Ansiedad frente a los exámenes

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LA HIPNOSIS COMO TÉCNICA PARA EL TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD ANTE LOS
EXAMENES
Felipe E. García Martínez
Psicólogo, U. de Concepción
En el presente trabajo se analizan dos estudios en donde se utilizaron técnicas hipnóticas como
procedimiento para reducir la ansiedad frente a los exámenes. En forma general, el primero de ellos utilizó
dos grupos de control, se realizaron 9 sesiones de intervención y no se encontraron diferencias significativas
respecto a rendimiento aunque el grupo sometido a hipnosis reportó menos ansiedad. En el segundo estudio,
no se usó grupo de control sino a un grupo único de profesionales que habían fracasado en un examen
anterior debido a la ansiedad, y se utilizaron solo dos sesiones, aprobando satisfactoriamente su examen 10
de los 11 sujetos de estudio.
INTRODUCCIÓN
La ansiedad es uno de los rasgos conductuales que suelen padecer normalmente los alumnos en épocas de
examen. Es una reacción normal porque la sufrimos con naturalidad cuando nos sentimos evaluados o cuando
desconocemos los resultados de un esfuerzo. Esta ansiedad cumple fines positivos y adaptativos pues nos
permiten estar alerta y concentrar nuestra energía para el cumplimiento de una meta. Sin embargo, la tensión
provocada por los exámenes pueden llegar a jugar una mala pasada a los estudiantes y dejar su mente en
blanco como si no supieran nada.
En general a nadie le gusta ser evaluado, la connotación de juicio que tiene toda evaluación hace que las
personas que han de someterse a ella no suelan estar cómodas. Se puede poner en duda la competencia, la
eficacia, los conocimientos o las habilidades de un individuo y esto no se asume fácilmente, sobre todo si se
espera un resultado negativo y se anticipan las consecuencias también negativas que se derivaran de tal
resultado. Entonces el examen es vivido antes, durante o después como una amenaza, algo insuperable,
peligroso y con una importancia exagerada
Se estima que entre el 15 y el 25% de los estudiantes presentan ansiedad ante los exámenes; especialmente
cuando se enfrentan a pruebas decisivas como los exámenes finales de las asignaturas, las pruebas de ingreso
a la universidad, pruebas especiales de selección, etc., estas últimas en las que además hay que competir.
ANSIEDAD Y RENDIMIENTO
Que los alumnos estén o dejen de estar ansiosos en época de exámenes poco importaría si no existiera entre
ansiedad y memorización por una parte, y ansiedad y rendimiento, por otra, una alta correlación. Dicho en
otros términos, se supone que el alumno nervioso memoriza y evoca peor que el alumno que sabe controlarse
y no está tan afectado por la ansiedad. ¿Qué hay de cierto en tales presunciones?
Los experimentos realizados por la escuela de Iowa (1948, cit. en Hernández, Pozo y Polo, 1983) con
individuos que puntúan alto y bajo en el rasgo ansiedad, concluyeron que el rendimiento está en función de la
interacción que se produzca entre el nivel de ansiedad del sujeto y la naturaleza o dificultad de la tarea. Esto
es: la ansiedad facilita el rendimiento en las tareas fáciles y lo empeora en las difíciles.
Posteriormente los psicólogos de la Universidad de Yale (Saranson, Mandler y Craighill, 1952, cit. en
Hernández, Pozo y Polo, 1983) analizaron la relación existente entre ansiedad y rendimiento, descubriendo
que en situaciones de prueba en las que exista presión, los sujetos que presentan un nivel de ansiedad elevado
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rendían peor, cualquiera que sea la dificultad de la tarea, pues tienen que repartir su capacidad de atención
entre las exigencias de la tarea y los indicadores de ansiedad. Como la capacidad de prestar atención es
limitada, cuanto mayor sea el número de elementos interferentes ocasionados por la ansiedad, menor será la
capacidad de atención que queda libre para dedicar a los aspectos relevantes de la tarea. Por su parte, los
sujetos con un bajo nivel de ansiedad podrán dedicar mayor atención a la tarea, al no tener tantos
pensamientos interferentes. Por ello, concluyen que ante una situación de estrés, los sujetos con bajo nivel de
ansiedad rendirán más que los sujetos con alto nivel de ansiedad, con independencia de la dificultad de la
tarea.
En cuanto a la influencia de la ansiedad sobre el recuerdo, la ansiedad ejerce un efecto interferente que
disminuye tanto la capacidad de prestar atención como la de procesar información. Por ello, cuanto mayores
sean las exigencias de la tarea para procesar y recuperar información, más se notará la influencia negativa de
las interferencias ocasionadas por la ansiedad.
TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD FRENTE AL EXAMEN
El enfoque tradicional para el tratamiento de este trastorno utiliza técnicas cognitivas y conductuales, tales
como la desensibilización sistemática, el entrenamiento en autoinstrucciones y detención de pensamiento, la
técnica de inoculación de estrés, el entrenamiento en manejo de la ansiedad, terapia racional emotiva, etc.
(Aduna y Ordas, 1989), obteniendo con estas técnicas resultados altamente satisfactorios, aunque con el
defecto de que se trata de procedimientos cuya implementación requiere un alto número de sesiones.
Una de las ventajas de las técnicas hipnóticas es que requieren un número de intervenciones
considerablemente menor (Stanton, 1993), sin que existan mayores diferencias en cuanto a sus resultados
(Palan y Chandwani, 1989).
Varios estudios apoyan la idea de que la hipnosis puede ser beneficiosa en diversos aspectos del proceso de
aprendizaje, tal como la motivación de logro, la concentración, la memoria, el pensamiento creativo, la
confianza en la capacidad, etc. Fowler (1961, cit. en Palan y Chandwani, 1989) estudió los efectos de las
sugestiones para el aumento en la confianza en sí mismo, el aprendizaje, la concentración, la comprensión, la
relajación, etc., presente bajo hipnosis y sin hipnosis. Informó que los sujetos hipnotizados podían
concentrarse más hondamente para períodos más largos, y en la informes de autoevaluación, el 94% reportó
que su concentración aumentó, y el 83% llegar a estar más interesado en el trabajo escolar
Posteriormente, Milton Erickson trabajó con estudiantes que presentaban ansiedad frente a los exámenes. En
1965 (cit. en Palan y Chandwani, 1989) reportó el manejo exitoso de aproximadamente 100 personas,
incluyendo médicos, abogados, candidatos a Ph.D., escolares y colegiales, quienes sufrieron pánico durante o
inmediatamente antes del examen y que los llevó a fracasar o rendir un pobre examen. Él adjudica el éxito en
estos casos al aumento en la motivación, disminución de la ansiedad y el desarrollo de la autoconfianza en sus
pacientes, cambios obtenidos a través de hipnoterapia.
LA HIPNOSIS COMO TÉCNICA
Al respecto se revisaron dos estudios en los que se utilizaron técnicas hipnóticas para el manejo de la ansiedad
frente al examen. Estos son el de Palan y Chandwani (1989) y el de Stanton (1993).
En el estudio de Palan y Chandwani (1989), cincuenta y seis estudiantes de medicina participaron en tres
grupos que fueron homogenizados en cuanto al número de sujetos, desempeño en el último examen, e
hipnotizabilidad. Estos fueron un primer grupo de Hipnosis, al que se le aplicó el procedimiento, un segundo
de Relajación y un tercer grupo de Control.
El procedimiento utilizado con el grupo sometido a hipnosis fue el siguiente: primeramente se les condicionó
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para que entraran rápidamente en trance hipnótico mediante una señal del experimentador; durante las
primeras ocho sesiones de grupo, los sujetos fueron hipnotizados a través de esta señal. Ellos se expusieron a
sugestiones verbales de autofortalecimiento, seguidas por un conjunto de sugestiones específicas para el
mejoramiento de hábitos de estudio, motivación e interés hacia el estudio, concentración, lectura eficiente por
tiempo más largo sin agotarse, disfrutar del proceso de aprendizaje, mejoramiento de la memoria para la
recordación fácil y natural, la expresión fluida de pensamientos mientras responden, y encarar el examen sin
tensión o ansiedad y con relajación y confianza. En la primera sesión grupal se les enseñaron técnicas de
autohipnosis y se les entregaron las mismas sugestiones de la sesión en forma escrita. Durante el estado de
vigilia así como también durante la hipnosis, se les insistió para que incorporaran estas sugestiones en una
sesión de autohipnosis de 20 minutos diarios. Los autoregistros diarios confirmaron que ellos practicaron
regularmente en el hogar en las siguientes 9 semanas.
Durante la última (novena) sesión grupal de hipnosis, se les entregó sugestiones para la progresión de edad
para permitirles pensar, imaginar, o experimentar en forma vívida el posterior examen, y para disfrutar un
ensayo mental de su desempeño exitoso y satisfactorio, sin sentir ansiedad.
En el Grupo de Relajación, se utilizaron las mismas sugestiones e idéntico número de sesiones que el grupo
sometido a hipnosis, pero sin ser hipnotizados; debían también repetirse estas sugestiones en sesiones
individuales en el hogar, pero en estado de relajación y no de autohipnosis.
Con el Grupo de Control, sólo se utilizó una relajación pasiva inducido por la luz de lectura para el mismo
período de tiempo, pero no se les entregó ningún tipo de sugestión.
Como resultado final, se concluyó que el grupo de Hipnosis no mostró un cambio significativo en el
desempeño durante el examen comparado con los grupos de Relajación y de Control, pero el primero logró
manejar significativamente la tensión de examen, sin manifestar señales de alarma en ninguna de sus formas.
Por esto, se concluye que el desarrollo de patrones de manejo pueden ser incrementados, y la
descompensación ante la exposición de situaciones estresantes puede ser prevenida a través del uso de la
hipnosis y la autohipnosis con sugestiones apropiadas.
En el estudio de Stanton (1993), once médicos que habían fracasado anteriormente en sus exámenes buscaron
ayuda para combatir la ansiedad que ellos creían responsable de su falta de éxito. Ellos se atendieron
individualmente por dos sesiones de entrenamiento en hipnosis de 50 minutos cada una, diseñados para
engendrar y aumentar la confianza en su capacidad para superar la ansiedad de examen. Se usaron dos
medidas de evaluación: el resultado del examen y una escala de actitud validada, la Examination Anxiety
Thermorneter. Sobre el primero de estos, 10 de los 11 profesionales aprobaron el examen; considerando el
segundo, 9 de ellos obtuvieron un cambio de actitud hacia niveles más bajos de ansiedad de examen. Merece
atención el costo mínimo de tiempo involucrado en el tratamiento.
El procedimiento utilizado en este estudio fue el siguiente:
1. La relajación física era inducida por la concentración sobre la respiración, sugiriendo eliminar la tensión y
malestar con cada espiración. Se fomentó desarrollar una actitud disociada, como si ellos observaran a otra
persona respirando
2. La relajación mental se obtuvo pidiendo imaginar la mente como una poza, cuya superficie está
completamente inmóvil, como un espejo. Los pensamientos se observaron en una manera disociada,
permitiéndose que floten sobre del agua, la atención está centrada en la contemplación de la inmovilidad del
agua. Los estudiantes imaginaron la superficie del agua como sus mentes conscientes y la profundidad como
sus mentes inconscientes, en el cual ellos pueden lograr cualquier cosa que deseen tal como la confianza, la
concentración, y mejorar la memoria.
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3. Los sujetos se imaginaron a sí mismos "descargando" obstáculos mentales tales como temor, duda,
preocupación, y ansiedad, ocultándolos bajo un toldo desde el cual no se podían rescatar.
4. Se les sugirió la remoción de una barrera que representa todo lo negativo en sus vida, en las que se
encuentran personificados los pensamientos autodestructivos, las dudas, temores, fuerzas de fracaso y derrota,
obstáculos mentales. y limitaciones de personalidad autoimpuestas, que impiden enfrentar los exámenes con
confianza. Esta barrera se destruyó mediante el uso de la imaginación.
5. Los profesionales se imaginaron a sí mismos desempeñándose exitosamente durante el examen. Ellos se
podían imaginar también a sí mismos hablando con amigos después del examen. Si es un examen oral, ellos
se imaginaron a sí mismos contestando preguntas confiadamente, hablando en forma correcta, y pensando
claramente. Pensando de esta manera, ellos preparan sus mentes a repetir el desempeño en el examen real.
Durante la segunda sesión, después de un estado inicial de relajación y trance a través de la técnica
"observando la respiración", se introduce la técnica de Stein "apretando el puño" (1963). Esta técnica
introduce un estado emocional positivo en el estudiante, que se condiciona entonces a la señal de un puño
apretado. Además, el estudiante aprende a eliminar los sentimientos negativos, reemplazándolo con el estado
emocional positivo previamente condicionado.
Se les pide que recuerden una situación pasada positiva en que ellos hayan experimentada sentimientos tales
como relajación, confianza o resolución. Cuando recrearon mentalmente estos sentimientos, los sujetos
apretaron el puño de su mano dominante, y se sugirió que en el futuro cuando ellos cierren esta mano en un
puño apretado ellos reexperimentarán los sentimientos deseados. Se practicó con dos experiencias pasadas
positivas adicionales para aumentar la confianza de los sujetos en su capacidad para evocar el estado
emocional deseado.
Los pacientes vincularon las dos partes del procedimiento para simultáneamente apretar su mano dominante
transmitiendo fuerza y confianza, permitiendo a su mano no−dominante dejar partir los sentimientos
desagradables fluyendo lejos, evaporándose en la nada. De esta manera, ellos eran capaces de reemplazar
estados emocionales negativos por sensaciones más positivas.
Después de las dos sesiones, los sujetos lograron reducir su ansiedad según la Examination Anxiety
Thermorneter, pues 9 de los 11 profesionales médicos que participan en el estudio se sintieron menos ansiosos
ante la inminencia del examen. Sólo dos no mostraron cambios, uno de los cuales fue el único que no aprobó
posteriormente el examen. En consecuencia, 10 de los 11 profesionales lograron su meta, una meta que ellos
habían sido incapaces de lograr en por lo menos una ocasión previa. Este éxito se logró principalmente,
ayudando a los pacientes a sentirse más seguros y menos ansioso para manejar la situación de examen.
DISCUSIÓN
De acuerdo a los estudios revisados y a otros estudios clásicos sobre la materia, existirían dos técnicas
adecuadas para afrontar la ansiedad ante los exámenes, las cognitiva−conductuales, en las cuales se utiliza la
relajación como elemento central para la reducción de la ansiedad, y las técnicas hipnóticas, en donde se
utilizan diversas sugestiones que permitirán afrontar exitosamente un examen posterior.
Si bien ambas son igualmente efectivas, el segundo grupo de técnicas tiene la ventaja de ocupar un número de
sesiones significativamente menor para obtener el cambio terapéutico.
Personalmente, llevo tratando la ansiedad frente a los exámenes sistemáticamente desde hace ocho años
ayudando a estudiantes a afrontar exitosamente la prueba de aptitud académica. Esta actividad la desarrollo a
través de talleres de relajación de dos sesiones en donde se enseña la técnica de Entrenamiento en Relajación
Muscular Progresiva de Jacobson y luego se ensayan técnicas autoinstruccionales, como la detención de
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pensamiento y la autoinstrucción propiamente tal. Posteriormente realizo sesiones individuales con los
alumnos que manifiestan un grado más alto de ansiedad, que son generalmente aquellos que presentan
bloqueo mental durante la prueba, ocupando técnicas hipnóticas como la técnica de proyección en el tiempo,
para visualizar un manejo exitoso en la prueba futura, utilizando para ello los recursos obtenidos de sus
experiencias de éxito del pasado y las técnicas enseñadas en el taller. Días antes de la prueba de aptitud
académica realizo una sesión grupal de relajación en donde incorporo sugestiones de éxito. Los resultados
siempre han sido positivos, logrando el control de la ansiedad incluso en los alumnos más resistentes a la
relajación y de mayor nivel de ansiedad.
Este año, en esta última fase incorporaré el procedimiento de Stein descrito en el presente trabajo para inducir
una mayor seguridad y manejo de la ansiedad en el examen de admisión.
BIBLIOGRAFÍA
Aduna, Alma P. y Ordas, María Luisa (1989). Curso para reducir la ansiedad en exámenes escritos. Editorial
Trillas.
Hernández, José Manuel; Pozo, Carmen y Polo, Antonia (1983). Ansiedad ante los exámenes: un programa
para su afrontamiento de forma eficaz. Editorial Promolibro.
Palan, B. M. and Chandwani, S. (1989). Coping with examination stress trough hypnosis: an experimental
study. American Journal of Clinical Hypnosis, 31, Nº3. 173−179.
Stanton, Harry E. (1993). Using hynotherapy to overcome examination anxiety. American Journal of Clinical
Hypnosis, 35, Nº3. 198−203.
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