CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS Proceso No. 28441 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL Magistrada Ponente: MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ DE LEMOS Aprobado Acta N°. 175. Bogotá D.C., julio dos (2) de dos mil ocho (2008). VISTOS La Sala se pronuncia de fondo, en sede de casación, sobre la eventual violación de garantías fundamentales suscitada dentro del proceso seguido en contra de JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS por el delito de homicidio culposo, en cuyo favor el Tribunal Superior de San Gil, mediante sentencia del 21 de junio de 2007, revocó la condena emitida el 14 de mayo anterior por el Juzgado Primero Penal del Circuito de la misma ciudad. HECHOS Y ACTUACION PROCESAL 2 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS Los primeros fueron declarados por el ad-quem de la siguiente forma: “Acontecieron el 30 de mayo de 2006 hacia las seis de la tarde en la carretera que de San Gil conduce a la ciudad de Bucaramanga en el sitio El Guasca kilómetro dos. El aquí implicado, JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS, viajaba con destino a Bucaramanga conduciendo un tracto camión de color verde identificado con placas VSB 561. En sentido contrario se desplazaba una buseta afiliada a la empresa Cotrasaravita de placas SWE 677 conducida por Néstor Herrera Monsalve y la motocicleta de placas REZ 61 por el agente de policía Camilo Ernesto Ropero Mateus, yendo como parrillera Jessica Lorena Araque Moreno. CÁRDENAS ROJAS, optó por adelantar en sitio prohibido y claramente demarcado a dos automotores que viajaban adelante suyo, un tracto camión blanco y una buseta afiliada a Cotrasangil. Ante esta maniobra el conductor de la buseta que venía a poca velocidad en sentido contrario optó por eludirlo saliéndose de la vía y deteniendo intempestivamente el vehículo, la moto que venía detrás a una velocidad superior pero permitida, golpeó a la buseta en la parte trasera lado del conductor y como consecuencia de ello quien viajaba en el puesto 3 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS trasero como parrillera voló por los aires (sic) y cayó al pavimento siendo arrollada por CÁRDENAS ROJAS, quien en ese momento no frenó su vehículo sino que lo aceleró para tratar de terminar su adelantamiento. Jessica Lorena falleció instantes después de ser trasladada a la clínica Santa Cruz de la Loma”. Con fundamento en los hechos anteriores, el 20 de noviembre de 2006 ante el Juzgado Tercero Penal Municipal con Función de Control de Garantías de San Gil, se llevó a cabo audiencia preliminar durante la cual la Fiscalía formuló imputación en contra de JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS por el delito de homicidio culposo, cargo que no fue aceptado por el mencionado. El 18 de diciembre ulterior el ente fiscal presentó escrito de acusación en contra de CÁRDENAS ROJAS por el mismo delito imputado, el cual ratificó durante la audiencia de formulación de acusación celebrada ante el Juzgado Primero Penal del Circuito de Conocimiento de la misma localidad. Dicho despacho judicial, una vez realizó las audiencias preparatoria, el 27 de febrero de 2007, y del juicio oral, el 23 de abril siguiente, profirió sentencia de primer grado el 14 de mayo subsiguiente por cuyo medio condenó a JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS a las penas 4 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS principales de treinta y cinco (35) meses de prisión, multa por valor de 30 salarios mínimos legales mensuales vigentes y prohibición para conducir vehículos automotores por el lapso de cuatro (4) años, así como a la accesoria de inhabilitación en el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término de la privativa de la libertad al encontrarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio culposo por el cual fue acusado. En la misma decisión, otorgó al procesado la suspensión condicional de la ejecución de la pena. La anterior sentencia fue impugnada por el defensor, motivo por el cual se pronunció el Tribunal Superior de San Gil revocando la condena para, en su lugar, absolver a CÁRDENAS ROJAS del cargo proferido en su contra. Inconforme con la determinación, el representante de las víctimas Ramón Nonato Araque Mora y María Patricia Moreno Ardila, padres de la joven Jessica Lorena Araque Moreno, fallecida en el accidente de tránsito, interpuso recurso extraordinario de casación, mediante libelo que fue inadmitido por la Sala el 1° de noviembre anterior. En la misma decisión, la Corte consignó que en tanto el sentenciador pudo incurrir en motivación sofística en 5 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS los planteamientos sentados para fundar la absolución de JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS, luego de adquirir ejecutoria esa providencia y ser resuelto, en caso de interponerse, el recurso de insistencia, la actuación debería retornar a fin de proveer oficiosamente acerca de la aludida vulneración de garantías fundamentales. Por lo expuesto, procede la Sala a pronunciarse sobre el particular. CONSIDERACIONES DE LA CORTE 1. La motivación sofística, falsa o aparente: Como se señaló en la parte final del acápite precedente, a través del auto mediante el cual se inadmitió la demanda de casación presentada por el apoderado de las víctimas se dispuso, una vez se surtiera lo relacionado con el trámite del mecanismo de insistencia, el retorno del expediente al despacho con el objeto de pronunciarse en relación con la eventual vulneración de garantías fundamentales, en tanto el sentenciador pudo incurrir en motivación sofística en los planteamientos sentados para fundar la absolución de CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 6 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS, revocando la decisión que le fuera adversa en primera instancia. Pues bien, la noción de motivación sofística, falsa o aparente de las determinaciones, de reciente adopción por la Sala1, ha venido siendo entendida como: “aquella que es inteligible, pero equivocada debido a errores relevantes en la apreciación de las pruebas, porque las supone, las ignora, las distorsiona, o desborda los límites de racionalidad en su valoración”2 . A partir de ese marco conceptual se ha considerado que este error, como cualquiera otro originado en defectos de motivación; motivación Vg. incompleta falta absoluta y motivación de motivación, anfibológica o dilógica, constituye evidente transgresión del debido proceso, pues es deber de los funcionarios judiciales motivar adecuadamente sus providencias, como así se desprende, entre otras normas, de lo dispuesto en el numeral 4 del artículo 162 de la Ley 906 de 2004. También le es imperativo al operador jurídico, en consecuencia, que la motivación de esas decisiones refleje un contenido de verdad, en cuanto corresponda con lo probado objetivamente en el proceso y en cuanto la aplicación de la norma llamada a regular el asunto sea 1 Sentencia de fecha mayo 22 de 2003, rad. 20756. entre otras, sentencia del 7 de febrero de 2007, rad. 23331. 2Cfr., CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 7 correcta. Piénsese si no en una decisión a través de la cual se incurre en defectos ostensibles de valoración probatoria o en donde se define el problema jurídico aplicando disposiciones sustanciales inapropiadas; esto último, por ejemplo, como cuando pese a concurrir todos los elementos de la complicidad se condena como autor, o confluyendo todos los de la tentativa se atribuye una conducta consumada. Esta formulación se corresponde con la verdadera dimensión de este yerro, en tanto “el vicio de motivación es una etiqueta que cubre todo: errores en la aplicación de las normas, omisiones de motivación, ilogicidades manifiestas, travestimiento de hecho, simples críticas del discurso justificatorio de las decisiones, verdaderas y propias censuras sobre el mérito”3. El problema de motivación, entonces, no sólo atañe a la valoración de las pruebas en sí mismo considerado sino a todos los aspectos considerativos plasmados en la decisión tendientes a soportar la solución jurídica brindada al asunto. Ello, a partir de la concepción que desde la lógica formal se le ha dado al sofisma, también denominado genéricamente falacia o refutación aparente, refutación G. Lattanzi, citado por Juan Igartua Salaverría “Valoración de la prueba, motivación y control en el proceso penal”, Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, 1995. 3 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 8 sofística, silogismo aparente o sofístico, en cuanto a través de él se pretende “defender algo falso y confundir al contrario”4, considerándose “argumentación cualquiera; falsa, no también una como una argumentación falsa Vg. por la falsedad de las premisas, sino solamente aquella que por un cierto defecto un tanto oculto conduce a la falsedad bajo apariencia de verdad”5. De esa providencia manera, cuente bien con puede una suceder adecuada, que la suficiente, razonable y completa valoración de las pruebas pero que la solución adoptada no se compadezca con ella. En tales casos, acorde con una real concepción del fenómeno, también se estaría frente a una evidente motivación sofística o ficticia. Por lo mismo, en presencia de cualquiera de la dos hipótesis referidas al seno de una decisión, esto es, frente a errores manifiestos en la valoración probatoria o en la solución jurídica interpretaciones adoptada inapropiadas por de aplicaciones o disposiciones sustanciales surge diáfano el desconocimiento del debido proceso y, en esas condiciones, resulta imperativo Ferrater Mora, José, Diccionario de Filosofía, Tomo IV, Alianza Editorial, Madrid 1988. 5 Tratado de Lógica por el profesor Leovigildo Salcedo S.J., Tomo IV; igualmente, Klug, Ulrich, Lógica Jurídica, Editorial Temis, Bogotá, 1990. 4 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 9 implementar los mecanismos idóneos para revertir sus efectos. La dimensión apropiada de esta noción, entonces, integradora de todas sus proyecciones, ha conducido a que la jurisprudencia de la Sala haya evolucionado en el delineamiento del concepto de motivación sofística en el ámbito jurídico penal, dejando a un lado su relación íntima con el mero aspecto probatorio de las decisiones para señalar, a cambio, que “es, si se quiere, algo más que un error de hecho o de derecho en la estimación probatoria y por supuesto algo mucho más que una pequeña incongruencia o contradicción”6. Consciente de esta visión, la Sala tuvo la oportunidad de precisar que: “La falsa motivación podría ocurrir al comparar la conducta con las normas que la adecúan, o en el ejercicio de valoración probatoria, lo cual comporta la violación directa o indirecta de la ley, según el caso. De ahí que, en eventos como el presente, donde se yergue en falsa motivación la disparidad de criterios entre el libelista y el Tribunal Superior respecto de la fuerza demostrativa del acopio probatorio, es evidente que no se está ante una causal de nulidad, ni así podía postularse, sino frente a un 6 Sentencia de fecha noviembre 9 de 2006. Rad. 23495. CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 10 equivocado cuestionamiento de las reflexiones del juzgador, tema que ha debido ventilarse a través de la causal primera, demostrando la incursión en errores de hecho o de derecho” (subrayas fuera de texto)7. Así las cosas, de llegar a verificarse que una decisión exhibe vicios de esa índole no se podrá llegar a conclusión distinta a la de que su motivación es sofística o falsa, como en efecto ocurre con la sentencia de segunda instancia objeto de revisión en sede extraordinaria, conforme se abordará en el siguiente acápite de esta providencia. 2. El caso concreto: En el anterior capítulo se concluyó que el fenómeno de la motivación sofística puede verificarse en relación con la valoración probatoria o con la aplicación de la norma seleccionada para dar solución al caso; pues bien, estima la Sala que en la sentencia de fecha junio 20 de 2007 proferida por el Tribunal Superior de San Gil se 7 Sentencia de fecha 9-02-05, rad. 14892 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 11 incurrió en el segundo supuesto, motivo por el cual se impone su corrección. Mediante dicha determinación, se revocó la sentencia condenatoria proferida en primera instancia el 14 de mayo anterior por el Juzgado Primero Penal del Circuito de la misma ciudad. Para sustentarla, particularmente en punto de la responsabilidad de JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS, el ad-quem, aplicando algunos institutos de la teoría de la imputación objetiva, expuso las siguientes premisas: - De conformidad con el artículo 9 del Código Penal, para imputar jurídicamente el resultado a una persona no basta la simple relación de causalidad material. - La actividad de conducir vehículos es de aquellas reputadas como de carácter peligroso, aunque es adecuada socialmente. - El acusado JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS incrementó el riesgo autorizado cuando, con su conducción imprudente, al mando de un vehículo tracto camión, transgredió normas o reglamentos de tránsito al sobrepasar otro rodante de similares características en curva y con prohibición de adelanto por estar demarcada la vía con doble línea amarilla continua. 12 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS - El resultado producido, esto es, la muerte de la joven Jessica Lorena Araque Moreno, quien se movilizaba como parrillera en una motocicleta que se dirigía en sentido contrario detrás de una buseta de servicio público que tuvo que frenar y salirse de la vía para no impactar el automotor conducido por CÁRDENAS ROJAS, no concreta el riesgo creado por este último puesto que simplemente los liga la causalidad material. - La víctima no estaba amenazada al momento de la génesis del riesgo provocado por CÁRDENAS ROJAS, pues quienes en verdad estaban expuestos eran los ocupantes de la buseta y no los de la motocicleta que marchaba detrás de aquella, cuya presencia, además, no podía prever el imputado, así como la posterior caída de la víctima, tanto así que la arrolló sin haber tenido la oportunidad de frenar. - El conductor de la motocicleta Camilo Ropero Mateus, quien no fue vinculado al proceso y ni siquiera llamado a declarar, no guardaba la distancia requerida con relación a la buseta con la cual se estrelló, de modo que la caída de Jessica fue más producto de esa circunstancia que del riesgo creado por el imputado. CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 13 - Para inferir que la motocicleta no guardaba la distancia reglamentaria parte de considerar que los daños sufridos por ésta no fueron mayores. - Si el conductor de la motocicleta hubiera guardado la distancia reglamentaria con el vehículo que le antecedía, a pesar de la acción riesgosa de CÁRDENAS ROJAS, no habría colisionado con la buseta y el resultado no se hubiera concretado. - En ese contexto, el acusado está exento de imputación jurídica u objetiva en tanto la conducta se torna atípica y, en el peor de los casos, surgiría duda que se opone a la emisión de fallo condenatorio. La Sala no discute los hechos sobre los cuales el sentenciador de segundo grado cimentó el fallo absolutorio a favor de JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS, al encontrar que la falacia de su argumentación radica en la solución adoptada por una indebida aplicación de las normas sustanciales y, en particular, del artículo 9 del Código Penal en su aparte relativo a que “la causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del resultado”, consecuentemente aplicó indebidamente el artículo 10 ibídem, referido a la categoría de la tipicidad, y el 109 ejusdem, en virtud del cual se sanciona la conducta punible de homicidio culposo. CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 14 El error del fallador de segundo grado consistió en haber hecho abstracción, para la solución de la problemática, del fenómeno jurídico de la concurrencia de riesgos en orden a adoptar una salida consecuente con la dogmática jurídico penal contemporánea. Si bien el fallo evidencia un manejo adecuado de algunos conceptos de la doctrina de la imputación objetiva frente a los eventos de delitos imprudentes, tales como creación de riesgos jurídicamente desaprobados, elevación del riesgo permitido y realización del riesgo en el resultado, lo cierto es que, para dar solución correcta al caso específico, se dejó por fuera de análisis figuras igualmente importantes y de amplio desarrollo en la misma sistemática, con cuyo concurso la decisión hubiera sido diferente. En efecto, es evidente que en este caso, desde el punto de vista de la causalidad material, el resultado muerte de la joven Jessica Lorena Araque Moreno se produjo en virtud de la concurrencia de dos riesgos jurídicamente desaprobados. Por una parte, la elevación del riesgo permitido con la conducta del procesado JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS quien, violando el deber objetivo de cuidado, traducido en el respeto a las reglamentaciones 15 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS de tránsito rodado en carretera, decidió sobrepasar dos vehículos en curva y con prohibición de adelanto al estar demarcada la vía con doble línea amarilla continua. Y, por otro lado, con la conducta de Camilo Ropero Mateus, conductor del vehículo motocicleta en el cual viajaba como parrillera la víctima, por no conservar la distancia exigida para los vehículos en carretera, omisión que impidió su reacción oportuna precipitando su colisión con el vehículo de servicio público que lo antecedía, la subsiguiente caída de su pasajera en plena vía y su inmediato arrollamiento precisamente por el tracto camión conducido por el procesado JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS. El fenómeno de concurrencia de riesgos, o concausalidad, ha sido uno de los temas más complejos a través de la dogmática jurídico penal. De acuerdo con dicha figura, en la realización del resultado intervienen varios cursos lesivos, los cuales pueden ser producto de la acción de un tercero o por la propia víctima, esto último en especial cuando infringe sus deberes de auto protección8. Frente a esa constelación de casos “existen supuestos en los que concurre, sin duda alguna, una conexión suficiente entre el riesgo inicial creado por el autor y el Cancio Melia, Manuel. Conducta de la víctima e imputación objetiva, págs. 280 y ss. RDPCr 2ª. Época, N° 2, 1998. 8 16 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS resultado final, y en los que esa conexión no se ve desvirtuada por una conducta de la víctima o una conducta de otro sujeto. En los supuestos en los que se trata de una conducta concurrente de otro sujeto, cuando son dos los riesgos que explican el resultado —cadena de imprudencias—, la solución es sencilla: se tratará de un supuesto ambos de autoría accesoria, sujetos responderán”9. Si de conformidad con los lineamientos básicos de la teoría de la imputación objetiva —como viene de verse— o de otros esquemas dogmáticos bajo la óptica del instituto de la concausalidad, en caso de confluir varios cursos lesivos del bien jurídico de un tercero la solución está orientada hacia la responsabilidad conjunta de los autores, no parece apropiada, en principio, la salida adoptada en el presente caso por el Tribunal consistente en eximir de toda responsabilidad a JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS, salvo demostrarse que su conducta no tuvo conexión suficiente con el resultado producido. En orden a establecer la conexidad entre el riesgo y el resultado producido, la teoría de la imputación objetiva ha diseñado mecanismos en la mayoría de las veces de gran utilidad para su determinación apelando a los denominados cursos causales hipotéticos, conforme a los 9Cancio Melia, Manuel. Líneas Básicas de la Teoría de la Imputación Objetiva, pág. 119. Ediciones Jurídicas Cuyo. Mendoza (Argentina). 1999. CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 17 cuales se asume que aún frente a un comportamiento diverso del autor la consecuencia en todo caso se hubiera producido, básicamente porque “un resultado no puede serle imputado al creador de un riesgo jurídicamente desaprobado si dicho resultado se hubiere producido incluso con una conducta diversa del autor”10, problemática que conduce a confrontar esta situación con la inevitabilidad del resultado. Descendiendo al caso de la especie, es necesario determinar, de cara a establecer un correcto juicio de imputación objetiva frente a la conducta desplegada por CÁRDENAS ROJAS, si prescindiendo de su conducta infractora de un deber objetivo de cuidado o suponiendo que su actuar hubiera sido respetuoso de las reglamentaciones de tránsito —es decir, si no hubiera realizado la maniobra imprudente de adelantar con el vehículo tracto camión que conducía otros vehículos de similares características en plena curva y con prohibición de sobrepaso por estar demarcada la vía con doble línea amarilla continua en ese sector— se hubiera desencadenado el suceso que dio al traste con la existencia de la joven Jessica Lorena Araque Moreno. A diferencia de lo que sostiene el Tribunal, corporación para la cual la realización del resultado fue Reyes Alvarado, Yesid. Imputación objetiva, pág. 218. Editorial Temis, Bogotá, 1994. 10 18 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS producto exclusivo de la conducta riesgosa desarrollada por el conductor de la motocicleta, esta Sala considera que marginando el comportamiento desplegado por CÁRDENAS ROJAS el resultado no se hubiera concretado, dicho de otro modo, la conducta imprudente de este individuo fue determinante para la muerte de Araque Moreno, así hubiera concurrido otro riesgo, como a la postre lo constituyó el accionar de Camilo Ropero Mateus, conductor de la motocicleta en la cual viajaba como parrillera la víctima, quien, como ya se ha dicho, no conservaba la distancia exigida por los reglamentos de tránsito rodado respecto del vehículo que le antecedía. Por ese motivo, la Sala disiente radicalmente del criterio sentado por el Tribunal, según el cual el motivo determinante en la producción del resultado tan sólo lo constituyó el riesgo del mencionado Ropero Mateus, porque de haber conservado la distancia exigida por las disposiciones de tránsito con el automotor que le precedía, hubiera alcanzado a accionar el sistema de frenos, con lo cual no habría colisionado con ese vehículo ni su pasajera hubiera caído, con tal infortunio que precisamente el vehículo conducido por CÁRDENAS ROJAS la arrolló. El razonamiento anterior del Tribunal, pese a su propósito expreso de sustraerse a edificar un juicio de 19 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS responsabilidad a partir de un mero nexo causal material conforme reza el artículo 9 de la Ley 599 de 2000, termina por enmarcarse en el causalismo, pues realmente el único vínculo existente entre la conducta riesgosa de Ropero Mateus y el resultado fue el de haber precipitado la caída de la joven víctima; empero, contrario sensu a lo analizado frente al comportamiento del procesado, si hipotéticamente se prescinde de este curso lesivo, esto es, de considerar que este ciudadano hubiera guardado la distancia reglamentaria con el vehículo que le precedía, no se encuentra una amenaza concreta al bien jurídico finalmente lesionado, de modo que entre este riesgo y el resultado sólo obra un nexo de causalidad física. Por lo mismo, también se considera sofístico el argumento del ad-quem según el cual con la conducta del acusado CÁRDENAS ROJAS ningún peligro surgió para la víctima Jessica Lorena Araque Moreno, concretándose únicamente un riesgo para los ocupantes de la buseta pero no para “los de la motocicleta que se movilizaban detrás de ella y cuya presencia ni siquiera podía prever el imputado, como tampoco la posterior caída de la afectada, al extremo que la arrolló y no tuvo la ocasión de frenar por lo intempestivo de su lanzamiento al carril que ocupaba”. Ciertamente, la maniobra imprudente de un conductor en carretera de sobrepasar un vehículo en CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 20 curva, máxime cuando como en este caso se pretendía adelantar dos vehículos de gran envergadura (un tracto camión y una buseta de servicio público intermunicipal) al mando de otro de similares dimensiones, no sólo representa una gran amenaza para los ocupantes del primer rodante que viene en sentido contrario sino de todos aquellos que marchando detrás de éste pueden verse afectados directamente con ese comportamiento, cuyos conductores, seguramente amparados en el principio de confianza, pueden verse sorprendidos con esa maniobra que impediría una reacción oportuna de salvamento, así respeten cabalmente los deberes objetivos de cuidado en la conducción. Para la Sala es claro que en tales circunstancias el conductor imprudente generador del riesgo inicial debe responder por todos los resultados producidos directamente conectados con su actuar contrario a derecho, en cuanto le son imputables no sólo desde una perspectiva causal sino objetiva y jurídicamente. De esa manera si, por ejemplo, un conductor que al ejecutar dicha maniobra imprudente ocasiona que un primer vehículo que viene en sentido contrario por evadirlo se precipite a un abismo produciendo la muerte de la mayor parte de sus ocupantes y lesiones a los restantes y que un segundo rodante que viene CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS 21 inmediatamente detrás de éste colisione contra una vivienda, por la imposibilidad de reaccionar adecuadamente, falleciendo todos sus ocupantes, así como los habitantes que se encontraban en el inmueble —y así sucesivamente en cuanto la cadena de consecuencias esté conectada con la conducta riesgosa— al autor, sin lugar a duda, le serán imputables todos los resultados producidos. En ese orden de ideas, la Corte no encuentra razonable el argumento del Tribunal a partir de los hechos que aceptó como demostrados, todavía más cuando alude que no le era previsible a CÁRDENAS ROJAS la ulterior caída de la víctima de la motocicleta. En efecto, para una persona de mediana inteligencia resulta previsible que ejecutar una conducta imprudente como la realizada por el acusado comporta amenaza para la vida no sólo de los ocupantes de vehículos próximos, sino incluso de desprevenidos peatones por la secuencia de reacciones que ante tal peligrosa conducta se puede desencadenar, en donde realmente poco importa la representación de los producirse los resultados. detalles sobre cómo puedan 22 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS Ahora bien, es consciente la Sala que existen algunos casos aparentemente similares, cuya solución se ofrece diversa, en virtud de que sometida la conducta al análisis del curso causal hipotético, arroja conclusiones opuestas a la del supuesto bajo examen. En ese sentido, oportuno se torna traer a colación el ejemplo recurrente de la doctrina foránea de la imputación objetiva en el que un conductor sobrepasa un ciclista ebrio en carretera transgrediendo la norma que exige un mínimo de distancia para efectuar esa maniobra, momento en el cual el ciclista, en consideración a su estado alcohólico, cae de la bicicleta y es arrollado por el automotor11. En ese caso, a diferencia del sometido a estudio, se puede establecer que marginando la conducta del conductor o entendiendo que conservó la distancia exigida para adelantar, con una alta probabilidad el resultado se hubiera producido, por cuanto el motivo determinante fue el propio riesgo asumido por la víctima al conducir en alto estado de embriaguez pudiendo caer en cualquier momento y ser arrollada por un indeterminado automotor aún respetuoso de las reglamentaciones del tránsito en carretera. Este ejemplo se puede consultar en Jakobs, Güenther. Estudios de Derecho Penal. Editorial Civitas S.A. Concurrencia de riesgos: Curso lesivo y curso hipotético en el Derecho Penal, pág. 1.062, Madrid, 1997. 11 23 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS Finalmente, no está de más precisar que aun cuando para el análisis del supuesto bajo examen se presentó el fenómeno de concurrencia de riesgos, para su solución no es necesario acudir a los institutos conocidos como de resultados sobrecondicionados o de los causalidad cumulativa12. Entiéndase el primero en mención como aquél en donde al confluir temporalmente dos o más riesgos jurídicamente desaprobados de manera independiente resulta complejo el juicio de imputación en tanto pareciera que ambos fueron incidentes en la realización del resultado y, el segundo, en donde varios cursos casuales si bien por sí solos son insuficientes para producir el resultado, su realización se concreta por su complementación13. En virtud de lo expuesto, concluye la Sala, contrariamente a lo decidido por el Tribunal a partir de una motivación sofística en los términos reseñados, que en el presente asunto existe convencimiento más allá de toda razonable sobre la responsabilidad, a título de autor, de JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS por el delito de homicidio culposo en la persona de Jessica Lorena Araque Moreno, conforme a los artículos 7 y 381 de la Ley 906 de 2004, razón por la cual se casará oficiosamente el fallo de segundo grado y, en su lugar, se confirmará íntegramente Ibídem. Reyes Alvarado, Yesid. Imputación objetiva, págs. 381 y ss. Editorial Temis, Bogotá, 1994. 12 13 24 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS el de primera instancia de fecha 14 de mayo de 2007, por medio del cual se condenó al procesado a las penas principales de treinta y cinco (35) meses de prisión, multa por valor de 30 salarios mínimos legales mensuales vigentes y prohibición para conducir vehículos automotores por el lapso de cuatro (4) años, así como a la accesoria de inhabilitación en el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término de la privativa de la libertad. En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, RESUELVE 1.- CASAR OFICIOSAMENTE la sentencia de segundo grado, por las razones expuestas en la anterior motivación. 2.- CONFIRMAR, en consecuencia, el fallo de primera instancia. Contra esta providencia no procede recurso alguno. 25 CASACIÓN N° 28441 JORGE LUIS CÁRDENAS ROJAS Cópiese, notifíquese y cúmplase. SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ ALFREDO GÓMEZ QUINTERO MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ DE LEMOS AUGUSTO J. IBÁÑEZ GUZMÁN JORGE LUIS QUINTERO MILANÉS YESID RAMÍREZ BASTIDAS JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA JAVIER ZAPATA ORTÍZ TERESA RUIZ NÚÑEZ Secretaria