7-5-13.- PUEDO INFORMA Nota informativa estatal de PUEDO. CARBALLEDA NO CUMPLE.El Presidente del Consejo General de la ONCE, persona omnipresente en todos los eventos cuantos haya en nuestro entorno social, llenando con su imagen personalísima todos los ámbitos de la Institución, como bien puede verse mes a mes, por ejemplo, en la revista interna “Así somos”, marcando un culto a su personalidad egolátrica totalmente incompatible con la idea de una organización moderna y con un criterio de trabajo en equipo; sí, ese mismo presidente ha sido incapaz de acudir al Congreso de los Diputados, concretamente a la Comisión de Políticas Integrales de la Discapacidad, a una comparecencia solicitada por los tres grupos con mayor voto de los representados en la Cámara: IU, PSOE y PP. Naturalmente, fue sustituido por el Secretario General Rafael De Lorenzo quien presume del perfil técnico de su cargo, pero que al final es siempre el que ejerce la representación política real de la ONCE ante los poderes públicos. Sin duda, por la incompetencia de aquellos a quien corresponde hacerlo (Presidente, Vicepresidente primero, Vicepresidenta segunda, Director General, etc.) En todo caso, la comparecencia parlamentaria del pasado 24 de abril en la citada Comisión es un buen síntoma de la situación política existente dentro y fuera de la Entidad. La intervención del Secretario General de la ONCE supuso un discurso viejo y cínico, que salvo citas puntuales, podría haber sido hecho hace veinte años. Eso sí, ocultando las graves contradicciones del momento actual que vive la Organización. - Carencia de pluralismo político. - Deterioro del proyecto de servicios sociales. - Precariedad y difícil acceso a nuevos empleos. - Sueldos directivos descomunales y opacos. - Y falta de iniciativa comercial efectiva. De cualquier forma, tuvo De Lorenzo algún renuncio considerable: - Mientras se agarró a la crisis del 2008 como clavo ardiendo para explicar la baja en las ventas, cuando tuvo que justificar las subvenciones directas del Estado, situó el comienzo de la caída comercial en el año 2000, nada menos que ocho años antes de la crisis. - Solo citó el salario base promedio de los vendedores senior de la ONCE como información de las retribuciones que se aplican en la Entidad, pero sin mención de los contratos junior, por abajo, ni de los emolumentos de directivos, por arriba, ni del personal no vendedor como punto intermedio. - Incluso faltó a la verdad cuando dijo que la Dirección de la ONCE no había tenido reuniones con el Grupo de IU, ya que el Presidente del Consejo General mantuvo un encuentro con Cayo Lara Coordinador General de dicha formación el 30 de junio de 2011 en la sede del citado Consejo. Cierto es que buena parte de esa reunión la Dirección de la ONCE la dedicó a descalificar al actual Presidente de PUEDO, Ricardo Gayol, que por entonces accedía por elección a la responsabilidad de Coordinador del Área Federal de Bienestar Social de IU. Si es así como se usan los contactos con fuerzas políticas críticas, será difícil hallar comprensión de nuestra realidad social e institucional que es para lo que deben servir tales relaciones políticas. Por otro lado, exceptuada la posición crítica, aunque siempre respetuosa de la Diputada del Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural Ascensión de las Heras, los restantes portavoces de las fuerzas políticas tuvieron una actuación decepcionante por su falta de criterio y de mínimo conocimiento de la realidad interna de la ONCE. Pero esta dejación no es excusable, pues tanto la representante socialista como el popular en principio cuentan con información privilegiada de la Institución. En el primer caso Trinidad Jiménez exministra socialista de Sanidad y Política Social en el anterior Ejecutivo Zapatero, la cual simplemente aprovechó el momento para hacer un ataque al Gobierno Rajoy, que compartimos, pero que no era la ocasión adecuada para hacerlo, no atisbó ni un ápice de crítica sobre la ONCE cuyo órgano de tutela, el Consejo de Protectorado de la misma, presidió durante año y medio. En segundo lugar, Francisco Bañó, persona con discapacidad diputado popular por Castellón, quien tiene la posibilidad de estar informado sobre la marcha de la Entidad dada su larga trayectoria en el sector, se dedicó a aspectos estadísticos y anecdóticos, para mostrar un interés vacuo y de pasatiempo. Finalmente, la portavoz de CiU Lourdes Ciuró, que ni siquiera asistió a la comparecencia, se limitó a realizar una loa institucional de la ONCE, propia no de una sesión parlamentaria sino de una entrega de premios. Seguramente algún premio habrá por medio con un Grupo tan “negociador” como el suyo. Nos queda la esperanza firme de que no todos los políticos son iguales. A la vista de esta importante comparecencia parlamentaria debemos agradecer al Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural su coherencia política y su sensibilidad social, además de reconocerle que fue el primer Grupo que suscitó la petición de que compareciera el Presidente de la ONCE. Estamos confiados en que durante la presente legislatura se sustanciarán nuevas presencias de la Entidad en sede parlamentaria. Para entonces retamos sin reservas al Presidente del Consejo General Miguel Carballeda a que supere esa cobardía de los que todo lo tienen pero no arriesgan nada, y dé la cara ante quienes representan la soberanía popular en este país, en lugar de enviar a su “abogado” para zafarse del compromiso. No hay obligación mayor con una sociedad democrática que ser transparente con la Institución que encarna la voluntad del pueblo. Por más deficiencias que tenga nuestro sistema democrático constitucional, siempre serán mucho menores que las que padece la democracia interna en la ONCE. No obstante, requerimos a los representantes de los Grupos políticos de la Cámara a que cumplan sus deberes parlamentarios de control ante una institución como la ONCE que por delegación del Estado asume funciones públicas. En lugar de dedicarse a la mera lisonja o sencillamente a mirar para otro lado. Si no son consecuentes con ese papel fundamental en una democracia, no podrá extrañarles luego que las encuestas y la opinión pública tenga una calificación tan nefasta de esa parte insensible de la clase política que no comparte las inquietudes de la ciudadanía. Fdo.: La Comisión Ejecutiva Estatal.