Lección 14. LOS PRIMEROS HOMÍNIDOS - El Plio-Pleistoceno - Yacimientos más importantes - Los géneros pre-Homo - Ecología de los australopitecinos EL PLIO-PLEISTOCENO El Plioceno comienza hace unos 5 m.a. y el Pleistoceno hace unos 1,8 m.a. Dados los cientos de fósiles de Póngidos extraídos en depósitos del Mioceno en Africa y Eurasia, es sorprendente que prácticamente no aparezcan en el período que le sucede, el Plioceno. En su lugar aparece un nuevo tipo de primate evolucionado: camina sobre dos piernas, prefiere usar herramientas a los dientes para rasgar y cortar, tiene un cerebro relativamente grande y ha desarrollado unos mecanismos sociales y culturales que le permiten sobrevivir en la savana Africana. Se pasó de un clima predominantemente templado a una serie de alternancias entre épocas frías y épocas menos frías, pero con una clara tendencia descendente. En este punto probablemente se encuentra el origen del casquete polar Antártico occidental, creciendo hasta un tamaño mucho más grande que el actual. Se comenzaron a desarrollar repetidamente glaciares en la Antártida, Alaska e Islandia desde hace unos 10 m.a., pero probablemente no aparecieron casquetes de hielo a latitudes medias hasta el Pleistoceno. Existieron numerosas oscilaciones; los períodos de máximo enfriamiento se han denominado glaciaciones o fases glaciares, que alternaron con fases interglaciares o interglaciaciones. Además, en cada glaciación se intercalaron períodos menos fríos o interestadiales. Aunque el fenómeno no fue idéntico en todas las regiones europeas, se admiten en este continente 4 fases glaciares. Por orden de aparición se denominan Günz, Mindel, Riss y Würm. Los glaciares llegaron a tener grandes espesores; así, en Norteamérica tenía más de 2 km. Cubrieron zonas muy extensas del planeta; en Europa ocupaban la mayor parte de la región central, los Alpes y toda la región septentrional del continente. Como resultado de este proceso a partir del Mioceno comenzó a descender el nivel del mar, dándose lugar a la denominada crisis del Mediterráneo: hace unos 6 m.a. el mar Mediterráneo se secó y quedó una cuenca en la que la evaporación dejó depositadas vastas cantidades de sal y yeso. Una de las principales consecuencias de esta conexión entre Europa y Africa es que se permitió el libre intercambio de fauna y flora. 1 Pero hay otras consecuencias del cambio climático; las corrientes de agua fría provenientes del Océano Antártico comenzaron a fluir por toda la costa del Sur de Africa, secando el aire de las zonas costeras próximas y dificultando la pervivencia de las especies más dependientes de la humedad. Los bosque ecuatoriales sin duda se redujeron, ampliándose la zona de transición entre bosque y savana, aparentemente la zona en la que se dieron los principales cambios anatómicos en la evolución homínida, entre los que destaca el paso de una locomoción arbórea cuadrúpeda a una locomoción terrestre bípeda. Wolpoff ha desarrollado una teoría sobre el origen de la divergencia entre póngidos y homínidos. Inicialmente se encontrarían compitiendo en un hábitat similar, incluyendo la zona de savana con una vegetación más densa y las zonas de bosque. El ensanchamiento de la franja intermedia pudo ser el desencadenante de una diversificación hacia nichos diferentes, sin el solapamiento inicial, desplazándose los homínidos hacia las zonas más abiertas y los póngidos hacia los bosques más densos. La competición disminuiría aún más si ambos grupos se especializaron hacia diferentes dietas, aparatos masticatorios y locomotores. Al final del Pleistoceno se funden los glaciares, que permanecen hoy en estado residual en los Alpes principalmente y aumentan las temperaturas; comienza el Holoceno o época actual. En algunas regiones de la Tierra, fundamentalmente tropicales y subtropicales, las oscilaciones climáticas fueron mucho menos intensas y se basaron en la alternancia de fases pluviales y de sequía o interpluviales, que no siempre coincidieron con las glaciaciones europeas. DEPÓSITOS FOSILÍFEROS Los terrenos cuaternarios superficiales, en los que podrán encontrarse fósiles de este período, pueden clasificarse por su origen en marinos, volcánicos y sedimentarios continentales; estos últimos pueden encontrarse en las formaciones glaciares, en los aluviones de llanuras y valles o como rellenos de cuevas o cavernas. 1. Los terrenos de origen marino no son muy interesantes, puesto que la configuración de los mares no ha cambiado apreciablemente desde el Terciario hasta nuestros días. 2. Los terrenos volcánicos son a veces muy ricos en fósiles de Primates, sobre todo los constituídos por las proyecciones volcánicas, como las cenizas que, arrastradas posteriormente por las aguas, esparcen los restos fosilizados depositándolos lejos en capas estratificadas en tobas volcánicas. 3. Los terrenos de origen glaciar tienen interés como marcadores climáticos. Las formaciones morrénicas carecen de fósiles, pero aportan datos importantes sobre las alternancias entre fases glaciares e interglaciares. Los terrenos de loes, depósitos periglaciares de origen eólico formados bajo climas áridos y constituídos por tierras amarillentas arcilloso-calcáreas, contienen fósiles de Primates con relativa abundancia. 4. Los aluviones de las terrazas fluviales son de gran importancia como yacimientos de fósiles. En general los aluviones de las terrazas más elevadas son los más antiguos, dado que los ríos van excavando un cauce 2 cada vez más profundo. Por otra parte, de acuerdo con el fenómeno de acarreo, las fases de excavación del lecho coinciden con los períodos glaciares y el descenso del nivel del mar; las fases de relleno de los valles se corresponden con los interglaciares y las subidas del nivel del mar. 5. Las tobas calcáreas y las turberas aportan información muy útil sobre las variaciones del clima, además de incluir a menudo grandes cantidades de fósiles. Pueden verse rellenadas las fisuras y cavidades naturales del suelo, denominándose entonces brechas, que cuando son ricas en huesos se denominan brechas osíferas, frecuentes en las cavernas habitadas por el hombre del Plio-Pleistoceno. FLORA Y FAUNA Durante el Plio-Pleistoceno coexistieron diferentes tipos de floras. La vegetación del tipo tundra se localizaba cerca de los glaciares y estaba constituída fundamentalmente por musgos y líquenes. Más alejada de los glaciares se encontraba la taiga, formada por bosques de coníferas y más lejos aún, junto con éstas últimas, existían los bosques de árboles de hoja caduca. En muchos lugares se encontraba una flora de transición entre tundra y taiga. En Africa, la India e Insulindia las flores fueron del tipo cálido durante todo el Plio-Pleistoceno. Las faunas cuaternarias más interesantes son las constituídas por Mamíferos, con los que los homínidos se relacionaban más intensamente. A principios del Plio-Pleistoceno queda como un superviviente de períodos anteriores Deinotherium, una especie de elefante. En Africa son características las siguientes formas gigantes: un bóvido (Pelobovis), un cerdo (Afrocoerus), un hipopótamo (Hipoppotamus gorgops) y un babuino (Simopithecus). En Europa sobre todo el ciervo Megaceros giganteus. El Villafranquiense es el periodo de transición del Plioceno al Pleistoceno. De esta época son característicos en Europa el Elephas meridionalis, el Rhinocerus etruscus y el Equus stenonis. Durante el Pleistoceno inferior aparecen Bos primigenius (buey), Hyena, Elephas antiquus, Hipoppotamus amphibius y Rhinoceros merckii.. A partir del Würm aparecen un mamut (Elephas primigenius) y Rhinoceros tichorhinus principalmente. Naturalmente, existió una fauna característica de los periodos fríos y de los interglaciares: FAUNA FRIA FAUNA CALIDA Mammuthus (otro mamut) Panthera leo Coelodonta antiquitatis (rinoceronte) Paleoloxodon antiquusi (otro elefante) Cervus elaphus Rhinoceros merckii Capra ibex Bos primigenius Alopex lagopus (zorro ártico) Ursus spelaeus Bison priscus PROBLEMAS DE DATACIÓN DE LOS RESTOS FÓSILES Casi todos los restos sudafricanos se han encontrado en cuevas de caliza dolomítica, generalmente incrustados en una matriz estalagmítica de estratigrafía poco clara, que además no pueden ser datadas radiométricamente. En consecuencia, su datación no es muy segura y la mejor forma de determinarla se basa en la paleofauna asociada. Para ello hay que tener presentes dos circunstancias. La primera es que los Mamíferos del 3 Terciario persistieron mucho más tiempo en Sudáfrica que en Europa. La segunda es que la correlación estratigráfica, bien determinada en el Cuaternario europeo por los períodos glaciares e interglaciares, es difícil en el africano porque las oscilaciones climáticas fueron mucho menos intensas. La columna estratigráfica del Rift, por el contrario, presenta una alternancia de sedimentos fluviales y lacustres con depósitos de cenizas volcánicas, de modo que un fósil quedará siempre situado entre dos tufs de rocas volcánicas, fácilmente datables por los métodos de potasio-argón o magnetoestratigrafía. Además, la mayor abundancia de grandes mamíferos en esta zona permite un mejor calibrado de ambos métodos. De este modo, tanto la datación absoluta como la datación relativa ofrecerán casi siempre unas edades mucho más ajustadas para los restos encontrados en Africa oriental. Por otra parte, cada cueva de Sudáfrica representa acumulaciones de unas pocas decenas de miles de años con una relativa abundancia de restos fósiles, pudiendo obtenerse datos importantes sobre el grado de variabilidad existente en un grupo concreto en un momento determinado. Los yacimientos del Rift, sin embargo, presentan a menudo unos pocos especímenes extendidos a lo largo de cientos de miles de años. YACIMIENTOS MÁS IMPORTANTES El Plioceno y el Cuaternario antiguo representan actualmente los periodos más importantes para la comprensión de los orígenes del Hombre. Los restos esqueléticos, numerosos y bien conservados desde hace 4 millones de años (Plioceno superior) y algunos de hasta 5,8 m.a., permiten hacerse una idea precisa de los Homínidos de esta época. Por otra parte, los útiles aparecen hace unos 3 m. a. de modo que al interés antropológico se une el interés arqueológico. La precoz diversificación de los Homínidos da lugar a una serie de grupos diferentes en una serie de yacimientos localizados en el continente africano: a. Africa del Sur. La meseta calcárea dolomítica del precámbrico que foma el sistema del Transvaal se encuentra atravesada por una red kárstica constituida entre hace unos 3'7 y 1 m. a. En esta región se encontraron los primeros restos de Australopitecinos, entre 1924 y 1950. TAUNG. En 1924 se descubrió un craneo de Primate de unos 6 1/2 años, calificado como Australopithecus africanus. El hallazgo comprende la cara con ambas arcadas dentarias y el molde endocraneal, denotando un nivel evolutivo superior al de los Grandes Monos, así como una postura erguida. Su datación se ha estimado en 0'9 m. a. pero no puede conocerse con exactitud dado que se encontró en la mesa del director de una mina de esta localidad. STERKFONTEIN. 4 En una gruta de esta localidad Broom encontró en 1936 el primer Australopitecino adulto, recogiéndose posteriormente entre unos 28 y 33 individuos con 7 cráneos y numerosos dientes y huesos postcraneales. Se han detectado dos conjuntos estratigráficos principales, de diferente datación e interpretación: - Un conjunto de entre 2'8 y 2'3 m. a. sin instrumentos líticos, clasificado como Australopithecus africanus. De acuerdo con un análisis paleodemográfico, la edad media de deceso de este grupo sería de unos 22 años. - Un segundo grupo de 1'5 m. a. con útiles achelenses primitivos, clasificado como Homo habilis. KROMDRAAI. Situado a 3 Km. del anterior, en 1938 se descubrió un craneo incompleto descrito por Broom como Australopithecus robustus. Posteriormente se han encontrado cinco individuos representados por dientes o pequeños fragmentos oseos, todos de la misma especie. No han aparecido útiles. Según algunos autores la datación podría encontrarse entre 2'3 y 1 m. a. SWARTKRANS. Es un yacimiento muy rico, abierto inicialmente en 1948 por Broom y Robinson, que ha ofrecido una larga serie de fósiles. Un grupo se compone de 87 individuos de Australopithecus robustus, datado con 2 m. a. de acuerdo con parte de la fauna encontrada y entre 1'8 y 1'5 m. a. según otras especies de animales hallados en el mismo yacimiento. Otro grupo, sin duda más reciente, se compone de unos pocos restos de, probablemente, Homo erectus, y quizá Australopithecus robustus, junto con una muy rica industria achelense primitiva. MAKAPANSGAT. En este yacimiento, situado al Norte del Transvaal, se han extraído entre 1947 y 1967 10 adultos, 2 adolescentes y 1 niño, representados por mandíbulas, maxilares superiores, craneos parciales y algún resto postcraneal, junto con 100.000 restos óseos de animales. La clasificación para algunos autores sería Australopithecus africanus, pero para otros presentarían características de Australopithecus robustus. La datación tanto para los Australopitecinos como para la fauna oscilaría alrededor de unos 3 m. a. La gran cantidad de huesos de diferentes animales acumulada en este yacimiento, de acuerdo con Dart, lo habría sido intencionadamente, seleccionando las piezas para su posterior uso; esta hipótesis ha sido debatida durante largo tiempo y hoy parece 5 generalmente aceptada, de modo que podría aceptarse la denominación de cultura osteodontoquerática, que habría precedido al Paleolítico. b. Africa del Este. El Africa austral ha sido considerada con el tiempo como un fondo de saco evolutivo, encontrándose de mayor interés el Africa oriental, de modo que desde 1950 la mayoría de las investigaciones se han dirigido hacia esta zona. Toda la región se encuentra surcada por una gran falla de orientación Norte-Sur, denominada el Rift, formada en el periodo que va entre hace 23 y hace 5'6 m. a. ocasionando toda una serie de vastos lagos y un vulcanismo intenso en la región durante todo ese período e incluso tiempo después. Los depósitos sedimentarios fluviales y lacustres se alternan con estratos eruptivos (tufs) que proporcionan una muy adecuada columna para dataciones absolutas. Además se encuentran toda una serie de grandes mamíferos que permiten mejor que en el Sur un calibrado faunístico preciso. OLDUVAY. Es un profundo valle cruzado por el río Olduvay en el macizo del Serengueti, al pie del Kilimanjaro, en Tanzania. El yacimiento se extiende a lo largo de 40 Km. de longitud, con 100 m. de sedimentos divididos en siete lechos con una antiguedad de entre 2'2 m. a. y 20.000 a 30.000 años. Louis y Mary Leakey, junto con su hijo Richard han encontrado en este yacimiento 57 individuos, datados entre 1'9 y 0'2 m. a. En los lechos I y II inferior, correspondientes a entre 1'9 y 1'6 m. a. han aparecido Homo habilis y Australopithecus boisei junto con una rica industria olduvayense (cultura de los guijarros tallados). En los lechos II superior, III y IV han aparecido diferentes restos de Homo erectus, datados los más antiguos con 1'5 m. a. así como industria achelense asociada. LAGO NATRON. El matrimonio Leakey recogió en 1964, en la ribera Oeste de este lago, situado en Tanzania a 80 Km. al Norte de Olduvay, una mandíbula muy bien conservada de Australopithecus boisei, asociada con fauna del Pleistoceno medio. LAETOLI. Este yacimiento se encuentra también en Tanzania, 45 Km. al Sudoeste de Olduvay. Louis Leakey descubrió en 1935 un canino y posteriormente han aparecido restos de otros 24 individuos representados por restos de maxilares superiores, mandíbulas y dientes, probablemente rotos por la acción de los carnívoros. Asimismo se han encontrado unas pistas con las huellas muy bien conservadas de tres Homínidos 6 bípedos. Estos restos se han atribuído a Australopithecus afarensis, con una datación por potasio-argón de 3'59 a 3'77 m. a. Las pistas denotan una planta del pie primitiva, con un dedo gordo poco desarrollado. ESTE-RODOLFO. Este yacimiento se encuentra en la ribera Este del Lago Turkana (antiguo lago Rodolfo) en Kenia, cerca de la frontera con Etiopía, cubriendo una enorme extensión, de la que sobresalen dos localidades, Ileret y Koobi-Fora, distantes entre sí 32 Km. Desde 1973, un equipo dirigido por Richard Leakey ha encontrado restos de 110 homínidos, entre los que destacan 7 cráneos en buen estado. Cinco tufs han permitido unas dataciones absolutas muy ajustadas, destacando uno entre 1'8 y 2 m. a. y otro con 1'5 m. a. En dos localidades próximas al lago Turkana aparecieron unos fósiles datados entre los 3,9 y los 4,1 millones de años, incluyendo fragmentos de una mandíbula, un maxilar superior, una tibia y numerosos dientes. Se han clasificado como Australopithecus anamensis LOTHAGAM. Este yacimiento se encuentra en el lado Sudoeste del Lago Turkana, también en Kenia. En él se ha encontrado parte de un cuerpo mandibular con un M1 y las raices de un M2 y un M3 en bastante mal estado, con una morfología intermedia entre Pan y los Australopitecinos conocidos más primitivos, que constituyen algunos de los restos más antiguos atribuible a Australopithecus, con una antiguedad de 5'5 m.a. KANAPOY. En este yacimiento keniata del Sur del Lago Turkana se ha encontrado un fragmento distal de húmero datado con 4 m. a. de características muy avanzadas, sin ninguna relación con la locomoción. Sin embargo, la datación no parece muy segura. OMO. El río Omo desemboca en el lado Norte del Lago Turkana, ya en Etiopía y precisamente en esa zona muestra una serie de depósitos fluviales, lacustres y deltaicos alternados con tufs, completando 1.100 m. de espesor que cubren un periodo que va desde hace 4,05 hasta hace 0'1 m. a. Desde 1967 se han encontrado sobre todo restos de mandíbulas, maxilares superiores y dientes de cuatro especies: - Australopithecus africanus, representado entre 3 y 1'8 m. a. 7 - Australopithecus boisei, entre 2'25 y 1'8 m. a. y puede que incluso hasta 0'8 m. a. Puesto que es contemporáneo del primero durante un amplio periodo de tiempo, evidentemente no suponen dos fases consecutivas de la evolucion hacia el Hombre. - Homo habilis, con representantes entre 2 y 1'4 o quizá 0'8 m. a. - Homo erectus, localizado entre 1'4 y 1 m. a. Se ha encontrado además una abundante representación de piedras talladas y núcleos de cuarzo, con una antiguedad máxima de 2 m. a. HADAR. En 1968 Taieb encuentra este yacimiento en la región de Afar, al Norte de Etiopía. Johanson, Taieb y Coppens han encontrado en este lugar restos de al menos 35 individuos datados entre 3'3 y 2'5 m. a. En este grupo se encuentra el esqueleto conservado al 40 % de AL 288 "Lucy", con 2'8 m. a. AWASH. Situado también en Etiopía, un poco al Sur del anterior, este yacimiento descubierto en 1981 por Clark y White ha ofrecido dos restos de más de 4 m. a. un frontal de pequeño tamaño y de aspecto primitivo y una parte superior de un fémur, proveniente de un individuo de unos 16 años, que mediría 1'35 m. y marchaba erguido. Ambos restos han sido atribuidos a Australopithecus. A mediados de los años 90 del siglo XX se encontraron los restos de un homínido primitivo, de unos 5,2 a 5,8 millones de años, incluyendo una serie de fósiles que representan aproximadamente el 45% del esqueleto. Se les ha denominado Ardipithecus ramidus. c. Fuera de Africa. No puede decirse que los Australopitecinos se encontrasen sólo en Africa, pero tampoco puede asegurarse lo contrario. En todo caso, los restos hallados por el resto del Viejo Mundo son al mismo tiempo escasos y recientes, limitándose a algún resto de industria lítica en Francia, con una antiguedad de 1'8 a 1'5 m. a. un fragmento de parietal en Venta Micena (Granada), con 1'2 m. a. y algunos restos de difícil clasificación en China y Java. 8 LOS GENEROS PRE-HOMO Durante las últimas dos décadas se han descrito 3 nuevas especies, que podrían representar el orígen de los homínidos. 1. Sahelanthropus tchadiensis Un cráneo hallado en julio del 2001 en la región de Toros-Menalla, en el Chad, ha revolucionado el mundo de la paleontología muy recientemente. Tiene entre 6 y 7 millones de años y parece ser que se trata del último ancestro común entre el chimpancé y el género homo. Su caja craneal se parece mucho a la de un mono pero la cara es corta y los dientes, en especial los colmillos, son pequeños y se parecen mucho a los de un ser humano moderno. El arco supraorbital también es muy prominente. 2. Orrorin tugenesis Investigadores europeos hallaron en octubre de 2000 en las colinas de Tugen centro de Kenia- fragmentos de esqueletos de unos cinco simios, cuya antigüedad fue calculada en 6 millones de años, el Orrorin tugenensis. Un simio de 1,40 metros de altura que vivió hace seis millones de años en lo que ahora es Kenia ya tenía un fémur y una dentadura similares a los de los humanos. El fémur indica que tenía una marcha bípeda muy parecida a la nuestra. La dentadura, que tenía una dieta omnívora, rica en frutas y en proteínas obtenidas probablemente de hormigas y otros insectos. Estos rasgos, sin embargo, se apartan de los de los australopitecos que vivieron hace entre 4 y 2 millones de años y que tenían dientes grandes en relación con el tamaño del cuerpo y una marcha bípeda bamboleante. 3. Ardipithecus ramidus En la cuenca media del río Awash, en Etiopía, se han encontrado los restos de un homínido primitivo, de unos 5,2 a 5,8 millones de años, incluyendo una serie de fósiles que representan aproximadamente el 45% del esqueleto. Se les ha denominado Ardipithecus ramidus. Son similares a los homínidos en: 1. El foramen magnum se encuentra muy adelantado, lo que podría indicar una locomoción bípeda 9 2. Los caninos son pequeños y similares a los incisivos. A cambio se diferencian en: 1. Delgada capa de esmalte 2. Premolares y molares son más parecidos a los de los simios. 3. Vivía en ambientes arbolados, a diferencia de otros homínidos. 4. Australopithecus anamensis En dos localidades próximas al lago Turkana aparecieron unos fósiles datados entre los 3,9 y los 4,1 millones de años, incluyendo fragmentos de una mandíbula, un maxilar superior, una tibia y numerosos dientes. Australopithecus anamensis muestra una mezcla de caracteres primitivos y avanzados. A pesar de que la comparación con A. ramidus es difícil por la escasez de restos, en este caso también se observa una dentición y una morfología general del craneo similar a póngidos, con un esqueleto postcraneal de características más avanzadas, en general similar a posteriores homínidos. El aparato masticatorio de A. anamensis es similar al de los póngidos, mostrando numerosas características primitivas, como 1. Relativamente grandes caninos. 2. Ramas de la arcada dentaria paralelas, en lugar de parabólicas. 3. Premolares y molares asimétricos. 4. Un paladar bajo, poco excavado, aunque este carácter también aparecerá en Australopithecus afarensis, un homínido posterior. En general, la dentición de A. anamensis es muy primitiva para un hominido. No obstante, hay algunas características derivadas, como 1. Capa de esmalte gruesa. 2. Molares expandidos bucolingualmente El aparato postcraneal, sin embargo, es muy diferente de póngidos. Es indudablemente un homínido bípedo. A partir de una tibia de Kanapoy se ha deducido que presenta una capacidad de locomoción bípeda bien desarrollada. De hecho, esta tibia junto con fragmentos de un húmero son más similares a los primeros miembros del género Homo que a Australopithecus afarensis. 5. Australopithecus afarensis 10 Los principales restos se han encontrado en Laetoli, con una antiguedad de 3'59 a 3'77 m. a. y en Hadar, con 2'5 a 3'3 m. a. pero puede también estar representado en Omo, Este-Rodolfo y Lothagam con pequeños fragmentos alguno de los cuales puede ser más antiguo, hasta 5'5 m. a. pero de difícil asignación, dado su estado fragmentado. En todo caso, considerando que ha podido extenderse entre unos 4 y unos 2,5 m. a. y teniendo en cuenta la variabilidad registrada, existe la posibilidad de que se encuentren una o más especies entre este grupo de fósiles. Además, el relativo solapamiento en el tiempo con A. africanus plantea dudas sobre una supuesta paternidad. Sus características principales son: - La capacidad craneana promedio sería de unos 400 cc, no más grande relativamente que la de un chimpancé. - El esplacnocráneo muestra un fuerte prognatismo y un borde redondeado en la base de la abertura nasal, como en Póngidos y Australopitecinos robustos. - La dentición es un mosaico de rasgos progresivos y conservadores. Entre los primeros cabe citar la gruesa capa de esmalte que cubre la superficie oclusal de premolares y molares; entre los segundos, la existencia de diastema en la mitad de los ejemplares, relativamente grandes caninos, incisivos grandes e inclinados y premolar inferior sectorial en algunos casos, así como un paladar poco excavado. Además, la arcada dentaria presenta una forma intercalar entre Pongidae y Hominidae. - El neurocráneo presenta unas lineas temporales salientes, pero sin cresta sagital; el plano nucal es cóncavo y más inclinado que en otros Homínidos; las mastoides son grandes; el conducto auditivo es tubular y horizontal, recordando al de Póngidos y las cavidades glenoideas son casi planas. - El peso del cuerpo oscilaría entre 25 y 50 Kg. con un dimorfismo sexual mayor del encontrado actualmente en Pan y del que se encontrará en el resto de Hominidos. - La estatura, evaluada para Lucy, casi con toda seguridad una hembra, sería entre 1 y 1'1 m. y para las pisadas de Laetoli entre 1'2 y 1'4 m. También para este carácter se presenta un marcado dimorfismo sexual. - El tórax era triangular, carácter primitivo. - Las extremidades, sobre todo el ángulo de la cabeza y la inclinación de la diáfisis del fémur, el acetábulo profundo, así como las palas ilíacas más anchas y cortas que en Póngidos aunque menos que en otros Australopitecinos, delatan una posición erguida habitual. Sin embargo, el dedo gordo del pie era aún ligeramente oponible. La relación de longitud entre la extremidad superior y la inferior es mayor que la de 11 estadíos posteriores, lo que quizá delata una cierta capacidad braquiadora. La mano combina caracteres primitivos (forma del carpo), relacionados con la vida arborícola y avanzados (alargamiento de los metacarpianos), para la manipulación. Los principales registros de este estadío evolutivo son AL 288 "Lucy", encontrado en Hadar, y las pisadas de Laetoli. 6. Australopithecus africanus Esta especie se encuentra representada sobre todo en Sterkfontein y Makapansgat, pero también en Omo y quizá en Este-Rodolfo. - La capacidad craneana se sitúa entre 420 y 480 o 580 cc. según que especímenes se incluyan en este grupo. - El esplacnocráneo muestra un prognatismo mayor que en H. erectus; el borde inferior de la abertura nasal es neto y la espina nasal similar a la de Homínidos posteriores. Por contra, el borde superior se encuentra todavía por debajo del Plano de Francfort. - La dentición es más avanzada que en A. afarensis; los incisivos se implantan verticalmente; los caninos no sobresalen y presentan una morfología humana, incisiviforme y sin diastema; los premolares y molares son grandes, sobre todo en sentido vestibulo-lingual; la arcada dentaria presenta todavía forma de V o similar; la profundidad del paladar es pequeña, pero mayor que en A. afarensis y en A. robustus. - El neurocráneo presenta en algunos casos una verdadera frente y en general el torus supraorbitario es pequeño; las líneas temporales se encuentran poco marcadas y no hay cresta sagital; los lóbulos frontal, parietales y temporales se encuentran mucho más desarrollados que entre los grandes monos, indicando unas posibilidades asociativas superiores. - La estatura sería un poco mayor que los A. afarensis femeninos, similar a los masculinos y un poco menor que la de A. robustus; estimada a partir de un esqueleto parcial femenino sería de 1'29 m. - El peso calculado para el mismo especimen sería de unos 25 Kg. con un cuerpo grácil. - La columna presenta ya las curvaturas actuales perfectamente definidas. - Las extremidades superiores serían, en relación a los miembros inferiores, más largos que en el Hombre; la diáfisis del fémur presenta un grado de inclinación típico de 12 la marcha bípeda, con una cabeza articular en la epífisis proximal sólo un poco más pequeña que en el Hombre. Entre los restos atribuibles a A. africanus cabe destacar Taung 1 "el niño de Taung", los especímenes Sts 5 "Señorita Ples", un cráneo femenino y Sts 14, un esqueleto parcial, ambos de Serkfontein con una datación de entre 2'8 y 2'3 m. a. Por otra parte, los especímenes encontrados en Koobi-Fora (Este-Rodolfo) KNMER 1805 y KNM-ER 1813, con 1'5 m. a. a veces son incluídos dentro de A. africanus, quedando en su evolución más reciente muy próxima de Homo habilis, dado que ambos presentan características progresivas, con lo que una especie debería derivar de otra, pero otras veces son clasificados como H. habilis. 7. Australopithecus garhi Australopithecus garhi existió hace 2,5 millones de años. Tim White y Berhame Asfaw han encontrado sus restos en Bouri, East Ethiopia. Características: • Capacidad craneal de 450 cc. • Caninos y premolares similares al género Homo • Grandes molares • Sin diastema • Prognatismo menor que en A. africanus • Relación entre brazos y piernas similar a póngidos The importance of this hominid is that it was found with many tools and an array of slaughtered animals. Tool use has been the defining criteria that separated the Homo genus from the Australopithecines. 8. Australopithecus robustus, A. aethiopicus, A. boisei Eran individuos más corpulentos y robustos que A. africanus, con una especialización marcada del aparato masticador. Su pervivencia se estima entre hace 2'5 o quizá más y 1 m. a. Hace aproximadamente 2'8 m. a. se intensificó la disminución de las zonas boscosas en Africa, debido a una disminución notable de la humedad ambiental. Ello quizá contribuyó a la aparición de Australopithecus robustus . 13 Hay una tendencia a definir tres especies para este grupo, incluyéndolos dentro de Australopithecus o como especie aparte (Paranthropus). Las dos primeras especies habitarían en el Este de Africa y la tercera en el Sur. Australopithecus aethiopicus. Hay algunos cráneos y mandíbulas relativamente completos descubiertos en el lago Turkana y el río Omo con entre 2'7 y 2,3 m.a. El especimen tipo es WT-17000. Quizá es una forma de transición entre Australopithecus afarensis y Paranthropus boisei. Características: - Very small cranial capacity (410 cc) - powerful nuchal musculature and very developed masticatory apparatus. - The skull does not retain any teeth, but the size of the roots and the palate indicate that las piezas dentarias eran muy grandes. •- The very anterior zygomatic process of the maxilla whose size • - El esmalte es grueso, similar al de A. afarensis. - The combination of a very small brain and enlarged masticatory apparatus leads to the development of a well-developed sagittal crest that meets the nuchal crest to form a compound temporonuchal crest. - La base del craneo es muy aplanada, como en A. afarensis. - La posición del foramen magnum es retrasada, también como en A. afarensis. - Extreme development of the nuchal muscles and the more vertical orientation of their attachment of the occiptal bone. - Extreme facial prognathism. Australopithecus boisei. OH5, de Olduvay, con 1'5 m.a., dos series de restos aparecidos en el río Omo, con una antigüedad de 2'3 m.a. unos y de 1 m.a. los otros, un gran número de restos aparecidos en el lago Turkana, incluyendo el cráneo ER 406 y parte de un esqueleto y algunos otros restos aparecidos en Kenia y Tanzania. Su craneo es muy robusto, con una fuerte arcada supraorbitaria, cresta sagital, unos 530 cc de capacidad, ligeramente inferior a la de robustus y rama mandibular ascendente muy elevada, lo que junto con sus grandes dientes sugiere una gran eficacia masticatoria.; se admite que los músculos maseteros y temporales actuaban con una resultante casi perpendicular a la arcada dentaria, lo que es mecánicamente ventajoso para mover la mandíbula en cualquier dirección. El molde endocraneal presenta una 14 significativa expansión del lóbulo parietal; probablemente su cerebro era capaz de fabricar instrumentos. Australopithecus robustus - Su capacidad craneana era algo más elevada (unos 550 cc de promedio). - El esplacnocraneo muestra un macizo facial prognato y aplanado; presentan un torus orbitario grueso, reforzado a la altura de la glabela; el borde inferior de la abertura nasal es redondeado, como en el Gorila; la arcada zigomática, muy robusta, se separa notablemente del neurocráneo para permitir el paso de unos enormes músculos temporales. - La denticion se encuentra notablemente especializada; los incisivos y los canimos son más pequeños que en la forma grácil; los premolares y molares son muy voluminosos; el paladar es poco profundo; el cuerpo mandibular es enormemente grueso; la forma de la arcada dentaria es sin embargo similar a la de A. africanus. - El neurocraneo muestra en ambos sexos una cresta sagital proveniente de la unión de las dos líneas temporales; el torus occipital, grueso, forma un angulo entre la región suprainíaca y el plano nucal; los huesos, sobre todo en la base se encuentran muy neumatizados, de modo que el conjunto del cráneo sería a la vez rígido y ligero. - La estatura, estimada a partir de un solo individuo, sería de entre 1'55 y 1'60 m, si bien habría diferencias entre ambos sexos. - El peso, según estimaciones oscila entre 39 y 45 Kg. - Las extremidades muestran una clara adaptación a la bipedia, pero con características diferentes del resto de Homínidos, como es el hecho de poseer una pala ilíaca notablemente alargada; a diferencia del Hombre, en lugar de ser los huesos los que soportan la mayor parte del peso, en A. robustus serían probablemente los músculos sobre los que recaería el mayor esfuerzo. El principal representante de esta especie es SK 48, un cráneo encontrado en Swarktrans, con entre 1'5 y 2 m. a. de antiguedad ECOLOGÍA DE LOS AUSTRALOPITECINOS Todos los Australopitecinos se asocian con terrenos de bosque o de sabana, encontrandose claramente menos adaptados a la selva que sus predecesores del Mioceno. 15 La fauna y flora fósiles asociadas con A. afarensis delata un territorio de sabana seca y bosques, con selvas a lo largo de los ríos y cerca de los lagos. Probablemente la alimentación se basaba en una más amplia serie de plantas que la disponible en la actualidad por los chimpances, que quizá fuese completada ocasionalmente con animales. Era carroñero. La locomoción era bípeda, pero el repertorio postural era sin duda mayor que el utilizado posteriormente por otros Homínidos, aunque menor que el utilizado por los grandes monos, presentando una cierta facilidad para trepar a los árboles. El alto grado de dimorfismo sexual, por comparación con Primates actuales, sugiere una organización social en la que no prima la monogamia, sino más bien el grupo basado en uno o unos pocos machos y desde varias a numerosas hembras, tanto menos numeroso cuanto más disperso se encontrase el alimento y con unas relaciones entre grupos no precisamente pacíficas, sobre todo en lo que a los machos se refiere. A. africanus habitaba estepas arbóreas o llanuras herbáceas del tipo sabana, donde llevaban un género de vida cazador-recolector de tipo cooperativo, muy distinto ya del recolector individualista de los Primates no humanos pero con dieta predominantemente vegetariana. El estudio de la dentición señala que su dieta era generalizada. La sospecha de una industria osteodontoquerática se basa en la abundancia no aleatoria de ciertos huesos animales encontrados en asociación con los restos de A. africanus; por ejemplo, las mandíbulas son muy comunes, casi nunca hay vértebras caudales, los huesos de las extremidades anteriores son 5 veces más frecuentes que los de las posteriores. Esta conservación diferencial reflejaría el uso preferente de ciertas partes del esqueleto de los animales como instrumentos o como armas. La presa favorita de africanus era el Antílope. El análisis de la maduración de los dientes indica que los períodos infantil y juvenil de A. africanus eran ya prolongados. Sin embargo, ningún individuo sobrepasaba los 40 años y solo el 15 % llegaba a los 30. El promedio de esperanza de vida eran los 22 años y quizá sólo una tercera parte vivía 10 o más años tras la aparición de la edad reproductora. A. robustus habitaba zonas boscosas y su dentición parece indicar que era preferiblemente herbívoro, comiendo en particular semillas y raices 16