Millones de kilos de restos hortícolas se quemarán este mes para frenar los virus JOSÉ MARTÍNEZ ARIAS ALMERÍA De aquí a finales de mes, millones de kilos de matas de los cultivos hortícolas de la comarca de Poniente serán quemados -de manera excepcional y con el visto bueno de la Administración- como medida de choque para poner freno a la preocupante proliferación de virus. Así lo confirmaron ayer en rueda de prensa el secretario provincial del PSOE, Martín Soler y alcaldes y concejales socialistas de cinco de los seis ayuntamientos que forman parte del consorcio del vertedero de La Joya. A este consorcio, constituido para acometer un plan de higiene rural en la comarca de Poniente pertenecen los municipios de La Mojonera -donde se encuentra el vertedero-, Vícar, Dalías, Berja y Adra, así como el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, gobernado por el PP. Con el fin de que las decenas de fuegos que se van a prender estos días se hagan de la mejor manera, los ayuntamientos del consorcio pondrán en marcha un plan coordinado de control que minimice los riesgos, tanto para evitar incendios como para impedir que algunos agricultores desaprensivos aprovechen para quemar plásticos y botes de productos fitosanitarios. «La quema», según insistió el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, «será una medida de carácter excepcional, controlada por los ayuntamientos, que indicaremos tanto el horario como los descampados más adecuados para realizar los fuegos, y dispondremos nuestros policías para que vigilen». Los ayuntamientos, según el alcalde de Adra, Joaquín Navarro, vigilarán especialmente para que los agricultores no arrojen al fuego plásticos de invernaderos ni envases de productos fitosanitarios, cuya quema incontrolada está prohibida. Contra quienes puedan poner objeciones a las consecuencias contaminantes de la quema de restos vegetales de los cultivos, Antonio Bonilla aseguró que la emisión a la atmósfera es «prácticamente inocua». Esta medida excepcional, según el secretario provincial del PSOE, se llevará a cabo sólo en la comarca de Poniente, por cuanto la incidencia de los virus en la comarca de Níjar y el resto del Levante almeriense no parece tan grave. Desbordados El hecho de que se haya optado por quemar los restos de las cosechas, en lugar de darle un tratamiento más respetuoso con el medio ambiente compactarlos y enterrarlos, o convertirlos en 'compost'-, se debe, según Soler, a que la incidencia de virus ha sido tal, que el sistema habitual de tratamiento se ha visto desbordado: «Las plantas de tratamiento de las que se disponen no están diseñadas para eliminar residuos con virosis, y, además, es tal el volumen de restos que hay que eliminar, que no hay capacidad técnica para enterrarlo. Simplemente, no hay hoyos suficientes para ello en la provincia». Y es que, si bien los representantes del consorcio de La Joya no supieron precisar el volumen exacto de residuos de cosechas que se van a quemar, Antonio Bonilla estima que de aquí a final de mes podrán quemarse cientos de miles de toneladas. A estas alturas de la campaña de primavera, según el alcalde de Vícar, el volumen de restos vegetales -sin incluir los frutos que se están destruyendo- podría rondar las 500.000 toneladas. Plan de higiene rural La próxima semana los alcaldes del consorcio de La Joya presentarán a la Mesa Hortofrutícola el plan de choque que han acordado, plan que están convencidos que contará con las bendiciones del sector, por cuanto las organizaciones agrarias vienen reclamando la quema de dichos residuos, a la vista de que los restos de las cosechas que se amontonan por el campo son el principal caldo de cultivo de los virus. Por otra parte, Bonilla anunció que en los próximos días el consorcio firmará un convenio con la Consejería de Agricultura para la puesta en marcha en la zona del plan integral de higiene rural, similar al suscrito con Níjar, Almería, Pechina y Viator.