"LA MAR NOS UNE Y NOS HERMANA" Mis queridos diocesanos: El día 16 de julio, festividad de Nuestra Señora del Carmen, Estrella de los Mares, celebra la Iglesia en España, el Día de las gentes del mar, con el siguiente lema: "LA MAR NOS UNE Y NOS HERMANA". Es decir, las maravillas y las tragedias del mar y su problemática laboral y social nos unen y nos hermanan. Todavía estamos con el corazón encogido por la reciente tragedia del buque "O Bahía" en las costas gallegas. 1. Vida de la gente del mar Hay muchísimas personas, en nuestra querida y amada Diócesis de Cádiz y Ceuta, que tienen en el mar su medio de vida; unos trabajan con marinos en barcos mercantes, o en barcos pesqueros, en sus diferentes medidas; otros trabajan como pescadores artesanales en la pesca costera de mares o ríos; también trabajan en tareas complementarias, en los puertos e instalaciones marítimas y costeras, y las familias de pescadores que ayudan en estas faenas, tal y como he podido comprobar durante este curso en mi visita pastoral a la Línea de la Concepción. Considero necesario acoger la riqueza de la vida de los marinos y pescadores, su sentido de trascendencia, solidaridad, respeto a la naturaleza y su capacidad de enfrentarse a los riesgos y ser capaces de integrarlos en la sociedad moderna, que tiene profunda necesidad de estos valores. 2. Cultura de la gente del mar La cultura de la gente del mar está marcada por valores aparentemente contradictorios, que configuran unas actitudes y un comportamiento peculiar que se suele expresar de esta forma: desde un gran sentido fraternal y comunitario hasta un individualismo extremo; desde un gran sentido de libertad hasta una aceptación de una disciplina rigurosa; desde un gran apego a los valores familiares hasta un abandono relativamente fácil; desde una fe muy profunda hasta un agnosticismo generalizado, y en especial las ocasiones de extremo peligro de la vida conllevan descubrimientos profundos de los valores de la fe y de las creencias oficiales, tal y como cantaba el inmortal José María Pemán: "Rodeando el cuello del indiferente o pecador, es el escapulario como el abrazo desesperado y último de una fe que no quiere naufragar". 3. La gente del mar y la economía liberal Ha sido enorme el impacto que ha tenido el cambio de la economía mundial y la organización internacional del comercio en la actividad marítima pesquera. El libre comercio ha llevado consigo la apertura de los mercados de transportes, de las comunicaciones y de los productos derivados de los recursos naturales, del medio acuático en general y del mar en especial. El régimen de registros abiertos, por ejemplo, ha afectado enormemente a la organización y condiciones de trabajo marítimo. La búsqueda y extracción de recursos marinos en alta mar ha impulsado a países y empresas a una verdadera guerra en las campañas de pesca y en el contrato de tripulantes en pésimas condiciones de vida y de trabajo. Los océanos del mundo siguen siendo explotados sin discriminación alguna, y las condiciones de vida de trabajo de muchos navegantes y de sus familias son extremadamente difíciles. Frente a dicha situación, la Iglesia proclama el carácter moral y ético del desarrollo social y económico que debe comprender el respeto por cada ser humano. Como dice el Papa Juan Pablo II, cuando la libertad económica está separada de consideraciones morales, "pierde su necesaria relación con la persona humana y termina por arrinconarla y oprimirla" (Centesimus annus 39). 4. Desconfianza de las gentes del mar Entre las gentes del mar aparece una actitud mayoritaria de desconfianza y de duda ante la gestión de las administraciones públicas, frente al cuidado y la atención de los marinos, especialmente en la marina mercante, los pesqueros industriales y la pesca artesanal. La despreocupación se siente principalmente en la reducida existencia y funcionamiento del sistema de protección de salud, seguridad laboral y pensiones de vejez. A pesar de que existen unos sistemas de protección muy desarrollados, se observan una serie de irregularidades en la protección de marinos y pescadores. Algunas de estas irregularidades las observamos, también, entre nosotros. Hace unos meses que ha sido impresionante contemplar cómo los pescadores de Barbate arrojaron miles y miles de kilos de pescado, a causa de los precios tan bajos que existían en el mercado. 5. Jesús optó por la gente del mar Jesús optó por estar con las gentes del mar y los acompañaba en sus vidas y en sus luchas. La misión confiada por Jesús a sus apóstoles ha sido, sigue siendo y continuará siéndolo, la misma para todo tiempo y lugar. Somos enviados en nuestra misión como bautizados, a vivir la nueva vida de amor y reconciliación que Jesús comparte con nosotros y a testimoniar con nuestras propias vidas el amor, el perdón y la vida plena que el Padre nos ofrece a través de Jesús. La fe hizo posible que aquellos pescadores volvieran a casa con las redes repletas cuando ya no era posible la esperanza. La fe puede hacer de todos los pueblos uno solo en el que habite la justicia, la esperanza, la fraternidad y la unidad. 6. Apostolado del mar El apostolado del mar debe prepararse a conocer más y mejor el sentido que la gente del mar le da a su vida de trabajo, especialmente en sus formas referidas de relación con la naturaleza y otras personas a bordo en las faenas de pesca. Alimentar a través de un gran esfuerzo pastoral, el encuentro personal que las gentes del mar tienen consigo mismo en el ambiente de soledad y aislamiento en la vida del mar. Salir en defensa de los derechos humanos, laborales y civiles, en especial de los marinos mercantes, pescadores industriales y de la pesca artesanal. Fomentar y avivar un auténtico compromiso apostólico de todos los miembros del Apostolado del Mar, que dé señales de esperanza, con el anuncio del evangelio de la alegría y la esperanza. 7. Unidos en la plegaria Os invito a todos a uniros a la plegaria ferviente dirigida a la Virgen del Carmen, Estrella de los Mares, por las "Gentes del Mar". La realidad descrita nos obliga a unir nuestros esfuerzos y la plegaria de todos para dar juntos la respuesta adecuada en la justicia y en el amor. Pidamos para que se clarifique su situación laboral. Pidamos para que la unidad y la fraternidad sean una realidad a bordo de las naves y en los puertos. Pidamos, también, por las gentes que mueren en el mar. Imploremos la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Carmen, patrona del marino mercante y del pescador, a fin de que nos guíe a todos al puerto seguro de la eternidad. Reza por vosotros, os quiere y bendice, + Antonio Ceballos Atienza Obispo de Cádiz y Ceuta --------------------------------------------------------------------------------