Nº 5 - Diciembre 2009 PARA EDUCAR HAY QUE ELOGIAR ¿Cuántas veces nos preguntamos como padres dichas en el momento correcto, pueden tener un si estamos educando bien al hacer un fuerte impacto inmediato, pero su mayor efecto determinado regalo a nuestros hijos por su es lo que pasa después, mucho más allá de la niñez. Los beneficios del estímulo adecuado buen comportamiento, resultado académico,…?. Es importante tener en cuenta durarán toda la vida y la necesidad de seguir estimulando disminuirá que los niños, en principio, lo gradualmente con el tiempo. que en realidad quieren es Unas pocas palabras No olvidemos que la sentirse valorados, necesitan adecuadas de aliento, personalidad del individuo se nuestra atención y harán lo que dichas en el momento aprende bajo la orientación de sea por conseguirla, es por ello que los padres, como principales correcto, pueden tener los padres. educadores, disponen de una un fuerte impacto Pero, ¿cómo se debe elogiar? La potentísima herramienta para inmediato respuesta a esta pregunta es educar: el elogio, la alabanza, el esencial porque el elogio como cual por cierto, también tal no está libre de riesgos, si se funciona entre amigos, esposos, compañeros usa de forma descontrolada perderá su eficacia y de trabajo e incluso, entre extraños. lo que es peor nos llevará a una pérdida de Un error de algunos padres es pensar que lo credibilidad con nuestros hijos que será difícil de lógico es que los niños se porten bien, por lo recuperar. que en esos momentos no hay que alabarles; A continuación se presentan una serie de en su lugar, prestan toda su atención en forma orientaciones cuyo fin último es el de mejorar de regañinas o castigos cuando observan un nuestra habilidad para elogiar y hacer que esta mal comportamiento. Si los adultos no se fijan técnica, que está al alcance de todos, sea en ellos cuando se portan bien y sí lo hacen verdaderamente efectiva. cuando se portan mal, es seguro que los pequeños acabarán llamando la atención con CARACTERÍSTICAS DEL PROPÓSITO PROPÓSITO DEL conductas inadecuadas. ELOGIO Y SUS EFECTOS: • Unas pocas palabras adecuadas de aliento, • • El elogio hace más probable que la conducta elogiada suceda más a menudo en el futuro El elogio mejora la autoestima del niño El elogio aumenta los vínculos de afecto entre padre e hijo. ¿QUÉ SE DEBE ELOGIAR? Debemos entender el elogio como un estímulo, no como un regalo. El elogio debe darse sólo cuando es sincero y por el esfuerzo o el progreso, aunque éste sea pequeño, no sólo por los resultados. Los padres que elogian bien no están interesados en 1 cuando envía un mensaje específico y positivo y procurando para ello usar expresiones diferentes, pues el uso repetitivo de las mismas palabras disminuye su efecto. Algunas de estas expresiones podrían ser: • ¡Qué trabajo tan fantástico, sigue así! • ¡Todos nos sentimos orgullosos de eso! • ¡Así se hace! • ¡Reconozco el esfuerzo que has hecho! • ¡Has demostrado un gran progreso! • ¡Estoy muy impresionado! • “Fue muy maduro de tu parte cambiarte la comparar a sus hijos con otros, se preocupan porque el hijo se acepte a sí mismo y desarrolle el coraje de afrontar tareas difíciles. La estimulación está orientada a ayudar al niño a que se sienta valioso, de manera que actúe por motivaciones internas. Se debe elogiar, por tanto, sobre todo actitudes y no tanto aptitudes: aptitudes no puede pasar desapercibido un intento por parte de nuestro hijo de comportarse con madurez. Hay que prestar más atención a las sencillas actividades diarias de la vida y menos a los objetos materiales y a los logros y por supuesto, como todo en la vida, animarles a guardar un • • • equilibrio entre el trabajo, el juego y el descanso. Eso realza los objetivos de la vida y • ayuda a aliviar la ansiedad. No pasa nada por elogiar también su fantasía. Hay que mostrarse asombrados e impresionados por sus hazañas. Si les decimos lo orgullosos que estamos de ellos, encontrarán un gran placer en seguir superándose a sí mismos. No hay que corregir su fantasía y su lógica infantil con nuestra aplastante lógica de adultos. Si un niño nos dice: «Y entonces yo le pude al león», no se va a hundir el mundo porque le respondamos con un condescendiente: «Jopé, hay que ver qué tío». Tampoco hay que impulsar a los niños a vivir permanente en la fantasía. Cuando admitimos que nuestro hijo ha vencido al león, será bueno que incluyamos un tono de cierta complicidad, que le indique que en el fondo sabemos que, tanto para él como para nosotros, se trata de una especie de juego. ropa sola. Me gustó mucho” “Le diste las gracias muy amablemente a la abuelita cuando te dio el regalo. Me sentí orgullosa de ti por ser tan amable” “Me gusta cuando me ayudas a poner la mesa como una persona grande”. “Me emociona ver cómo sin haberte dicho nada has ayudado a tu hermano”. “Me encanta cuando preguntas por temas de actualidad, se nota que te estás haciendo mayor” 2. Además existen otras formas como: • Alentar a los hijos por escrito. La nota puede hacerle saber cuánto lo quiere y lo importante que es para nosotros su trabajo escolar. • Exhibir sus trabajos y tareas escolares en el frigorífico, en el espejo, en la pared o mural de la casa. • Permitir que los hijos escuchen una conversación con otras personas sobre lo bien que les va en la escuela obra maravillas en cuanto a la percepción de sí mismos como estudiantes. 3. El mejor regalo para vuestros hijos es vuestro tiempo, tiempo cuidando que éste sea de calidad: Ser comunicativo de manera amorosa a través de las miradas, la palabra, las caricias, y hacer cosas concretas con ellos. Esta forma de comunicación creará un clima de confianza favorable. Además debemos fomentar una comunicación abierta, sobre todo respecto a los deberes o a los problemas relacionados con la escuela. Procurar que las preguntas que le hagamos no tengan carácter de juicio. Otro aspecto importante a reforzar es la personalidad del niño, fomentando la alegría, el sentido del humor, la capacidad para dramatizar y ver el lado bueno de las cosas. De esta forma contribuiremos a que formen una personalidad sana, generosa y abierta. ¿CÓMO Y CUÁNDO DEBEMOS ELOGIAR? 4. En nuestro elogio no debemos olvidar el 1. El elogio sólo funciona 2 le dicen "eres un niño excelente", para mostrar su verdadero yo se porta mal. Y es que la alabanza fácil que va dirigida al ser de la persona nadie se la cree porque cada uno conoce sus deficiencias respeto, eso significa dejar que el niño sea el mismo, que se equivoque y corregir sus errores y no colgarle constantemente etiquetas negativas ni tratar de que adopte su forma de ser y de comportarse a nuestro antojo. Incluso tenemos la responsabilidad de fomentar su independencia y ayudarles a pensar por sí mismos. No hacerles a los niños lo que sabemos que pueden hacer por sí solos. Ofrecerles la oportunidad de tomar sus propias decisiones y dejarles ver las consecuencias naturales de las mismas, aunque a veces no sean las más acertadas. Saber tomar decisiones refuerza la confianza y la independencia. 9. Elogiar inmediatamente. inmediatamente Los elogios son más eficaces, especialmente en niños muy pequeños cuando se producen pronto, hay que "pillar" al niño portándose bien. De todas formas, los niños más mayores también pueden apreciar el reconocimiento posterior. 10. Busca ocasiones para elogiar y si no las hay, debemos elogiar entonces las aproximaciones a la buena conducta: si somos muy exigentes, nunca llegaremos a elogiar, pero tampoco se producirán las mejoras que las alabanzas traen consigo. El buen educador se las arregla para proporcionar éxitos, es decir, encomendándole tareas que pueda realizar bien, para poder reforzárselas inmediatamente. Por ejemplo, no hay que esperar a que el niño haga bien una cama para elogiarle, basta con que lo intente o comience a hacerlo. La alabanza correcta tiene el poder de promover el crecimiento, pero sin prisas. 5. Elogiar todas las aportaciones que los niños hagan a la familia, a sí mismos, a la escuela y a la sociedad. Eso refuerza la idea de que son útiles y se adaptan perfectamente a este mundo. 6. El elogio indiscriminado disminuye el valor de la recompensa que se ha ganado y el elogio excesivo, desestimula. Hay que recordar que todo el mundo se cansa de las cosas buenas si se tienen demasiadas. Las mismas frases utilizadas una y otra vez perderán su efecto. Hay que ser creativo. Para realzarlo más, se pueden acompañar los elogios de un premio, sólo de vez en cuando COMO CONCLUSIÓN Si el comportamiento no es percibido o se olvida, el niño no tiene manera de saber qué conducta es la que los padres consideran valiosa y apropiada. Si el comportamiento no ha sido estimulado dentro del hogar, el niño lo podrá repetir por azar, pero es poco probable que lo repita porque nosotros así lo deseamos. 7. Elogiar adecuadamente. adecuadamente Abrazos, besos y otras señales físicas de afecto junto con las palabras correspondientes son muy eficaces. Sin embargo, a algunos niños un poco más mayores les gusta ser elogiados discretamente y en ese caso es mejor mantener una cuenta silenciosa o usar signos secretos especiales. Un guiño o levantar el pulgar le indicará, sin llamar la atención excesivamente, que se ha notado su comportamiento. Más tarde, hay que manifestarle lo bien que lo ha hecho. A veces los padres temen que los niños se acostumbren a depender de los elogios. Es posible que los elogios indiscriminados provoquen problemas con un niño inseguro o que siempre haya sido el centro de atención. Pero se sabe por experiencia que son más los niños que no reciben bastantes elogios que los que reciben demasiados, y se sabe que los elogios pueden hacer milagros. Si se usan las mencionadas orientaciones al aplicarlos, se comprobará muy pronto que el elogio es una técnica de disciplina tremendamente eficaz. ÁNIMO. 8. Elogio sincero. sincero Muchas veces las alabanzas inoportunas o infundadas crean tensiones y mal comportamiento. Cuando un niño, que a sus ojos no es tan bueno, oye que información: La familia.info/ Para más información Psicologoescolar.com/ La crianza práctica de los hijos (Ray Burke Ph.D., Ron Herron)/ Educar.org 3 ESTILO EDUCATIVO DE D. BOSCO Educar es ayudar a desarrollar cuanto de positivo hay en el interior de cada persona. A lo largo de los siglos han sido muchos los métodos o sistemas educativos empleados en la educación del niño o adolescente. Uno de estos métodos educativos es el Sistema Preventivo, inseparable de la figura de D. Bosco, María Mazzarello y la Familia Salesiana, continuadora de su espíritu y estilo educativo. D. Bosco a la base del Sistema Preventivo Juan Bosco nace en 1815 en "I becchi", un caserío a 20 Kms. de Turín, en el seno de una familia campesina humilde, en tiempos difíciles. La dureza de la vida se asoma pronto al hogar de Juanito, huérfano antes de 3 años. Las muchas y grandes dificultades para poder estudiar no le desanimaron jamás; al contrario, se propuso llegar a ser padre para tantos jóvenes sin familia, maestro para quienes no temían acceso al saber. Vive en un siglo de grandes transformaciones sociales: unificación de la nación italiana, época de preindustrialización en el Piamonte e Italia. Muere en 1888, habiendo consumido toda su vida en pro de los jóvenes más abandonados, para los que crea oratorios festivos y diarios, internados y escuelas de artes y oficios para muchachos (hoy Escuelas de Formación Profesional). Su madre, Mamá Margarita, mujer de pocas letras pero de gran fe cristiana, totalmente entregada a la educación de sus hijos, supo conjugar la bondad y el amor con la firmeza y la austeridad. En su escuela fue aprendiendo a compaginar el trabajo y la alegría, la razón, la religión y el amor. Fue un pedagogo práctico, uno de los grandes educadores de la historia. Si educar es cosa de corazón, pocos han llegado al corazón de los jóvenes, sobre todo, de las clases populares, clases humildes y abandonadas, como lo consiguió él. D. Bosco, en 1886, escribía a los Salesianos y Salesianas de América: El Sistema Preventivo sea nuestra característica propia... En las clases que se oiga la palabra dulzura, caridad y paciencia... La dulzura en el hablar, en el obrar, en el avisar lo gana todo y a todos. Intuyó desde muy joven que para ganarse el corazón de los jóvenes era necesario acercarse a ellos, interesarse por sus cosas, amar lo que ellos aman, para ello se esforzó en convertir sus colegios, casas las llamaba él, en una familia, donde se fomentan relaciones de familiaridad y confianza, donde hay también una autoridad que actúa desde la razón y el diálogo. "Valdocco", cuna de la obra salesiana, se pudo definir como: casa que acoge, escuela que prepara para la vida, parroquia que evangeliza y patio donde encontrarse a gusto con los amigos.. amigos En un ambiente así, no extraña que casi al final de su vida escribiera: Hace cerca de 40 años que trabajo con la juventud y no recuerdo haber impuesto castigo de ninguna clase, y con la ayuda de Dios he conseguido no sólo el que los alumnos cumplieran con su deber, sino que hicieran sencillamente lo que yo deseaba, y esto de aquellos mismos niños que no daban ninguna esperanza de feliz éxito. Siempre creyó más en el premio que en el castigo; así escribió: es premio o castigo todo lo que se hacer pasar por tal: la alabanza cuando se obra bien y la corrección en los descuidos, constituyen de por sí premio o castigo. castigo. Ambiente de Escuelas - Equipo de Orientadores de la Inspectoría Santa Teresa – Hijas de Mª Auxiliadora – Salesianas Madrid 4