Asociación de Personal de La Caixa

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Asociación de Personal de La Caixa - Sección de Montaña de Zaragoza
ACTIVIDAD – Senderismo
Parrisal de Beceite – Paso del Romeret (Teruel)
Fecha: 19 de Noviembre de 2011
Hora y lugar de salida: 8 horas, desde Parking EROSKI en Avda. Las Majas de Goya 27-29 (PARQUE GOYA II)
(Atención a las obras del tranvía)
Punto de partida de la excursión: 10:15 horas Parking a la entrada del Parrisal, zona recreativa del Mas de Lliviá.
Dificultad: baja, hasta los estrechos. Media-alta en paso del Romeret (en todo caso es opcional). Desnivel: 300 m.
Distancia total: 15 km Duración de ida: 1:30 – 2 h. hasta la cascada del Parrisal donde comeremos. Opcional: 5060 minutos más para pasar el paso del Romeret.
Desplazamiento: vehículos propios
Tfs. equipo organizador: Ricardo López: 635515710 José Ramón Pueyo: 654232932 Alfredo Barberán: 628317352 AnaVir
Jarauta: 654066065 Héctor Cuartero: 646315286 Luis Bernad: Juan Antonio Almenara: 618334809
El desfiladero del río Matarraña, conocido como El
Parrisal nos ofrece lugares naturales de gran atractivo y
un paisaje montañoso de abruptas formaciones calizas.
La Reserva Natural de los Puertos de Tortosa y Beceite
protege gran parte de las sierras, barrancos, valles y ríos
de la comarca. En ellos habita una flora y una fauna
espectacular propia de un medio fluvial.
El río Matarraña es uno de los sistemas fluviales de tipo
mediterráneo con mayor diversidad biológica de Europa,
habiéndose catalogado más de 300 especies de algas,
más de 200 invertebrados acuáticos, y cerca de 200
vertebrados.
Además, se trata de una región con un gran valor
histórico, ya que en esta zona, cerca del río podremos
admirar unas pinturas rupestres. Es el abrigo de La
Fellenosa, una de las muchas representaciones de arte
esquemático levantino que podemos encontrar en la
zona.
Descripción particular
El Parrisal marca el nacimiento del río Matarraña que da
nombre a la comarca, formando un profundo cañón de
200 metros de longitud, 60 de altura y tan solo 2 de
ancho en algunos tramos.
Es un relieve de roca caliza, y por ello abundan los
riachuelos y los manantiales durante todo el año.
Se trata de grandes fallas rocosas, cascadas y pozos
naturales, aguas transparentes y bosques autóctonos.
A medida que se avanza por la garganta, las paredes del
cañón van tomando cada vez más altura y verticalidad,
formándose a veces espectaculares agujas con formas
verticales en forma de dientes de sierra debido a la
erosión.
A menudo el río se oculta en el subsuelo bajo un gran
caos de bloques de roca.
Cuenta con una vegetación exuberante y una fauna rica y
variada, que le aportan un mayor atractivo natural al
paraje.
El animal emblemático de la zona es la autóctona cabra
montesa o cabra hispánica, con una numerosa población.
Abundan los jabalíes y los zorros; habiendo gatos
monteses y martas. El ave carroñera más abundante es
el buitre leonado, presente en toda la región, junto con
águilas reales, águilas perdiceras, búhos reales,
gavilanes, milanos, halcones…Entre los anfibios podemos
encontrar
diversas
especies
de
sapos,
ranas,
salamandras y tritones; junto con reptiles como tortugas,
lagartos y serpientes; peces como la trucha común
(autóctonas de la zona), el barbo o la madrilla, la nutria
así como alguno de los escasos cangrejos de río.
La presencia de este tipo de especies de animales nos da
una idea de la pureza de las aguas del río, ya que estos
peces no pueden vivir en aguas contaminadas.
Esta diversidad viene acompañada por una gran riqueza
floral, que conjuga especies del clima mediterráneo con
retazos de ambientes más atlánticos. El resultado es un
bosque mixto que engloba dos tipos de vegetación
peninsular. Predomina el pinar (carrasco, negral y
silvestre) mezclado con algunas zonas de hayas y tejos,
junto con robles, encinas, arces, serbales, acebos; entre
los arbustos abundan el boj, enebro, sabina, brezo,
avellano, romero, tomillo, espino negro (que se
desarrolla perfectamente entre las fisuras de las rocas).
También están representadas muchas otras especies
vegetales propias del ámbito mediterráneo.
Descripción general
El Parrisal es el más conocido de los barrancos en las
calizas de los Puertos de Beceite. Es un territorio de
montaña a caballo entre Teruel, Castellón y Tarragona,
en la cabecera del río Matarraña con bellos parajes
naturales y sendas que poder recorrer.
Se enmarca en un macizo montañoso situado en la parte
oriental del sistema Ibérico que enlaza con la cordillera
Prelitoral Catalana. Es un sistema de roca caliza con
numerosas cumbres que rebasan los 1000 metros (Caro
1447 m; Encanadé 1393 m; Moletes d´Arán 1248 m,
etc.) y a pesar de no alcanzar una elevada altitud,
podemos encontrar extensos bosques y parajes
espectaculares.
El río Matarraña y sus afluentes han formado en su
nacimiento una orografía abrupta con abundantes
cortados y barrancos.
A pesar de su carácter mediterráneo, esta comarca es
una tierra de contrastes naturales, de llanos y montañas,
junto con una gran historia.
Vista de Valderrobres
Ruta:
Desde el Mas de Lliviá, comienza la excursión de senderismo siguiendo el curso del río. Dura aprox. entre una hora y media
y dos horas, hasta los estrechos, donde comeremos. Veremos que, en los tramos más difíciles, está acondicionado con unas
pasarelas de madera para que no tengamos la necesidad de meternos en el agua. Tras cruzar las primeras pasarelas, nos
encontramos con el Tormo, bloques o caos de piedra a través de las cuales desciende el río formando bonitas cascadas.
Habrá tramos en los que la senda está marcada en una de las orillas del río, otros en los que nos encontraremos pasarelas
de madera, y otros en los que tendremos que cruzar el río por unas piedras. Se recomienda llevar calzado de repuesto por
si sufrimos algún resbalón. La última pasarela que nos encontraremos, está en la Badina Negra, y cruza el río formando
como una especie de puente. A partir de aquí, podemos encontrar partes del río secas. Debemos continuar por que más
adelante volveremos a encontrar agua.
Ya al final de la excursión nos encontraremos con los Estrechos, dos paredes verticales de piedra de unos 60 metros de
altura, y en algunos puntos, de 2 m. de ancho y si hay agua abundante, con una bonita cascada. Para llegar a los
estrechos, veremos que tenemos que cruzar una poza a nado, si el río no baja seco (obviamente lo de “a nado” con buen
tiempo, no ahora).
Hay una ruta alternativa para cruzar los Estrechos sin necesidad de mojarnos, sería por el Paso del Romeret.
Encontraremos las indicaciones antes de llegar a los estrechos a mano izquierda.
El Paso del Romeret es un camino equipado que sube unos 100 metros por encima del Parrisal y nos permite
salvar la zona de los estrechos, normalmente con abundante agua.
La primera parte del Paso del Romeret es bastante
fácil, con alguna trepada y pequeños destrepes bien
equipados. Las vistas se van abriendo a las extrañas
formaciones del Parrisal, escarpadas paredes que
caen hacia el barranco y esculpidas agujas que
son difíciles de ver desde abajo. El camino va dando
rodeos y la senda se desdibuja, pero hay suficientes
indicaciones, marcas amarillas y azules e hitos para
no perderse.
Dejamos para el final la parte más delicada, una
aérea bajada, equipada con grapas y cadenas que
nos dejará junto a una canal, punto de salida al
Parrisal.
Este paso es opcional, pues la excursión
básicamente es hasta los estrechos, donde
comeremos, pero quien quiera hacerlo, que no se
preocupe, pues nos podremos asegurar y hacerlo
con total seguridad.
De regreso a Zaragoza podemos visitar, si lo
deseamos, alguno de los muchos pueblos turísticos
de la zona: Valderrobres, La Fresneda, Cretas,
Calaceite, Torre del Compte, Peñarroya de
Tastavins, Fuentespalda, Ráfales, La Portellada,
etc., que reseñamos por ser localidades de gran
belleza. Y si no podemos por tiempo, bien merecen
una escapada en cualquier momento para
conocerlos.
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