RECURSO DE AMPARO RUTH SOLANO VAZQUEZ y otros contra EXP. No. 00-000543-007-CO

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RECURSO DE AMPARO
RUTH SOLANO VAZQUEZ y otros contra
MINISTERIO DEL AMBIENTE Y ENERGIA.
EXP. No. 00-000543-007-CO
COADYUVANCIA.
Señores Magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia:
El que suscribe, MARIO ANDRES BOZA LORIA, mayor, casado una vez, Ingeniero Agrónomo,
vecino de San José, cédula de identidad número 1-297-932, en mi carácter de Apoderado Generalísimo
sin límite de suma de la ASOCIACIÓN CARIBBEAN CONSERVATION CORPORATION, cédula
jurídica número 3-002-066799, según lo demuestro con la certificación adjunta,
a Uds. con todo
respeto manifiesto:
Que a nombre de la Asociación que represento, me constituyo en coadyuvante de los señores
RUTH SOLANO VAZQUEZ y demás actores en el presente Recurso de Amparo interpuesto contra el
Ministerio del Ambiente y Energía.
Que nuestra Asociación ha tomado el acuerdo de respaldar cualquier gestión que se haga en apoyo
al recurso presentado por las distintas asociaciones que representan a las comunidades que se han
visto afectadas con el otorgamiento de la concesión para exploración petrolera otorgada a favor de la
empresa MKJ XPLORATIONS, Sucursal Costa Rica, mediante resolución R-702-98-MINAE, de fecha
20 de julio de 1998, publicada en el Diario Oficial La Gaceta No. 154 del 10 de agosto de 1998, y que
tiene que ver con la exploración y posterior explotación petrolera en el Caribe Sur de Costa Rica,
abarcando los Bloques 2, 3, 4 y 12 del Cartel de Licitación No. 1, publicado en el Alcance No. 10 del
periódico oficial La Gaceta número 32 del 14 de febrero de 1997, en el cual se convocó a la primera
Ronda de Licitación Internacional para la exploración y explotación de hidrocarburos en el territorio
nacional.
Que al igual que las organizaciones que interpusieron el presente recurso de amparo, nuestra
organización comparte la preocupación por la forma en que el Estado costarricense, a través del
Ministerio del Ambiente y Energía, ha manejado lo relacionado con este proyecto de exploración y
explotación petrolera, en donde las comunidades, las organizaciones comunales y las propias
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municipalidades fueron marginadas de toda participación, y nunca se les puso en conocimiento, en
forma previa a la publicación del Cartel de Licitación y posterior otorgamiento de la concesión, de los
alcances del proyecto, con lo cual se les impidió su participación amplia en el proyecto cuyas
consecuencias directas van a repercutir en todos los ámbitos de estas comunidades, siendo ellos los
principales afectados si se llegaren a presentar problemas de índole ambiental, de salud, económicos,
sociales, etc., derivados directa o indirectamente de la actividad petrolera.
Que nuestro interés en el presente asunto deriva del hecho que nuestra Asociación ha realizado una
serie de estudios técnicos en la zona que se verá afectada con la exploración y posterior explotación
petrolera, sobre todo en relación a la forma en que esta actividad afectará a las tortugas marinas de la
costa caribeña costarricense, lo que nos lleva a determinar que el Estudio de Impacto Ambiental
aprobado por la SETENA y elaborado por la empresa concesionaria, adolecen de una serie de
inexactitudes que atentan contra la vida marina en esta zona, específicamente de las tortugas que en
cantidades abundantes pululan en esta región, caracterizada por ser la zona de deshove de estos
animales.
Que en apoyo de los estudios realizados por nuestra Asociación aportamos con el presente escrito
una copia del documento titulado “EXPLORACIÓN PETROLERA Y TORTUGAS MARINAS DE LA
COSTA CARIBEÑA, COSTA RICA”, elaborado por SEBASTIÁN TROËNG MSc, Coordinador de
Investigación
y
ROXANA
SILMAN,
Directora
Nacional
de
CARIBBEAN
CONSERVATION
CORPORATION y que fuera presentado al Ministerio del Ambiente y Energía, MINAE, de fecha 17 de
mayo del 2000.
De nuestro estudio se desprende que las tortugas que anidan en Tortuguero migran considerables
distancias a lo largo de la costa de Centro América. Las tortugas marinas pueden estar presentes en el
área de exploración de petróleo concesionada a favor de la MKJ XPLORATIONS INC., Sucursal Costa
Rica, durante todo el año, migrando, copulando o alimentándose.
Las corrientes marinas predominantes a lo largo de la costa caribeña de Costa Rica están en
dirección al sur (MKJ XPLORATIONES DE COSTA RICA S.A. 1998).
Esto significa que los
nacimientos emergiendo de los nidos depositados en las playas al norte del área de exploración
petrolera, podrían pasar por el área de evaluación durante sus migraciones hacia aguas profundas. Por
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ello, se puede concluir que las tortugas marinas están presentes en el área de exploración petrolera
durante todo el año.
Del estudio en mención se concluye que las perforaciones de exploración traen el riesgo de
introducción de petróleo en el ambiente marino. Los efectos negativos del petróleo sobre las tortugas
marinas están bien documentados tanto a nivel de experimentos de laboratorio, como observaciones en
el campo.
Se sabe que el petróleo afecta a las tortugas en numerosas formas –a través de la piel, pulmones,
estómago, órganos y huevos.
Esto puede producir resultados letales y sub-letales, a través de
carcinogénesis, incremento de susceptibilidad a los parásitos y enfermedades, decrecimiento de la
asimilación del foco aeróbico, decrecimiento en los tiempos de sumersión, decrecimiento de la
asimilación de nutrientes, disfunción de órganos, perturbación del balance de hormonas, interferencia
con los órganos sensitivos y desarrollo anormal. Los neonatos recién nacidos o ecolosionados son
considerados extremadamente vulnerables a los efectos del petróleo.
Por estudios científicos se ha podido comprobar que las tortugas marinas tragan las bolas de brea y
parecen incapaces de evitar manchas de petróleo bajo condiciones de laboratorio. Se ha establecido
que el crudo tiene efectos negativos en casi todo el sistema fisiológico de las tortugas marinas y se
notan cambios en la respiración, patrones de sumersión, metabolismo, química de la sangre, y
glándulas que eliminan el exceso de sal, después de haber sido expuesto al petróleo.
Las muertes de tortugas marinas causadas por petróleo han
sido registradas en varias lugares,
incluyendo el Golfo de México (Shabica 1995) y el Golfo de Arabia (Miller 1989).
De nuestro estudio se concluye lo siguiente:
1.
Las poblaciones de tortugas marinas del Caribe de Costa Rica son ecológica y
económicamente importantes.
2.
Las tortugas marinas están presentes en números variados durante todo el año en el área
sugerida para la exploración petrolera. Tanto las valiosas hembras adultas reproductoras como
los vulnerables neonatos, pasan a través del área de exploraciones.
3.
Existe una posibilidad real de derrame de petróleo en el ambiente marino si se permiten las
perforaciones.
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4.
El petróleo tiene efectos letales y sub-letales sobre las tortugas marinas.
5.
Los precedentes legales existentes sobre tortugas marinas del Caribe, han sido el de rechazar
actividades que puedan tener impactos negativos sobre las poblaciones de tortugas marinas.
Tanto el Estudio de Impacto Ambiental como el gobierno de Costa Rica han sido omisos en señalar
la necesidad de una obligatoria vigilancia a reglas técnicas y científicas, en el sentido de las posibles
proyecciones y efectos sobre la fauna marina, específicamente sobre las tortugas que se encuentran en
el Caribe costarricense.
que no fueron notificados.
Además de los aspectos técnicos enumerados supra, consideramos que el acto recurrido incurre en
una serie de violaciones constitucionales, que pasamos a enumerar:
A. VIOLACION AL ARTICULO 7 DE LA CONSTITUCION."Artículo 7.-
Los tratados públicos, los convenios internacionales y los concordatos
debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa, tendrán desde su promulgación o desde el
día que ellos designen, autoridad superior a las leyes..."
Al firmar la resolución R-702-98-MINAE el Estado costarricense violó la Constitución Política de
nuestro país, en lo que se refiere al artículo 7, ya que con la firma de esta resolución se han producido
una serie de violaciones a diferentes convenios y tratados internacionales firmados y ratificados por
nuestro país. Tal es el caso de la DECLARACIÓN DE RIO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL
DESARROLLO, en sus artículos 10 y 17 en relación con la participación ciudadana y el principio
preventivo.
Esta Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, suscrita por nuestro país el 30 de
junio de 1994, y publicado en el Diario Oficial La Gaceta No. 143 del 28 de julio de 1994, en el Principio
10 consagró el derecho a la participación ciudadana. Dice este principio:
"Principio 10"
El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los
ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional, toda persona deberá
tener acceso a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades
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públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en
sus comunidades, así como la oportunidad de fomentar la sensibilización y la participación de la
población poniendo la información a disposición de todos.
Deberá proporcionarse acceso
efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre estos el resarcimiento de daños
y los recursos pertinentes."
En el presente caso, tal y como fue consignado en el recurso de amparo, previo al proceso de
licitación era requisito necesario e indispensable citar a las comunidades, a las organizaciones
interesadas y a las municipalidades, para que conocieran del proyecto. Se les debió informar en forma
amplia, completa y veraz del proyecto que se pensaba ejecutar en sus comunidades. Sin embargo, el
Gobierno de nuestro país no cumplió este importante requisito, y ni siquiera contestó las cartas que los
representantes comunales les enviaron.
Este proceso de consulta tiene que ser previo para que las comunidades, sean éstas de indígenas,
pescadores, de actividades turísticas, entre otras, así como las municipalidades y organizaciones
interesadas, tengan la posibilidad de explicar y de externar su parecer, y asimismo de conocer las
implicaciones que puede tener el proyecto en las comunidades y sus actividades, así como el impacto
sobre el ambiente, puesto que los habitantes de las comunidades son los que mejor conocen los
recursos marinos costeros y su comportamiento.
El negarle a las comunidades su derecho de
participación provoca vacíos en la fiscalización de sus recursos, los cuales son vigilados y en algunos
casos administrados por los grupos firmantes del recurso de amparo y los firmantes de esta
coadyuvancia.
La no participación aumenta la probabilidad de que se cause daños a los recursos
naturales de la zona.
Al haber omitido este proceso de participación ciudadana; al haber omitido el suministrar
información clara, amplia y veraz a las comunidades y municipalidades en relación al Proyecto que
se iba a llevar a cabo en sus comunidades y zonas aledañas para que éstas pudieran valorar y conocer
las posibles consecuencias que el mismo traería, y con ello poder participar activamente en todos
aquellos aspectos que consideraran podría perjudicar su entorno físico, social, económico y cultural, el
Estado costarricense ha violentado ese principio de participación ciudadana consagrado en la Cumbre
de Río en 1992, y la cual, como ya lo citamos supra, fue suscrita por nuestro país, y ha sido acogido por
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nuestra Ley Orgánica del Ambiente en sus artículos 1, 2, 6, 7, 8, 9, 10 y 11, y en la
Ley de
Biodiversidad (artículo 10). Todo esto evidencia una violación flagrante al artículo 7 de la Constitución
Política.
Nótese de la prueba adjunta marcada como documento “F”, como el señor MARCO MACHORE
LEVY, actuando en su carácter personal y como representante de la ASOCIACIÓN ECOLOGISTA
LIMONENSE SER Y CONSERVAR, quien actúa como coadyuvante en este asunto, manifiesta
mediante declaración jurada otorgada ante el Notario Público RICARDO GRANADOS CALDERON, que
nunca fue consultado por ninguna dependencia del Ministerio del Ambiente y Energía, la Secretaría
Técnica Nacional Ambiental, sobre los proyectos de exploración petrolera en el sector Caribe Sur de la
provincia de Limón.
Y al igual que él las otras organizaciones comunales, la Municipalidad de
Talamanca y en general las comunidades, nunca tuvieron conocimiento acerca de lo que el gobierno
pensaba hacer, sino que se enteraron cuando ya la concesión había sido otorgada. Esto obviamente,
por la clase de proyecto de que se trata, por las implicaciones que el mismo tiene, y que ya
reiteradamente hemos mencionado, resulta violatorio de este principio de participación ciudadana, del
derecho a la información, ambos reconocidos por nuestro país.
Este principio de participación ciudadana ha sido acogido en otros tratados de Derechos Humanos,
entre ellos la Declaración Universal de los Derechos Humanos en sus artículos 2, 7, 19 y 25;
Declaración Universal de los Derechos y Deberes del Hombre (artículos IV y XXIV); Convención
Americana sobre Derechos Humanos (artículo 23, 2) y su Protocolo Adicional de San Salvador
(artículos 10 y 11); y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 1).
En el caso que nos ocupa enumeramos supra que existe también una violación al principio
preventivo consagrado en el artículo 17 de la Declaración de Río.
Veamos al respecto porqué
consideramos que existe esta violación.
El principio preventivo reza así:
"PRINCIPIO 17
Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento
nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un
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impacto negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión de una
autoridad nacional competente." (La cursiva y el subrayado es nuestro).
En el caso de la concesión petrolera R-702-98-MINAE, otorgada por el Estado costarricense, a favor
de la empresa MKJ XPLORATIONS INC., Sucursal Costa Rica, consideramos que se ha producido
una violación del principio general de Derecho Ambiental, principio preventivo, que se deriva de la
interpretación del artículo 17 de la Declaración de Río ya citada, y que en el presente caso es de suma
relevancia por el tipo de proyecto de que se trata, y porque son de sobra conocidos los impactos que los
proyectos petroleros traen al ambiente, de manera tal que si no se aplica este principio preventivo, los
daños pueden constituirse en irreversibles, de los llamados daños de imposible reparación. De ahí la
necesidad de que el Estado costarricense aplique este principio, lo que en este caso significa poner en
conocimiento de las partes involucradas el contenido de los estudios de impacto ambiental; convocar las
audiencias respectivas y permitir la participación activa de la sociedad civil; así como exigir previamente
a las compañías oferentes las garantías y seguros ambientales que de una forma u otra vengan a cubrir
los eventuales daños que podrían provocar las actividades exploratorias y explotativas que se realizan
en la zona.
En ambos casos el Gobierno de nuestro país ha sido omiso en la aplicación de este principio, con lo
cual violenta el artículo 7 de la Constitución Política, pues como lo señalamos supra, la Convención fue
ratificada por nuestro país, y su no observancia riñe abiertamente con este artículo constitucional.
B.
Se viola también el CONVENIO 169 DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO
(OIT), sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, ratificada por nuestro país el 22 de
diciembre de 1992, en los artículos 13 y 15, en virtud de que para realizar las exploraciones en tierras
indígenas el Gobierno central está obligado a consultar a las comunidades interesadas cada vez que se
prevean medidas susceptibles de afectarles directamente. Asimismo, el gobierno central se compromete
a facilitar los medios a través de los cuales puedan establecer libremente la adopción de decisiones
colectivas y otros organismos (artículo 6 inciso 1 del Convenio). En este sentido ver los votos de la Sala
Constitucional número 3197-95 del 20 de junio de 1995, número 2253-96 del 14 de mayo de 1996, y
número 03631-98 del 5 de junio de 1998.
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Antes de emprender cualquier etapa de exploración o explotación petrolera de acuerdo con este
Convenio, era necesario que el gobierno central consultara con las comunidades indígenas de las zonas
o bloques asignados, para verificar si los intereses de estos pueblos indígenas se verían perjudicados
en el supuesto de que se llevaran a cabo labores de exploración o explotación petrolera. Asimismo,
para que se valoraran los eventuales daños a estas comunidades, con la certeza de que de producirse
dichos daños los mismos serían cubiertos por las empresas petroleras (artículo 15 inciso 2 del
Convenio).
Es obvio que en el presente caso esta consulta no se dio, provocándose una violación al Convenio
169 de la OIT, y por ende una violación al artículo 7 de la Constitución Política.
C. Con la resolución impugnada se produce una violación al CONVENIO SOBRE LA DIVERSIDAD
BIOLOGICA, ratificada por nuestro país mediante Ley No. 7416 del 24 de agosto de 1994,
específicamente con lo que tiene que ver con las especies en vías de extinción y la obligación del
Gobierno de velar por la biodiversidad, especialmente la marítima, que ha sido incluida dentro de la
CONVENCION SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA
Y FLORA SILVESTRES (CONVENIO DE CITES), que fuera ratificada por Costa Rica por Ley No. 5605
del 22 de octubre de 1974, y que entró en vigencia a partir del 24 de noviembre de 1988, según Ley No.
7103 publicada en el Diario Oficial La Gaceta No. 224. El Estado costarricense ha permitido a través de
la concesión para la exploración y explotación aquí impugnada, que la misma se realice en zonas
protegidas, tales como refugios y parques donde existen especies en vías de extinción, que forman
parte de la Convención de CITES.
Del mismo modo se viola el artículo 8j del Convenio citado al no promover un proceso de consulta
con las comunidades locales que estarían siendo afectadas por la futura actividad petrolera. La
ausencia de consulta previa violenta la legitimación de los derechos comunitarios reconocidos en el
Convenio y ratificados en la legislación costarricense en el artículo 82 de la Ley de Biodiversidad.
Los objetivos del Convenio de Diversidad Biológica contenidos en el artículo 1 para la conservación
de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y
equitativa, y las obligaciones del artículo 10 en la utilización sostenible de los componentes de la
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diversidad biológica, están siendo violentadas. Es necesario recordar que el término “biodiversidad”
comprende tanto la diversidad biológica como la cultural y el indisociable vínculo entre ambas.
D. Se viola la CONVENCIÓN SOBRE HUMEDALES INTERNACIONALES COMO HABITAT DE AVES
ACUATICAS (CONVENCION DE RAMSAR), de 1971, ratificada por Costa Rica mediante Ley No.
7224, de fecha 20 de junio de 1991, que obliga a que los países suscriptores velen por el uso adecuado
de los humedales y EVALUAR LA MAGNITUD DEL IMPACTO AMBIENTAL ANTES DE
TRANSFORMAR LOS HUMEDALES (artículo 3.1 de la Convención).
En el caso del permiso por
concesión para exploración otorgado a la empresa MKJ XPLORATIONS INC., en la zona Caribeña de
nuestro país, el Estado costarricense no ha suministrado (e ignoramos si ha evaluado), información que
permita a las comunidades verificar la magnitud del impacto ambiental que se originaría al afectar zonas
de humedal, ya que en la zona de referencia existen áreas concesionadas para exploración donde
existen humedales reconocidos y declarados como zonas de protección bajo la Convención citada,
como es el estero de la Laguna de Gandoca ubicada dentro del Bloque 3.
La concesión aquí impugnada fue omisa en cuanto a otorgar a las comunidades afectadas y a los
pueblos indígenas de la región caribeña sur de nuestro país, una participación que les permitiera, al
tenor de la Convención Ramsar, exigir la protección de los humedales de esta zona que se verían
afectados por la exploración petrolera. Esta posición del Gobierno costarricense riñe abiertamente con
los acuerdos de las partes contratantes de la Convención citada.
E.
Se produce una violación al artículo 8 del CONVENIO PARA LA PROTECCION Y EL
DESARROLLO DEL MEDIO MARINO DE LA REGION DEL GRAN CARIBE, adoptada por nuestro
país mediante Ley No. 7227 del 12 de abril de 1991. Establece el artículo dicho:
"Contaminación resultante de actividades relativas a los fondos marinos.-
Las Partes
Contratantes adoptarán todas las medidas adecuadas para prevenir, reducir y controlar la
contaminación de la zona de aplicación del Convenio resultante directa o indirectamente de la
exploración o explotación de los fondos marinos y de su subsuelo."
Este artículo consagra un importante principio preventivo que en el caso que nos ocupa
consideramos que no ha sido respetado por el Estado costarricense, al suscribir el contrato de
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concesión petrolera con la empresa MKJ XPLORATIONS INC., sobre todo porque las comunidades
afectadas han carecido de una información amplia y veraz, previa al acto de concesión, que les
permitiera evaluar fehacientemente si la compañía va a cumplir con todas las medidas necesarias para
evitar la contaminación de los fondos marinos en estas zonas, especialmente ricas en especies de
fauna y flora marinas. Sin una adecuada información que permita la participación popular, se aumenta
el riesgo para la protección de los recursos naturales y se aumenta el riesgo de los impactos negativos
al ambiente. En el caso del artículo 8 citado, esto repercutiría negativamente sobre los fondos marinos
de las zonas afectadas, así como sobre la fauna marina y las comunidades de la región, por el
movimiento de las corrientes marinas ya señaladas, y los efectos expansivos negativos de la futura
explotación.
F. Se produce una violación a la CONVENCION DE LA ORGANIZACION DE NACIONES UNIDAS
SOBRE EL DERECHO DEL MAR, Montego Bay, Jamaica, del 10 de diciembre de 1982, ratificada por
Costa Rica el 3 de agosto de 1992, mediante Ley No. 7291, la cual establece un orden jurídico para los
mares y oceános que facilite la comunicación internacional y promueva los usos con fines pacíficos de
los mismos, la utilización equitativa y eficiente de los recursos, su estudio, protección y preservación del
medio marino y la conservación de los recursos vivos. Con relación a las obligaciones de las partes,
establece desarrollar los principios de la conferencia, en especial la zona de los fondos marinos y
oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción nacional, así como sus recursos por ser
estos patrimonio de la humanidad.
Asimismo establece la obligación de adoptar medidas para la
protección de ecosistemas marinos raros, críticos, amenazados o que alberguen especies amenazadas.
En este sentido, y de conformidad con la Ley General de la Administración Pública, el Estudio de
Impacto Ambiental y los razonamientos del gobierno (SETENA), debían contener las medidas para
garantizar esta protección, y ambos son omisos en este sentido.
2) VIOLACION AL ARTICULO 50 DE LA CONSTITUCION."Artículo 50.-
El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país,
organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza.
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Toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por ello, está
legitimada para denunciar los actos que infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del
daño causado.
El Estado garantizará, defenderá y preservará ese derecho.
La Ley determinará las
responsabilidades y las sanciones correspondientes."
Se viola también el artículo 50 de la Constitución, puesto que con las omisiones en que ha incurrido
el Estado costarricense, que ya señalamos, es evidente que hay una amenaza al equilibrio ecológico de
las zonas de las que estamos hablando.
El artículo 50 ya citado, consagra a favor de todos los habitantes de Costa Rica el derecho a un
ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Dicho derecho contempla la atribución de toda persona a
evitar que su entorno sea contaminado, y que agentes externos a él puedan crear condiciones que lo
deterioren, lo contaminen o lo destruyan.
Es obligación del Estado costarricense, por ello, adoptar medidas preventivas para impedir que ese
ambiente pueda ser alterado en perjuicio de las personas.
preventivo es fundamental.
En materia de ambiente el principio
Las comunidades afectadas ignoran a la fecha, por qué no se les ha
suministrado la información debida, qué medidas preventivas ha tomado el Estado para salvaguardar
los ecosistemas de la región ya que comprende áreas protegidas bajo el Sistema Nacional de Areas de
Conservación, al incluir uno de los ecosistemas más ricos de arrecifes y corales del caribe
centroamericano, en los cuales se encuentran una serie de especies de fauna y flora en peligro de
extinción marina y terrestre protegidas bajo la Convención Cites citada.
.3) VIOLACION AL ARTICULO 46 DE LA CONSTITUCION."Artículo 46.- ...
Los consumidores y usuarios tienen derecho a la protección de su salud, ambiente, seguridad
e intereses económicos; A RECIBIR INFORMACION ADECUADA Y VERAZ, a la libertad de
elección y a un trato equitativo..." (Las mayúsculas no son del original).
investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión."
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En 1996 la Asamblea Legislativa de Costa Rica introdujo una importante reforma al artículo 46 de la
Constitución Política, y estableció como una atribución autónoma de los habitantes, el derecho a recibir
información veraz y adecuada.
Al haber aprobado y ratificado Costa Rica el Pacto Internacional de Derechos Civil y Político del
Ciudadano y la Convención Americana de Derechos Humanos, y al haber establecido el derecho de
recepción de información con la reforma constitucional citada, informar y ser informado constituye hoy
un derecho fundamental de toda persona, sin distinción de nacionalidad, género, raza o edad, radicada
en el territorio nacional.
Toda estructura de poder, en especial aquellas vinculadas al Estado y el Estado en sí mismo, están
obligadas a suministrar información a los habitantes del país sobre las actividades que despliegan, no
sólo en razón de la satisfacción del interés público, sino en razón de los eventuales perjuicios que esas
actividades puedan causar.
En el caso de los costarricenses, la obligación del Estado a informar se deriva, precisamente, del
derecho consagrado en el artículo 46 a favor de toda persona de recibir información veraz y adecuada.
El Estado no puede manejar con un sentido potestativo
y a discreción la información, no puede
esconderla, y mucho menos negarse a suministrarla.
Cuando el Estado restringe la información, la esconde, no lo suministran adecuadamente o
sencillamente no lo suministran, viola no sólo la garantía de información veraz del artículo 46, sino
también el principio de legalidad (artículo 10 de la Constitución Política).
En el presente caso, señores Magistrados, los hechos expuestos muestran como el Estado, a través
del Ministerio del Ambiente y Energía, ha definido en la práctica una política de NO INFORMAR nada a
los vecinos, a las comunidades y a las organizaciones relacionadas con las zonas que afectará el
proyecto de exploración petrolera, violentando con ello el artículo 46 de la Constitución, según se
demuestra con los argumentos supra expuestos.
4) VIOLACION AL ARTICULO 121 INCISO 14 DE LA CONSTITUCION."Artículo 121.- Además de las otras atribuciones que le confiere esta Constitución, corresponde
exclusivamente a la Asamblea Legislativa:
1), 2), 3)...
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14) Decretar la enajenación o la aplicación a usos públicos de los bienes propios de la Nación.
No podrán salir definitivamente del dominio del Estado:
a)...
b) Los yacimientos de carbón, las fuentes y depósitos de petróleo, y cualesquiera otras
sustancias hidrocarburadas, así como los depósitos de minerales radioactivos existentes en el
territorio nacional;
c)...;
Los bienes mencionados en los apartados a), b) y c) anteriores sólo podrán ser explotados por la
administración pública o por particulares, de acuerdo con la ley o mediante concesión especial
otorgado por tiempo limitado y con arreglo a las condiciones y estipulaciones que establezca la
Asamblea Legislativa..."
Consideramos que en el presente asunto se está produciendo una violación al artículo 121 inciso 14
b), puesto que para otorgar concesiones en zonas específicas, donde haya implicaciones sobre
reservas indígenas, zonas protegidas y comunidades que se van a ver afectadas por las exploraciones
y explotaciones petroleras, el Estado debe tener una ley especial que le permita otorgar estas
concesiones, por lo dispuesto precisamente por el artículo 121 inciso 14. Nótese que no se trata
simplemente de otorgar una concesión para exploración, sino que deben tomarse en cuenta los
ecosistemas y poblaciones que pueden verse afectadas con la misma. De ahí la necesidad de que
exista una ley especial que le permita al Estado realizar este tipo de concesiones en zonas cuyo grado
de demanialidad consideró el constituyente superior al normal, y que podríamos denominar como
"restringidas", precisamente por la calidad de los recursos que en ellas se protegen.
Por todo lo expuesto, venimos a solicitarle a los Honorables señores (as) Magistrados (as) detener
cualquier exploración y explotación de petróleo en aguas de la costa caribeña de Costa Rica, y que se
acoja en todos sus extremos el Recurso de Amparo interpuesto por la señora Ruth Solano Vázquez y
representantes de otras organizaciones, cuyas comunidades se ven afectadas con la concesión
impugnada. Asimismo, que se nos tenga como coadyuvantes en el mismo.
Notificaciones en el fax 236 60 91.
San José, 22 de junio del 2000
F. Mario Andrés Boza Loría
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