Manto acuifero y hundimientos en DF

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AUTORES:
Flores Ramírez Diana
Medina Montaño Alba
Ramírez Zúñiga Elizabeth
GRUPO: T154
PROFESOR:
Sancèn Contreras Fernando Jacinto
Mèxico, D.F. Julio 2005
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Ì N D I C E
Portada .………………………………………………………………………………………….1
Índice ….…………………………………………………………………………………………2
Introducción…………………………………………………………………………………….. 3
Marco teórico ………………………………………………………………………………..4- 21
Planteamiento del problema ……………………………………………………………… 22-23
Hipótesis
Comprobación
Conclusión
……………………………………………………………………………………24
Bibliografía …………………………………………………………………………………….25
2
INTRODUCCIÓN
La elevada concentración humana del Valle de México y el exceso
consecuente de sus demandas, ha provocado que el agua proveniente de
los mantos acuíferos sea insuficiente; se ha obligado a sobreexplotar el
acuífero provocando así el hundimiento del suelo.
El 60% del agua que se suministra a la población en la zona conurbada de
la Ciudad de México proviene del subsuelo del Valle.
Por lo anterior se ha enfocado la investigación a encontrar una alternativ a
viable para prevenir a largo y corto plazo este problema. Por medio de la
recarga del acuífero con agua residual tratada, proveniente de 37 pozos
activos distribuidos en 13 plantas, ubicadas en zonas especificas, donde
s e p e r m i t e l a i n ye c c i ó n , c i r c u l a c i ó n y a l m a c e n a m i e n t o d e a g u a p a r a e l
subsuelo, proporcionando una recarga total de 1057 lps .
Permitiendo así que se rehidraten los componentes del suelo como las
arcillas del subsuelo evitando el hundimiento del mismo .
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M
A
R
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T
E
O
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C
O
LOS HUNDIMIENTOS
En los estudios realizados en la primera mitad del siglo, ya se mencionan como causantes de los
hundimientos del subsuelo de la Ciudad de México a la consolidación de las arcillas, fenómeno
que se atribuye a distintas causas. La más sobresaliente es la extracción de agua del subsuelo,
misma que se utilizaba para administrar de agua potable a la población. Con la sobreexplotación
de los mantos acuíferos, el suelo arcilloso de los antiguos lagos se compacta y se hunde entre 6 y
28 centímetros anuales, dependiendo de la zona. Llega a los 35 cm. en la zona del sudeste del
Distrito Federal. En algunos sitios ha llegado registrar hundimientos que varían entre los 3 y los
20 centímetros. En la capa de arcilla se han reportado grietas de hasta 18 metros; estas grietas
propician que el acuífero se contamine.
En regiones donde se lleva a cabo la extracción de agua subterránea mediante bombeo profundo,
es común observar hundimientos de la superficie natural del terreno. Esto ocurre esencialmente
en capas de suelo constituidas por sedimentos compresibles que reducen significativamente su
volumen al ser extraída el agua durante periodos largos.
CONSECUENCIAS DE LOS HUNDIMIENTOS.
La sobreexplotación del acuífero provoca que la ciudad se vea obligada a substituir el agua de su
acuífero con mayores volúmenes de fuentes externas, a cualquier costo. Como será políticamente
imposible transferirle a la ciudadanía el nuevo costo del agua, los actuales subsidios,
equivalentes a casi dos terceras partes de su costo real, crecerán significativamente y tendrán que
ser absorbidos por las finanzas de la ciudad, restando cuantiosos recursos a la realización de
otros proyectos urbanos. Con el hundimiento del suelo, se quiebra la infraestructura hidráulica de
la ciudad y se dañan los cimientos de los edificios. Los daños a la red de distribución propician
fugas de agua potable calculadas en 30% del caudal conducido, reduciendo el abasto a los
hogares. Adicionalmente, al quebrarse los tubos del drenaje, las aguas residuales se infiltran en el
subsuelo contaminando progresiva y crecientemente los mantos acuíferos.
El hundimiento del suelo también ha obligado construir un sistema de drenaje muy profundo,
para evitar que la ciudad se inunde de aguas negras. Drenaje que tomara mas de 25 años
terminar, con un costo actual estimado en 30 millones de nuevos pesos por cada uno de sus 170
kilómetros de longitud. En el Distrito Federal, los hundimientos han provocado daños al sistema
de drenaje y alcantarillado, esto propicia que en temporada de lluvias las calles se inunden y se
pierda un gran volumen de agua por la contaminación. La sobreexplotación del acuífero trajo
consecuencias que se han ido manifestando como las grandes grietas que presentan las casas y
edificios en particular en el oriente de la ciudad; así como en el Valle de Lerma, donde la escasez
de agua ha redundado en cosechas magras, además de la degradación de la calidad del agua
subterránea. La Ciudad de México requiere preservar su suelo de conservación, evitando que la
mancha urbana continúe invadiéndola. Como consecuencia del crecimiento de la mancha
urbana, lo que antes eran áreas verdes, ahora se han convertido en edificios y calles
pavimentadas, lo que ocasiona que 1100 millones de m3 no se infiltren al subsuelo sino que
corran hacia el drenaje y se contaminan.
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QUE ES UN ACUÍFERO
Un acuífero es un manto rocoso que contiene agua. La acumulación de sedimentos arcillosos en
lagos es en los que actualmente forman el subsuelo de la zona plana. En éste se almacena gran
cantidad de agua proveniente de agua residual tratada, aguas subterráneas obtenidas por pozos, y
agua pluvial.
En la actual Ciudad de México los antiguos pobladores, los Aztecas dieron solución a los
problemas que ellos mismos habían ocasionado al acabar con la zona boscosa y rellenar los lagos
donde erigieron la Gran Tenochtitlan; construyeron chinampas, y otras obras hidráulicas como
diques y bordos, para evitar grandes inundaciones; la población cada día comenzó a depender
mas del agua. En la época de la conquista Hernán Cortés inundó la ciudad al derribar el bordo
que protegía la ciudad y rellenó los canales de navegación con los restos de la ciudad en ruinas.
Conociendo los problemas que la antigua ciudad sufría a causa de las inundaciones, fue un grave
error construir la ciudad, en este mismo sitio.
Durante esta época, las inundaciones obligaron a construir diques, los cuales permanecieron a lo
largo de dos siglos; esto repercutió en la necesidad de construir un desagüe. Los habitantes y sus
autoridades se enfrentaron a grandes dificultades para lograr abastecer de agua potable a la
ciudad y protegerla de los daños y perjuicios causados por el agua, obteniendo sólo resultados
parciales.
Un evento trascendental para la ciudad ocurrió en el siglo XVII, cuando comenzaron los trabajos
en el Tajo de Nochistongo y en Tequisquiac, con lo que se desecarían los lagos. Para abastecer
de agua a la nueva ciudad se recurrió a utilizar fuentes alternativas como las de Azcapotzalco y
más tarde usaron el agua proveniente de los manantiales de Santa María Nativitas y Xochimilco.
Fue en los inicios del siglo XX cuando se comenzaron a extraer grandes volúmenes de agua del
subsuelo para satisfacer las demandas de la creciente población,
EXPANSIÓN DE HECTÁREAS PARA EL ACUÍFERO
El crecimiento de la mancha urbana sobre las áreas de recarga. Anualmente se ocupan entre 200
y 300 hectáreas adicionales de las áreas de captación, a pesar de que desde 1986 fueron
delimitadas como Zona de Conservación Ecológica. Con cada metro cuadrado que se ocupa, en
promedio se pierden para siempre 170 litros de agua de recarga anual. Dicho de otra manera: por
cada hectárea que se ocupa, perdemos el agua que consumen mil 500 familias.
Consecuentemente, el abasto local disminuye y la sobre explotación del acuífero crece. Los
pozos tienen que ser cada vez más profundos, incrementándose los costos de perforación y
bombeo. A medida que la extracción es mas profunda, gradualmente disminuye la calidad del
agua para consumo humano.
El 57% del territorio del Distrito Federal es zona de conservación ecológica. En ella existen aun
más de 36 mil hectáreas de bosques y más de 30 mil hectáreas de áreas agrícolas. Esta zona
incluye también las 25 subcuencas que alimentan de agua a los mantos acuíferos subterráneos
del Valle. Las mediciones de la precipitación pluvial indican que tan sólo en esta zona se
reciben mas de 773 millones de metros cúbicos al año, volumen que supera los 625 millones que
se extraen en toda la cuenca. (En la cuenca se reciben 6,700 millones de metros cúbicos al año,
que equivalen a casi cuatro veces el consumo total que realiza toda la zona metropolitana).
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Sin embargo, todo el proceso de infiltración se da en forma natural, porque la infraestructura de
captación construida es insignificante. Así, se estima que solo el 18% de la lluvia que cae dentro
de la zona de conservación ecológica se infiltra para recargar los acuíferos, La infiltración es
menor en el resto de la cuenca, dada su menor permeabilidad natural y la extensa construcción
urbana en la que se concentra una región ecológica de 71,000ha.
El territorio del Distrito Federal cuenta en un 59.5% de su extensión con el suelo de
conservación, el cual comprende más de 88,500 ha, incluida la región ecológica. Esta zona está
conformada por 24 subcuencas que alimentan al acuífero del Valle de México las cuales se
encuentran distribuidas de la siguiente manera: 39,000ha corresponden a bosques, 33,800 ha a
zonas agrícolas, más de 1,300 ha de chinampas y cuerpos de agua, 11,400 ha de pastizales y
matorrales y 4,300 ha de asentamientos humanos. En la zona del Ajusco, la sierra de Guadalupe
y la sierra Chichinautzin, se produce la mayor recarga del acuífero del Valle de México. Estos
son pequeños acuíferos semiconfinados y con un área de recarga de 1825 Km2, de la que se
extraen 925 M km3 al año. En el Valle de México, aproximadamente del 72 al 78% de la
precipitación total se pierde en la atmósfera mediante procesos de evapotranspiración, y sólo del
13 al 20% recarga el acuífero
ZONAS DE MAYOR RECARGA DE ACUÍFEROS.
Las zonas de recarga de mayor importancia para los sistemas de flujo subterráneo, corresponden
con las elevaciones que limitan a la cuenca de México hacia el poniente y hacia el sur, región
que coincide precisamente con el Suelo de Conservación Ecológica.
Si ocupamos la Zona de Conservación Ecológica perderemos el 55% de nuestro abasto de agua y
no existen fuentes externas con que substituir este volumen. Además, al destruir sus bosques,
perdemos nuestra fuente de oxigenación local, se incrementa la erosión del suelo de las montañas
y se termina destruyendo el equilibrio biótico de la cuenca.
En la Ciudad de México las precipitaciones alcanzan un promedio anual de 700mm. La recarga
del acuífero del Valle de México ocurre en su mayoría en las áreas boscosas del Distrito Federal,
en las delegaciones Cuajimalpa, Milpa Alta, Magdalena Conteras, Tlalpan y Tláhuac,
ZONAS APROPIADAS PARA RECARGA.
Las zonas que presentan condiciones favorables para la recarga se agrupan :
Basaltos y piro clásticos constituyen la Sierra de Chichinautzi, así como la Sierra de Santa
Catarina, su alta permeabilidad permite la infiltración de agua, tanto a través de pozos como de
lagunas. En éstos pozos se pueden recargar entre 60 a 80 l/s por pozo. Se ha mostrado que en la
Sierra de Santa Catarina a través de lagunas se pueden infiltrar caudales superiores a los 700 l/s.
La formación Tarango que aflora al pie de la Sierra de las Cruces, se encuentra constituida por
una serie de materiales entre los que predominan los de tipo granular, los cuales presentan una
permeabilidad media.
En estos materiales es factible recargar agua al subsuelo en caudales de alrededor 20 l/s por
pozo. Hacia el valle de Texcoco, los materiales granulares que se encuentran en el subsuelo
presentan una permeabilidad de media a baja. Permiten una recarga del orden de 5-10 l/s por
pozo.
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Las zonas mas apropiadas para la recarga artificial de acuíferos se encuentran en rocas que
pueden agruparse de acuerdo a sus características para permitir la infiltración, circulación, y
almacenamiento de agua en el subsuelo, dentro de estos grupos de roca tenemos:
-
Basaltos y piro clásticos. Su alta permeabilidad permite la infiltración de agua, tanto a
través de pozos como estanques. En pozos es factible recargar alrededor de entre 40 y 60
lps por pozo y por medio de estanques que se pueden infiltrar caudales de hasta 1000 lps.
-
Materiales granulares. Que se encuentran al pie de la sierra de las cruces, presentan una
permeabilidad media. Con estos materiales es factible recargar agua al subsuelo en
caudales alrededor de 20 lps por pozo.
-
Intercalaciones de materiales granulares con volcánicos. Permiten la infiltración o recarga
artificial con caudales variables, del orden de 20 lps por pozo.
-
Los materiales granulares dentro de la ciudad de México. Presentan una permeabilidad
media; a través de estos es factible efectuar una recarga artificial del orden de 10 a 30 lps
por pozo.
CARACTERÍSTICAS GEOHIDRÒLOGICAS DE LA ZONA METROPOLITANA DE
LA CIUDAD DE MÉXICO PARA LA RECARGA.
Se han identificado 9 zonas con características que permiten la infiltración, circulación y
almacenamiento de agua en el subsuelo.
Zona 1. Lomas del Poniente
La zona corresponde a las Lomas del Poniente de la ciudad de México, entre Chapultepec y
Contreras. Esta porción se encuentra construida por materiales granulares, cenizas y lavas. Las
lavas generalmente son de composición andesìtica y constituye al núcleo de la Sierra de las
Cruces. La permeabilidad que presenta este conjunto de rocas se considera como baja, debido a
que los caudales de extracción registrados en la mayor parte de los pozos que se ubican en ella
varían entre 20 y 40 l/s.
Zona 2. Área de transmisión del Poniente.
Corresponde a una franja alargada orientada norte- sur que se extiende desde Azcapotzalco hasta
la Ciudad Universitaria. Esta zona se ubica al pie de la Sierra de las Cruces y se le conoce como
“zona de transmisión”, por encontrarse formada por materiales procedentes de la erosión de la
mencionada Sierra y el antiguo lago de México.
La erosión y transporte de materiales de la Sierra acumularon arcillas, grabas y arenas, lo cual le
imprime características geológicas y geohidròlogicas especiales. En general, estos materiales
presentan una permeabilidad que se puede considerar de media a baja. Los pozos existentes
rinden caudales de entre 40 y 60 l/s.
Dentro de esta región se encuentran un gran número de pozos actualmente en explotación. La
zona se encuentra urbanizada.
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Zona 3 .Zona Lacustre del Centro de la Ciudad.
Corresponde a la zona plana de la ciudad, que incluye el Centro Histórico y sus alrededores. Se
extiende desde Coyoacan al sur y continúa al norte cubriendo la mayor parte de las delegaciones
Benito Juárez, Cuhautemoc y Venustiano Carranza. El subsuelo de esta zona se encuentra
constituido principalmente por materiales granulares de permeabilidad media a baja. Pozos
existentes en esta zona rinden caudales entre 60 y 80 l/s.
Zona 4. Zona de Transición Sierra de Santa Catarina.
Rodeando el Cerro de la Estrella y la Sierra de Santa Catarina, se encuentra una zona plana que
fue parte de los antiguos lagos de México. En el subsuelo de esta zona se presentan intercalados
derrames lavicos de composición basáltica, procedentes de diferentes centros eruptivos, como los
volcanes del Cerro de la Estrella, El Peñón del Marques y los volcanes que constituyen a la
Sierra de Santa Catarina.
Las lavas de basaltos de los volcanes se extendieron en el subsuelo y se intercalan como
materiales granulados tales como: grava, arenas y arcillas, los que en su conjunto presentan una
permeabilidad de media a alta. La mayor parte de los pozos que se encuentran perforados en esta
zona, rinden caudales de extracción entre 60 y 90l/s.
Estos pozos se caracterizan por haber cortado en su construcción fuertes espesores de basaltos y
piro clásticos de media y alta permeabilidad.
Zona 5. Sierra de Santa Catarina y Chichinautzin.
Corresponde a productos de emisiones volcánicas de composición basáltica y edad resiente.
Predominan gravas de tezontle las cuales se encuentran intercaladas con cenizas volcánicas,
arenas y lavas que en general le imprimen una alta permeabilidad. Los pozos perforados rinden
caudales entre 80 y 120l/s.
La Sierra de Chichinautzin ubicada en la zona sur del Distrito Federal, funciona en forma natural
como una gran área de carga del agua de lluvia, la que al precipitarse sobre el terreno se infiltra
sin permitir la formación de corrientes superficiales que escurran y descarguen hacia los valles
de Xochimilco y Tláhuac.
Se hace notar que si existen arroyos, pero que solamente en caso de lluvias extraordinarias
alcanzan a presentar escurrimientos que se infiltran al subsuelo al llegar al valle.
En la Sierra de Santa Catarina la conductividad hidráulica es ligeramente menor que en la Sierra
del Chichinautzin. Se encuentran constituidas también por arenas y tezontles, intercalados con
cenizas y lavas. El flanco del sur de la Sierra de Santa Catarina se encuentra una batería de
pozos.
El agua de los pozos es enviado por su potabilización a la planta ingeniero Francisco de Garay
por presentar el agua en alto contenido de fiero, maganoso y nitratos de origen natural, no se
descarta la posibilidad de que estos elementos aumenten debido a la influencia de contaminación
procedente de antiguos rellenos sanitarios.
Zona 6. Cerro de la Estrella y Peñón del Marqués.
Está constituida por piro clástico y lavas basálticas de mayor antigüedad que las rocas y
materiales de la zona 5. Presentan una permeabilidad de media a alta. Los caudales extraídos son
del orden de 80 a 100 l/s.
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Zona 7. Zona Tlalpan—Xochimilco.
En la zona sur y sur-oeste de la Ciudad de México, entre Tlalpan y Xochimilco, se encuentra un
área que presenta características geológicas y geohidròlogicas peculiares.
Existen más de 100 pozos que se encuentran ubicados en ésta zona, que rinden caudales
generalmente entre 40 y 70 l/s.
La conductividad hidráulica de las rocas es de 5.8x10 -3 a 10-5 m/seg. Corresponde a una zona
acuífera de alto rendimiento. La extracción por bombeo ha ocasionado la formación de un cono
bisometrico.
Zona 8. Zona Ajusco.
La zona denominada Ajusco se encuentra formada por productos volcánicos entre los que
predominan andesitas y basaltos. Tienen una permeabilidad de media a baja. Por su posición
topográfica, el nivel estático es profundo.
Forma un área de alimentación de agua de lluvia al Valle, no se considera apropiada para regar.
Zona 9. Sierra de Guadalupe.
En la parte norte de la Ciudad de México se encuentra la Sierra de Guadalupe, la cual está
compuesta por rocas volcánicas de baja a nula permeabilidad, la razón `por la que no se
considera atractiva para la recarga artificial del subsuelo, salvo condiciones locales.
CUANTA AGUA SE REGISTRA PARA EL ACUÍFERO
Conservadoramente, entre el 50 y el 75% del volumen total escurrido, es decir, entre 70 y 105
millones de metros cúbicos al año podrían enviarse a recargar el acuífero, si se construyera la
infraestructura necesaria. En la Ciudad de México se recibe una precipitación anual que genera
volúmenes de escurrimiento de 6700 millones de m3. De este volumen de escurrimiento una gran
parte se evapora (4300 millones de m3) y solo 1300 millones de m3 escurren en los ríos y arroyos
que se encuentran en el Valle de México.
En la ciudad de México actualmente se consumen 35 m3/s de agua, lo que en promedio sería 360
litros por persona. La Ciudad de México obtiene el agua que requiere para sus actividades de tres
fuentes principales: el 60% se extrae de los mantos acuíferos; el 26.5% de las cuencas de los ríos
Lerma y Cutzamala y el 2.5% restante de las fuentes superficiales que aún subsisten en la cuenca
del Valle de México, como el río Magdalena. De los mantos acuíferos se extraen 45 m3/s,
mientras que solo 25 m3/s se reponen naturalmente por medio de la infiltración, esto indica que
el acuífero está siendo sobreexplotado, ya que se extraen 20 m3/s más que el agua que se
recupera.
Actualmente el Distrito Federal es abastecido con 35 400 l/s de agua potable, de los cuales el
60 % proviene de fuentes subterráneas, extraídos a través de 856 pozos (56 % del acuífero de la
cuenca de México y 14 % del acuífero de la cuenca alta del río Lerma). Para proveer el caudal
restante se aprovechan fuentes superficiales (3 % de manantiales ubicados en la región poniente
y sur de la ciudad y 27% de aguas superficiales del sistema Cutzamala).
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CUANTA AGUA DESTINA CADA PLANTA AL ACUÌFERO
La mayor parte de agua tratada se destina al riego de áreas verdes. Una parte de esta agua y la
proveniente de futuras ampliaciones o incrementos en eficiencia de operación se podrá destinar a
la recarga artificial de acuíferos.
La planta de San Juan Aragón, tiene una capacidad de operación de 364 lps. Considerando que
se pudiera destinar 200 lps para la recarga, ésta se podría llevar a cabo en 10 pozos, con un
caudal de 20 lps por cada pozo.
Se requiere que los pozos se ubiquen a lo largo del límite del DF; hacia esta zona, los materiales
que existen en el subsuelo permiten la recarga artificial.
En lo que se refiere en la Planta de Acueducto de Guadalupe, tiene una capacidad de operación
de 57 lps. Y no se encuentran pozos de agua potable cercanos, en dirección que circula el agua
subterránea. La zona se encuentra sobreyaciendo a materiales permeables que permiten la
recarga artificial a través de un pozo perforando dentro de la planta o alrededores. Se ha
estimado factible la recarga r un caudal de 30 lps.
La Planta del Cerro de la Estrella es la que mayor capacidad tiene en gasto de operación dentro
del DF; su capacidad de operación es de 2300 lps, a nivel terciario, de los cuales se sugiere
utilizar 410 lps. Para recargar agua tratada a través de 9 pozos ya existentes, 4 de ellos se ubican
al norte de la Sierra de Santa Catarina y 5 al sur de dicha Sierra. La permeabilidad de los
materiales permitirá la recarga de 40 lps. Por cada pozo (160 lps totales), y por otra parte en el
sur se podría recargar 50 lps por cada pozo (250lps totales).
Uno de estos pozos que se encuentran en Santa Catarina han sido adoptados por la DGCOH para
recarga y se encuentran operando actualmente.
Además, existe una conducción de agua tratada, que va del Cerro de la Estrella hacia el área de
Xochimilco, la cual podría ser utilizada para este fin.
En Bosques de las Lomas se cuenta con una planta de tratamiento con una capacidad de
operación de 27 lps; de los cuales 20 podrían ser recargados al subsuelo a través de un pozo ya
existente, que anteriormente se utilizaba para extracción de agua potable pero se encuentra
cancelado.
La Planta de tratamiento de la Ciudad Deportiva tiene un gasto de operación de 80 lps. Desde
años anteriores se encontró la posibilidad de derivar 5lps para recarga, lo cual se podría realizar
a través del pozo 28, el cual no se encuentra en operación para agua potable. Alrededor de dicho
pozo no se encuentran extracciones que pudieran verse afectadas en forma directa.
Las plantas ubicadas en la zona suroeste de la zona metropolitana corresponden a Abasolo,
Colegio Militar y Parres, tienen un caudal de operación de 15lps cada una de ellas. Se desconoce
la utilización de esta agua. Estos caudales podrían ser recargados al subsuelo en su totalidad,
mediante 3 pozos ubicados uno en cada planta.
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En la planta de tratamiento de San Miguel Xicalco, se tiene una capacidad de operación de 75 lps
de los cuales se estima que se podrían recargar 7 lps a través de un pozo.
En la planta de San Luis Tlaxialtemaco, desde hace varios años se construyó y adoptó el pozo
San Luis 15, para que a través de él, se recarguen 60 lps. Alrededor del pozo existen 3 pozos de
monitoreo.
La planta de San Juan Ixtoyapan tiene una capacidad de operación de 106 lps. Aquí es factible
inyectar 60 lps a través de un pozo que se requiera perforar en la planta.
La planta del Campo Militar tiene una capacidad de operación de 30 lps. Se cree factible que
podrá destinarse 20 lps de dicha agua para recarga. La inyección se podría realizar a través de un
pozo que se perforara junto a la planta de tratamiento, donde se encuentran materiales
permeables.
En la planta de tratamiento en Santa Fe, actualmente se tratan 280 lps a nivel secundario de los
cuales 200 podrían ser recargados al subsuelo a través de una batería de 8 pozos ubicados en las
cercanías de la planta, que corresponde a la zona de las lomas del poniente.
En resumen, la recarga artificial del acuífero con agua residual tratada, a través de pozos, incluye
7 plantas de tratamiento donde se requiere la perforación de un pozo de recarga en cada una de
ellas. (Ver Pàg 23).
Esta alternativa en conjunto incluye la recarga de 1057 l/s a través de 37 pozos, 12 de los cuales
ya se encuentran perforados.
METODOS DE RECARGA APLICABLES EN LA CIUDAD DE MEXICO.
La recarga de un acuífero se pude realizar a través de dos tipos de sistemas principales:
1) Superficial.
2) Profundidad.
Así mismo, en forma general la recarga de un acuífero puede considerarse de dos tipos:
-
Recarga inducida.
Recarga artificial.
La recarga inducida se refiere a la creación de situaciones favorables a la infiltración natural.
La recarga artificial consiste en crear dispositivos especialmente diseñados para tal fin.
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RECARGA A TRAVÉS DE LAGUNAS
LA DGCOH construyó una laguna para la infiltración de aguas tratadas sobre el franco de la
Sierra de Santa Catarina. Las primeras experiencias obtenidas indican que se pueden recargar
más de 700 l/s. Previamente a la continuación de la recarga masiva a través de una superficie
aproximadamente de 6 hectáreas, se recomienda realizar un monitoreo a fin de evaluar el
impacto de la recarga sobre el acuífero ya que no se sabe con certeza.
RECARGA DE AGUA PLUVIAL
La recarga de aguas pluviales puede realizarse a través de los bordos o presas construidas sobre
los flancos de las elevaciones topográficas que circulan al valle de México, en forma general
puede ser factible. Sin embargo se requiere de estudios de detalle para su ubicación y el
cálculo de arrastre de sedimentos y vida útil de cada sitio hasta el momento no se le ha puesto
mucha atención en primer lugar se tendría que detener la deforestación.
La reforestación de las zonas topográficas altas es una acción benéfica, ya que por una parte
evita la erosión y el arrastré de sedimentos, y por otra incrementa la capacidad de infiltración
del subsuelo. Para recargar agua pluvial es necesario primeramente localizar los sitios donde
se captarían las aguas pluviales. Para ello se seleccionaron los causes de arroyos en los
flancos de las elevaciones topográficas que circundan a los valles de México, Texcoco y
Chalco.
Destaca la zona poniente de la ciudad de México, aquí el agua que escurre a través de ríos y
arroyos generalmente presenta mala calidad, lo que limita su utilización para la recarga; por
ello es necesario el saneamiento de esta zona, iniciando con la construcción de redes de drenaje
en zonas donde se carece de ellas.
RECARGA ARTIFICIAL DEL ACUIFERO.
Como se ha mencionado, la recarga artificial del acuífero de la ciudad de México puede
presentar condiciones favorables muy importantes para la disminución de la subsidencia del
terreno, para mejor manejo del acuífero, y para almacenamiento de agua para uso futuro, con ello
reducir la importación de agua de cuencas externas.
En forma general, para efectuar la recarga artificial es necesario que se cumpla la siguiente
condición:
-
Existencia de zonas permeables que permitan la infiltración del agua al acuífero,
considerando que estos puntos o zonas pueden ser alcanzados por medio de pozos,
estanques o galerías filtrantes. Por otra parte, el método de recarga a través de pozos, no
requieren de gran extensión de terreno, además de que atraviesan la capa de arcillas.
Los beneficios que presenta la recarga del acuífero son:
-Reducir el hundimiento del suelo
-Restaurar el acuífero que ha sido excesivamente explotado.
-Depuración de agua residual a través del contacto con el suelo en forma de tratamiento terciario
como lo es la filtración.
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PROCESO DEL AGUA PARA EL LLENADO DEL ACUÍFERO
En el subsuelo se distinguen dos zonas por las que el agua se infiltra, la zona de aireación o
vadosa y la zona saturada, el manto freático o nivel hidrostático es la superficie que separa
ambas zonas. Al irse infiltrando el agua en el subsuelo primeramente pasa por una zona de
aireación, la cual puede estar parcialmente saturada. El agua continúa atravesando el suelo hasta
alcanzar el manto freático; el nivel del manto freático varía de acuerdo con la estación del año y
los volúmenes de precipitación. Si el manto freático está localizado a una profundidad próxima
a la superficie se forma áreas pantanosas o encharcadas.
El acuífero debe permitir que no ocurra un ascenso excesivo del nivel piezomètrico. La calidad
del agua puede ser evaluada para impedir la colmatacion en el fondo del dispositivo de
infiltración.
Una condicionante para la recarga artificial de acuíferos cualquiera que sea el sistema empleado,
es utilizar aguas excedentes, no se puede disponer de aguas destinadas al riego o al
abastecimiento de consumidores por lo tanto las aguas que se emplean para este fin son las
siguientes:
- Agua de cursos pluviales o escurrimientos generados por tormentas
- Agua residual doméstica previamente tratada para evitar la contaminación
-Agua captada de manantiales o ríos que atraviesan la superficie del acuífero
Las técnicas empleadas para recarga artificial de acuíferos pueden ser complicados sistemas de
pozos de absorción de dimensiones desde 2 a 4 metros de diámetro y con profundidades que
alcancen hasta los 20 metros con una vida útil hasta de 20 años.
COMO SE INTRODUCE EL AGUA TRATADA EN EL ACUÌFERO
Para introducir agua en un acuífero los procedimientos son tan variados como múltiples y se
clasifican en función de cómo se realice la recarga, esta puede ser infiltración a través de la
superficie o bien, por introducción directa del agua al acuífero mediante una perforación que lo
atraviese. La recarga a través de la superficie se realiza con balsas, canales y campos de
inundación.
Los métodos de introducción directa se conocen con el n nombre de sistemas de recarga en
profundidad, en general se emplean en suelos formadas por una alternancia de capas permeables
e impermeables; los dispositivos empleados en este tipo de recargas consisten en sondeos o
pozos profundos a través de los que se inyecta agua en el acuífero. También se utilizan sistemas
conformados por pozos someros que capten el agua de alguna fuente y la introduzcan la
subsuelo. En suelos calcáreos se puede aprovechar las formaciones como enzimas dolinas para
infiltrar el agua directamente.
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DETERMINACIÒN DE LAS CARACTERISTICAS Y CALIDAD DEL AGUA DEL
ACUÌFERO
La calidad del agua del sistema de acuíferos de la zona Metropolitana de la Ciudad de México,
es muy escasa, los sitios donde actualmente se lleva acabo recarga artificial al acuífero, ya sea
por infiltración o por inyección, tiene procesos de tratamientos donde debe alcanzar al menos
niveles similares a los del agua presente en los acuíferos de esa zona.
La calidad del agua en el acuífero de la cuenca de México varía; algunas de estas variaciones se
deben a las características de las formaciones geológicas de la región.
El agua de las arcillas superficiales es de muy baja calidad debido a su alta concentración de
sales disueltas. Las sales y los sólidos totales disueltos en los pozos de producción aumentan
generalmente al pie de las montañas y hacia el centro de la planicie la salinidad es mayor.
CALIDAD DE AGUA PARA LA RECARGA.
Para la recarga artificial de acuíferos se pretende usar aguas residuales, estas deben recibir un
grado de pretratamiento suficientemente avanzado para garantizar la inalteración de la calidad
del agua del acuífero y de esta forma evitar un postratamiento mas complicado y extenso en el
punto de repercusión (potabilización) ese grado de pretratamiento dependerá del método de
recarga; por ejemplo, si la recarga se hace por inundación, el nivel de pretratamiento se define
tomando en cuenta la capacidad depuradora del suelo que depende, entre otros factores, sus
propiedades físicas y químicas, y determinar la zona donde se pretenda hacer la recarga, toda vez
que el suelo en si puede funcionar como un sistema de tratamiento constituido principalmente
por los procesos de filtración y percolación, adsorción, reacción e intercambio iónico; en cambio
si la recarga se hace por inyección directa, el agua deberá acondicionarse previamente hasta un
nivel que no degrade la calidad del acuífero y que no amenace la salud pública.
Para el caso del acuífero del Valle de México, se considera problemático el método de recarga
por inundación, debido a que se requieren grandes extensiones de terreno ya que con el tiempo,
se pueden producir efectos adversos, por ejemplo, con el tiempo el suelo se satura de
contaminantes y el material orgánico retenido, al descomponerse anaeróbica mente, induce la
disolución de algunos contaminantes (metales tóxicos entre otros) que pueden llegar al acuífero.
Esta situación obliga a pensar que la manera mas recomendable para la recarga con agua residual
es la inyección directa de agua tratada del acuífero.
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CUÁL ES LA PROBLEMÁTICA DEL AGUA EN EL D. F
La contaminación del agua se produce cuando este vital elemento ha perdido las condiciones
naturales, por lo tanto, ya no es utilizable/aprovechable. En el Distrito Federal, muchas personas
carecen de abastecimiento de agua potable y muchas otras no cuentan con instalaciones
adecuadas para recibirla, concentrándose en zonas de escasos recursos económicos. Uno de los
problemas más grandes y preocupantes, es la contaminación del agua, que está causando graves
problemas.
QUÉ SON LAS AGUAS RESIDUALES
Aguas residuales, conjunto de las aguas que son contaminadas durante su empleo en actividades
realizadas por las personas.
Se define como agua residual aquella a la que se han incorporado productos de desecho.
COMPOSICIÓN DE LAS AGUAS RESIDUALES
Las aguas residuales se componen, básicamente, de un 99,9% de agua en su estado conocido
como de agua potable y de, un 0,1% por peso de sólidos, sean éstos disueltos o suspendidos. Este
0,1% referido es el que requiere ser removido para que el agua pueda ser reutilizada. El agua sirve
o actúa como medio de transporte de estos sólidos, los que pueden estar disueltos, en suspensión
o flotando en la superficie del líquido.
Agua
Potable
Sólidos
Gases
Disueltos
Componentes
Biológicos
99,9%
0,1% (por peso) Suspendidos
Disueltos
Coloidales
Sedimentables
O2
CO2
H2S
N2
Bacterias
Micro y macroorganismos
Virus
La composición de las aguas residuales se analiza con diversas mediciones físicas, químicas y
biológicas. Las mediciones más comunes incluyen la determinación del contenido en sólidos, la
demanda bioquímica de oxígeno, la demanda química de oxígeno y el pH.
Los residuos sólidos comprenden los sólidos disueltos y en suspensión. Los sólidos disueltos son
productos capaces de atravesar un papel de filtro, y los suspendidos los que no pueden hacerlo.
Los sólidos en suspensión se dividen a su vez en depositables y no depositables, dependiendo del
número de miligramos de sólido que se depositan a partir de 1 litro de agua residual en una hora.
Todos estos sólidos pueden dividirse en volátiles y fijos, siendo los volátiles, por lo general,
productos orgánicos y los fijos materia inorgánica o mineral. El agua de lluvia residual contiene
concentraciones significativas de bacterias, elementos traza, petróleo y productos químicos
orgánicos.
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LAS PRINCIPALES FUENTES DE AGUAS RESIDUALES SON:
1. Aguas domésticas o urbanas (un área metropolitana estándar vierte un volumen de aguas
residuales entre el 60 y el 80% de sus requerimientos diarios totales, y el resto se usa para lavar
coches y regar jardines, entre otros).
2. Aguas residuales industriales (la cantidad y naturaleza de los vertidos industriales es muy
variada, dependiendo del tipo de industria, de la gestión de su consumo de agua y del grado de
tratamiento que los vertidos reciben antes de su descarga).
3. Aguas de usos agrícolas.
4. Aguas pluviales
Si bien es cierto que, en México, el 90% de las aguas residuales provienen del uso doméstico e
industrial, actualmente se otorga especial atención a las aguas residuales provenientes de usos
agrícolas y pluviales, debido a que los escurrimientos de fertilizantes (fosfatos) y pesticidas
representan los principales causantes del envejecimiento de lagos y pantanos, proceso
denominado eutrofización. Se dice que un río, un lago o un embalse sufren eutrofización cuando
sus aguas se enriquecen en nutrientes. Esto podría parecer, a primera vista, positivo. No obstante,
cuando hay exceso de nutrientes en el agua, las plantas y otros organismos crecen en abundancia.
Más tarde, cuando estos seres mueren, se pudren, llenando el agua de malos olores y dándole un
aspecto nauseabundo, con lo que se disminuye drásticamente su calidad.
Las aguas residuales tienen un origen doméstico, industrial, subterráneo y meteorológico, y
estos tipos de aguas residuales suelen llamarse respectivamente, domésticas, industriales, de
infiltración y pluviales.
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A DÓNDE VAN LAS AGUAS RESIDUALES EN EL D. F
La DGCOH, se encarga del desalojo de las aguas pluviales, negras o residuales a través de un
sistema de drenaje combinado, en donde se conecta con el drenaje domiciliario, comercios,
industrias y las coladeras. Es desalojada fuera de la ciudad a través de canales a cielo abierto
como el Río de los Remedios, Tlalnepantla, Canal de Chalco y Canal Nacional, así como
diversos cauces entubados como el Churubusco, Río Piedad, Consulado y parte del Gran Canal
de Desagüe. Además se encuentra el Sistema de Drenaje Profundo, que funciona con gravedad
principalmente en épocas de lluvias y está formado por 153 kilómetros de túneles. Estos se
construyeron a gran profundidad, para que no se vieran afectados por los asentamientos del
terreno
Posteriormente parte de esas aguas residuales generadas por los habitantes y las de lluvia son
enviadas a plantas de tratamiento para que puedan ser reusadas en diferentes actividades que no
requieren de la calidad potable.
El agua residual, una vez que sale de la cuenca, se vierte en el río Tula (en el estado de Hidalgo),
de ahí pasa al río Moctezuma (en San Luís Potosí), después al río Pánuco (en Tamaulipas) y
finalmente desemboca al Golfo de México.
Como ya hemos mencionado esta dirección no sólo trabaja diariamente para suministrar a los
habitantes de esta ciudad los poco más de 35,000 litros de agua potable por segundo en
promedio, sino que también se ocupa de la calidad del recurso y cuentan para garantizarlo con 27
plantas potabilizadoras y 377 dispositivos de cloración que es monitoreado por el Laboratorio
Central de la Calidad del Agua, en donde se realizan anualmente hasta 70 mil muestras.
Asimismo, ellos se encargan de que el desalojo de las aguas pluviales, negras o residuales sea
oportuno y sin inconvenientes a través de un sistema de drenaje combinado por medio de 2,033
kilómetros de red primaria y 10,237 kilómetros de red secundaria, en donde se conecta con el
drenaje domiciliario, comercios, industrias y las coladeras.
TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES EN EL DISTRITO FEDERAL
El agua residual tratada se destina para varios usos , con distintos porcentajes dependiendo de la
demanda .. Los porcentajes son los siguientes:
67%
16%
10%
5%
2%
Riego de áreas verdes
Recarga artificial del acuífero
Sector industrial
Riego agrícola
Sector Comercial (aquí se incluyen el lavado de los auto transportes).
Esta agua tratada se redistribuye por una red de tuberías de casi 783 kilómetros y se surte
mediante 37 tomas llamadas garzas, donde se surten las pipas que riegan parques y camellones.
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Actualmente se encuentra en proceso el Programa de Saneamiento del Valle de México, que
considera dar una nueva salida de las aguas pluviales y residuales y tratar la mayoría de las aguas
generadas en la Ciudad de México.
Las 24 plantas de tratamiento del Distrito Federal están especialmente ubicadas para abastecer a
determinadas zonas dentro del área de servicio, por lo que las características del agua residual
varían de una a otra.
La infraestructura para el tratamiento de aguas residuales, asentada en el Distrito Federal, cuenta
con 20 plantas operadas por la DGCOH, 4 concesionadas, 1 operada por la UNAM, 2 operadas
por la SEDENA y 44 más, manejadas particularmente. Adicionalmente la DGCOH está
construyendo una en la zona poniente y otra en el oriente del Distrito Federal, con la que se tiene
un total de 71 plantas registradas.
La producción nominal de las plantas operadas por la DGCOH, SEDENA, UNAM y
Concesionarios es de 5,741l/s, mientras que en su producción efectiva es de 3,837l/s. En 11 de
dichas plantas se tiene la posibilidad de crecer cuantitativamente en un gasto global que
ascendería a 915l/s. son diversas las causas que inciden en la diferencial de aprovechamiento de
la infraestructura, pero las más representativas provienen de problemas de geotecnia y de la
propia vida útil de los componentes de los sistemas.
En el caso de las plantas particulares, la producción nominal es de 75.933l/s y la efectiva de
68.342l/s; se estima que la producción nominal de las plantas no registradas, es de 38.00l/s y la
efectiva es de 34.20l/s.
En resumen se cuenta con una producción nominal de 58.854.93l/s, una efectiva de 3,939.54l/s y
un potencial de expansión de 915l/s. Lo anterior significa que se utiliza solamente el 67% de la
capacidad instalada de la infraestructura. La mayor capacidad se encuentra en la delegación
Iztapalapa, en contraste con las delegaciones Benito Juárez, Cuajimalpa, Magdalena Contreras y
Venustiano Carranza.
El producto final de la infraestructura existente de aguas residuales, sustituye un importante
volumen de agua potable, que originalmente se destinaba a usos que no requieren esta calidad.
Los caudales que son liberados por el aprovechamiento del agua renovada, tienen la siguiente
composición:
El agua de sistemas secundarios desplaza 1.371l/s, los efluentes terciarios 2.542l/s y el avanzado
26ls; a nivel piloto, se trabaja una planta postratadora, su eficiencia es de 30l/s para reinyecciòn
del acuífero, así como una laguna que infiltra 600l/s en la zona de Santa Catarina.
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NIVELES DE TRATAMIENTO
Las aguas residuales se pueden someter a diferentes niveles de tratamiento, dependiendo
del grado de purificación que se quiera. Es tradicional hablar de tratamiento primario,
secundario, etc., aunque muchas veces la separación entre ellos no es totalmente clara.
Así se pueden distinguir:
a) Pretratamiento.- Es un proceso en el que usando rejillas y cribas se separan restos
voluminosos como palos, telas, plásticos, etc.
b) Tratamiento primario.- Hace sedimentar los materiales suspendidos usando
tratamientos físicos o físico-químicos. En algunos casos dejando, simplemente, las
aguas residuales un tiempo en grandes tanques o, en el caso de los tratamientos
primarios mejorados, añadiendo al agua contenida en estos grandes tanques, sustancias
químicas quemantes que hacen más rápida y eficaz la sedimentación. También se
incluyen en estos tratamientos la neutralización del pH. y la eliminación de
contaminantes volátiles como el amoniaco (deserción). Las operaciones que incluye son
el desaceitado y desengrase, la sedimentación primaria, la filtración, neutralización y la
desorción.
c) Tratamiento secundario.- Elimina las partículas coloidales y similares. Puede
incluir procesos biológicos y químicos. El proceso secundario más habitual es un
proceso biológico en el que se facilita que bacterias aerobias digieran la materia
orgánica que llevan las aguas. Este proceso se suele hacer llevando el efluente que sale
del tratamiento primario a tanques en los que se mezcla con agua cargada de lodos
activos (microorganismos). Estos tanques tienen sistemas de burbujeo o agitación que
garantizan condiciones aerobias para el crecimiento de los microorganismos.
Posteriormente se conduce este líquido a tanques cilíndricos, con sección en forma de
tronco de cono, en los que se realiza la decantación de los lodos. Separados los lodos, el
agua que sale contiene muchas menos impurezas.
d) Tratamientos más avanzados.- Consisten en procesos físicos y químicos
especiales con los que se consigue limpiar las aguas de contaminantes concretos:
fósforo, nitrógeno, minerales, metales pesados, virus, compuestos orgánicos, etc. Es un
tipo de tratamiento más caro que los anteriores y se usa en casos más especiales: para
purificar desechos de algunas industrias, especialmente en los países más desarrollados,
o en las zonas con escasez de agua que necesitan purificarla para volverla a usar como
potable, en las zonas declaradas sensibles (con peligro de eutrofización) en las que los
vertidos deben ser bajos en nitrógeno y fósforo, etc.
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Modelo de los niveles de tratamiento
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TRANSPORTE DE AGUAS RESIDUALES.
Las aguas residuales son transportadas desde su punto de origen hasta las instalaciones
depuradoras a través de tuberías generalmente clasificadas según el tipo de agua
residual que circule por ellas. Los sistemas que transportan tanto agua de lluvia como
aguas residuales domésticas se llaman combinados. Generalmente funcionan en las
zonas viejas de las áreas urbanas.
Al ir creciendo las ciudades e imponerse el tratamiento de las aguas residuales, las de
origen doméstico fueron separadas de los desagües de lluvia por medio de una red
separada de tuberías. Esto resulta más eficaz porque excluye el gran volumen de líquido
que representa el agua contaminada. Permite mayor flexibilidad en trabajo de la planta
depuradora y evita la contaminación originada por escape o desbordamiento que se
produce cuando el conducto no es lo bastante grande para transportar el flujo
combinado.
Las instalaciones domésticas suelen conectarse mediante tuberías de arcilla, hierro
fundido o PVC de entre 8 y 10 cm. de diámetro. Tendido de alcantarillado, con tuberías
maestras de mayor diámetro, puede estar situado a lo largo de la calle a unos 1,8 m o
más de profundidad. Los tubos más pequeños suelen ser de arcilla, hormigón o
cemento, y los mayores, de cemento reforzado con o sin revestimiento. A diferencia de
lo que ocurre en el tendido de suministro de agua, las aguas residuales circulan por el
alcantarillado más por efecto de la gravedad que por el de la presión.
Es necesario que la tubería esté inclinada para permitir un flujo de una velocidad de al
menos 0.46 m/s, ya que a velocidades más bajas la materia sólida tiende a depositarse.
Los desagües principalmente para el agua de lluvia son similares a los del alcantarillado,
salvo que su diámetro es mayor. En algunos casos, como en el de los sifones y las
tuberías de la estaciones de bombeo, el agua circula a presión.
Las canalizaciones urbanas acostumbran a desaguar en interceptores, que pueden unirse
para formar una línea de enlace que termina en la planta depuradora de aguas residuales.
Los interceptores y los tendidos de enlace, construidos por lo general de ladrillo o
cemento reforzado, miden en ocasiones hasta 6 m de anchura
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MANTO ACUIFERO Y EL HUNDIMIENTO DEL SUELO EN LA CIUDAD DE
MÈXICO
PLANTEAMINETO DEL PROBLEMA:
El continuo crecimiento de la población de la Ciudad de México cada día demanda
mayores volúmenes de agua. Su satisfacción ha obligado a sobreexplotar el acuífero de
su cuenca. Los niveles del acuífero se están abatiendo con rapidez, un metro al año en
promedio al extraerse entre 30 y 65% mas agua que la que se recibe como recarga lo
que genera a su vez el hundimiento del suelo.
Este es un grave problema ya que debilita el cimiento y afecta la infraestructura urbana.
HIPÒTESIS:
La recarga artificial del acuífero de la Ciudad de México representa una alternativa
viable para evitar el hundimiento del suelo.
COMPROBACIÒN DE LA HIPÒTESIS:
A continuación se mencionan 2 características con las cuales cumple la ZMCM, lo que
hace más factible la recarga por agua residual tratada.
1ro. Que existan zonas permeables que permitan la infiltración del agua de acuífero.
Dichas zonas se pueden alcanzar por medio de pozos y lagunas. Las lagunas de
infiltración requieren una gran superficie de terreno. Conviene hacer notar que las
condiciones geológicas del valle de México impiden la infiltración de agua a través
de lagunas en prácticamente toda el área del antiguo lago, por lo que este método de
recarga solo se puede realizar en los flancos de las sierras. Por otra parte, la recarga a
través de pozos no requiere de gran extensión de terreno. Además, los pozos
atraviesan la capa de arcillas impermeables que cubre la superficie.
2do. La existencia de agua disponible para la recarga. Los volúmenes disponibles en
la ciudad de México, corresponden a las aguas residuales renovadas provenientes de
plantas de tratamiento distribuidas prácticamente en toda la ciudad.
Para el caso del acuífero del Valle de México, se considera problemático el método de
recarga por inducción, ya que con el tiempo el suelo se satura de contaminantes y al
descomponerse anaeróbicamente, induce a más contaminantes (metales tóxicos) que
pueden llegar al acuífero. Esta situación obliga a pensar que la manera más
recomendable para la recarga con agua residual es la inyección directa de agua tratada
del acuífero, puesto que garantiza la calidad del agua.
Una vez recargado el acuífero se rehidratan las arcillas lo que hace que aumente el
volumen y sostenga
al valle de México evitando así su hundimiento y
consecuentemente se previene la sobreexplotación del mismo.
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Cuadro de recarga artificial para el acuífero por Plantas en el Distrito Federal
Planta de
tratamiento de
aguas
residuales
Capacidad
de
operación
(lps)
Nivel de
tratamiento
Caudal
(lps)
Pozos
Acto. De
Guadalupe
57
Secundario
30
1
San Juan
Aragón
364
Secundario
200
10
CD. Deportiva
80
Secundario
5
1
C. de la
Estrella
2300
Terciario
410
9
B. de las
Lomas
27
Secundario
20
1
Campo
Militar
30
Secundario
20
1
San Juan
Ixtoyopan
106
Secundario
60
1
Abasolo
15
Secundario
15
1
Colegio
Militar
15
Secundario
15
1
Parres
15
Secundario
15
1
San M.
Xicalco
75
Secundario
7
1
San Luis
Tlaxialtemalco
110
Secundario
60
1
Santa Fe
280
Secundario
200
8
Total
3876
Secundario
1057
37
Estanques
(lps)
Pozos mas
estanques
(lps)
600
600
1657
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CONCLUSIONES
Para efectuar la recarga artificial al acuífero es necesario se cumplan 2
condiciones:
1-La existencia de sitios de sitios y zonas permeables.
2-La existencia de volúmenes de agua susceptibles para la recarga.
La recarga de acuíferos con agua residual tratada es viable para evitar el continuo
hundimiento de la Ciudad de México y trae consigo un doble beneficio:
1-El alivio al agotamiento de las fuentes de agua.
2-Una menor sobreexplotación de aguas subterráneas.
Además podemos concluir que el agua subterránea a diferencia de la superficial
no se evapora, sobre todo si se trata de terrenos con cubierta vegetal.
Y en general se puede decir que las aguas subterráneas cercanas a la superficie,
están más propensas a la contaminación, mientras que las aguas profundas son de
mayor pureza, manteniéndola así con agua residual tratada.
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BIBLIOGRAFÌA
DGCOH, “Estudio De Zonificaciòn Y Caracterización Del Agua Residual Del Drenaje
Del DF.”
MÈXICO 1999
DGCOH, “Plan De Acciones Hidráulicas 2001-2005 En El DF.”
DGCOH, DDF, “Plan Maestro De Agua Potable De La Zona Metropolitana De La
Ciudad De México 1995-2010
Revista hidráulica Urbana, Num. 5
Junio 1999
25
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