República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL M agist ra do P one nte : G U ST AV O JO S É G N E CCO M END O Z A Rad i ca ci ón No 3 3 .2 8 7 Ac t a No . 5 8 Bogot á D .C ., di e ci si e te ( 1 7) de o ctub r e d e dos m il oc ho ( 20 0 8). Decide la Corte el recurso de casación que interpuso BLANCA SOTO de HINCAPIÉ contra la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira, Sala Laboral, dictada el 3 de agosto de 2007 en el proceso ordinario laboral que promovió la recurrente contra el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES y la COMPAÑÍA FONDOS DE COLOMBIANA PENSIONES ADMINISTRADORA Y DE CESANTÍAS DE S.A. “COLFONDOS S.A.”. I. ANTECEDENTES Ante el Juzgado Primero Laboral del Circuito de Pereira, Blanca Soto de Hincapié demandó al Radicación 33287 Instituto de Seguros Sociales y a la Compañía Colombiana Administradora de Fondos de Pensiones y de Cesantías S.A. “Colfondos S.A.”, con el propósito de que se condene al primero a pagarle pensión de vejez desde el 10 de abril de 2003; a la segunda, a reembolsarle el dinero de las cotizaciones hechas por la demandante “sino lo (sic) ha hecho”; y a ambos, a cubrirle los intereses moratorios, a la tasa máxima vigente al momento en que se efectúe el pago sobre el importe de la obligación, de conformidad con el artículo 141 de la Ley 100 de 1993. Afirmó que nació el 10 de abril de 1948; que prestó sus servicios en el sector privado y cotizó al Instituto de Seguros Sociales, para efecto de invalidez, vejez y muerte; que cotizó 649 semanas en los veinte años anteriores a la edad mínima, es decir, desde el 10 de abril de 1983, cuando cumplió 35 años de edad, hasta el 10 de abril de 2003, cuando alcanzó los 55; que “Colfondos”, previo estudio de múltiple vinculación, efectuó la devolución de las cotizaciones que había realizado, “toda vez que su traslado había sido un erro r, porque ella se encontraba en transición y próxima a cumplir los 55 años de edad cuando equivocadamente se trasladó, razón por la cual regresó en el año 2002 nuevamente al I. S. S. y fue efectivamente afiliada y aceptada”; y que “Colfondos S. A.” “debe probar que ya devolvió el dinero de las cotizaciones de la demandante” . 2 Radicación 33287 El Instituto de Seguros Sociales, al contestar el libelo, sostuvo, fundamentalmente, que la actora no reunió los requisitos exigidos por la ley; y que con el cambio que “hizo del régimen de prima media al de ahorro individual, a pesar de haberse devuelto, perdió el derecho a poder exigir el régimen de transición establecido en la ley 100 de 1993”. Por su parte, la Compañía Colombiana Administradora de Fondos de Pensiones y de Cesantí as S.A. “Colfondos S.A” manifestó que la afiliación de la demandante se produjo el 8 de octubre de 1998, pero que, con posterioridad, se trasladó al Régimen de Prima Media con Prestación Definida, al suscribir afiliación al ISS el 17 de enero de 2002; y que el 22 de abril de 2002, como la actora había elegido trasladarse de régimen, trasladó al ISS “los aportes que contenía la cuenta de ahorro individual que tenía en el fondo de pensiones, por valor de $1.319.765”. Tramitado el proceso por las cuerdas apropiadas, el Juzgado Primero Laboral del Circuito de Pereira desató el lazo jurídico de instancia por sentencia de 15 de junio de 2007. En su virtud, condenó al Instituto de Seguros Sociales a pagar la pensión de vejez a Blanca Soto de Hincapié, a partir del 1 de octubre de 3 Radicación 33287 2005, “a la incrementos moratorios tasa de sobre prestacional ley, las al igual mesadas respectiva” , que a los causadas, con los intereses desde la ejecutoria de la sentencia hasta cuando se verifique el pago; y lo gravó con las costas. II. LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL Apeló el Instituto de Seguros Sociales. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira, Sala Laboral, en la sentencia aquí acusada, revocó el fallo apelado y, en su lugar, absolvió al Instituto de Seguros Sociales y a la Compañía Colombiana Administradora de Fondos de Pensiones y de Cesantías S.A. “Colfondos S.A.” de las pretensiones de la demanda; e impuso las costas a la parte promotora de la litis. Declaró que en la segunda instancia no se causaron costas. Comenzó por dejar sentado: “Tal como se corrobora con el registro civil de nacimiento visible a folio 8 del expediente, la demandante nació el 10 de abril de 1948, es decir que hoy cuenta con 59 años de edad y para la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993, en pensiones, el 1º de abril de 1.994, la demandante tenía ya cumplidos más de 35 años de edad, siendo por ello, en principio, beneficiaria del régimen de transición y, por tanto, para esa época le era aplicable el Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el Decret o 758 del mismo año. Sin embargo, está pro bado en autos que la señora Soto de Hincapié se trasladó al régimen de ahorro individual desde el 8 de octubre de 1.998 (f.52), en donde cotizó hasta el mes de diciembre de 2.001. En este caso y 4 Radicación 33287 según explica “Colf ondos S.A”, dada su edad y proximidad a la pensión, la demandante fue objeto de traslado nuevamente al Instituto de Seguros Sociales, lo cual también consta en autos (f.53)” . Tras anotar que la actora, en principio, se pensionaba por el Acuerdo 049 de 199 0, en los términos del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, bajo el abrigo del régimen de transición que la amparaba, advirtió: “pero, la accionante se trasladó del Régimen de Prima Media con Prestación Definida al Ahorro Individual con Solidaridad con lo q ue, sin duda, sometió su aspiración pensional específica a lo dispuesto en el Título III, Capítulo I de la Ley 100 de 1.993. Es claro para la Sala que la demandante al trasladarse al régimen de Ahorro Individual perdió automáticamente el beneficio que el a rtículo 36 de la Ley 100 de 1.993 le otorgaba para pensionarse por la transición; y que dicho traslado fue libre y voluntario no hay duda porque no se aportó prueba alguna, ni siquiera ello se alegó en la demanda, de haber sido engañada. Ahora, quien está en ese régimen de ahorro individual sí puede obtener la pensión a cualquier edad haciéndose liquidar el bono pensional a que tiene derecho, el cual será mayor o menor dependiendo del tiempo que permanezca en él, antes de cumplir la edad requerida”. A continuación, puso de presente que la actora volvió al Régimen de Prima Media con Prestación Definida y para que recuperara el beneficio de la transición que ya había perdido, debía considerarse si cumplió con los requisitos contemplados en el artículo 31 del Decreto 3800 de 2003. Y proclamó que perdió tal prerrogativa, frente a lo prescrito por el artículo 36, inciso 4º, de la Ley 100 de 1993 –que transcribió-, que fue declarado exequible por sentencia C -789 de 2002. 5 Radicación 33287 Reprodujo un largo fragmento del fallo acabado de citar, tras destacar que el artículo 2 de la Ley 797 y el Decreto 3800, ambos de 2003, son fiel reflejo del criterio fijado por la Corte Constitucional en aquella providencia. A renglón seguido, expresó: “Se rescata de todo lo dicho que el benefi cio de transición, contenido en la Ley 100 de 1.993, es garantizado a quienes go zaban de él y resolvieron voluntariamente trasladarse al Régimen de Ahorro Individual y posteriormente se devolvieron al Régimen de Prima Media con Prestación Definida, del cua l eran originarios y titulares, pero, dentro del término y las condiciones previstas en la norma analizada trascrita, que, como ya se vio, no son las de la demandante puesto que al devolverse se requería, para recuperar el derecho al régimen de transición, que tuviere cotizados quince años o más en el régimen de pensiones consagrado en la Ley 100 de 1993 en pensiones, lo cual no se da en el caso concreto de la actora pues al 1º de abril de 1994 (art.151), cuando entró a regir el régimen de pensiones de la citada ley, sólo contaba con cotizaciones de los años 90 en adelante (f.15)”. Frente a la conclusión de que la demandante perdió el régimen de transición, el Tribunal proclamó que el reconocimiento de su pensión debe analizarse a la luz de los requisitos e stablecidos en el artículo 33 de la Ley 100 de 1993, modificado por el 9 de la Ley 797 de 2003. 6 Radicación 33287 Luego de transcribir tal texto legal y de señalar que el requisito de la edad está satisfecho por parte de la actora, precisó que ésta cotizó para el Instituto de Seguros Sociales 489,4286 semanas y con Colfondos 162,8571, para un total de 652,2857. Sobre esas bases, señaló, en el remate de sus consideraciones: “Corolario de lo anterior, es claro para la Sala que la demandante no cumple con los requisitos necesarios para acceder a su pensión de veje z, teniendo en cuenta que, como se advirtió, perdió el beneficio de la transición por haberse trasladado de régimen”. III. EL RECURSO DE CASACIÓN Lo interpuso la parte demandante. Con él aspira a que la Corte case la sentencia del Tribunal, y, en sede de instancia, confirme la de primer grado. Con esa finalidad formuló un cargo, que fue objeto de réplica. CARGO ÚNICO Acusa la sentencia gravada de violar, por la vía directa, en la modalidad de interpretaci ón errónea, los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la Ley 100 de 1993; en relación con el 3º del Decreto 3800 de 2003; 2º de la 7 Radicación 33287 Ley 797 de 2003, que modificó el literal e) del 13 de la Ley 100 de 1993; 12 del Acuerdo 049 de 1990; 141 de la Ley 100 de 1993; 48 y 53 de la Constitución Política. A su juicio, el juzgador de segundo grado le da una interpretación equivocada a los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la Ley 100, pues los mismos, a la luz de la sentencia C-789 de 2002, lo que hacen es proteger el régimen de transición a que tienen derecho las personas que se habían cambiado al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad y devuelto al Régimen de Prima Media con Prestación Definida. Después de transcribir aquellos dos incisos, expresó: “Los dos inc isos que anteceden, muestran en principio, que cuando un afiliado con 15 o más años de servicios o 35 o más años de edad si es mujer, se traslada al Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad, pierde el régimen de transición y por tanto, estaba sometido a todas las condiciones previstas en el RAIS; pero ello, no fue un absoluto o inmodificable mandato legal, pues miles de personas que en desbandada se habían marchado para dichos fondos, clamaban el auxilio del estado y de los jueces de la República a fin de poder volverse al I.S.S., para con ello, no ver frustrada una expectativa legítima de la pensión en el régimen de transición; problema jurídico y social de gran envergadura, que por fortuna, en un comien zo logró zanjar la H. Corte Constitucional”. Tras reproducir un pasaje del pronunciamiento de la Corte Constitucional, apuntó: 8 Radicación 33287 “Pero la anterior decisión no fue suficiente, pues ante la circunstancia cierta y traumática de que miles de personas por desconocimiento se habían pasado al RAIS, perdiendo con ello el régimen de transición, el legislador también salio (sic) en su auxilio, pues mediante el artículo 2º de la ley 797 de 2003 y el artículo 3º de su decreto reglamentario 3800 de ese mismo año, permitió que todo el conglomerado que sin mayor conocimi ento había partido al RAIS, podían devolverse al Régimen de Prima Media con Prestación Definida, con la única condición que sólo se permitía tal regreso, a las personas que les faltare menos de die z años entre el 1º de abril de 1994 y la fecha en que adqui eren su derecho pensional, que es el caso de la señora BLANCA SOTO DE HINCAPIE, quien como se vio y no se discute, cumplió los 55 años de edad el 10 de abril de 2003, esto es entre el 1º de abril de 1994 y el 10 de abril de 2003, habían 9 años, 11 meses y 20 días”. Tras reconocer que la demandante se devolvió al Instituto de Seguros Sociales antes de la vigencia de la Ley 797 y del Decreto 3800 de 2003, pues lo hizo el 1º de enero de 2002, anotó: “…pero ello, en nada invalida tal retorno, pues si el legislador de 1993 permite el regreso hasta el 28 de enero de 2004, resulta con mayor fuerza y valor, que la demandante hubiese retornado al I.S.S., el 1º de enero de 2002, pues en últimas, lo que hizo fue adelantarse al legislador de 1993, quien no hizo más que materializar una situación social que resultaba inatacable”. Finalmente, resaltó que, de conformidad con la sentencia C-789 de 2002 y el querer del legislador plasmado en los artículos 2º y 3º de la Ley 797 de 2003 y del Decreto 3800 del mismo año, lo qu e se buscó “fue permitir que quienes gozaban del régimen de transición y se habían trasladado al Régimen de Ahorro Individual 9 Radicación 33287 con Solidaridad, podían devolverse al I.S.S., recuperando con ello, el régimen de transición que en apariencia habían perdido, que es precisamente el caso de la señora BLANCA SOTO DE HINCAPIÉ, quien se devolvió al I. S. S., para así poder pensionarse con fundamento en el artículo 12 del acuerdo 049 de 1990, aprobado por el decreto 758 de ese mismo año” . LA RÉPLICA Puso de relieve que, como por la vía de puro derecho no está permitido al recurrente apartarse de los hechos relevantes del litigio, la Corte habrá de concluir que el total de cotizaciones que la demandante hizo al Instituto de Seguros Sociales fue de 489,4286 semanas. Considera que el cargo, al expresar que “acepta igualmente que en los veinte (20) años anteriores al cumplimiento de los 55 años de edad, hecho ocurrido el 10 de abril de 2003, cotizó más de 500 semanas”, debe desestimarse, por la sola circunstancia de partir de un supuesto fáctico diferente al que para el Tribunal quedó probado en el juicio. Al margen de lo dicho, estima que la sentencia resulta en un todo ajustada a la ley, en tanto que el artículo 36 de la Ley 100 de 1993 establece que el 10 Radicación 33287 régimen de transición “no será aplicable cuando estas personas voluntariamente se acojan al régimen de ahorro individual con solidaridad” , pues en tal caso “se sujetarán a todas las condiciones previstas para dicho régimen” y “tampoco será aplicable para quienes habiendo escogido el régimen de ahorro individual con solidaridad decidan cambiarse al de prima media con prestación definida”. Enfatiza en que el Tribunal tomó en consideración la sentencia de la Corte Constitucional y concluyó que la actora no cumplía las condic iones ahí contempladas, porque a 1º de abril de 1994 sólo contaba con cotizaciones de los años 90 en adelante. Ello significa que no cumplía con el requisito de los “quince (15) o más años de servicios cotizados” . Dice que ni siquiera si el asunto se examina a la luz del artículo 18 de la Ley 797 de 2003, la decisión adoptada en la sentencia impugnada contraría la ley, puesto que en ésta no se dio por probado que el capital ahorrado en la cuenta individual de la promotora de la litis, descontado el bono pe nsional, fuera superior al monto de las cotizaciones correspondientes en caso de que hubiera permanecido en el régimen de prima media administrado por el Instituto de Seguros Sociales. 11 Radicación 33287 Y en el final de sus razonamientos, manifiesta: “…la única conclusió n a la que es dable llegar es la de la plena conformidad de la sentencia con lo establecido respecto de la inaplicabilidad del régimen de transición para quienes, como sucedió en el caso de Blanca Soto de Hincapié, voluntariamente se acogieron al régimen de ahorro individual con solidaridad pero decidieron cambiarse nuevamente al de prima media con prestación definida”. IV. CONSIDERACIONES DE LA CORTE La sentencia gravada, con fundamento en la relación laboral de aportes obrante a folios 15 a 21, concluyó: “En total para el Instituto de Seguros Sociales cotizó 3.426 días (fs.15, 17, 19, 21) que equivalen a 489,4286 semanas; para Colfondos (f.20), 1.140 días, es decir, 162,8571 semanas, con lo cual la señora Soto de Hincapié logró completar un total de 4 .566 días, o lo que es lo mismo, 652.2857 semanas cotizadas” (Las negrillas son del texto). Por su parte, la acusación expresa: “Se acepta igualmente que en los veinte (20) años anteriores al cumplimiento de los 55 años de edad, hecho ocurrido el 10 de abril de 2003, cotizó más de 500 semanas” . De esa comparación, resulta fácil observar que no existe discrepancia alguna entre la conclusión 12 Radicación 33287 fáctica del fallo y lo expresado por el recurrente, desde luego que en el cargo no se afirma que la demandante hubiese cotizado más de 500 semanas al Instituto de Seguros Sociales. De suerte que la demanda de casación no acusa la deficiencia técnica pregonada por la oposición, esto es, que la censura parte de un supuesto fáctico diferente al que dio por demostrado el j uez de la alzada. La recurrente para senda combatir directa la escogida sentencia de por la segunda instancia, presupone que no existe discusión alguna sobre estas situaciones fácticas que el Tribunal encontró acreditadas: a) la demandante nació el 10 de abril de 1948; b) el 8 de octubre de 1998, la actora se trasladó al régimen de ahorro individual con solidaridad; y c) la promotora de la litis regresó al régimen solidario de prima media con prestación definida, el 1º de enero de 2002. En verdad, corresponde a la Corte definir si el ad quem cometió o no un dislate jurídico, por interpretación errónea de los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, al concluir que la demandante perdió el régimen de transición, por haberse trasladado al régimen de ahorro individual con solidaridad, a pesar de haber retornado al solidario de prima media con 13 Radicación 33287 beneficio definido. En la búsqueda de esa definición, importa recordar que, por consideraciones sociales y políticas y con el sano y plausible propósito de aminorar los efectos traumáticos que genera un nuevo régimen de pensiones, el legislador nacional ha establecido la figura de la transición, que traduce el mantenimiento de la ley anterior, total o parcialmente, y su coexistencia en el tiempo con la ley nueva. La Ley 100 de 1993, fiel a esa política social, constante en la evolución histórica de los sistemas pensionales en Colombia, consagró un régimen de transición pensional, cuya virtud fue la de mantener vigente, en algunos aspectos, la legislación prec edente para los trabajadores con un largo tiempo de servicios o de cotizaciones, o que hubiesen alcanzado una determinada edad, en el horizonte de permitirles el acceso a la pensión de jubilación o de vejez con algunos de los presupuestos de la ley anterio r. Tal régimen de transición pensional –de un indiscutible trasfondo social y humano - aparece contemplado en el artículo 36, en estos términos: “La edad para acceder a la pensión de veje z, el tiempo de servicio o el número de semanas cotizadas, y el monto de la pensión de veje z de las personas que al 14 Radicación 33287 momento de entrar en vigencia el Sistema tengan treinta y cinco (35) o más años de edad si son mujeres o cuarenta (40) o más años de edad si son hombres, o quince (15) o más años de servicios cotizados, será la establecida en el régimen anterior al cual se encuentren afiliados. Las demás condiciones y requisitos aplicables a estas personas para acceder a la pensión de veje z, se regirán por las disposiciones contenidas en la presente Ley”. Afianzado en esta disposición, el juez de segunda instancia estimó que la demandante, al tener, el 1º de abril de 1994, más de treinta y cinco (35) años de edad, era, en principio, beneficiaria de ese régimen de transición pensional. Tal conclusión queda fuera de toda discusión, dado el sendero directo elegido para atacar el fallo. Ahora bien; los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, cuya inteligencia equivocada se atribuye al Tribunal, son del siguiente tenor literal: “Lo dispuesto en el presente art ículo para las personas que al momento de entrar en vigencia el régimen tengan treinta y cinco (35) o más años de edad si son mujeres o cuarenta (40) o más años de edad si son hombres, no será aplicable cuando estas personas se acojan al régimen de ahorro individual con solidaridad, caso en el cual se sujetarán a todas las condiciones previstas para dicho régimen. “Tampoco será aplicable a quienes habiendo escogido el régimen de ahorro individual con solidaridad decidan cambiarse al de prima media con pres tación definida”. 15 Radicación 33287 Contemplan estos dos textos legales, la pérdida del régimen de transición para quienes, siendo sus beneficiarios, se trasladasen al régimen ahorro individual con solidaridad, así decidan cambiarse luego al de prima media con prestación definida. La Corte Constitucional, mediante sentencia C-789 de 24 de septiembre de 2002, declaró ajustados a los mandatos de la Carta Política estas dos disposiciones legales. Empero, condicionó su constitucionalidad a que se entienda que no se aplican a las personas que tenían quince (15) o más años de servicios cotizados, en el momento de entrada en vigencia del sistema de pensiones. Sin duda, la demandante, Blanco Soto de Hincapié, que, en principio, era beneficiaria del régimen de transición, por tener más de treinta y cinco (35) años de edad el 1º de abril de 1994, perdió el beneficio de la transición, al trasladarse voluntariamente, el 8 de octubre de 1998, al régimen de ahorro individual con solidaridad, que no recuperó, así hubiese retornado, el 1º de enero de 2002, al régimen solidario de prima media con prestación definida. Como la actora no contaba, a 1º de abril de 1994, con quince (15) o más años de servicios cotizados, no se actualiza frente a ella la consecuencia jurídica de la modulación de la constitucionalidad de los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, en el sentido de la 16 Radicación 33287 conservación del régimen de transición en cabeza de las personas que, a la fecha en que cobró aliento jurídico el sistema de pensiones consagrado en la Ley 100 de 1993, llevasen quince (15) o más años de servicios cotizados, no obstante haberse trasladado al régimen de ahorro individual con solidaridad. La anterior conclusión se corresponde con lo que sobre ese específico asunto explicó esta Sala de la Corte en la sentencia proferida el 21 de enero de 2007, en la cual se dijo lo que a continuación se transcribe: “De todo lo dicho, concluye la Sala que una persona que se encuentre en el régimen de ahorro individual con solidaridad, tendrá derecho a que se le apliquen los beneficios de la transición, sí, y sólo si cumple con dos condiciones: la primera, que se devuelva al sistema de prima media con prestación definida; y, la segunda, que al haber entrado en vigencia la Ley 100 de 1993, el 1º de abril de 1994, hubiere tenido 15 o más años de servicios cotizados en el régimen de reparto simple al que estaba afiliado, sin consideración a la edad”. Tampoco, al amparo de las previsiones de los artículos 2º de la Ley 797 de 2003 y del 3º del Decreto 3.800 de 2003, le asiste a la promotora del pleito el derecho al régimen de transición, desde luego que tales cánones legales se limitan a plasmar la constitucionalidad condicionada de los incisos 4º y 5º del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, contenida en la sentencia C-789 de 2002, bajo el entendimiento, se repite, de que el régimen de transición lo mantienen las personas que, a la fecha en que entró a 17 Radicación 33287 regir el sistema general de pensiones, tuviesen quince (15) o más años de servicios prestados o cotizados. No es el caso de quien estimuló la jurisdicción del Estado, conforme se dejó precisado. Evidenciada la pérdida del régimen de transición, no figura demostrado que la demandante cumpla con el número de semanas de cotización reclamado por el artículo 33 de la Ley 100 de 1993, como lo sostuvo el juez de la alzada. No cometió el Tribunal desatino jurídico alguno al hacer la exégesis de los cánones legales referidos. Por lo tanto, el cargo no sale avante. Al existir oposición, se impondrán las costas al recurrente. En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira, Sala Laboral, dictada el 3 de agosto de 2007 en el proceso ordinario laboral que promovió BLANCA SOTO de HINCAPIÉ contra el INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES y la COMPAÑÍA COLOMBIANA ADMINISTRADORA DE FONDOS DE PENSIONES Y DE CESANTÍAS S.A. “COLFONDOS S.A.”. 18 Radicación 33287 Costas en el recurso de casación, a cargo de la parte demandante. CÓPIESE, NOTIFÍQUESE, PUBLÍQUESE Y DEVUÉLVASE EL E X P E D I E N T E AL T R I B U N A L D E O R I G E N . G U ST AV O JO S É G N E CCO M END O Z A EL SY D EL PIL AR C U ELL O C AL D ERÓ N ED U AR D O LÓ P E Z V ILL EG AS 19 Radicación 33287 LUI S J AV I E R O SO RI O LÓ P EZ C AM I LO T AR Q U INO G ALL EG O F R AN C IS CO J AV I E R RI C AU RT E G Ó M EZ I S AU R A V AR G AS DÍ AZ 20