22/08/2016 - 22:00 h. - Obra: "Desde Aqu veo sucia la plaza " Compañ a: Club Canibal. Precio: general 7€ y reducida 5€. Teatro Cervantes de Sonseca

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DOSSIER DEL ESPECTÁCULO
SINOPSIS
En Junio hay dos cosas que no faltan en Villanueva de la
Faca: el calor y el lanzamiento de la cabra del campanario. La muy esperada, volá del chivo.
Aunque este año quizás no haya volá. El gobierno, forzado por Europa, ha decidido prohibirlo. Lo que antes se
veía como una tradición ahora es considerado barbarie.
Pero ni el alcalde del municipio, ni sus ciudadanos más
señalados, están dispuestos a no ver a la cabra volando
por encima de los tejados de su amado pueblo.
Así que el regidor del municipio emprenderá una lucha
épica por no perder una costumbre donde considera que
reside la identidad más auténticamente española, lanzar
animales al aire desde un campanario.
Una lucha que lo llevará finalmente a sacrificarse él
mismo para demostrar que es una tradición inofensiva.
Un salto al vacío por la identidad ibérica.
En Club Caníbal pensamos que al hombre se le conoce más por sus acciones que por su discurso y, así, nos proponemos investigar
el carácter ibérico a través de diferentes relaciones. Sin moralizar. Ya que moralizar los elementos en juego nos aleja y nos posiciona,
dificultando una visión más amplia sobre los asuntos y su comprensión. Exponiendo comportamientos de baja moral. Sin adoctrinar.
Pero cómo entendemos nosotros esto del “carácter español”. Definir el carácter español sin caer en un esteriotipo es un debate abierto
ya en el pasado por muchos grandes autores de nuestra literatura. Nosotros no buscamos una redefinición objetiva del carácter español. Nosotros nos valemos de lo dicho, lo especulado, lo esteriotipado, lo falso y verdadero para pincelar con grandes y deformados
rasgos el llamado carácter hispánico.
La realidad deformada es la herramienta para representar una ficción crítica de nuestro entorno.
Una de nuestras principales intenciones es mostrar cómo personajes que viven en las antípodas ideológicas, necesitan,
conscientemente o no, los unos de los otros para seguir adelante. O para tener sentido. Cómo el carácter afable de alguien se hace
tangible gracias a la tiranía de otro. Cómo la idea de los opuestos-complementarios nos ayuda a comprender los conflictos vitales.
Cómo el ser humano sigue errando tras los siglos debido, sencillamente, a sus propios actos.
Y todo, a través de la que creemos que es la mejor arma posible y haremos nuestra seña de identidad: el humor.
LA PROPUESTA
“El principal maestro de las acciones de
la vida de los hombres es el infortunio”.
Licurgo
Club Canibal es una compañía teatral formada por Vito Sanz, Font
García, Juan Vinuesa y Chiqui Carabante.
Club Canibal desarrolla un humor negro neorrealista que entronca
con la tradición cómica española, de Gila a Berlanga. El humor negro
por ser el más genuinamente español. Un país donde llega más rápido
el chiste que la mala noticia.
Neorrealista porque las escrituras de los espectáculos parten de hechos reales acaecidos a nuestros compatriotas. Y todo salpimentado
de algo absurdo y surrealista. Pues así es la vida. Al menos en este
país.
Crónicas Ibéricas es una trilogía de obras donde Club Canibal pone
en la palestra lo español. Una crítica descarnada sobre la idiosincrasia de este país. Con la cercanía y el cariño de los que no pueden evitar ser hijos de esta patria.
En el primer espectáculo de esta trilogía “Desde aquí veo sucia la
plaza”, tratarán la tradición más bárbara. El sacrificio cruel de un
animal por divertimento. La volá, el lanzamiento de una cabra desde
un campanario mientras el pueblo grita y celebra el sacrificio.
En su segundo espectáculo, “Herederos del Ocaso”, abordarán uno
de los grandes fraudes del deporte mundial: la selección española de
baloncesto paraolímpico consigue una medalla de oro sin ningún discapacitado en el equipo. Ejemplo sublime de la picaresca española.
LA COMPAÑÍA
En su tercer espectáculo “Algún día todo esto será tuyo”, diseccionarán los últimos días del presidente de El Corte Inglés. Reflejo del
poder en España.
Una trilogía que pretende ser un retrato de este país que todos disfrutamos y sufrimos.
EL EQUIPO
REPARTO
(por orden alfabético)
FONT GARCÍA
VITO SANZ
JUAN VINUESA
DIRECCIÓN Y DRAMATURGIA
CHIQUI CARABANTE
DISEÑO ILUMINACIÓN
NEREA CASTRESANA
MÚSICA EN DIRECTO Y COMPOSICIÓN
PABLO PEÑA
VESTUARIO
SALVADOR CARABANTE
DISEÑO GRÁFICO
FRATELLI MOCA
JOSE FERNÁNDEZ
ESCENOGRAFÍA
WALTER ARIAS
FOTOGRAFÍA
NEREA CASTRESANA
PRODUCCIÓN
CLUB CANIBAL
LORENA H. TUDELA
FONT GARCÍA
Estudia interpretación en la escuela de
Cristina Rota y amplía su formación con
maestros como Fernando Piernas, Augusto
Fernández o Luis Blat.
En teatro posee experiencia desde 2001 y
ha participado en montajes de gran éxito
como ‘Jamming’, ‘Ni es cielo ni es azul’, de
Fermín Cabal o más recientemente ‘Marca
España’, de Alberto San Juan o ‘Carne viva’,
de Denise Despeyroux.
En televisión ha trabajado en más de una
decena de series, como ‘Los hombres de
Paco, ‘Aída’, ‘La república’ o, más recientemente, ‘Bienvenidos al Lolita’, en la que fue
uno de los protagonistas.
Asimismo, también posee una dilatada experiencia en cine, con producciones como
‘Lo contrario al amor’, de Vicente Villanueva, ‘La voz dormida, de Benito Zambrano o los cortometrajes ‘El barco pirata’
(Premio Goya al Mejor Cortometraje 2011) o
‘La rubia de Pinos Puente’, producción que
le llevó a ganar diferentes premios como
actor.
También ha sido coguionista de ‘Dos amigos’, película de Carlos Polo Menárguez y de
la que García también es protagonista.
VITO SANZ
Estudia interpretación con Fernando Piernas, en la Escuela de Augusto Fernández
(Buenos Aires) y en el Colegio de Teatro de
Barcelona.
En teatro ha participado en ‘¡Qué desastre
de función!’ de Paco Mir, ‘Gol en propia
puerta’, dirigida por David Trueba en 2013;
‘Johny & Kid’, dirigida por Achero Mañas y
‘Álvaro y la fuerza del vino’, dirigida por
Nacho Novo, las dos en 2012; ‘Yo esto lo
dejo’, dirigida por Ana Risueño en 2011; ‘El
amor es un asco: ella’, dirigida por Ignacio
Gabasa también en 2011; ‘Teoría y práctica
sobre los principios mecánicos del sexo’, dirigida por Miguel Ángel Cárcano en 2010 y
‘Trampolín reforma 7B’, dirigida por Fernando Piernas en 2007.
En cine interviene en los largometrajes ‘Los
Ilusos’, de Jonas Trueba, ‘Desierto Sur’ de
Shawn Garry así como en los cortos ‘Gol en
propia meta’, de David Trueba, ‘Vamos, bonita’, de Lorena Hernández Tudela, y ‘Domingo’, de Sebastián Gutiérrez.
Para la televisión ha trabajado en las series
‘Velvet’, de Antena 3, ‘Los Serrano’, de Telecinco, y ‘Dinamita’, de TV3.
JUAN VINUESA
Estudia interpretación en el Laboratorio William Layton y cursó la Licenciatura de Periodismo en la Universidad Rey Juan
Carlos. Actualmente es profesor de interpretación en el Laboratorio William Layton,
donde también cursó estudios de dramaturgia con José Ramón Fernández y Laila Ripoll.
Como actor ha trabajado en más de 15
montajes teatrales, ha escrito tres piezas escénicas y el pasado año fue codirector de
‘Yepeto’ junto a Chema del Barco. Acaba de
estrenar como actor ‘Los cuatro de Düseeldorf’ de Jose Padilla y actualmente hace
temporada con “Improvisa, tío!!” en el Teatro Alfil y ‘Carne viva’ de Denise Despeyroux
en La pensión de las pulgas, mientras prepara el estreno de ‘La isla púrpura’ de Mijail
Bulgakov, escrita y dirigida por Jose Padilla.
Además, ha sido locutor en radios como
MQM Madrid, Radio Ilíberis o Max Radio y,
en la actualidad, escribe sobre artes escénicas en ‘Revista Actores’, ‘El Club Express’,
‘Godot’ y es el responsable de teatro en el
programa ‘La calle de en medio’ de Canal
Sur Radio (sección que ha obtenido el Premio Unión de Actores e Intérpretes de Andalucía 2014). En la actualidad es jurado
del Premio de Teatro ‘Desencaja’, organizado por la Junta de Andalucía.
Se formó en el Instituto de Teatro de Sevilla, en la Ecole Philippe Gaulier de Londres, en el Royal Court Theater y en la New York film
Academy. Como actor ha trabajado para diferentes compañías teatrales: Comediants, Los Ulen, El Centro Andaluz de Teatro… Tendiendo poco a poco a la dirección.
Cofundador de la compañía Triki Trake, a partir de la puesta en escena de “Luna difunta” reconduce su carrera hacia la dirección
escénica trabajando para diferentes compañías. Esta labor la combina con su carrera cinematográfica. Con sus dos primeros cortometrajes ‘Los Díaz felices’ y ‘Bailongas’ recibe más de cuarenta premios nacionales e internacionales. Su primer largometraje ‘Carlos
contra el mundo’ fue presentado en Zabaltegui en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Tras su primer largometraje realiza un corto emitido por Canal Plus, ‘Cuando acaba la noche’. En 2009 creó su propia productora,
Divina Mecánica. ‘12+1, una comedia metafísica’ es la primera película de ésta. En su paso por el Festival de Cine Español de Málaga
2012 gana el premio a la Mejor Película y Mejor Director en su sección ZonaZine. En este momento se haya inmerso en la escritura
de una comedia, ‘La fortaleza’, para Divina Mecánica así como una comedia musical, ‘Custodio’, para Ulula Films.
Como docente ha trabajado para la escuela TAI de Madrid. Esta escuela está vinculada a la Universidad Carlos III. En ella impartió clases de Dirección
Cinematográfica en el Curso Avanzado y en el de Master
de Cinematografía.
Recientemente a estrenado tres obras, ‘La identidad del
artista’, ‘Los caminos del Señor’ y ‘Ajuste de cuenta’ en
el Micro Teatro por Dinero de Madrid mientras prepara
un espectáculo para sala de la compañía Club Canibal.
Además ha hecho su incursion en el mundo del videoclip con ‘Ain´t got no feelings’ para Aurora and the Betrayers y ‘Sueño dentro de un sueño’ para Forastero.
Este último dentro del proyecto de Javier Corcobado
CADUD, ‘Canción de amor de un día’.
CHIQUI CARABANTE
EL DIRECTOR
No somos europeos, somos cabras
La cabra mira hacia abajo poco convencida. No tiene claro que la pequeña manta que sujetan varias personas a algunos metros de
distancia vaya a funcionar. A su lado, dos hombres se enorgullecen de ser los encargados de lanzarla. El pueblo, enfebrecido, grita:
¡la volá!, ¡la volá! Y la cabra cae. Y no vuela, claro. Se empotra contra el suelo y sus vísceras se esparcen en mil pedazos. Y el pueblo
aplaude. Al fin y al cabo, como dice uno de ellos, relax, es sólo una cabra.
Esta es la primera escena de Desde aquí veo sucia la plaza, montaje de la compañía Club Caníbal –tres andaluces, Chiqui Carabante,
Font García y Juan Vinuesa, y un aragonés, Vito Sanz- que, después de pasar por el Frinje, se representa en el Teatro del Barrio de
Madrid todos los domingos hasta el 27 de septiembre. Un texto lleno de humor con reminiscencias berlanguianas que es un aguijón
en nuestra idiosincrasia más española, la que se nutre de lanzar cabras desde los campanarios, lancear toros o llenar de corruptelas,
amiguismos y vulgaridad los parlamentos.
Como afirma su director, Chiqui Carabante, “es la confrontación de lo español con Europa, la distancia que tenemos con Bruselas”.
Porque, como también se dice en el texto, ellos también tiraban bueyes, pero en el año 1500.
Tres payasos en el escenario
La obra, con una puesta en escena magnífica –“son tres payasos que hablan de cosas serias”, según Carabante– surgió como surgen
todos los montajes de esta compañía: desde la improvisación. Hace ocho meses, tras leer una noticia sobre una cabra y el campanario,
comenzaron a contarse anécdotas y a idear el texto. Poco a poco fueron depurando lo que querían contar, casi de forma inconsciente
y sin tener en cuenta que el estreno coincidiría con la polémica del Toro de la Vega de Tordesillas. “Trabajamos sin censura y creo
que esa libertad creativa es lo que llama ahora la atención”, afirma el director.
No obstante, sí tenían claro que querían abordar el tema de las tradiciones. “Ese debate sí estaba presente. Hasta dónde llega el
mantener de una forma forzada una tradición que está muriendo poco a poco, que la sociedad ya no se identifica con ella y que no
forma parte de una mayoría”, comenta el actor Vito Sanz, al que le toca el papel de la cabra, además del de un actor venido a menos.
Eso sí, sin pontificar y sin juzgar demasiado a todos aquellos que las defienden. “Cuando termina la función no tienes la sensación
de querer irte a Tordesillas a manifestarse. Hay que entender a esa gente. Los tíos no se quieren pegar con los animalistas porque sí,
sino porque sienten que les están quitando algo. A lo mejor hay que explicarles que no les están quitando nada, sino que es una cosa
que se hizo y que hay que dejar de hacer. Porque claro, si hablamos de tradiciones, la ablación también lo es entonces en algunos países”, sostiene Font, que interpreta a ese alcalde que se va quedando solo por su ultramontana defensa del “vuelo” de la cabra.
Leer crítica completa
La cabra que se tiraba del campanario
Los quintos del pueblo cogen a una cabra y la lanzan desde lo más alto del campanario. Abajo, los festejantes, la reciben con una
lona tensada. Todo esto ocurría en el pueblo de Manganeses de la Polvorosa (Zamora), una tradición brutal que, debido al escándalo
que producía dentro y fuera de nuestras fronteras, fue prohibida en 2002. Se sigue haciendo, pero ahora la cabra que realiza el salto
es de mentira. Podría verse como una muestra del cambio de paradigma entre una sociedad rural, en la que el animal se ve más
como una cosa que produce que como un ser vivo, y la sociedad urbana, más concienciada con los derechos de los animales, aun
cuando solo les ve impresos en los carteles del supermercado.
Sobre la historia de la cabra voladora y la miseria de las tradiciones patrias que maltratan a los animales trata la obra teatral Desde
aquí se ve sucia la plaza, de la compañía Club Caníbal, que se puede ver los domingos en el Teatro del Barrio. Aquí, los habitantes
del ficticio pueblo de Villanueva de la Faca, con su alcalde al frente, se enfrentan a la prohibición europea de lanzar al vacío al animal.
“Quisimos juntar la historia de la cabra con la de un alcalde que fue a pedir a un profesor de teatro que le enseñara el método para
tener carisma”, explica Chiqui Carabante, director de la obra. En efecto, Agustín Paniagua, el alcalde que pide ayuda a un cómico,
emprende una cruzada que le llevará hasta el Parlamento Europeo (una institución muy lejana para los ciudadanos, según se expone)
con el fin defender sus tradiciones.
Por escena desfilan varios estereotipos del campo español: las ancianas primitivas, el cacique con gafas de sol que, a base de autoridad
y billetes logra doblar conciencias —“en Andalucía, tierra de latifundios, sigue habiendo quien tiene más tierras y quien manda más”,
dice el director—; el político que ha llegado a la capital trepando, los paletos rurales y hasta a la propia cabra, en momentos desternillantes en los que se reproduce el cortejo con su cabrero.
Y sin ninguna contemplación, a base de humor negro incisivo, absurdo y surrealismo. “Bebemos de la esa tradición del humor negro
español, de La Zaranda, de Berlanga, de Gila o de Tip y Coll”, explica Carabante. Los tres actores, Font García, Vito Sanz y Juan Vinuesa, van rotando en sus interpretaciones acompañados de los inquietantes sonidos que produce en escena Pablo Peña, músico de
bandas como Pony Bravo o Furia (y, curiosamente, con la ayuda de un instrumento hecho con tripas de cabra, entre otros). La pieza
es el primer capítulo de una trilogía que tratará sobre la identidad ibérica: las otras tocarán, desde la ficción, asuntos como los escándalos en el deporte español o los últimos días del fundador de El Corte Inglés.
El montaje que bien podría hablar de otras fiestas españolas como el tan criticado Toro de la Vega o, sin ir más lejos, el toreo. “No
creo que el toreo sea lo mismo que estas otras tradiciones, pero espero que en el futuro haya desaparecido”, opina Carabante. “A veces
parece que si desapareciera se diluiría el pegamento con que se une la península Ibérica”.
La civilización saltó del campanario
En Manganeses de la Polvorosa, un pueblecito de 1000 habitantes en el noreste de Zamora, tenían por costumbre despeñar una
cabra una vez al año. Era su pequeño y sangriento homenaje a San Vicente Mártir, su patrón. En el año 2000, coincidiendo con la
entrada del nuevo siglo, se prohibió tirar a la cabra. El pueblo correspondió haciendo volar a dos.
Chiqui Carabante inventó una aldea a modo de alegoría de esta España atávica, folclórica y supersticiosa. Villanueva de la Faca ha
sido, pues, el escenario en que se desarrolla 'Desde aquí veo sucia la plaza', la obra que ayer se estrenó en el Plató Cineteca del Matadero de la mano de la compañía Club Caníbal -y que hoy volverá a escena por última vez a las 21.30 horas-. Se trata del primer
capítulo de una trilogía que con ojo clínico analiza lo bueno y lo peor de nosotros mismos.
En esta ficción, la sobria Europa ha obligado al gobierno del pueblo a clausurar una fiesta a todas luces violenta e innecesaria. Pero,
como reza la sinopsis, "ni el alcalde del municipio ni sus ciudadanos más señalados están dispuestos a no ver a la cabra volando por
encima de los tejados". La misión occidentalizadora que emprende Bruselas choca con el espíritu del alcalde de Villanueva, que, aun
asumiendo la brutalidad de los hechos, se opone a la abolición de la fiesta -según Carabante, por "motivos emocionales"-.
La cabra, que se humaniza y que expone nuestro cuerpo y alma, atisba un horizonte polvoriento y ennegrecido. Lo hace con suma
acidez y con un humor en ocasiones canalla, en ocasiones grotesco. "Hay un momento en el que la cabra se entera de lo que quieren
hacer con ella... ¡y se indigna! No entiende cómo se puede llegar a eso", sonríe el director.
Algo de cierto hay en las palabras de José Manuel Mora, coordinador artístico de Frinje -el festival de artes escénicas en la que se
enmarca esta obra-, cuando reflexiona que "el teatro son seres que buscan su lugar en el mundo y que contactan con otros seres que
hacen lo propio".
Carabante no quiere mentir al periódico y confiesa que no recuerda cómo nació la idea de este retrato de las cabras y la España
terca. Sí desvela cómo surgen las propuestas y cómo las desarrollan: "Nos vienen desayunando antes del ensayo, comentando las noticias del día, fijándonos en las anécdotas". De ahí que con un solo espectáculo no tuvieran para describir el estado de las mentes en
nuestro país. "En la segunda parte tratamos un gran escándalo deportivo en el que un equipo de baloncesto de minusválidos compite
como tal cuando, realmente, sólo dos de los jugadores son discapacitados. Es una muestra exagerada de la picaresca española", esgrime.
Trasciende una pregunta: ¿Es el pueblo soberano cuando de lo que hablamos es de despeñar una cabra? Toda la obra gira en torno
a este concepto. La respuesta del dramaturgo, que es clara -"no"-, se entremezcla con las interpretaciones majestuosas de Font
García, Vito Sanz y Juan Vinuesa y la ambientación musical de Pablo Peña, excepcional. No habrá más saltos desde el campanario
cuando rebote el alcalde y se libre la cabra.
LA CABRA QUE TODO ESPAÑOL LLEVA DENTRO
La obra de Club Caníbal, que se estrenó en el Frinje 2015,
vuelve a Madrid para seguir cuestionando el folclore y eso llamado identidad ibérica con grandes dosis de ironía y humor
negro.”
Crítica completa
LA EPOPEYA BERLANGUIANA DE LA CABRA
Sobre esta intrincada trama, Club Caníbal ha
acertado al construir una hilarante comedia
que realiza un rápido, implacable y certero repaso
tanto al conservadurismo de la tradición, como
a los mecanismos que usan algunos políticos
para medrar y manipular las conciencias o
a las mentalidades cerradas y cuadradas de
aquellos que sencillamente no ven más allá
Crítica completa (Blog “Butaca en anfiteatro)
Cuatro artistas frente al público, ese podría ser el resumen de una obra que apuesta por una sencillez en el
montaje que consigue potenciar la fuerza del texto. Chiqui Carabante realiza una radiografía de lo español pero
no quiere que haya depresiones masivas tras la obra así que el brillante texto que se nos muestra sobre las tablas
del Teatro del Barrio se apoya en el humor.
Crítica completa (Chueca.com)
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