CONFLICTOS INDIGENAS e HIDROCARBUROS EN EL NORTE Marco Octavio Ribera Arismendi

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CONFLICTOS INDIGENAS e HIDROCARBUROS EN EL NORTE
DE LA PAZ: SITUACION DE LA OPIM, CPILAP, CRTM
Marco Octavio Ribera Arismendi
LIDEMA- PROYECTO COCOON–NEBE
Nacionalización de Recursos Naturales, Cooperación y conflicto en Bolivia y Ecuador
Actualización a febrero 2013
Breves antecedentes de las actividades petroleras en la zona
La región del Alto Beni estuvo sujeta a exploraciones petroleras hace más de 10 años;
en 1996, YPFB perforó un pozo en Liquimiri y dos en Tacuaral, ambos sin éxito.
También en 1996, la empresa TOTAL perforó el pozo Yariapo con “resultados
científicos alentadores”, pero sin importancia económica real. Estas perforaciones
fueron realizadas en la zona de serranías del flanco norte que bordea el valle del río
Alto Beni, entre Covendo y Santa Ana de Huachi. No existe información disponible
sobre la aplicación de consultas públicas o de instrumentos de gestión ambiental (p.e.
Fichas, EEIAs), lo cual obedecería a que los reglamentos de la Ley del Medio
Ambiente, recién habían sido promulgados.
Varios años después, a fines del 2007, en medios oficiales se empezaba a hablar de la
exploración en el bloque Liquimuni en el norte de La Paz. En agosto del 2008, se firmó
el convenio entre los gobiernos de Bolivia y Venezuela, creando la empresa
PETROANDINA SAM, una sociedad anónima mixta (SAM) entre YPFB de Bolivia y
Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). Ese acuerdo incluye la exploración y explotación
de los hidrocarburos del norte de La Paz, con una inversión inicial de 600 millones de
dólares. El año 2008, el Bloque Liquimuni fue concesionado a YPFB y puesto bajo
operaciones de PETROANDINA. El Bloque Liquimuni abarca las provincias de Caranavi,
Larecaja, Sud Yungas, y se encuentra en la zona de influencia inmediata de las áreas
protegidas Madidi y Pilón Lajas. Se superpone a las TCOs Mosetene y Leco Larecaja.
La exploración sísmica de Liquimuni se inició a fines del 2008 y culminaba a fines del
2010 con el registro sísmico número 43.284 sobre un área de aproximadamente 6.750
km. cuadrados. El proceso exploratorio sísmico estuvo a cargo de Geo Kinetics, una
empresa de Estados Unidos, subcontratada por PETROANDINA.
El caso del Bloque Liquimuni, situado en la vecindad sur-sureste del conjunto MadidiPilón Lajas, es la “antesala” del ingreso de las operaciones petroleras a las zonas
ecológicamente más sensibles del norte de La Paz (precisamente donde están las áreas
protegidas Madidi y Pilón Lajas). El proceso de exploración sísmica de este bloque,
situado en el subandino amazónico del norte de Bolivia, empezó el año 2008 y culminó a
inicios del 2010. La aplicación de los instrumentos de gestión y regulación ambiental
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fueron en extremo deficientes, la Ficha Ambiental elaborada para PETROANDINA,
presentaba importantes inconsistencias respecto de los posibles impactos a los
ecosistemas y notables vacíos en el tratamiento de aspectos sociales y culturales.
Asimismo, la Evaluación de Impacto Ambiental tuvo igualmente una bajísima calidad
técnica y marcada superficialidad, en tanto que el proceso peor encaminado fue el de
la consulta previa. La consulta fue en extremo deficiente y consistió en proceso
informativos superficiales y dispersos entre las comunidades, y altamente cooptados
por ofrecimientos prebendales.
Posterior a la exploración sísmica, la exploración de perforación ya fue anunciada
desde fines del año 2010, como una operación casi inmediata, sin embargo,
posteriormente se adujo que la interpretación de los datos sísmicos demoraría el
proceso, lo cual implicó más de un año. En marzo del 2011 (El Cambio) se anunciaba que
PETROANDINA alcanzó el 80% en la interpretación de los trabajos de sísmica en el
bloque Liquimuni, de acuerdo al viceministro de Exploración y Explotación de
Hidrocarburos, Eduardo Alarcón, el trabajo de interpretación concluiría hasta junio
del 2012, luego de lo cual se prepararían los estudios para iniciar la perforación que
demandaría una inversión de hasta 40 millones dólares.
A fines del 2011 (La Prensa) desde la Presidencia de YPFB se declaraba que en el
segundo trimestre del 2012, se debería iniciar la perforación de ese pozo exploratorio
para que se concluya el ciclo de exploración. También se anunciaba que la conclusión de
la consulta pública a organizaciones originarias estaba prevista para principios de
diciembre. En abril del 2011 (ANF), de acuerdo con el informe de YPFB y
PETROANDINA se conocía que a fines de dicho año, se concluirían los estudios
geofísicos y la interpretación sísmica para ubicar el área donde se realizará la
perforación del primer pozo exploratorio, tarea que comenzaría el 2012. Las
perforaciones petroleras en el bloque Lliquimuni, llegarían a 4.000 metros de
profundidad, debido a que los indicios de hidrocarburos no son someros, asumiendo
que si no se tropieza con problemas, hasta el 2013 se sabrá si La Paz tiene petróleo.
Se ingresará al reservorio principal ubicado en la formación geológica Tomachi del
devónico superior.
Paradójicamente, un elemento llamativo a fines del año 2011, fue el anuncio oficial, a
partir de la sísmica 2D, de la existencia de grandes reservas de petróleo en el bloque
Liquimuni (1 TCF de gas y 50 millones de barriles de petróleo), noticia infundada, en
ausencia de la perforación exploratoria, y que sin dicho proceso es imposible hacer tal
afirmación, algo que fue fuertemente criticado por expertos petroleros, como un
ardid con intenciones políticas y demagógicas para reducir el protagonismo de la
octava marcha indígena en defensa del TIPNIS y recobrar algo del enorme apoyo
perdido a lo largo del penoso conflicto.
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Finalmente en junio del año 2012 (La Prensa) se anunciaba que la interpretación de los
resultados de la sísmica 2D, permitió identificar dos centros importantes (Liquimuni
Centro y Liquimuni Norte) sobre alrededor de 156 kilómetros cuadrados, como
potenciales para la perforación exploratoria. PETROANDINA, anunciaba que el
segundo semestre de este año, se iniciará la perforación del primer pozo exploratorio
en Lliquimuni, ubicado en el norte del departamento de La Paz, y que hasta fines de
junio, se concluirían todos los pasos preparatorios para contar con la licencia
ambiental e iniciar los trabajos, que implican la preparación de caminos, planchadas, la
internación de la maquinaria de perforación, la compra de cañerías, trépanos y otros
servicios. Respecto al camino de ingreso a la zona de perforación en la región de
Sararía, limítrofe entre los municipios de Alto Beni y Teoponte, significó la mejora de
la carretera que se desarrolló con la participación de la fuerza binacional BoliviaVenezuela. Se ampliaron 54 kilómetros de vía, que ingresa desde el cruce Bella Vista
hacia Suapi y San Luís. Se anunciaba en dicha fecha, que se abrió un camino propio de
cuatro a cinco kilómetros y se hizo la plataforma que permitirá el ingreso del equipo.
Esta situación no tuvo correspondencia con la realidad (la noticia era falsa), puesto
que a mediados de julio 2012, una visita a la zona permitió verificar que recién se
estaban realizando los procesos de topografía para el trazo del camino de ingreso
hasta la futura zona de operaciones (planchada y campamento). Hasta fines de
noviembre del 2012 no existía la plataforma en la zona destinada a la planchada en el
margen este del río Beni.
También, el anuncio oficial mencionó la finalización de la consulta pública “con todos
los actores”, lo cual fue desmentido por los líderes de la OPIM y comunidades
Mosetenes, los cuales mencionaron que la organización representativa y muchas
comunidades fueron excluidas y que la supuesta consulta fue realizada solo con los
colonos. Finalmente, los anuncios de perforación el año 2012 quedaban en duda,
cuando nuevamente a fines de junio del 2012, desde el Viceministerio de Exploración
y Explotación de Hidrocarburos, (UCOM /MHE, Bolivia - UPSTREAM) se informaba
de una nueva fecha para dicho proceso, el cual se iniciaría el primer trimestre del
2013. Se informaba también que no se descartaba la posibilidad de realizar otras
perforaciones de pozos de exploración en el bloque para conocer la verdadera
magnitud de la estructura, su ubicación, su dimensión y cálculo de reservas.
En agosto del 2012, en la zona de perforación prevista por PETROANDINA, ubicada al
oeste del polígono norte de la TCO Mosetene (zona Muchanes-Inicua), (al oeste del río
Beni) y sobre una zona pedemontana al norte de la población de Sararía y al este de
las colonias 22 de Julio y Delicias, no tenía ninguna actividad preparatoria para los
anunciados procesos de perforación. Según pobladores colonos de las zonas próximas
al sitio de perforación, estos carecían de información sobre los planes de la empresa
petrolera y que no fueron consultados, es decir no participaron en la supuesta consulta
pública que anunció el gobierno.
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Operaciones petroleras previstas en el Norte de La Paz.
BLOQUE
Empresa
Zonas afectadas
Estado
1. Río Hondo
PETROBRAS-TOTAL PNANMI Madidi, RBE&P
TCO
Pilón Lajas, TIPNIS
Probable exploración
Sísmica 2D para el 2013
2. Tuichi (norte y
sur)
REPSOL YPF
PNANMI Madidi (TCO
SJ.Chupiamonas) – R
Toromona
Probable exploración
Sísmica 2D para el 2013
3. Madidi
PETROANDINA
(PDVSA-YPFB)
PNANMI Madidi (TCO
SJ.Chupiamonas) – R
Toromona
Probable exploración
Sísmica 2D para el 2013
4. Chepite
PETROANDINA
(PDVSA-YPFB)
PNANMI Madidi – TCO
Leco Apolo
Probable exploración
Sísmica 2D para el 2013
5. Liquimuni
PETROANDINA
(PDVSA-YPFB)
ZI RB TCO Pilón Lajas.
TCO OPIM, TCOs Leco.
Sísmica 2D realizada y
perforaciones
exploratorias previstas
para el 2013
6. Chispani
PETROANDINA
(PDVSA-YPFB)
PNTI Isiboro Secure
(TIPNIS) Yungas
Cotacajes
Probable exploración
Sísmica 2D para el 2013
7. Secure
PETROANDINA
(PDVSA-YPFB)
PNTI Isiboro Secure
(TIPNIS), TCO Chimane
Probable exploración
Sísmica 2D para los
siguientes años
8. Madre de DiosBeni
GTLI
RVS Manuripi, Zona de
inflkuencia de las TCOs
multiétnica
Sísmica 2D en proceso
de realización
4
5
El caso del Madidi, Pilón Lajas y el TIPNIS
La posible existencia de petróleo en el Norte de La Paz, se popularizó el año 2007, a partir de
la difusión por la prensa, de evidencias secundarias (como emanaciones bituminosas de
superficie), más concretamente en el corazón del Parque Nacional Madidi. Esta situación puso
nuevamente en evidencia la extrema vulnerabilidad de esta área protegida y de la vecina
Reserva Pilón Lajas, las cuales han estado en las proyecciones de los planes de exploración
petrolera desde antes de los años 80. Entre 1994 y 2005, la región Madidi-Pilón estuvo
frecuentemente asediada por las expectativas petroleras. Los años 2001 y 2002, en el
período de los gobiernos denominados neoliberales, se concesionaron el Bloque Río Hondo a las
grandes transnacionales PETROBRAS-TOTAL y el Bloque Tuichi a REPSOL, ambos,
superpuestos a las áreas protegidas Madidi y Pilón Lajas. Con el proceso de nacionalización el
año 2007, los bloques Rio Hondo y Tuichi Norte y Tuichi Sur, dejaron de ser concesiones de
las empresas transnacionales y pasaron a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos-YPFB, y se firmaron nuevos contratos con PETROBRAS-TOTAL y REPSOL en
calidad de “socias operadoras” del Estado boliviano. Ambos bloques se encuentran sin
actividades petroleras desde el año 2004, por la declaración de fuerza mayor en razón de
estar al interior de áreas protegidas; aunque la petrolera brasileña realizó trabajos de
magnetometría aérea sobre una extensión de 10.049 Km.cuadrados el año 2003.
Si bien los bloques Río Hondo y Tuichi (Norte y Sur) quedaron en suspenso, las instancias
responsables del sector, YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos, han estado buscando
impulsar las operaciones petroleras a partir de la flexibilización de las normas ambientales y
el veto de las decisiones indígenas. A inicios de agosto del 2010, el entonces Ministro de
Hidrocarburos, Fernando Vincenti, (La Estrella del Oriente, 2010) anunciaba que “con la
finalidad de dar viabilidad y comenzar la exploración petrolera, el Gobierno y las compañías
debaten mecanismos para reanudar esta actividad en áreas protegidas”. Añadió: “Estamos
trabajando con el Ministerio de Medio Ambiente y las petroleras “para establecer los costos
de las facilidades que se requeriría” para levantar la “fuerza mayor” en varios bloques que
tienen contrato de operación. El ministro Vincenti hacía referencia entre otros, a los bloques
Río Hondo y Tuichi.
Adicionalmente, el año 2010 el gobierno boliviano amplió la frontera petrolera en todo el país
(Bolpress, 26, octubre 2010) y entregó en La Paz y el Beni a al consorcio PETROANDINA, los
bloques Madidi, Chispani, Chepite y Secure, en superposición a varias áreas protegidas y
tierras indígenas tradicionales: Madidi, Pilón Lajas e Isiboro Secure (TPINIS). En la
actualidad, al interior de las áreas protegidas Madidi, Pilón Lajas y TIPNIS, se superponen en
total, seis bloques petroleros. La superposición de los bloques petroleros sobre Madidi y Pilón
Lajas, significa más de un 70% de la superficie total de ambas áreas (esto es algo más de dos
millones de hectáreas). En el caso del TIPNIS, se superponen los bloques Sécure 19, Sécure
20, Chispani (los tres a cargo de PETROANDINA) y Río Hondo (Petrobras-Total, cubriendo un
50 % de su superficie hacia el pie de monte y serranías subandinas.
Fuente: M.O.Ribera Arismendi. 2012. Puede el Madidi-Pilón, justificar un Yasuni-ITT
boliviano”? Proyecto NEBE-COCOON – LIDEMA. La Paz, Bolivia. 31 p.
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MADIDI
PILON LAJAS
TIPNIS
Ubicación de las principales áreas protegidas afectadas
Por operaciones petroleras en La Paz y Beni
Antecedentes del conflicto
De acuerdo a reportes locales, la exploración sísmica 2D, indujo impactos ambientales
en los ecosistemas de las frágiles zonas de serranías subandinas, pero paralelamente
ocasionó un profundo debilitamiento de la organización indígena regional OPIM
(Organización del Pueblo Indígena Mosetene) y de las propias comunidades. La
actividad petrolera ha polarizado las posiciones al interior de las comunidades, unas a
favor y otras en contra del ingreso de la empresa, especialmente a partir de figuras
cooptativas prebendales, mediante la realización de obras menores (construcción de
sedes sociales, mejora de caminos, arreglo de plazas), aspecto que medió en la
deficiente consulta realizada. Al respecto el máximo dirigente de la CIDOB, Adolfo
Chávez, denunciaba el año 201, respecto del conflicto en el Norte de La Paz, se
produjo debido a la inexperiencia de los funcionarios públicos que no supieron dialogar
con las autoridades locales y comunales de dicha región. En opinión de este líder
indígena, “el error de las autoridades del sector y la empresa petrolera, fue no
consultar con las máximas autoridades de la organización indígena y optar por
consultas aisladas a líderes menores o incluso familias, al obviar el mecanismo
aprobado por norma, no se respetó la estructura organizacional y se cometieron
manipulaciones. Se dedicaron a hacer churrascos para que la comunidad acepte, a
cambio de obras que hasta el momento no han llegado” (Reporte Energía, febrero,
2010; Ribera, 2010).
La multiplicidad de ofrecimientos “de desarrollo” por parte del gobierno, siguiendo la
línea que estuvo detrás de la sísmica 2D, y ahora con la perforación prevista, ha
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generado una profunda división de opiniones y posiciones entre las organizaciones y
liderazgos indígenas.
En julio 24 del 20122, la Agencia oficial de noticias del gobierno (AN) y YPFB,
informaron que el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales y
representantes de PETROANDINA, en un acto público realizado en Covendo,
entregaron obras sociales “que benefician a 334 comunidades del norte paceño”, en el
marco de la política del “Vivir Bien”. Se mencionaba que PETROANDINA realizaba
actividades de exploración petrolera en el área Liquimuni “con el respectivo cuidado
del medio ambiente”, con el objetivo de culminar con el diseño y posterior perforación
de pozos exploratorios en esta región del país. La información de AN, menciona que el
primer mandatario destacó “el apoyo que brindaron las comunidades del pueblo
Mosetén y Lecos - Larecaja en los proyectos de exploración de petróleo”. El Alcalde
de Palos Blancos, Nazario Escóbar destacó la entrega “de un sinfín de obras”. Unas
semanas después, en una verificación en terreno, se observó que el mencionado sin fin
de obras, significaba en Covendo, una sede social y el arreglo de la plaza. De acuerdo a
denuncia del entonces Presidente de la organización Mosetene OPIM, Marcelino
Chayriqui, la dirigencia indígena, no fue invitada al evento de entrega en dicha
población.
De la misma forma, el 2011, se advertían posiciones encontradas, entre los máximos
líderes de la OPIM, algunos contrarios al accionar de la petrolera y otros a favor de
esta. Por su parte, los líderes de varias comunidades (como Covendo o Villa Concepción,
y algunas de la parte norte como Santa Ana) en general fueron favorables al accionar
de la empresa, aunque al interior de las comunidades existían posiciones divididas. En
general, a fines del 2011, se percibía un pronunciado debilitamiento de la OPIM, dando
incluso una sensación de orfandad de apoyo desde las bases. En términos culturales, un
proceso de consolidación de dicha organización indígena, que significó varias décadas
de esfuerzos, se desbarató en menos de un año por las acciones mal encaminadas y de
mala fe, de la empresa petrolera y el gobierno.
En julio del 2011, LIDEMA alertaba, que el proceso exploratorio de perforación
requiere de una nueva Ficha Ambiental y un nuevo Estudio de Evaluación de Impacto
Ambiental, ya que los realizados para la sísmica, con todas las deficiencias que además
tuvieron, no sirven para la fase de perforación. De igual manera, se observaba que
debe realizarse una nueva consulta pública, considerando la convocatoria a los
representantes legítimos de la Organización indígena de la TCO Mosetene (OPIM), es
decir, de buena fe y respetando la estructura organizacional, de acuerdo a diversas
normas vigentes al respecto (incluida la actual Constitución Política del Estado),
situación que lamentablemente fue pasada por alto en el proceso de la sísmica.
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A fines del 2011, se conocía, de acuerdo a denuncias de altos dirigentes de la OPIM y
CPILAP, que el mismo tipo de consulta distorsionada que se realizó en la fase sísmica,
estaba volviendo a ser reeditado por el gobierno con motivo de facilitar la fase
exploratoria. Se denunció concretamente, que altas autoridades como el Canciller del
Estado o el Vicepresidente, visitaron algunas comunidades con el fin de “sensibilizar” a
los pobladores, y que algunos caciques de dichas comunidades fueron invitados a la
ciudad de La Paz para negociar el ingreso de la fase de perforación. Un resultado de
este proceso fue que la organización de colonos, “decidió que en la consulta no
participen las representaciones indígenas como CPILAP, OPIM o la CIDOB”.
En noviembre del 2011 (ABI), medios de prensa anunciaban que la gobernación del
Departamento de La Paz inició en el cantón de Sararia, provincia Caranavi, Centro de
la zona de perforación Liquimuni, el proceso de socialización y consulta para dicha
exploración , el mismo que contaba con la aceptación de los interculturales de la zona
(colonos), los Lecos y Chimanes. El Gobernador, César Cocarico, aseguró entonces que
"con la consulta previa, como establece la Constitución Política del Estado (CPE)”, se
comenzará con la exploración de los pozos petrolíferos en la región, en tanto que el
Secretario Ejecutivo de la Federación Departamental de Comunidades Interculturales
de La Paz (FDCILP), Ever Choque Huanca, expresó su respaldo a la consulta y al
proyecto de exploración en la región. La gobernación comprometió la rehabilitación del
camino Sararia-Mayaya-Km. 52, mencionando que "esta es la oportunidad que tenemos
los hermanos y los Lecos, que me pedían puente y arreglo de caminos ”. También se
informó que el Gobernador de La Paz, acompañado de la Ministra de Agua y Medio
Ambiente, Mabel Monje y el Senador del Movimiento Al Socialismo, Fidel Surco,
realizaron un sobrevuelo al sector, para comprobar el posible impacto ambiental en la
región petrolera del norte del departamento.
El 15 de julio de 2012 (ANB-ABI, 2012), el Gobierno informó que la perforación del
pozo exploratorio Liquimuni Centro X1, tenía la autorización de 20 sectores sociales y
“de los representantes de los indígenas Chimanes, Lecos y Mosetenes ” (pero
claramente, no así de la OPIM). Dicha autorización se basaba en la “resolución de un
cabildo” que señala que “todos los habitantes de los municipios de Alto Beni, Palos
Blancos y el norte de La Paz apoyamos el proyecto de exploración y explotación del
pozo Liquimuni Centro X1”
Otra de las resoluciones de dicho cabildo estableció el apoyo y respaldo a la empresa
PETROANDINA y a la Fuerza Binacional Bolivia-Venezuela: "Todos los actores
sociales de la región, damos nuestro amplio respaldo a la empresa Petroandina, a la
Fuerza Binacional de ingeniería social y garantizamos el libre ejercicio de su trabajo".
La agencia oficial de noticias del gobierno (ANB-ABI) comunicó en julio del 2012, que
“un pequeño grupo de personas” (posiblemente productores orgánicos) retuvieron al
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personal de PETROANDINA en el municipio de Teoponte, para impedir que continúen
los trabajos en esa región. El Cabildo condenó ese acto y pidió a las instancias del
Gobierno realizar una investigación del caso y sancionar a los culpables por
"terrorismo en contra del Estado”. En noviembre del 2011 (ANF) se mencionaba que
según los colonizadores, la consulta a las comunidades indígenas e interculturales para
la exploración y explotación de petróleo recibió el 100 por ciento del apoyo de las
poblaciones de esa región del departamento. Al mismo tiempo los dirigentes colonos
manifestaron que en la consulta a las comunidades indígenas e interculturales del
norte del Departamento de La Paz, se determinó que no exista la intromisión de la
Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y de la Central de Pueblos
Indígenas de La Paz (CPILAP).
Unos meses después, el presidente de la empresa PETROANDINA, Miguel Arancibia,
respecto a la consulta previa y la licencia ambiental, explicaba a mediados del 2012,
que el proceso se encontraba en su etapa final. “Hemos concluido la consulta que se
realizó con todos los actores…debo aclarar que no es consulta y participación, sino solo
consulta, la cual se concluyó, y se ingresó la ficha ambiental para su categorización,
aprobación” (La Prensa, Junio 26, 2012). Al respecto de lo mencionado y en relación a
lo desarrollado en Sararia, se puede observar una evidente inconsistencia y falta de
entendimiento sobre el manejo del instrumento de consulta, siendo que se debió
aplicar el DS 29033 (Reglamento de Consulta y Participación para Actividades
Hidrocarburiferas) y no únicamente la Consulta (posiblemente en referencia a la
Consulta Pública del Reglamento de la Ley del Medio Ambiente), existiendo por tanto,
una omisión de las normas y procedimientos.
Empresas quieren dialogar con los pueblos indígenas del norte de La Paz
También, en el norte de La Paz, en la región Pilón Lajas y fuera del ámbito del bloque
Liquimuni, en mayo del 2011 (Plataformaenergetica.org 27/05/11), se informaba que el
presidente del Consejo Regional Chiman Mosetén (CRTM), informó que YPFB y
representantes de la TCO Pilón Lajas del pueblo Chimán Mosetén, acordaron un nuevo
plazo para definir si se aplicará o no el mandato constitucional de la consulta en esa
región para iniciar la fase de exploración de petróleo en el bloque Río Hondo.
Técnicos de la estatal petrolera llegaron a la sede del CRTM para dialogar con ellos
sobre el proyecto hidrocarburífero: “Nosotros les hemos dicho muy claramente que
queremos que nos consulten, queremos trabajar en conjunto para que nos muestren
qué impacto va causar, pero ellos nos dijeron que sólo vinieron a dialogar”. Señaló
también, que pedirán el apoyó y orientación sobre este tema a la Central de Pueblos
Indígenas de La Paz (CPILAP), así como a la Confederación de Pueblos Indígenas de
Bolivia (CIDOB). Desde las dirigencias del CRTM se afirmó que “los pueblos indígenas
no nos oponemos a la políticas de desarrollo que el gobierno está implementando, pero
10
siempre y cuando nos hagan la consulta”.
En julio del 2011, el líder Leco Lorenzo Paredes, confirmó la presencia de personeros
de PETROANDINA y del Ministerio de Hidrocarburos en la región de Apolo, con el
fin de socializar información en las comunidades locales sobre la futura Sísmica 2D
en el bloque Chepite, que se superpone al PNANMI Madidi y la TCO Leco Apolo.
Los primeros meses del 2012, empezó la novena marcha indígena por la defensa del
TIPNIS, ante la ambivalencia y falta de cumplimiento por parte del gobierno a la Ley
180 que había reconocido su intangibilidad y la paralización de la construcción de la
carretera. La novena marcha, había convocado a las diferentes organizaciones
indígenas del país, que habían apoyado la octava marcha. Parte del esquema cooptativo
del gobierno para debilitar al movimiento indígena y la novena marcha fue la firma de
convenios “de agendas programáticas conjuntas” con organizaciones regionales
afiliadas a la CIDOB en el mes de marzo del 2012. Por ejemplo el convenio con la
Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO) que agrupa a los pueblos
Araona, Chacobo, Cavineño entre otros, bajo el supuesto de “mejorar la calidad de vida
y sacarlos de la exclusión”.
También se conocía en abril del 2012 (La Razón-ABI) que en la localidad de San Borja
(Beni), punto de paso de la novena marcha, el Presidente Evo Morales, firmó un
“convenio programático” con el Gran Consejo Tsimane, que aglutina a 140 comunidades
amazónicas del Beni. El acuerdo establece acciones en materia de inclusión social y
proyectos de desarrollo. La firma del convenio se dio tras la inauguración de un
albergue indígena para 200 personas, de esta forma, a dos semanas de iniciarse la IX
marcha, el gobierno logró acuerdos programáticos con al menos 11 regionales de la
CIDOB.
En febrero del 2012, la agencia oficial de informaciones ABI, informaba que el
presidente Evo Morales suscribió un acuerdo con la Central de Pueblos Indígenas del
norte amazónico de La Paz (CPILAP) para ejecutar proyectos productivos y educativos
que mejoren la calidad de vida de las comunidades de esa región. En un acto realizado
en Palacio Quemado, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó los alcances del
convenio: “….. es el resultado de un "esfuerzo conjunto" entre el Ejecutivo y esa
organización, para construir una agenda programática de desarrollo”. Recordó “que en
norte de La Paz algunas Tierras Comunitarias de Origen (TCOs) deben culminar su
proceso de saneamiento, que forma parte de la agenda concertada con CPILAP”. En
este convenio, firmaban por parte del gobierno los ministros Carlos Romero y Juan
Ramón Quitana y por parte de la CPILAP, el entonces Presidente de dicha instancia,
José Ortíz de origen Leco. Como resultado directo de esta convenio, a fines de abril
del 2012, se conocía que varias de las organizaciones indígenas del Norte de La Paz,
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aglutinadas en la regional CPILAP, no apoyaban la novena marcha en defensa del
TIPNIS, debido a la firma del convenio cooptativo de interés firmado con el gobierno
a fines de febrero. En el caso de la región de Liquimuni y otras del Norte de La Paz
(Madidi, Pilón Lajas), el convenio firmado entre el gobierno y la CPILAP, tenía además
implicancias relacionadas a la facilitación de los diversos planes de exploración
petrolera en toda la región.
La CPILAP (Confederación de Pueblos Indígenas de La Paz) agrupa a los pueblos
indígenas Mosetene, Chimane, Leco, Tacana, entre otros).
Dicho convenio fue observado por las siguientes características: a) fue inorgánico, por
cuanto el principal ejecutivo indígena José Ortíz (entonces Presidente de la CPILAP)
no consultó con las representaciones de los distintos pueblos, siendo que se trataba de
un tema de gran importancia; b) se establecieron compromisos relacionados al temas
salud, educación y autonomías, los cuales para cumplirse no necesitaban de un
convenio, puesto que son obligaciones del Estado dadas por la nueva CPE y otras
normas; c) se explicitan ofrecimientos prebendales, como cabinas telefónicas y una
movilidad. Algo casi anecdótico se conocía en septiembre del 2012 por referencias de
los propios indígenas de la región, respecto de la “movilidad” otorgada por el gobierno,
la cual fue un automóvil (“taxi”) usado y en malas condiciones de funcionamiento, y que
no pudo completar un viaje hacia la ciudad de La Paz desde los Yungas.
A inicios de junio del 2012, la CPILAP llevó a cabo un ampliado departamental, en la
cual los representantes de los Pueblos miembros de la organización regional, evaluaron
al presidente José Ortiz y al Vicepresidente Freddy Limaco Navi (CEJIS, 2012), “por
desobedecer el mandato y principios de los pueblos y por tomar decisiones
unilaterales y separatistas sin el consentimiento de las bases, violando de esta manera
el Estatuto y Reglamento interno de la CPILAP, habiendo participado a la Convocatoria
anti orgánica e ilegal, convocada por la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
CPESC y el Consejo Indígena del Sur (CONISUR)”.
Ante esta situación, las organizaciones del CPILAP, determinaron que se convoque a
Asamblea consultiva dentro de los 90 días computables a partir de la firma de la
resolución, asumiendo estos cargos los miembros del directorio en funciones de
acuerdo a sucesión. Se nombró una Presidencia interina a cargo del Mosetene Edwin
Miro y determinaron la incorporación inmediata de las ocho organizaciones miembros
de la CPILAP, a la columna de la IX Marcha, respaldando plenamente al Presidente de
Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía Boliviana CIDOB,
Adolfo Chávez y su Directorio. En resumen las organizaciones de la CPILAP,
desconocieron el convenio firmado con el gobierno. Los primeros días de agosto se
conocía que se había elegido al nuevo o directorio de la CPILAP y que la Presidencia
estaba a cargo de Celin Quenevo, líder Tacana de Tumupasa. En tanto la “CPILAP
12
oficialista” (reconocida por el gobierno) seguía funcionando a cargo del Leco José
Ortíz, pero con escaso apoyo de las bases y resto de dirigencias.
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Una de los sitios de estudio de caso es la zona de perforación (puntos y anillo en rojo)
en el bloque Liquimuni y próxima a TCO Mosetene.
El gobierno respondió, promoviendo la división directa de las organizaciones, por
ejemplo reconoció a la CPILAP de facto supuestamente a cargo de José Ortíz;
también reconoció a la OPIM de facto, bajo la supuesta dirigencia de Edgar Morales
(avalado por un grupo de caciques Mosetenes), desconociendo a Marcelino Chayriqui,
legítimo representante del OPIM. Lo mismo ocurrió en diversas organizaciones
indígenas de Santa Cruz, del propio TIPNIS, culminando este penoso accionar con la
división de la máxima organización indígena de tierras bajas de Bolivia, la CIDOB.
Esta es una situación inédita de dividir las organizaciones indígenas para fines
eminentemente políticos, y jamás había sido conocida hasta hoy en la historia del país,
en especial en esta magnitud.
Ante esta situación, las organizaciones, suspendieron al Presidente y Vicepresidente
de CPILAP, hasta que se convoque a Asamblea consultiva dentro de los 90 días
computables a partir de la firma de la resolución, asumiendo estos cargos los
miembros del directorio en funciones de acuerdo a sucesión. Se nombró una
Presidencia interina a cargo del Mosetene Edwin Miro y determinaron la incorporación
inmediata de las ocho organizaciones miembros de la CPILAP, a la columna de la IX
Marcha, respaldando plenamente a la CIDOB. En resumen las organizaciones de la
CPILAP, desconocieron el convenio firmado con el gobierno. Los primeros días de
agosto del 2012, se conocía que la Asamblea del CPILAP, había designado a Celin
Quenevo como Presidente de esta organización matriz, en la Vicepresidencia de esta
instancia a Magali Cadima, mientras que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales quedó cargo de Edwin Miro.
En tanto, la “CPILAP oficialista” (reconocida por el gobierno) pretende seguir
funcionando al margen de los estatutos de la instancia indígena, a cargo del dirigente
Leco José Ortíz. Como dato anexo, se conocía que la CIPLA (Central Indígena del
Pueblo Leco de Apolo, parte del CPILAP), también se encuentra profundamente
dividida, con un sector (liderizado por Angel Durán) que apoya a José Ortíz, el
expulsado de presidente de la CPILAP.
El gobierno también promovió la división directa de la organización OPIM,
pretendiendo reconocer de facto otra dirigencia a cargo de Edgar Morales, una
persona con supuestos cargos y acusaciones por la máxima dirigencia de la OPIM y
varios líderes Mosetenes (avalado por un grupo de caciques Mosetenes afines al
gobierno, incluido Teodoro Huasna, primer cacique de Covendo), y desconociendo a
Marcelino Chayriqui, legítimo representante del OPIM. Un indicador de la división del
pueblo indígena Mosetene en la región de Alto Beni – OPIM, era la situación observada
en Covendo a fines de Agosto del 2012, donde el primer cacique T. Huasna estaba en
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abierta confrontación con el segundo cacique de las misma comunidad (Donato Miro)
que apoyaba al entonces Presidente de la OPIM, M.Chayriqui. Similares figuras se
veían en otras zonas comunidades del pueblo Mosetene en Alto Beni.
Los primeros días de septiembre del 2012, se conocía la realización de la Asamblea
general del pueblo Mosetene en dicha región, con la salida de Marcelino Chayriqui por
la finalización de su gestión y el nombramiento de nuevos Caciques en las comunidades.
Algo interesante fue la elección como presidente de la OPIM a Rubén Chambi, una
persona considerada por los Mosetene como “tercero”, es decir un colonizador o
intercultural. Varios líderes Mosetenes, denuncian que Chambi apoya plenamente las
operaciones petroleras que impulsa el Gobierno. Una figura, sin duda llamativamente
“sui generis”, pero que de cualquier forma, hace que el Gobierno tenga plena ingerencia
sobre la organización indígena de la región. Muchos líderes de las comunidades
rechazaron que la presidencia de la OPIM este a cargo de un colonizador y tenga plena
afinidad con los planes del gobierno y la empresa petrolera.
Un elemento concluyente es que al momento, la organización OPIM y las comunidades
Mosetenes que la conforman, se encuentran profundamente divididas, y enfrentan
una intención permanente de cooptación por parte del gobierno sobre las dirigencias
locales. El conflicto OPIM/indígenas–petrolera, fue coyuntural y en términos
generales, poco significativo, en comparación con el conflicto suscitado al interno de la
organización y el pueblo Mosetene, el cual perdura y se profundiza, amenazando
inclusive la pervivencia cultural de la etnia en la región. Esto, sin embargo, se ha
generalizado después de la novena marcha del TIPNIS, para toda la región amazónica
del norte de La Paz, donde se observa además, un fuerte debilitamiento de la
organización matriz CPILAP (y del resto de las organizaciones regionales que lo
conforman, como es el caso de la OPIM).
Esto contrasta notablemente con la situación observada en la región del Chaco, donde
las intromisiones o interferencias del Gobierno y empresas, antes que debilitar las
organizaciones Guaranies, parecen lograr un efecto de fortalecimiento y aglutinación
en torno a la APG. En el caso del norte de La Paz, la intromisión gubernamental ha
ocasionado en una proliferación de divisiones internas y figuras dualistas con
parcialidades enfrentadas unas en contra y otras a favor de los planes y proyectos del
gobierno. Al mismo tiempo, se observa una menor fortaleza y diversidad de los
liderazgos indígenas, a diferencia de la región chaqueña. Por otra parte, se debe
considerar también, el menor tiempo de estructuración de la organización matriz. Sin
embargo el elemento más determinante es sin duda, la estructura cultural, pues
mientras la APG y sus capitanías corresponden a una sola cultura o nación -Guaraní- en
el caso del norte de La Paz, el movimiento indígena es un conglomerado de diversas
culturas o etnias (Mosetenes, Lecos, Tacanas, etc.), no necesariamente con similares
visiones y niveles de fortaleza organizacional interna. También, se puede asumir en
15
general, que existen liderazgos menos consolidados. En cuanto al tema de derivaciones
económicas vía compensación de las operaciones petroleras, a diferencia del Chaco, la
situación en el norte de La Paz es aún incipiente, y ha tenido la connotación de ser
prevendalista y cooptativa, tanto por la empresa PETROANINA, como por el Gobierno,
siendo uno de los elementos que ha incidido de forma determinante en la división y
debilitamiento de las organizaciones indígenas.
Antecedentes de la “consulta pública” de la perforación del pozo Liquimuni
En vez de realizar una consulta pública de acuerdo al Reglamento de Prevención y
Control del Ley del Medio Ambiente, el gobierno con apoyo de la gobernación de La
Paz, impulsó un cabildo (ABI, 15 de julio de 2012), con tintes de proselitismo político y
ofrecimientos para lograr el apoyo y aceptación a las actividades de exploración. La
principal responsabilidad del gobierno (Ministerio de Hidrocarburos y Energía) habría
sido realizar la consulta pública y entregar información válida y veraz a las
organizaciones y comunidades locales colonas e indígenas, respecto de la exploración
de perforación del pozo Liquimuni.
Para el caso de la TCO Moseten, la consulta pública (obsoleta y muy parcialsuperficial) no era lo mas adecuado, pues el gobierno debió desarrollar la Consulta
previa obligatoria, como manda la nueva Constitución Política del Estado, dado que es
un derecho de los pueblos indígenas, originario campesinos, en lo cual se incluyen los
colonos o interculturales de la región de Sararia. Más aún, debido a que la planchada
se encuentra en la zona muy próxima e inmediata a la TCO de la OPIM, el gobierno
debió proceder a aplicar el Reglamento de Consulta Participativa del sector
hidrocarburos para Pueblos Indígenas (DS 29033) aprobado el año 2006 por el actual
gobierno.
Entre la información clave respecto de la perforación del pozo Liquimuni debió
figurar la siguiente:
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La planchada o sitio de perforación, implica el desmonte de varias hectáreas de
bosques o de tierras agrícolas, en un terreno montañoso de alta fragilidad por la
inclinación del terreno, lo cual supone además el movimiento de importantes
volúmenes de tierras.
También el camino de acceso a la planchada significa un alto riesgo de impactos
dada la fragilidad de las tierras montañosas de la serranía subandina de la región.
Este supone la toma de recaudos respecto a quebradas cuerpos de agua y sitios de
mayor vulnerabilidad.
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
La exploración de perforación implica en muchos caso la apertura de mas de un
pozo, por ejemplo en la fase de dimensionamiento del yacimiento o la apertura de
pozos de alivio.
Los lodos de perforación implican el uso de varias sustancias (refrigerantes,
abrasivos, adelgazantes, aceites, biocidas, sales, trazadores, etc.) muchas de ellas
con alto poder contaminante. Los volúmenes de lodos utilizados varían entre 500 y
más de 5.000 metros cúbicos, dependiendo de la profundidad de perforación e
implica la utilización de grandes volúmenes de agua de fuentes locales.
Tanto en la fase de perforación de pozos exploratorios como los de producción, los
lodos salen mezclados con un tipo de agua fósil sedimentaria o agua de formación.
Estas aguas y sedimentos disueltos pueden contener muchos elementos pesados y
hasta radiactivos, además de tener un elevado nivel de salinidad. En la perforación
de un pozo exploratorio se pueden generar más de 80.000 litros de aguas de
perforación contaminantes a las que se suman “recortes minerales” extraídos del
pozo.
Los lodos y aguas de formación, deben ser depositadas en piscinas o fosas que
deben tener un recubrimiento interno de geotextil, e incluso estar cubiertas para
evitar que animales de la zona caigan o beban el agua contaminada.
Los lodos y aguas de formación no pueden ser liberadas a los cuerpos de agua.
Muchos accidentes de contaminación se producen por rebalses desde las piscinas o
fosas por efecto de las lluvias o incorporación de volúmenes extraordinarios.
Estas agua residuales para ser liberadas, deben recibir tratamientos para reducir
al mínimo su toxicidad; muy rara vez son reinyectadas.
Al momento de alcanzar el reservorio sale gas natural el cual debería ser reinyectado al subsuelo, sin embargo es regularmente liberado y quemado, generando
contaminación y riesgos de incendios extendidos. Otro riesgo que tiene el escape
de gas natural es la presencia de mercurio altamente tóxico, en especial para los
trabajadores de la obra.
La liberación accidental o intencional de hidrocarburos líquidos o condensados al
momento de alcanzar el reservorio ocasiona severos impactos de contaminación por
la elevada toxicidad de sus componentes.
También se debe brindar información sobre otro tipo de impactos locales sobre
suelos y vegetación, como ser la apertura de planchadas, caminos, campamentos.
Otro aspecto a ser informado para la fase de perforación, es que la magnitud de
contrataciones o generación de empleos locales, es mucho menor que en la fase de
exploración sísmica, de esta manera no se generan expectativas sobre
dimensionadas, como se lo viene haciendo al momento.
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Información actualizada a febrero-2013, sobre el conflicto interno OPIM,
CPILAP, CRTM
A fines del año 2012, las autoridades de la comunidad Santa Ana de Mosetenes, se
mantenían renuentes o recelosos ante las anunciadas operaciones de perforación
petrolera de PETROANDINA en la zona de Sararia, vecina de la TCO Moseten de Alto
Beni.
A inicios del año 2013, se anunciaron actividades de ingreso de la empresa petrolera a
la población de Sararia, con la instalación de una oficina, anuncios de contratación de
personal y de ingreso de equipos y maquinaria. A partir de este inicio de las
actividades petroleras, se produjo un contacto entre la autoridad tradicional principal
de Santa Ana (Primer Cacique), con representantes de la empresa petrolera y YPFB,
para concertar un apoyo a las operaciones de perforación exploratoria, a cambio de
una donación para la posta de salud de Santa Ana (dos colchones y un paquete de
gasas). Esta posición del Cacicazgo de Santa Ana, estuvo acordada con la actual
presidencia de la OPIM, a cargo de un colono y totalmente proclive a los planes
petroleros en la región. La posición fue criticada por diversas familias de las
comunidades y fue otro motivo para profundizar la división de las comunidades de la
TCO en torno al tema petrolero. Líderes opuestos a la decisión del Cacicazgo y de la
OPIM, manifestaron que la dadiva del gobierno fue una miseria, además, que el tema
de salud era algo que el gobierno debió ya atender hace varios años, como una
responsabilidad emanada de la nueva Constitución Política, y no como un regalo a
cambio de la sumisión a la empresa petrolera. De cualquier forma, la decisión de Santa
Ana puede influir para que las autoridades de otras comunidades de la zona, como
Muchanes, Pujpunendo, Inicua Bajo, asuman similar posición junto a la actual OPIN, a
favor del desordenado, cooptativo y discrecional ingreso de la petrolera.
El conflicto interno de la CPILAP (Central de Pueblos Indígenas de La Paz), continuaba
profundizándose a inicios del 2013, debido al debilitamiento de su directiva elegida
después de la destitución del dirigente Leco José Ortíz, destitución concertada por la
base dirigencial de los Pueblos indígenas del norte de La Paz a mediados del 2012. El
debilitamiento de la CPILAP “reconocida como legítima”, a cargo del Tacana Celin
Quenevo, se propició en parte, por la falta de recursos para viajes, manutención
básica de los dirigentes de la organización matriz, incluso para el pago de alquiler de la
oficina en la ciudad de La Paz, ante lo cual varios de los dirigentes se vieron obligados
a replegarse a sus regiones, dejando prácticamente sin dirección a la CPILAP
“legítima”. Ante esta situación, la CPILAP destituida (no legítima) a cargo de José
Ortíz, siguió recibiendo apoyo del gobierno y figurando como la organización
representativa de los Pueblos indígenas de La Paz en diversos eventos, generando una
profunda confusión e inestabilidad entre los diversos Pueblos y sus dirigencias.
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En este clima de profunda desorganización, se definió la realización de una asamblea
consultiva de las diversas organizaciones del CPILAP a fines del 2012 en la región de
Apolo, con el fin de contar con un informe de actividades de la CPILAP a cargo de
C.Quenevo, y definir la situación o figura dual (legítima versus la destituida por las
bases). Aparentemente dicha consultiva fue en parte orquestada por el CIPLA
(Central de Pueblos Indígenas Leco Apolo), por lo cual existe mucha desconfianza de
varios líderes de organizaciones que fueron consultados. De cualquier forma, la
situación del CPILAP deja entrever una división entre las diversas organizaciones que
la conforman, puesto que al momento organizaciones como la OPIM y el mismo CIPLA
(y una facción del Pilón Lajas al mando de Germán Nate), apoyan a la supuesta CPILAP
de José Ortiz y por tanto a la visiones desarrollistas y pro petroleras del gobierno.
En cuanto a la situación del CRTM (Consejo Regional Tsimane Mosetene de la TCO
Pilón Lajas) también pasa por una situación de conflicto interno, debido a la división y
figura dual promovida por el gobierno. A manera de antecedente se debe mencionar
que con motivo del Novena Marcha en defensa del TIPNIS, el entonces presidente de
la CRTM, Germán Nate, llegó a firmar un acuerdo con el gobierno con el fin de
restarle apoyo a la demanda de la Novena Marcha y replegarse de la movilización.
Debido a esto, los líderes de las comunidades del Pilón Lajas, desconocieron a Nate en
julio del 2012 y los destituyeron, conformando una nueva directiva del CRTM a cargo
de Mauricio Saravia y Clemente Caimani. A pesar de este reconocimiento mayoritario
de las comunidades de la TCO, G.Nate, sigue figurando como máximo dirigente de una
CRTM “paralela” (con escaso reconocimiento comunal), y por tanto sigue apoyando a la
figura del CPILAP ilegitimo a cargo de José Ortiz.
Elemento paradójico en el caso del CRTM-Pilón Lajas, es el profundo distanciamiento
con el SERNAP, revirtiendo todo el acercamiento positivo de años anteriores, hacia
una gestión compartida y una alianza estratégica efectiva. Es importante recordar que
el Pilón Lajas tiene una condición dual como TCO (reconocida el año 1990) y como área
protegida en la categoría de Reserva de Biosfera (el año 1992), existiendo una
superposición total. Un claro ejemplo de la intención del gobierno, vía SERNAP, de
deteriorar o debilitar el movimiento indígena de la TCO, fue la conformación del nuevo
Comité de Gestión promovido por el SERNAP y la anterior Dirección del Área
Protegida (Reserva de Biosfera) a cargo del sociólogo Victor H. Frías, en la cual, el
CRTM (o la TCO) quedo reducido a una minoría de una sola representación, frente a
una mayoría de representación de tres organizaciones de colonos de la región, mas el
municipio de Palos Blancos (eminentemente colono). Estas acciones son absolutamente
anti constitucionales, pues contradicen el Artículo 385, inciso II de la nueva
Constitución Política del Estado, que dice: Donde exista sobreposición de áreas
protegidas y territorios indígena originario campesinos, la gestión compartida se
realizará con sujeción a las normas y procedimientos propios de las naciones y
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pueblos indígena originaria campesinos, respetando el objeto de creación de estas
áreas.
Otros elementos críticos en la dinámica de dejar de lado a la organización indígena, y
orquestados desde el SERNAP, fueron la aprobación de construcción de
infraestructura turística dentro del área y TCO (caso Laguna Azul) de forma
inconsulta con la organización CRTM y las comunidades, aun cuando dicha zona tiene
condición intangible y carácter de Sitio Sagrado. También se reporta, la aprobación
del SISCO (Sistema de Cobros por Turismo) por el SERNAP, de manera inconsulta y
sin coordinación alguna con las comunidades y la organización representativa. Lo más
llamativo de esta situación, es que para dichas aprobaciones, el SERNAP recurrió a la
firma de German Nate (como si fuera CRTM), e ignoró a la actual CRTM legítimamente
reconocida. Esta imposición vertical y de sometimiento de una organización indígena
por parte del Estado, es absolutamente reaccionaria y hasta fascistoide, es algo
inédito en las historia del Sistema de Areas protegidas de Bolivia e incluso en el
relacionamiento Estado-Pueblos indígenas, al menos en los últimos quince años.
Estas situaciones ponen a la TCO y al CRTM (lo mismo que en el caso de la OPIM), en
una condición de fuerte vulnerabilidad y plena desventaja, pues incrementa las
posiciones de instancias que promueven abiertamente el desconocimiento de las TCOs
y la toma de tierras indígenas.
Adicionalmente, todo lo anterior, parece mostrar una clara intención del gobierno (y/o
SERNAP) de aniquilar cualquier viso de resistencia u oposición a las incursiones
desarrollistas, en especial en el tema petrolero, pues condice con las proyecciones de
las acciones de la estrategia de YPFB en el plan de exploración 2011-2020 (YPFB,
2011), de “viabilizar el ingreso de las operaciones petrolera a las áreas protegidas y
otras zonas de Fuerza Mayor”. Esto además tiene concordancia con el abierto rechazo
del actual gobierno al tema ambiental y de las áreas protegidas., y con la profunda
crisis en diversos ámbitos, que atraviesan el SNAP-SERNAP y que afecta a los
territorios indígenas.
Fuentes.
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Bolpress, Octubre 26 2010. Ampliación de las concesiones petroleras
La Estrella del Oriente, Agosto 5, 2010
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en el bloque Liquimuni
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ANF, Noviembre 2011. Consulta a para la exploración y explotación de petróleo recibió el
100% de apoyo
BI- http://www.fmbolivia.com.bo/noticia. 14 de Noviembre de 2011
20
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ANB/ABI. Julio 15 de 2012. Varias menciones sobre la consulta para la perforación.
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21
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