El 1er franquismo

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El 1er franquismo
Los rasgos más relevantes del franquismo fueron:
•
Totalitarismo: se suprimió la Constitución, se prohibieron los partidos
políticos y solo se permitió la existencia de un partido único y un
sindicato oficial.
•
Caudillismo: Franco era el Jefe de Estado.
•
La concepción utilitarista y centralista del Estado abolió los estatutos y
fomentó la españolización.
•
La represión de la oposición.
•
El control de los medios de comunicación, que estaban sujetos de
propaganda fascista.
Los pilares del régimen fueron el ejército, el partido único y la iglesia católica. El
partido único se denominó Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Para contar con el apoyo social se constituyeron 4 organizaciones de masas: el
Frente de Juventudes, la Sección Femenina, el Sindicato Español Universitario
y la Central Nacional Sindicalista. La iglesia católica obtuvo una financiación
pública, el control del sistema educativo, el predominio de valores y la moral
católica.
Contó con el apoyo de las élites económicas y sociales y con los propietarios
agrícolas (pequeña y media). Las clases medias constituían un sector pasivo y
político. Parte de los sectores populares se consideraban perdedores,
protagonizaron la oposición. La miseria, el hambre, la represión, etc.
condujeron a la pasividad política.
La estructura política del estado franquista se sustentaba en el Movimiento
Nacional: falangistas, carlistas, ultracatólicos y monárquicos alfonsinos. La
iglesia creó grupos de presión.
Durante el franquismo hubo represión, confiscación de bienes y depuraciones y
represión sobre los nacionalismos.
Se pusieron unas leyes que organizasen jurídicamente el Estado y en 1966 se
promulgó la Ley Orgánica de Estado. Se estableció el Fuero del trabajo. Se
instauró el Fuero de españoles y la Ley del Referéndum Nacional. La Ley de
Sucesión permitió a Franco designar a su sucesor a título de rey y se promulgó
la Ley de Principios del Movimiento Nacional.
Se basó en un Estado Corporativista, que organizaba la participación popular
en tres unidades: la familia, el municipio y el sindicato. Este sistema se
denominó democracia orgánica pero diferenciándola de la democracia
tradicional. La representación popular del estado se regulo a partir de la Ley
Constitutiva de las Cortes. Hubo una representación corporativista por tercios:
el sindical, el de entidad y el de la administración local. Esto solo se trataba de
un órgano de colaboración. El poder del estado se transmitía mediante los
gobernadores civiles. Otro poder fueron los sindicatos verticales y la Ley de
Unidad Sindical. El estado ejercía las condiciones laborales, ilegalizando las
huelgas y anulando las negociaciones colectivas. Fueron condiciones de
trabajo extremo y grandes beneficios empresariales.
Uno de los objetivos que tenía el franquismo era la autosuficiencia económica.
Se fomentó una política que promulgó el aislamiento exterior y sustituyó al
mercado libre por la intervención del estado en la economía. La autarquía tuvo
tres fases: la reglamentación del comercio exterior, el estado controlaba las
importaciones y exportaciones. Se redujeron las importaciones provocando el
encarecimiento, la escasez de bienes de consumo, afectado a las materias
primas y a la producción empresarial.
El segundo ámbito fue el fomento de la industria y se creó el Instituto Nacional
de Industria (INI). Se crearon empresas públicas que produjeran bienes que el
sector privado no producía. El tercer ámbito afectó al sector agrario provocando
los bajos precios oficiales y disminuyendo la productividad. El resultado de la
autarquía fue un estancamiento económico, además de frenar a las tendencias
modernizadoras de la economía.
El estado tenía el control del mercado. Los productores tenían que vender sus
producciones a un precio de renta y la administración los vendía a un precio
regular. El resultado fue un desabastecimiento generalizado de alimentos y un
racionamiento mediante una cartilla de racionamiento. Esto supuso que
muchos de los productores escondieran sus producciones para luego venderlas
en el mercado negro, afectando a los productos, a las materias primas y la
consiguiente subida de precios.
Todo esto produjo el incremento del coste de vida. Aumentó el chabolismo y la
tasa de mortalidad aumentó considerablemente.
Al comienzo de la II Guerra Mundial el franquismo apoyó a las potencias del eje
y Franco declaró la neutralidad de España. La victoria de Alemania sobre
Francia llevo al franquismo de la neutralidad a un estado de no beligerancia.
Finalmente España no entró en la II GM pero si participó en el esfuerzo bélico,
con la unidad de voluntarios (División Azul). Cuando la guerra se vuelve
favorable para los fascistas se regresa a la neutralidad. Con la derrota de
Alemania, el franquismo, para su supervivencia, tuvo que alejarse del fascismo,
con la consiguiente marginación del falangismo.
El fin de la II GM supuso para el franquismo una etapa de aislamiento. Francia
cerró la frontera con España y un acuerdo en la Asamblea de las Naciones
Unidas recomendó la retirada de los embajadores de Madrid. La persistencia
del franquismo después de la guerra tuvo un enorme coste económico y
político. España no se pudo beneficiar del Plan Marshall y fue excluida del
Tratado del Atlántico Norte.
Con el inicio de la Guerra Fría se dio paso a la aceptación internacional del
régimen. Se decide remodelar el Gobierno, con el predominio del
nacionalcatolicismo. Carrero Blanco fue nombrado subsecretario de
presidencia. Se firman acuerdos con EE.UU y con el concordato de la Santa
Sede. A los EE.UU se le permite usar instalaciones en España y esta recibe a
cambio material bélico y ayudas económicas y técnicas. Y se regularizan las
relaciones diplomáticas y comerciales en España.
Muchos problemas continuaban. La situación económica era muy difícil,
protestas obreras y primeros movimientos de disidencia. Franco realizó una
nueva remodelación del Gobierno, entraron como ministros hombres del Opus
Dei, los llamados tecnócratas, y la siguiente etapa al franquismo se caracterizo
por un crecimiento económico.
El 2º franquismo
La década de los 60 supuso un giro desde una etapa de falangismo a otra de
gobiernos tecnócratas que veían el crecimiento económico como estabilidad
social. Este cambio fue por la presión internacional y las protestas sociales.
La primera acción fue el Plan de Estabilización (1959), para dar paso a una
liberalización económica y financiera. El objetivo era introducir la economía
española en los mercados internacionales. También se pusieron en marcha 3
Planes de Desarrollo Económico y social. Era una planificación económica
indicativa para hacer crecer la economía española tanto pública como privada.
Se emprendieron acciones estructurales y polos de desarrollo para reducir los
desequilibrios económicos regionales.
En general fueron un fracaso pero contribuyeron al crecimiento industrial.
El desarrollismo económico vino por la ayuda exterior. En lo industrial se
mejora la producción, se bajan los precios, suben los salarios y se crearon
nuevas zonas industriales.
Todo esto llevó a la crisis de la agricultura, del éxodo rural y de la emigración,
por lo que se inició un proceso de mecanización del campo y una
diversificación de la demanda.
En la terciarización aumentó el comercio, mejoran los transportes y
comunicaciones y se desarrolló el turismo. Creció el sector bancario pero la
balanza siguió siendo negativa ya que solo compensaba con los ingresos
exteriores. Las limitaciones eran:
Mayor desarrollo de la industria y servicios, dependencia de la tecnología e
inversiones extranjeras; los beneficios no favorecieron al desarrollo del país.
Todo quedó a la luz en la crisis de 1973.
La expansión económica llevó al crecimiento demográfico. Aumentó la
esperanza de vida (baby boom). Este aumento, el éxodo rural y las migraciones
provocaron un intenso proceso de urbanización con nuevas pautas sociales y
culturales: sociedad de consumo, demanda de educación (Ley de educación),
familia nuclear, movimiento feminista y renovación de la iglesia. Esto fortaleció
a una nueva oposición del franquismo, que reclamaba la democratización del
régimen.
La apertura exterior, el desarrollo económico y la transformación social
provocaron reformas políticas: modernizar la administración, la legislación y las
instituciones, mejorar la imagen de la dictadura. Para eso se creó el Tribunal
del Orden público, se aprobó la Ley de Seguridad Social y en el Sindicato
vertical se hicieron elecciones y se promovió una Ley de prensa, de Libertad
religiosa y de representación familiar.
En 1967 se aprobó la Ley Orgánica del Estado que terminaba la
institucionalización del franquismo y de acuerdo con la Ley de Sucesión,
Franco designó a Juan Carlos de Borbón como sucesor, lo que agravó las
tensiones entre tecnócratas y falangistas.
En el panorama internacional no se consiguió ingresar en la Comunidad
Europea pero se consiguió un Acuerdo Preferencial. También se perdió a
Guinea Ecuatorial y se cedió Ifni a Marruecos.
El escándalo Mateza expulsó a los tecnócratas del gobierno y esto y el Consejo
de Guerra en Burgos hizo que aumentara la represión y las tensiones. Todo
esto hizo que aumentara la oposición donde a un grupo de esos se le calificó
como el ‘’contubernio de Munich’’.
En 1973, Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno pero fue
asesinado por ETA y fue sustituido por Arias Navarro, lo que provocó la salida
de los oportunistas.
Aumentó la oposición y estos constituyeron la Junta Democrática de España
con un gobierno provisional que adoptase medidas. Por su parte el PSOE
impulsó la Plataforma de Convergencia Democrática y otro organismo formó la
Coordinación Democrática.
En los últimos años se aumentó la represión debido a la violencia política.
Coincidiendo con la enfermedad de Franco se produjo el conflicto del Sahara
(Mancha Verde) donde su firmó el Acuerdo de Madrid que entregaba el Sahara
a Marruecos y Mauritania. Este provocó un conflicto entre el Frente Polisario y
Marruecos. Franco murió en 1975 dejando a España en un futuro incierto.
Comentario Resolución de la ONU
La Resolución de las Naciones Unidas respecto a España publicada por la
prensa española en 1946, es un documento histórico político donde se
dictamina expulsar al régimen franquista de todos los organismos
internacionales.
La ONU se creó en 1945 para el establecimiento de la paz en el mundo tras la
Segunda Guerra Mundial.
El papel decisivo desempeñado por Estados Unidos en el resultado de la II GM
confirió a la nación americana el privilegio casi exclusivo de imponer sus ideas
de la nueva organización. Declararon que no admitirían a España en las
Naciones Unidas mientras que su régimen político se mantuviera como hasta
entonces. España hizo público un comunicado en el que afirmaba que no
mendigaría ningún puesto en organismos internacionales.
La situación española empeoró. Las Naciones Unidas vota la expulsión del
régimen franquista de todos los organismos internacionales y la retirada de
Madrid de los embajadores de los países democráticos.
En la resolución recomienda que se prohíba al gobierno de Franco pertenecer
a los organismos internacionales y participar en conferencias y otras
actividades hasta que se forme en España un gobierno nuevo y adecuado.
El franquismo atravesó más dificultades diplomáticas a causa del
mantenimiento de sus rasgos esenciales que por su colaboración con el
fascismo durante la Segunda Guerra Mundial; la causa del aislamiento
internacional fue el mantenimiento del régimen franquista. Si el sistema español
hubiera evolucionado hacia una democracia, se habría olvidado su
colaboración en el conflicto bélico.
Esta resolución de la ONU tampoco tuvo un efecto importante, ya que, de
hecho, el régimen español no tenía relaciones con muchos países. Solo fueron
retirados tres embajadores. Solo estaban presentes en Madrid los embajadores
de Portugal y Suiza y el Nuncio del Vaticano, lo que da idea del conjunto de
fuerzas internacionales con las que podía contar España para mantenerse. Los
únicos apoyos fueron Portugal y Argentina, que no tenía embajador pero que,
en una muestra de apoyo, lo envió. La colaboración sería de vital importancia
para la alimentación de los españoles.
Otra de las causas por las que el aislamiento internacional no logró acabar con
el régimen fue la impotencia mostrada por la oposición, que tuvieron la idea
equivocada de que las potencias occidentales iban a derribar a Franco.
Franco supo resituarse en este contexto: consiguió mediante una eficaz
campaña de propaganda un amplio respaldo del pueblo español en contra de la
Resolución de la ONU, a la vez que se realizaba algunos cambios políticos,
aparentando ciertas formas democráticas. Se formó un nuevo gobierno en el
que se concedía una mayor presencia a los católicos y se reducía poder a la
Falange.
Más tarde la política exterior varió, debido al estallido de la guerra fría. El
aislamiento diplomático parecía afianzar más al régimen y optaron por olvidarlo.
En una situación de tensión internacional cualquier colaboración al bloque
militar occidental era buena frente a la Unión Soviética.
A partir de 1950 se normalizaron las relaciones diplomáticas entre España y las
potencias occidentales y se recibió una modesta ayuda económica oficial de
Estados Unidos. España era de gran valor estratégico y Franco estaba
dispuesto a realizar todas las concesiones que fueran necesarias para ser
admitido en los organismos internacionales: instalación de bases
norteamericanas e intercambio comercial.
Las presiones norteamericanas lograron que las Naciones Unidas levantaran el
veto al franquismo. Se inició la vuelta española a los organismos
internacionales, al ser admitida en la FAO aunque continuaba marginada de la
OTAN.
El reconocimiento internacional definitivo se produjo en 1953 tras la firma de un
Concordato con la Santa Sede.
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