CONTENIDO en este número: Valoración clínica del anciano. EXAMEN FÍSICO (1). O. López Locanto Estado confusional agudo en el anciano. A. Fierro Valoración Geriátrica Integral en la UME. A. Ferrari Crónica del IV Congreso Escalas de valoración geriátrica 1er Curso de Formación Básica en Gerontología «El objetivo fundamental de la atención sanitaria al anciano es evitar o retrasar la aparición del deterioro funcional para que la persona pueda continuar viviendo independiente y socialmente integrada.» Cincuentenario de la SUGG Estimados profesionales de la Medicina, Médicos Geriatras, Gerontólogos, Técnicos afines, queridos colegas y amigos: Nuestra joven Sociedad cumplió el 9 de junio 50 años y por ello nos reunimos para celebrar, para celebrar la vida, para celebrar por los esfuerzos que hemos hecho a lo largo de todos estos años por la salud, nosotros y quienes nos antecedieron, trabajando por el derecho a una vida digna y saludable de nuestros adultos mayores, a quienes nos debemos profesionalmente en el día a día de la actividad médica que elegimos como vocación. Es bueno que tengamos ámbitos académicos de referencia, que seamos capaces de nuclearnos con sentido de pertenencia a través de la realización de actividades de diversa índole, cursos, apoyo a instituciones, congresos, etc., donde además hemos tenido la posibilidad de compartir experiencias con colegas de otros países, de estudiar, de formarnos y de tratar de ser mejores profesionales cada día. Pero junto con la celebración también es un día de recordación y de agradecimientos. La historia la hace la gente y los recuerdos que perduran. Recordamos a todos los que contribuyeron con su trabajo y aportes de todo tipo a que nuestra Sociedad de Geriatría se mantuviese viva, a sus socios fundadores, muchos de los cuales ya no están pero permanecen en nuestra memoria como referentes en la medicina geriátrica de este país. Va el agradecimiento a personas e instituciones, a los profesores y docentes de la Cátedra de Geriatría y Gerontología de la Universidad de la República, a nuestros maestros, a los integrantes de las Directivas que se han sucedido en el tiempo y que han trabajado activamente para la Geriatría uruguaya; a las Comisiones Científicas, a las Comisiones Electorales, a los técnicos y profesionales no médicos y a todos aquellos que, con su aporte de tiempo y voluntad hicieron posible la organización y realización de tantas actividades que hoy nos enaltecen. Una especial mención merecen nuestros familiares, porque en ese día a día, donde hay que seguir trabajando para ganarnos nuestro salario, las horas que dedicamos a las actividades de la Sociedad son horas extra que le sacamos a nuestro descanso y a nuestras familias. Es bueno saber que contamos con su comprensión y con su apoyo, sin el cual muchos de nosotros no podríamos afrontar los desafíos que esa tarea nos demanda. Y por último una reflexión, que en mi concepto no es menor. La permanencia de actividades de buen nivel, el nucleamiento de más de 150 profesionales del área, la pelea palmo a palmo por lo que entendemos justo para nuestra profesión, no solo nos conforma y nos unifica como sociedad de especialistas en Geriatría, sino que contribuye a que seamos un punto de referencia y de consideración profesional para nuestras autoridades, gobernantes y para la sociedad en general. Muchos de nosotros estamos ahí a diario, cumpliendo con pautas pero también reivindicando nuestro espacio y exigiendo en pos de la salud de toda esa gente por la cual nos esforzamos continuamente. Debo decirles que es un gusto haber podido realizar esta tarea por tantos años y los convoco a continuar el esfuerzo por mantener viva nuestra Institución. Dra. Doris Baccino Secretaria del Congreso Autoridades de la SUGG Presidenta Honorífica: Dra. Hilda Martínez Camusso. COMISIÓN DIRECTIVA. Presidenta: Dra. Virginia García. Vicepresidenta: Dra. Doris Baccino. Secretaria General: Dra. Graciela Acosta. Prosecretaría: Dr. Gustavo Arioli. Tesorera: Dra. Myriam Barreto. Vocales: Dr. Fernando Botta, Dra. Rosalía Panza, Dra. Rossana Quintán, Dr. Fernando Trianón. Delegada Gerontólogos: Psic. Ana Charamelo. Delegada de Postgrados: Dra. Lydia Griskevicius. COMISIÓN FISCAL. Dr. Luis Broquetas, Dr. Clever Nieto, Dr. Alberto Sosa. Carta Geriátrico Gerontológica. Director: Dr. Fernando Botta. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. Comité de Revisión: Dr. Oscar López, Dr. Luis Broquetas, Dr. Fernando Botta 27 ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE II. Valoración clínica del anciano. Examen físico (1) Dr. Oscar López Locanto Ex Asistente de Medicina Interna Asistente del Departamento de Geriatría PARTE II. Valoración clínica del anciano. O. López Locanto EXAMEN FÍSICO. Parte 1. 28 Una vez finalizado el interrogatorio, tal cual fue expuesto en el número anterior, debemos proceder a la realización del examen físico. Antes de centrarnos en el mismo debemos tener en cuenta ciertas consideraciones. Si bien se asemeja al realizado al adulto joven, la medicina geriátrica evalúa en profundidad un hecho fundamental como lo es la MOVILIDAD. Es por ello que el mismo es más laborioso y requiere más tiempo, a lo que se le suma con frecuencia la falta de colaboración del paciente La situación particular del paciente anciano implica la necesidad de establecer el límite entre lo normal y lo patológico. Es fácil diferenciar entre el proceso normal de envejecimiento vs. El patológico, cuando sus manifestaciones clínicas están en los extremos, pero encontrar el punto medio es tarea difícil, en especial cuando no hay estudios claros al respecto. En este capítulo se hará énfasis en los hallazgos semiológicos relevantes que acompañan el proceso normal de envejecimiento. Asimismo se describirán los signos clínicos característicos del anciano enfermo y que lo diferencian del joven lo que en parte determina que las enfermedades en el anciano tengan una “presentación atípica”. Cabe destacar que la anamnesis nos orienta a la búsqueda de signos, lo cual es importante a la hora de examinar al adulto mayor dado que debemos tener presente cuales serán los objetivos fundamentales del mismo, pero en lo posible siempre deberá ser completo. Se procederá inicialmente a una inspección general del paciente que variará según la ubicación del mismo dado que es diferente si el paciente se encuentra internado o es asistido en forma ambulatoria. En el paciente internado la evaluación inicial parte del entorno de tal forma que valoraremos si el mismo se adecua a las necesidades del paciente. En este sentido debemos tener en cuenta: • si el paciente esta en un apartado o en una habitación compartida; • acceso a enfermería; • mesa de luz, altura y distancia con respecto al paciente; • cama, adecuada en cuanto a su altura y articulación; • colchón, altura y densidad; • sábanas lisas o arrugadas, limpias o sucias; • presencia de vías venosas, catete- Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. rismo vesical, oxigenoterapia, entre otros; • posición del paciente, adecuada o inadecuada; • aseo correcto o incorrecto. La observación del aspecto general permite establecer el estado de salud, el grado de envejecimiento, la edad biológica. En caso de que el aspecto general correlacionado con la apreciación de las diferentes funciones orgánicas nos sugiera una edad mayor que la cronológica, podemos afirmar que estamos ante un envejecimiento precoz o acelerado. La inspección nos dará a su vez una idea de la colaboración que el paciente nos pueda ofrecer y la ayuda que necesitaremos para realizar la exploración física. Una vez analizado el psiquismo debemos determinar los signos vitales: • Temperatura: tendremos presente la posibilidad de hipotermia en el anciano más que en el adulto la cual puede ser subestimada con termómetros que no registran temperaturas inferiores a 35º C. La misma debe ser tenida en cuenta en los pacientes malnutridos, con síndrome de inmovilidad o con alteraciones tiroideas. Por otra parte la presencia de fiebre elevada denota mayor gravedad que en el adulto. En este sentido debemos tener en cuenta no sólo el valor hallado sino los cambios con respecto a la temperatura basal, a tal punto que cambios superiores a 1,3º C se deben considerar como fiebre, más allá que se encuentren dentro de los niveles de normalidad. • Presión arterial (PA): los valores aceptados de presión arterial en la actualidad para pacientes ancianos siguen los lineamientos del JNC VII, como se muestra en la siguiente tabla: PAS mmHg PAD mmHg Normal < 120 y < 80 Prehipertensión 120–139 u 80–89 Hipertensión estadio 1 140–159 o 90–99 Hipertensión estadio 2 160 o más o 100 y más • • PAS: presión arterial sistólica PAD: presión arterial diastólica • Hay que considerar la posibilidad de pseudohipertensión debida a la rigidez de la pared arterial, la cual se sospechará, si es posible palpar la arteria radial, tras insuflar el manguito por encima de la presión sistólica (signo de Osler). Especial significación tiene en los ancianos la hipertensión sistólica aislada, entidad propia que debe ser tratada por los elevados riesgos que conlleva. Se recomienda tomar la PA en decúbito y en bipedestación para identificar los casos de hipotensión ortostática. Se toma la presión a los 5 minutos de posición supina y al minuto, los 3 y 5 minutos de adoptar el ortostatismo. • Definimos hipotensión ortostática como la disminución de 20 mmHg o más de la presión sistólica y/o el descenso de 10 mmHg o más de la presión diastólica. Frecuencia cardíaca (FC): con la edad, la amplitud del pulso aumenta (pulso saltón) debido a los cambios arteriales y al aumento de la presión arterial sistólica, pero siempre deben ser simétricos. En el adulto mayor la FC tiende a disminuir, con tendencia a la bradicardia, pero en algunos longevos se ha observado la tendencia a la taquicardia, debido probablemente a la disminución del tono vagal. Además, en edades avanzadas es común encontrar pulso irregular y cualquier arritmia debe ser estudiada. Frecuencia respiratoria (FR): con la edad, la FR tiende a aumentar, pero valores superiores a 25 respiraciones/minuto indican la presencia de patología especialmente cardiopulmonar, como neumonía, insuficiencia cardíaca, EPOC, entre otros. Continuamos con la valoración nutricional para lo cual debemos calcular el IMC (índice de masa corporal), evaluar el panículo adiposo y las masas musculares, sobre todo las proximales. Deben complementarse con medidas antropométricas tales como perímetro abdominal, perímetro braquial (patológico mujer < 22 cm, hombre < 24 cm) y pantorrilla (patológico < 31 cm). Estado de hidratación: surge del examen de la piel, las mucosas, los globos oculares el relleno venoso y el relleno capilar. Si bien la disminución de la turgencia de la piel con aparición del signo de pliegue es una característica de la deshidratación, en el anciano hay • • • • • que ser cauto al respecto por los cambios tróficos de la piel. La sequedad de las mucosas y la disminución del sudor axilar son signos de mayor significado clínico. Cabeza: la región temporal merece especial atención, teniendo en cuenta la presencia de arteritis de la temporal. Fascies: lesiones sugestivas de cáncer de piel, estigmas de alcoholismo. La presencia de fascies inexpresivo nos orienta a patologías neurológicas tales como: enfermedad de Parkinson, demencias subcorticales, depresión o efecto secundario de neurolépticos. Ojos: en el envejecimiento la reducción de la grasa orbitaria se traduce en una ligera enoftalmia. La elastosis senil y la atrofia de la piel conducen a la blefarocalasia y el pliegue llega a ocluir la hendidura palpebral. Estas modificaciones pueden originar el ectropión o el entropion seniles. La esclera presenta las placas hialinas esclerales, grisáceas, producidas por precipitados calcáreos. La córnea presenta el anillo senil o gerontoxon, formado por depósitos de lípidos. En la conjuntiva, la degeneración de la elastina origina acumulaciones amarillentas en el ángulo interno, las pinguéculas, sin ningún significado patológico. Además pueden observarse lipomas en la zona supratemporal que son tumores benignos. Oídos: a nivel del conducto auditivo externo debido a la atrofia y a la deshidratación de la piel, se acumulan restos epiteliales y cerumen que forman un tapón por lo que el examen otoscópico es necesario. Nariz: valorar la simetría mediante la observación; observar si el Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. O. López Locanto ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE II. Valoración clínica del anciano. Examen físico (1) 29 O. López Locanto ARTÍCULO / REVISIÓN 30 tabique tiene alguna desviación. Luego, utilizando el otoscopio, se visualiza la parte interna de la nariz, incluyendo la mucosa nasal. La membrana de la mucosa nasal se adelgaza con el envejecimiento, lo que predispone a la epistaxis. Por último se palpan los senos paranasales en busca de dolor. • Piel y mucosas: las alteraciones de la piel son las más evidentes y notorias, en especial en las personas de piel blanca Debemos determinar sus características en cuanto a la temperatura, color y consistencia. En la gran mayoría, las lesiones se relacionan con el sol (dermatoheliosis), y se manifiestan principalmente como arrugas y queratosis actínicas. Estas últimas se deben explorar cuidadosamente ya que son lesiones premalignas. La xerosis, sequedad de piel, es un motivo frecuente de consulta. Cuando esta se acompaña de engrosamiento de la piel se debe pensar en hipotiroidismo. El llamado púrpura senil, en realidad no es un verdadero púrpura ya que no cursa con alteraciones de las pruebas de coagulación o de las plaquetas. Su etiología está asociada a pérdida del soporte elástico de los vasos. Se debe tener presente el diagnóstico de neoplasias de piel, pues son dependientes de la edad. Entre ellas se destacan el carcinoma basocelular, el escamoso y el melanoma. El color amarillento de la piel puede ser debido al aumento de carotenos que se asocia al envejecimiento, más aún si se acompaña de una dieta rica en éstos. Debemos insistir en la búsqueda de ulceras por presión (UPP). De las mismas valorar la topografía, número, examinar con guantes PARTE II. Valoración clínica del anciano. Examen físico (1) desde la periferia determinando las características de la piel circundante, el borde, tamaño, color, la presencia de exudado y/o necrosis; remover la costra para valorar la profundidad: bolsas, túneles, dolor lo que en definitiva nos permitirá estatificarla en uno de los 4 estadios. Por último, debemos recordar que los cambios de la piel en los miembros inferiores se pueden asociar a insuficiencia venosa o arterial. A continuación se resumen las diferencias semiológicas: Diferencias clínicas de las úlceras de MMII Característica Úlcera venosa Úlcera arterial Edema Muy frecuente Poco frecuente Temperatura normal disminuida Color pigmentación ocre palidez Dolor leve severo Pulso arterial presente disminuido Pérdida de faneras ausente presente Considerar que la ausencia de dichas características así como topografías atípicas deben hacernos considerar la presencia de ulceras neoplásicas. Las mucosas deben valorarse sobretodo a nivel bucofaríngeo dado que la patología ocular determina en muchas ocasiones hiperemia conjuntival que nos falsea la existencia de una anemia. Las faneras deben ser examinadas en busca de signos carenciales y a nivel de las uñas descartar onicomicosis. El pelo se vuelve mas fino con la edad si bien en las mu- Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. • • • • jeres pueden aumentar el grosor y cantidad de vello en la cara. Cavidad bucal: los cambios típicos suelen ser el adelgazamiento del rojo de los labios, atrofia de la lengua, disminución de la función de las glándulas salivares, varicosidades en la superficie de la lengua, dientes secos, frágiles y manchados. Valorar el estado y la existencia de dientes. Si el paciente lleva dentadura postiza, se le retira y se examinan las encías a la vez que se comprueba el ajuste de la misma. Se examina con una linterna fijándonos en el color y se palpa toda la cavidad con un guante en busca de lesiones. Cuello: la presencia de bocio es un hallazgo frecuente en los ancianos y su estudio dependerá de la situación clínica del paciente. La presencia de un diámetro > de 43 cm en el hombre y > de 41 cm en la mujer son signos de riesgo para la presencia de apnea obstructiva del sueño. Linfoganglionar: la presencia de adenopatías a nivel del cuello nos debe hacer sospechar, en la mayoría de los casos, enfermedad maligna. Las adenopatías inguinales a deferencia de las del cuello no tienen relevancia clínica. Debemos descartar la presencia de un conglomerado de Troissier siendo este orientador a patología neoplásica digestiva. Pleuropulmonar: el sector extratorácico ya fue comentado. A nivel intratorácico debido a la osteoporosis, la altura de los cuerpos vertebrales disminuyen y produce cifosis, presente en el 70% de los pacientes mayores de 75 años. Además la calcificación de los cartílagos costales y la artrosis determinan un aumento de la rigidez de la caja torácica. Como consecuencia, el diámetro anteroposterior y transversal del tórax aumentan. Este aumento se inicia después de los 50 años en la mujer y de los 60 en el hombre y no implica enfisema pulmonar. Con el envejecimiento, el diafragma mantiene su masa muscular pero su dinámica se modifica. Al mismo tiempo la musculatura auxiliar sufre pérdida de tono. Estos cambios producen alteración de la elasticidad del tórax, que junto con la reducción de la fuerza muscular, conducen a trastornos de la ventilación y la perfusión. El patrón respiratorio se altera con la edad y el volumen de flujo respiratorio disminuye, mientras que la frecuencia respiratoria aumenta. En la mayoría de los individuos después de los 80 años la percusión pulmonar muestra un aumento sin indicar patología pulmonar. • Mamas: se debe realizar un examen detallado dado que el 45% de los carcinomas de mama se producen en este grupo de edades. Las mujeres ancianas pueden tener cambios tales como mamas de forma cilíndricas y retracción del pezón. Diferenciar a la palpación entre calcificaciones normales o patológicas no siempre es posible y ante la duda debemos recurrir a otros métodos diagnósticos. Cardiovascular A) Central: debido a las modificacio- nes de la caja torácica y a las patologías asociadas, la inspección y la palpación del área cardíaca pueden conducir a impresiones erróneas. La auscultación cardíaca no siempre es sencilla, las maniobras res- piratorias no siempre se pueden realizar y los focos auscultatorios suelen estar desplazados por los cambios del tórax. En la auscultación, el primer ruido puede ser de intensidad reducida debido a disfunción ventricular, un retraso en la conducción o por la presencia de enfisema. El segundo ruido aórtico se encuentra reforzado o desdoblado, principalmente si hay hipertensión arterial o bloqueo avanzado de rama izquierda. Debido al engrosamiento de la pared del ventrículo izquierdo con la edad, se puede auscultar un cuarto ruido en muchos ancianos normales, pero la auscultación de un tercer ruido siempre es patológica. La auscultación de soplos de eyección es común, principalmente aórticos, pero no necesariamente indican la presencia de patologías; estos se deben a la calcificación de los anillos fibrosos o a la ateroesclerosis, pero a veces son debidos a valvulopatías o endocarditis. Otras veces, por el contrario, los soplos patológicos son difíciles de identificar debido a las modificaciones de la caja torácica. Siempre se considera patológico la presencia de un soplo diastólico de regurgitación aórtica o un soplo holosistólico mitral. La extrasistolía se considera una constante frecuente en el anciano que no suele acompañarse de trastornos funcionales y no es significativa si es aislada, ocasional y asintomática. La presencia de una fibrilación auricular muchas veces deriva del examen físico dado que en muchas ocasiones es asintomática. B) Periférico: las arterias deben ser exploradas en su totalidad, bus- cando correlación clínica con cada una de ellas. Las carótidas deben ser palpadas y auscultadas para detectar la existencia de asimetrías en los pulsos o soplos suspendidos o transmitidos. Con frecuencia el latido carotídeo origina una onda “c” en el pulso venoso. Las arterias periféricas más afectadas son la femoral, poplítea y tibial posterior. El pulso pedio puede estar ausente en el 10% de los pacientes añosos pero la ausencia del tibial posterior siempre implica patología vascular. • Sector venoso: las venas yugulares ocasionalmente se observan engrosadas y tortuosas especialmente del lado izquierdo, sin implicar un hallazgo patológico. Desaparece con la inspiración profunda y ayuda al diagnóstico diferencial con la insuficiencia cardíaca. Una elevación unilateral del pulso yugular indica la presencia de una dilatación aórtica importante. Se deben observar los cambios de pulso venoso en relación con la respiración, ya que una obstrucción a nivel yugular puede dar una falsa imagen de presión venosa elevada. La presencia de RHY es un signo altamente específico de insuficiencia ventricular derecha descompensada. La presencia de pulso hepático nos orienta a la presencia de insuficiencia tricuspídea secundaria fundamentalmente a cor pulmonar. • Abdomen: la patología abdominal del paciente anciano no difiere mucho de la del adulto, pero lo que sí cambia notablemente es la expresión clínica, debido a las características del organismo envejecido. La clínica atípica del abdomen Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. O. López Locanto ARTÍCULO / REVISIÓN PARTE II. Valoración clínica del anciano. Examen físico (1) 31 O. López Locanto ARTÍCULO / REVISIÓN 32 agudo en el anciano puede conducir a diagnósticos erróneos o tardíos. Los procesos propios del envejecimiento pueden suprimir los signos físicos de enfermedad abdominal como el dolor, la hiperestesia cutánea, la rigidez o la contractura abdominal; pueden faltar, por lo tanto, los signos de irritación peritoneal. Generalmente existe un aumento del depósito de la grasa abdominal. La palpación y auscultación debe ser realizada sobre todo para descartar la presencia de aneurisma abdominal. En edades muy avanzadas la localización anatómica de los órganos intraabdominales se encuentra modificada. Así el borde hepático inferior puede palparse por debajo del reborde costal pero con un hígado de dimensiones normales. Esto se debe a la ptosis del órgano por laxitud de los ligamentos. Ante la constatación de cualquier masa abdominal se debe descartar la presencia de fecaloma o globo vesical, antes de someter al paciente a estudios innecesarios. El bazo involuciona con la edad y el hecho de palparlo siempre es patológico. Los puntos ureterales, pancreáticos y herniarios deben examinarse en forma sistemática. • Tacto rectal. Es mandatario en los ancianos, buscando no sólo la presencia de neoplasias sino también la impactación fecal. Asimismo su utilidad en el diagnóstico de patología prostática sigue siendo de gran importancia. Existe una variedad de incontinencia que ha sido considerada idiopática. En la exploración clínica se encuentra los músculos del esfínter externo relajados y distendidos, con ausencia de reflejo anal pero la sensación cutá- PARTE II. Valoración clínica del anciano. Examen físico (1) nea se mantiene, lo cual implica defecto de la neurona eferente. • Sistema musculoesquelético: el envejecimiento osteo–muscular determina aspectos clínicos particulares, específicos del anciano. Además, las patologías asociadas como osteoartritis y osteoporosis acentúan estos aspectos. La postura característica del anciano es con la mirada hacia abajo, cifosis dorsal, las rodillas en ligera flexión y abdomen abombado. En la mitad de los ancianos se observa una atrofia leve de los músculos pequeños interóseos dorsales y de la extremidad tenar de las manos, sin debilidad ni fasciculaciones. En los dedos, se observan frecuentemente los nódulos Heberden y Bouchard, evidencia de osteoartrosis crónica degenerativa. Hay tendencia a la disminución de la movilidad de la articulación coxofemoral y de la rodilla, presencia de crépitos al movilizar la rodilla y existe la tendencia al pie plano, hallux valgus y patología del antepie/retropie dolorosa. Se deben descartar signos fluxivos (choque rotuliano) y valorar el rango de movimiento articular sobretodo en las articulaciones de la muñeca y tobillo que son las que se relacionan con las actividades de la vida diaria. Es importante valorar la masa muscular, ya que el envejecimiento implica una pérdida muscular difusa. Se considera que la masa y la potencia muscular total disminuyen a razón de 1% anual desde la juventud. El músculo esquelético, en la octava década de la vida, completa una pérdida total del 30%. Una excesiva pérdida de masa muscular que imposibilita la mo- Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. vilización normal, implica un alto riesgo de caídas. Una forma práctica de valorar la fuerza muscular es solicitarle al paciente que apriete firmemente con su mano los dedos índice y medio del examinador. Cabe destacar en este punto la existencia de sistemas sencillos de medición de la fuerza muscular, como es el dinamómetro. Finalmente, dada la complejidad e importancia que merecen el examen neurológico y el de la movilidad, los publicaremos en el próximo número. Bibliografía 1) Fleg JL, Lakatta EG. Aging of the normal cardiovascular system. Geriatric Heart Disease. Littleton, Massachusetts;PSG Publishing Co., 1995 2) Fleming KC, et al. Practical functinal assessment of ederly persons: A primary care approach. Mayo Clin Proc. 1995:70: 890. 3) Lonergan ET, Geriatrics. Stanford: Appleton&Lange, 1996. 4) Salgado A, Guillén F, Ruipérez, Manual de Geriatría 3ª ed. Barcelona: Masson; 2002 ARTÍCULO / REVISIÓN Estado confusional agudo en el anciano Dr. Aldo Fierro Ex Profesor Adjunto de Clínica Médica Profesor Adjunto del Departamento de Geriatría De interés general A. Fierro Estado confusional agudo en el anciano 34 La población del Uruguay envejece, 17% tiene más de 60 años y 13% más de 65 años. Este grupo tiene características que lo diferencian del adulto joven. Estas características determinan que debamos realizar una evaluación diferente. La medicina geriátrica utiliza un instrumento que se denomina valoración geriátrica integral. Mediante esta valoración se evalúa el estado médico, social, funcional y mental del anciano y se detectan problemas que estadísticamente pasan desapercibidos en la evaluación médica tradicional. Estos problemas ponen al anciano en riesgo de deterioro funcional y muerte. El estado confusional agudo o delirium es un claro ejemplo, junto con la demencia, la depresión, los trastornos de la marcha, las caídas, la incontinencia, los trastornos del sueño y la polifarmacia; todos estos cuadros se denominan síndromes geriátricos. • Definición: el estado confusional agudo o delirium de acuerdo a la nomenclatura del DSM IV es una entidad clínica caracterizada por la presencia de alteraciones fluctuantes de la atención, conciencia y cognición que se manifies- ta preferentemente en individuos de edad avanzada. Criterios del DSM IV para el diagnóstico • Alteración de conciencia con disminución de la capacidad para centrar, dirigir o mantener la atención. • Cambio en las funciones cognitivas (déficit de memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una alteración perceptiva que no se explica por una demencia previa. • La alteración se presenta en un corto período, habitualmente en horas o días y tiende a fluctuar a lo largo del día. • Demostración a través de la historia, de la exploración física y de las pruebas de laboratorio, que la afectación es un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica, intoxicación, abstinencia de sustancias o múltiples etiologías. Es un síndrome de causa orgánica, en general plurietiológico. Si bien no es una entidad exclusiva, de los ancianos se ve con más frecuencia en este grupo de edades. No es raro que así sea, dado que para ins- Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. talar un estado confusional agudo es necesario tener factores predisponentes, facilitantes y precipitantes. Los factores predisponentes más importantes son la edad avanzada, el deterioro cognitivo previo, el antecedente de alcoholismo y haber presentado previamente un estado confusional agudo. Los factores facilitantes por sí solos no explican el estado confusional pero lo favorecen, incrementan su gravedad e incluso prolongan su curso. Son la pérdida de la visión y la audición, el dolor y la inmovilidad. Los factores precipitantes, son la etiología propiamente dicha y es de vital importancia su identificación para un correcto tratamiento. Realizando una adecuada investigación diagnóstica se puede identificar una o varias causas en el 80% de los casos. Causas precipitantes más frecuentes en el anciano – Infecciones: neumonía, infección urinaria. – Intoxicación o abstinencia a medicamentos con efectos en el SNC. – Abstinencia de alcohol. ARTÍCULO / REVISIÓN • Trastornos metabólicos e hidroelectrolíticos. • Enfermedades neurológicas. Para hacer el diagnóstico utilizamos el Confusional Asseement Method (CAM) que se adapta a los criterios del DSM IV. Tiene una sensibilidad de 94% y una especificidad de 100%. Incluye los siguientes criterios: 1. Inicio agudo y curso fluctuante. 2. Trastorno atencional. 3. Pensamiento desorganizado. 4. Alteración del nivel de conciencia. Deben estar presentes los criterios 1 y 2 más el criterio 3 y/o 4. Existen 3 tipos diferentes de presentación del estado confusional agudo de acuerdo al nivel de actividad psicomotora: 1. Hiperactivo: caracterizado por hiperactividad, agitación, alucinaciones e ideación delirante. Se da en un 15 – 25% de los casos y muchas veces es de más fácil diagnóstico por lo florido de la sintomatología. 2. Hipoactivo: caracterizado por hipoactividad, enlentecimiento psicomotor, bradipsiquia, enlentecimiento del lenguaje, apatía. Es la forma de presentación en 20 – 25% de los ancianos y es más frecuente que pase desapercibido; por lo que esta forma agrava el pronóstico. 3. Mixto: alternan la hiper e hipoactividad. Es la forma de presentación de 35 a 50% de los casos. Importancia del estado confusional agudo en ancianos Son muchos los factores que hacen de esta entidad clínica un tema de suma importancia: 1. Repercusión sobre el pronóstico vital. 2. Repercusión sobre el pronóstico funcional. 3. Relación de estado confusional agudo y demencia. 4. Relación de estado confusional agudo y depresión. 5. Forma de presentación de enfermedades en el anciano. 1. Repercusión sobre el pronóstico vital El estado confusional agudo se asocia a un aumento de la mortalidad entre 2 y 20 veces. Diversos estudios cifran la mortalidad hospitalaria entre 25 y 33%. Como lo demuestra el estudio realizado por Mc Cusker el estado confusional agudo es un marcador independiente de mortalidad a los doce meses en la población de mayores de 65 años. (Mc Cusker et al. Deliruim Predicts12 – month mortality Arch Inten Med 2002; 162: 457 – 463). 2. Repercusión sobre el pronóstico funcional La evaluación del estado funcional tiene una importancia fundamental en los ancianos. Se realiza mediante escalas que miden actividades de la vida diaria: instumentales IADL (uso del teléfono, compras, preparación de alimentos, cuidado de la casa, lavado de la ropa, uso de medios de transporte, manejo de la medicación, manejo de asuntos económicos) o básicas, ADL de menor complejidad (baño, vestido, uso del retrete, movilidad, continencia urinaria y fecal, alimentación). Una de las escalas más utilizadas en el paciente hospitalizado es la de Barthel que mide actividades básicas, mediante un puntaje que oscila entre 100 (independencia total) y 0 (dependencia total). Estudios que utilizan la escala de Barthel demuestran, la baja frecuencia de independencia previa en pacientes ancianos que desarrollaron estado confusional agudo durante la internación comparados con los que no lo desarrollaron. Hay también una elevada prevalencia de dependencia absoluta previa en los pacientes con delirium durante la internación, si se comparan con un grupo control. Estos datos hacen plantear que la dependencia absoluta sería un factor predictivo para su instalación. El estado confusional agudo durante la internación es un marcador de mala evolución a largo plazo relacionándose con mayor grado de dependencia, necesidad de cuidadores, institucionalización y reingreso hospitalario. 3. Relación entre estado confusional agudo y demencia Como se señaló anteriormente en este artículo uno de los factores predisponentes más importantes para instalar un delirium es el deterioro cognitivo previo. Es así que 40% de los pacientes dementes tienen delirium al ingresar al hospital. El problema se plantea con el diagnóstico diferencial entre estas dos entidades. De hecho un criterio de exclusión para diagnosticar una demencia (que previamente no estaba diagnosticada) es que el paciente esté cursando un estado confusional agudo. Este diagnóstico diferencial tiene una importancia fundamental por las implicancias terapéuticas y pronósticas de ambos cuadros. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. A. Fierro Estado confusional agudo en el anciano 35 ARTÍCULO / REVISIÓN Diagnóstico diferencial: DEMENCIA E.C.A Inicio Insidioso Agudo Curso Estable Fluctuante Conciencia Vigil Alterada Orientación Alterada Alterada Memoria Deterioro Deterioro Atención Déficit parcial Déficit grave Alucinaciones Baja frecuencia Frecuentes Si bien son cuadros clínicos diferentes, el estado confusional agudo no rara vez es el primer indicador de una demencia subyacente que si no se había diagnosticado previamente, no se puede diagnosticar si no han pasado 3 a 6 meses del inicio 4. Relación de depresión y estado confusional El problema se plantea con el diagnóstico diferencial entre el estado confusional agudo hipoactivo y la depresión en el anciano. Hasta el 42% de los ancianos hospitalizados con sospecha de depresión tienen un estado confusional agudo hipoactivo. (Farell KR et al. Arch Inter. Med. 1995). Estado confusional agudo en el anciano Esto explica que un paciente con deterioro cognitivo previo que cursa un cuadro infeccioso o metabólico puede presentarse como un estado confusional agudo. De los cuadros infecciosos el que se presenta con mayor frecuencia como estado confusional agudo es la neumonía. En un trabajo publicado el año 2005 en el que estudiamos la influencia de la edad en la forma de presentación de la neumonía adquirida en la comunidad, el estado confusional agudo se consignó en 14% de los mayores de 60 años y en 3% de los adultos de 15 a 59 años. La forma de presentación de la enfermedad como estado confusional agudo implica un elevado índice de sospecha y la necesidad de considerarlo como un síntoma con una o varias causas que debemos identificar. Tratamiento El tratamiento debe dividirse en tres aspectos principales: prevención, tratamiento de la enfermedad de base, y manejo sintomático del síndrome confusional agudo (general y farmacológico). A. Fierro Prevención 36 5. Forma de presentación de enfermedades Otra característica de los ancianos es la presentación atípica de las enfermedades. Esto quiere decir que los síntomas más habituales en los adultos jóvenes muchas veces no son los que se presentan en los ancianos. En esta población es frecuente que los síntomas no se refieran al aparato o sistema en que primariamente asienta la enfermedad, sino que traducen la repercusión sobre un aparato o sistema previamente debilitado. La utilización de protocolos estandarizados que se deben aplicar a los pacientes con más riesgo disminuye el número y la duración de los episodios de estado confusional agudo en ancianos. Hay trabajos clínicos en los que se intervino en seis factores de riesgo: déficit cognitivo, abstinencia de fármacos o sustancias, inmovilidad, déficit auditivo, déficit visual y deshidratación. Estas medidas incluyen la repetición de la fecha, el lugar donde se encuentra el paciente, orientación horaria, calendario visible, ilu- Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. minación y temperatura adecuadas, uso de correctores sensoriales (lentes y audífono), movilización adecuada, corrección de alteraciones hidroelectrolíticos y metabólicos. en todo enfermo geriátrico, especialmente en aquellos con factores de riesgo para el desarrollo de delirio, se debe minimizar o evitar el uso de drogas anticolinérgicas, sedantes y narcóticos, mantener una buena hidratación y oxigenación y tratar precozmente cualquier complicación médica. Es útil también contar con un manejo de enfermería cuidadoso y continuo, con un ambiente físico tranquilo y con elementos de orientación (reloj, calendario, etc.). La compañía de familiares es muy importante Una vez más resaltamos la necesidad de la valoración geriátrica integral para la detección del riesgo de instalación, detección del cuadro y tratamiento del anciano con estado confusional agudo. Tratamiento específico El tratamiento etiológico es el pilar del manejo del síndrome confusional agudo. Se recomienda tratar enérgicamente la enfermedad de base. Muchas veces el delirio no evoluciona en forma paralela a la patología desencadenante, sino demora más en resolverse. En lo posible se debe eliminar las drogas que pudieran producir delirio. Descartar privación de benzodiacepinas o alcohol. Tratamiento de soporte En relación al manejo sintomático, la mayoría de las veces las medidas no farmacológicas son suficientes. El tratamiento de soporte incluye asegurar una adecuada alimentación e hidratación y aporte de vitaminas. ARTÍCULO / REVISIÓN Estado confusional agudo en el anciano el delirio. Se debe recordar siempre el riesgo de efectos colaterales de los neurolépticos, principalmente parkinsonismo, temblor, acatisia y sindrome neuroléptico maligno. Otra alternativa de tratamiento es el uso de benzodiacepinas, que tienen mayor rapidez en el comienzo de acción (5 min), pero producen más sedación. Son el tratamiento de elección en caso de privación de sedantes y alcohol. Se recomienda el uso de BZD de vida media corta. El lorazepam se usa en dosis de 0,5–1 mg i.v. Para evaluar la progresión del enfermo es útil hacer una evaluación mental seriada (minimental test u otro, diariamente). Bibliografía – Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales 4º ed. Washington, Asociación Psiquiatría Americana 1994. 124– 55339 – 50. – Wacker P. Nunes Delirium una perspectiva histórica. P. Rev. Psiquiatría clínica. Vol. 32 Sao Paulo 2005. – González M. Valdés. Delirium la confusión de los clínicos. Rev. Méd Chile Vol..131 n.9 Santiago 2003. – Inouye SK, Van Dyck CH, Alessi CA. The Confusion Assessment Method. A new method for detection of delirium Ann Intern Med. 1990; 113 : 941 – 8. – Inouye SK. Bogardus ST. A multicomponet intervention to prevent delirium in hospitalized older patients N. England J. Med. 1999 ; 340 : 669 – 76. – Conclusión Ferreira A. Belletti G. Medicina Síndrome confusional agudo en pacientes internados (B. Aires) v. 64 n. 5. 2004. El delirio corresponde a un complejo sindrome con manifestaciones pleomórficas determinadas por enfermedades médicas agudas, drogas y enfermedades cerebrales crónicas subyacentes. Los pacientes mayores que desarrollan un sindrome confusional agudo generalmente tienen una alteración funcional de base y están en riesgo de sufrir un mayor deterioro en su independencia después de salir del hospital. Las alteraciones conductuales propias del delirio pueden ser manejadas farmacológicamente lográndose un buen control a corto plazo, pero no sabemos si ello va a mejorar el pronóstico a largo plazo. Este va a depender primariamente de la presencia o ausencia de una patología cerebral de base. – Lipowski ZK. Delirium in the elderly patient. N Eng. Med. 1989 ; 320 . 578 – 82 – Inouye SK. Viscolich CM. A predictive model for delirium in hospitalised.elderly medical patients based on admission characterstics. An. Intern. Med. 1993 , 119, 474 – 81. – Chávez Delgado ME, Virgen Enciso M. Delirium en ancianos hospitalizados. Rev. MED. Inst. Méx. Seguro SOC. 2007; 45 (4) 321 – 328. – Rouleau I, Salmon P, Butters N, Kennedy C & McGuire K; 1992). Quantitative and qualitative analyses of clock drawings in Alzheimer’s and Huntington’s Disease. Brain and Cognition 18, 75. Traducción del original: S. Dansilio. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. A. Fierro Se debe optimizar el cuidado intensivo de enfermería. Ayuda mucho para la orientación contar con un ambiente adecuado, lo más tranquilo posible, amigable, sin estímulos excesivos, con ruidos suaves e iluminación adecuada. Es bueno que tengan objetos conocidos en su pieza (fotos de familiares, adornos, etc.). No es favorable reunir en la misma sala a dos enfermos con delirio, pues se van a potenciar entre uno y otro. Se recomienda también corregir problemas de visión y audición con lentes y audífonos adecuados. Evitar la contención física, pues solo se logra aumentar la agresividad. Es preferible el uso de cuidadoras que acompañen, tranquilicen y reorienten al paciente. Además se debe complementar el manejo con apoyo psicosocial, de terapia ocupacional y orientación por la trabajadora social. Se debe preparar el ambiente para el alta y decidir con cautela si se requerirá institucionalización. Si el enfermo está severamente agitado se puede utilizar medidas farmacológicas como haloperidol en la menor dosis posible. La idea es usar esta droga por el menor tiempo posible y suspenderla una vez tratada la enfermedad orgánica descompensante. Se recomienda comenzar con dosis de 0,5 mg i.m. y repetir cada 1/2 hora doblando la dosis anterior, hasta lograr controlar la agitación (el comienzo de acción de la droga es 10– 30 min post administración i.m.). Al día siguiente se dará vía oral la mitad del total de la dosis de impregnación, y se mantendrá hasta que pase 37 INTERÉS GENERAL Valoración Geriátrica Integral en la UME Dra. Alejandra Ferrari Médica Geriatra. Ex Asistente del Departamento de Geriatría. Coordinadora de la UME y Jefe Médico del Hospital Centro Geriátrico «Dr. Luis Piñeyro del Campo» De interés general Valoración Geriátrica Integral en la Unidad de Media Estancia 2. Lograr la adaptación del usuario y familiar a la nueva situación trabajando la autoestima. 3. Capacitar al familiar para alcanzar un buen manejo al alta. 4. Asesorar acerca de las barreras arquitectónicas de su vivienda y en caso de ser necesario realizar adaptaciones. 5. Asegurar la continuidad de la atención y rehabilitación cuando retorne a su domicilio, coordinando con los recursos comunitarios y realizando un seguimiento al alta. A. Ferrari INSALUD define la Unidad de Media Estancia (UME) como el nivel asistencial geriátrico destinado a recuperar funciones, actividades o secuelas, alteradas como resultados de procesos médicos, quirúrgicos o traumatológicos. En estas unidades se realiza el proceso de rehabilitación integral que abarca las primeras etapas de la recuperación funcional. La Unidad tiene los siguientes objetivos: 1. Obtener la mayor independencia posible del usuario en el tiempo de internación previsto. 38 Figura 1. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. Cumpliendo con estos objetivos se pretende lograr la reinserción exitosa del usuario en comunidad a través de una internación con mayor impacto en la capacidad funcional y con un menor costo que en un hospital de agudos. El trabajo se basa en un equipo interdisciplinario cuyo centro es el usuario y el cuidador (figura 1). Está integrado por Geriatra, Fisiatra, Psiquiatra, Psicóloga, Fisioterapeutas, Licenciada en Trabajo Social, Terapeuta ocupacional, Fonoaudióloga, Licenciadas en Enfermería, Auxiliares de Enfermería, Podóloga y Nutricionista. Es necesario seleccionar los pacientes estableciendo criterios de ingreso que aseguren una correcta utilización de la unidad: 1. Edad mayor a 60 años. 2. Presentar potencial rehabilitador. 3. No presentar patología aguda o que contraindique la rehabilitación, ni presentar patología mental que la impida. 4. Tener lugar de retorno y cuidador que se haga responsable y concurra a capacitarse. En cuadro 1 se esquematizan los criterios de ingreso exigidos en la Valoración Geriátrica Integral en la UME ADMINISTRATIVOS: • Mayor de 60 años usuario del MSP, procedente de UE que se haya realizado acuerdo • Consentimiento Informado firmado • Compromiso/contrato firmado por el familiar SOCIALES: • Medio socioeconómico continente en la comunidad • Poseer un familiar o cuidador responsable dispuesto a entrenarse y hacerse cargo del paciente al alta FUNCIONALES: • Potencial rehabilitador • Estado funcional previo • Patología causante y comorbilidad • Tiempo de evolución MENTALES: • No presentar patologías mentales que impidan la rehabilitación • Demencia moderada a severa • Delirium • Depresión grave • Trastornos graves de la personalidad • Trastornos de conducta MÉDICOS • No presentar patología médica crónica descompensada o aguda que contraindique o impida la rehabilitación UME del Hospital Centro Geriátrico «Dr. Luis Piñeyro del Campo». Dicha unidad, es la primer UME Geriátrica en Uruguay y funciona desde el año 2007. De acuerdo a nuestra experiencia, que no difiere de la de otros centros, es esencial que la evaluación previa al ingreso sea realizada por un Equipo Geriátrico Básico integrado por Geriatra, Asistente Social y Licenciada en Enfermería que dependa de la UME o del centro al que pertenece. Este equipo que constituye la Unidad de Valoración Geriátrica (UVG) concurre a valorar al paciente al lugar donde éste se encuentre para verificar que cumpla con los criterios exigidos. Se hace hincapié en el potencial Cuadro 2. Índice de Barthel modificado (SHAH. J Clin Epidemiol 1989,42: 703-709) BAÑO 5. Independiente 4. Supervisión 3. Ayuda ocasional (transferencias, lavado, secado...) 1. Dependencia total. VESTIDO 10. Independiente 8. Mínima Ayuda 5. Ayuda para poner o quitar la ropa 1. Gran Ayuda (colabora algo) 0. Dependencia total ASEO (higiene corporal) 5. Independiente 4. Mínima ayuda 3. Ayuda moderada. 1. Ayuda continua 0. Dependencia total IR AL RETRETE 10. Independiente 8. Supervisión 5. Moderada ayuda (alguna tarea) 2. Continua ayuda 0. Dependencia total DEAMBULACIÓN 15. Independiente 12. Supervisión continua o no camina > 50 m. 8. Ayuda de una persona (ocasional) 3. Ayuda continua (colabora algo) 0. Ayuda de 2 personas (no colabora) TRASLADO SILLÓN–CAMA 15. Independiente 12. Supervisión 8. Ayuda ocasional: 1 persona 3. Ayuda continua (colabora algo) 0. Ayuda de 2 personas (no colabora) ESCALERAS 10. Independiente (al menos 1 piso) 8. Supervisión ocasional 5. Supervisión continua o ayuda ocasional 2. Ayuda continua 0. Incapaz de subir escaleras MICCIÓN 10. Continente e Independiente (bolsa o ayuda) 8.Incontinencia ocasional (>l/dia) 5. Incontinencia nocturna o ayuda con bolsa, pañal, 2. Incontinente día y noche (colabora algo) 0. Incontinente y dependiente: sonda vesical. DEPOSICIÓN 10. Continente e independiente 8. Incontinencia ocasional (1/sem.) o superv. Enemas 5. Incontinencia frecuente, se limpia solo, ayuda pañal 2. Incontinencia frecuente, colabora algo 0. Incontinencia y dependencia total ALIMENTACIÓN 10. Independiente 8. Mínima ayuda, independiente si se prepara bandeja 5. Come solo con supervisión 2. Ayuda de otra persona (puede comer algo) 0. Dependiente o SNG Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. A. Ferrari Cuadro 1. Criterios ingreso Hospital Centro Geriátrico Dr. Luis Piñeyro del Campo INTERÉS GENERAL 39 INTERÉS GENERAL rehabilitador, teniendo en cuenta la causa, tiempo y magnitud de la pérdida de la capacidad funcional; comorbilidad; patología mental y soporte social. Una vez cumplidos los requisitos exigidos se realiza el ingreso. Al ingreso en la UME se realiza una valoración multidimensional profundizándose los aspectos previamente evaluados por la UVG. La valoración de la capacidad funcional, se efectúa utilizando el índice de Barthel modificado por Shah, cuadro 2, lo que permite evaluar cambios más sutiles de la capacidad funcional. Se realiza la valoración médica y si es necesario se ajustan tratamientos en vistas a lograr compensación de patología crónica. Se realiza valoración cognitiva y afectiva y se trabaja en expectativas, adaptación y colaboración en el proceso del usuario y su familia. Se completa valoración social planificando el alta desde el ingreso Se establecen objetivos escalonados y un plan de rehabilitación, Se evalúa la ganancia funcional sema- Valoración Geriátrica Integral en la UME nal, la carga de trabajo tolerada y momento en que se logran cumplir los objetivos y/o se llega a una etapa de meseta (ausencia de ganancia funcional) lo cual permite establecer la fecha de alta. Se trabaja con el familiar haciendo la devolución de la evolución, talleres e instancias prácticas, visita domiciliaria en caso de que ésta se amerite, preparación del alta y orientación en el uso de recursos comunitarios. Se realiza coordinación con RAP (Red de Atención Primaria de ASSE) o con el centro de referencia que se disponga para asegurar la continuidad de asistencia. En caso que sea necesario continuar con rehabilitación se coordina con centros de rehabilitación ambulatoria Se deben evaluar los resultados funcionales, a través de la ganancia funcional, el índice de Heimemann y la eficiencia, así como el tiempo de internación, la satisfacción del usuario y familiar y la reinserción en comunidad. Bibliografía 1. Ávila Tato R, Vázquez Rodríguez E, Baztán Cortés JJ. Unidades de media estancia geriátrica: perspectiva histórica, parámetros de funcionamiento y dilemas actuales. Rev Esp Geriatr Gerontol 2000; 35(supl.6):3–14. 2. Baztán JJ, Domenech JR, González M, Forcano S, Morales C, Ruipérez I. Ganancia funcional y estancia hospitalaria en la unidad geriátrica de media estancia del Hospital Central De Cruz Roja De Madrid. Rev Esp Salud Pública 2004; 78(3):355–366. 3. Miralles R, Esperanza A, Vázquez O. Valoración geriátrica en el hospital: unidades de postagudos. Rev Mult Gerontol 2005; 15(1):30–35. 4. Sánchez Ferrín P. Unidades de Convalecencia. Rev Mult Gerontol 2005; 15 (1):13–15. 5. Shah S, Vanclay F, Cooper B. Improving the sensitivity of the Barthel Index for stroke rehabilitation. J Clin Epidemiol 1989; 42(8):703– 709. 6. Solano Jaurrieta JJ, Baztán Cortés JJ, Hornillos Calvo M, Carbonell Collar A, Tardón García A. Grupos de utilización de recursos en unidades de agudos y media estancia de servicios de geriatría. Rev. Esp. Salud Pública 2001; 75(3):249–262. 7. Valderrama Gama E, Baztán Cortés JJ, Molpeceres García del Pozo J, Pérez Muñoz J, Fernández Adarve M, Isach Comallonga M. Evaluación de la mejoría funcional y la estancia en una unidad de rehabilitación geriátrica. Rev Esp Geriatr Gerontol 1997; 32(4):200–206. 8. Valderrama Gama E, Baztán Cortés JJ, Pérez del Molino Martín J. Eficiencia de la mejoría funcional obtenida en una unidad de media estancia o convalecencia. Rev Esp Geriatr Ge- A. Ferrari rontol 1997; 32(3):139–143. 40 Formas de contacto Dirección electrónica: [email protected] Presidencia: Dra. Virginia García. Página web: www.sugg.com.uy Dirección: Lalleman 1666. Listas de Correo Teléfono: (598–2) 619 9834 http://ar.groups.yahoo.com/group/gerur Montevideo, Uruguay. [email protected] Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. Crónica del IV Congreso Uruguayo de Gerontología y Geriatría Como anunciáramos en nuestra anterior edición, se desarrolló el 4º Congreso Uruguayo de Gerontología y Geriatría Encuentro Interdepartamental de G y G y Foro Regional sobre envejecimiento activo en el mes de abril en la ciudad de Montevideo. Con la presencia de congresistas de diversos países (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Colombia, México, Guatemala, entre otros) y más de cuatrocientos inscriptos se abordaron las diversas mesas redondas, conferencias, cursos, permitiendo la actualización y el abordaje multi e interdisciplinario de los diversos temas propuestos. Entre los trabajos científicos presentados se otorgaron dos primeros premios: • UME DEL HOSPITAL – CENTRO GERIÁTRICO «Dr. Luis Piñeyro del Campo» Primera Unidad de Media Estancia y Convalescencia del Uruguay Autores: Ferrari A, Savio I, Lucero R, Sappia D, Talice A, Ganerglus Y, Souteras M, Parma A, Brit P, Ferraro G. • Valoración clinica y por spect cerebral en ancianos con depresión Autores: López O, Araujo N, Ferrando R, González S, Lang V, Vaz V, Villamor H. En la foto la mesa inaugural del Congreso de izquierda a derecha: Dr. Aldo Fierro (Comité Científico), Dr. Fernando Gómez (Colombia, presidente del COMLAT de la IAGG), Dra. Virginia García (Pte. de la SUGG), Dra. Ma. Cristina Muguerza (Pte. del Congreso), Dr. Felipe Schelotto (Decano Facultad de Medicina), Lic. Alicia Cabrera (Decana Facultad Enfermería) y Dra. Doris Baccino (Secretaria del Congreso) ESCALAS / TEST CLÍNICOS PARTE III. De interés en la práctica diaria Escalas de Valoración Geriátrica Test del informador sobre deterioro cognitivo Jorm AF, Jacomb PA. The Informant Questionnaire on Cognitive Decline in the Elderly (IQCODE): socio-demographic correlates, reliability, validity and some forms. Psychol Med 1989; Pregunta a realizar Capacidad para reconocer las caras de sus allegados más intimos (parientes, amigos) Capacidad para recordar los nombres de esas mismas personas Recordar las cosas de esas personas (dónde viven, de qué viven, cuándo es su cumpleaños...) Recordar cosas que han ocurrido recientemente, en los últimos 2 o 3 meses, tanto noticias como cosas suyas o de sus familiares 19(4): 1015-22. Este test se hace a un informador fidedigno del estado y evolución del enfermo y debe comparar el estado actual del paciente con el que tenía 10 años antes valorando los cambios Cada respuesta se puntúa según los siguientes criterios: Recordar lo que se habló en una conversación mantenida unos días antes Olvidar lo que ha dicho unos minutos antes, pararse a la mitad de una frase y no saber qué iba a decir, repetir lo que ha dicho un rato antes Recordar su propia dirección o su número de teléfono Recordar la fecha en que vive Conocer sitio exacto de armarios de su casa y dónde se guardan las cosas Información general Saber dónde se pone una cosa que ha encontrado desordenada 42 Puntuación según la mejoría Adaptarse a la situación cuando su rutina diaria se ve alterada (ir de visita, alguna celebración, ir de vacaciones) Mejoría Puntuación Ha mejorado mucho 1 punto Ha mejorado un poco 2 puntos Apenas ha cambiado 3 puntos Capacidad para aprender a manejar un aparato nuevo (lavadora, radio, secador de pelo, etc.) Ha empeorado un poco 4 puntos Recordar las cosas que han sucedido recientemente (en general) Ha empeorado mucho 5 puntos Aprender cosas nuevas (en general) Saber manejar los aparatos de la casa (teléfono, automóvil, lavadora, maquinilla de afeitar, etc.) Capacidad para recordar cosas ocurridas o que aprendió cuando era joven Comprender el significado de palabras poco corrientes (del periódico, televisión, conversación) Entender artículos de periódicos o revistas en los que está interesado Seguir una historia en un libro, la prensa, el cine, la radio o la televisión Redactar cartas a parientes o amigos o cartas de negocios Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. Puntuación ESCALAS / TEST CLÍNICOS PARTE III. Recordar gentes y hechos históricos del pasado (la guerra civil, la república, etc.) Tomar decisiones tanto en cuestiones cotidianas (qué traje ponerse, qué comida preparar) como en asuntos a más largo plazo (dónde ir de vacaciones o invertir dinero) Manejar asuntos financieros (cobrar la pensión, pagar la renta o los impuestos, tratar con el banco) Criterios del National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke – Alzheimer’s Disease and Related Disorders Association (NINCDS–ADRDA) Manejar otros problemas aritméticos cotidianos (tiempo entre visitas de parientes, cuánta comida comprar y preparar, especialmente si hay invitados) ¿Cree que su inteligencia (en general) ha cambiado en algo durante los últimos 10 años? TOTAL: Hasta 78 puntos: normal. 130 puntos: máximo deterioro. Criterios DSM–IV para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer A Desarrollo de deficiencia cognitiva múltiple, manifestada por A.1. Alteración de memoria (aprender nueva información y evocar la ya aprendida), y A.2. Una o más de las siguientes alteraciones cognitivas: Afasia / Apraxia / Agnosia / Alteración de funciones ejecutivas B Las alteraciones previas representan un deterioro con respecto a las capacidades previas del paciente, y producen dificultades significativas en las funciones ocupacional y social. C La evolución se caracteriza por instauración gradual y deterioro cognitivo continuo. D Las alteraciones expresadas en A.1 y A.2 no se deben a lo siguiente: D.1. Otros trastornos del sistema nervioso central que puedan ocasionar deterioro progresivo de la memoria y de otras funciones cognitivas (por ej. enfermedad cerebrovascular, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington, hematoma subdural, hidrocefalia de presión normal, tumor cerebral). D.2. Trastornos sistémicos que pueden ocasionar demencia (por ej. hipotiroidismo, deficiencia de vitamina B12, ácido fólico, niacina, hipercalcemia, neurosífilis, SIDA). D.3. Intoxicaciones. E Las alteraciones no ocurren únicamente durante un síndrome confusional agudo. F El trastorno no es atribuible a una alteración psiquiátrica que pudiera justificar las manifestaciones, como por ejemplo una depresión mayor o una esquizofrenia. American Psychiatric Association. Diagnostic and statistical manual of mental disorders. 4th edition. Washington DC, 1994. A. Criterios de EA posible 1. Demencia con variaciones en su inicio, en la presentación o en el curso clínico no usuales en la EA pero para la que no hay una explicación alternativa. 2. En presencia de un trastorno secundario sistémico o cerebral capaz de producir demencia pero que no es considerado causa de la demencia del enfermo. 3. Cuando existe un déficit gradual progresivo de las funciones cognitivas. B. Criterios de EA probable 1. Déficit cognitivo demostrado por examen clínico y avalado con tests y escalas validados. 2. Déficit en dos o más áreas cognitivas como memoria, juicio o cálculo. 3. Empeoramiento progresivo de la memoria y otras funciones cognitivas. 4. Ausencia de trastornos de la consciencia como el delirium. 5. Inicio entre los 40 y 90 años. 6. Sin evidencia de otras enfermedades cerebrales o sistémicas que pudiesen justificar el cuadro. Apoyan el diagnóstico de EA probable 1. Presencia de afasia, apraxia, agnosia. 2. Alteración de patrones de conducta e incapacidad para realizar tareas cotidianas. 3. Historia familiar de EA. 4. Exámenes complementarios: examen del líquido cefalorraquídeo (LCR) normal, enlentecimiento inespecífico o normalidad en Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. Información general Manejar dinero para la compra (cuánto dinero dar, calcular el cambio) 43 ESCALAS / TEST CLÍNICOS Criterios para el diagnóstico de delirium debido a múltiples etiologías Escala Confusion Assessment Method (CAM) – Inouye S.K. Clarifyin confusion: The confusion as- A. Alteración de la conciencia (p. ej., disminución de la capacidad de prestar atención al entorno) con reducción de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. B. Cambio en las funciones cognoscitivas (como deterioro de la memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una alteración perceptiva que no se explica por una demencia previa o en desarrollo. C. La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a fluctuar a lo largo del día. D. Demostración, a través de la historia, de la exploración física o de las pruebas de laboratorio, de que el delirium tiene más de una etiología (p. ej., más de una enfermedad médica, una enfermedad médica más una intoxicación por sustancias o por efectos secundarios de los medicamentos). Información general el electroencefalograma (EEG), y signos de atrofia cerebral progresiva en estudios seriados de tomografía axial computadorizada (TC) cerebral. C. Criterios de EA definitiva Criterios de EA probable acompañados de confirmación histopatológica. PARTE III. 44 Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. sessment method. A new method for detection of delirium. Ann Intern Med 1990, 113; 941 - 948. Herramienta de hetero-evaluación utilizada para diagnosticar delirium, muy simple y rápida de realizar, contestando si la característica está presente en el paciente. 1. Comienzo agudo y curso fluctuante ¿Existe evidencia de algún cambio agudo en el estado mental con respecto al basal del paciente? ¿La conducta anormal fluctúa durante el día, alternando períodos normales con estados de confusión de severidad variable? 2. Desatención ¿Tuvo el paciente dificultad en enfocar la atención, por ejemplo estuvo distraido o perdió en algún momento el hilo de lo que estaba diciendo? 3. Pensamiento desorganizado ¿Tuvo el paciente pensamientos incoherentes, o mantuvo una conversación irrelevante, poco lógica o con ideas poco claras; o inexplicablemente cambió de tema de conversación? 4. Alteración de conciencia Observando al paciente, se considera normal al estado ALERTA. Estados anormales: VIGILANTE (hiperalerta, muy sensible a estimulos ambientales) SOMNOLIENTO (Fácilmente despertable) ESTUPOROSO (Difícil de despertar) COMA (Imposible de despertar) DELIRIUM: características 1 y 2 más 3 o 4. Enlaces de Interés • • • • • • • • Demencias.com http://www.demencias.com Sociedad Española de Medicina Geriátrica http://www.semeg.es Sociedad Española de Enfemería Geriátrico y Gerontológica http://www.arrakis.es/~seegg/ Portal MAYORES del IMSERSO http://www.imsersomayores.csic.es/ International Association of Gerontology (IAG) http://www.iagg.com.br Agency for Health Care Policy and Research http://www.ahcpr.gov Alzheimer online http://www.alzheimer-online.org/ Red Latinoamericana de Gerontología http://www.gerontologia.org Eventos de interés • 1º Octubre Día Internacional del Adulto Mayor Establecido por Naciones Unidas en 1990. Este día se conmemora en todo el mundo de muy diversas formas y favorece la toma de conciencia sobre el valor de la prolongación de la vida y de los beneficios que de ella se pueden alcanzar para vivir un mundo cada vez más armónico y justo. • XI Congreso Uruguayo de Medicina Intensiva, VII Congreso Uruguayo de Enfermería Intensiva y IV Encuentro de Medicina Intensiva del MERCOSUR, organizados por la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva y que se realizarán del 7 al 10 de Noviembre de 2009 en el Radisson Victoria Plaza Hotel de Montevideo. Auspicia la SUGG. Secretaría PERSONAS, Plaza Independencia 831 Of. 808, Tel. 900 58 28 Fax. 902 42 64 E-mail: [email protected] • 38º Congreso Nacional de Medicina Interna y 14º Jornadas de Enfermería, organizadas por la Sociedad de Medicina Interna del Uruguay, que se llevarán a cabo del 4 al 6 de noviembre de 2009, en el Centro de Convenciones de la Intendencia Municipal de Montevideo. Auspicia la SUGG. Secretaría PERSONAS, Plaza Independencia 831 Of. 808, Tel. 900 58 28 Fax. 902 42 64 E-mail: [email protected] • V Congreso Latinoamericano de Cuidados Paliativos, VIII Congreso Argentino de Medicina y Cuidados Paliativos Marzo 15-18, 2010 Buenos Aires, Argentina Este Congreso tiene como lema “Educar para cuidar, Cuidar para aprender” comprendiendo a los Cuidados Paliativos como un continuo proceso de enseñanza-aprendizaje entre los que cuidan y quienes son cuidados. www.vcongresoalcp.org 45 ISSN: 1688–5198 Título–clave: Carta geriátrico gerontológica (Montevideo) Título–clave abreviado: Carta geriátr. gerontol. (Montev.) Edición, diseño: Daniel Pereira 099 469446 | [email protected] Impresión: Iconoprint. Depósito legal: 345.537/09 Impreso en Montevideo, Uruguay Distribución gratuita. Material sin valor comercial. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. 1er. Curso de Formación Básica en Gerontología Organizan: Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría y Departamento de Geriatría de la Facultad de Medicina. Auspicia: Comité Latinoamericano de la IAGG (International Association of Gerontology and Geriatrics). Coordina y Dirige: Prof. Adj. Psic. Ana Charamelo. Carga horaria: 80 horas distribuidas 4 horas. Jueves de 17:30 a 21:30, a partir del 20 de agosto al 17 de diciembre de 2009. Lugar: Salón de actos del Laboratorio BIOCARE, Colonia y Beisso Inscripciones: de 8:30 a 12:30, teléfono 4801012. Fundamentación 46 Uruguay es uno de los países más envejecidos de América. Un 17% de su población es mayor de 60 años. Las proyecciones demográficas indican que este fenómeno se irá acentuando en los próximos años, a causa del aumento de los mayores de 75 años, produciéndose otro fenómeno que es el “envejecimiento del envejecimiento”. Se estima que los mayores de 60 años serán el 40% de la población para el año 2025. El envejecimiento poblacional considerado un éxito sanitario en países del primer mundo, en el nuestro está lejos de ser un logro del progreso social del país: ha sido identificado como una de las principales causas de la crisis del sistema de salud debido al consumo exagerado de servicios, al alto costo y a la falta de recursos humanos calificados y suficientes en esta área. En este contexto es que la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría, junto al Departamento de Geriatría de la Facultad de Medicina lanzan el este Curso, dirigido a técnicos y profesionales que asisten adultos mayores en diversos contextos y que no han tenido oportunidades de formación específica en los temas relacionados a la vejez y el envejecimiento. El objetivo principal del mismo es formar, optimizar y cualificar recursos humanos en esta área. Programa Módulo I. Introducción a la Gerontología 1. Concepto de Gerontología. Objetos de estudio. 2. Gerontología y sus ramas. 3. Gerontología y Geriatría. 4. Concepto de vejez, envejecimiento. Denominaciones del adulto mayor. 5. Antropología de la vejez. 6. Teorías psicológicas del envejecimiento. Psicología de la vejez. 7. Teorías sociales del envejecimiento. Sociología del envejecimiento. 8. Teorías biológicas del envejecimiento. 9. La imagen social de la vejez. Mitos y estereotipos negativos en relación al envejecimiento. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. Módulo II. Demografía 1. Aspectos demográficos del Uruguay y América Latina. 2. Transición demográfica, Cambios en la pirámide poblacional. 3. Impacto social y sanitario de una población que envejece. Módulo III. La producción de conocimiento en gerontología 1. Investigación y diseños de investigación cuantitativa y cualitativa. 2. Producción de conocimiento a través de la intervención. 3. Presentación y publicación de trabajos científicos. La universalización de la experiencia y el conocimiento. 4. La formación de recursos humanos especializados en Gerontología. Módulo IV. Salud y envejecimiento 1. Tipología de ancianos. Autonomía y vulnerabilidad. 2. La dependencia y su prevención. Atención Primaria de Salud. 3. Valoración geriátrica integral. 4. Síndromes geriátricos. 5. Nutrición. Valoración. Prevención 6. Salud bucal. Gerodontología. 7. Servicios Asistenciales Continuos. UGA–UME–Hospital de Día, Servicios de atención domiciliaria. 8. Cuidados al final de la vida. 9. La multidisciplina. El equipo multidisciplinario. Módulo V. Intervención gerontológica 1. La educación en la vejez. 2. Programas intergeneracionales. 3. Aprovechamiento del tiempo libre. 4. La Importancia del ejercicio físico. 5. Sexualidad en la tercera edad. 6. Envejecimiento exitoso y calidad de vida. 7. Servicios comunitarios para adultos mayores. 8. Políticas sociosanitarias en relación a la vejez. 9. Derechos de los adultos mayores. 10. Directrices anticipadas. 11. El licenciado en Enfermería como “gestor de casos”. Docentes participantes: Dra. Virginia García. Médico Geriatra. Presidente de la SUGG. Lic. Psic. Ana Charamelo. Máster en Gerontología Social de UAM. Prof. Adj. del Depto. de Geriatría. Curso de Formación de Docentes en Gerontología de América Latina del COMLAT-OPS. Dr. Susumo Nisisaki. Profesor de la Cátedra de Prótesis Completa de la Facultad de Odontología y Director del Postgrado en Gerodontología. Dra. Ana Kmaid. Médico Internista y Geriatra. Prof. Adj. del Dpto. de Geriatría. Curso de Docente de la Academia Latinoamérica de Medicina del Adulto Mayor y COMLAT. Lic. Psic. Rosario Tuzzo. Prof. Agda. y Directora de Psicología de la EUTM, Master en Gerontología Social de la UAM. Curso de Formación de Docentes en Gerontología de América Latina del COMLAT-OPS. Lic. Soc. Ricardo Alberti. Integrante de PRONAM-MSP y del equipo técnico del Programa de Gerontología Social de UCUDAL. Dr. Aldo Fierro. Médico Internista y Geriatra Prof. Adj. del Depto. de Geriatría, Ex Prof. Adj. de Clínica Medica “A” Dr. Salveraglio. Lic. Psic. Sylvia Korostki. Master en Gerontología Social de UAM e integrante del Programa de Gerontología Social de UCUDAL. Lic. Psic. Rita Amaral. Asistente del Servicio de Vejez de la Facultad de Psicología. Master en curso de Psicogerontología en la Universidad Maimónides de Bs.As. Dr. Aldo Sgaravatti. Médico. Asistente del Depto. de Geriatría. Lic. Ciencias Políticas Soledad Rodríguez. Integrante del Equipo Técnico del Programa de Gerontología Social UCUDAL. Lic. Trab. Social Carmen Amaral, Integrante del Equipo Técnico del Depto. de Geriatría. Dr. Oscar López Locanto. Médico Internista y Geriatra Ex Asistente del Depto de Geriatría. Ex Asistente de Clínica Médica. Curso de Docente de la Academia Latinoamérica de Medicina del Adulto Mayor y COMLAT. Lic. Trab. Social Darío Vallejo. Red de Envejecimiento y Vejez de la UDELAR. Docente del Programa APEX, Sub Programa Adultos Mayores. Lic. Psic. Eva Levi. Sexóloga, Integrante de la Sociedad Uruguaya de Sexología. Prof. Dr. Andrés Flores Colombino. Médico Psiquiatra y Geriatra Experto en Sexología. Presidente de la Soc. Uruguaya de Sexología. Integrante de la SUGG. Dra. Graciela Acosta. Médica Oncóloga y Geriatra. Docente Colaboradora Honoraria del Depto de Geriatría. Secretaria de la SUGG. Lic. Nut. Marina Moirano. Prof. Adj. de la Escuela de Nutrición y Dietética. Docente en Apex . Dr. Clever Nieto. Médico Geriatra. Miembro de la SUGG. Council de IAGG para Uruguay. Director del Área Biológica de COMLAT. Dr. Fernando Botta. Médico Geriatra. Integrante del Comité Directivo de la SUGG. Director de la Revista “Carta Geriátrico-Gerontológica”. Especialista en Gestión de Servicios de Salud. Lic. Virginia Aquino. Prof. Adj. De la Cátedra de Adulto y Anciano. Coordinadora del Postgrado Atención Geronto–Geriátrica de la Facultad de Enfermería de UDELAR. Lic. Marianela Perdomo. Asistente de la Cátedra de Adulto y Anciano de la Facultad de Enfermeria de UDELAR. Carta Geriátrico Gerontológica 2009; 2(2): 25–48. 47