para periodico san francsicno de asis 2015

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CON MOTIVO DE SU FIESTA PATRONAL…LA ORDEN DE LOS
FRANCISCANOS EN CHIETLA.
Por: Alfonso Gil Campos*
En todo el mundo la evangelización por parte de la Orden de los
Franciscanos está presente; así, en la Mixteca Poblana y en especial en Chietla,
encontramos la devoción al fundador de esta orden… San Francisco de Asís; por
lo que con motivo de su Fiesta Patronal, tuvimos la oportunidad de acudir a esta
festividad y tener el gusto de saludar una vez más al Arzobispo de Puebla
Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, quien en su visita numero 32 a este
municipio, acudió a imponer el Sacramento de la Confirmación, siendo recibido
como siempre con grandes muestras de cariño desde la entrada de la Villa de
Chietla. Cabe destacar que con la sencillez que le caracteriza realizó el recorrido
desde la capilla de San Martín de Porres, hasta la Parroquia montado a caballo,
mientras que en la procesión le acompañaban el Párroco Jesús Vázquez Arana, la
Mayordomía, los feligreses, y la Asociación de Charros de Chietla. En la Misa fue
acompañado por sacerdotes del Decanato y por el Vicario Episcopal de la Zona
Sur Padre Alfredo Rodríguez Cárcamo.
Ya en el atrio, no me canso de admirar la magnífica construcción de la
Parroquia dedicada a San Francisco de Asís; la cual siempre ha sido motivo de
admiración y también del ansia de investigar más sobre la historia de la Villa
Verde…la Perla Escondida; adjetivos con que cariñosamente se conoce a Chietla;
un pueblo con mucha historia y que mejor que en el marco de esta Festividad a
San Francisco de Asís que se festeja cada 4 de octubre, presentamos estos
apuntes, que invariablemente nos llevan a buscar más y más sobre esta parroquia
y muy en especial sobre la llegada, su estancia y como se retiraron la orden de los
franciscanos de Chietla, quedando sin lugar a dudas muchas lagunas históricas,
enigmas por resolver; que poco a poco
se irán descifrando, esperando la
comprensión del lector. Por lo que
debemos iniciar conociendo primero
someramente la Vida y Obra de Sam Francisco de Asís, el cómo inspiró a los
hombres y mujeres que conformaron la orden de los franciscanos que se
diseminó por todo el mundo, en especial su llegada a la Nueva España y de ahí a
esta Región de Chietla para su evangelización; la construcción de su templo y su
convento; en fin… datos que presentamos y que con el tiempo iremos
acrecentando.
Biografía San Francisco de Asís.
El conocer la vida y obra de un personaje, la historia de un
lugar, es por demás interesante y sobre todo cuando se trata de
la vida de Un Santo, como el que hoy nos ocupa, pues su
legado todavía está vigente, por lo que presentamos esta breve
semblanza de San Francisco de Asís. (Giovanni Francesco
Bernardone).
Nació en Asís, en el año 1182, en el seno de una
acaudalada familia, aunque parece ser no tuvo una gran
formación intelectual. Durante su juventud, Francisco llevó una
vida mundana y despreocupada. Tras una batalla entre Asís y Perugia estuvo
encarcelado un año en esta ciudad.
Mientras estuvo prisionero sufrió una grave enfermedad durante la cual
decidió cambiar su forma de vida y a su regreso a Asís en 1205 ejerció la caridad
entre los leprosos y comenzó a trabajar en la restauración de las ruinas de
iglesias, en repuesta, según se dice, a una visión en la que el crucifijo de la iglesia
en ruinas de San Damián en Asís le ordenó que reparara su casa.
En el año 1208, durante una misa, escuchó una llamada diciéndole que
saliera al mundo, y siguiendo el texto de Mateo 10,-5-14, "no poseyera nada pero
hiciera el bien en todas partes".
Cuando regresó a Asís ese mismo año, Francisco empezó a predicar,
provocando la renovación de la espiritualidad cristiana del siglo XIII. Reunió a los
12 discípulos que se convertirían en los hermanos originales de su orden, más
tarde llamada la Primera Orden y eligieron superior a Francisco. En 1212 recibió
a una joven (una monja de Asís de buena cuna) llamada Clara, en la comunidad
franciscana; a través de ella se estableció la orden de las damas pobres (las
clarisas, más tarde Segunda Orden franciscana).
Fue después, en 1212, cuando es probable que Francisco emprendiera
camino de Tierra Santa, pero una tempestad le obligó a volver. Otras dificultades
le impidieron cumplir gran parte de la labor misionera cuando llegó a España a
evangelizar a los musulmanes. Francisco viajó después a Tierra Santa
permaneciendo allí hasta el año 1220. A su regreso encontró oposición entre los
frailes y renunció como superior, dedicando los años siguientes a planear lo que
sería la Tercera Orden franciscana, los terciarios.
En septiembre de 1224, tras cuarenta días de ayuno, Francisco estaba
rezando en el monte Alverno cuando sintió un dolor mezclado con placer, y las
marcas de la crucifixión de Cristo, los estigmas, aparecieron en su cuerpo. Los
relatos sobre la aparición de estas marcas difieren, pero parece probable que
fueran protuberancias nudosas de carne, parecidas a cabezas de clavo. Francisco
fue llevado de regreso a Asís, donde pasó los años que le quedaban marcado por
el dolor físico y por una ceguera casi total. Sus sufrimientos no hicieron disminuir
su amor a Dios y a la creación como queda de manifiesto en su "Cántico de las
criaturas", que se cree fue escrito en Asís en 1225, en el que el sol y el resto de
la naturaleza son alabados como hermanos y hermanas, y el célebre incidente
predicando a los gorriones, representado en numerosas ocasiones. Murió en el
año 1226. Fue canonizado en 1228.
En 1980 el Papa Juan Pablo II lo proclamó “Patrón de los Ecologistas”.
En arte, los emblemas de San Francisco son el lobo, el cordero, los peces, los
pájaros y los estigmas. Su festividad se celebra el 4 de octubre.
Llegada de los franciscanos a la Nueva España
Según refiere José María Iraburu en su obra: “Hechos de los Apóstoles
en América”, que durante la entrada de Hernán Cortés a México, acompañaron
a las tropas el mercedario Bartolomé de Olmedo, capellán de Cortés, el clérigo
Juan Díaz, que fue cronista, después otro mercedario, Juan de las Varillas, y dos
franciscanos, fray Pedro Melgarejo y fray Diego Altamirano, primo de Cortés
(Robert Ricard .La conquista espiritual de México. Ensayo sobre el apostolado y
los métodos misioneros de las órdenes mendicantes en la Nueva España de 15231524 a 1572. cp.1). Todos ellos fueron capellanes castrenses, al servicio pastoral
de los soldados, de modo que el primer anuncio del Evangelio a los indios fue
realizado más bien por el mismo Cortés y sus capitanes y soldados, aunque fuera
en forma muy elemental, mientras llegaban frailes misioneros.
Por esos años, de varios reinos europeos, muchos religiosos se dirigieron a
España con el fin de conseguir del Emperador licencia para pasar a las Indias.
Tres franciscanos flamencos consiguieron ir a América en 1523 con licencia del
Emperador, aunque sin misión del Papa: fray Juan de Tecto (Johann Dekkers),
guardián del convento de Gante, fray Juan de Aora (Johann van den Auwera), y el
hermano lego Pedro de Gante (Peter van der Moere), pariente de Carlos I. El
empeño evangelizador de estos tres franciscanos, según lo describe Diego Muñoz
Camargo, es conmovedor.
En 1524, los Doce apóstoles franciscanos (conducidos por fray Martín de
Valencia, fueron éstos: Francisco de Soto, Martín de Jesús (o de la Coruña),
Juan Suárez, Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente (Motolinía),
García de Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan de Ribas, Francisco Jiménez, y
los frailes legos Andrés de Córdoba y Juan de Palos), partieron de San Lúcar
de Barrameda, el 25 de enero, alcanzaron Puerto Rico en veintisiete días de
navegación, se detuvieron seis semanas en Santo Domingo, y llegaron a San
Juan de Ulúa, junto a Veracruz, puerta de México, el 13 de mayo.
Cuenta Bernal Díaz del Castillo (cp.171) que, en cuanto supo Cortés que
los franciscanos estaban en el puerto de Veracruz, mandó que por donde viniesen
barrieran los caminos, y los fueran recibiendo con campanas, cruces, velas
encendidas y mucho acatamiento, de rodillas y besándoles las manos y los
hábitos. Los frailes, sin querer recibir mucho regalo, se pusieron en marcha hacia
México a pie y descalzos, a su estilo propio. Descansaron en Tlaxcala, donde se
maravillaron de ver en el mercado tanta gente, y, desconociendo la lengua, por
señas indicaban el cielo, dándoles a entender que ellos venían a mostrar el
camino que a él conduce.
Esta entrada de los Doce en México, el 17 de junio de 1524, fue una fecha
tan memorable para los indios que, según cuenta Motolinía, a ella se refieren
diciendo «el año que vino nuestro Señor; el año que vino la fe» (Historia III,1, 287).
La llegada de los franciscanos a Chietla.
La región de Puebla, donde se fundaron conventos importantes fue una de
las primeras zonas evangelizadas debido a que poseía una gran población
indígena. En esta zona se establecieron muchos de los españoles que habían
llegado con Cortés: pues fue aquí donde el marqués donde empezó a dar las
primeras encomiendas y a repartir las tierras.
En los primeros años (1519-1524) los franciscanos tuvieron una
organización provisoria, que duró poco tiempo; Huejotzingo recibió a Cholula,
Tepeaca, Tecamachalco, Tehuacán, Huaquechula y Chietla.
De 1525 a 1531 se desarrolló el apostolado franciscano y se consolidaron
sus posiciones en la región de Puebla. En 1531, Fray Juan de Ribas fundó el
Convento de Tepeaca y hacia 1540 se fundó el de Tecamachalco (donde se
indicó la evangelización de los popolocas) así como los de Quecholac y Tecali.
En 1550 se fundaron los Conventos de Tepexi de la Seda y de Chietla y entre
1555 y 1557 se construyó el Convento de Cuauhtinchán.
En 1555 ya más de cincuenta casas y, como se esperaba la llegada de
nuevos misioneros, para 1560 el número de fundaciones franciscanas había
llegado a la cifra de ochenta. Desgraciadamente la orden nunca envió
suficientes frailes y los franciscanos tuvieron que deshacerse de muchos de sus
establecimientos cediéndolos a otras órdenes o cambiándolos por aquellos que
resultaban útiles al modelo de evangelización seguidos por ellos. Chietla en un
principio fue fundación franciscana, sin embargo pasó luego a la orden de
los agustinos, como Huatlatlauca y Tepexi entre otros.
Por su parte, los frailes agustinos, además del convento de la ciudad de
Puebla, tuvieron otras fundaciones en San Agustín Chiautla (1550), San Miguel
Acatlán (1557), Santa Cecilia Atlixco (1590), Los Santos Reyes Huatlatlauca
(1566) y San Francisco Chietla (1566).
Chietla fue uno de los muchos establecimientos que se fundaron a
consecuencia de la Real Cédula de 1548 que ordenaba la construcción de más
conventos. Los franciscanos fueron los primeros pobladores hacia 1550. En ese
año se envió se envió a la capital la traza para que fuera aprobada por el virrey.
En 1567, los agustinos sustituyeron a los franciscanos que
abandonaron Chietla con su edificio en construcción. Para 1624 iglesia y
convento estaban terminados, pero en 1711 un temblor que sacudió a toda la
mixteca (que inclusive destruyó por completo el primer templo en Acatlán, así
como muchas casas obligando a cambiar la población de su lugar original, lo cual
ocurrió un muchos lugares y Chietla no fue la excepción , como por ejemplo
encontramos que las torres de los templo de Tzicatlán y Jolalpan fueron
reconstruidas
después de 1750), destruyó el establecimiento, dejando
únicamente los fuertes cimientos.
Fray Juan de Grijalva, al referirse la trienio del padre Fray Juan de
Medina Rincón en el año de 1566, cuando se hicieron los prioratos algunas
vicarías, menciona: “puso religiosos de nuevo el pueblo de Chietla , que hasta
entonces había estado en la administración de los padres de San Francisco (…)
tiene casa e iglesia acabada”.
Cabe destacar la relación que existió entre los pueblos de Huatlatlauca y
Chietla, así pues, encontramos
que fray Juan Manuel (agustino) aparece
registrado en Huatlatlauca en varios años 1575,1576, 1579, 1591y 1594 y que
también estuvo en Chietla en donde solamente hablaban el náhuatl.
Así también, pese a las fundaciones franciscanas cedidas a los
agustinos, no se impidió que en el mismo año de 1566 el provincial Medina
aceptara hacerse cargo de Chietla y Huatlatlauca,
Templo de San Francisco en Chietla.
Hemos encontrado cierta similitud entre la construcción de la catedral de
Puebla, con el Templo dedicado a San Francisco de Asís de Chietla; este último
construido alrededor de 1546, en donde se denotan varios estilos arquitectónicos
se encuentra trazado en cruz latina y está colocado en la misma posición cardinal
que la de San Pedro en Roma, al este el altar de los Reyes, al oeste la entrada
principal, al norte la portada real, no existiendo entrada en este templo por el lado
sur.
La orientación de la iglesia tiene su eje longitudinal marcando de este a
oeste, con el ábside en el este y la puerta principal en el oeste, lo cual se
remonta a una antigua costumbre de los primeros cristianos en que para orar se
tomaban hacia al este. Es habitual la alineación astronómica de las plantas de
cruz latina, para que el este coincida con la cabecera (o ábside) y el oeste con los
pies (o pórtico); lo que permite efectos de iluminación destacados mediante
ventanas más o menos amplias (óculos, rosetones, vidrieras).En su fachada
principal (ubicada al oeste) encontramos en el primer cuerpo un arco de medio
punto y su portón, en la parte superior el escudo papal; así como cuatro
columnas, flanqueando igual número de nichos, en donde se encontraban las
esculturas de San Pedro y San Pablo (en donde seguramente un temblor los
derrumbó, ocurrido entre 1930 y 1957). En la parte posterior de estos primeros 4
nichos se encuentran los bustos en alto relieve de los 4 Reyes de La Casa de
Habsburgo o de Austria: Carlos I (Carlos V), Felipe I, Felipe II y Felipe III.
En el Segundo cuerpo se encuentran las mismas 4 columnas y flanqueando
de la misma forma 4 nichos en donde seguramente estaban colocados los 4
evangelistas, y en la parte de en medio un ventanal .En el tercer cuerpo destacan
3 nichos y rematando un solo nicho, con su reloj en perfecto funcionamiento y la
espadaña en la parte norte.
Su torre es de 3 cuerpos (la cual seguramente fue reedificada posterior al
sismo de 1711), conteniendo 4 arcos de medio punto en los 2 cuerpos superiores
rematando con su capulín y linternilla.
Queda mucho por compartir, sobre todo por esclarecer la estancia de las 2
órdenes: los agustinos y franciscanos en Chietla; por lo que seguiremos
investigando más .,. ¡¡ Hasta Pronto !!
*Cronista de Chietla e Izúcar de Matamoros.
Coordinador Regional de los Cronistas
del Valle de Chiautla
y del Valle de Izúcar de Matamoros.
Miembro del Consejo de la Crónica
del Estado de Puebla.
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