97043798

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INTERESES, IMPUTACIÓN DEL PAGO
Concepto Nº 97043798-3 Diciembre 31 de 1997
SÍNTESIS A falta de estipulación se hará primero a moratorios, remuneratorios y
finalmente a capital
[§ 0169] EXTRACTOS -«(…) en punto a determinar el orden en que se deben
realizar las respectivas amortizaciones para efectos de la cancelación de una acreencia,
resulta indispensable en primer término acudir al convenio que sobre el particular hayan
determinado las partes, en tanto y en cuanto el contrato legalmente celebrado resulta ser
ley para las partes, al tenor de lo dispuesto por el artículo 1602 del Código Civil, cuyo
texto reza:
"todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes y no puede ser
invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales"
Por ello, únicamente en ausencia de pacto o convención frente al asunto que se
estudia, habrá de acudirse a la ley, a la Jurisprudencia o la doctrina a fin de encontrar
una solución equitativa para las partes
Partiendo del supuesto de que en el asunto examinado las partes contratantes nada
han previsto, respecto a la forma en que habría de amortizarse el crédito, se procede a
formular las siguientes consideraciones
Análisis preliminar
Una tendencia mayoritaria de la doctrina nacional suele estudiar el tema de los
intereses como complemento del estudio de las obligaciones en dinero, en razón a que la
propia legislación Civil los ha concebido como frutos civiles de aquél, tal y como lo
dispone el artículo 717 Ibídem, cuyo texto enseña
"Se llaman frutos civiles los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo y
los intereses de capitales exigibles, o impuestos a fondo perdido"
"(…)"
Entendido pues el dinero en sí mismo como un bien patrimonial susceptible de
constituir objeto de obligaciones, y dada su función en el intercambio comercial, el
legislador ha reconocido en general su rentabilidad o aptitud para producir intereses
En este orden de ideas bien puede considerarse el interés desde muy diversos puntos
de vista: Llámesele precio o rédito de un capital; indemnización por el incumplimiento
de una obligación dineraria; o compensación por el uso o aprovechamiento de bienes.
Pero en realidad acorde con nuestra legislación civil, el criterio que mejor orienta la
concepción de los intereses es aquella que los asimila a frutos civiles (C.C., art. 717, up
supra), y en tal medida han de entenderse aquellos como una prestación accesoria de las
obligaciones en dinero.
De los intereses: características
Presentan pues los intereses varias características, entre las cuales y para efectos del
presente estudio conviene destacar las siguientes: son accesorios, expresan una parte del
capital principal y guardan relación con la duración de la obligación principal.
a) Los intereses son accesorios:
En relación con la característica de la accesoriedad de los intereses Larenz señala "la
deuda de intereses presupone una deuda de capital, sin la cual no se pueden originar
aquellos" (Larenz, Karl. Derecho de obligaciones, t. 1, pág. 185).
Y es que resulta incuestionable que los intereses son una prestación accesoria
incorporada a la deuda principal, "su suerte depende de la del crédito que versa sobre el
capital y se cuenta, por tanto, entre los derechos accesorios. (Cubides Camacho, Jorge.
Derecho Civil-obligaciones-pág. 115).
La anterior concepción resulta acorde con el tratamiento que la doctrina ha dado al
tema de las obligaciones accesorias, entendidas por el tratadista Ospina Fernández como
"aquellas cuya existencia depende, bien sea de otras obligaciones, bien sea de ciertos
derechos reales a que acceden". (Ospina Fernández, Guillermo. Régimen General de las
Obligaciones, Quinta edición, 1994, págs. 23 y 24).
b) Los intereses expresan una parte del capital principal:
Los intereses deben necesariamente expresar una proporción del capital adeudado; se
calculan por centésimas o porcentajes del capital principal y la liquidación de los
mismos varía en la medida en que varíe aquél.
c) Los intereses guardan relación con la duración de la deuda principal:
Por último debe destacarse que los intereses deben guardar relación con la duración
de la deuda principal. Sobre esta característica Von Tuhr sostiene que "el crédito que
versa sobre los intereses no brota íntegro en un momento determinado, sino que nace
paulatinamente, pro rata temporis, mientras el crédito principal los produzca" (Von.
Tuhr, A. Tratado de las obligaciones. t. l. pág. 47).
De los intereses remuneratorios y moratorios
De otra parte conviene precisar desde ahora, que nuestro derecho clasifica los
intereses según la época o momento del crédito a que se refieran, en intereses
remuneratorios o de plazo, y los moratorias, entendiéndose por los primeros aquellos
que se deben desde el momento del nacimiento de la obligación principal y hasta
cuando el deudor deba cumplirla; los moratorias por su parte han sido concebidos como
aquellos que se deben a título de indemnización de perjuicios por el retardo en el pago
de la obligación principal, y se calculan desde el momento en que el deudor incurra en
mora.
(...).
El Código Civil en su artículo 1653 ofrece una solución parcial al problema jurídico
propuesto, al disponer:
"Si se deben capital e intereses, el pago se imputará primeramente a los intereses, salvo
que el acreedor consienta expresamente que se impute a capita1".
La norma transcrita refiere de manera genérica al pago de intereses, pero no entra a
especificar dentro de dicho género cual de las especies tiene prelación en punto a la
amortización de la deuda, de tal suerte que la aproximación al tema consultado habrá de
abocarse intentando una integración de todo el ordenamiento que gobierna el tema de
los intereses, a través de la aplicación del método de interpretación sistemático.
... los intereses según la época de su causación se clasifican en remuneratorios y
moratorios, de tal suerte que es claro que unos y otros participan de distinta naturaleza,
la cual desde hace varias décadas ha sido reconocida por la honorable Corte Suprema de
Justicia, así:
"Los intereses remuneratorios son los causados por un crédito de capital durante el
plazo que se le ha otorgado al deudor para pagarlo, y los moratorios, lo que
corresponde a la indemnización de perjuicios que debe satisfacer el deudor cuando ha
ocurrido en mora de pagar la cantidad debida". (CSJ, Cas. Civil. Sent. feb. 24/75).
En este estado de cosas, resulta clara la diferencia de que participan los intereses
remuneratorios los moratorios, en razón a los fines que se persigue con cada uno de
ellos. Establecida la diferencia anotada, es preciso determinar el orden de la imputación
para su pago, efecto para el cual conviene retomar lo anotado ab initio, al tratar el tema
de las características de los intereses.
En efecto, teniendo claro que los intereses al ser reconocidos por la propia legislación
civil como frutos civiles y por tanto prestación accesoria de las obligaciones dinerarias,
resulta de suyo que su existencia pende necesariamente de la obligación principal, esto
es la deuda de capital.
Adicionalmente no puede perderse de vista que ellos, los intereses, siempre deben
expresar una proporción del capital que se adeuda, y además que se causan a través del
tiempo de duración de la obligación.
Esas especiales características justifican el mandato contenido en el artículo 1653 del
Código Civil transcrito a espacios; pero lo que es aún más, llevan a colegir que el orden
de imputación del pago entre intereses prefiera en primer término los moratorios sobre
los remuneratorios.
En efecto, si los intereses remuneratorios contienen una retribución por el uso del
dinero prestado, mientras que, por su parte los moratorios comportan adicionalmente
una indemnización de perjuicios que la ley presume causados por el simple hecho del
retardo en el cumplimiento de la obligación, es dable concluir que en busca de la
equidad y a fin de dejar las cosas en el estado inicial, esto es que el acreedor no sufra un
agravio injustificado, fácil es concluir, siguiendo la regla consignada en el artículo 1653
del Código Civil, transcrito en este documento, que la imputación de los pagos habrá de
realizarse primeramente a intereses moratorios, luego a remuneratorios y por último a
capital.
Y es que como ya se ha dejado claro, el interés moratorio busca indemnizar al
acreedor por el perjuicio que le causa el deudor incumplido, entendido el perjuicio como
"el daño o detrimento que experimenta el acreedor por la inejecución total o parcial, o
por la ejecución tardía o defectuosa de la prestación debida". (Ospina Fernández,
Guillermo, Ob. cit. pág, 120).
Lo anterior unido a las especiales características que distingue a los intereses en
general, esto es su accesoriedad, su proporcionalidad frente al capital adeudado, y su
íntima relación con la duración de la deuda principal, y además el carácter
indemnizatorio que distingue los moratorios, nos lleva a inferir que éstos tienen
preferencia sobre los remuneratorios.
(…) la forma de imputar el pago, si se deben capital, intereses remuneratorios y
moratorios, salvo que el acreedor consienta expresamente que se impute a capital, se
hará en el siguiente orden: primero a intereses moratorios, luego a remuneratorios y por
último a capital».
Conc. Título 11, capítulo 1, lit. j) Circular Externa 07 de 1996, Superbancaria.
VÉASE ADEMÁS: Sobre principio de la autonomía de la voluntad. Corte Suprema de
Justicia, Casación Civil, M.P. Pedro Lafont Pianetta, Sentencia del 17 de mayo de
1995, Expediente 4512.
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