República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL MAGISTRADO PONENTE JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ Referencia: Expediente No. 38137 Acta No. 10 Bogotá, D.C., cinco (5) de abril de dos mil once (2011). Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por el apoderado judicial de JOSÉ BERNARDO OCAMPO TAMAYO contra la sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira, el 14 de agosto de 2008, en el proceso ordinario laboral instaurado por el recurrente contra el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES. I .- ANTECEDENTES.- 1.- El demandante José Bernardo Ocampo Tamayo, inició este proceso con el fin de obtener el reconocimiento y pago de la pensión de sobrevivientes en su condición de hermano inválido de la causante María Dolly Ocampo Tamayo, quien era pensionada del Instituto y falleció el 4 de diciembre de 1992, por causas de origen no profesional. Pidió también los intereses moratorios del artículo 141 de la Ley 100 de 1993. Como fundamento de sus pretensiones indicó que su hermana María Dolly Ocampo Tamayo, quien era pensionada del Instituto falleció el 4 de diciembre de 1992 por causas de origen común; ella velaba por él debido a su condición de incapacidad, la cual fue fijada en el 52% con fecha de estructuración 15 de julio de 1980, mediante dictamen rendido por el Departamento de Medicina Laboral del I.S.S. en el año 2002. Manifestó que después del fallecimiento de su hermana inició los trámites de solicitud de pensión, al tiempo que la madre de ambos María Céfora Tamayo de Ocampo, a quien no obstante no tener el derecho porque vivía con otros hijos, la entidad demandada le otorgó la prestación, sin esperar el dictamen que fijó su grado de invalidez y que lo calificaba como beneficiario para acceder a la prestación. Su madre a quien se le reconoció equivocadamente la pensión, falleció en el año 2002. 2.- En la contestación de la demanda la entidad frente a los hechos manifestó no constarle su existencia y la necesidad de ser probados. Se opuso a las pretensiones Casación Rad. N° 38137 2 y propuso las excepciones de inexistencia de la obligación demandada, ausencia de mora en el pago de la pensión, prescripción, falta de causa y la genérica. 3.- El Juzgado de conocimiento que lo fue el Tercero Laboral del Circuito de Pereira, mediante sentencia de 20 de junio de 2008, absolvió a la entidad demandada de todos los cargos. II-. LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL.- En virtud de la apelación interpuesta por la parte demandante conoció el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira, que por sentencia de 14 de agosto de 2008, confirmó la de primera instancia en su integridad. En lo que interesa al recurso extraordinario precisó el sentenciador Ad quem que la norma aplicable a esta controversia era el artículo 27 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el Decreto 758 del mismo año, de conformidad con el cual los órdenes 3° y 4°, esto es, los padres y hermanos discapacitados, sólo entraban a ser tenidos como beneficiarios de la pensión de sobrevivientes, cuando no existieran cónyuge, compañero o compañera permanente ni hijos y más en el caso de los hermanos discapacitados, era necesario que además de la ausencia de aquellos, no existieran padres con derecho. Luego agregó que: “Allegando estas consideraciones al caso que ocupa la atención de la Colegiatura, tenemos que el demandante invoca como fundamento del derecho pretendido, el ser hermano de la señora María Dolly Ocampo Tamayo, quien disfrutaba de la pensión de vejez al momento de su fallecimiento. Además del vínculo consanguíneo, alega el actor que dependía económicamente de la mencionada señora, acreditando tal situación con los testimonios de los señores José Albeiro Gañán Dávila (fls. 38 y ss) y Blanca Nelly Ladino Villaneda (fls. 40 y ss), quienes al unísono narran que en vida, la señora María Dolly velaba económicamente por el demandante, pues le proveía la alimentación, el vestido y la vivienda. “Hasta aquí, podemos decir que la parte actora ha cumplido con la carga probatoria, pues ha acreditado, además, su condición de discapacitado con la Casación Rad. N° 38137 3 constancia expedida por el médico laboral del ISS (fls. 16 y 17), quien dictaminó una disminución de su capacidad laboral equivalente al 52%. “Sin embargo, la carga probatoria se quedó corta respecto a demostrar que, el derecho que se reconoció a la señora María Céfora Tamayo de Ocampo, se basó en lo que denominó en el libelo demandatorio un ‘error involuntario’ de la entidad. “Partamos de que el ISS en la Resolución No. 00159 de 1993 (fl. 13), reconoció el derecho a la pensión de sobrevivientes a la señora María Céfora Tamayo de Ocampo, como madre de la pensionada, al encontrar reunidos los supuestos legales de las normas mencionadas anteriormente, esto es, el acreditar la dependencia económica. Pues la actividad probatoria del actor, en el presente asunto, debió haberse encaminado principalmente a derruir ese fundamento legal de tal acto administrativo, esto es, desacreditar la dependencia económica de su señora madre respecto de su hermana, con lo cual hubiera demostrado la existencia de un mejor derecho de su parte. “Ninguna probanza de las allegadas al plenario, es demostrativa de la ausencia de dicho presupuesto entre la causante y la señora madre, por lo que ateniéndonos a las normatividad (sic), de conformidad con los ordenes de beneficiarios establecidos en el artículo 27 del Acuerdo 049 de 1990, la señora madre del aquí actor, ostentaba un mejor derecho que él, tal como lo determinó el ISS en la plurimencionada resolución.” III.- EL RECURSO DE CASACIÓN.- Inconforme con la anterior decisión, la parte actora interpuso recurso extraordinario, el cual concedido por el Tribunal y admitido por la Corte se procede a resolver previo estudio de la demanda de casación y su réplica. Solicita que la Corte case la sentencia gravada, para que en sede de instancia revoque la sentencia del a quo y acceda a las súplicas de la demanda inicial. Con tal fin formuló un único cargo, así: Casación Rad. N° 38137 4 CARGO ÚNICO.- Acusa la sentencia por vía indirecta, por no aplicar los artículos 25 y 27 del Acuerdo 049 de 1990 aprobado por el Decreto 758 del mismo año. Cita como errores de hecho: “1. No dar por demostrado estándolo que la señora MARÍA CÉFORA TAMAYO DE OCAMPO fue pensionada por el I.S.S., sin acreditar la dependencia económica de su hija pensionada fallecida MARÍA DOLLY OCAMPO TAMAYO Q.E.P.D. y de manera a priori antes de que el hermano discapacitado e incapaz de comunicarse con todas las personas, pudiera lograr una evaluación en el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES por intermedio del Departamento de Medicina Laboral. “2. Dar por demostrado que el I.S.S., no puede pagar infinitamente una pensión, cuando se mostró la malicia de la entidad al pensionar ante la solicitud de dos posibles beneficiarios a la más anciana, dejando al discapacitado a la deriva de una sociedad cruel. “3. No dar por demostrado estándolo, que el demandante … desde que falleció su hermana, inició los trámites de la solicitud de pensión, sólo que por su incapacidad para comunicarse, el proceso se hizo largo e inútil”. Cita como no apreciadas todas las pruebas aportadas con la demanda inicial. En la demostración sostiene el recurrente que la madre de la causante no dependía económicamente de su hija fallecida, pues vivía con otros hijos que le proporcionaban sus alimentos, por lo que el Instituto le otorgó la pensión sin que hubiera demostrado su derecho. Los testigos confirmaron este hecho, bajo la gravedad del juramento. Agrega que con la demanda aportó el dictamen de pérdida de capacidad laboral emitido por el Departamento de Medicina Laboral del Instituto. Sostiene que al demandante por su condición de incapacitado le fue difícil conseguir el dictamen, pues no fue escuchado por las distintas autoridades gubernamentales, sólo cuando estaba cercana la muerte de su madre fue atendido, pero esto es una mera coincidencia. Señala que “Todas las pruebas no tenidas en cuenta se encuentran foliadas en la demanda, por lo que resulta improcedente que no hayan sido apreciadas en su Casación Rad. N° 38137 5 totalidad con los testimonios, que si bien es cierto no son tenidos en cuenta por la Honorable Corte Suprema de Justicia, en el caso de las pensiones ayudan a despejar las dudas del manejo interno de los asuntos en el caso de las instituciones”. La oposición por su parte aduce que la acusación no puede ser estudiada de fondo, pues el recurrente no individualizó como era su deber, las evidencias presuntamente no valoradas por el Tribunal. Además, el juzgador de segundo grado sí valoró el conjunto probatorio, de conformidad con las reglas de la sana crítica, sin que se hubiera demostrado yerro fáctico evidente. IV.- CONSIDERACIONES DE LA CORTE.- Incumple el censor el deber que le impone el artículo 87 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social en armonía con el 90 literal b) ibídem, cuando el ataque se endereza por vía indirecta, consistente en individualizar las pruebas y decir frente a cada una de ellas el error que se cometió y lo que demuestran contrario a lo decidido por el juzgador. En cuanto en el recurso extraordinario se trata de confrontar la sentencia con la ley y no de decidir de nuevo el pleito, las acusaciones deben ser concretas, y en tratándose de la vía fáctica el yerro de valoración probatoria que se endilga debe ser preciso y tener la connotación de manifiesto o evidente, es decir, que no deje duda al Tribunal de casación. De tal manera que no son de recibo acusaciones genéricas como la que plantea el cargo al denunciar en grupo todas las pruebas aportadas con la demanda, sin realizar esfuerzo demostrativo alguno encaminado a dejar en evidencia error del Tribunal confrontado el contenido de los medios probatorios con los razonamientos plasmados en el cuerpo de la decisión. Por lo demás, como bien lo anota el opositor, no podría el Tribunal haber cometido desatino por falta de apreciación de todas las pruebas aportadas con la demanda, cuando en la motivación de la decisión anotó que “Ninguna probanza de las allegadas al plenario” demostraba la falta del presupuesto de la dependencia económica entre la madre y su hija fallecida, lo cual pone de relieve que el sentenciador sí analizó el acervo probatorio incorporado al proceso, por lo que la crítica resulta infundada. Casación Rad. N° 38137 6 De todas maneras se ha de advertir, que las pruebas calificadas aportadas con la demanda que son la partida de Bautismo de la causante, su cédula de ciudadanía, el Registro Civil de Defunción, el Registro Civil de Nacimiento del demandante, varias Resoluciones del Instituto y el oficio 1838 de 29 de septiembre de 2003 donde se le da respuesta negativa a su solicitud de pensión, no desvirtúan que la madre de la causante cumplía los requisitos para ser beneficiaria de la prestación de supervivencia por la muerte de su hija, y de esa forma resulta razonable la consideración del Tribunal de que de conformidad con el orden de prelación establecido en el artículo 27 del Acuerdo 049 de 1990, la madre desplaza al hermano inválido para el disfrute del derecho por tratarse de beneficiarios subsidiarios. Insiste una vez más la Corte que la casación como medio de impugnación extraordinario, contiene exigencias de orden legal y otras producto de su desenvolvimiento jurisprudencial, que deben ser acatadas por quien acude a él. Entre sus requisitos está la coherencia entre la vía seleccionada y el estatuto de valor que le es propio. Así, quien escoge como vía de ataque la directa, debe allanarse a las conclusiones fácticas contenidas en el fallo así como al análisis probatorio realizado por el fallador para dar por establecidos los hechos del proceso, y mantener la controversia en un plano estrictamente jurídico. Por el contrario, quien opta por el sendero indirecto, discrepa de todos o algunos de los soportes fácticos de la sentencia, por lo tanto debe orientar su ataque en ese sentido, sin que esté permitido en uno y otro caso, acudir de manera indiscriminada a argumentos propios de cada una de esas vías. Estos precisos requerimientos de técnica desatendidos en el sub lite, más que un culto a la forma, son supuestos esenciales de la racionalidad de la casación, constituyen su debido proceso y son imprescindibles para que no se desnaturalice el recurso y, en su lugar, opere una tercera instancia no prevista en la ley. Por las razones indicadas, se desestima el cargo. Costas en el recurso extraordinario a cargo de la parte recurrente. Las agencias en derecho se fijan en la suma de $2’800.000,oo. Por Secretaría tásense las demás costas. Casación Rad. N° 38137 7 En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, NO CASA la sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira, el 14 de agosto de 2008, en el proceso instaurado por JOSÉ BERNARDO OCAMPO TAMAYO contra el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES. Costas como se indicó en la parte motiva. Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el expediente al Tribunal. JORGEMAURICIOBURGOSRUIZ ELSYDELPILARCUELLOCALDERÓN GUSTAVOJOSÉGNECCOMENDOZA LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS CARLOS ERNESTO MOLINAMONSALVE FRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZ CAMILO TARQUINO GALLEGO