Lobos marinos y Focas . ¿Qué son los pinnípedos?

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¿Qué son los pinnípedos?
Valentina Franco-Trecu (Proyecto Pinnípedos)
Los Pinnípedos son un grupo de animales que pertenecen al orden Carnívora. Esta palabra
proviene del latín pinna y pedis, y quiere decir “pies en forma de aletas”. En este grupo se
diferencian 34 especies divididas en 3 familias: los lobos y leones marinos, las focas verdaderas
y las morsas. En América del Sur se encuentran 10 especies de pinnípedos (5 focas, 4 lobos
marinos y una especie de león marino). Varias islas costeras de Uruguay son colonias
reproductivas del lobo fino (Arctocephalus australis) y león marino sudamericano (Otaria
flavescens). La Isla de Lobos (frente a Punta del Este), el grupo de Islas de Torres (frente a Cabo
Polonio), la Isla del Marco (frente a Valizas) y las Islas de la Coronilla (frente al balneario con el
mismo nombre) son los lugares donde estas especies nacen y se reproducen. La colonia
reproductiva del lobo fino se estima que está compuesta por 300 mil individuos, según datos
de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DI.NA.R.A. – M.G.A.P.), siendo la colonia
reproductiva más importante de esta especie y una de las más grandes a nivel mundial. Por
otro lado, la población del león marino solo está compuesta por unos 12 mil individuos y su
tamaño disminuye cada año (DI.NA.R.A).
Las dos especies pueden distinguirse fácilmente a simple vista. El lobo fino, de menor tamaño,
tiene el hocico en punta, su pelaje es de color grisáceo y tiene dos capas de pelo, dándole un
aspecto despeinado cuando está seco. Los leones marinos, al menos dos veces más grandes,
tienen el hocico achatado y su pelaje es de color marrón-anaranjado.
Los machos presentan en el cuello una melena de pelaje más claro que les da el nombre de
“pelucas”. Las dos especies conviven en las islas de Uruguay, y tienen comportamientos
bastante similares, pero sus períodos reproductivos están levemente desfasados.
Los lobos finos se reproducen principalmente en diciembre, mientras los leones marinos en
enero. Durante estos períodos, los machos conquistan y defienden pequeños territorios,
mediante luchas y comportamientos agresivos.
Cada verano, las hembras dan a luz un único cachorro que cuidarán y amamantarán
aproximadamente por un año.
Pocos días después del parto las
hembras copulan con alguno de los
machos territoriales y vuelven a
quedar embarazadas. Esto las
convierte en madres continuas una
vez que son maduras. Luego de la
cópula y pocos días después del parto,
las hembras se van a comer al mar
haciendo viajes de duración variable,
tiempo que los cachorros quedan en
la colonia sin alimentarse.
A lo largo de todo el cuidado de la cría, las hembras alternan estos viajes de alimentación con
asistencias en tierra, períodos que cuidan y alimentan a sus cachorros.
Las hembras de lobo fino se alimentan en zonas alejadas de la costa, y pueden recorrer hasta
500 km para alcanzar las áreas de
alimentación. Principalmente se
alimenta de pescadilla, anchoítas y
calamares. Por otro lado, las
hembras de león marino se
alimentan en áreas costeras,
cercanas a las colonias de cría,
donde comen principalmente
pescadilla, corvina, brótola y pez
sable. Dentro del ecosistema
marino,
los
pinnípedos
generalmente se ubican en lo más
alto de la cadena alimenticia y
tienen importantes funciones.
Debido de la intrincada red de conexiones que existe entre los componentes del ecosistema, la
remoción de una especie puede tener efectos inesperados. No solo puede generar un efecto
sobre las especies con las que se relaciona directamente (como sus presas), sino que también
puede tener efectos sobre las especies con que se relaciona indirectamente. En este contexto,
los humanos somos considerados un depredador más
del sistema, que genera un importante impacto a través
de las pesquerías. El incremento de la actividad
pesquera y la continua incorporación de nuevas
tecnologías han intensificado la competencia entre los
pinnípedos y el hombre, hasta el punto de ser
considerado un conflicto a nivel mundial.
Dentro de las interacciones que pueden tener las
pesquerías con los pinnípedos se reconocen dos tipos:
directas e indirectas. Las primeras refieren a un
encuentro espacial y temporal, o sea que se encuentran
en el mar y se ven “cara a cara”. Esto puede generar la
captura incidental en las artes de pescas: por ejemplo
que los lobos queden atrapados en las redes. Obviamente estas capturas son accidentales, ya
que el lobo no es una especie objetivo para el pescador y esto conlleva a un trabajo extra. Otro
tipo de interacción directa es cuando los lobos o leones marinos comen los peces capturados
por los pescadores, rompiéndoles en muchos casos sus artes (redes o palangres). Para los
pinnípedos, esta forma de alimentarse implica un beneficio, ya que comen presas que están
“servidas a la mesa” sin gastar energía en buscar, perseguir y capturar sus presas. Para los
pescadores el panorama es totalmente opuesto. Esta interacción conlleva a la perdida de una
parte de la captura, además de la rotura de las artes de pesca que implica un futuro gasto de
tiempo y dinero para repararlas. La interacción indirecta entre los pinnípedos y la pesca refiere
a cuando el encuentro no es “cara a cara”, pero utilizan las mismas áreas y/o capturan las
mismas presas. Esto implica que al explotar los mismos recursos exista una competencia entre
ambos. Esta interacción es particularmente relevante sobre todo con la pesca industrial, ya
que los volúmenes de capturas y el impacto sobre el ecosistema son extremadamente
mayores que la pesca artesanal. Esto puede traer como consecuencia una disminución en la
abundancia de ciertas especies de presas de los pinnípedos, por lo que éstos deben
incrementar su tiempo de búsqueda o desarrollar nuevas estrategias de captura, pudiendo
afectar su éxito a nivel individual y poblacional. El conflicto entre los pinnípedos y la pesca es
un tema delicado y son pocos los casos que han encontrado una solución viable al conflicto.
Para ello es importante investigar dicha interacción contando con el aporte y la visión de los
pescadores, y tratar de mantener en el sistema tanto a los leones marinos como al oficio de la
pesca artesanal, ambos con problemas de conservación.
Desde el año 2004, el Proyecto Pinnípedos (avalado por la Facultad de Ciencias) realiza
diversas investigaciones sobre las colonias reproductivas de nuestro país. Inicialmente,
comenzamos investigando el comportamiento maternal y el efecto de ciertas características
del mismo sobre la sobrevivencia de las crías. También investigamos la dieta de ambas
especies por diferentes métodos, y evaluamos su superposición con las capturas pesqueras.
Además equipamos con transmisores satelitales hembras de león marino para evaluar su
solapamiento espacial con las flotas pesqueras. A su vez, hemos evaluado la mortalidad
generada por la flota industrial de arrastre costero debido a capturas incidentales.
Actualmente estamos investigando la presencia de estrategias reproductivas y alimenticias a
nivel individual en ambas especies, con el objetivo de evaluar su impacto a nivel poblacional y
ver sí esto afecta de alguna manera las tendencias poblacionales observadas en nuestro país.
Para ello estudiamos el comportamiento reproductivo de los machos, registrando por cuánto
tiempo defienden sus territorios, en qué momento del período reproductivo lo hacen y las
tasas de agresión. Nuestra idea es evaluar cómo afectan estas variables a su éxito reproductivo
o tamaño de descendencia, estimado a partir de análisis genéticos de paternidad. Por otro
lado equipamos hembras reproductivas de ambas especies con transmisores satelitales y
registradores de buceo. Esto nos permite conocer además de las zonas de alimentación que
utilizan, la duración de sus viajes, y el tipo de presas que consumen a partir de los registros de
buceo. El objetivo general del Proyecto es investigar sobre el comportamiento y la ecología de
las especies de pinnípedos que viven en nuestro país, para poder comprender su dinámica
poblacional y así aportar a su conservación.
Leyendas
Figura 1. Hembra de lobo fino sudamericano (a la izquierda) y de león marino sudamericano.
Figura 2. Machos de león marino (pelucas) realizando despliegues agresivos para la defensa de
sus territorios.
Figura 3. Cría de lobo fino sudamericano.
Figura 4. Grupos de crías de lobo fino en una colonia reproductiva.
Figura 5. Ejemplo de las conexiones entre distintas especies que componen un ecosistema.
Tomado de Trites et al. 1997.
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