Pasos a seguir en un trasplante: 1- Asegurarse de que se dispone de la tierra suficiente. ANTES de iniciar el proceso uno debe verificar que dispone de la cantidad necesaria de tierra para la nueva maceta, así como de que la mezcla es la adecuada. Las raíces son notablemente sensibles a la pérdida de humedad cuando quedan expuestas al aire libre, así que una vez se ha sacado el árbol de su maceta no es momento para meditar sobre el tipo de tierra que se va a usar, ni sobre el estilo de la nueva maceta. Esas tareas deben haberse llevado a cabo con antelación. 2- Preparar la nueva maceta. Colocar las rejillas protectoras de los agujeros de drenaje más los alambres de sujeción (dos como mínimo), tal y como se comentó en apartados anteriores. Seguidamente se coloca la capa de drenaje y se acumula un pequeño montoncito de tierra de la capa de plantado en la zona en que se va a colocar el árbol. 3- Para sacar el árbol de su antiguo tiesto, un método bastante seguro es agarrar la planta por el tronco mientras se golpea el borde del tiesto con la mano o con un martillo de goma si el tiesto es grande: si se hace con cuidado saldrá el pan de raíces al completo. No se deben usar cuchillos en lo posible, ya que existe el peligro de dañar las raíces, excepto en macetas con forma de marmita donde no suele quedar otro remedio. Nunca hay que forzar la salida tirando del tronco hacia arriba ya que es una forma segura de destrozar una buena cantidad de raíces. IMPORTANTE: Hay que asegurarse antes de que se han cortado los antiguos alambres de sujeción que ataban el árbol. También es necesario cortar los alambres que sujetan la rejilla a los agujeros de drenaje ya que las raíces posiblemente se hayan enredado con ésta. 4- Una vez se ha sacado la planta de su tiesto se ha de retirar aproximadamente 2/3 de la tierra que rodea las raíces. Dejando este tercio de tierra cerca del tronco protegemos una parte de las raíces que no quedan expuestas al aire facilitando la recuperación de la planta. Con árboles de hoja perenne es importante dejar este margen de seguridad, pero si se trata de caducifolios y se trasplanta en primavera justo antes de brotar se puede dejar la raíz desnuda, de hecho incluso se lavan con agua las raíces. Por supuesto todo esto dependerá de la buena salud del árbol. Para retirar toda esta tierra conviene usar un bastoncillo afilado, una buena idea es usar uno de esos palillos de bambú que sirven en restaurantes chinos o japoneses. Cuanto más afilado se encuentre, con mayor facilidad se colará entre las raíces para desenmarañarlas y menos daños causará. El bambú es especialmente bueno para esta tarea ya que se trata de una madera blanda que se desgasta con facilidad causando aun menos daños si cabe que otras. 5- Una vez se ha sacado la tierra y se han desenmarañado las raíces se debe cortar aproximadamente la mitad de la longitud que quede al aire, sobre todo en la parte de abajo (interesa que crezcan hacia los lados) dejando una forma más o menos cóncava en el pan de raíces. 6- Respecto al tercio de tierra que conservamos, hay que tener en cuenta que se deberá ir cambiando poco a poco ya que con el tiempo se irá apelmazando y las raíces en su interior acabarán muriendo. Una forma sencilla de hacerlo es ir cortando secciones triangulares en esta zona, de forma que con cada transplante solo se renueve uno o dos de estos segmentos, dejando el resto de las raíces protegidas. 7- Se coloca el bonsai sobre el montículo de tierra preparado anteriormente en la nueva maceta de forma que no queden huecos bajo el árbol. Se utilizan los alambres de sujeción previamente colocados para fijar la planta en la posición deseada y se rellena el tiesto con tierra. Hay asegurarse de que los alambres que sujetan la planta queden tensos para evitar que esta se mueva pero vigilando no dañar las raíces al apretarlos. 8- Es de vital importancia que no queden huecos ni burbujas de aire entre las raíces, así que con el mismo palillo de antes vamos pinchando la tierra para que ésta se deslice entre las raíces rellenando todos los huecos. Seguramente deberemos añadir más tierra a la maceta para acabar de completarla. 9- Finalmente, se presiona ligeramente el suelo con una espátula para acabar de compactarlo y aplanarlo. 10- Por cuestiones estéticas puede sembrase musgo, o trasplantarse de la maceta anterior si se ha conservado. De cualquier forma, un correcto cuidado del bonsai provoca que en no demasiado tiempo brote una nueva capa. 11- Tras el trasplante es necesario regar a fondo de inmediato para que el nuevo suelo no reseque las raíces.