REVISIONES, ANÁLISIS Y REFLEXIONES EL PROCESO DE INTEGRACION ENTRE MATERIAS BASICAS Y CLINICAS. UNA PROPUESTA PARA DISCUSION Márquez ME, Boldrini CM, López RR, Puchulu MB, Altieri H, Amenabar A, Amenabar JM, Cainzo J, Leguina CE, Leon A, Pero D. La integración entre disciplinas básicas y clínicas es un ítem señalado por la CONEAU y es un requisito “debe” de los Estándares de Acreditación. Con esta premisa en mente un grupo de docentes de la Facultad de Medicina, médicos asistenciales del Hospital Z. Santillán, nos reunimos en torno a esta problemática buscando una solución posible, teniendo en cuenta nuestra infraestructura asistencial y docente, y tratando de proporcionar a nuestros estudiantes el mejor ámbito para el aprendizaje de la Medicina. Las modificaciones que proponemos, a manera de ensayo, son absolutamente consensuadas por el grupo, y bajo ningún aspecto pretenden contraponerse a ninguna otra propuesta de integración entre materias básicas y clínicas. Por ello recurrimos al género ensayo que nos permiten decir “Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones" (Mariátegui). Marco teórico Proponemos como marco teórico las ideas de Piaget sobre la construcción del conocimiento como resultado de la acción interiorizada en el sujeto, y los aportes de Lev Vigotsky y de la pedagogía latinoamericana encarnada en Díaz Barriga, Enrique Pichon Riviere y Paulo Freire sobre la construcción socio histórica del lenguaje y el conocimiento. (2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9) Finalmente, Ramón Carrillo proporciona el fundamento epistemológico, profundamente nacional, sobre las concepciones de salud, enfermedad, la medicina y la práctica médica. (1) Aspectos epistemológicos de nuestra propuesta. La clínica es una disciplina difícil de aprender. Permítasenos designar como clínicas a todas aquellas materias, cátedras, departamentos, temas, conjuntos de conocimientos, que tienen la finalidad directa de trabajar con y para el hombre, sano o enfermo. Decíamos que la clínica es difícil de aprender, pues requiere una serie de habilidades, destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes que sólo pueden desarrollarse en la práctica real, concreta, de la medicina. El solo hecho de aproximarse a un ser humano por primera vez implica la puesta en marcha de una serie de fenómenos, de interacciónes, que Hospital Centro de Salud Z. Santillán. Honduras 22-8º-2. Cel: 156781394. [email protected] 38 movilizan no sólo nuestro pensamiento. También nuestros sentimientos, emociones y actos son activados en una cascada difícil de orientar. Ninguna clase teórica, cartilla, libro o video puede entrenar en el aprendizaje de estas habilidades que el médico debe tener. Ayudan, nos informan que existen, tratan de explicarlas, pero no nos ayudan a sentirlas. Allí el rol del docente de clínica. El aprendizaje de la clínica va mucho más allá que el recuerdo del valor normal de la bilirrubinemia o la situación de la vena cefálica. Es un aprendizaje que no se “da”, que no se “dicta”, se construye viviendo la vida real con pensamiento, sentimiento y acción. Cada uno construye su propio aprendizaje. Nadie aprende por otro. La ayuda de la teoría no constituye una ayuda cuantitativa y acumulativa para el aprendizaje. En realidad la significación de la teoría tiene una correlación muy estrecha con la práctica. En medicina uno elabora la teoría hasta donde llegó con la práctica. Hasta entonces es un nivel de información que va perdiendo permanencia en nuestro cerebro. No es verdad que en los primeros cinco años de la carrera proporcionaremos información teórica que será significada en los dos últimos años. Por todo ello consideramos esencial la construcción de la clínica comenzando el primer día de ingreso a la Facultad de Medicina. Es fundamental la concepción de la practica como fuente y sustento de la teoría y de la teoría al servicio de la practica. Al mismo tiempo teoría y práctica son aspectos indisolublemente articulados entre sí e influyéndose mutuamente. Científicamente no puede concebirse teoría existiendo sin generación en la práctica de la vida real, ni práctica aislada de la teoría. Finalmente, la práctica es el último criterio de verdad. El sujeto, objeto de conocimiento de la medicina, es a la vez fuente y destino del conocimiento. Por ello el contacto con seres humanos, enfermos y sanos, genera necesidades de aprendizaje. En este contexto de aprendizaje el principal objetivo del alumno es detectar sus propias necesidades de aprendizaje. En realidad, lo que hace la práctica es mostrarle al alumno cuál es su objeto de conocimiento y qué es, para él, lo que necesita aprehender de la realidad para poder actuar sobre ella. El principal objetivo del docente debería ser orientar y guiar al alumno para que construya su propio conocimiento. REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA - VOL. 9 - Nº 1 (2008) Los contenidos deben estar al servicio de la práctica profesional real y de las necesidades de aprendizaje de la misma por parte del alumno. Aspectos prácticos Progresivamente vamos incorporando al alumno a ámbitos más prácticos. En segundo año incorporamos el contacto con seres humanos, en tercero destrezas como levantamiento de Historias Clínicas y entrenamiento en diagnóstico sindromático. En cuarto y quinto años la participación en atención integral de los pacientes y entrenamiento en diagnóstico etiopatogénico. Sexto y séptimo años implican la participación profunda en la práctica profesional concreta. Queremos resaltar la necesidad de docentes que acompañen este entrenamiento progresivo que consiste fundamentalmente en supervisar, orientar y guiar al estudiante en la construcción de sus aprendizajes. Los aspectos teóricos se deben ir desarrollando a lo largo del cursado a la manera de “pensar la práctica”. 1º año Figura 1 Abril – Mayo – Junio La mejor manera de integrar los contenidos básicos con los contenidos clínicos es poner en contacto, desde el primer día de clase, al alumno con su objeto de conocimiento: el hombre, sano o enfermo. Desde ese contacto surgirán las necesidades de aprendizaje que el alumno debe ir construyendo con la guía y orientación del docente. El núcleo motivador del aprendizaje es, en medicina, el hombre. Para ello proponemos una aproximación progresiva del estudiante a la práctica profesional concreta y real de la medicina desde el primer día de la carrera, encarando actividades teóricas y prácticas, totalmente articuladas entre sí, que le vayan proporcionando ámbitos de aprendizaje con predominio teórico en los primeros años, para ir paulatinamente incorporando los ámbitos prácticos de aprendizaje. Esquemáticamente hemos representado esta situación en la figura 1, en donde una diagonal con dos quiebres simboliza la “división” entre teoría y práctica. Por arriba de esa diagonal están los aspectos teóricos, por debajo de ella los aspectos prácticos. Debe existir una profunda articulación entre ambos aspectos. Hemos representado también lo que consideramos una progresividad de entrenamiento clínico desde primero a séptimo año. Es obvio que el primer día de clase no vamos a enfrentar al alumno ingresante a una cirugía de abordaje tóraco abdominal. Por el contrario, lo vamos a guiar y orientar hacia el desarrollo de una destreza que es muy importante para el médico: la observación. La observación es una técnica de la investigación cualitativa necesaria para la práctica médica. El entrenamiento para esta técnica lo sintetizamos en el “Ver y Caminar” que implica observación no participante, con guía y registro. La participación de docentes entrenados, en el antes y el después de cada observación, es crítica. REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA - VOL. 9 - Nº 1 (2008) Ago – Set - Octubre HOSPITALES: CAPS: • Grupos de 3 estudiantes • Media jornada (4 hs) • 1 día por semana • 4 semanas • Rotación por 3 Hosp. •Total 12 concurrencias • Total 12 semanas • 7 Hospitales • G rupos de 3 estudiantes • Media jornada (4 hs) • 1 día por semana • 4 semanas • Rotación por 3 CAPS •Total 12 concurrencias • Total 12 semanas • 20 CAPS Observación no participante y registro. Bajo supervisión. CAPS y Hospitales: recepción y atención de pacientes, infraestructura, complejidad, etc. Observación otras áreas: escuelas, fábricas, etc. Cuadro A En el cuadro A representamos lo que será la distribución de los alumnos de 1er año y los ámbitos de práctica que se utilizarán. Se trata de una propuesta esquemática sujeta a revisión y adecuación. En 2º y 3º años (Cuadros B y C) la distribución es igual, cambiando las tareas que desarrollarán los alumnos. Se aumentan progresivamente los días de concurrencia a servicios clínicos: dos días por semana en segundo año, tres días por semana en tercer año. 2º año Signos vitales: exploración, valoración y registro. Reanimación cardio pulmonar básica. Cuadro B 3º año Realización de Historias clínicas. Diagnóstico de sindromes. Técnicas invasivas menores Cuadro C En 4º y 5º años la distribución es similar. El alumno debe integrarse a la tarea clínica total bajo supervisión docente, aprovechando al máximo las 39 horas de su entrenamiento. El trabajo práctico tradicional debe dejar lugar a tareas de colaboración estrecha con los docentes en la práctica real de éstos. La actividad teórica debería realizarse en horarios que no entorpezcan este desempeño. 4º y 5º años Marzo - Abril - Mayo - Junio Ago - Set - Oct - Nov •Hospitales y C APS •8 a 12 horas •Lunes a viernes •Hospitales y CAPS •8 a 12 horas •Lunes a viernes Asignación de tareas bajo supervisión. Participación plena bajo supervisión en las actividades de los servicios clínicos. Rotación por especialidades. Actividades teóricas fuera de los horarios de atención hospitalaria. Cuadro D Integración entre teoría y práctica y entre básicas y clínicas. Figura 2 La integración debe ser total a lo largo de la carrera, entendiendo a la integración no sólo como una integración de contenidos articulando los temas básicos con los temas clínicos, sino una integración entre teoría y práctica. El “pensar la práctica” debería ser entendida como la única manera de “teorizar la práctica” y como la mejor manera de aprender la medicina. La acumulación de información teórica desprendida de su utilidad clínica, no garantiza aprendizajes. La clínica y la práctica médica no pueden ser aprendidos en los dos útimos años de la carrera. En la figura 2, la espiral representa la articulación entre el comienzo y el final y entre los distintos ejes vertebradores que puedan recorrer la carrera. Necesidades Existen necesidades para poder llevar a cabo la integración en la carrera: ? Redefinir concepto de excelencia. El concepto de excelencia debe ser redefinido en función de cómo y para qué entendemos la misma: excelencia académica, excelencia en servicios a la 40 comunidad, excelencia para la medicina positivista, excelencia para la medicina general. Es necesario continuar pensando el perfil del médico que pretendemos formar, y jerarquizarlo. ? Definir perfil docente. Sin lugar a dudas, el perfil docente debe ser compatible con lo que pretendemos formar. La comprensión de los procesos biológicos son solo un aspecto del conocimiento médico. Existen otras áreas de la medicina que trascienden lo biológico y requieren una formación humanística. ? Aprendizaje basado en procesos de aprendizaje y reaprendizaje. La concepción de que el aprendizaje se da de una vez y para siempre necesita ser cambiada por otro paradigma: el de procesos continuos de aprendizaje y reaprendizaje. ? Desarrollo del pensamiento científico: cualitativo y cuantitativo. La ciencia cualitativa debe ser desarrollada para poder entender los procesos sociales dentro de los cuales se desenvuelve el ser humano y la medicina. ? Epistemología convergente en el ser humano.No se puede pretender abarcar al ser humano en su totalidad desde las ciencias duras o fácticas exclusivamente. Las ciencias sociales, del hombre o del espíritu deben ser incluidas para la comprensión de los fenómenos inherentes al mismo. Se hace necesario una epistemología convergente en el ser humano. CONCLUSIONES Presentamos estas propuestas con el ánimo de aportar a la discusión. No son ideas cerradas en sí mismas, sino que deben ser ampliadas, mejoradas y no pretenden oponerse a ningún otra concepción sobre la integración entre básicas y clínicas. BIBLIOGRAFIA - CARRILLO, Ramón, “Contribuciones al conocimiento Sanitario”, Departamento de Talleres Gráficos, Ministerio de Salud Pública de la Nación, 1951. - DIAZ BARRIGA, A. “Ensayos sobre la problemática curricular”. Editorial Trillas, México, 1986. - FREIRE, P. y QUIROGA, A.. “El proceso educativo según Paulo Freire y Enrique Pichon-Rivière”. Ediciones Cinco, Buenos Aires, Argentina,.1985. - FREIRE, Paulo. “La importancia de leer y el proceso de liberación”. Siglo XXI Editores, México, 1986. - MARQUEZ, M. “Reflexiones sobre el Proceso de Enseñanza Aprendizaje de la Medicina desde la Teorías Socio Históricas”. Revista de la Facultad de Medicina de la U.N.T. Vol 5, Nº 1, Dic. 2004. - PIAGET, Jean “Estudios de Psicología Genética” EMECE Editores S.A. Buenos Aires, 1973. - PICHON-RIVIERE, Enrique. “El Proceso Grupal”. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, junio de 1990. - QUIROGA, Ana P. de .”Enfoques y Perspectivas en Psicología Social”. Ediciones Cinco. Buenos Aires, Mayo de 1990. - VIGOTSKY, Lev. “Pensamiento y lenguaje”. La Pléyade. Buenos Aires. 1986. Citado por Baquero, R. en “Aprendizaje”, Materiales de Enseñanza Destinados a la Capacitación Docente, Ministerio de Cultura y Educación, Argentina, 1994. REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA - VOL. 9 - Nº 1 (2008)