control peninsular a favor de un imperio romano en declive. Esta situación concluye en 476, con la caída del Imperio Romano de Occidente. Tras ella, los visigodos quedan desligados del pacto con los romanos y siguen un curso propio. B) El periodo que va desde 476 a 507, está caracterizado por el control de la península por el Reino Visigodo de Tolosa, menos el Reino Suevo en el noroeste peninsular. C) En el año 507 se produce la derrota visigoda de Vouillé, ante el rey de los Francos, Clodoveo, con el desplazamiento hacia el sur de los visigodos. Se produce una situación de división de poder –distintos caudillos y capitales- y en el 569 se funda el Reino Visigodo de Toledo, a “imagen” del imperio romano. 4 5 D) Este supone un poder político que será el más sólido dentro de la Europa germánica, pero, las luchas entre diferentes facciones de la aristocracia visigoda, acabarán debilitándolo, hasta llegar al 711 y la invasión del Islam. Los godos Parece que los orígenes de este pueblo se sitúan en la península escandinava. En el siglo III emigrarían hasta situarse en Polonia, desde donde descienden hacia la zona de Crimea y en la desembocadura de los grandes ríos rusos (Don, etc). Desde allí, presionados por otros pueblos, se desplazan hacia la Tracia, donde protagonizan diversos ataques contra el “limes” danubiano. El emperador Constantino les otorga la condición de federados en la parte oriental del Imperio, en el 332, siendo renovada por el emperador Valente en el 376. Pero las desfavorables condiciones económicas del pacto (impago de los romanos, etc) llevaron a los godos a derrotar a Valente en la batalla de Adrianópolis en el 378, dándole muerte, y a tomar Constantinopla. Volverán a la Tracia y Teodosio les renueva el Foedus. En el siglo IV registran una conversión masiva al arrianismo, gracias a la labor del obispo Ulfilas, que tradujo el Nuevo Testamento a la lengua gótica. Es a finales de este siglo cuando se produce la diferenciación dentro de los godos entre los Visigodos y los Ostrogodos, según la zona de ubicación de unos y otros, - más occidental u oriental, en las riberas del Mar Negro -, y en razón a los clanes de origen, los Baltos, y los Amalos, respectivamente. La presión de diversos pueblos (hunos sármatas y alanos) obliga a los godos a iniciar grandes migraciones hacia el oeste, a finales del siglo IV y comienzos del V. Alarico es nombrado Magister Militum de la Iliria por el emperador Arcadio y protagoniza (ante el declive y los incumplimientos romanos) la primera gran invasión de Italia en el 408, donde protagonizan en el 410 el saqueo de Roma. Alarico muere en 411 al intentar pasar a África desde Italia. La provincia de Cartago es la más rica del imperio y por esto altamente codiciada. Es sustituido al frente de los visigodos por Ataúlfo, quien negociará con Honorio un pacto de federado en la Aquitania francesa, en el 413, a cambio de enfrentarse contra el usurpador (Constantino III), pero decide seguir sus propios intereses. Se casará al año siguiente en Narbona con la hermana del emperador Honorio, Gala Placidia, a quien tenía como rehén. Se ha interpretado ese matrimonio como una muestra de voluntad de integración y aculturación con el imperio. En todo caso sufre el acoso de este, por medio del general Constancio. Aunque toma varias ciudades como Narbona, Burdeos y Tolosa, terminó por refugiarse en la Tarraconense estableciendo en Barcelona 5 6 (Barcino) su capital, donde es asesinado y sustituido por Sigerico, de la familia contraria de los Rosomores, en 415. Al poco tiempo, Sigerico es a su vez es asesinado y sustituido por Walia, de nuevo Balto. Ya se empiezan a ver enfrentamientos entre las diversas facciones aristocráticas visigodas. Mientras tanto, el imperio había enviado al general Constancio para enfrentarse a Constantino III, habiendo conseguido vencerlo. En el año 418 se establece un Foedus, basado en la hospitalitas, entre Walia y Constancio, que actúa en nombre de Honorio. Se crea así el primer estado germano dentro de territorio del imperio. Se instalan en Aquitania (lejos de Arles, capital de la prefectura) en condición de federados, a cambio de : Combatir las luchas internas de vándalos, alanos y suevos en la península ibérica, al tiempo que restablecen el orden social romano frente a los bagaudas, Neutralizar a los pueblos que entran por el Rin Hacer frente a los locales : vascones y gascones. Son integrados como fuerzas al servicio del imperio, (tropas comitatenses o de choque, con una dirección doble, germana y romana) y mientras se mantenga esta situación, recibirán de este provisiones en forma de oro o trigo (annona) para 15.000 hombres, un número inferior al real. La hospitalitas consistía en que los propietarios de tierras debían ceder 2/3 de ellas a los ejércitos imperiales en campaña. Esta cesión no se llevó a cabo de forma general, ya que los ejércitos visigodos se establecieron en zonas no ocupadas Las campañas emprendidas por los visigodos empiezan en el 419 y se realizan en las zonas de mayor presencia hispanorromana, las regiones más ricas. Se intenta controlar la costa mediterránea, importante por el comercio con Italia, y la Bética, donde vencen a vándalos silingos y alanos. Al principio solo establecen campamentos militares, no hay un control territorial Walia es llamado al sur de la Galia por Constancio, abandonando la península. Este hecho beneficiará a los suevos en el NO. de la península, así como a los vándalos hasdingos y provoca nuevos fenómenos bagaudas. En el 423 se produce la muerte de Honorio, el emperador. Hay un vacío de poder en Roma, con la pugna entre dos partidos, los proromanos y los progermanos. Valentiniano, un miembro de la aristocracia senatorial da un golpe de estado, y establece diversas medidas : Fija a los curiales en las ciudades. Obliga a que los exclavos paguen impuestos –ni eran sujetos fiscales ni eran encuadrados en el ejército -. 6 7 Permite a los propietarios de esclavos que los establezcan en zonas fronterizas, como servi-casati, lo que supone que puedan tener cierta disposición de bienes y dejarlos en herencia… En la península, los vándalos hasdingos depredan la Bética y controlan todos los puntos del litoral, desde Gibraltar a Tortosa. En 425 saquearán las Baleares, en 427 y 428, Córdoba y Sevilla. Posteriormente, con Genserico al frente, pasaran al N. de África en el 429 unos 80.000 hombres. Cartago caerá en 439. Allí se crea el 2º Foedus. En este caso no se trata de un pacto, sino que se realiza por la fuerza. El norte de Africa es una zona cristianizada, a la que se reduce militarmente, y que se desestructura social y económicamente, no en balde empezará por ella su ataque en Occidente Justiniano. En manos de los vándalos, Cartago será una potencia marítima volcada contra Roma… Los fenómenos bagaudas, formados por campesinos descontentos y empobrecidos, que dependían de grandes propietarios que los presionaban por el incremento de impuestos desde Rávena, aparecen por 1ª vez por Tarazona. Mientras tanto, los visigodos van poblando el sur de la Galia, los campos góticos en la zona de Palencia y van asimilando lentamente la Tarraconense. El surgimiento del reino de Tolosa Teodorico I el Balto ha sustituido a Walia, y tiene aspiraciones de expansión a costa del imperio en el sureste de la Galia (Septimania – Narbona), alcanzando una salida estratégica al Mediterráneo. Fijará la capital no en Burdeos sino en Tolosa. Teodorico constituye el Reino de Tolosa, ampliando los territorios visigodos. El imperio, se enfrenta a diversos problemas como el surgimiento de fenómenos bagaudas en Italia, los intentos de expansión de Teodorico I, la sublevación de los burgundios en Galia y el avance de Genserico por el N. de África. La presencia de los burgundios, a través de los Alpes en dirección a la Provenza y el Ródano, obligan a Roma a pactar con aquellos y los visigodos, un nuevo Foedus, por el que los primeros se instalan en la zona de Lion. Los suevos en la península consolidan su poder en la zona de Braga, Portucale, Lugo y Astorga, un área de reciente y débil romanización, con un cristianismo igualitario (de allí surge Prisciliano, el primer hereje de la iglesia en occidente). Esta zona de asentamiento tiene en Braga la capital, en la que se asienta una monarquía frecuentes expediciones hacia el sur y este, a lo largo de grandes lagunas territoriales controladas por hispanorromanos. 7 8 Estos hispanorromanos y los suevos llegaran a un acuerdo, lo que obligará a los suevos a extender sus depredaciones a otras zonas más alejadas, hasta la bética, controlando Mérida en 439 y Sevilla en 441, así como el interior de la cartaginense. De hecho, entre 438 y 456 los suevos emprenden la conquista sistemática de las regiones del Sur y Oeste de la península, (desde Braga y Coimbra a Sevilla, pasando por Mérida y Lisboa), acompañadas de pillajes en la Cartaginense y Tarraconense, que coincide con un rebrote bagauda en 449. Los suevos se convertirán al cristianismo en 449 para intentar atraerse a la aristocracia y la población local, que ven como el imperio ya no es capaz de protegerles y además están descontentos por los impuestos exigidos por los romanos. El magíster militum Aecio ha tomado el poder en Rávena, logrando la paz con Teodorico I y con los burgundios. Ataja el problema bagauda y logra la paz en 442 con Genserico. Cuando está en disposición de restablecer el poder imperial en la península, aparecerá otro fenómeno bagauda en plena Tarraconense, logrando atajarlo en primera instancia, aunque aparecerá un rebrote posterior. La amenaza más importante para todos son los hunos de Atila, que llevarán a unirse a Aecio y Teodorico I. En 451, los hunos son vencidos en los Campos Cataláunicos, pero Teodorico I muere en la batalla. Le sustituye su hijo Turismundo pero es asesinado por su hermano, coronándose como Teodorico II, quien renueva el pacto con el imperio. Sigue un periodo de estabilidad, y acuerdo de los suevos con el imperio. Fin bagauda en 454, bajo el ejército visigodo, actuando por su propia iniciativa. El asesinato de Aecio acabará con esta estabilidad, sucediéndose hasta 12 emperadores y debilitándose el poder imperial, incluso en la tarraconense. La influencia del reino de Tolosa se va ampliando. En 456, aprovechando el nuevo vacío de poder, se vuelven a reproducir las correrías suevas en la cartaginense y la tarraconense. Teodorico II entrará en la península y vencerá a los suevos, tomando Braga y Oporto. Integrará a la aristocracia sueva, formando clientelas a favor de si mismo. Controla la bética y se expande por la Galia. Teodorico II es el forjador del reino de Tolosa La integración sueva fracasará, sucediéndose un periodo de anarquía en el NO. con numerosas bandas dedicadas al pillaje. Los visigodos controlarán la Narbonense y cortarán el paso al imperio hacia la Tarraconense. 8 9 La sociedad hispanoromana La sociedad hispanoromana del siglo V no era una sociedad cohesionada. Los senadores y aristócratas se oponían ferozmente a los bárbaros, al igual que la alta jerarquía de la Iglesia. Pero no hay una respuesta articulada. La sociedad Hispánica no tiene fuerza ni para rechazarlos, ni para someterlos, ni para integrarlos. Una parte de la clase dirigente les hizo frente, pero pequeña, casi limitada a algunos parientes de Honorio. La península se reparte en zonas de influencia, primero determinadas por las facciones que luchan por el poder en la parte occidental del imperio : Honorio, Constantino III, Geroncio-Máximo, y luego, desde el 409, por los pueblos germanos que ocupan la península : suevos, vándalos y alanos. Aunque en el 411 Honorio logra acabar con el usurpador Constantino III, solo controla la Tarraconensis, el resto de la península es controlada por los germanos. En el fin de la sociedad hispanoromana y en las sucesivas invasiones, los bagaudas juegan un papel importante. Son “esclavos rebeldes, plebe indócil, ladrones”, y en general aquella parte de los “humilliores” que forman bandas armadas y acosan a los ciudadanos y domínios, a la iglesia, saqueando, controlando territorios, ofreciéndose a los barbaros….La alianza de estos sectores oprimidos y rebeldes, con los invasores, explica en algunos casos sus éxitos. Las oligarquías del Imperio se aliarán con la aristocracia de las tribus bárbaras y utilizarán las fuerzas militares de los bárbaros federados para reprimir las revueltas. En muchos casos prefirieron dividir sus tierras a perderlas. También los vascones, cántabros y astures, pueblos apenas romanizados, muestran una actividad intensa en el hostigamiento a los grandes propietarios y en general a la cultura romana. El fenómeno de los bagaudas se inscribe en la progresiva crisis social que durante el siglo IV fue alcanzando toda la diócesis, y que a comienzos del V, llegó al enfrentamiento en el terreno político que supuso, tanto una guerra entre unas y otras facciones romanas, como la penetración y asentamiento de pueblos bárbaros en más de la mitad del territorio peninsular, y en el terreno social, la existencia de bandas cuya penuria les llevó a exteriorizar su protesta de forma violenta 9 10 El reino de Tolosa y su proyección ibérica : 476-507 En 466, Teodorico II es asesinado por Eurico. En esta época el reino de Tolosa se expansiona desde el Loira hasta el mediterráneo, logrando su mayor superficie territorial. Se amplia la influencia en la península ibérica, aunque más por la desaparición del imperio romano de occidente, que por la estructuración visigoda en la misma. Los suevos también aprovecharán esta circunstancia, tomando Lisboa en 468. Los visigodos intentarán reducir el poder suevo desde Mérida, formando frontera por el Tajo y el Duero. Recuperarán Lisboa en el 469. Astorga estará bajo control suevo y Palencia bajo los visigodos. Desde el 476, la desaparición del imperio romano en occidente legitima a Visigodos y Suevos en la península, aunque se verán enseguida presionados por los francos. La Tarraconense va siendo controlada paulatinamente, con poblamientos que encuentran oposición de aristocracias locales. Se desarrolla una estructura clientelar entre los godos. Se produce la construcción de fortificaciones a lo largo de calzadas romanas. Eurico muere y le sustituye Alarico II en 484. Este le dará estabilidad al reino de Tolosa hasta su muerte en 507 en Vouillé. Entre sus puntos de actuación habría que destacar: A) Intento de normalización legislativa. Alarico continúa la acción legislativa de su antecesor elaborando códices como instrumento de poder de la monarquía, frente a la tradición consuetudinaria germana. Se plantea una misma ley para todos : ‘Lex romana visigothorum’. Este planteamiento aparecerá de nuevo en el siglo XIII, ya que favorece el poder del rey frente a la nobleza. B) Intento de acercamiento a la iglesia ortodoxa o niceana, más concretamente a los obispos galorromanos, que pertenecen a la aristocracia local. El rey tiene la obligación de proteger la iglesia y convocar concilios. En 506, convocará el concilio nacional galo de Agdé. Allí se planteará la coexistencia entre arrianos y cristianos, sobre todo por la presión que supone Clodoveo convertido al cristianismo. Se decidió la sede primada de las galias en Tours, permaneciendo allí casi 500 años. A cambio de concesiones a la iglesia, tratará de incluirla en su lex. El rey tiene potestad de convocar concilios, en los que se tratarán temas tanto eclesiásticas como políticos. C) Conflicto con francos. Son el primer pueblo de la 2ª etapa de las invasiones. Provienen del Rin, Mosa y Escalda. Realizan desplazamientos cortos, se trata de una invasión más densa, al no separarse de sus tierras, Holanda y Bégica, donde los ha fijado Roma para taponar a otros pueblos. 10 11 No comienzan a desplazarse hacia el sur hasta el 480, con el fin del Imperio. Se trata de una confederación tribal en la que sobresale Clodoveo. . En 486 controlan París y se dirigen hacia el Garona, un territorio en teoría visigodo, enfrentándose a estos en Vouillé. D) En Hispania, y desde el sur de Francia, desarrolla acciones centradas en la Tarraconense. También expediciones a la bética y presiona sobre los suevos arrinconándolos en Galicia. Con todas estas campañas, parece que hay una presencia más intensa de los visigodos en la zona centro de la península, según la historiografía tradicional : parece que se produce una emigración de grupos aristocráticos con sus clientelas y comitivas en Tierra de Campos, etc. Hay campamentos a lo largo de las calzadas estratégicas romanas, desde el Ebro hacia el Jalón, en Toledo, y a lo largo del eje Nimes-Astorga. En la ruta de la Plata (Mérida, Lisboa, Sevilla), y en dos puntos de la zona de Guadarrama y Gredos (Alcalá de Henares, Atienza). En 483 se controla definitivamente Mérida. En 493 Sevilla. La presencia visigoda se traduce en el control de las sublevaciones que tienen lugar en la tarraconensis y en otras zonas (Astorga, Merida, Sevilla). Esta presencia no se traduce en reparto territorial alguno. Los asentamientos visigodos son en la antigua “res publica” romana, sobre bienes vacantes locales. Son debido más a la presión franca en la Galia que a un verdadero interés por la zona por parte de los visigodos. En general, cabe concluir que hasta Vouillé, el interés por la península se había dirigido sobre todo a Cataluña, el valle del Ebro (la tarraconensis) y las calzadas estratégicas hacia Lisboa y Merida. La aristocracia hispanoromana había conservado localmente su poder, hasta el punto que con la debilidad visigoda tras Vouillé, seguirán unos años (507 – 569) de múltiplicación de poderes en el territorio peninsular. La derrota de Vouillé La batalla de Vouillé es el resultado de las continuas presiones y hostigamiento de los francos salios, dirigidos por Clodoveo, así como de las diferencias religiosas, dado el arrianismo visigodo, y la conversión de aquellos al cristianismo Esta derrota, aparte de por la superioridad franca, se debió también al amplio territorio controlado por los visigodos, ya que debido al carácter clientelar de ese control, era difícil el poder reunir en un corto espacio de tiempo tropas suficientes. No influyó tanto como podría pensarse la filiación católica de Clodoveo y el apoyo que podría haber recibido de la jerarquía eclesiástica del sur de la 11 12 Galia, ya que parte de esta ya formaba parte del propio gobierno de Tolosa, así como galorromanos. Es importante por varias razones : A) Significa un cambio radical en el pueblo visigodo, con el declive del reino de Tolosa y el desplazamiento de los visigodos hacia la península ibérica. B) Supone el declive de los visigodos a favor de los Ostrogodos, que controlan Italia. La derrota de Vouillé supone el fin del sueño visigodo de sustituir al imperio en Occidente.Este papel será retomado por la dinastía carolingia más tarde. En la derrota perece Alarico II. Cuando atacan los francos al reino visigodo de Tolosa, los ostrogodos están en expansión en Italia. Anteriormente, a mediados del siglo V, habían constituido en Panonia (entre Austria y Hungría) durante 25 años un estado federado, y de allí han pasado a Italia. Cuando Zenon, el emperador de Oriente recibe de Odoacro (el vencedor de Rómulo Augusto, ultimo emperador de Occidente) los atributos imperiales, después del 476, nombre Magister Militum a Teodorico I el Amalo, con la misión de recuperar Italia para Constantinopla. Conquistará la península pero no reconocerá a aquel, sino que recompondrá a esta de los estragos sufridos y se erigirá en protector del papa. La derrota de Vouillé tendrá calado en el contexto europeo. Es un cambio de dimensión general, que no afecta solo a Galia-Hispánia. Los burgundios cambian de bando y se alían con los francos, en su interés por hacerse con Narbona, núcleo esencial visigodo, donde llegan en el 508. De hecho, desde Vouillé entre el Loira y el Ebro se constituye una zona de depredación para francos y visigodos, y ocasionalmente suevos. El reino de Tolosa se repliega en la Septimania o Narbonense. Los visigodos están en una situación de debilidad absoluta. Tras la muerte de Alarico la sucesión es compleja. Teodorico I, el Amalo, interviene sosteniendo a los visigodos, hasta el punto de dominarlos. Los años confusos : 507 – 569 Características generales : A) Notable vacío de poder visigodo en la península 12 13 Este vacío de poder descansa en dos factores, la escasa presencia visigoda hasta entonces en la península, y el efecto de la derrota de Vouillé sobre la monarquía visigoda. Buena parte de la península hasta ese momento es casi independiente y dominado por hispanorromanos y jerarquías católicas. Debe tenerse en cuenta que hasta el 569 la presencia visigoda en la península, salvo Zaragoza y Mérida es débil en los núcleos urbanos, y se manifiesta sobre todo en los ejes viarios. Tras la muerte de Alarico le sucede su hijo ilegítimo Gesaleico, aclamado por algunos nobles godos de la Narbonense, una vez que se ha perdido Aquitania. Pero los ostrogodos deciden controlar la Narbonense y la Provenza y obligan a aquel a refugiarse en Barcino y más tarde en el norte de África. Este control territorial no es sino una muestra del control total que pretenden los ostrogodos, y que consiguen de diversos modos hasta el 549. El poder godo se desplazará definitivamente del sur de la galia a hispania a mediados del siglo VI (Toledo, Mérida, Sevilla), pero dentro de un proceso de fragmentación y enfrentamiento creciente. No hay una continuidad entre el reino de Tolosa y el de Toledo, sino una emigración del poder visigodo hacia el sur : la Septimania (Narbona) será su limite norte. B) Dependencia de los ostrogodos. El periodo de 507 – 549 es el de tutela directa ostrogoda. Teodorico el Amalo o “el grande”, ejerce la tutela de su nieto Amalarico, hijo legítimo de Alarico II, y sucesor de este, actuando mientras tanto como rey de los hispanos. Juega a favor de su proyecto el hecho de controlar el tesoro real visigodo y su notorio poderío militar y ascendencia dentro de “la familia goda”. El ritmo político en el antiguo reino de Tolosa es el marcado por Rávena, quien coloca a aquel como tributario en provecho propio. Los ostrogodos plantean un proceso de asimilación respecto a los visigodos. Sus grupos militares se superponen a los de estos. Los nobles ostrogodos, tras sojuzgar y absorber a los nobles visigodos, aspiran al control del poder en la península y entran en las luchas por el poder en la misma. Este periodo de tutela ostrogoda (507-549) vendrá seguido de un periodo de anarquía (549 a 569), caracterizado por las luchas entre sucesivos contendientes, dentro de una interminable guerra civil : de Sevilla contra Córdoba, de ambas contra los visigodos, etc.. 13 14 C) Hay una política expansiva de Bizancio, al tiempo que un rebrote suevo. La reconquista llevada a cabo por Justiniano (contra los Vándalos en 533 y ostrogodos en Italia en 552), representará un peligro para el todavía débil reino hispano-godo, último representante germano de la 1ª generación. Los bizantinos se beneficiarán de las luchas internas de los godos. Atanagildo pide ayuda a los bizantinos, estos piden la bética a cambio de ella y se harán con el litoral mediterráneo. La evolución de los acontecimientos es la siguiente : A la muerte de Teodorico el Amalo, en el 525 seguirá el gobierno de Amalarico. Este renuncia a la Provenza, no así a la Narbonense, liberó a Hispania del pago de tributos a Italia, recuperó el tesoro real y quiso asegurarse unas buenas relaciones con los francos mediante alianzas matrimoniales. Pero estas fracasan –por maltrato a su mujer, franca- y es vencido por los francos y asesinado por sus tropas al retirarse a Barcelona. Teudis, general ostrogodo casado con una hispanoromana propietaria de grandes extensiones había logrado armar un numeroso ejército, recibiendo el apoyo de los nobles y aristócratas locales godas e hispanorromanas y gozaba de gran poder en la península. A la muerte de Amalarico se hace con el poder. Dará pasos para fortalecer el poder real, en detrimento de la aristocracia que le había apoyado. Se fortalecerá la frontera al S. de Galia y se enfrentará a la aristocracia hispanorromana de la bética, con veleidades independentistas. Tendrán lugar enfrentamientos con bizantinos, que comienzan a aparecer tras la derrota del reino vándalo del norte de África, por la península ibérica. Teudis se centrará en el control peninsular, dejando de lado el problema de la Galia, abandonando Narbona como corte y pasando a Barcelona. En 549, Teudis es asesinado por la aristocracia y es sustituido por Teudiselo, otro general, siendo a su vez este asesinado ese mismo año. A partir de este momento y hasta 569, se sucede un periodo de anarquía, que fue aprovechado por Bizancio para ocupar amplias zonas de costa en el sur y el este de la península. 14 15 Agila I sustituye a Teudiselo y traslada la capital a Hispalis, Sevilla. La aristocracia hispanorromana en la Bética tenía una tradicional oposición a los pueblos germánicos, y protagoniza numerosas rebeliones, desde una administración provincial que conserva. Agila tiene que hacer frente a una de esas rebeliones en el 550 en Córdoba, en manos de la poderosa aristocracia hispanorromana. No consiguió controlarla, y sufrió graves pérdidas en su ejército, retirándose a Mérida, donde establece su corte En Sevilla, a los pocos meses, es proclamado rey un noble godo, Atanagildo, apoyado por algunos sectores de la nobleza hispanorromana. Este buscará apoyos en los bizantinos, a cambio de cederles amplios territorios en la costa, desde Cádiz hasta Valencia. Con ayuda de estos, Agila I es vencido en 552, retirándose de nuevo a Mérida, donde poco después es asesinado (555). Atanagildo fija la capital en Toledo, y detuvo el avance bizantino, creándose una frontera sólida entre ambos bandos. La presencia de tropas bizantinas en la península, desde el 554 hasta el 624 marcó el futuro del reino visigodo. La provincia bizantina de Spania tenía gran importancia, pues permitía el control del mediterráneo occidental a Bizancio. Cartagena se convirtió en su capital. En 567, muere de muerte natural Atanagildo, en Toledo. El reino se encuentra presionado por los francos, bizantinos y sectores hispanorromanos de la bética. Le sucede un nuevo jefe militar, Liuva, que defiende Narbona y Tolosa, y se alía con Leovigildo (hermano de Atanagildo), quien en la península asume el sometimiento de los suevos y hace frente a los bizantinos. Al cabo de un año le sucederá en el trono de Toledo. Aprovechando este periodo de debilidad visigoda, por la doble presión franca y bizantina, el reino suevo gozó de nuevo de estabilidad e independencia frente a los visigodos, e incluso logró su mayor expansión. En 550, la realeza sueva se convirtió al cristianismo. Se trata de un movimiento estratégico. Están aislados del resto de Europa, y intentarán forjar una alianza con francos y bizantinos. El reino visigodo de Toledo : 569 – 711 Se desarrolló a escala el tipo de poder imperial bajorromano, al menos en teoría, ya que en la práctica se produce un proceso de apropiación privada de los recursos del estado, por parte de la monarquía. El estado se privatizó en beneficio de las aristocracias hispanogodas. 15 16 El problema es la aparición de dos modelos alternativos de poder : Monárquico, que intenta recrear un estado de corte romano, aunque con una apropiación patrimonial del poder por cada monarquía. El poder se debilita en el momento de la sucesión, que no se logra excepto con 4 monarcas. En el resto no se consiguió una línea sucesoria ni una transición pacífica. La relación con la iglesia y la relación entre libres y esclavos pasa siempre por la fiscalización real. Se producen clientelas claramente feudales, pero el ‘beneficio’ no esta regularizado, provocando inestabilidad y cambios de bando. Aristocrático, que no tiene un proyecto unitario, excepto derrocar al rey de turno. Se distinguen varios momentos dentro de este periodo : 1. De 569 a 601. Reinados de Leovigildo y Recaredo. Primer intento de “dinastización” y construcción política del Reino de Toledo. Proceso de conversión religiosa y síntesis visigoda e hispanoromana. 2. De 601 a 642. Morbus Gotorum : enfrentamientos entre la monarquía y la nobleza y luchas por el poder. Hay un pulso entre la realeza y la aristocracia hispano goda. La iglesia y la realeza se apoyan mutuamente. Hay un proceso de privatización del poder por parte de la realeza. 3.De 642 a 672. Ser acentúa la guerra civil. La monarquía no puede aumentar su poder y la nobleza se concentra piramidalmente e incrementa el suyo, respecto a la corona y sobre los territorios que controla acentuando la presión social sobre la población. Se colapsan las ciudades y el mundo mediterráneo. Reinados de Chindasvinto y Recesvinto. 4. De 672 a 711. El fin de los visigodos, de Wamba a Don Rodrigo : se suceden personajes que representan poderes parciales. Se produce una crisis interna, un conflicto dentro de la aristocracia, sobre todo respecto a la monarquía, “que limita” su poder económico. La personalidad política y religiosa de Leovigildo marcarán la trayectoria histórica de Hispania. Durante su reinado se plantean varios objetivos : a) Unificación territorial : 16 17 Se controló la bética entre 572 – 576, logrando una frontera estable con Bizancio, después de conquistar plazas como Baza, Medina-Sidonia o Córdoba, controladas por aquellos en alianza con la nobleza hispanoromana. Se tomó la población cántabra de Amaya en el norte. Mediante medidas políticas, sin necesidad de campañas militares, se sometió como reino vasallo a los suevos. Por primera vez se consiguió un dominio sobre casi toda la península, a excepción de la costa SE en poder de Bizancio y el reino suevo, sometido ahora a una relación clientelar : obliga a sus reyes a jurarles obediencia, hasta que en 577 se anexiona definitivamente dicho reino. b) Unificación política : Se desarrollaron las instituciones reales, fortaleciéndose la monarquía sobre la nobleza. Se produce una síntesis entre visigodos e hispanorromanos. Campañas militares exitosas consiguen integrar poderes locales en el gobierno, hasta ese momento contrarios al reino visigodo. Se plantea la creación de un Imperium a imitación del Imperio de Justiniano, rodeándose de símbolos religiosos y llevando a cabo fundación de ciudades tareas legislativas, etc. En definitiva, se utilizó propaganda ideológica para consolidar el poder de la monarquía.: Imperialización de la figura real, acentuando las distancias respecto a la nobleza y los súbditos. Se utilizarán, vestiduras y símbolos reales, a imagen de Bizancio. Se acuñará moneda, con la efigie de Leovigildo y la diadema imperial. Asociación de sus hijos, Recaredo y Hermenegildo, al trono buscando una monarquía hereditaria y no electiva. Traslado definitivo a Toledo de una corte permanente. Instituciones estatales formadas por personal visigodo e hispanorromano (chancillería, tesorería, etc.). La sede regia se dotó de capilla palatina, pretorio o tribunal, etc Se fundó Recópolis, por la zona de Ciudad Real, para ser utilizada como residencia real, inicialmente para Recaredo. Se plantea una reforma territorial en las provincias, con un Dux militar y un rector civil, heredero del gobernador imperial, por encima de los condes. Se produce un enriquecimiento del tesoro y el patrimonio real. b) Unificación social : 17 18 Se derogó la ley de matrimonios mixtos y se revisó la legislación precedente (el código de Eurico), formulándose un nuevo código de aplicación general. c) Unificación religiosa. Se intentó atraer al arrianismo a la jerarquía de la iglesia católica. Pero en este frente el rey cosechó notables fracasos, que tenían un trasfondo político. Su hijo Hermenegildo, casado con Ingunda, católica de Austrasia, se convierte al catolicismo en el 579 y se enfrentó a su padre, Leovigildo. Hermenegildo recibió el apoyo de la aristocracia bética, mayoritariamente católica y contraria a Leovigildo por su política de afianzamiento del poder central. En Toledo, la aristocracia arriana impulsada por Gosvinta, exige a su marido, Leovigildo que actúe contra Hermenegildo, pero el rey en principio se opondrá, para no desestabilizar la bética, una región muy importante por su frontera con Bizancio. Hermenegildo recibirá apoyos de los suevos, Bizancio y Austrasia, pero Leovigildo logrará el apoyo de Neustria. En 580 se convoca un sínodo de la iglesia arriana, en Toledo, intentado limitar las diferencias entre esta y la niceana, y para facilitar la conversión de los católicos. Pero las diferencias van a más. Hermenegildo se levanta en Sevilla y Córdoba contra su padre. Este tomará ambas ciudades y aquel, perdidos sus apoyos, es derrotado. Huye a Valencia, donde es detenido, muriendo poco después, no se sabe si a instancias de su padre o de su hermano. En el 586 Recaredo sucede a Leovigildo, convirtiéndose al cristianismo en seguida, al mismo tiempo que su esposa. Convocó el III Concilio de Toledo, en el 589 con el fin de convertir a todo el pueblo visigodo al catolicismo, en una operación que tenía un notable trasfondo político : facultades reales en el nombramiento de obispos, atribución al clero católico de jurisdicción sobre ciertas causas, validación real de la continuidad de los bienes de la antigua iglesia arriana, una vez convertida al catolicismo, etc. El resultado era un fortalecimiento del rey, frente a la nobleza, y de la fracción católico-hispanorromano-bética frente al resto. Por ello habrá varios intentos de oposición de la nobleza de Mérida, la narbonense, etc. Recaredo también tendrá que hacer frente a los vascones y los bizantinos, en su pretensión unificadora. A Recaredo le sucederá su hijo Liuva II, pero al cabo de pocos años se trunca de nuevo la monarquía hereditaria. Este es asesinado y se erige rey Witerico (603). 18 19 Con el se abre el periodo conocido como Morbus Gotorum, caracterizado por la lucha despiadada por el poder que genera sucesivas usurpaciones, cruentas o no. Estas sucesiones ponen de manifiesto la debilidad de la monarquía, las tendencias independentistas de grupos nobiliarios, las luchas de grupos aristocráticos familiares, con sucesivas venganzas, y un proceso de feudalización creciente. Estas tendencias se acentúan a lo largo del siglo que va desde la usurpación de Witerico al final de la monarquía visigoda a manos de los árabes. Las luchas de sucesión son especialmente cruentas, ante el miedo a correr el vencedor la misma suerte que el anterior. La solución pasa por deshacerse de cuantos más familiares y clientes de aquel sea posible. En este contexto, la protofeudalización se manifiesta en las cadenas de vasallaje y protección, el reclutamiento forzado militar, la disgregación creciente del poder y la polarización social creciente no entre estatutos jurídicos, sino entre armados e inermes. El reino visigodo será el primero donde se produce la protofeudalización. La iglesia se implica completamente en estos procesos. Se erige en árbitro o interviene directamente en los intentos de desestabilización del monarca de turno. Se convierte en el primer poder político, (hasta el punto de que serán los que pacten años después con los musulmanes la ocupación, preservando su ascendiente social y económico), tanto más desde la reciente conversión de la monarquía. La iglesia tiene poco contacto con Roma y preservará una gran autonomía de funcionamiento. Los primeros concilios de Toledo son asambleas donde intervienen religiosos y nobles, así como el rey. Los concilios son importantes porque en ellos se legisla sobre diversa materias, porque se sacralizan las usurpaciones o adscripciones de hijos al trono y por la legislación sobre los judíos. Un problema añadido será la discriminación de la población judía en la legislación conciliar, que hará que este colectivo salude la llegada de los musulmanes años más tarde. Este problema se manifiesta a partir de Recaredo –no existía bajo el arrianismo -, es decir al pretender la unificación religiosa de la península. Esa actitud hará que esta comunidad actúe activamente contra la élite visigoda que controla el poder, interviniendo en múltiples intrigas (contra Recaredo, Wamba, etc., a favor de los arrianos, etc.), que a su vez motivan nuevas disposiciones antijudías, etc. A Witerico sucede Gundemaro, a este Sisebuto, y a este Suintila. Todos ellos tienen las mismas características : violento acceso al trono a costa de su antecesor, debilidad de la institución monárquica, que no consigue la transmisión hereditaria, intentos de completar el control de la península, 19 20 lográndolo este último a costa de los vascones (de forma temporal) y expulsando a los bizantinos, dependencia de la poderosa iglesia católica, etc. La serie de reyes visigodos sigue con características similares : Sisenando, Tulga, Chindasvinto y Recesvinto. Estos dos últimos intentaron sumar el apoyo de la nobleza mediante indultos o amnistías, consiguen el respaldo de la Iglesia y logran la renovación del sistema legislativo, que culmina con la promulgación de la Lex Visigotorum. A Recesvinto le sucede Wamba, quien reanuda las campañas contra los vascones y debe hacer frente a una fuerte rebelión de la Narboniense (en la que participa la nobleza, el clero y los destacamentos militares), a la que rápidamente se une (en iguales circunstancias) la Tarraconensis, en una clara manifestación de descomposición del reino visigodo. Wamba reacciona fulminantemente y controla la situación, pero sufre la traición de sus allegados y cede la corona a Ervigio, que busca, como Sisenando, la legitimación de su reinado en otro concilio, y el apoyo de la iglesia católica –el principal núcleo de poder efectivo-, al tiempo que legisla contra los judíos. A este le sucede le sucede Egica y a este último Witiza, repitiéndose las notas anteriores, pero en un contexto de creciente desintegración política y crísis económica y social (se suceden las hambrunas, la peste bubónica, etc). A la muerte de Witiza, el clan familiar designó como sucesor a su hijo Akhila, pero una parte de la nobleza se negó, proclamando rey a Rodrigo. Los partidarios del primero pidieron ayuda a los árabes, quienes entran en la península en el 711 con la excusa de concederla, y ya no se irán Rodrigo, que se encuentra en Pamplona avanza hacia el sur con su ejército, siendo estrepitosamente derrotado en Guadalete, al tiempo que muere. Con esto se pone fin a la agónica realeza visigoda y al mundo de la antigüedad tardía hispana. Aspectos de la sociedad hispanovisigoda El derecho La elaboración de códigos legislativos se convirtió en un instrumento de ejercicio del poder y de afirmación del poder de la monarquía, así como de “organización de la estructura social” de los nuevos reinos visigodos, unas estructuras políticas cuya sedentarización y aculturización suponía un cambio respecto a su pasado. La aparición temprana de códigos legislativos, en el reino de Tolosa con el Código de Eurico, muestra una tendencia temprana en los visigodos hacia la 20 21 romanización, el interés por adoptar unas normas jurídicas estables y escritas frente al derecho consuetudinario propio de los “pueblos bárbaros” Desde Eurico, son numerosos los códigos legislativos, siendo notoria la influencia de la cultura jurídica romana. Los más importantes fueron los de Alarico, y la Lex Visigothorum de Recesvinto. Una peculiaridad de estos códigos es su frecuente promulgación conciliar, mostrando el maridaje entre iglesia y estado. La estructura social Los visigodos constituyeron una minoría respecto a la sociedad hispano romana. Aunque las únicas referencias numéricas de este pueblo se refieren a cuando traspasa el limite del Danubio a finales del siglo IV, (unos 80.000), es probable que su número no fuese muy superior al constituir el reino de Tolosa, y más tarde el de Toledo. Se estiman sus efectivos en torno a unos 100.000 en el s. IV, frente unos 5 millones de hispano romanos. Su control territorial, en la fase del reino de Tolosa fue muy laxo y se limitaba a los ejes viarios y en mayor medida a la provincia Tarraconense. Más tarde, al establecer el reino en Toledo controlaron las diversas ciudades y nucleos de poder. Sin duda constituyeron una minoría rectora, aunque compartiendo los cargos civiles, religiosos y militares con la aristocracia local. La conversión al catolicismo de los visigodos, los cambios jurídicos que legalizaron los matrimonios mixtos (prohibidos por el emperador Valente a finales del IV aunque realizados de hecho), el sistema de acceso a la tierra, que respetó la estructura social anterior, etc, facilitó esa “identificación” rectora, y que los conflictos se plantearan en su seno en términos de luchas por el poder o luchas de influencias, más que de tipo “étnico”. La sociedad hispano romana era la mayoría de la población. Mantuvo en general su estructura económica y social (aquejada de la “desintegración” de la romanidad tardía). Por tanto, mantuvo, y trasladó a la nueva “sociedad mixta”, la diferenciación entre aristócratas y grandes terratenientes, colonos, pequeños campesinos, etc. Probablemente la exclusión social aumentó, siendo una muestra el fenómeno de los bagaudas. Parece que el reparto de tierras pactado entre romanos y visigodos para su instalación en Aquitania como federados, según el cual percibían 2/3 de aquellas fue más nominal que real, sobre todo en Hispánia. El patrimonio de los nuevos monarcas, y las tierras concedidas a los nobles visigodos probablemente se nutrió del ager publico o de tierras requisadas a los que les hicieron frente, incrementándose a costa de sucesivos enfrentamientos internos de la nueva “sociedad mixta”. 21 22 Cuestión distinta es que fueran los hispanoromanos los que soportaran las cargas tributarias impuestas por el nuevo poder visigodo, pero seguramente en términos equivalentes a los de la ultima romanidad : soportando sobre todo la carga tributaria las clases inferiores. Los judíos representaron una minoría importante en el reino visigodo de Toledo, al continuar concentrando buena parte del comercio (junto a comunidades orientales, como sirios, egipcios, etc), las finanzas y algunas actividades artesanales. Esa relevancia social se interponía en los planes de la uniformización católica se intentó implantar con la legislación conciliar : prohibición de que tuvieran esclavos cristianos, de manifestaciones religiosas propias, y a finales del siglo VII incluso del ejercicio del comercio. Estas medidas –que ocasionalmente se atenuaban y otras se contrarrestaban al comprar los judíos su no aplicación -, en todo caso provocaron el alineamiento de esta poderosa minoría con los grupos desafectos de cada coyuntura : instigando levantamientos arrianos, apoyando a unas facciones (en la, lucha dinástica) o ciudades contra otras, y a comienzos del VIII recibiendo favorablemente a los árabes. La Iglesia tuvo una gran relevancia social, política y económica. El sistema de Concilios fue un instrumento de legitimación del monarca de turno (y sus pretensiones sucesorias) mediante la unción de manos del obispo a los reyes, un sistema legislativo (tenían sanción religiosa las normas jurídicas) e incluso un instrumento de gestión (se sancionan actos de gobierno). Además, manifestaba la igualdad del estamento religioso y nobiliario en la influencia sobre el poder : la nobleza participaba en los Concilios, desde el IV de Toledo. Pero la relevancia de la iglesia iba más lejos que la sacralización de ese poder. Revestidos los obispos de funciones judiciales, administrativas e incluso recaudadoras, (desde el III Concilio de Toledo), poseedora la iglesia de enormes propiedades, era la institución económica y social más importante. La estructura de poder se disponía en torno al monarca, en el Aula Regia o Palatina, en la que aquel se rodeaba de los hombres de su confianza, nobles y religiosos . La administrativa territorial (que estableció Leovigildo) mantuvo la división provincial romana. Al frente de cada provincia peninsular (cinco : Galicia, Cartaginense, Lusitania, Bética, y Tarraconense) había un dux como jefe militar y administrativo, y tras el los comes civitatis con funciones civiles (fiscales, judiciales, etc) de las cívitas y sus territorium. Los obispos, como se dijo, eran el juez ordinario y los concilios provinciales la instancia de apelación primaria, la definitiva era la presidida por el rey. 22 23 La sucesión al trono Las luchas por el poder son una causa de la debilidad política de la monarquía visigoda, y al mismo tiempo una manifestación de sus contradicciones. En la tradición goda, el nombramiento del monarca era electivo, pero dentro de un clan. Es decir, debía ser aclamado y aceptado por la aristocracia gentilicia goda, pero se determinaba dentro de una “saga” familiar, que los visigodos, desde Alarico establecieron en los baltos. Con el reino de Tolosa y la aculturación romana, (con Teodorico I) se plantea la sucesión dinástica como fórmula distinta a la electividad. La pérdida del reino de Tolosa y sus tierras llevaron a la aristocracia gentilicia a luchar por el poder e intentar romper la línea sucesoria de los baltos. Hasta el IV Concilio de Toledo (633), que reguló la sucesión al trono, la fórmula empleada por los distintos monarcas (normalmente usurpadores), para perpetuarse en el poder era establecer la “asociación al trono” de sus hijos, eliminando con ello las fórmulas de aclamación o elección de otros competidores (aunque ellos hubieran accedido al trono con esos métodos, pacífica o violentamente). Se reveló como un fracaso ante la sucesión de usurpaciones. Ese concilio estableció las bases de la regulación electiva del nuevo monarca, para dotarle de legitimidad. Se trata de un concilio con una gran importancia política: la nobleza consiguió establecer una monarquía no hereditaria, sino electiva, en la que la Iglesia tenía un papel esencial. Sin embargo este mecanismo tenia un “componente letal”, al llevar las luchas por el poder a las instituciones más altas, la propia corona. Conclusión En términos generales parece que los rasgos propios de la romanidad tardía (desestructuración del poder político, fragmentación social, desarrollo del clientelismo, etc), se mantienen bajo en reino de Toledo, atenuados por los esfuerzos por diseñar una nueva estructura política a imitación del “renovatio imperi” bizantino, y por el papel creciente de la iglesia como cohesionador social; y acentuados por las tendencias disgregadoras de la sociedad visigoda. 23 24 TEMA 2 : AL ANDALUS : LA ESPAÑA MUSULMANA 711-1030 1.- EVOLUCION POLITICA HASTA PRINCIPIOS DEL SIGLO IX Panorama General Al-Andalus es una concepto geográfico de delimitación variable, que se entiende en clave política : es el territorio conquistado por los musulmanes en la península. Por tanto varía territorialmente desde casi su totalidad, en el siglo VIII, tras la primera invasión, o en el X, con su máximo esplendor, hasta al reino nazarí de Granada, en el siglo XV. Hasta 1030 el mundo islámico peninsular ofrece una imagen de unidad (no exenta de conflictos y cambios internos), sobre todo en comparación con los reinos taifas posteriores, la conversión de Al-Andalus en una “provincia” del norte de Africa, con los Almorávides y Almohades, hasta el colapso de las primeras décadas del siglo XIII y el posterior reino nazarí. Su ámbito territorial “estable” (es decir, al margen de incursiones militares puntuales) tiene en el norte unos límites difusos que pueden vincularse con el Ebro y el Tajo, hasta sus desembocaduras. Entre el Duero y el Tajo habría un “desierto estratégico”, con incursiones esporádicas... Al norte de ese “limes” hay una periferia subdesarrollada que sufre “punciones” musulmanas. Se trata de una zona comprendida entre las cadenas montañosas y el mar. La mitad occidental de esa zona (Galicia, Asturias y el norte de León) registra una rápida conversión de una sociedad gentilicia a una sociedad altomedieval : militarizada, eclesializada y feudalizada. En ella no se produce una intervención conformadora exterior. La mitad oriental (el sur pirenaico) registra un descenso de las montañas al llano más tardío que en la otra zona. Serán territorios nunca controlados por los musulmanes, excepto sus pasos en Navarra y Cataluña. En esa zona si se produce una intervención conformadora exterior, la de los carolingios, que constituyen “estados tapón” para proteger su retaguardia. Su objetivo no son los Pirineos, sino el Valle del Ebro, cuya riqueza generó diversos intereses cruzados entre Carolingios, musulmanes cordobeses y los gobernadores locales. En la zona occidental se irán conformando diversos reinos como detentadores de la hegemonía : Asturias, León, Castilla. En la zona oriental habrá un decantamiento progresivo. Navarra y el Condado de Barcelona emergen como potencias políticas hasta la eclosión de la Corona CatalanoAragonesa. 24 25 En la evolución política de la España islámica del VIII al XI hay varias etapas : 1. La etapa de los Gobernadores : 711-756 el Emirato Dependiente. Es un periodo confuso y mal interpretado por los historiadores, caracterizado por la sucesión de gobernadores (uno cada dos años). En el se registra una continua afluencia de emigrantes desde el norte de Africa. Surge en esta época una nueva centralidad en torno a Córdoba. El establecimiento del poder Omeya en Al-Andalus : El Emirato de Córdoba : 756-929. Yusuf el Fili será el último gobernador que se somete a los nuevos vencedores en Damasco, los Abbasíes. A partir del 756, Abderramán I, El Emigrante intentará la estructuración de un estado, aunque sin llegar a plantear exigencias de soberanía. Se beneficiará del desplazamiento del centro político del Islam hacia Oriente, a Bagdag. Durante esta etapa tienen lugar importantes procesos : el desarrollo de la administración, el aumento del control sobre el territorio, una arabización de los mismos, un aumento de la fiscalidad, etc. 2. El Califato de Córdoba : el esplendor de Al-Andalus : 929-1031 Surge en una época en la que ha eclosionado el Califato de los Fatimíes en Qayrawan (Tunez, 909) y este va a conquistar Egipto, desplazando su centro a allí (969). Es decir, coexistirán tres califatos (Córdoba, Bagdag y El Cairo). En pocos años verá el mismo proceso que registra el califato de Bagdag, la dinatización de los mayordomos y generales, con Almanzor, y una intensa fragmentación política (esto es propio de Al-Andalus), con decenas de poderes locales que se agrupan en 10-13 reinos taifas importantes. 19-11-2001 25 26 La etapa de los Gobernadores : 711-756 el Emirato Dependiente Cuestiones previas. La conquista de la península ibérica debe entenderse en el contexto de la expansión del Islam sobre pueblos que asumirán su religión y forma de vida. Se trata de una expansión que pone de manifiesto una gran capacidad para integrar en su seno a pueblos mono y politeístas y que llega al confín geográfico – natural de los pueblos vinculados a la cultura occidental. El Islam surge con Mahoma, con el se produce una expansión territorial de “una creencia religiosa”, “una forma de vida” y “unas normas jurídicas”. Junto a estos tres elementos culturales, se crea un poder político que en un principio es estrictamente árabe, que protagonizará sucesivas oleadas invasoras. El Islam se expande sobre imperios decadentes (Bizantino, Persa, Sasánida), beneficiándose de su desestructuración interna y del trato que otorga a los creyentes monoteístas (en cuanto a respeto a sus creencias) : judíos, cristianos, zoroastristas = “gentes del libro” = Dhimníes. Implanta un tipo de relaciones sociales y jurídicas compatibles con el respeto de la propiedad y las estructuras sociales de los pueblos sometidos a nivel político y tributario (se les exigirá un doble impuesto, por cabeza y por tierras) y que no le hagan frente, pues en tal caso son vilentamente reducidos. Realizan una política de islamización leve, en un principio. Se frenan las conversiones, se fijan requisitos para la conversión, como constituirse en clientes de tribus árabes. Se buscan los pactos y los acuerdos con los pueblos que se someten, más que su aniquilamiento. De este modo, la nobleza o los grupos dirigentes no llegan a perder el poder. Un caso paradigmático será en España el de Teodomiro/Tudmir, de Murcia. Antecedentes a la conquista El Islam, cuando penetra en la península está muy lejos de constituir un sistema religioso y jurídico estructurado. Solo ha pasado un siglo desde la muerte del profeta. Concluida la etapa de los Califas Perfectos, apenas si ha comenzado el proceso de arabización-dinastización dentro del clan - 26 27 centralización política – etc. que tiene lugar con los Omeyas, y caracterizada en general por la creación de un poder político “semejante” al Basileus bizantino. En Ifriquiya hay un poder bizantino independiente de la metrópoli. En su expansión hacia el oeste, los musulmanes tomarán estas tierras y crean un campamento militar en Qayrawan en el 642, frente a Cartago (esta cae en el 698), que será futuro centro administrativo del que dependa en un principio la península, una vez conquistada. Entre el 650 y el 670/90 el califato registra problemas internos con la división entre chiies, sunníes, y jarichíes. El sistema electivo que había llevado al poder a los cuatro primeros califas es objeto de embates encontrados; concluye violentamente el califato de Alí (como los anteriores) y los omeyas se hacen con el poder, imponiendo el sistema dinástico dentro de la tribu coraixí; se traslada la capital de Medina a Damasco; se produce una consolidación y sobre todo un relanzamiento de las conquistas, que en el norte de Africa se manifiesta en la penetración hacia el oeste y el Magreb. Este es un territorio ocupado por los Mauri o Beréberes, una cultura africana con muchos rasgos de latinidad, que tiene estructuras matriliniales, y con tradiciones guerrero-nómadas relativamente cercanas a los árabes. Están formados –estos beréberes- por grupos tribales enfrentados entre si : Zanata, Masmuda, Sinhacha... Los árabes tendrán que combatir duramente a estas tribus. Solo en el 710 logran someterlos plenamente y el gobernador de Qayrawan, Musa, alcanza la costa atlántica de Marruecos : tarda más de 150 años en cubrir una distancia igual a la recorren en apenas 20 hasta llegar a Qayrawan. Ceuta entra en el 708-709 en la órbita de los musulmanes. Visión tradicional de la conquista En octubre del 709 tiene lugar una correría musulmana en la Bahía de Algeciras. En Julio del 710 se produce un desembarco de 400 hombres bereberes, enviados por Musa, el gobernador de Qayrawan. Entre Abril y Mayo del 711 se produce el desembarco de 7.000 hombres al mando de Tariq Ben Ziyad, lugarteniente de Musa, controlando Tarifa, Gibraltar Y Algeciras. Posiblemente pacta con los lugareños que se oponen a Rodrigo. Las tropas de este (estimadas en 100.000 hombres) y las de Tariq (unos 12.000) se enfrentan en Julio del 711 en la zona de Barbate, Guadalete, La Janda, sufriendo aquellas una fuerte derrota, probablemente debida –en parteal desafecto y enfrentamiento entre los suyos. Tariq va desde el estrecho a Córdoba, dejando de camino un destacamento en Sevilla, y en Octubre-Noviembre entra en Toledo. 27 28 Musa llega en el 712 con tropas árabes y unos 18.000 beréberes sometidos a estos. Toma Mérida, Sevilla y llega a Toledo donde se encuentra con Musa. Allí acuña el primer Dinar en árabe y latín. Una vez juntos los dos se dirigen hacia Zaragoza, y tras tomarla uno se dirige hacia Galicia, tomando León y Astorga, y el otro hacia Asturias, llegando hasta Gijón. En el 714 ambos serán llamados a Damasco. Tariq es asesinado y Musa degradado. No han cumplido las órdenes del califa : no repartir nada; y parece que tampoco han constituido el preceptivo “quinto” califal. (OJO ACLARAR CONTRADICCION CON EL ARIE). Queda el hijo de Musa, Abd el Aziz, quien hasta el 716 amplía la zona conquistada (Evora, Santarem, Pamplona, Murcia, Alicante...). Se casa con la viuda de Rodrigo, y es mandado asesinar por el Califa de Damasco, ante sus pretensiones de convertirse en soberano de Al Andalus. Con el termina la fase de la conquista peninsular. 21-11-2001 Los conflictos entre coraixíes y yemeníes por el control del califato se trasladan a Al-Andalus, también las divisiones entre las tribus beréberes. Esas divisiones se manifiestan en la inestabilidad de los gobernadores. Hasta el último no hay una tendencia a constituir un poder fuerte y centralizado en AlAndalus (eso beneficiará a Abderramán). En esta primera etapa se producen pactos con los poderes fácticos visigodos, los comes –o condes- y duques, los obispos, etc. Solo hay una expropiación, la que se produce contra el Obispo de Toledo... Los musulmanes son recibidos en parte como libertadores, por una población “baldada” a impuestos o prestaciones nobiliarias abusivas, sometida a leyes disciminadoras (judíos), y fragmentada. A Abd el Aziz le sucede su primo, y a este un enviado de Damasco, Al Horr. Los gobernadores siempre vienen con tropas y por eso se imponen a los anteriores. A este le sucede Al Sham. Al prinicipio la conquista tiene un carácter inestable y provisional. En el 721, el califa Omar II se plantea la opción de abandonar la península. Al Sham viene a ver si es factible mantenerse en la península o retirarse. Vino con 400 notables de Ifriquiya y Egipto, que aspiran a recibir tierras, aunque eso suponga entrar en colisión de intereses con los que están antes. Se dibujarán dos grupos : los baladiyum, los que primero llegaron, y los samiyum (o sirios o emigrantes), posteriores. 28 29 3-12-2001 La expansión por la Galia es uno de los aspectos destacables de la época de los gobernadores. Ya Tariq parece que llega a conquistar Barcelona y Narbona, los puntos más al norte de los visigodos, y controla Avignon y Lyon, ascendiendo por el Ródano, donde es detenido por Carlos Martel, replegándose estratégicamente hacia el sur. Será Abdelaziz, el hijo de Musa, el que controle la zona. Pero las incursiones al norte se repiten. Una de estas la protagoniza Al Sham, quien muere en el 721, en combate contra el Conde Eudes de Aquitania. Una nueva oleda se produce en el 725 con Al Kalbi. Este consolida la posición en la Narbonense, conquista Carcassonna y Nimes, llega a Borgoña y ataca monasterios. En el 732 tiene lugar una tercera ofensiva con Abderramán El Gafiqui. Este no cuenta con el apoyo de todo Al Andalus, pero conquista Burdeos y amenaza Tours y Poitiers obligando a Carlos Martel a hacerle frente, derrotándolo. En el 734 tomarán Arles, Avignon y en el 737 detienen a Carlos Martel en su avance.. Narbona caerá en el 741, con Pipino el Breve : el reino de Aquitania tiene gran importancia política para los Carolingios. Hasta la década de los 80 hay incursiones intermitentes desde los Pirineos hasta el Ródano, que llegan ocasionalmente más al norte, hasta que los carolíngios deciden expulsarlos, tomando en el 790 Gerona y en el 801 Barcelona, y antes creando un “territorio tapón” con el reino de Navarra, que les sirve para proteger a Aquitania. Ellos están interesados en la frontera norte y la presión sobre alamanes y bávaros. La situación cambia a partir del 74. Ahora los árabes tienen un rival interior, los bereberes. Otro acontecimiento político importante de la época de los gobernadores es el surgimiento en Asturias del primer núcleo de resistencia cristiana al Islam. Hacia el 711, en los Picos de Europa, un tal Pelayo, godo, hijo de un Conde, es proclamado rey por los Astures, en Cangas de Onis. Hacia el 718 se produce la batalla de Covadonga, que conolida el Reino de Asturias. Entre el 718 y el 737, Pelayo controla los montes asturianos y logra el acercamiento de Galicia. Entre el 737 y el 739 se suceden cuatro reyes astures y el 739 asume la corona Alfonso I, que se aprovecha de la revuelta bereber, el hambre , y un 29 30 abandono de Galicia y el norte de Portugal hasta el Duero, intentando controlar ese territorio hasta la Rioja. Su obra más importante es despoblar esos territorios y llevarse a Asturias a sus moradores. Con ello crea un desierto estratégico entre Astorga y Lugo, enfrente de la Marca árabe que iba de Toledo al Duero. El reino de Asturias, hasta finales del siglo VIII no es un problema político para los musulmanes. Se establece sobre un territorio poco romanizado y en escaso contacto con el Islam. La reacción de sus indígenas, astures, ante los musulmanes es la que vienen teniendo anteriormente respecto a otras influencias exteriores : se oponen. Más tarde, una monarquía visigoda, (extranjera) se impone a la población autóctona, los astures. De hecho, solo con Alfonso I hay una dinastía propia. Mientras tanto, en Al Andalus, se vive una provisionalidad política auspiciada por los gobernadores militares, los conflictos dentro de los árabes, las producidos por las sucesivas oleadas sirias y los de antes : árabes y beréberes, al tiempo que apunta el conflicto de los convertidos al Islam : los mozárabes ven como son expulsados de los cotos de poder que controlaban, por Abderramán. Es aquella un sociedad muy convulsa. No percibe los beneficios de la inserción en el mundo islámico. Los Maulas o muladíes, tienen que pasar por insertarse en tramas clientelares de tribus árabes. Sólo cuando se solucionó esa integración, el gobierno omeya pudo avanzar, más adelante. LA ETAPA DE PODER OMEYA : 756-1014 (HASTA HISAM II) Políticamente cabe distinguir dos etapas : 756-929 : el Emirato Cordobés. 929-1014 : el Califato de Córdoba. Tanto en la primera como en la segunda etapa la nota más llamativa es la continuidad del proyecto político. 30 31 El Emirato de Córdoba En el mismo cabe distinguir dos etapas. La primera etapa del Emirato es la de Abderramán I y Hisam I, hasta el 796. Abderramán elabora un proyecto político de corte abbasí (aunque estos fueran sus enemigos), con las siguientes notas : Un poder centralizado en Córdoba, con diversas provincias o coras... El establecimiento de tres ejes defensivos o Marcas, la Inferior con capital en Badajoz, la Media, con capital en Toledo y la Superios, en el Valle del Ebro, en el eje Tortosa-Zaragoza, con capital es esta ciudad. Estas Marcas serán “el escudo” de Al-Andalus hasta el 1009. Un ejército distinto al anterior (de tipo tribal) con presencia creciente de mercenarios reclutados con dinero. Un sistema fiscal eficaz para poder pagarle y construir bellos edificios, etc, que descansa sobre los no árabes (tanto mozárabes, como cristianos e incluso los beréberes) OJO ACLARAR, y que despertará la oposición social. La presencia de flujos tanto centralizadores como disgregadores, desde la llegada de Abderramán. Abderramán creó un problema político dentro del Islam : ha sobrevivido a la razzia de los abbasíes y levanta un poder político propio (aunque sometido al centro abbasi), gracias a la lejanía del califato, acentuada al trasladarse a Bagdag, y a la desmembración política de aquel. Abderramán consigue los apoyos iniciales, desembarca en Almuñecar y se proclama Emir. El periodo de Abderramán I, 32 años, vera numerosos conflictos : debe hacer frente a 150 motines y a 10 revueltas graves. 5-12-2001 La tendencia al distanciamiento respecto al califato de Bagdad fue prudente. La unidad en torno al Califa es un elemento esencial del poder del Islam. Incluso Abderramán I no se segrega políticamente : se separa sin impugnar esa unidad. El califa seguirá siendo el cabeza de la Umma, la comunidad (hasta el siglo X sólo habrá un califato). Por su parte, Bagdad dejará de enviar agentes desestabilizadores a España, desde el 762. La impugnación de la unidad política del Islam no se plantea con Abderramán I, aunque Al Andalus será el primer territorio que se separe en el 31 32 mundo musulmán. Luego, se consolidarán diversos poderes en Irak (Jorasán), Irán, Egipto, en el norte de Africa, etc. La impugnación de la unidad política del Islam no es lo que más preocupa a Abderramán, sino contar con apoyos suficientes : Los sirios de Baly, Unas 500 familias de maulas clientes de los omeyas, Algunos de los beréberes de la península Los yemeníes, los más numerosos, a los que gana con promesas. Abderramán plantea un giro político respecto a la situación preexistente. El último gobernador, Yusuf Al-Fihri, se apoya en los coraixíes, minoritarios, pero la casta gobernante en Al Andalus. Abderramán logra los apoyos citados e invierte la correlación de fuerzas que respalda el poder. Los problemas de Abderramán serán : Dominar a los coraixíes, no solo por la fuerza, sino atrayéndolos al poder. Consolidar la fidelidad de los sirios. Adoptar una política ante los muladíes diferente al menosprecios que estos soportaban hasta entonces. Sobre todo, destrozar el poder de la Comandancia Militar seguidora del califa de Bagdag en Al Andalus, que durante 40 años no ha logrado islamizar a la población peninsular, ni evitar los conflictos entre los árabes, entre árabes y muladíes, etc. Para resolver esos problemas, y especialmente el último, concentra todo el poder en torno a si mismo, creando un palacio, un comitatus o núcleo de poder, en Córdoba, y una red de 300 árabes y muladíes que gobiernantrabajan para el, es decir, una nueva nobleza adicta. Su proyecto político con la creación del comitatus es la “sirianización” del estado, aplicar el “procedimiento omeya del poder”, el modelo bizantino, frente al modelo oriental abbasí. Un modelo basado en un poder personal fuerte, un basileus islamizado. Poco a poco, muy lentamente, va insertando en el aparato del poder a los muladíes más poderosos. Asimismo, aplica una política más agresiva de islamización, aun a costa de incrementar el conflicto con los mozárabes, de acentuar la perdida del latín, los nombres cristianos, etc. Otro aspecto de su política será fomentar una emigración desde oriente, “de calidad”. 32 33 El establecimiento de un sistema fiscal eficaz, para mantener un ejército más numeroso y estable, será otro de sus objetivos. El ejército es básicamente árabe. Los muladíes,y los beréberes no tienen acceso al mismo más que en contadas ocasiones, salvo como tropas secundarias, formando parte de las levas, etc. La insuficiencia de este ejército, determina un aumento de los mercenarios, desde el siglo X, (beréberes, negros, eslavos, etc). Desarrolla una administración provincial, con coras y marcas, fidelizando territorios. Será un proceso “titánico”, que culminará en el siglo X. Estos esfuerzos de reordenación del núcleo de poder político administrativo, territorial y militar suponen una ruptura de la sociedad tribal que se ha establecido en Al Andalus. Los problemas con los que se encuentra el proyecto político de Abderramán son los siguientes : Tiene una enorme oposición interna a lo largo de los 32 años. Sevilla, en manos de los sirios, es rebelde durante 10 años. Estos le apoyan al principio con tropas, pero luego le abandonan. Los beréberes ven como los muladíes entran en el proyecto de Abderramán, pero ellos no. También se el enfrenta la familia de Al-Fihi y una parte de los quaisíes. Tendrá enfrente a los agentes e instigadores que envía Bagdad., etc. La islamización de Al Andalus que promueve Abderramán se manifiesta en varios aspectos : Extensión de la lengua árabe. Integración en las redes del comercio que giran en torno al eje Bagdad - Alejandría. Tiene reflejo en las ciudades : reconstrucción de la muralla de Córdoba, edificación de mezquitas, erección de defensas ante la presión de los cristianos (debido a la presión carolingia y el doble juego de las familias muladíes del valle del Ebro)… La patrimonialización del poder en su familia, en el 787 le permite ampliar sus bases de apoyo. Se produce una rivalidad entre sus tres hijos : Hisam (el candidato popular, apoyado por las masas), Suleiman (el candidato del ejército), y Abdalá. El ejército pretende evitar la dinastización del emirato, y volver a la época de las comandancias militares. 33 34 En el conflicto, gana Hisam, lo que debe entenderse como una victoria de la heredabilidad, sin pasar por el visto bueno militar. Hisam I, “el piadoso”, termina con el Comité militar. Los otros dos aspirantes se sublevan con el apoyo de algunas ciudades (Tortosa, Barcelona, Zaragoza, Huesca, etc), frente a Córdoba. El nuevo Emir favorece las conversiones, para lo que decreta una reducción de impuestos durante diez años. Esta medida parece que tuvo efectos, pero relativos : en el siglo X, la población musulmana no debía ascender más del 40%. Hisam otorga poder a un nuevo grupo, los expertos en leyes musulmanas, los alfaquíes y los ulemas : serán el grupo de presión más poderoso hasta la época de Abderramán III. Entre el 750 y el 800 surgen las escuelas de interpretación coránica. Estos grupos tendrán un papel esencial : definir la ley. En el 751, Malik Ben Amar desarrolla desde Medina unos principios de interpretación del Corán, que prosperarán en Al Andalus : - Este no se puede discutir ni modificar, no existe la filosofía en el mundo islámico. Es en la ley y en la vida cotidiana donde hay que esforzarse por vivir conforme a lo que establece Alá. Se crea una ordenación de autoridades, y los gobernantes deberán seguir las interpretaciones más piadosas. La adopción en la península de las tesis de Malik, y el poder otorgado a los alfaquíes como intermediarios y a la vez portavoces de las masas populares, cobra todo su valor en un marco social conflictivo, como el que había entonces. Al mismo tiempo, Hisam desarrolla una política militante contra los cristianos, que se organiza cada primavera, con toque religiosos muy leves, con el objeto de recaudar impuestos en la zona de Galicia, Asturias, Alava, etc, al tiempo que se intenta mantener el control sobre Zaragoza, Barcelona y Narbona. La segunda etapa del Emirato va desde el 796 al 852, con Al Hakem I y Abderramán II. En esta 2ª etapa, los objetivos políticos serán : Un proyecto coherente de fiscalidad. Someter a la sociedad. 34 35 Acentuar la islamización intensificando el uso de la lengua árabe y acentuando la vinculación con oriente de la cultura andalusí. Culminar la orientalización política. Incrementar las conversiones. Potenciar el primer despegue económico de la península. Al Hakem será un Emir preocupado por conseguir la paz y el orden a fuerza de cimitarra, para lograr el éxito fiscal. Alcanza el trono reprimiendo a sus tíos Suleiman y Abdalá, con los que negocia. Al segundo lo nombra gobernador de Valencia, donde tiene una gestión eficaz (funda Ruzafa, reconstruye canales, etc). Durante este emirato el reino de Asturias se convierte en reino de León, llegando al Duero. Al tiempo, debe hacer frente a los proyectos de Carlomagno, quien toma Gerona y Barcelona (en el 801), a la vez que los aliados pamploneses se independizan (los Arista y los Garcés). Al Hakem deberá también hacer frente a las revueltas de los muladíes y alfaquíes contra la presión fiscal, cuya incidencia se va ampliando (descansa 1º en los cristianos, 2º sobre los muladíes, y 3º sobre todos, a través de los impuestos “no coránicos”, las alcabalas sobre el pan, etc). Se trata de sublevaciones que se suceden en los arrabales de Córdoba, sobre todo en el 820, llegándose a expulsiones masivas de población, etc. Para hacer frente a estos problemas, Al Hakem crea una guardia personal eslava que reprime y persigue a los alfaquíes (cuyo jefe es entonces un judío de origen cristiano), y una policía política. Pero con el tiempo se labra una imagen de hombre piadoso y se ganará a los alfaquíes. Como reacción contra los cristianos fortifica plazas, como la de Calahorra, y recupera ciudades, como Lisboa, etc. Abderramán II controlará el Emirato desde el 822 al 852. El suyo es un reinado largo como el de su padre, pero todo le sale bién. Se rodea de un equipo político y consejeros eficaces (Ali Ben Zirjab, etc), de sabios de origen iraquí y sirio, agrónomos, etc. Siria ha perdido su importancia en el mundo islámico por lo que muchos de sus sabios procuran acogerse a la protección de los omeyas de Al-Andalus. “Gracias” a la labor de sus antecesores, se encuentra con una oposición menos estructurada. Es el heredero de la España visigoda. El emir será el protector de la iglesia. Convence al papa para la convocatoria de un concilio en Córdoba, presidido por Abderramán II, que condena los “auto martirios”, suicidios, etc, que alimentaban el rebrote cristiano… Asimismo, se crearán vicarías y obispados en territorio cristiano, pues antes no habían…. 35 36 Abderramán II tendrá ministros de asuntos religiosos. Promueve un aumento de la presión fiscal. Hace acuñaciones de monedas : dirhams de plata y otras de cobre. Los dinares, de oro, son unidades de cuenta, no se acuñan. Durante su emirato, los muladíes siguen dando problemas, pero es una época de relativa paz e integración social. Aparecen los vikingos, y son rechazados en el 844, en Tablada, en el Guadalquivir. De todos modos, crea una flota de guerra para hacerles frente (a los vikingos, luego a los gallegos y a los fatimíes), atarazanas, vigilancia costera, etc., lo que supone más impuestos. Con el se institucionaliza la figura del Mayordomo, equivalente al visir, es decir, una especie de primer ministro, pero diferente al de oriente, pues simpre dependen del Emir, conservando este el gobierno personal. El primero fue Zirjab, y luego Naser, un eunuco. La tercera etapa del Emirato va del 852 al 929, correspondiendo a los gobiernos de Mohamed I, Al Mundir, Abd Alla y comienzos de Abderamán III Por un lado son años en los que eclosiona el desarrollo económico : : fin de las grandes propiedades, concesión de tierras por largos periodos que incentiva la producción y capitalización agrícola (inversión en obras hidraúlicas, arados, etc) auge comercial, desarrollo urbano, etc. Se acentúa la presencia de mercaderes sirios, egipcios, etc, que acompaña una emigración importante : técnicos, políticos, etc. Pero este primer crecimiento tiene un precio : Desequilibrios y desestructuración social. Fin del predomino árabe inicial ante otros grupos. Los muladíes se convierten en un poder alternativo (se sublevan en los arrabales…) y ven como pierden posiciones. Hay un resurgimiento de los autonomismos locales teñido de enfrentamiento entre árabes y muladíes. Hay un conflicto entre Córdoba y las provincias : surgen 50 poderes diferentes Son años de guerra civil, y en ellos los conflictos se suceden. Se trata de un periodo difícil de explicar. Son unos años en los que estallan todos los conflictos. Un periodo oscuro, en el que se suceden cuatro Emires, con características distintas todos ellos. Mohamed I, parece una continuidad de Abderramán II, en la que se produce el agotamiento del poder cordobés. Se pone de manifiesto la oposición interna con los muladíes. No están en contra del Islam, solo quieren un cambio, una equiparación. 36 37 Al tiempo, se manifiesta la crisis en el exterior. La crisis de los carolingios es una buena noticia, porque descomprime la presión sobre el valle del Ebro. Pero la consolidación del reino Astur Leones es una mala noticia, pues supone la presión sobre el Duero y ocasionalmente el llegar a traspasar el Tajo y la alianza o el apoyo a los muladíes. En este plano exterior, en el 860 se produce un ataque normando (es la primera vez que penetran en el mediterráneo) que pone en cuestión las defensas costeras del emirato. Llegan 1º a Galicia, 2º a Algeciras, luego a Marruecos, Baleares e incluso hasta Pamplona, donde secuestran al rey; más tarde a Arles, Nimes, e incluso a Roma. Coincide con un aumento de la piratería en el mediterráneo occidental. En el 863 se produce una contraofensiva de Muhamad en la zona de Alava, Duero, etc. En el 877 se alcanza un equilibrio de fuerzas entre los asturianos y musulmanes que no se rompe hasta el 940. El año 880 se produce el surgimiento de un mito. Omar el Hasum, lider de los muladíes inicia la lucha contra el poder cordobés desde Bobastro, en la zona de Malaga y la Serranía de Ronda, obteniendo repercusión internacional, y poniendo en jaque a los omeyas. Todo este esfuerzo militar se traduce en un incremento de la presión fiscal, con sublevaciones de campesinos, de los muladíes (a los que no se les reconoce la condición de musulmanes para cobrarles impuestos) etc. Hashim, primer ministro, protagoniza esta politica dura tributario-militar, en la que procura atraerse a los alfaquíes, propugnando una islamización más intensa. Desde Hisam, entre los alfaquíes triunfan las posturas más radicales, y Hashim intenta atraerselos al tiempo que acalla su mensaje social. A la muerte de Muhamad I le sigue su hijo Al Mundir. Con este estalla una efervescencia interna en Al Andalus. Su proyecto politico es someter a los territorios díscolos, como el area de Málaga, controlada desde Bobastro, aunque lo que tiene delante es una gran sublevación campesina en todo Al Andalus contra la presión fiscal, y contra prestaciones personales exigidas por los propietarios de tierras. Hay una especie de golpe de estado palaciego. Es asesinado (junto a todos sus ascendientes, hijos, etc) por Abd Allá, su hermano. Este vé la descomposición de su poder. Solo la ciudad de Córdoba le obedece. Propiaciará medidas de tipo económico y social para apaciguar el enfrentamiento social y recuperar el poder sobre Al Andalus…. Abd Alla se aproxima a los alfaquíes, al tiempo que reduce la presión fiscal, pero estalla la guerra civil. Hay multitud de poderes distintos de Cordoba, algunos de muladíes, otros de alaianzas entre estos y árabes, etc. Intentará llegar a cuerdos, al tiempo que practica una política militar férrea, en su enfrentamiento contra Omar el Hasum (el de Bobastro). Frente a 37 38 ciudades hostiles como Mérida, Elvira, Tudmir, potencia ciudades afines como Bajadoz, Granada o Murcia. La recuperación cordobesa es muy lenta, pues su poder es limitado. Son necesarios pactos. Los bereberes de extremadura siguen a “un enviado” o Mahdi, y son aniquilados. El poder de Omar el Hasum se circunscribe a una zona pequeña, las sierras malagueñas. En el 899 se convierte al cristianismo y le abandonan muchos de los suyos… Esta lenta recuperación del poder cordobés da en el 912 otro salto cualitativo con una expedición privada. Hisam Al Jawlami ocupa las Baleares a favor de Córdoba. En el 912 le sucede Abderramán III, sobrino del anterior emir, de madre vasca. Es quien inicia la reconstrucción del estado cordobés, convirtiéndose en califa en el 929, con lo que establece un nuevo modelo político dentro del Islam. . 2 : LA SOCIEDAD HISPANOMUSULMANA ASPECTOS ECONOMICOS Y SOCIALES Una economía agraria La base de la economía en la España musulmana era la agricultura, sustancialmente de secano y en torno al cereal, la vid y el olivo, los cultivos típicos del mediterráneo. En ese sentido representa una tradición agrícola - y una dieta- distinta de la España septentrional y europea, en donde tienen más importancia la ganadería, la silvicultura y los productos del bosque. El secano se destinaba al cereal (trigo y cebada), y sembraban leguminosas, judías, garbanzos, etc. Un indicador de la extensión del cereal fue la construcción de molinos, bien de viento, bien hidráulicos. También fue extensa la superficie destinada al olivo. Al Andalus exportaba entonces el aceite excedente a toda la cuenca mediterránea al Magrib y a Oriente. Se obtenía con las mismas técnicas que ahora : almazaras, etc. Asimismo, eran extensos los viñedos, que también producían pasas. El regadío se extendió en las vegas de los grandes ríos y sus afluentes. Los musulmanes ampliaron los sistemas de regadío de los romanos y extendieron la red de acequias, incrementando la superficie de este tipo de cultivos. Probablemente no incorporaron adelantos tecnológicos en materia de riego (ya están presentes en las civilizaciones más antiguas de Oriente Medio), 38 39 pero si ampliaron su número y los utilizaron con más intensidad, bien por razones demográficas, bien por ser necesarios para los nuevos cultivos que introducen…Se les identifica con la agricultura intensiva de regadío por las recreaciones literarias –viajeros , etc- y el medio sobreexplotado de sus últimos asentamientos. Se les atribuye la introducción en España de la naranja y otros cítricos, el arroz, la caña de azúcar o el algodón, los platanales, etc.. La lista de productos agrícolas obtenidos es “casi” tan extensa como la actual. Desde productos alimenticios de consumo humano o animal (hortícolas, procedentes de la arboricultura, herbáceos, etc.), a plantas industriales morera para los gusanos de seda, algodón o lino, para la industria textil, esencias y condimentos culinarios, tintes, etc. -. En cuanto a la ganadería se empleaba para consumo humano y como medios de tiro : bueyes, búfalos (introducidos por ellos), camellos, caballos y asnos, etc. Abundaba el ganado ovino, y según Jaume Vicens Vives a los beréberes originarios de Marruecos se debe el impulso de la trashumancia organizada a lo largo de la geografía española. En general, la península se convirtió en una de las zonas más prósperas de las tierras islámicas. La agricultura no solo era capaz de sostener a una mayor población, sino a numerosas actividades de transformación y comerciales. En cuanto a las formas de explotación del suelo cabe señalar que al terminar la conquista de la península Musa repartió entre sus tropas Manufacturas. Comercio y Renovación de la actividad urbana La península era una zona rica en minerales desde la Antigüedad. Los musulmanes continuaron las actividades extractivas de los romanos y visigodos, acentuadas ahora con el relanzamiento de las manufacturas y el comercio. Las minas de oro, plata, hierro, plomo y zinc fueron objeto de explotación. Es conocida la destreza en el trabajo de los metales que se les atribuye, heredada de los visigodos. En la península se obtenían numerosos bienes de consumo y también de lujo. Era famosa la producción de seda, en bruto y ya tejida, que se exportaba a Europa y a Oriente, y otros muchos productos : de marquetería y madera, armas y metales, joyas, papel y pergamino, etc. El comercio a larga distancia discurría por rutas que enlazaban con el norte de España y Europa, con el norte de Africa y los puertos del Mediterráneo oriental, tanto del antiguo Imperio Bizantino como del Califato de Bagdad. Se trata de rutas establecidas desde antiguo, ajenas a las diferencias religiosas, en las que operan comerciantes orientales o de las ciudades italianas, de forma 39 40 regular y organizada, constituyendo auténticos monopolios o concesiones, y en las que una de las mercancías más notables son los esclavos. Pero sobre todo en la hispánia musulmana se desarrolla el comercio local al calor del revitalizamiento de las ciudades. Si la sociedad visigoda se caracteriza (a grandes rasgos) por el desplazamiento del poder hacia una nobleza que vive en sus castillos-propiedades, y por la desarticulación de la ciudad romana (con sus funcionarios curiales, servicios, funciones, etc.), la sociedad musulmana es esencialmente urbana. El desarrollo urbano es la manifestación del esplendor económico y social. Se organizan las actividades urbanas y comerciales y se crean funcionarios para su control, como el almotacen, que continuará tras la reconquista (garantiza los sistemas de pesas y medidas, vigila los servicios públicos, etc.). Hay corporaciones o gremios de artesanos, con sus estructura interna jerarquizada (maestros, oficiales, aprendices, etc.), que se dispondrán en zonas de la ciudad a las que le otorgan su nombre. Hay zonas comerciales –zocos -, con posadas, establos, tiendas y almacenes, etc. En suma, unas sociedades urbanas más complejas, con más población y mayor numero de actividades - no solo económicas, también de servicios profesionales, o de manifestaciones culturales, etc.-. Este esplendor económico, comercial y urbano (que sobre todo contrasta con el pasado visigodo y que en todo caso debe situarse en un contexto de economías antiguas, azotadas por inclemencias temporales, enfermedades, etc) se manifiesta en la subsistencia de muchas palabras de origen árabe en materia comercial, agrícola, etc. La sociedad de Al-Andalus : evolución y transformaciones. Probablemente la característica más notoria de la sociedad de AlAndalus fue la diversidad étnica y “cultural”. Sobre la sociedad hispano visigoda local - con sus diferencias internas, religiosas, económicas, etc.- llega un aporte que comprende la minoría árabe y una mayoría beréber. Tampoco estos dos grupos son homogéneos. Se ven afectados por diferencias tribales y de origen, por corrientes religiosas, etc. Los árabes eran la minoría rectora, -primeros gobernadores, omeyas, etc-, al tiempo eran los que imprimieron la orientación en la asimilación cultural y la islamización (los conversos debían convertirse en clientes de tribus árabes), predominará el rito jurídico malikí, específicamente árabe ; se generaliza su idioma; están conectados con países de lengua árabe de Proximo oriente…. Mantendrán con el tiempo esta “supremacía” aunque se fusionarán con los muladíes de origen hispánico. Con el tiempo la dejarán a favor de los aportes beréberes almorávides y almohades. 40 41 Los beréberes iniciales eran de origen sedentario y probablemente engrosaron las filas del proletariado rural. Una vez establecidos en Al-Andalus no se hicieron mucho eco de las doctrinas jariyíes que en el norte de Africa sustentaron las posiciones anti árabes. Parece que su oposición a estos últimos fue más “social” que de origen religioso. Los almorávides serán un movimiento religioso alimentado por tribus beréberes nómadas, y los almohades otro, opuesto al anterior, alimentado por tribus beréberes sedentarias. En el primer caso conectaron con el pueblo llano, frente a los reyezuelos taifas, y en el segundo carecieron de respaldo social. En ambos son “un producto islámico” que se superpone a la sociedad musulmana hispana. El efecto de los aportes en la sociedad hispanovisigoda, y la larga presencia islámica generará musulmanes conversos españoles –los muladíes-, como un grupo específico dentro del mosaico musulmán peninsular, que terminan por fusionarse con los árabes, aunque registrarán –en los siglos VIIIXIX- revueltas frente a los árabes –al ser tratados como “creyentes de 2ª”La conversión al Islam fue intensa por diversos motivos : Amplia oposición social a la colusión entre la iglesia y la nobleza visigoda. Continuidad de las creencias arrianas, en las que Jesús tiene una naturaleza humana. Un modo de preservar intereses materiales y ventajas sociales. La fe El panorama social se completa con los cristianos bajo dominación árabe, los mozárabes, con sus propias comunidades y organización, que gozan de respeto a sus creencias, etc…Parece que mostrarán admiración hacia la cultura musulmana…pero debían de sentirse insatisfechos, como se manifiesta al apoyar a los muladíes en sus protestas y al emigrar a reinos cristianos, desde el IX. A partir del X, al acentuarse la islamización de Al-Andalus registrarán una presión mayor. Esta notable diversidad social se organizó con arreglo a las pautas de la civilización islámica, a su vez matizada por los grandes cambios que tienen lugar en la misma –los sucesivos califatos-, y el hecho de situarse Al-Andalus 41 42 en un extremo del mundo islámico, con una estrecha relación con el cercano norte de Africa. En suma, se constituyó una sociedad de creyentes en torno a unos dirigentes revestidos de poder político y militar, que a su vez tenían las funciones de líder espiritual y nombraban a los jueces que observaban si los comportamientos sociales se ajustaban a las normas coránicas. Una sociedad desigual pero con mecanismos de integración social derivados de la religión, y de las instituciones. Desde este punto de vista, esa sociedad hispano musulmana era sensible o reflejaba los grandes cambios del mundo islámico : el fin del poder autocrático y centralizador de los Omeyas, la tendencia a contrarrestar las fuerzas centrífugas con una renovada militarización, las oleadas islamizadoras, etc. Pero por otro lado, también refleja, por la proximidad e influencia del mundo medieval cristiano, tendencias que tienen lugar en el mismo, como la feudalización creciente de la sociedad, la fragmentación del poder, el establecimiento de vasallajes al margen de las creencias religiosas, etc. Estructura Social En cuanto a la estructura social, la minoría árabe ocupaba al escala más alta. Cuando Musa concluye la conquista de la península repartió entre sus tropas los cautivos, los bienes muebles y las tierras de aquellos que le hicieron frente –que no serán muchos-, y reservó para el estado un quinto de las tierras y edificios que repartió. En ellos instaló a cautivos como colonos, para que lo hicieran producir. En ese reparto, y al igual que en otras zonas, los creyentes no árabes recibieron la peor parte del botín, en este caso, los beréberes. Muchos de estos debieron de instalarse en las tierras menos productivas. En todo caso muchos cristianos permanecieron con sus tierras y explotaciones, y es probable que una parte de la nobleza visigoda se convirtiera para conservar sus intereses. En todo caso sabemos, que los maulas o conversos protagonizaron, como los beréberes, diversos alzamientos frente a la minoría árabe. Y que bastantes mozárabes emigraron a territorios cristianos. Los elementos de diferenciación social se acentuaron con la llegada de nuevos aportes, por ejemplo los yundíes sirios de Baly se establecieron a mediados del siglo VIII como feudatarios terratenientes, o con la misma evolución del poder musulmán, al constituirse grupos que dominaban ciudades y territorios....Parece que con el tiempo, los elementos de diferenciación social o la ausencia de cohesión, “la carencia de clases medias”, fue uno de los factores que derrumbaron el califato. Sin embargo, se ha señalado cómo junto a grandes explotaciones, existiría un extenso colonato o numerosos aparceros y pequeños propietarios, 42 43 que alimentaban diferenciación. estratos sociales intermedios, que atenuaban esa Fue Almanzor quien asoció la reforma militar, el reparto de bienes, afectados a la estructura de propiedad anterior, que beneficiaba a la minoría árabe- y el establecimiento de una contribución para sostener a las tropas. Pero esta situación se hundió con la crisis del poder central en el siglo XI... 3. LAS ESTRUCTURAS POLITICO ADMINISTRATIVAS El Estado y la administrativas Administración. Poder central y estructuras En la época de los omeyas la marcha de los asuntos civiles y la gestión financiera del estado estuvo en manos de la administración central, bajo la autoridad del soberano o, en ausencia de este, del Hayib o Mayordomo. Existía una fuerte centralización política y administrativa, lo que contribuyó a contrarestar las fuerzas centrífugas y la heterogeneidad social. El estado Omeya era esencialmente una autocracia, es decir, el poder residía en el Califa (antes, de facto, en el Emir). Tanto el poder militar como el civil, e incluso el religioso. Todo estaba en sus manos, aunque este delegara muchas de sus facultades. Parece que la administración de Al-Andalus, establecida en un principio a partir de las formas de los últimos califas omeyas, con el tiempo adquirió las formas "pro persas" de los abbasíes : mayor distanciamiento respecto al pueblo (acceso más difícil a su persona), mayor importancia del mayordomo y del diwan, etc. En este sentido Almanzor y “la dinastía de los Amiríes” sería el ejemplo paradigmático. El poder del califa se materializaba en sus palacios, donde concentra las acciones de gobierno, reúne a sus consejeros. Allí radicaba el diwan o conjunto de oficinas palaciegas : una amplia burocracia. Hay un primer ministro con el título de Mayordomo. Tiene las funciones que posee el Visir en el califato oriental (en el de Córdoba ese nombre corresponde a un cargo de carácter secundario). El Mayordomo dirige el secretariado o las oficinas de palacio. Territorialmente había 21 provincias (aunque este número varió) llamadas “coras”, a cuyo frente estaba un gobernador o “wali” que residía en la capital de la provincia, una ciudad importante. 43 44 La división en coras tenía como base la situación existente en España antes de la llegada de los árabes, ya que en la mayoría de los casos, cada cora correspondía a una diócesis cristiana de la época de los visigodos... Las coras situadas en las Marcas fronterizas (Superior, con capital en Zaragoza, Media con capital en Toledo e Inferior, con capital en Mérida y luego Badajoz) eran las más importantes y constituyeron núcleos de poder creciente (aunque con el tiempo todas protagonizarán la disgregación del poder central califal). En cada provincia se reproducían las estructuras de poder, es decir, los diversos poderes (militar-administrativo, judicial, local -capital-, etc). En las diferentes provincias, los no musulmanes se organizaban en comunidades, y a su frente se hallaba un comes o conde, responsable de su capitación. Cada cora agrupaba unidades más pequeñas, llamadas "iqlim", que venían a ser "ciudades rodeadas de territorios vinculados a ellas", siguiendo la tradición administrativa romana de identificación entre ciudad y "su" territorio (como espacios con un mismo tratamiento tributario). El ejército y el sistema fiscal. La diplomacia El ejército fue, con las ideas religiosas, los principales elementos de cohesión social, y de fortalecimiento del poder central. Las fuerzas militares estaban compuestos por diversos elementos, a las órdenes del Califa, y de generales y jefes militares. Su número no era muy elevado, y esta en todo caso muy lejos de las cifras que manejan los cronistas, claramente abultadas : incluyendo mercenarios y levas andaluzas estaba en torno a 40.000 hombres, aunque en tiempos de Almanzor esta cifra se duplicó. Lo integraban, por un lado los “yundíes” de Baly, árabes de origen sirio, descendientes de los guerreros feudatarios establecidos en el siglo VIII, a los que se añadieron otros aportes posteriores - llegados con Abderramán I, etc.-. Todos ellos recibían tierras a cambio de servicios militares permanentes, siendo hereditarias la condición y sus servicios. Cada campaña militar - solían ser estivales- se acompañaba de levas entre la población de todas las coras, que luego participaba de los botines obtenidos. Al-Hakam I fue el primer soberano que organizó un ejército permanente a sueldo, dotándolo de equipo militar adecuado e instalando arsenales. Desde entonces el número de mercenarios fue creciendo. Serán incorporados como exclavos o como guerreros retribuidos. 44 45 Estos jugaron sobre todo un papel de sosten de la autoridad del califa en el plano interior, y mejoraron la capacidad ofensiva islámica. Esos mercenarios eran francos, eslavos, y a partir del siglo IX bereberes norteafricanos y negros sudaneses. Almanzor llevó a cabo un reclutamiento intensivo de bereberes del norte de africa para reforzar su ejército. Los mercenarios de origen no musulman eran especialmente apreciados por su fidelidad (no se veían afectados por las divisiones relisoso-étnicas islámicas) y constituyeron la guardia personal califal. Esa proximidad al poder les otorgará un papel decisivo en la fase terminal del califato -constituyen con los bereberes y el pueblo de Córdoba unos de los “grupos de presión” del califato cordobes, y se harán cargo de varios “reinos taifas” en la zona este peninsular-. Estas notas permiten establecer un paralelismo entre el califato de Córdoba y el de Bagdag. Cabe señalar la frecuente incorporación de guerreros cristianos al servicio de autoridades islámicas -en sus luchas internas o contra los reinos cristianos, el caso del Cid fué ejemplificador-, situación que también se dará a la inversa. En todo caso, con los almorávides se amplió el papel de las milicias cristianas. Por ultimo cabe señalar la presencia de tropas movidas por fines religiosos, voluntarios que persiguen la guerra santa…en teoría no retribuidos. Así, a las tropas almohades, se les unieron gran número de voluntarios que cumplían así la "obligación religiosa" de la guerra santa, gentes del ribat místicos o ascetas que vivían en conventos fortificados en los confines fronterizos, etc. El cambio más notable registrado por el ejército califal -además del aumento de mercenarios-, fue el que realizó Almanzor al cambiar la estructura del ejército, pasando a encuadrarse las unidades no por tribus de origen sino mezclando los elementos, lo que acentuó la capacidad de mando y debilitó a los diverso “grupos” : “yundíes, etc. El sistema fiscal que implantaban los conquistadores afectaba como es sabido a los “no musulmanes” : cristianos, judíos, etc eran respetados pero se sujetaban a impuestos conceptualmente similares a los romano-visigodos (por las tierras, de capitación, etc). Las necesidades económicas parece que llevaron a frenar o no fomentar las conversiones. En todo caso, realizadas estas conversiones y reducido el numero de tributarios, se planteó la necesidad de nuevos ingresos, más hallá de los botines obtenidos en las conquistas -tesoros, etc-. Estos provenían de los bienes atesorados por el estado y el Califa, así como las aportaciones realizadas por reinos que pasaban a ser tributarios -de la españa cristiana o del norte de africa-. También de diversas actividades gravadas -comercio local y exterior, sobre todo si estaba en manos de comerciantes extrangeros. 45 46 Asimismo, muchos talleres y tiendas eran propiedad del estado o de manos muertas, por lo que su gestión dependía del tesoro publico. El aumento de los ingresos públicos estaba motivado sobre todo por el aumento de las tropas mercenarias. Para los soberanos de Al-Andalus la guerra era un medio de aseguar su poder y acrecentar su Estado. La diplomacia tenía como objeto mantener la paz y exaltar su prestigio. La diplomacia jugó un papel importante en Al-Andalus estableciéndose relaciones diplomáticas con : Los reinos cristianos peninsulares, con los que era frecuente la necesidad de llegar a pactos o treguas, fomentar intrigas, etc, Con el Imperio Carolingio y otras potencias europeas, (Otón I de Germania, Hugo de Arles, etc) por el carácter de “adelantado del islam” que tenía respecto al occidente europeo, las relaciones e intereses comerciales con ellos, etc. Con el califato de Bagdab, por las peculiares relaciones que tuvo que mantener durante el emirato y el califato (aunque estas no serían propiamente “relaciones diplomáticas”. Con el imperio bizantino, dada la “rivalidad” con Bagdag (Abderramán II y el Emperador de Constantinopla, Teófilo). Las relaciones diplomáticas fueron realizadas por diversos dignatarios musulmanes -jueces, militares, etc- y con el tiempo, los visires y secretarios de estado musulmanes fueron los encargados de ir de una capital a otra, ya que eran los únicos capacitados para establecer treguas o tratados de paz. El sistema judicial Al igual que en el resto del mundo islámico, el jefe supremo de la justicia en Al-Andalus era el soberano. En su calidad de imán o jefe de la comunidad musulmana, este delegaba parte de su autoridad a funcionarios religiosas que eran juristas con experiencia y a cuyo frente se hallaba el cadi de la capital. Durante el emirato omeya, los cadíes de Córdoba fueron en la mayoría de los casos árabes de pura cepa. Los juristas detentaron una esfera importante de poder social. Aunque el poder político los nombraba, determinando una cierta actitud acomodaticia, crearon un contrapeso a las tendencias autocráticas de los gobernantes, en la vigilancia del comportamiento social, del cumplimiento de la saria y la sunna. Su ascendencia social hizo que a veces el poder político intentara ganarse su favor : Almanzor se los atrajo, y lo mismo ocurrió siglos mas tarde con los 46 47 almorávides y luego con los almohades. Con el tiempo, la ascendencia social de los juristas fue en aumento. Los juristas se ocupaban de temas más amplios que los estrictamente jurídicos, abarcando todas las cuestiones relativas al “modo de vida” : los comportamientos sociales, las actitudes religiosas, las formas litúrgicas, etc. Es más llegaron a asumir en casos puntuales funciones políticas, militares o diplomáticas, a iniciativa propia o requeridos por el poder político. Concretamente los cadíes de Córdoba intervinieron de forma cada vez más activa en la vida política del reino... Entre el 800 y el 900 las principales corrientes de pensamiento jurídico dentro del pensamiento musulmán cristalizaron en escuelas o doctrinas : la zahirí (poco extendida en España), la malikí, la hanafí, safií, etc. Las corrientes que se extendieron en Irak (las dos ultimas) encontraron una población con un rico sustrato cultural helenístico anterior al islamismo. Existía un gusto por la especulación intelectual que derivó hacia ritos islámicos más complejos. En África y la península ocurre lo contrario. Aquí triunfa la corriente maliki, que responde a una visión práctica y no especulativa, con ritos más sencillos. En la España omeya se constituyó un grupo de juristas malikíes muy en contacto con los de Qayrawan y otros lugares del norte de África. Esta doctrina se difundió en la península a partir del 800, al divulgarse su codificación en algunos libros procedentes del norte de África, constituyendo la doctrina jurídica dominante en Al-Andalus. En cuanto al funcionamiento material de estos órganos cabe señalar que diariamente, el cadí era asistido por varios juristas consejeros y jurisconsultos, los muftíes, que elaboraban fatwas o dictámenes jurídicos, escritos de gran importancia en la organización del estado y la sociedad. La audiencia principal del juez tenía lugar en la sala de oraciones o en alguna dependencia de la Mezquita. El cadí administraba el Tesoro de la Comunidad de los Creyentes, nutrido de limosnas y rentas de fundaciones pías, dirígía la oración de los viernes en la mezquita y a veces realizaba el llamamiento a la oración. Junto a la judicatura, había una magistratura del "orden público ciudadano", la hisba, encargada de vigilar los zocos, las profesiones, las construcciones y servicios públicos, en suma el comportamiento social o público. El encargado de esta era el "prefecto del mercado", o "señor del zoco", el muhtasib o almotacén. Este vigilaba a horneros y panaderos, los pesos y medidas que utilizaban los vendedores, la construcción de alcantarillas, etc. 47 48 TEMA 3 : REINOS CRISTIANOS PENINSULARES Panorama General Los reinos cristianos peninsulares presentan diferencias en cuanto a su origen y las estructuras económicas y sociales. En los reinos occidentales hay una tendencia, hasta el 1027 a la existencia de un solo reino astur-leones (en ese año y hasta el 1037 el rey de Navarra, Sancho III, se hace con el reino de León). Hay una tendencia a la centralización (aunque distinta a la que se registra en la España musulmana respecto a Córdoba). En esta parte occidental enlazan con el pasado visigodo : serán (o mejor, se consideran) herederos de Toledo, Los reinos orientales verán taponada su expansión natural por el valle del Ebro, más septentrional que la frontera sur de los reinos occidentales, el valle del tajo. En ellos se producirá un desigual desarrollo : Aragón se extenderá menos, y más tarde. Los cristianos, hacia el 1.050 intentan consolidar la línea del Tajo. Las conquistas importantes son a saltos : Toledo, luego Zaragoza, etc. Hacia el final del XI no se nota el cambio, su mayor capacidad. Solo es clara en el XII. Durante muchos años los cristianos no pueden con los reinos de Taifas : participan en las guerras civiles, pero no pueden con ellos. Es más, algunos de estos reinos Taifas, como el de Zaragoza manifiesta una notable capacidad de resistencia incluso respecto a los almorávides… Mientras en la españa oriental se necesita una intervención exterior carolingia, en la occidental se crea una zona fronteriza, que durará muchos años : Las Marcas musulmanas no se tocan hasta que caen Toledo en el 1.087 y Lisboa en el 1.148. El proceso de expansión territorial de los reinos cristianos no es sinónimo de conquista. El norte del Duero se coloniza en el VIII y el IX, pero la “señorialización” del territorio tarda hasta el XI. Hay una ocupación territorial notoriamente laxa. En la parte oriental, el espacio Barcelona-Gerona-Vic es el núcleo hegemónico dentro de los condados. Las estructuras sociales y políticas tienen un proceso de formación lento. El reino de Navarra es el resultado de la confluencia de diversos factores : la presencia de elementos indígenas vascos, de grupos cristianos y musulmanes relacionados con los del valle del ebro, con intereses 48 49 emancipatorios o particulares, y la presencia de los carolingios, que intentan llevar sus fronteras hasta el Ebro, sin conseguirlo, quedándose más atrás, en Barcelona. A esta zona controlada por los carolingios llegarán visigodos refugiados, “hispanis”, que intentan reconstruir estructuras políticas y religiosas de tipo visigodo y no carolingias, sin conseguirlo. En esta zona se manifiestan la fragmentación del poder en favor de duques, condes y otros nobles locales, que emergen hacia el 810-820. Es un proceso similar al que ocurre en el Imperio, solo que aquí, las necesidades defensivas frente al islám forzaron un reforzamiento de la autoridad pública, a diferencia de lo que ocurre al otro lado de los Pirineos. Las estructuras de Aquisgran en Hispania no es que se resquebrajan, es que no se consolidan. De hecho no hay una Marca Hispánica. Es un mito. (No hay ningún marqués). Lo que hay es un proceso de emancipación de las pequeñas unidades territoriales que culmina en el siglo IX. En la parte occidental los límites a su consolidación sociopolítica es la existencia de una civilización superior (islámica) y la resistencia de grupos indígenas locales (astures, cántabros, etc), sobre los que se construye una estructura politica al principio descentralizada y en proceso de concentración. 1-9-2002 (falta la 1ª hora) La formacion de los primitivos núcleos de resistencia al islam : Los Enclaves Occidentales (Seguramente se describen los espacios constitutivos del reino asturleonés) En la parte occidental, Alfonso I es el forjador del reino de Asturias. Emprende un proceso de desertización estratégica en el valle del Duero, entre las tierras del reino de Asturias y del Emirato de Córdoba. Es un proceso de desocupación de la población y de desestruturación institucional : desaparecen las sedes episcopales de Braga y Oporto, de modo que Oviedo será la 1ª sede episcopal cristiana, y la 2ª Astorga. Tendrá el problema en Oriente : en dirección a Alava y la montaña cántabra. Por allí entran los musulmanes. Esa será la vía de acceso hacia el Oeste, y por esto se fortifican los valles cerrados y los pasos privilegiados. En la zona más oriental hay otro núcleo del territorio cristiano en torno a lo que los musulmanes llaman “Alkila”, “Tierra de Castillos”. Son los valles cántabros y las tierras alavesas. Entre el 830-850 y el 1037 se delimita la zona de expansión en varias direcciones : un frente se prolonga en dirección al Miño, hacia el Duero por el 49 50 Sil, con la ciudad de Porto como objetivo. Otro, se plantea en la zona central, en dirección Oviedo/Zamora, en el norte del Duero, dando lugar a diversos territorios…Finalmente, se plantea una política expansionista y al mismo tiempo defensiva, cerrando el flanco vasco contra Córdoba, contra los cristianizados de Pamplona y contra los muladíes de Zaragoza. Se promoverá la emigración de eclesiásticos e intelectuales mozárabes desde Al Andalus, forjadores de una Teoría Neogoticista, que no tiene correspondencia dinástica real, con saltos y discontinuidades. Con Vermudo I, en el 788 se establece la línea dinástica del reino astur, y con Alfonso II el Casto se fija por completo. No obstante, será más adelante, con Alfonso III cuando se consolida esa teoría neogoticista que no estaba en los linajes. Hay un territorio extenso, con grandes recursos económicos y una población escasa que vive una dinámica de subordinación completa al emirato cordobés, entre el 750 y el 800. A el le ofrecerán pieles, productos del bosque, esclavos y concubinas/esposas cristianas (que serán madres de califas). Alfonso I define un objetivo ambicioso del reino asturiano : el control completo del valle del Duero y del cuadrante noroccidental. Ese objetivo es coherente con la visión que se tiene al sur. Para Abderramán, la frontera es el Tajo, y el espacio comprendido entre este y el Duero una zona de paso para llegar al norte. La expansión asturiana es lentísima. León es reocupado por los asturleoneses en el 803 pero sólo poblado en el 900. Vive coexistiendo con los musulmanes, hasta el 791, con una paz relativa. Registra una abundancia de movimientos sociales internos, sobre todo en los dos extremos : en Galicia (hay un “rey de galicia”, el de Asturias es “rey de asturías y de galicia”) y en la zona vasco-castellana, donde hay diferencias provocadas por las clases nobiliarias. Galicia ha registrado una intensa cristianización. Esta controlada por una aristocracia que utiliza mano de obra exclava en las grandes villas y explotaciones. Registrará revueltas sociales. Además, Galicia encontrará una línea fronteriza propia: Sil-Duero, un espacio para la aristocracia guerrera, para “facer fazañas”. En la zona vasco-castellana hay una aristocracia combativa y una estructura social con posibilidades de ascenso social. Se trata de “área expuesta”, donde los humildes y exclavos pueden llegar a emanciparse y enoblecerse por participar en hechos de armas. En ambos casos los conflictos vienen de los comes o condes, unos personajes con poder militar que aparecen en el IX y culminan con Fernan Gonzalez, Conde de Castilla, forjadores de alianzas matrimoniales, y que imponen relaciones de vasallaje, aunque sin beneficio. Es una situación similar 50 51 a la que se registra en el imperio carolingio : la vinculación es muy frágil y se deberán buscar otras componendas para cohesionar las estructuras políticas. El desierto del Duero es más político y eclesiástico que de verdad. Están documentadas las “presuras” en la zona de Toro, Zamora, etc. Son estas ocupaciones de tierras que realiza una familia y explota de forma comunal. Entre Leon y el Duero, el elemento más característico son estas comunidades de marca. A finales del X serán sometidas. El rey Alfonso III, a comienzos de ese siglo, con la behetrías, da beneficios a sus nobles, reconstruye sedes episcopales y pone en marcha el proceso de sometimiento al campesinado. Para que el territorio del valle del Duero deje de ser de ser una tierra de hombres libres, se debió casi conquistar Andalucía. Cuando dejan aquellas de ser tierras fronterizas pierden su ventaja. Hay grandes villas en territorios monásticos (San Millán, Celanova, Silos…)que conviven con tierras de comunidades de aldea, y pequeños propietarios, sobre los que se cernirán los señores leoneses y asturianos. El gran momento del reino Astur-Leonés es desde Ordoño I a Ordoño III entre el 850 y el 950. La capitalidad pasa a León, se asienta la ocupación de tierras entre el Miño y el Duero, (es el momento en que toman fuerza Toro, Zamora, Simancas, Castrojeriz…) y hay un proceso de expansión hacia el Arlanzón y el nacimiento del Duero que tiene momentos de inflexión y retroceso, debido a la presión musulmana, lo que forzará en el IX una alianza táctica con los francos de Luis el Piadoso. En ese momento se consolida la teoría neogoticista del reino, enlazando con los visigodos. Se conforman cinco caracteres de la política leonesa : A) León no es un enemigo para Córdoba. Se negocian acuerdos políticos y de subordinación a esta, manifestada con la presencia del rey ante el Califa. Un efecto positivo de estas relaciones es la apertura de mercados y la mejora de la economía de la zona, que se basaba en el “saltus”. Además se consigue el acceso al Mediterráneo y con esto al exterior más avanzado, en tanto Navarra tapona los Pirineos. B) La crisis de 940 se soluciona en el 1.037, con la declaración de independencia de Castilla, con Fernan Gonzalez, lo que supone el desvanecimiento de las aspiraciones hegemónicas leonesas. C) Se producen treguas humillantes con Almazor. Córdoba controla la situación. 51 52 D) La formación de Navarra, en el este, es un foco de conflicto, por las apetencias territoriales de leoneses y castellanos. E) Hay un proceso de cristianización que modifica la situación anterior de carencias intelectuales. Hay un desarrollo intelectual de la mano del Beato de Liébana y las posiciones antiadopcionistas en el seno de la Iglesia. La primera cristianización mozárabe, de origen visigodo, trae de Toledo las posiciones heréticas adopcionistas. En el siglo IX se suprimirá el ritual y la misa mozárabe y se imponen las nuevas tesis y hombres de Roma. Se produce la lucha contra Elipando, Obispo de Toledo. Se asociará al anticristo a Al Andalus. El reino leonés desaparecerá en 1.037. Sancho Garcés consigue el reino de León, al derrotar a Vermudo III, siendo aquel absorbido por Navarra. 14-1-2002 Resumen sobre los enclaves occidentales. El reino Astur-Leones se construye a partir del siglo X, a base de la evolución de núcleos diversos, siendo Asturias-León el eje central, y Galicia, Castilla y el Valle del Duero, zonas que giran alrededor de ese eje, con mayor o menor emancipación. La constitución del reino es con Alfonso III. Este se reúne de personajes mozárabes y eclesiásticos que el dan una justificación a su poder, que no quedaba clara en los linajes (hasta Alfonso II) intensificando la teoría neogoticista, como descendientes de un linaje que enlaza con el reino visigodo de Toledo. De este modo, el reino de León sería el heredero político del reino de Toledo. Esta ideología conduce no solo al enfrentamiento con Al-Andalus, sino con el resto de estados cristianos. Se dá una primera cristianización en base a dos elementos. Uno de ellos es la erección de Santiago como sede episcopal en el siglo IX, aunque la peregrinación comience en el X. Braga, Lugo y Astorga son sedes episcopales abandonadas con el despoblamiento de Alfonso I. Santiago es la creación de una sede nueva en zona no controlada por los árabes, y “fuera” del control de la iglesia mozárabe. Será un instrumento de Roma para potenciar sus posiciones en el seno de la lglesia, como “contrapoder” a la iglesia mozárabe, considerados como hereges medio musulmanes contaminados por el Islam…Y al mismo tiempo será un instrumento político de dominación del reino de León en Galicia (que tiene “un rey propio” en el siglo X). 52 53 Otro es el debilitamiento de la autoridad del papa. El siglo X es el siglo de hierro de la iglesia. La autoridad del papa está en entredicho. Este es impuesto por las familias de Roma….la iglesia se enfanga en las luchas feudales…. La cristianización supone la reafirmación del poder real, el reconocimiento de su jefatura y liderato por la presión de la guerra (lo que no consigue plenamente Carlomagno)… En el siglo IX los reyes y nobles de Asturias y León no controlan las “presuras”, no tienen estructurados sus sistemas de dominio. Cuando montan esa estructura, se “desordenan” los extremos : Portucalis o Portugal en el Oeste, y Castilla en el Este. La repoblación del Valle del Duero se realizará dominando a las comunidades campesinas, a los alodiales, que se someten a los señores feudales y los grandes monasterios de Saldaña, Silos, etc, que se erigen a costa de los antiguos cenobios (Santo Toribio de Liébana, etc). (El punto siguiente es una mezcla de los apuntes del 14-1-2002, del 16-1-2002 y del 11-2-2002, al haber solapamientos y repeticiones) La formación de los primitivos núcleos de resistencia al islam : Los enclaves orientales La geografía tiene en esta zona una influencia enorme : los valles subpirenaicos fragmentan el territorio (lo que dificultará el control de la zona por los musulmanes, etc y su cohesión) y se disponen transversalmente al valle del Ebro, haciendo de corredores desde este, que exigirán a los carolingios intervenir en la zona para parar la presencia musulmana. El valle del Ebro es una línea defensiva de primer orden : la marca zaragozana hasta Tortosa, con núcleos urbanos importantes para Córdoba. Estos núcleos siguen una dinámica propia y específica, que en todo caso frena el avance hacia el sur de los montañeses cristianos. La Marca Hispánica (como referencia “unitaria”) probablemente es una réplica ideológica carolingia a la auténtica Marca, la musulmana, que logra conservar la casi totalidad del Valle del Ebro. No hay una Marca Hispánica. Puede considerarse como fracasos los tres objetivos carolingios hacia el sur : Pamplona, Tortosa y Zaragoza, aunque logran establecer un condado fronterizo en Barcelona… Los carolingios, al no poder tomar el Valle, y ante el carácter transversal de los valles pirenaicos, se atrincheran en los Pirineos, como zona defender, 53 54 sin perjuicio de articular diversos reinos independientes como “estados tapón”. El interés de los carolingios, hacia el sur, radica en Aquitania El espacio de la Tarraconense y la Narbonense, el comprendido entre Pamplona y Narbona, entre el 718 y el 725, está en manos musulmanas. El sur de las antiguas galias no es carolingio, residen hispanis refugiados desde el siglo VIII y es una zona polarizada entre Córdoba y Aquisgrán, sujeta a una red de intereses locales (los manucasi, etc). Hasta que los Carolíngios no recuperan las tierras entre el Loira y los Pirineos, los territorios catalano-navarros ni son fieles a Córdoba (los “manucasi” de Zaragoza pactan con todos), ni tienen entidad propia independiente como reinos no musulmanes. Algunos rasgos generales de estos enclaves orientales serían : Tolouse intenta decidir los nobles locales o francos que asumen el gobierno de los territorios. Se practica una economía agro-silvo-pastoril, con un componente comercial importante. Existen tendencias a la autonomización de territorios, y la concentración de poderes políticos. Serán condados independientes bajo una carolingia o musulmana, según convenga. En esta zona el hecho diferencial más importante es que las unidades territoriales no llegan a unirse, aunque si haya una acción exterior carolingia. Los carolingios no tienen el poder efectivo, es la iniciativa local unida a la geografia abrupta lo que determina el especial conjunto de estos territorios. teórica protección En la España Oriental se crean condados y territorios cuya situación es extremadamente dividida y que ademas realizan pocos avances en dirección al sur mientras exista una oposición musulmana en el valle del Ebro. El verdadero avance se producirá a finales del siglo XI. Los reinos de la España Oriental son : El reino de Pamplona. Aragón. Sobrarbe. Ribagorza. Los Condados Catalanes. 54 55 En ellos, la presencia carolingia es mayor en la parte oriental del grupo. Hacia occidente, se hará notar en el surgimiento del reino de Pamplona, pero no será decisiva.... Navarra Dentro de este conjunto de territorios, el primero en articularse es el reino de Pamplona al que se le atribuye un origen vasco que muchos autores ponen en discusión. De orígenes oscuros, hay un texto del siglo IV que habla de presencia romana en estos territorios. Pamplona se encuentra en un área de poblamiento vasco, con un sometimiento al poder musulmán mas genérico que efectivo, ya que se pagan impuestos de forma irregular. En todo caso, Pamplona es sometida en el 718 por los musulmanes. Otro elemento de su control islámico son las expediciones de Córdoba. Pero el elemento capital en su estructuración política es la formación de alianzas familiares por parte de la nobleza local. En Pamplona dominan magnates de 3 o 4 familias, destacando los Arista y los Gimena, entre ellas. Son familias con fuertes lazos –matrimoniales, etc- con los Banu Quasi de Zaragoza. Estos son una familia latinizada, luego visigotizada, y que más tarde se islamizó, acumulando el poder local en diversas ciudades de la zona del Ebro. A finales del siglo VIII, de entre esta nobleza emerge Iñigo Arista, al parecer cristiano, quien se enfrenta al gobernador controlado por Córdoba. Impone a su grupo familiar, y una estrategia de alianzas con los Benicasi de Zaragoza, Huesca y Tudela, que frenan los envites cordobeses, hasta que se plantea un enfriamiento de las alianzas con Banu Quasi (aunque no se rompen), que será apoyada por Carlomagno, interesado en consolidar a los Arista. Pero esta presencia carolingia es efímera pues los Arista se deshacen de los Carolingios. Hacia el 840, los Arista basculan hacia Ordoño I y los astur-leoneses. Con esta alianza, los pamploneses vencerán a los musulmanes en el 859, en la batalla de Albelda, y los navarros consolidan su poder en la areas de Guipuzcoa y Vizcaya y sobre todo inician su penetración en la Rioja. A principios del X, la monarquía navarra se trasmite a la familia Gimena, con el rey Sancho Garces I, que mantiene una estrecha relación con Alfonso III de León. Aquel convierte a Navarra en la primera potencia cristiana de este siglo, propicia la anexión del Sobrarbe, conquista Nájera en el 929, etc. Navarra alcanza la máxima amplitud política y territorial hasta entonces. 55 56 Navarra será capaz de incorporar tierras de Vizcaya y Guipúzcoa, no con conquistas militares, sino por asimilación territorial de gentes montañesas y vascas. Cuando desaparece la presión musulmana en el valle del Ebro, en el XII, el reino de Navarra se expansiona hacia el Oeste, colisionando con vascos y castellanos. La presencia de estos últimos llega en Alava a las Encartaciones. Al tiempo, se aprovecha de la descomposición de los carolingios accediendo al otro lado de los Pirineos, a tierras de Gascuña y a Bigorra, sobre las que ejercerá protección. Hasta mediados del XI es la primera potencia cristiana, con una importante proyección ultrapirenaica que dará una impronta especial a la zona en toda la Edad Media. Aragón Será el territorio más expuesto geográficamente y sometido a mayor presión en la zona oriental peninsular, por los gobernadores musulmanes de Zaragoza y Huesca. Por este motivo, la expansión aragonesas se retrasará hasta el siglo XI, hasta la constitución de la taifa de Zaragoza, e incluso entonces este constituye un freno a dicha expansión. Por otro lado, los aragoneses se tendrán que defender no solo de las razzias islámicas, sino que también deberán luchar contra Navara que intenta su anexión. Se constituye en realidad geopolítica por influencia franca. Es una zona de intervención carolingia, pero indirecta. No hay una ocupación por parte de estos. Oriol, un conde franco domina Jaca durante diez años hasta el 797, aunque luego cae en poder musulmán. A partir del 810 aparece Aznar Galindo, que no se somete a los francos y asume el poder. Los Aznar Galindo son una dinastía condal que enlaza por via matrimonial con Gascuña, Ribagorza y Pamplona En el 920, el Condado de Aragón pasa a control del reino de Navarra, al mismo tiempo que el Sobrarbe y Ribagorza..Esta anexión duró hasta el 1035. La gran potencia del siglo X ya no es León, sino Navarra porque teje alianzas con los musulmanes y porque el reino de León tiene problemas que les lleva a desarrollar vínculos matrimoniales que benefician a Navarra. Aragón tiene una menor y mas tardía expansión: Jaca ..entre 1040-1050 Barbastro...1047, supone un ensayo de la 1ª cruzada. 56 57 Huesca...1090. Desmonte de la estructura defensiva en ese sector del valle del Ebro. Sobrarbe y Ribagorza Estas dos antiguas demarcaciones romanas estuvieron controladas por muladíes, y luego –como el Pallars- por aristócratas locales dependientes de Tolosa. A principios del X la dinastia condal enlaza con Aragoneses, Castellanos y Pamploneses y apartir de este vinculo matrimonial el rey Sancho III incorpora ese territorio. Cataluña Los condados catalanes tienen una vida política semejante a la del resto de condados pirenaicos, con una diferencia. En el 788, cuando intervienen los carolingios crean con esos territorios unos vínculos más firmes, aunque estén gobernados por nobles locales y no directamente por carolingios. Esto es debido a diversas razones : El mayor interés carolingio en la zona. Ser Barcelona la primera urbe de la región, intermedia entre la Narbona carolíngia y Tarragona musulmana, una plaza fuerte bién comunicada. Las gentes locales verán la progresiva retirada musulmana hacia el sur del valle del Ebro, aun controlando ciudades como Tortosa, Barcelona y Narbona. En el 725, al morir Al Sham los carolingios pasarán a controlar esta zona. Al norte del río Llobregat, la presencia musulmana se limita a las vías de comunicación y algunas plazas fuertes. Es un espacio que carece de grandes aglomeraciones urbanas; donde se refugian “hispanis” procedentes del sur, que tiene una vinculación con el sur de Francia más intensa que con la España musulmana, y cuya aristocracia no está vinculada con los musulmanes. Es una Cataluña vinculada a la Septimania. En la “Cataluña del Ebro”, de Tortosa a Lerida, no ocurre lo mismo. En esta zona se produce una fuerte islamización, hay una mayor intensidad demográfica, una aristocracia islamizada, etc. Esa diferencia territorial se manifiesta entre las dos cataluñas, la “vieja” y “la nueva”, la situada al sur del Ebro. 57 58 Entre el 814 y el 821 el poder carolingio es absoluto hasta el rio Llobregat, en el norte. Las dos ultimas decadas del siglo VIII y las dos primeras del IX, señalan intentos de los Carolingios de dominar el valle del Ebro. Sus objetivos fueron Pamplona, La Rioja, Zaragoza y Tortosa. En esta expansión el problema fundamental son los apoyos de los grupos indigenas de origen visigodo. Se crean tensiones entre los indígenas de origen visigodo y los militares francos. Tanto Carlomagno como Luis el Piadoso, ponen personas de su confianza que administran para Aquisgran esos territorios, lo que provoca deseos de segregación por parte de las aristocracias locales, enfrentadas con los musulmanes pero que no quieren favorecer a los carolingios. En el 801, el conde de Barcelona, Bera, elegido por Carlomagno para ese cargo, intenta separarse del imperio. Será depuesto por Aquisgran y expulsado por los indígenas. Las relaciones entre estos condes catalanes y el poder carolingio es cada vez mas distante y fría. Un hecho fundamental es que en el 888 Vifredo el velloso ayuda al duque de Tolosa, Eudes, a acceder al trono imperial, lo cual sanciona la ruptura. En el 910, el conde Borrell dejara de acatar la soberanía imperial : será Borrell I. La sede episcopal está presidida por Narbona. Esto contribuye a que hayan relaciones fluidas con el norte. Una jugada de los Condes de Barcelona, formaliza una proceso de independencia que venía materializándose en la realidad : se trata de la vinculación de las tierras catalanas no a la diócesis de Narbona (Carolíngia), sino directamente al papado, a través de la orden de Clunny, lo que llevará posteriormente a la reinstauración de la diócesis de Tarragona (aun cuando esta ciudad esté en manos musulmanas) ocupada por obispos residentes temporalmente en Barcelona. La diócesis de Tarragona se convertirá en sede primada de la España Oriental. En 1103 ya hay un arzobispo de Tarragona y una política de elección “local” de nuevos obispados catalanes. Vic había sido la primera en reclamar, desde el principio del siglo IX la primacía religiosa local frente a Narbona. Barcelona a partir del siglo XII estructurará a nivel eclesiástico el territorio Catalán. Vifredo el velloso de Cerdaña, pone el primer limite territorial en la línea del Llobregat-Cardoner-Segre. En estos territorios se produce una transferencia politica igual que en el imperio Carolingio, el poder imperial pierde peso frente a las dinastias condales, y estas privatizan todas las funciones del Estado, solo que aqui el proceso será posterior en el tiempo. 58 59 En Cataluña se detiene la disgregación en el poder condal, porque el proceso de disgregación Carolingio coincide con la recuperación cordobesa. Lo que fuerza una concentración de poder político entorno al conde : por debajo de este, todos los grupos guerreros permanecen vinculados a el, porque sigue habiendo expectativas de botín. La crisis feudal estalla a partir de 1080 y no se detiene hasta el 1140 con Ramón Berenguer IV. Entonces la descomposición trasciende a los condes, y afecta a vizcondes y castellanos, llega hasta el nivel más bajo. (Además cuando llega hay un poder en Barcelona, que permite encontrar otra solución). Los conflictos internos –amortiguados por la presencia del islamprovienen de tensiones en el seno de las familias condales por motivos sucesorios, en concreto, por el sistema sucesorio germánico : una sucesión proindiviso, en la que todos los hijos heredan por igual, (condes hermanos) aunque no se dividen los territorios, ni funciona la primogenitura, resolviéndose el mano efectivo por otras vias que la legal-religiosa, como la violencia, el sesinato, los repartos de beneficios, etc. La figura del “hereu” surge a finales del XII. Esta situación se produce en los 9 condados, que se agrupan en 4 o 5 conjuntos, y entre los que destaca Barcelona : -Barcelona-Gerona-Vic (“Ausona”), que es el mas importante por estar en la frontera. -Ampuries-Rosello. -Besalu-Cerdaña. -Pallars-Vallespi -Urgel. 59