N20110130IVOrdinario

Anuncio
Jesús Amigo, deseo vivir las Bienaventuranzas
cada día y hacer realidad en mí:
IV Domingo del
Tiempo Ordinario
30
Enero
BIENAVENTURANZAS
La humildad y sencillez, para adelantar el Reino;
La firmeza y paciencia, para transformar la tierra;
Seamos bienaventurados
La constancia y fortaleza, para encontrar consuelo en Ti;
La solidaridad, para compartirlo todo lo que soy
y lo que tengo con los demás;
La comprensión y tolerancia,
para participar de tu misericordia;
La concordia y reconciliación,
para ser en verdad "hijo de Dios".
Ayúdame Jesús,
a vivir las bienaventuranzas
en el día a día.
Sé que con tu ayuda, lo conseguiré
Jesús, gracias.
acción católica
general
SECTOR
DE NIÑOS
www.accioncatolicageneral.es
Bienaventurados los pobres
en el espíritu
A
l ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se le acercaron sus
discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de
Dios. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán ellos llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justiacia, porque de ellos es el reino de Dios. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi
causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa
será grande en el cielo, que de la misma manera persiguiea
5, 1-12
Mateo
ron a los profetas anteriores a vosotros».
E
n las Bienaventuranzas, Jesús nos resume de una manera
muy bella, tres requisitos para ser feliz y alcanzar la Salvación: «ser “pobres”, “tener hambre” y ser “misericordiosos”». Puede ser que lo que dice Jesús no tenga sentido... pues no se parece a lo que para nosotros significa ser feliz: “ser ricos”, “estar satisfechos”, y “reir”. Pero las palabras de Jesús... significan
otra cosa.
“Ser pobres”. Jesús nos dice que no debemos poner nuestra esperanza y felicidad en las cosas materiales (juguetes,
ropa, dinero, viajes...), sino en Dios.
Las cosas materiales siempre nos parecen “poco”... y acaban por no hacernos verdaderamente felices y
nos distraen de acercarnos a
Dios.
“Tener hambre... de justicia”. Jesús nos dice que las personas
que buscan actuar siempre como
Él nos enseña... siempre tendrán paz en su corazón.
Y “ser misericordiosos”. Jesus tiene, como Dios-Padre, un corazón tan grande, que sufre con los que sufren y llora con los
que lloran, de forma que entiende mejor a los que lo pasan mal,
porque se pone en su lugar, por amor.
Este trozo del Evangelio es muy importante. En él Jesús... nos
da el “plano” para poder llegar a ser bienaventurados, felices y dichosos... para ser queridos por Dios. Seguir las Bienaventuranzas a veces parecerá no ser fácil... Pidamos ayuda a Dios y a nuestros hermanos para poder seguirlas.
z
¿Qué es para ti ser feliz? ¿Qué es lo que a ti te hace feliz?
¿Se parece tu idea de ser feliz... a la de las Bienaventuranzas?
z
De todas las Bienaventuranzas... ¿cuál te llama más la aten-
ción? ¿Por qué?
z
Elige una de las Bienaventuranzas... una que te parezca difí-
cil de ponerla en práctica... ¿Qué puedes hacer para, poco a
poco, ponerla en marcha... para ser “bienaventurado”?
Descargar