10119420311

Anuncio
H. Sébastien: H. Antoine Prosper Sicard.
Antoine Sicard nació en Bolléne, Vaucluse, en Francia el 11 de enero de 1865.
Ingresó al juniorado de Saint Paul en julio de 1878, a la edad de 13 años. Dos
años después, pasó al noviciado en la misma localidad, revistiendo el hábito
Marista con el nombre de H. Sébastien.
Terminado el noviciado con el boto de obediencia, emitido el 19 de septiembre de
1882, lo encargaron de la cocina de la comunidad en Montpeyroux y luego, de una
clase en Dieulefit, en Saint Connat y finalmente, en el juniorado de Saint Paul...
Alcanzado el Brévet elemental y también el superior, pasó al escolasticado en
donde por dos años, se reveló como profesor excelente.
En 1893 fue transferido al importante internado de Bourg de Péage en donde era
Director su compañero el H. Marie Joachim y a quien reemplazó en el cargo al
terminar el curso escolar. Por diez años ejerció el cargo de Director en otras
localidades, hasta que para salvaguardar la integridad de su vocación religiosa
marista, optó por el destierro
Llegó a México en el mes de agosto de 1903, precisamente en el momento en que
se iniciaba la construcción del hermoso edificio del Asilo patricio Sanz. Esta
circunstancia fue la ocasión de que el H. Sebastián se revelara como buen
supervisor de la obra y después como administrador del internado del mismo
nombre. Al propio tiempo, fue custodio de las pequeñas economías del nuevo
Distrito, Procurador de clásicos y finalmente, administrador provincial a partir de
1907.
Desempeñó este cargo con dedicación y eficacia, durante 35 años, hasta el final
de su vida como “administrador hábil y prudente, abnegado y fiel, en quien se
descargaban todas las preocupaciones de la Provincia”. Bien afirmó su también
compañero, el H. Pedro Damián: “inamovible, porque excelente en el cargo”.
De esta manera, aunque no haya participado directamente en una obra apostólica,
su papel fue muy importante como parte necesaria que aseguraba el trabajo
pastoral directo de sus Hermanos.
Además de esa preocupación general de la Provincia, añadió la particular, siempre
en el terreno financiero, de ecónomo del Francés Morelos, de 1918 a 1935 y al
mismo tiempo, de la editorial y la Librería FTD como responsable, con su nombre
civil: Antonio Sicard, Editor.
En febrero de 1931, con inusitado fervor aunque en sordina, a causa de la
situación de persecución religiosa, se celebró por primera vez en la Provincia, la
que hoy se ha vuelto una ceremonia anual, las Primeras Bodas de Oro de Vida
Religiosa de los tres veteranos de entonces, los Hermanos Marie Joachim, Pedro
Damián y Sébastien. Diez años después se repitió la misma ceremonia como
Bodas de Diamante.
Ambas celebraciones, fueron ocasión de manifestar a los tres eximios operarios
de la primera hora, el aprecio y afecto general, en campos tan diferentes, aunque
todos con su importancia: la promoción vocacional, la incursión en la enseñanza
secundaria y preparatoria y las finanzas.
Volviendo al H. Sébastien o Antonio Sicard, cabe citar lo que en la circunstancia
señalada, a él en particular se le dedicó: “¿Qué cantidad de dinero habrán tocado
las manos, hoy arrugadas, del H. Sébastien? Con cuánta atención lo cuenta, lo
cuida, lo multiplica, lo guarda para mayor gloria de dios en la obra común. Pero
mientras en tantos humanos el oro se pega al corazón y lo roba a Dios, en nuestro
Hermano cuando mucho empolva sus manos, que un poco de agua vuelve a dejar
limpias. Medio y no fin... Y ya sea en su trabajo de Administrador Provincial, ya
haciendo paquetes, ya transitando por estas calles... siempre es la misma
intención: la gloria de Dios; siempre el mismo móvil: la caridad. Si su ángel
custodio ha contado con él todos los pesos, todos los billetes, todas las sumas,
todos los bultos postales, todos los pasos, antes sin bastón ahora con él... ¿En
qué caja fuerte guardará tantas riquezas?”
El H. Sébatien había gozado siempre en su larga vida, de muy buena salud. El
mismo afirmaba, no sin cierto orgullo, no haber tenido que guardar cama en toda
su vida. Todos le auguraban aún muchos días, pero... Ya a mediados de 1941 se
le presentó un problema de retención en las vías urinarias y por primera vez en su
vida, debió de recurrir al médico.
Tras una recuperación temporal, su juzgó necesaria una intervención quirúrgica y
muy a su pesar, el enfermo hubo de internarse en el sanatorio francés. Los
estudios previos revelaron que la operación no podía realizarse con suficientes
garantías de éxito. El 10 de marzo de 1942, el H. Provincial Balmey con su
Consejo en pleno, lo visitó por la tarde. ¡Nadie pensó que fuera la despedida!
A la primera hora del día once, el teléfono de la comunidad de Mina sonó y los
Hermanos recibieron la noticia que el H. Sébastien había entregado su alma al
Señor, en un ataque fuerte de uremia. A su entierro asistieron todos los Hermanos
del D. F.
“El H. Sébastien fue uno de esos Hermanos para quienes la Congregación, sus
intereses, sus Superiores, su vida, su historia, constituyen un tema habitual de su
conversación. Poseía en muy alto grado el espíritu de familia que era tan grato al
P. Champagnat. No dudamos que é mismo lo haya recibido y presentado al Divino
Juez como uno de sus hijos distinguidos.”
Tenía al fallecer 76 años, de los que dedicó, en su peculiar apostolado, a su
Provincia de México, 39.
Fuente: Traît d’Union. Circular del H. Eold
Descargar