Resumen de las opiniones del Grupo de Lectura en la reunión del 15 de octubre de 2007 sobre INTRIGUES DE PALAU de Maria Carme Roca: Dado que esta vez tuvimos la suerte de poder contar con la autora del libro, que es, a su vez, una integrante asidua del Grupo de Lectura, las opiniones de los asistentes pudieron dirigirse directamente a la escritora Maria Carme Roca y ella, con todo lujo de detalles, nos explicó el proceso creativo e incluso los aspectos más psicológicos e íntimos de la redacción de una obra literaria, lo que le agradecemos muchísimo. En general, los asistentes valoraron el esfuerzo de documentación y el tratamiento esmerado del léxico y los registros narrativos, que ayudan a crear el ambiente de la novela y convierten el libro de Roca en una lectura amena. También se dijo que es importante para el lector de novela histórica poderse fiar enseguida del autor y navegar ‘seguros’ desde el punto de vista de los hechos realmente acontecidos. Hay lectores que confesaron que el interés ‘enfermizo’ de ir a comprobar o a ampliar los datos históricos al Google o a las enciclopedias de papel es una trampa que provoca que se retrasen en la lectura, pero que no deja de ser ‘un noble deporte’ que aporta muchos conocimientos paralelos. Los lectores valoraron en gran manera la osadía de la escritora a la hora de hacer hablar a personajes históricos, auténticos, como reyes, damas, cancilleres, etc., lo que siempre comporta un riesgo puesto que requiere trabajar en un tono que resulte creíble, dado que la gente conoce el carácter y la historia de quien habla. Desde el punto de vista conceptual, se elogió la emotividad y la intensidad del concepto de la maternidad entre las mujeres de la novela, ya que es el desencadenante de toda la trama argumental. También se valoró positivamente la sorprendente modernidad de los tópicos del relato: el debate sucesorio, el antisemitismo, el aborto, la pobreza, las epidemias, la decadencia monárquica… aun cuando hubo quien halló un exceso de datos con intención didáctica, reconociéndose, sin embargo, la dificultad de encontrar el equilibrio entre lo que sabe o no sabe, históricamente hablando, el lector medio a quien se dirige la escritora. También se habló de la originalidad del tratamiento que la novela da a un hecho histórico tan trabajado literariamente hablando como el Compromiso de Caspe, puesto que se relata desde el punto de vista de las mujeres de la Corte catalana, de unas damas teóricamente en segundo plano, pero que manejan un poder más grande de lo que parece. Hay quien destacó el hecho de oír ‘la voz de la autora’ a través de los personajes por el hecho de conocerla personalmente y saber cómo es. Para algunos el libro también significó toda una lección de historia de un periodo del cual desconocían muchas cosas. También se valoró mucho y bien todo el abanico de personajes secundarios entre los que se destacó la familia judía y el sacrificio personal de Miriam. También se realzaron las descripciones y detalles de la Barcelona medieval y el acercamiento al neblinoso mundo de la hechicería. De entre los personajes principales, claro está, interesó mucho Anfosa de Castellnou y sus rasgos físicos espectrales como, por ejemplo, su andar resbaladizo, como de fantasma, que, finalmente, será su perdición. En muchos aspectos, Intrigues de palau puede resultar una novela dura, sobre todo porque nos traslada a una época en que el valor de la vida era mínimo y donde el dolor y la tragedia, empezando por la pérdida habitual de hijos recién nacidos, era absolutamente habitual. Se hizo mención, en este aspecto fuerte y realista de la novela, del capítulo del aborto de la jovencita de casa burguesa que tiene un matrimonio pactado muy ventajoso y que ha decidido atajar camino con un amante joven. En cuanto a los aspectos formales de la edición, se elogiaron el apunte histórico, las notas biográficas de los personajes reales y el árbol genealógico de la casa real de Aragón, puesto que ayudan a situar al lector en un marco histórico donde menudean los mismos nombres para personalidades diferentes. Lo más interesante de la reunión, claro está, fueron las opiniones y las respuestas que, con toda franqueza y concreción, nos dio Maria Carme Roca. Nos dijo que el proceso creativo literario le condiciona o le contagia los diferentes estados de humor que ella tiene. Está tan inmersa en la creación de las obras que su carácter se ve influido por el curso que va tomando la redacción de sus libros. Nos dijo también que, a pesar de la treintena de obras que lleva publicadas, las críticas la continúan afectando en gran manera y nos confesó que, según cuales, le han hecho derramar lágrimas. Maria Carme Roca nos explicó que se ha consolidado como escritora en el mundo de la literatura infantil y juvenil porque en este ámbito la idea prevalece sobre el resto y se aprende a argumentar con bastante concreción. La lucha de Maria Carme Roca por publicar, según nos dijo, fue larga y briosa. Como buena escritora de raza, cansada de recibir cartas de las editoriales llenas de frases tópicas, se decidió a preguntar a los editores por qué no la aceptaban, qué era lo que hacía mal. Y según nos comentó, una editorial le habló con sinceridad y ello fue crucial para su carrera literaria. Roca es también una escritora de su tiempo y, lógicamente, trabaja con ordenador — ¡bendito ordenador!, dijo en un momento del encuentro—, pero tiene, tenía, vaya, un secreto íntimo que nos desveló: el guión-madre, la estructura nuclear, el patrón de sus novelas siempre lo escribe con una pluma Montblanc que le regaló su marido y que, sin duda, prestigia y ensalza el acto de escribir mucho más que el mejor de los PC’s. Aun cuando se ha encontrado muy a gusto escribiendo para niños o adolescentes, llegó un momento en que quiso enfrentarse a la novela para adultos, y la primera fue El pont de fusta (El puente de madera). Y fue trabajando en esta primera novela histórica cuando le empezó a aparecer por todas partes el personaje de la reina Violante de Bar, refinada, inteligente, culta y también algo derrochadora; vaya, una perfecta francesa. Y aquí nació Intrigues de palau, curiosamente mientras Maria Carme Roca estaba preocupada redactando otra obra. A partir de unas cartas auténticas de Violante de Bar, Roca descubre un personaje nuevo que considera maltratado por la historia oficial. La escritora, pues, empieza la novela con un espíritu reivindicativo claro: ofrecer una visión más positiva de la reina Violante, explicar la gran influencia que tuvo en el rey Juan I y en la cultura de la Corona de Aragón, dibujar un retrato personal de esta reina a través de unas cartas de ficción que Violante escribe a su difunto esposo y, por encima de todo, construir todo un universo femenino de la época en mitad de un mundo masculino que ha sido el único que ha gozado de voz en el relato histórico oficial. O sea que Roca quiso la palabra a las mujeres sin voz, que no sin opinión o influencia o incluso poder real. Y por los comentarios de los miembros del Grupo de Lectura, podemos decir que Maria Carme Roca ha conseguido plenamente su propósito. Todos deseamos que Maria Carme Roca no pierda nunca su estilográfica Montblanc y que continúe ofreciéndonos su clara, próxima y emotiva literatura. Muchas gracias, Maria Carme, en nombre de todos. Próxima cita: EL HEREJE, de Miguel Delibes (lunes, 19 de noviembre de 2007, a las 7 de la tarde).