Estelles

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La política forestal de la Provincia de Córdoba y su impacto sobre los
Sistemas Productivos Campesinos
El autor es estudiante de la Universidad de Lleida –Catalunya/España- con
nacionalidad española y cuyo presente trabajo es válido para la conclusión de sus
estudios en Ingeniería de Montes como proyecto final de grado, durante la realización
de una pasantía de estudios en el curso académico 2008 en la facultad de agronomía de
la Universidad Nacional de Córdoba –Argentina-.
Autor: Xavier Luján Estellés
Email: [email protected] / [email protected]
Celular: 03512158886
La expansión agrícola observada en Argentina durante los últimos años en las
regiones extrapampeanas, responde a un conjunto complejo de causas tecnológicas,
económicas, ecológicas y de mercado. Este proceso está teniendo un fuerte impacto
ecológico y socioeconómico. Por un lado, está produciendo una fuerte transformación
del bosque nativo en tierra agrícola, y por otro, desplazando a muchos de los pequeños
productores que históricamente ocupaban la zona y que se dedicaban a la ganadería
extensiva.
Enfocado como un estudio de caso, esta investigación se propone analizar: a) cuál es
la problemática forestal de los pequeños productores del Departamento Rio Seco
(Provincia de Córdoba); b) cuáles son las potencialidades y limitaciones de la actual
política forestal dirigida a los pequeños productores; y c) cómo observan los pequeños
productores estas políticas y en qué medida éstas se adecuan a sus estrategias
productivas.
Los resultados de la investigación, permitirán conocer más ajustadamente en qué
medida la legislación vigente se adecua a la realidad de los pequeños productores, y si
éstas contribuyen a potenciar o limitar su desarrollo. Finalmente, se propondrá una serie
de propuestas técnicas y legales que se adecuen mejor a la realidad social y productiva
de uno de los sectores sociales más vulnerable de la sociedad argentina.
Palabras clave: Política forestal, legislación forestal, estrategias productivas
campesinas, deforestación, bosque nativo, Norte de Córdoba, expansión agrícola,
conflicto social.
1. Introducción
En el presente trabajo se pretende combinar por una parte el análisis y estudio dentro
del ámbito forestal -estudios para los cuales este trabajo está destinado a representar- y
por otra la vinculación que el monte mantiene con las formas sociales a las que sustenta,
ya que en muchas ocasiones éste tipo de enfoque ha sido obviado por la ciencia forestal
y sus respectivos trabajos tanto en España como en la República Argentina, y cuyo
análisis es de vital importancia para un correcto manejo, ordenación y conservación de
los bosques nativos.
En este sentido Argentina, y en especial el Norte de la Provincia de Córdoba,
representan una localización idónea para la realización de un proyecto de estas
características, tanto por sus condiciones geográficas, ambientales y políticas como por
los procesos socio-económicas ocurridos desde unas décadas atrás hasta la actualidad.
Es el sector agrícola-ganadero argentino un sector que a lo largo de su historia se ha
definido por su carácter exportador. La mayor parte de las materias primas que
Argentina produce están destinadas a otros países. Esto provoca que el campo argentino
sea especialmente sensible a las políticas y demandas generadas en el exterior. Son
actualmente China y Europa los principales destinos de las cosechas argentinas.
Cuando el mercado mundial, favorecido por políticas neoliberales, incrementó
significativamente la demanda de soja, este comoditti elevó considerablemente su precio
en el mercado y de ese modo Argentina acabó convirtiéndose en uno de los grandes
productores mundiales de esta oleaginosa.
La soja incrementó su superficie sembrada de una forma espectacular tanto en
campos donde antes había otros cultivos como así también campos creados en zonas
deforestadas para esta finalidad.
Una de las regiones donde se ha recurrido a la deforestación para dar paso al cultivo
de cereales y oleaginosas ha sido el norte de la Provincia de Córdoba. Cierto es que en
esta zona ya hace un siglo que se empezó a deforestar, ocupando los cultivos las zonas
donde las características del relieve eran idóneas -como las llanuras-, pero en los
últimos tiempos han ido surgiendo una seria de factores que han favorecido la
deforestación de las zonas donde permanecía –a duras penas- el bosque nativo. Algunos
de los factores que han favorecido este proceso han sido los siguientes:
A) Los cambios meteorológicos que en las últimas décadas se han producido en la
zona. El corrimiento de las isohietas ha provisto a este territorio de mayores
precipitaciones anuales alcanzando así los requerimientos hídricos que el cultivo
de soja necesita.
B) El paquete tecnológico que acompaña a la soja –transgénica- compuesto por la
siembra directa y todos sus agroquímicos que la acompañan, han favorecido la
implantación de esta en zonas históricamente restrictivas para la agricultura.
Esta zona, tiempo atrás, había estado ocupada por productores que aprovechaban el
monte y que vivían en él. Unos eran titulares de las tierras y otros no, aunque vivían allí
desde varias generaciones atrás. La aparición de los factores comentados anteriormente
hizo que el factor tierra incrementara alrededor de 20 veces el valor que tenía, situación
que provocó una fuerte reactivación del mercado de tierras y muchos productores –
obligados o por propia convicción- tuvieron que vender. A consecuencia de esto, se
inició un proceso que desembocó en la marcha de gran parte de estos productores, ya
fuera por su expulsión o por la venta de sus terrenos. Pero otra parte de estos
productores, decidieron quedarse y resistir, muchas veces en islas de bosque nativo
rodeados por un mar de cultivos (Càceres et. al. 2008).
El aprovechamiento del bosque por parte de estos productores para su subsistencia,
ha estado regido por normativas legales provenientes de los gobiernos nacionales o
provinciales, que en muchas ocasiones no se han adecuado a las realidades socioproductivas de estos y que más que ayudarles, les ha significado un inconveniente en
sus estrategias productivas frenando así su desarrollo.
Este trabajo pretende analizar en qué medida la normativa forestal vigente en la
provincia de Córdoba, se adecua a las necesidades y estrategias de los pequeños
productores de Córdoba, en el marco de los cambios ocurridos en la región en función
del proceso de agriculturización.
Para ello será necesario no sólo conocer cuáles son las políticas que desde la
administración provincial y nacional están destinadas al aprovechamiento forestal, sino
también conocer cuál es la importancia actual y el rol del monte nativo en el marco de
las estrategias productivas de los pequeños productores con una previa descripción de
éstas, en especial las de base forestal.
En función de lo anteriormente señalado, este proyecto pretende analizar ambas
situaciones para así poder encontrar propuestas técnico-políticas que se adecuen a las
realidades de estos productores y promuevan su desarrollo.
No hay que olvidar que esta parte de la población es de vital importancia para la
conservación del territorio forestal del país y su desarrollo conlleva un freno a los
procesos migratorios desordenados hacia las periferias de los núcleos urbanos.
2.
Área de estudio
El área de estudio es el Departamento de Río Seco, enmarcado en el norte de la
provincia de Córdoba, República de Argentina. Para los fines catastrales el
departamento de Río Seco se divide en 5 pedanías: Candelaria Sección Norte,
Candelaria Sección Sur, Estancia, Higuerillas y Villa de María. Este departamento
(6.754 Km2) tiene una forma irregular rectangular que se extiende en sentido Este-Oeste
con una extensión máxima de 190 Km abarcando desde los faldeos de las Sierras del
Norte hasta los bañados del Río Dulce en el Este. Así, pueden distinguirse tres regiones
fisiográficas: a) el faldeo de las Sierras del Norte (525 Km2); b) la llanura Extraserrana
Oriental (3.600 km2); c) la Depresión del Río Dulce (5.300 km2); y d) el Plano Alto
Montero-Ceres (550 Km2).
Desde el punto de vista climático el área de estudio se encuentra enmarcada en el
dominio Semi-seco con tendencia a Semi-húmedo. En general las precipitaciones
disminuyen de este (más de 600 mm anuales) a oeste (menos de 500 mm anuales) en la
zona del norte de la provincia m ientras que la temperatura media anual aumenta en
sentido contrario (18,6 ºC de temperatura media anual en Villa de Maria de Río Seco en
el sector oriental y 19,9 ºC en Quilino). También se observan cambios climáticos a
medida que se asciende en las laderas de las sierras: la temperatura disminuye y la
disponibilidad de agua es mayor como consecuencia del aumento local de las
precipitaciones y la menor evapotranspiración.
3. Metodología
El presente trabajo será enfocado como un estudio de caso, serán estudiadas cuales
son las realidades de unos pocos productores de la zona –alrededor de 10 productores-.
Los resultados de este análisis no serán válidos para poder ser extrapolados y para que
puedan servir como un patrón general de lo que está sucediendo en la provincia de
Córdoba o Argentina, pero si nos ayudará como un acercamiento a la realidad.
Para la recolección de la información el proceso se ha dividido en las siguientes
partes:

Fuentes primarias
a) Entrevistas en profundidad realizadas a dos pequeños productores del área de estudio.
b) Observación de los procesos productivos dominantes en los sistemas productivos de
los pequeños productores de la región.
c) Entrevistas a informantes calificados relacionados con la problemática en estudio.

El análisis de las fuentes secundarias estará dirigido al:
a) Análisis de documentos, legislación y otra información secundaria en los organismos
oficiales pertinentes (Secretaria de Ambiente de la Provincia de Córdoba).
b) Análisis de trabajos científicos y otras fuentes secundarias que ayuden a comprender
la problemática en estudio.
4. Contexto
4.1. Marco natural - ambiental
4.1.1. Gran Chaco
Este departamento pertenece a una unidad ecológica llamada Gran Chaco, cubre
una superficie de 1.066.000 Km2, extendiéndose a lo largo de las planicies cuaternarias
y sierras bajas del norte de Argentina, con 600.000 km2 equivalentes al 22% de la
superficie continental del país. Oeste de Paraguay y sudeste de Bolivia, extendiéndose el
extremo occidental del Estado de Mato Grosso do Sul en Brasil (Prado 1993,
Pennington et al. 2005). Su cobertura vegetal consiste en un mosaico de bosques
xerófilos estacionales, matorrales, sabanas y pastizales (Bucher y Saravia Toledo. 2001.
The Nature Conservancy et al. 2005, citado por Zak. 2008). Los bosques constituyen la
vegetación climáxica, aunque los pastizales mantenidos por el fuego, así como los
pastizales y sabanas edáficos, son también componentes importantes en el paisaje
natural (Adámoli et al. 1972, Morello y Adámoli 1974, citado por Zak. 2008). Este gran
mosaico de ambientes contiene las masas forestales más extensas de Sudamérica
después del Amazonas (a las vez que constituye la región forestal más grande de
Argentina), siendo una de las pocas regiones del mundo en las cuales la transición entre
las regiones tropicales y templadas no se presenta en la forma de un desierto, sino como
bosques xerófilos y otras comunidades características de climas semiáridos (Morello y
Adámoli. Prado 1993, citado por Zak. 2008).
4.1.2. Vegetación del norte de Córdoba
BOSQUE DE ASPIDOSPERMA QUEBRACHO BLANCO Y SCHINOPSIS
LORENTZII DE LA PLANICIE ORIENTAL
Este bosque ocupa la planicie oriental extendida entre la depresión de Mar
Chiquita, al este, y el sistema serrano, al oeste. Las formas predominantes del relieve en
las que se presenta son llanuras, tanto planas como suavemente onduladas.
La fisonomía predominante es la de un matorral semicerrado a cerrado o la de un
bosque bajo abierto, según el tiempo transcurrido después de la perturbación. El estrato
arbóreo del bosque original está reducido a emergentes de 6 a 7 metros de altura que
rara vez superan el 15% de cobertura. Los principales árboles son Aspidosperma
quebracho blanco, Acacia praecox, Zizyphus mistol, Prosopis pugionata (alpataco) y
Cercidium australe. En la planicie En la planicie oriental sules presentarse también
individuos aislados de Prosopis kuntzei y Trithrinax campestres.
Este bosque forma parte del Distrito Chaqueño occidental (Cabrera 1976, citado
por Cabido y Zak. 1999) y su área de distribución se extiende hacia el norte de la
provincia de Santiago del Estero. Hacia el sur se empobrece en especies arbóreas y se
confunde con los algarrobares del Espinal. A juzgar por las descripciones de Lorente y
Kurtz, el bosque de Aspidosperma quebracho blanco y Schinopsis lorentzii
seguramente se extendió por toda la planicie oriental hasta mediados o finales del siglo
XIX. La superficie que cubre en la provincia de Córdoba está actualmente reducida a
aproximadamente 66.000 ha, menos del 20% de su extensión original. En los territorios
cubiertos anteriormente por este bosque se encuentran hoy un mosaico de bosques y
matorrales, tierras de cultivo y campos abandonados de distinta antigüedad.
MATORRALES DE SUSTITUCIÓN Y BOSQUES SECUNDARIOS
Son las comunidades de sustitución o cicatrización de los bosques originales de las
planicies oriental y occidental, junto a la vegetación actual, las de mayor cobertura en el
norte de la provincia de Córdoba, ocupando alrededor de 1.096.000 ha. Su composición
no difiere significativamente de la del bosque, aunque su estructura ha sido modificada
por la tala, los incendios y el sobrepastoreo. La abundancia relativa y la distribución
espacial de sus componentes leñosos les confieren un aspecto característico.
La fisonomía predominante es la de un matorral semicerrado a cerrado o la de un
bosque bajo abierto, según el tiempo transcurrido después de la perturbación. El estrato
arbóreo del bosque original está reducido a emergentes de 6 a 7 metros de altura que
rara vez superan el 15% de cobertura. Los principales árboles son Aspidosperma
quebracho blanco, Acacia praecox, Zizyphus mistol, Prosopis pugionata (alpataco) y
Cercidium australe. En la planicie En la planicie oriental sules presentarse también
individuos aislados de Prosopis kuntzei y Trithrinax campestres.
El estrato predominante es el arbustivo, variando su altura entre 1,5 y 3m. Los
principales componentes en los matorrales de la planicie occidental son Larrea
divaricada (jarilla) y dos arbustos espinosos Mimozyganthus carinatus (lata) y Acacia
furcatispina (teatín). Estos están acompañados por numerosos arbustos entre los que se
destacan Mimosa detinens (garabato o garabato blanco), Celtis pallida (tala churqui),
Condalia microphylla (piquillín), Prosopis torquita (tintitaco), Ximenia americana
(albarillo del campo), Senna aphylla (pichana), Maytenus spinosa (abriboca), Geoffroea
decorticans (chañar) y Atamisquea emarginata (atamisqui). Algunas de estas especies
son también espinosas y suelen formar, junto a las dominantes, una matriz casi
impenetrable para el hombre y el ganado. Esta fisonomía se conoce localmente como
“fachinal”, siendo un estado escasamente productivo del bosque original. En la planicie
oriental la abundancia está repartida más equitativamente entre numerosos arbustos.
El estrato herbáceo tiene, en general, una cobertura reducida, y su composición es
similar a la del bosque, pero con menor abundancia de especies de valor forrajero. Entre
ellas se encuentra Gouinia paraguayensis, Trichloris crinita y Trichloris pluriflora. En
su reemplazo se presentan gramineas anuales como Bouteloua aristidoides y Bouteloua
barbata, que constituyen una oferta muy limitada para el ganado. Es conspicuo en estos
matorrales el desarrollo de un estrato muscinal rastrero compuesto por Selaginella
sellowii, hecho que prolifera sobre el suelo descubierto.
4.2. Cambio de uso del suelo
Según la tesis para optar a grado de doctor realizado por el Marcelo Román Zak,
(2008), en donde se analiza mediante análisis satelital el estado y los cambios en el uso
del suelo referente a la vegetación de la Provincia de Córdoba, de un total de 143.548
Km2 de cobertura vegetal extendida por llanuras y 21.773 Km2 extendida por sierras, la
vegetación cultural ocupa el 65% del total provincial. En este sentido los bosques
ocupan un total de 5.888 Km2 en las llanuras y 1.409 Km2 en las sierras, mientras que
sus comunidades de sustitución lo hacen por 10.465 Km2 y 2.308 Km2 respectivamente.
Un estudio realizado también en este trabajo que abarca un territorio de 27.000
Km2 localizado en el área Norte de la Provincia de Córdoba –la cual constituye la
mayor área boscosa provincial (Kurtz. 1904, Savayo. 1969, Zak. 2008) y en donde está
ubicada la zona de estudio del presente trabajo- demuestra que los bosques, siendo éste
el tipo de cobertura más afectado, han perdido alrededor de 12.000 Km2 entre zona de
llanura y montaña. Esto implica que en el territorio estudiado se ha perdido
aproximadamente el 85% de los bosques chaqueños originales, los cuales han sido
convertidos en cultivos anuales, pasturas implantadas o en comunidades en distintas
etapas de sucesión secundaria, a una tasa superior al 6% anual. También el proceso de
fragmentación de los bosques del Norte de Córdoba, originalmente continuos, ha sido
un evento extendido por todo el territorio. Los bosques serranos, por otra parte, han
sufrido la reducción más extrema, con una pérdida del 94% de la superficie existente a
mediados del siglo XX, a una tasa anual del 9,4%.
Simultáneamente, el mayor cambio ha ocurrido en la cobertura cultural –
convirtiéndose así en el principal factor directo de cambio en la cobertura forestal-, la
cual incrementó su superficie en más de un 790% pasando de ser una clase de cobertura
reducida a mostrar la mayor extensión en el área analizada.
Resultante de esto, la vegetación natural y semi-natural –en especial los bosquesse encuentra restringida a sitios con alguna limitante clara para la actividad agrícola, o
bien en sitios en los que, por razones económico-sociales, no se ha procedido aun a la
deforestación, siendo el paisaje más característico un complejo mosaico en donde
prevalece la vegetación cultural en asociación con vegetación secundaria.
Tales tasas de cambio se encuentran entre las más altas reportadas para el Gran
Chaco, superando incluso a las más altas registradas para distintas regiones tropicales
del planeta. De esta manera, la deforestación experimentada por el Norte de Córdoba
durante la mitad del siglo XX ha sido muy superior a la pérdida promedio mundial de
bosques estimada por la FAO (2001) para todo el siglo. Por otro lado, la tendencia
parece persistir, apoyando los resultados de este trabajo con los de la Dirección de
Bosque de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, la Provincia de Córdoba
es la provincia argentina con mayor tasa de deforestación de bosque nativo durante el
periodo 1998-2002 (Montenegro et al. 2005, citado por Zak. 2008).
4.3. Marco político - económico
Mediante un análisis de los procesos, que desde décadas atrás han ido ocurriendo
dentro del ámbito político-económico en la República Argentina, se puede llegar a
entender mejor cómo se ha llegado a la situación que hoy en día vive, tanto el agro y
bosque nativo argentino como la parte de la sociedad que está en estrecha relación con
ellos.
4.3.1. Un nuevo modelo agrícola
A partir de la década del 90 se produjo la profundización del patrón económico de
apertura y valorización económica en el país. En este marco, se implementaron una
serie de medidas de desregulación de la producción agropecuaria y del comercio interno
e internacional, que trasformaron a este sector en uno de los más abiertos del mundo.
Los principales organismos del Estado encargados de la orientación y supervisión de las
distintas actividades agropecuarias y agroindustriales –entre ellos la Junta Nacional de
Granos y la Junta Nacional de Carnes- fueron disueltos y desarticulados. También se
eliminaron las políticas regulatorias de fijación de cuotas de producción y de garantía de
precios mínimos para los productores.
Por diversos factores, a mediados de los años 90 la tendencia hacia la contracción
se detuvo. El sector agropecuario inició este nuevo ciclo de crecimiento, pero ahora en
una situación novedosa marcada por la salvaje desregulación. El fuerte aumento de los
precios de los productores agrícolas de exportación en un primer momento, junto con un
aumento significativo en la producción de cereales y oleaginosas de la mano de
innovaciones tecnológicas tales como la siembra directa y la incorporación de la soja
transgénica, implicaron un significativo aumento en la rentabilidad de las producciones
agrícolas, que se plasmó en una enérgica expansión de la superficie cultivada con estos
granos. Así se pasó de los 21,2 millones de hectáreas en la campaña 1994/95 a los 27,1
millones de hectáreas en 2001/02. Esta expansión se explica mayormente por el
aumento de la superficie sembrada de soja, que representa un 95,5% de dicho
incremento (Arceo y González, 2008).
4.3.2. La transformación del modelo rural
Un primer punto a destacar acerca de la presunta importancia económica del campo
es que sólo aporta en la actualidad el 8,4% del valor agregado generado en la economía.
Es más, el crecimiento de la producción del sector ascendió sólo al 3% del aumento
total del PBI en los últimos cinco años. Tampoco su peso en el empleo es muy
significativo, incluso si se incluye a los ocupados en las industrias de alimentos, sólo el
11,4% de los puestos de trabajo corresponden al sector (Rodríguez, 2005).
En cambio, como a lo largo de toda la historia argentina, de las actividades
agropecuarias de las actividades agropecuarias proviene la mayor parte de las divisas de
que dispone el país. Su participación en las exportaciones asciende al 57,4% del total,
considerando tanto las correspondientes a productos primarios como las de las
manufacturas de origen agropecuario, que por otra parte, se trata del mayor oferente de
bienes de consumo de los trabajadores (bienes-salario) de la economía argentina. Los
alimentos y bebidas constituyen el 31,3% de la canasta de consumo de la población y un
porcentaje aún mayor para los hogares más pobres (46,6% en el primer quintil de
ingresos). La variación en los precios tiene, por lo tanto, una influencia fundamental en
la evolución de los salarios reales (Arceo y González, 2008).
Se podría decir que la posición del agro dentro de la economía nacional está
signada por un marcado contraste, de una parte su peso dentro de la producción y el
empleo global del país no es, en comparación con otros sectores, demasiado
significativo. Pero por otro lado, el campo concentra dos recursos clave para la
economía nacional: provee buena parte de las divisas y de los alimentos para la
población.
4.3.3. Extraordinaria rentabilidad del agro
Las hiperganancias del grueso del sector agrícola en la post-convertibilidad, como
ya hemos ido dilucidando en puntos anteriores, tiene dos pilares, las mejoras de los
precios internacionales y la reducción de los costos de producción local expresados en
dólares. Desde el punto de vista de los ingresos el proceso es claro, el dinamismo de la
demanda mundial empujó el precio internacional de la soja, el girasol y el trigo a sus
niveles más altos en los últimos 25 años, y en el caso del maíz, de los últimos 12 años
(Nahón, 2008). Esta tendencia se agudizó todavía más desde 2006, y en el actual
contexto de inestabilidad financiera mundial también interviene otro componente, las
presiones especulativas sobre los precios de las commodittis.
Como consecuencia de todo ello, la superficie destinada a la producción de cereales
y oleaginosas continuó la expansión registrada desde mediados de los ’90 –la mayoría
de los casos en detrimento de la deforestación de bosque nativo-, pasando desde los
26,3 millones de hectáreas en la campaña 2000/01 a más de 30 millones de hectáreas en
2006/07. Este proceso se reflejó –a su vez- en un incremento de los volúmenes de
producción, que pasaron de 67 millones de toneladas a cerca de 94 millones de
toneladas en dicho periodo, fruto del aumento tanto de la superficie sembrada como de
los rendimientos por hectárea (Rodríguez y Arceo. 2005).
Pero este nuevo modelo no beneficia a todas las producciones ni a todos los
productores por igual. Si bien tanto los márgenes agrícolas como ganaderos se
incrementaron significativamente en los últimos años, este proceso no fue homogéneo
entre las distintas producciones. La mayor rentabilidad relativa de la producción
agrícola, y en particular la sojera, ha conducido a la persistencia del desplazamiento de
la actividad ganadera fuera de la zona núcleo de regiones como por ejemplo la
pampeana.
Pero más allá de las particularidades regionales y de cada cultivo, la elevación de
los niveles de rentabilidad en la producción agropecuaria se ha traducido en un
importante incremento del valor de la tierra, y –por ende- ha implicado una importante
ganancia patrimonial para los propietarios. La prevalencia de bajas tasas de interés en
los mercados financieros local e internacional incentivó también la compra de tierras,
reforzando la tendencia hacia el incremento de su precio. Concretamente, en estos
últimos años el alza de la tierra en la zona núcleo de la región pampeana ha sido
extraordinario, alcanzando por ejemplo en 2007 en la zona maicera de la provincia de
Buenos Aires 9.100 dólares por hectárea, valor notoriamente superior al registrado
durante la vigencia de convertibilidad, en donde promedió los 3.200 dólares por
hectárea (Márgenes Agropecuarios. 1995-2007 citado por Rodríguez y Arceo. 2005).
Así, los propietarios de tierras (los tradicionales “terratenientes”), fueran relativamente
grandes o pequeños, nacionales o extranjeros, se beneficiaron de un sustancial
incremento patrimonial en dólares, precisamente en una época en que el eje de la
política económica consiste en sostener un dólar sobrevaluado.
4.4. Marco legal
La ley Nº 13.253 de defensa del patrimonio forestal establecida el 1948 y
promulgada por el Gobierno de la Nación, es la ley a propósito de la cual se crean las
sucesivas leyes referentes a la conservación y regulación en el manejo de los bosques
tanto en la Provincia de Córdoba como en las demás provincias del resto del estado.
4.4.1. Evolución cronológica de leyes e instrumentos legales referidos a la
explotación de bosques y a la protección de la flora y del suelo regulados
por la Provincia de Córdoba
(Párrafo 4º del artículo 68º de la Constitución de la Provincia de Córdoba: “…el
Estado Provincial resguarda la supervivencia y conservación de los bosques, promueve
su explotación racional y correcto aprovechamiento, propende al desarrollo y mejora de
las especies y a su reposición mediante forestación y la reforestación que salvaguarde la
estabilidad ecológica…”).
Como ya hemos comentado líneas más arriba, es a partir de la ley Nº 13.253,
promulgada en el 1948 y de ámbito estatal, de donde se derivan las leyes, decretos y
demás figuras legales provinciales con relevancia especial en función de los objetivos
del presente trabajo. En función de esto se presenta un repaso cronológico que desde
mediados del s.XX hasta la actualidad ha habido en referencia a esta parte de la
legislación: Ley Nº 4186 del año 1949 promulgada por el Gobierno de la Provincia
cuyos objetivos eran la defensa de la riqueza forestal y de los suelos; Decreto Nº 5796
del mismo año, en el que se reglamenta la ley 4186, Ley de Bosques y suelos (Decreto-
ley) Nº 2111 del año 1956, los objetivos de la cual reside en la protección, conservación
y mejoramiento de flora y suelo de la Provincia, para su adecuado manejo con fines de
explotación racional. Aquí también se reestructuran las leyes Nº 4186, Nº 4296 y Nº
4405, de creación y funcionamiento de la Administración Provincial de Bosques y
Suelos). Una resolución sobre la anterior ley a destacar es la Nº 150 del año 1958 en la
que se declara bosque permanente las franjas boscosas que marginan las rutas, caminos
nacionales y provinciales dentro del territorio de la provincia. Por otra parte, otra
resolución digna de ser mencionada es la Nº 4343 del año 1965 en la que se prohíbe la
explotación, corte, etc., del quebracho colorado (Schinopsis lorensii) en el
Departamento de Río Seco. La siguiente figura legal aparece en el año 1981 y 1982 con
la ley Nº 6628 y ley Nº 6648 respectivamente, éstas adhieren a la Provincia de Córdoba
la ley nacional 22428/81 y crea Distritos de Conservación de Suelos. Al año siguiente se
presenta la Ley Nº 6964 -año 1983- donde se establecen las normas que regirán las
áreas naturales provinciales y sus ambientes silvestres y en el 1985 la Ley Nº 7343 de
principios rectores para la preservación, conservación, defensa y mejoramiento del
ambiente.
Mención a parte merece la Ley Nº 8066 del año 1991. Esta es una ley de gran
relevancia en la que se reglamenta la actividad forestal en Bosques Naturales e
Implantados y cuyo equivalente a nivel nacional es la ley Nº 13273. Representa una ley
con un abanico muy amplio en normativas que hasta la fecha permanecen vigentes. Más
tarde aparecen la Ley Nº 8311, del año 1993, en la que se modifica el artículo Nº 69 de
la Ley 8066/91 y la Ley Nº 8855 que anexiona a la Ley Nacional Nº 25080 de inversión
para bosques cultivados. Para arribar finalmente a la Ley Nº 9219 del año 2005 y cuyo
análisis se profundizará a continuación (Secretaría de Ambiente, Gobierno de Córdoba).
4.4.2. Ley 9219/05
Esta ley merece mención especial porque es en ella donde se prohíbe el desmonte
total de los bosques nativos y de donde se derivan los instrumentos legales que guían
sobre el aprovechamiento y manejo de los bosques nativos por parte –entre otros- de los
pequeños productores objeto de estudio en el presente trabajo. Esta ley determina que
cualquier intervención de los mismos debe autorizarla la Agencia Córdoba Ambiente
(Secretaria de Ambiente, Gobierno de Córdoba, 2008). Es una ley derivada de la
8066/91, que era una ley laxa en referencia al desmonte y que los habilitaba.
En su capítulo Nº 1 se prohíbe por el periodo de 10 años el desmonte total de bosque
nativo en cada una de las parcelas –públicas o privadas- ubicadas en todo el ámbito de
la provincia de Córdoba. Se debe entender por desmonte total como la eliminación por
completo de un bosque nativo con la finalidad de afectar esa superficie a actividades
que impongan un cambio en el uso del suelo.
Los desmontes selectivos son contemplados en el capítulo Nº 2. En él se determina
que este tipo de desmontes y toda otra intervención en el bosque nativo queda sujeta al
proceso de evaluación y autorización por parte de la Agencia Córdoba Ambiente
Sociedad del Estado o el organismo que en el futuro la sustituya, en su carácter de
Autoridad de Aplicación de la presente Ley.
4.4.3. Instrumentos legales actuales de aprovechamiento forestal
Dentro del marco de la normativa vigente de la ley 8066/91 se encuentra la
resolución Nº 010/05 de ‘Términos de Referencia para las Intervenciones sobre el
Bosque Nativo’ y el proyecto ‘Bases para la implementación de un sistema de apoyo a
los pequeños productores rurales para un correcto uso sustentable del bosque nativo’.
Estos son instrumentos legales creados como guías de instrucción sobre las actividades
destinadas al aprovechamiento del bosque nativo.
TÉRMINOS DE REFERENCIA PARA LAS INTERVENCIONES SOBRE EL
BOSQUE NATIVO
Aquí se definen ‘términos de referencia’ como el conjunto de lineamientos de
carácter técnico administrativo necesarios para satisfacer los requerimientos técnicos
frente a los distintos emprendimientos que se llevarán a cabo, además de ser útiles para
la elaboración del Aviso de Proyecto (AP) y el Estudio de Impacto Ambiental. El Aviso
de Proyecto constituye la propuesta de trabajo para la intervención sobre un área de
bosque nativo, la presentación de de cual se realizará, mediante la presentación de una
solicitud, ante la Autoridad de Aplicación para que los técnicos y profesionales evalúen
su aplicabilidad de acuerdo a su factibilidad y sustentabilidad. Algunos datos relevantes
de esta resolución son:
Estos términos de referencia buscan cumplir con los siguientes objetivos: a)
Establecer líneas generales de acción para la gestión y uso sostenible de los bosques
nativos, b) Reunir y compilar la información útil para el manejo del bosque, evaluada y
analizada, haciendo verificaciones de campo, c) Facilitar y orientar la elaboración del
AP como un instrumento rector de planeamiento y regulación y d) Asegurar que el AP
especifique objetivos y metas que guíen el manejo del Bosque y determine las acciones
a aplicar en el área, estableciendo prioridades y organizando las acciones futuras
(Secretaría de Ambiente, Gobierno de Córdoba)
Algunos aspectos a mencionar sobre los Términos de Referencia (IBN) son la
obligación de dejar como reservas forestales un determinado porcentaje de la superficie
total del campo, las mismas estarán cubiertas con bosques con sus tres estratos –
arbóreo, arbustivo y herbáceo- conformando núcleos1 y corredores biológicos2. Los
núcleos de cada campo deberán ubicarse de manera que se contacten con núcleos de
campos aledaños constituyendo masas boscosas más conspicuas a nivel zonal, las que a
su vez se conectarán con otras semejantes a través de los corredores ecológicos que las
unirán entre sí, procurando que todo el conjunto forme un entramado o malla continua
de bosque a nivel regional. La conformación de reserva es obligatoria tanto para los
desmontes como para cualquier tipo de aprovechamiento forestal’.
Los porcentajes de superficies intangibles en el tiempo son: a) en las Áreas
Naturales Protegidas, el 40% -núcleo y corredores biológicos- como mínimo de la
superficie total de la/las unidades catastrales correspondiente al establecimiento deberán
estar cubiertas por Bosque Nativo, y B) fuera de las Áreas Naturales Protegidas, el 30%
1
Núcleos: Área de bosque natural que se deja sin alterar con la finalidad de preservar la biodiversidad.
Corredor biológico: Franja de bosque nativo que une formaciones boscosas o reservas y cuya función
es permitir la libre circulación y difusión de las poblaciones de animales y vegetales silvestres. El ancho
mínimo deberá ser de 100 metros.
2
-núcleo y corredores biológicos- como mínimo de la superficie total de la/las unidades
catastrales correspondiente al establecimiento deberán estar cubiertas por Bosque
Nativo (Secretaría de Ambiente, Gobierno de Córdoba).
BASES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE UN SISTEMA DE APOYO A LOS
PEQUEÑOS PRODUCTORES RURALES PARA UN CORRECTO USO
SUSTENTABLE DEL BOSQUE NATIVO
(Artículo 11º de la ley 8066/91: “…El Poder Ejecutivo a través de la autoridad
forestal, elaborará las normas técnicas de utilización racional de los bosques que mejor
se adapten a las condiciones particulares de cada región, cualquiera sea el tipo de
bosques…”).
Se trata de un proyecto de implementación de un sistema participativo para el
manejo del recurso bosque a nivel local, refiriendose a un sistema de apoyo a los
pequeños productores rurales para el manejo del bosque, y presentado por el Área
Forestal a través de la Subcoordinación de Bosque Nativo de la Agencia Córdoba
Ambiente – Sociedad del Estado. En él se aprueban los ‘modelos de solicitud para el
aprovechamiento forestal’ y ‘solicitud de autorización para acopios forestales’.
Los objetivos que se pretende lograr con la implementación de este sistema son tres:
a) Regular el uso tradicional del bosque por parte de los pequeños productores rurales
del norte y oeste de la provincia a través del aprovechamiento forestal y el uso múltiple
del bosque de manera que sean ambientalmente sustentables, b) Apoyar los esfuerzos de
los pequeños productores por mejorar su situación socioeconómica y c) Capacitar y
asistir a los pequeños productores en el uso sustentable del bosque (Secretaría de
Ambiente, Gobierno de Córdoba).
5. Primeras reflexiones en torno al trabajo de campo
El espectacular avance de la frontera agropecuaria ocurrido en el Departamento de
Río Seco ha dotado de un nuevo panorama en la fisionomía de la zona que ha
provocado notorios cambios sobre los sistemas productivos de los pequeños productores
que allí residen.
Después de las primeras entrevistas a algunos de los productores de la zona, se
pueden ir dilucidando algunas reflexiones generales.
‘Mucha gente de la zona se fue... el 80% de la gente se fue y ahora son campos con
soja…’ (Pedro Calderón, productor de Sebastián Elcano)
La radicación en la zona de explotaciones de perfil empresarial, en muchos casos
manejadas por productores de origen pampeano, ha impuesto en la región una serie de
prácticas tecnológicas que hasta hace poco no estaban muy difundidas. Una de las más
importantes, por poner un ejemplo, ha sido el uso masivo de los alambrados
perimetrales, cosa que ha limitado drásticamente la zona de pasturas de las majadas de
los productores que antes circulaban con cierta libertad por terrenos colindantes.
A esto se suma una política forestal de regulación en el manejo del bosque nativo
que presuntamente no refleja las realidades ni las necesidades de los productores que
históricamente han vivido estrechamente vinculados a éste. Las primeras entrevistas
realizadas a éstos han demostrado esta hipótesis.
‘El monte a mi no me da resultado porque uno para poder hacer leña y esas cosas,
tiene que sacar un permiso y un permiso es muy difícil conseguir, así que es
improductivo para mi… uno va a Córdoba Ambiente y te dicen que la zona necesita un
30% de bosque nativo… y te dicen que ya no hay de esa cantidad, hay mucho menos,
un 15%. Desgraciadamente los que nos hemos quedado con el monte somos pobres así
que los pobres nos vimos en la obligación de mantener el equilibrio ecológico para
todo el mundo…’ (Coco Cabrera, productor de Sebastián Elcano).
‘A mi me perjudica tener eso como monte, porque eso no me da ni para mi ni para
los animales nada más que para que esté como un jardín… como un parque.’ (Teresa
Ramona Nieto, productora de Sebastián Elcano)
6. Bibliografía
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Transformación del Modelo Rural. Pp. 11. Buenos Aires.
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Desarrollo. Pp. 7. Buenos Aires.
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Ambiente,
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http://www.secretariadeambiente.cba.gov.ar/tramites_ABNtramites.html
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