RESUMEN HISTORICO DE DF

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RESUMEN HISTORICO DE DF
La actividad empresarial de Duro Felguera (DF) tiene sus orígenes en el año 1857
cuando el riojano Pedro Duro Benito, que buscaba emplazamientos para instalar
una empresa siderúrgica, promueve junto a otros personajes relevantes de la época
-entre ellos ilustres asturianos como los marqueses de Pidal y de Camposagrado, y
Alejandro Mon, que había sido ministro de Hacienda- la creación de la Sociedad
Metalúrgica de Langreo, aprovechando las óptimas condiciones que ofrecía la
cuenca del Nalón gracias a la existencia de minas de carbón y de conexiones por
carretera y ferrocarril entre Langreo y el puerto de Gijón. Ese mismo año
comenzaron las obras de la fábrica y en febrero de 1858 se constituye la sociedad
Duro y Compañía para la explotación de una fábrica de fundición de hierro colado y
forjado por medio de hornos altos en el lugar de La Felguera. La actividad
productiva se inicia en enero de 1860 cuando se obtiene la primera colada.
Desde su fundación y hasta comienzos del siglo XX la empresa tiene como actividad
principal la siderurgia, llegando a ser considerada como la primera empresa
nacional del sector gracias a la incorporación de otras fábricas de hierros como Gil y
Compañía o la Compañía de Asturias, y a las inversiones efectuadas en nuevas
instalaciones para especializarse en productos de fuerte demanda como los carriles
de ferrocarril o los planos para la construcción naval. En 1875 Duro produce un
tercio del hierro del país.
En 1886 fallece Pedro Duro. La siderurgia asturiana entra en crisis frente a la
competencia de las nuevas fábricas del País Vasco y con la llegada del siglo XX, en
abril de 1900, los socios de la empresa deciden transformar Duro y Compañía en
sociedad anónima bajo la denominación de Sociedad Metalúrgica Duro Felguera con
el fin de redimensionarla, dar entrada a nuevos capitales y diversificar su actividad.
En 1905 la sociedad comienza a cotizar en la Bolsa de Madrid.
La compañía compra minas y talleres metálicos e invierte en nuevas instalaciones
gracias al apoyo financiero de los Urquijo, los mayores accionistas de la Unión
Hullera y Metalúrgica, que había sido constituida por Luis Adaro Magro en 1886.
Esto facilitó la fusión entre ambas empresas en 1906, siendo Luis Adaro su primer
director general. Ese mismo año se incorporan al consejo de administración los
banqueros Urquijo y en 1911 Estanislao de Urquijo asume la presidencia,
sustituyendo en el cargo al último heredero de Pedro Duro presente en el consejo,
Antonio Velázquez Duro. La consolidación industrial entre el hierro y el carbón
busca economías de escala, complementariedades entre los negocios y capacidad
política para conseguir protección y reserva de mercados.
En 1920 DF es ya la mayor empresa carbonera del país. Los importantes beneficios
logrados en la actividad minera dan tiempo al otro negocio, el siderúrgico, para
perfeccionar las importantes transformaciones técnicas realizadas.
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En la cercanía de las plantas de DF en Langreo se desarrolla toda una industria
derivada del aprovechamiento del carbón, el coque y el gas de los altos hornos:
fábricas de ladrillos y cerámicas, químicas, fabricación de tubos y tornillería y
producción de energía termoeléctrica, entre otras actividades. Al mismo tiempo, la
empresa realiza una relevante labor social y cultural, estableciendo escuelas y
contribuyendo decisivamente a la desaparición del analfabetismo en la cuenca del
Nalón. Hacia 1917 crea la Escuela de Artes y Oficios, ocupada no sólo de la
formación de los trabajadores de la empresa, sino también de la capacitación de
aprendices para otros oficios. Fundó también hospitalillos y sanatorios que
alcanzaron gran prestigio en la atención a heridos y accidentados. En el plano
industrial, durante la primera mitad del siglo XX la empresa sigue creciendo. En
1940 adquiere el dique de Gijón y lo utiliza para la reparación y construcción de
buques.
Durante la autarquía, en los años 40 y 50 del pasado siglo, la actividad minera
encuentra un entorno favorable ante la falta de competencia y la reafirmación de su
carácter estratégico como consecuencia de la necesidad de materias primas
energéticas. En cuanto a la siderurgia, DF dominará el mercado nacional junto con
Altos Hornos de Vizcaya hasta 1960. En ese mismo año, la empresa emplea a unos
25.000 trabajadores.
En 1961 DF, Fábrica de Mieres y la Fábrica de la Sociedad Industrial Asturiana
crean la Unión de Siderúrgicas Asturianas (UNINSA) donde integrarán su
patrimonio relacionado con esta actividad en 1966, creando una planta siderúrgica
integral en el valle de Veriña, en Gijón. Esta planta acabaría pasando al INI en los
inicios de los 70, integrándose finalmente en ENSIDESA. La minería del carbón
también vive momentos difíciles por la competencia del carbón de importación y de
los combustibles líquidos con precios bajos, y siguiendo un proceso similar al de la
siderurgia, en 1967 las empresas mineras asturianas, DF entre ellas, transfieren su
patrimonio a la empresa pública Hulleras del Norte, S. A. (HUNOSA).
De esta forma, DF reorienta su actividad hacia la construcción y montaje de bienes
de equipo para la industria, ámbitos en los que tenía sobrada experiencia por sus
trabajos vinculados con las otras líneas de negocio, transformándose, de hecho, en
una empresa nueva.
Se impulsa la fabricación de nuevos productos, entre ellos los relacionados con la
industria petroquímica, fabricando y montando un gran número de tanques de
almacenamiento para todas las refinerías que se estaban instalando en el país, y
produciendo, entre otros, equipos a presión, naves industriales, puentes metálicos,
grúas para puertos y el sector siderúrgico e instalaciones completas para el manejo
de minerales. La empresa se reconvierte así en fabricante de bienes de equipo,
aprovechando las múltiples inversiones que por entonces acometía el sector
industrial español.
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El paso de la industria básica a la industria transformadora no sólo exige nuevos
productos y servicios, sino también nuevos mercados hacia los que orientar una
parte significativa de la producción. Se inicia así, a finales de los años 60, la
internacionalización de la compañía, un elemento que será clave en su desarrollo
posterior.
Se instalan los talleres de Felguera Construcciones Mecánicas, en Barros, y de
Felguera Calderería Pesada, en Gijón, complementando la fundición que ya existía
en Lada y que posteriormente se integrará en la filial Felguera Melt.
Duro busca la diversificación de negocios y la ampliación de su presencia en los
mercados exteriores, impulsando la creación de filiales independientes para hacer
frente a la complejidad de la gestión en sus diversos negocios. Este proceso
culmina en 1991, con la transformación de la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera
en la sociedad holding Grupo Duro Felguera.
Tras un fallido plan de diversificación y la salida de su accionista de referencia, el
Banco Central Hispano (que había heredado de los Urquijo su presencia en la
empresa), Duro vuelve a centrarse en la actividad de bienes de equipo
desinvirtiendo en los negocios no relacionados con este sector.
A finales del siglo XX la empresa da una vuelta de tuerca más en su empeño por
adaptarse a las demandas de un mercado en constante transformación y comienza
a ejecutar proyectos “llave en mano” para los sectores energético e industrial,
buscando alianzas con los principales tecnólogos del mundo. Entra así de lleno en la
construcción de centrales de generación eléctrica a gas (ciclos simples y ciclos
combinados), plantas de proceso y manejo de minerales, terminales portuarias de
manejo de graneles e instalaciones de almacenamiento de combustibles y en
general para el sector de Oil & Gas.
Los talleres pasan por diferentes avatares y se especializan en la producción de
aparatos de vía para ferrocarril, grandes equipos a presión para la industria
petroquímica y sistemas de entibación para túneles. Tras el proceso de
reordenación de la línea de fabricación, en 2014 la empresa cuenta con tres
talleres: DF Calderería Pesada, DF Rail y DF Tedesa. Además, se potencia la
actividad de servicios, desarrollando labores de mantenimiento, puesta en marcha y
operación de instalaciones energéticas e industriales.
La internacionalización del negocio y la formación del personal son dos factores en
los que la empresa ha incidido durante los últimos años como elementos esenciales
para asegurar la consolidación y crecimiento de un nuevo modelo empresarial
centrado en la ejecución de grandes proyectos.
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Desde el punto de vista accionarial, la compañía ha pasado de tener el respaldo de
importantes entidades financieras vinculadas con la región (Urquijo, Herrero,
Cajastur) a contar con un núcleo estable de socios estrechamente relacionados con
Asturias lo que aporta estabilidad y confianza para el futuro.
Actualmente, la compañía se estructura en las siguientes líneas de negocio: DF
Energy, DF Mining & Handling, DF Oil & Gas, DF Services y DF Manufacturing &
Intelligent Systems.
La cifra de negocio de DF correspondiente al último ejercicio completo (2013) llegó
a los 924,4 millones de euros, de los cuales un 89% correspondieron a ventas en
los mercados internacionales. La cartera de trabajo alcanzó la cifra récord de 2.079
millones, con un 97,5% de contratos internacionales. La plantilla media de la
compañía supera los 2.000 trabajadores.
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN E IMAGEN
FEBRERO 2015
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