Entidad que profiere el fallo: CORTE SUPREMA DE JUSTICIA –... No. de Radicación: 1100102030002002-00413-01

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Entidad que profiere el fallo: CORTE SUPREMA DE JUSTICIA – SALA CIVIL
No. de Radicación: 1100102030002002-00413-01
Fecha: 30 de Septiembre de 2002
Demandante: Conavi
Demandado: Tribunal Superior del Distrito de Medellín – Sala Civil
Tipo de Proceso: Acción de tutela
Tipo de Providencia: Sentencia de tutela
Descripción: El Tribunal de Medellín decretó la nulidad de todo lo actuado en un proceso ejecutivo
adelantado por CONAVI, con el argumento de que tal es la consecuencia prevista en la Ley 546 de
1999, en concordancia con la sentencia C-955 del 2000 de la Corte Constitucional, sin tener en
cuenta que, a pesar de haberse efectuado la reliquidación, el crédito continuaba en mora. La Corte
considera que, en este caso, la funcionaria antepuso su propia, personal y antojadiza voluntad al
querer lógico y racional del legislador. La normatividad vigente no tiene esos alcances. Es
inaceptable e ilegal concluir que, presentada la reliquidación de un crédito de vivienda, la única
alternativa posible es dar por terminado el proceso ejecutivo, con prescindencia de que haya o no
saldo insoluto a favor del banco. Semejante aseveración es excesiva y hasta expropiatoria de los
derechos del acreedor. Decisión: Se amparan los derechos del derecho al debido proceso, acceso a
la administración de justicia y de prevalencia del derecho sustancial de CONAVI.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL
Bogotá, D.C., treinta (30) de septiembre de dos mil dos (2002).
MAGISTRADO PONENTE
SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO
Se decide a continuación en primera instancia la acción de tutela promovida por CONAVI BANCO
COMERCIAL Y DE AHORRO S.A. contra la SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DEL
DISTRITO JUDICIAL DE MEDELLÍN integrada por la Magistrado BEATRIZ QUINTERO DE PRIETO,
a la que fue vinculada CATALINA MOLINA SANIN.
ANTECEDENTES
I. – La demandante aduce que la demanda le violó los derechos fundamentales al debido proceso,
de acceso a la administración de justicia y el de la prevalencia del derecho sustancial.
II. – La accionante apuntala el amparo constitucional solicitado en los hechos que a continuación se
sintetizan:
a.) El Juzgado Noveno Civil del Circuito de Medellín, dentro del ejecutivo hipotecario promovido por
CONAVI BANCO COMERCIAL Y DE AHORRO S.A. contra CATALINA MOLINA SANIN, el 5 de
febrero de 2002, dictó sentencia de primera instancia en la que dispuso “el avalúo y la venta en
pública subasta del inmueble embargado en le proceso, para que con el con el producto del remate
se cancelara el crédito a favor” de la ejecutante y, de manera complementaria, ordenó el grado
jurisdiccional de consulta “por cuanto la demandada había sido notificada del mandamiento de pago
por medio de curador ad litem”.
b.) La funcionaria accionada, en auto calendado el 9 de julio de la anualidad en curso, en lugar de
resolver la consulta decretó la nulidad de todo lo actuado “declaró terminado dicho proceso ejecutivo
con título hipotecario, indicando que ello procedía por mandato de la Ley 546 de 1999 en
concordancia con la sentencia C- 955 de 2000, proferida por la Corte Constitucional, y ordenó
también el levantamiento de las medidas cautelares”.
c.) La decisión de dar por terminado el proceso sin más trámite, no tuvo en cuenta que con
aplicación del alivio originado en la reliquidación del crédito y condonación de intereses de mora, no
se cancelaron todas las cuotas que estaban atrasadas, ya que “se alcanzaron a cubrir sólo 12 de las
17 cuotas que se encontraban en mora a esa fecha”, 31 de diciembre de 1999.
III. – Ni la magistrada accionada ni la vinculada intervinieron.
IV. – Perfeccionada como se encuentra la instrucción, subsigue el pronunciamiento del fallo que en
primera instancia le ponga punto final a la controversia constitucional.
CONSIDERACIONES
1. La controversia constitucional se centra en establecer, sí como secuela de la decisión judicial
dictada por la accionada al decretar la nulidad de todo lo actuado dentro del proceso ejecutivo
hipotecario mencionado, dar por terminado el proceso y ordenar el levantamiento de las medidas
cautelares, con fundamento en lo dispuesto en la Ley 546 de 1999 y en la sentencia C- 955 de la
Corte Constitucional, le violaron a aquella los derechos fundamentales del debido proceso y de
acceso a la administración de justicia.
2. Las decisiones judiciales contenidas en autos, en principio, no son susceptibles de ser
cuestionadas con éxito mediante la formulación de la acción de tutela. Solamente de manera
excepcional, cuando en su pronunciamiento haya incurrido el funcionario que la dicta en la vía
de hecho, esto es, arbitrariedad o abuso, se abre paso la protección constitucional invocada
para enmendar los yerros protuberantes cometidos.
3. En este caso, analizada la situación fáctica, deberá concederse el amparo deprecado por la
accionante, toda vez, al dictarse la providencia combatida, se aprecia, sin necesidad de un
elaborado discurso dialéctico, que la funcionario accionado antepuso su propia, personal y
antojadiza voluntad al querer lógico y racional del legislador.
En efecto, si se observa en detalle la conducta plasmada por la magistrada acusada, la
normatividad vigente no tiene los alcances, respecto del hecho objetivo de la presentación de la
reliquidación de los créditos ordenados por la mencionada ley de vivienda, que ella le dio en el
sentido de dar por terminado, de manera automática y sin hacer ningún otro análisis, el proceso
ejecutivo hipotecario.
Lo lógico y racional es que, presentada la reliquidación y sometida al trámite correspondiente,
las consecuencias procesales que de ella dimanen estén en consonancia con la finalidad del
proceso ejecutivo que no es otra, según el artículo 537 del Código de Procedimiento Civil, que el
pago en su integridad de la obligación cobrada, o como mínimo que, por tratarse de cuotas
atrasadas, el crédito hipotecario quedara al día.
Otra posibilidad que se originó en la expedición de la Ley 546 de 1999, es que las partes
involucradas en el cobro compulsivo lleguen a un acuerdo de refinanciación de la obligación para
el evento en que el alivio en ella previsto sea inferior a lo realmente adeudado y, por ende, se dé
por terminado el proceso por dicha circunstancia.
Por lo tanto, como en el caso examinado se aprecia que no hay prueba suficiente que conduzca
a concluir que la obligación quedó al día, ni que la partes comprometidas hayan convenido la
refinanciación de la misma, no era viable desde el punto de vista legal, dar por terminado de
plano el proceso ejecutivo hipotecario con la sola presentación de la reliquidación y sin ninguna
clase de evaluación. Al hacerlo se violaron los derechos al acreedor, sin que pueda predicarse
válidamente que se trata de una interpretación lógica y coherente de la juzgadora que haga
parte del ámbito de su autonomía.
4. En el auto génesis de la vía de hecho la accionada explica su decisión haciendo un reproche
indebido, cuando no irrespetuoso, a los pronunciamientos de esta Corporación sobre el mismo
tema a que se refiere la presente acción. Sobre el particular importa observar que la posición de
la funcionaria hace parte de la autonomía e independencia que tienen los jueces de la
República, lo cual no obsta, empero, para precisar que en las providencias en que la Corte ha
abordado el tema sí se han expuesto las razones jurídicas que justifiquen plenamente la
concesión del amparo constitucional solicitado por considerar, sin lugar a dudadas, que los
pronunciamientos cuestionados se sustentan en una argumentación sofística y equivocada en
grado sumo hasta el punto incursionar de manera manifiesta en la típica vía de hecho.
No se trata de una simple discrepancia interpretativa sobre un aspecto jurídico concreto. Acá lo
que se observa es que, con el fin de sacar avante a toda costa una determinada posición,
incurre la funcionaria en exceso, rayando en el ex abrupto, de hacer decir a la ley y a la
jurisprudencia de la Corte Constitucional lo que no dijo y que, además, tampoco podía decir. La
afirmación que se hace es errada por cuanto es inaceptable e ilegal concluir, como se hizo
constar en la providencia de nulidad, que, presentada la reliquidación de un crédito de vivienda
concedido inicialmente en el extinto sistema UPAC, la única alternativa posible es dar por
terminado el proceso ejecutivo y levantar las medidas cautelares, con prescindencia de que haya
o no saldo insoluto a favor de la entidad acreedora. Semejante aseveración es excesiva y hasta
expropiatoria de los derechos de una de las partes en el proceso ejecutivo, como lo es la del
ejecutante.
No se puede olvidar, por último, que uno de los principios de este proceso es el de la
bilateralidad, significado ello que no solo deben atenderse los derechos del deudor como la
supuesta parte débil, sino también los de la acreedora que no puede soportar ninguna clase de
sambenito o proscripción.
5. Con fundamento en lo discutido se concederá el amparo solicitado.
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
FALLA
Primero: AMPARAR los derechos del debido proceso, de acceso a la administración de justicia y el
de prevalencia del derecho sustancial del accionante dentro de la tutela promovida por CONAVI
BANCO COMERCIAL Y DE AHORRO S.A. contra la SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DEL
DISTRITO JUDICIAL DE MEDELLÍN integrada por la Magistrado BEATRIZ QUINTERO DE PRIETO,
a la que fue vinculada CATALINA MOLINA SANIN.
Segundo: ORDENAR, en consecuencia a la accionada que, en el término de cuarenta y ocho (48)
horas, contadas a partir de que tenga conocimiento de la presente providencia, proceda a tomar las
medidas judiciales pertinentes para dejar sin efecto la terminación del proceso ejecutivo hipotecario
promovido por la accionante contra el vinculado y el levantamiento de las medidas cautelares y, a
continuación, resuelva el grado jurisdiccional de consulta de conformidad con lo que en derecho
corresponda.
Tercero: COMUNICAR esta decisión a la funcionaria judicial accionada para lo cual, por conducto de
Secretaría, se le remitirá copia de la misma.
Cuarto: NOTIFICAR a la vinculada mediante comunicación telegráfica o el medio más idóneo
posible.
Quinto: REMITIR oportunamente el expediente a la Corte Constitucional, en caso de no ser
impugnado el presente fallo, para efectos de su eventual revisión.
NOTÍFIQUESE Y CUMPLASE
NICOLAS BECHARA SIMANCAS
MANUEL ARDILA VELASQUEZ
JORGE ANTONIO CASTILLO RUGELES
CARLOS IGNACIO JARAMILLO JARAMILLO
JOSÉ FERNANDO RAMÍREZ GÓMEZ
JORGE SANTOS BALLESTEROS
SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO
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