Suelo - ingeambiental

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1. EL SUELO
1.1 INTRODUCCIÓN
El suelo es considerado como uno de los recursos naturales más importantes, de ahí la necesidad de mantener su productividad, para que a través de
él y las prácticas agrícolas adecuadas se establezca un equilibrio entre la producción de alimentos y el acelerado incremento del índice demográfico. El
suelo es esencial para la vida, como lo es el aire y el agua, y cuando es utilizado de manera prudente puede ser considerado como un recurso
renovable. Es un elemento de enlace entre los factores bióticos y abióticos y se le considera un hábitat para el desarrollo de las plantas. Gracias al
soporte que constituye el suelo es posible la producción de los recursos naturales, por lo cual es necesario comprender las características físicas y
químicas para propiciar la productividad y el equilibrio ambiental (sustentabilidad).
1.2 ¿QUÉ ES EL SUELO?
La palabra suelo se deriva del latín solum, que significa suelo, tierra o parcela. Los suelos se forman por la combinación de cinco factores interactivos:
material parental, clima, topografía. Organismos vivos y tiempo. Los suelos constan de cuatro grandes componentes: materia mineral, materia orgánica,
agua y aire; la composición volumétrica aproximada es de 45, 5, 25 y 25%, respectivamente.
Los constituyentes minerales (inorgánicos) de los suelos normalmente están compuestos de pequeños fragmentos de roca y minerales de varias
clases. Las cuatro clases más importantes de partículas inorgánicas son: grava, arena, limo y arcilla.
La materia orgánica del suelo representa la acumulación de las plantas destruidas y resintetizadas parcialmente y de los residuos animales. La materia
orgánica del suelo se divide en dos grandes grupos:
a)
b)
Los tejidos originales y sus equivalentes más o menos descompuestos.
El humus, que es considerado como el producto final de descomposición de la materia orgánica.
Para darse una idea general de la importancia que tiene el agua para el suelo es necesario resaltar los conceptos:
a)
b)
El agua es retenida dentro de los poros con grados variables de intensidad, según la cantidad de agua presente.
Junto con sus sales disueltas el agua del suelo forma la llamada solución del suelo; ésta es esencial para abastecer de nutrimentos a las plantas
que en él se desarrollan.
El aire del suelo no es continuo y está localizado en los poros separados por los sólidos. Este aire tiene generalmente una humedad más alta que la de
la atmósfera. Cuando es óptima, su humedad relativa está próxima a 100%. El contenido de anhídrido carbónico es por lo general más alto y el del
oxígeno más bajo que los hallados en la atmósfera.
La arcilla y el humus son el asiento de la actividad del suelo; estos dos constituyentes existen en el llamado estado coloidal. Las propiedades químicas
y físicas de los suelos son controladas, en gran parte, por la arcilla y el humus, las que actúan como centros de actividad a cuyo alrededor ocurren
reacciones químicas y cambios nutritivos.
1.3 PERFIL DEL SUELO.
Un perfil de suelo es la exposición vertical, de horizontes o capas horizontales, de una porción superficial de la corteza terrestre. Los perfiles de los
suelos difieren ampliamente de región a región, en general los suelos tienen de tres a cinco horizontes y se clasifican en horizontes orgánicos
(designados con la letra O) y horizontes minerales (con las letras A, B, C).
Los horizontes son consecuencia de procesos de formación y desgaste de los suelos. Al principio sólo existía la roca madre, que se conoce como
horizonte C. Por la descomposición de la roca madre y la acción de los seres vivos, que añaden materia orgánica a la roca descompuesta, se forman
otros horizontes.
Un suelo normal y bueno para la agricultura tiene generalmente cuatro horizontes:
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·
·
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Horizonte O: De color negro y con materiales orgánicos en diferentes etapas de descomposición. Es la parte más fértil del suelo.
Horizonte A: De color pardo o marrón, con materias orgánicas e inorgánicas (arena, arcilla, limo, cascajo).
Horizonte B: De diferentes colores según la composición (castaño, amarillo, blanco, rojo). Predominan las materias inorgánicas (arena, arcilla,
piedras, compuestos minerales, etc.).
Horizonte C: Es la roca madre, que puede estar muy superficial o a gran profundidad.
En un perfil del suelo no siempre están presentes todos los horizontes. Esto se debe a dos causas principales:
·
·
Por la erosión, o sea, el desgaste causado por el agua o el viento, uno o varios horizontes han sido eliminados. Por estos procesos pueden
desaparecer el horizonte O (materia orgánica); los horizontes O y A, y, en casos graves, los horizontes O, A y B.
Por falta de culminación de los procesos de formación del suelo pueden faltar uno o varios horizontes. Esto es frecuente en las zonas desérticas,
donde por la aridez no se han desarrollado las plantas y no se han formado los horizontes 0 y A.
El perfil del suelo está sujeto continuamente a tres procesos: adiciones, pérdidas y transformación interna.
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·
Adiciones al suelo: son elementos aportados desde el exterior, como el agua (por precipitación, condensación o riego); elementos de la atmósfera
(oxígeno, CO2, nitrógeno, azufre, etc.); materia orgánica de los seres vivos, y energía solar.
Pérdidas desde el suelo: elementos eliminados desde el suelo, como el agua por evapotranspiración; el C02 por descomposición microbiana;
nitrógeno por denitrificación; volumen por erosión; y energía por radiación.
Transformaciones en el mismo suelo: Se refieren esencialmente a la circulación de nutrientes (ciclos biogeoquímicos), materia orgánica en humus,
formación de compuestos minerales, reacciones entre materia orgánica y arcilla, y formación de estructuras y concreciones.
Estos procesos son importantes para la conservación de los suelos y serán tratados más adelante con mayor detalles, por ser de importancia para una
buena producción.
1.4 PROPIEDADES FÍSICAS DEL SUELO
Como se ha explicado, el suelo es una mezcla de materiales sólidos, líquidos (agua) y gaseosos (aire). La adecuada relación entre estos componentes
determina la capacidad de hacer crecer las plantas y la disponibilidad de suficientes nutrientes para ellas. La proporción de los componentes determina
una serie de propiedades que se conocen como propiedades físicas o mecánicas del suelo: textura, estructura, consistencia, densidad, aireación,
temperatura y color.
La textura depende de la proporción de partículas minerales de diverso tamaño presentes en el suelo (ver Figura1). Las partículas minerales se
clasifican por tamaño en cuatro grupos:
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·
Fragmentos rocosos: diámetro superior a 2 mm, y son piedras, grava y cascajo.
Arena: diámetro entre 0,05 a 2 mm. Puede ser gruesa, fina y muy fina. Los granos de arena son ásperos al tacto y no forman agregados estables,
porque conservan su individualidad.
Limo: diámetro entre 0,002 y 0,5 mm. Al tacto es como la harina o el talco, y tiene alta capacidad de retención de agua.
Arcilla: diámetro inferior a 0,002 mm. Al ser humedecida es plástica y pegajosa; cuando seca forma terrones duros.
Figura 1. Triangulo textural.
La estructura es la forma en que las partículas del suelo se reúnen para formar agregados. De acuerdo a esta característica se distinguen suelos de
estructura esferoidal (agregados redondeados), laminar (agregados en láminas), prismática (en forma de prisma), blocosa (en bloques), y granular (en
granos).
La consistencia se refiere a la resistencia para la deformación o ruptura. Según la resistencia el suelo puede ser suelto, suave, duro, muy duro, etc.
Esta característica tiene relación con la labranza del suelo y los instrumentos a usarse. A mayor dureza será mayor la energía (animal, humana o de
maquinaria) a usarse para la labranza.
La densidad se refiere al peso por volumen del suelo, y está en relación a la porosidad. Un suelo muy poroso será menos denso; un suelo poco poroso
será más denso. A mayor contenido de materia orgánica, más poroso y menos denso será el suelo.
La aireación se refiere al contenido de aire del suelo y es importante para el abastecimiento de oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono en el suelo. La
aireación es crítica en los suelos anegados. Se mejora con la labranza, la rotación de cultivos, el drenaje, y la incorporación de materia orgánica.
La temperatura del suelo es importante porque determina la distribución de las plantas e influye en los procesos bióticos y químicos. Cada planta tiene
sus requerimientos especiales. Encima de los 5º C es posible la germinación.
El color del suelo depende de sus componentes y puede usarse como una medida indirecta de ciertas propiedades. El color varía con el contenido de
humedad. El color rojo indica contenido de óxidos de hierro y manganeso; el amarillo indica óxidos de hierro hidratado; el blanco y el gris indican
presencia de cuarzo, yeso y caolín; y el negro y marrón indican materia orgánica. Cuanto más negro es un suelo, más productivo será, por los
beneficios de la materia orgánica.
1.5 LA MATERIA ORGÁNICA DEL SUELO
La materia orgánica es esencial para la fertilidad y la buena producción agropecuaria. Los suelos sin materia orgánica son suelos pobres y de
características físicas inadecuadas para el crecimiento de las plantas.
Cualquier residuo vegetal o animal es materia orgánica, y su descomposición lo transforma en materiales importantes en la composición del suelo y en
la producción de plantas. La materia orgánica bruta es descompuesta por microorganismos y transformada en materia adecuada para el crecimiento de
las plantas y que se conoce como humus.
Tiene esencialmente las siguientes características:
·
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Es insoluble en agua y evita el lavado de los suelos y la pérdida de nutrientes.
Tiene una alta capacidad de absorción y retención de agua. Absorbe varias veces su propio peso en agua y la retiene, evitando la desecación del
suelo.
Mejora las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos. Los suaviza; permite una aireación adecuada; aumenta la porosidad y la
infiltración de agua, entre otros. Es una fuente importante de nutrientes, a través de los procesos de descomposición con la participación de
bacterias y hongos, especialmente. Absorbe nutrientes disponibles, los fija y los pone a disposición de las plantas. Fija especialmente nitrógeno
(NO3, NH4), fósforo (P04) calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K), sodio (Na) y otros. Mantiene la vida de los organismos del suelo, esenciales para
los procesos de renovación del recurso.
Aumenta la productividad de los cultivos en más del 100 % si a los suelos pobres se les aplica materia orgánica.
Los abonos verdes son cultivos con el propósito de enterrarlos para proveer de materia orgánica. La gradual descomposición de la materia orgánica
provee de nutrientes; mejora la textura del suelo; evita la pérdida por lavado, y retiene el agua. Hay especies especialmente recomendadas como la
crotalaria, el kudzu, la alfalfa y algunas otras.
Los residuos de cosechas comprenden los rastrojos de los cultivos. En Colombia existe la pésima costumbre de quemar los rastrojos y de esta
manera se priva a los suelos de la materia orgánica necesaria.
El uso de estiércol o guano de animales es una práctica muy arraigada. Su aplicación muestra efectos positivos en los cultivos, especialmente los
intensivos.
En el país existen yacimientos de turba, especialmente en la Sierra, cuyo uso se está difundiendo para fines de jardinería y cultivos en invernaderos.
Las turberas son acumulaciones de materia vegetal en zonas pantanosas y que pueden llegar a varios metros de profundidad.
En la actualidad se está difundiendo la producción del humus de lombriz a través de la lombricultura.
1.6 LA FERTILIDAD DE LOS SUELOS
El suelo es la base para el crecimiento de las plantas verdes, que producen materia orgánica por el proceso de la fotosíntesis. La materia orgánica
producida sirve de alimento a las mismas plantas, a los animales y al hombre. Para que el suelo produzca plantas debe tener ciertas condiciones, que
se conocen como fertilidad, que depende de varios factores:
La disponibilidad de agua: Los suelos sin agua, como en los desiertos, no pueden hacer crecer las plantas por la falta de este elemento esencial. La
calidad del agua también es importante. Si el agua es salada sólo dejará crecer plantas con alta resistencia a la sal.
El espesor del suelo útil: Se refiere a la capa de materiales sueltos, o sea los horizontes O, A y B. La falta de los horizontes O o A significa que los
suelos son pobres en materia orgánica y, en consecuencia, de poca fertilidad.
La cantidad de materia orgánica presente: La materia orgánica o humus es esencial para la fertilidad de los suelos.
Los organismos vivos del suelo: Los organismos vivos del suelo juegan un rol muy importante en la transformación de la materia orgánica. Su
presencia es indispensable para la fertilidad de los suelos. Cuando el suelo se contamina, por exceso de pesticidas y fertilizantes químicos, los
organismos vivos se reducen o mueren, lo que afecta la fertilidad.
La capacidad de almacenar las sustancias nutritivas contenidas en el agua: Esta capacidad se conoce como fuerza de absorción. La mayor
capacidad la tienen los coloides del suelo, a los que pertenecen en primer lugar las arcillas y el humus. Gracias a su carga eléctrica estos coloides
pueden almacenar compuestos minerales esenciales para las plantas.
Estos elementos minerales esenciales son los siguientes:
·
·
Macronutrientes: necesarios en proporciones mayores como derivados del agua y del aire (carbono - C, hidrógeno - H, y oxígeno - O); derivados de
minerales (calcio - Ca, magnesio - Mg, y potasio - K); derivados de materia orgánica (nitrógeno - N); y derivados de minerales y materia orgánica
(fósforo - P, y azufre S).
Micronutrientes: necesarios en proporciones muy pequeñas. Son el boro (B), el cloro (C1), el cobre (Cu), el fierro (Fe), el manganeso (Mn), el
molibdeno (Mo) y el zinc (Zn).
La reacción química del suelo o el pH: Es la expresión del contenido de iones de hidrógeno (H+) y oxidrilo (OH-) en el suelo, como consecuencia de
las diversas reacciones químicas. El pH se mide con pHchímetros de diversos tipos y sobre una escala de 1 a 14. Un valor menor a 6,5 indica suelos
ácidos; entre 6,5 y 7,4 indica suelos neutros; encima de 7,5 indica suelos alcalinos. Los mejores suelos son los neutros o de valores cercanos a pH
neutro. Los suelos demasiado ácidos o alcalinos no son buenos para la agricultura. Esta condición puede ser corregida mediante técnicas de
preparación, siempre que sea posible y rentable. Cuando es muy caro para las actividades agrícolas se podrán plantar bosques con especies
adecuadas a esas condiciones.
1.7 LA FERTILIZACIÓN DEL SUELO Y LAS PLANTAS
Las plantas para crecer necesitan de nutrientes en proporciones variables para completar su ciclo de vida y para su nutrición. En las plantas se han
encontrado unos 50 elementos, pero sólo 16 han sido determinados como esenciales. Para que un suelo produzca adecuadamente un cultivo debe
abastecer a la planta de los nutrientes en cantidad necesaria y en un balance proporcional con los otros elementos. En los ambientes naturales las
plantas se adaptan a las condiciones de nutrientes y las diversas formaciones vegetales tienen que ver con la disponibilidad de los mismos. En cambio,
en la agricultura moderna se deben emplear técnicas de aporte de nutrientes para garantizar buenas cosechas.
Cada tipo de nutriente ejerce una función en la planta y su deficiencia es detectable, a veces a simple vista.
El nitrógeno da color verde oscuro a las plantas, y favorece el desarrollo vegetativo y la suculencia. Forma parte del protoplasma celular y constituye
las proteínas, la clorofila, los nucleótidos, los alcaloides, las enzimas, las hormonas y las vitaminas. Es absorbido en forma de iones de amonio y nitrato.
Interactúa con el fósforo, el potasio y el calcio. El fósforo fomenta la formación de raíces, y estimula la floración y la formación de la semilla. Forma
parte de la célula, de los nucleótidos, de las lecitinas y de las enzimas. El potasio da resistencia a las enfermedades, a las heladas y a la falta de agua.
Participa en la fotosíntesis, en la producción de carbohidratos (azúcar, almidón), en el desarrollo de tubérculos y raíces, en la síntesis y activación de
proteínas.
El calcio es componente de la pared celular y juega un rol importante en la estructura, la permeabilidad de la membrana celular y en la selectividad de
la absorción. Es importante, también, porque promueve la descomposición de la materia orgánica y neutraliza los ácidos, mejorando la estructura del
suelo. El magnesio es parte de la clorofila. Las plantas con deficiencia manifiestan clorosis, o sea, amarillamiento de las hojas. Es activador de
enzimas y favorece la formación de azúcares. El azufre es parte de las proteínas y de las enzimas. Promueve la formación de nódulos en las raíces de
las leguminosas. El boro tiene una función importante en la translocación de los azúcares y en el metabolismo de los carbohidratos.
El cloro es activador de la producción de oxígeno en la fotosíntesis. El cobre participa en la regulación de la actividad respiratoria mediante la catálisis
de las enzimas oxidantes y de reducción. El fierro participa en la fotosíntesis. El manganeso, cuando es deficiente, produce clorosis, porque está
relacionado con los procesos de fotosíntesis. El molibdeno está asociado al metabolismo del nitrógeno. El zinc participa en reacciones enzimáticas.
1.8 USOS DEL SUELO, IDONEIDAD DE LA TIERRA Y SOSTENIBILIDAD DEL SUELO
Según la capacidad del suelo, a éste lo utilizamos para diferentes propósitos. La idoneidad de la tierra ha sido definida en función de su propiedad para
los diversos usos específicos a los cuales va a ser destinada. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación)
modificó su propia respuesta de evaluación del uso de las tierras (plateada en 1976) y en 1993 mencionó la necesidad de considerar la sostenibilidad
como medida real para la planeación en el uso de los suelos dentro del marco del desarrollo sostenible. (ver Cuadro 1).
1.9 PROBLEMÁTICA Y ESTADO ACTUAL DE LOS SUELOS
Cada vez resulta más evidente que diversas actividades del hombre han derivado en una situación en que la tasa de pérdida de suelo supera por
mucho al de su formación, desestabilizando peligrosamente su equilibrio natural. Algunos de los procesos que influyen en mayor o menor grado en el
deterioro de los suelos son:
Deforestación: es el desmonte de terrenos con el fin de utilizarlos para cultivos, explotaciones madereras o zonas de pastoreo para ganado.
Erosión: proceso físico que consiste en el desprendimiento y arrastre de las partículas del suelo por los agentes del intemperismo. La erosión
causada por el agua se llama erosión hídrica y la causada por el viento erosión eólica.
Salinización: deterioro de los suelos por el incremento en el nivel de sales solubles que reduce su capacidad productiva.
Degradación física: se produce como consecuencia de procesos como el encostramiento, la reducción de permeabilidad, la compactación, la
cementación y la degradación de la estructura.
Degradación biológica: Consiste en el aumento de la velocidad de mineralización de la materia orgánica, como consecuencia del continuo paso
del arado que aumenta la intemperización y afecta la estructura de ésta.
Degradación química: es la pérdida de nutrientes por lixiviación.
Asentamientos humanos: la expansión urbana puede conducir al más fuerte cambio de uso del suelo; la sustitución de la cobertura vegetal por
la cubierta asfáltica reduce la filtración de agua, afectando la cubierta vegetal aledaña y, con ello, acelera el proceso de degradación del suelo.
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Clase
Características
Usos Principales
Tierras adecuadas para el cultivo
I
Tierra excelente, plana y bien drenada
II
III
Buena tierra con limitaciones menores,
como pendiente ligera, suelo arenoso o
drenaje deficiente
Terreno moderadamente bueno con
limitantes importantes en suelo, pendiente
o drenaje
Usos Secundarios
Medidas de conservación
Agricultura
Recreación, vida silvestre,
pastura
Ninguna
Agricultura, pastura
Recreación, vida silvestre,
pastura
Cultivo de franjas, labranza
en contorno
Agricultura, pastura,
cuenca colectora
Recreación, vida silvestre,
industria urbana
Pastura limitada, huertos,
agricultura limitada,
Pastura, vida silvestre
industria urbana
Tierras no apropiadas para el cultivo
IV
Tierra regular, limitaciones severas en
suelo, pendiente o drenaje
V
Rocosa, suelo somero, humedad o
pendiente alta imposibilitan la agricultura
Apacentamiento,
silvicultura, cuenca
colectora
Limitaciones severas para apacentamiento
(ganadería) y silvicultura
Apacentamiento,
silvicultura, cuenca
colectora, recreación,
paisaje estético, vida
silvestre
VII
VIII
Recreación, vida silvestre
Inadecuada para apacentamiento y
Recreación, paisaje
silvicultura a causa de fuertes pendientes,
estético, vida silvestre,
suelo somero, carencia de agua o
industria urbana
demasiada agua
Cuadro 1. Usos del suelo (FAO, 1976)
Labranza en contorno,
cultivo de franjas, vías
fluviales, terrazas
Labranza en contorno,
cultivo de franjas, vías
fluviales, terrazas
Sin precauciones
especiales, si se pastorea
o tala de manera
apropiada, no debe ararse
Si requiere una
administración cuidadosa
cuando se utiliza para
apacentamiento o tala
No se usa para
apacentamiento o tala
Los efectos de la degradación del suelo son numerosos: deterioro de la flora y de la fauna, desequilibrio del ciclo hidrológico, disminución de la
diversidad, mengua de la capacidad alimentaria y maderera, contaminación, inundaciones y azolve de infraestructura, etc.; pero uno de los efectos más
graves es la desertificación.
1.10
MANEJO Y CONSERVACIÓN DEL SUELO
El suelo es un recurso natural renovable, o sea, que tiene capacidad de regenerarse si se usa bien. Se regenera por acción de las plantas y los
animales, y los seres vivos del suelo mismo, que proveen de materia orgánica.
La conservación de los suelos implica, en primer lugar, educar a la población para erradicar tres prácticas muy negativas:
La quema de los rastrojos o residuos agrícolas: Estos residuos son materia orgánica necesaria para mantener la fertilidad de los suelos y deben ser
integrados al mismo.
La costumbre de quemar o incendiar la vegetación de las laderas, los bosques y los pajonales: El uso del fuego en el campo se hace con gran
irresponsabilidad y cada año se generalizan los incendios en las vertientes occidentales, en las laderas de los valles interandinos, en los pajonales de la
puna y en la selva alta.
El desorden generalizado en la ocupación de las tierras de aptitud forestal y de protección: Esto sucede especialmente en la selva alta donde se
ocupan tierras no aptas para la agricultura y la ganadería (clases F y X) sin ningún control, y se talan y queman los bosques, con consecuencias de
degradación grave de las cuencas de los ríos y de la infraestructura vial y urbana.
La conservación del suelo se logra por métodos naturales y artificiales:
Métodos naturales
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Mantener la cobertura vegetal (bosques, pastos y matorrales) en las orillas de los ríos y en las laderas. Esto implica el evitar la quema de la
vegetación de cualquier tipo en laderas. El incendiar la vegetación es un acto criminal, que va en contra de la fertilidad del suelo; deteriora el hábitat
de la fauna, y deteriora la disponibilidad del recurso agua.
Reforestar las laderas empinadas y las orillas de ríos y quebradas.
Cultivar en surcos de contorno en las laderas y no en favor de la pendiente, porque favorece la erosión.
Combinar las actividades agrícolas, pecuarias y forestales (agroforestería), y sembrar árboles como cercos, en laderas, como rompe vientos, etc.
Rotar cultivos, leguminosas con otros, para no empobrecer el suelo.
Integrar materia orgánica al suelo, como los residuos de las cosechas.
Métodos artificiales
Para el manejo y conservación del suelo se ofrecen diversas alternativas, como la labranza de conservación, el manejo de residuos, la labranza limitada
o agricultura sin labranza. A continuación se describen algunos métodos de conservación de suelos.
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1.11
Terrazas: son los terraplenes formados entre los bordos de tierra, o la combinación de bordos y canales construidos en sentido perpendicular a la
pendiente del terreno.
Construir zanjas de infiltración en las laderas para evitar la erosión en zonas con alta pendiente.
Construir defensas en las orillas de ríos y quebradas para evitar la erosión.
Surcado al contorno: es el trazado de los surcos en forma perpendicular a la pendiente natural del terreno, siguiendo las curvas de nivel.
Franjeado: consiste en sembrar franjas de cultivos alternados (por ejemplo maíz y alfalfa), variando así la velocidad de infiltración del agua, con lo
que se evita su pérdida por escurrimientos y se disminuye la erosión del suelo.
Agrosilvicultura: se basa en los mismos principios que el franjeado, pero alterna cultivos herbáceos con franjas de arbustos o árboles para reducir
la erosión tanto hídrica como eólica, con lo que se estabiliza física y químicamente el suelo, se proporciona sombra (que reduce la pérdida de
agua por evaporación), se retiene y libera con lentitud la humedad del suelo y se logra producir alimento para ganado, además de frutos y leña.
Rotación de cultivos: es la sucesión de cultivos diferentes en ciclos continuos sobre un área de terreno determinada.
Setos vivos: así se llama a las cortinas, generalmente de árboles. Que rodean un área de cultivo, fungiendo como rompe vientos.
Reforestación: es la reposición de la vegetación arbórea que existió en un área determinada, ya sea por reposición natural o artificial.
Aplicación de mejoradores del suelo: la aplicación adecuada de residuos orgánicos naturales y algunos compuestos químicos pueden ayudar a
restituir parte de los nutrientes que se extraen durante los cultivos.
Abonar el suelo adecuadamente para restituir los nutrientes extraídos por las cosechas. El abonamiento debe evitar el uso exagerado de
fertilizantes químicos, de lo contrario se mermará la microflora y microfauna del suelo y se pueden producir procesos de intoxicación de los suelos.
Antes es conveniente hacer un análisis para determinar las deficiencias y según ello aplicar un programa de fertilización.
LA AGROFORESTERIA
La agroforestería consiste en diversas prácticas del uso de la tierra en las que se combinan árboles con cultivos y/o pastos, en función del tiempo y del
espacio, para incrementar y optimizar la producción en forma sostenida.
Puede consistir en árboles asociados a cultivos agrícolas (sistemas agroforestales), árboles asociados a las pasturas (sistemas silvopastoriles), y
árboles asociados con fines de restitución de la vegetación (sistemas agroforestales secuenciales).
El principio radica esencialmente en que el árbol asociado a determinado cultivo o crianza contribuye al mejoramiento de la fertilidad de los suelos y del
microclima, además de brindar otros aportes económicos y al medio ambiente.
La aplicación de los sistemas agroforestales tiene varias ventajas: se mejora sustancialmente la conservación de la fertilidad de los suelos por el aporte
de nutrientes; se mejora el medio ambiente general y el microclima local de la parcela agropecuaria; se garantiza con mayor seguridad las reservas de
alimentos para el poblador rural; se garantiza el suministro de la energía necesaria (leña) para la familia; y se mejora la economía de la familia a través
de una producción más diversificada.
La eficiencia de los sistemas agroforestales se basa en 3 principios: restitución de la fertilidad, protección permanente del suelo, y la diversificación.
La restitución permanente consiste en que la vegetación aporta constantemente materia orgánica y nutrientes. El suelo del bosque es fértil por la gran
cantidad de biomasa aportada que existe en la vegetación. Cuando se tala el bosque estos aportes terminan y los suelos van perdiendo por
agotamiento su fertilidad. En los sistemas agroforestales, donde existen árboles que contribuyen a esta restitución, los suelos son menos propensos al
empobrecimiento, ya que reciben aportes de biomasa, tal vez no en las proporciones mismas del bosque, pero en cantidades similares.
La protección permanente consiste en que las plantas interceptan la fuerza de la lluvia, la radiación solar excesiva y los vientos.
La diversificación consiste en que los sistemas agroforestales, de régimen mixto, imitan la diversidad del bosque permitiendo una mayor cobertura del
suelo y una producción basada en varios productos (cultivos, leña, madera, etc.). La producción diversificada permite una economía más estable
durante el año.
Los sistemas agroforestales contribuyen a que los productores incluyan los árboles como parte de la economía. Los sistemas extractivistas y
monocultivistas siempre han considerado al árbol como un producto de extracción o estorbo para la producción agropecuaria. En los sistemas
agroforestales los productores consideran a los árboles como parte de una estrategia económica futura y como parte del proceso dinámico. La
conservación y el cultivo de los árboles, sean de regeneración espontánea o de reforestación, contribuye al arraigamiento del colono, porque ha creado
valor hacia el futuro.
1.12
SISTEMAS AGROFORESTALES MÁS IMPORTANTES
La aplicación de sistemas agroforestales permite una productividad sostenible, además de tener efectos positivos sobre el mantenimiento de los suelos.
Algunos de estas prácticas son:
Sistemas de larga rotación: Consiste en permitir la regeneración de la vegetación después de la agricultura, lo que genera el descanso de los suelos.
Sistemas de cultivos permanentes agroforestales: Consisten en combinar cultivos permanentes (frutales, industriales, etc.) con árboles
beneficiosos, especialmente leguminosas, que nitrogenan el suelo y producen materia orgánica para el suelo. Se practican de muchas formas: cultivo
intensivo de café bajo sombra de guamo, café con árboles maderables; cítricos con árboles, frutales con árboles, frutales asociados con cultivos
anuales y árboles, los huertos mixtos de frutales, entre muchos otros.
Prácticas agroforestales en cultivos anuales: Consisten especialmente en:
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·
Cultivos en callejones donde se combinan fajas de leguminosas con cultivos anuales (arroz, yuca, maíz, etc.). Las leguminosas tienen muchos
efectos positivos sobre los cultivos como la producción de sombra rala; soportan la poda para producir materia orgánica; muchas son buenas
forrajeras; aportan mucha materia orgánica y nutrientes al suelo (N, P, K, Ca, Mg); ayudan al control de malezas, por la materia muerta acumulada
sobre el suelo; incrementan la producción del cultivo asociado por aporte de nutrientes; y controlan la erosión. Una de las especies más utilizada
es la Leucaena.
Uso de leguminosas arbustivas y rastreras que se asocian tanto a cultivos anuales como a cultivos perennes. Esta asociación tiene múltiples
ventajas como el control de la erosión del suelo; aumenta la cobertura del suelo; mejora el suelo por aireación y fijación de nitrógeno; produce
mucha materia orgánica para la incorporación y reciclaje de nutrientes, etc.
Las fajas anti erosivas: En las laderas alternando fajas de plantas (gramíneas, arbustos, frutales, árboles maderables, barreras de bosque, etc.) con
cultivos o pastos para controlar la erosión.
Los sistemas secuenciales: Consisten en el uso alternado de la tierra en rotación bosque - granja - barbecho forestal - granja - bosque. Después de
los cultivos agrícolas de unos años se deja regenerar el bosque para recuperar la fertilidad del suelo.
Los sistemas silvopastoriles: Consisten en combinar pastos con árboles para tener efectos múltiples, como control de la erosión, sombra para el
ganado, reciclaje de nutrientes, etc.
Los sistemas de los policultivos o multiestratos: Consisten en intercalar varios cultivos anuales o cultivos perennes, o se asocian anuales con
permanentes, para obtener una producción múltiple y controlar la erosión.
Las fincas o granjas integrales: Son aquellas donde el proceso de producción se basa en un sistema complementario de agricultura, ganadería,
apicultura, huerto, frutales y especies forestales para una producción múltiple. En la granja integral se usan árboles para linderos; como cercos vivos,
cultivos perennes con especies maderables y nitrogenantes, y se asocian árboles en los pastizales como sombra y cercos vivos. El objetivo es
abastecerse de leña, postes y materiales de construcción, y es especialmente adecuado para pequeñas parcelas.
1.13
CONTAMINACIÓN DE SUELOS
El daño que se causa a los suelos es de la misma magnitud que el que se causa al agua y al aire, aunque en realidad algunas veces es menos
evidente para nosotros; sin embargo, es importante conocer los lugares donde es más probable que se contamine el suelo. Algunos de estos sitios son
los parques industriales, los basureros municipales, las zonas urbanas muy pobladas y los depósitos de químicos, combustibles y aceites, etc., sin dejar
de mencionar las zonas agrícolas donde se utilizan los fertilizantes o pesticidas de manera excesiva.
Dentro de los contaminantes de suelos se encuentran los residuos antropogénicos, cuyo origen puede ser doméstico, industrial, de hospitales o de
laboratorios. Independientemente de su origen, los residuos pueden ser peligrosos o no peligrosos. Los peligrosos son aquellos que por sus
características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológicas, representan un riesgo para la salud de las personas y el ambiente,
mientras que los residuos no peligrosos se denominan residuos sólidos. Los residuos sólidos pueden ser clasificados como degradables o no
degradables, considerándose un residuo degradable aquel que es factible de descomponerse físicamente; por el contrario, los no degradables
permanecen sin cambio durante periodos muy grandes. Es importante mencionar que la deposición de los residuos sólidos (degradables y no
degradables) implica responsabilidad y cuidado por parte de los ciudadanos de este planeta.
Un problema frecuente se origina con los desmontes para dotar de tierras cultivables a los campesinos, en donde se deja desprovista de protección una
gran superficie. El impacto ecológico que tienen estas área es por lo general adverso, debido a que se cambiada al uso del suelo agrícola para la
siembra de los cultivos anuales; sin tener en cuenta las medidas necesarias para hacer frente a los factores climáticos como son la lluvia y el viento, lo
que ocasiona un deterioro del suelo y de la producción. Por otro lado, es también frecuente ver que la orientación de los surcos en la preparación de los
suelos está en función de la longitud máxima del terreno, lo que en muchos casos favorece el escurrimiento y la formación de arroyuelos e incluso en
algunos casos produce cárcavas, con lo que se provocan grandes pérdidas de agua y suelo que redundan en una disminución de la productividad.
BIBLIOGRAFIA
http://www.fortunecity.es/expertos/profesor/171/suelos.html
http://www.peruecologico.com.pe/lib_c18.htm
http://www.robertexto.com/archivo10/suelos1.htm
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