Forestal Industrial Yavarí Carlos Alfonso Fachín Por: Abraham Taipe Carlos Alfonso Fachín es economista de profesión. Tuvo como escuela el ser funcionario y gerente de diferentes divisiones bancarias en el Perú. Hace 30 años empezó a trabajar en el Banco Wiese como uno de los gerentes. Estuvo cinco años en banca empresarial, créditos y eso le acercó a diferentes empresas en Lima. Luego trabajó durante 17 años en el Bank of America, escalando puestos hasta que llegó a ser vicepresidente adjunto de ese importante banco, uno de los más grandes de los Estados Unidos de Norteamérica. Paralelamente a su labor ejecutiva, se dedicaba a pequeños negocios de comercialización de madera y triplay, hasta que se independizó y se dedicó por entero a su propia empresa de madera y derivados. De esa manera decidió venir a Iquitos con su familia. En este negocio empezó siendo director de la entonces Laminadora Amazónica (1982), adquirió acciones de esta empresa y simultáneamente se desempeñaba como gerente. Trabajó durante diez años entre el campamento (que estaba en el Trapecio Amazónico, frente a la frontera con Brasil y Colombia) y las oficinas administrativas que se encontraban en Iquitos. A pesar de los altibajos que siempre existen, Carlos Fachín supo salir adelante. Pagaba las acciones que había adquirido para pertenecer al directorio de la empresa, pero a los diez años de haber ingresado a la empresa hubo un incendio que consumió la fábrica – situada en la boca del río Yavarí –, la cual debió ser luego liquidada. Pero como no hay mal que por bien no venga, cobraron el seguro y eso le ayudó a recuperar la inversión. Con ese dinero adquirió un aserradero pequeño y creó Forestal Industrial Yavarí, con la que empieza a dedicarse a la exportación de madera. Con Laminadora Amazonas había producido triplay para el mercado nacional e internacional, pero con Forestal Industrial Yavarí sólo vendió madera aserrada de la especie cumala, conocida en el mercado internacional como “virola”, que es actualmente la más cotizada del sector por ser una madera suave y de múltiples usos. Se inició exportando tablas de madera aserrada que se enviaba con cierto grado de humedad y preservada, de acuerdo a lo que le solicitaba el cliente. “Si bien la cumala es una madera blanda, preservada cumple el papel de una caoba en apariencia y elegancia”, explicó. Carlos Fachín y Sonia muestran las piezas de madera molduras y muebles que su empresa exporta. También está trabajando con las especies almioba y marupá. “Si bien la cumala es mucho más conocida, ahora estamos enviando muestras de estas nuevas maderas para que vean otro tipo de textura, aprecien la veta, color y densidad. Nosotros mismos la estamos conociendo y dando a conocer las diferentes especies que queremos trabajar”, refiere Alfonso Fachín. Industrial Yavarí tiene concesiones forestales en el río Yavarí, frontera con Brasil y dentro de su zona están haciendo inventarios forestales para luego estudiar las especies y evaluar su aprovechamiento industrial. Transporte “El transporte es prioritario porque tenemos una sola empresa naviera de gran calado que navega hacia el Atlántico hasta México y los Estados Unidos. Es un sólo barco que viene cada 45 o 60 días a llevarse nuestra producción. Muchas veces esta nave, conocida como Yacu Puma, no entra hasta las aguas peruanas porque el caudal del río baja demasiado bajo y es necesario cargar en aguas brasileras. Esto es caro y problemático, ya que son leyes diferentes y tenemos que aceptar todo lo que nos exigen porque, de lo contrario, no hay forma de cargar nuestros productos. Tenemos que buscar conocidos en la frontera para que se pongan de acuerdo con la Naviera y cargar con las facilidades necesarias y así poder llegar a los puertos de destino”, relata el empresario. CLIENTES Y COMPETENCIA Sus principales clientes están en México y los Estados Unidos, además de Japón. Los contactaron a través de los convenios que hay entre países y que permiten ingresar gran parte de las maderas que tenemos libre de aranceles. Hicieron contactos a través de diferentes instituciones como la Cámara de Comercio Americana y empresas de molduras que se dedican al rubro forestal. Consiguieron nombres de personas que compran lo que fabrica Industrial Yavarí y así empezaron a hacer sus contactos, sin dejar de lado el Internet. La empresa exporta muebles hechos de una madera poco conocida llamada “cumala”, la misma que está causando expectativa en el mercado internacional. Inclusive cada año cuando es posible visitan ferias dedicadas únicamente al rubro de maderas en Europa y Estados Unidos, no solo para ver la innovación tecnológica que les permita conocer maquinaria de punta que les permita hacer un buen producto, sino para poder contactar personas que quieran comprar sus productos. “Así hemos podido contactar y nos hemos encontrado con personas que muchas veces solo nos comunicábamos por teléfono, fax o Internet durante 10 años y en estas ocasiones los hemos visto personalmente y ha sido una grata experiencia conocerlos” dice Fachín. En cuanto a competencia a nivel internacional, su principal competidor es la manufactura asiática. Asegura que si bien su parte productiva no es tan grande como la de los asiáticos, el producto peruano es considerado “A-1 y puede competir de par en par con ellos”. “Indudablemente la parte productiva no es tan grande como la de los asiáticos; la nuestra es mucho menor pero estamos capacitados para sacar unos 14 contenedores cada 45 días de un producto terminado, moldura, piso, madera tableada; en la parte de las puertas estamos empezando pero tenemos experiencia en molduras, pisos y en la madera tableada que venimos exportando hace 10 años. Hace 4 años que exportamos las molduras”, precisa. PRODUCTOS CON VALOR AGREGADO Su buena imagen frente a la banca loretana los ayudó a superar momentos difíciles.“Hay momentos que hemos podido trabajar solos sin ayuda del banco, pero llega un momento, cuando se quiere crecer en compra de tecnología de punta, que tenemos que recurrir al sistema bancario, financiar una mercadería en euros, que es la moneda en que se financia en Europa, donde es mucho mas caro que financiarlo en Estados Unidos o en Brasil. Financiar en euros es caro, pero con la ayuda del banco y ciertas concesiones que nos dan por ser buenos clientes, estamos saliendo adelante y logrando un buen producto”, sostiene el empresario. Si bien se iniciaron con la exportación de madera aserrada, ahora están enfocados básicamente a darle valor agregado a sus productos.“Ya queremos dejar la madera aserrada y dedicarnos básica-mente a la madera con valor agregado; en estos momentos son molduras, pisos y puertas”. Pero esto solo es un paso, ya que Forestal Industrial Yavarí está orientando su crecimiento a ofrecer una variedad de productos. “Vamos a fabricar muebles tipo mesitas plegables, muebles valet para colgar la ropa de listonería, ganchos, azafates, pero tenemos que ir diversificando. No se puede crecer de un momento a otro, realmente crecer requiere de maquinaria; sabemos que tenemos muy buena maquinaria pero siempre hay que ir complementándola y por eso tenemos el propósito de visitar ferias internacionales”, explica. Aunque actualmente tienen mayor demanda en molduras y madera tableada, la proyección de la empresa es dedicarse a productos con valor agregado porque es mucho más rentable y tienen menos desperdicio de madera, es decir, se minimizan los residuos, se procesa y se vende. Industrial Forestal Yavarí posee la mejor tecnología del sector maderero de la región, lo que les hizo acreedores al Premio a “la Innovación Tecnológica” de Prompex, el año pasado. Poseen 18 cámaras de secado de fabricación brasilera, una moldurera alemana, ripeadoras, maquinarias para fabricación y una restadora. La madera es preservada para protegerla de las polillas y hongos. “Con cámaras de preservación, la madera permanece por horas dentro de un sistema que implica mojar la madera o tenerla a presión”, requisitos indispensables para que el producto pueda ser vendido en Estados Unidos y México. Su principal mercado es el internacional, ya que consideran que en el Perú no obtienen un buen precio por sus productos, porque el costo que tienen es para un mercado internacional. Quizás en un futuro podamos introducir nuestros productos en el mercado local”, sostiene el empresario. Carlos Fachín señala que “desafortunadamente el peruano no aprecia su madera, ellos piensan que el cedro y la caoba son los únicos que sirven para hacer muebles finos o puertas finas, pero con un tratamiento especial anti polillas muchas de nuestras especies maderables blandas pueden cumplir la misma función que una madera dura. En el extranjero “mueren” por nuestra madera, sin embargo aquí no sabemos sacarle provecho”. Referencia: http://www.emprendedoresperu.com/yavari.html