Expte. Nro. 909-SI "DE LA ROSA, CARLOS LEON C/ MUNICIPALIDAD DE TIGRE Y OTROS S/ DAÑOS Y PERJUICIOS" En la ciudad de General San Martín, a los 30 días del mes de abril de 2007, se reúnen en acuerdo ordinario los jueces de la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo con asiento en San Martín para dictar sentencia en la causa Nº 909/07, caratulada “DE LA ROSA, CARLOS LEÓN C/ MUNICIPALIDAD DE TIGRE Y OTROS S/ DAÑOS Y PERJUICIOS”. Establecido el siguiente orden de votación, de acuerdo al sorteo efectuado: Dres. Saulquin y Bezzi, el tribunal estableció la siguiente cuestión a resolver: ¿Es admisible la presente el presente recurso de apelación? ¿En caso afirmativo, se ajusta a derecho la sentencia apelada? I.- Respecto a la primera cuestión: El Dr. Jorge Augusto Saulquin dijo: I.I. Que el Juez de Primera Instancia declaró la admisibilidad de la demanda interpuesta por el actor contra la Municipalidad de Tigre y otros, rechazando la excepción opuesta por la parte demanda. (fs. 116/117). I.II. Que contra dicho pronunciamiento, el letrado apoderado de la parte demandada interpuso recurso de apelación (fs. 120,121 y vta). I.III. Que a fs. 132 el magistrado de grado elevó las actuaciones a esta alzada por lo que corresponde decidir sobre la admisibilidad de la apelación. I.IV. Que el recurso articulado resulta formalmente admisible en tanto ha sido interpuesto en legal tiempo y forma. También lo es, por las especiales características en que se ha entablado la presente acción y las pretensiones que expone la actora, y por el modo en que esta acción ha sido declarada admisible en primera instancia. (art. 55, inc. 2, ap. a y 56 del CCA). La Dra. Bezzi adhiere a lo expuesto en el voto precedente. I.V Por consiguiente, corresponde conceder, con efectos suspensivos, el recurso de apelación interpuesto y fundado por la actora (arts. 56, inc. 5º y 58, inc. 2 del C.C.A.). Se deja constancia que no se ha articulado diligencia procesal alguna y que atento haber sido declarado admisible en primera instancia no se hace necesario que la presente consienta. (arts. 58 incs. 2º, segundo párrafo y 4º, C.C.A.). II. Que por lo decidido precedentemente corresponde tratar la segunda cuestión: El Dr. Saulquin dijo: II.I. Que a fs. 26/46 la actora inició juicio contra la Municipalidad de Tigre y otros reclamando el “...1) cobro de pesos por falta de pago de diez meses contratados por la Municipalidad de Tigre para que el suscripto prestara servicios a su favor y 2) indemnización por daños y perjuicios por la incapacidad de que resulto ser afectado en virtud de padecer distintas dolencias…motivadas en el accidente sufrido en cumplimiento de mis tareas al servicio de la Municipalidad de Tigre…” II.II. A fs. 96/98 la demandada -Municipalidad de Tigre-, opone excepción de inadmisibilidad de la pretensión por caducidad de la acción entablada con fundamento en los artículos 34, 35 y concordantes de la ley 12008. Manifiesta que el artículo 18 de la ley citada determina los plazos para deducir la pretensión en sede judicial y que los 90 días hábiles judiciales serán contados desde el día siguiente de la publicación del acto administrativo de alcance general o, en su caso, desde el siguiente a la notificación del acto definitivo que agota la vía administrativa y agrega “…En el caso del silencio administrativo , los plazos de caducidad los regula el artículo 16 del CCA, a los treinta (30) días hábiles a contar desde el pronto despacho…”. Más adelante agrega que habiéndose producido el silencio administrativo “…quedó expedita la vía administrativa, esto es a partir del día 29/06/2005. Que desde esa fecha (29/6/2005) el actor contaba con noventa (90) días hábiles judiciales para interponer la demanda”. Considera que el plazo para presentar la demanda caducó el 15/12/2005 y que dicha demanda fue interpuesta el 20/12/2005, por lo que entiende que el reclamo debe ser rechazado por extemporáneo. II.III. Que a fs. 112/114 la actora contesta el traslado a la excepción opuesta por la demandada. En su defensa argumenta que “… el art. 18 del Código Contencioso Administrativo no resulta de aplicación al caso de autos, por ser el presente, una acción en que se reclaman “daños y perjuicios” con carácter autónomo y no una relacionada con la impugnación de acto administrativo alguno” (el resaltado corresponde al original). Y agrega que atento a que el reclamo se efectúa en los términos del art. 1113 en forma autónoma es de aplicación el art. 20 inc. 2 del CCA en lo atinente a la prescripción de la acción y no el plazo de caducidad. Además sostiene que ha intentado sin lograrlo promover una conducta de la demandada, esta es el pago de una suma de dinero en virtud de perjuicios sufridos en ocasión del cumplimiento de un contrato, “…Es decir ha utilizado la denominada vía reclamatoria y no la impugnativa… la presente acción tiene por objeto que SS reconozca un derecho de orden patrimonial…quien guardara silencio ante la petición formulada en sede administrativa…” II.IV. A fs. 1165/7 el Juez de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo de San Isidro resolvió rechazar la excepción opuesta por la demandada Municipalidad de Tigre. Para ello considera que le asiste razón a la a actora en cuanto no es aplicable el plazo de caducidad del art. 18 del CCA en atención a que se reclama en autos daños y perjuicios no relacionados a la impugnación de un acto administrativo y considera abstracta la discusión en relación a los efectos que tiene el silencio administrativo por considerar que no es de aplicación al caso de autos. II. V. Contra esa decisión, la demandada dedujo recurso de apelación (fs. 120/121) y se agravia en forma parcial del mismo. Entiende que es errónea la decisión del señor juez y que se debe admitir parcialmente la caducidad en atención a que la actora entabló “dos acciones distintas”, los daños y perjuicios de un supuesto accidente y los salarios impagos derivados de su baja como personal administrativo. Afirma que el actor inició un expediente administrativo “…interponiendo un reclamo por la baja como contratado para mi mandante. Allí solicitaba su reincorporación como agente, lo cual dejó de lado en la demanda”. Más adelante agrega que el accionante “…eligió la vía administrativa por lo tanto su sometimiento a esa instancia hecha por tierra la suerte de su decisión. Ello es así, por cuanto el sometimiento a un régimen administrativo importa su agotamiento, para la ocurrencia al Poder Judicial: no existe un doble sistema que elegido el régimen administrativo, debe proceder a su agotamiento para que habilite su impugnación en sede judicial” Finalmente considera que es correcto que los daños y perjuicios reclamados derivados de un supuesto accidente no se hallan alcanzados por la caducidad de la acción Pero sostiene “…que se encuentra firme el acto administrativo que dispuso dejar sin efecto el Decreto 1545/03 y derivó en la baja del actor 2 como agente Municipal (decreto 717/2004) por lo que mi mandante nada adeuda por haberes al actor” Y concluye que debe hacerse lugar parcialmente a la excepción opuesta, “…en aquello no atinente a los daños y perjuicios reclamados del inexistente accidente que invoca”. II.VI. A fs. 128/131 la actora contesta la expresión de agravios. Afirma que la demandada modifica en la expresión de agravios los argumentos que expusiera al plantear la excepción de caducidad, por lo que solicita en primer término su rechazo por dicha causa. Sostiene que al oponer la excepción de caducidad planteó “…la caducidad de la acción contenciosa administrativa…” ; “… al momento de oponer la excepción de caducidad e inadmisibilidad –tal como la denomina-, jamás consideró que nuestra única pretensión implicara, sea explicita o implícitamente, la deducción de dos acciones como recién ahora lo afirma…” En segundo término niega que haya reclamado ante la administración su reincorporación. Que el reclamo fue al solo efecto de que “…se abonaran las sumas derivadas del incumplimiento contractual de la accionada como así también los perjuicios derivados de un siniestro producido con motivo de la ejecución de dicho contrato. Tal pretensión nada tiene que ver con solicitar la nulidad de un <acto administrativo>, nulidad que jamás fue objeto de petición alguna, sea ésta en sede administrativa como judicial”. En tercer término sostiene que al interponer la excepción la demandada la fundó en el silencio administrativo y que a partir de su producción se debía calcular el plazo de caducidad. Que esta posición no tiene andamiento ya que, afirma la actora siguiendo la doctrina que cita, el nuevo código no se ha apartado del anterior en cuanto el silencio de la administración no es un acto administrativo y frente a dicho silencio el administrado está facultado a continuar aguardando que la administración cumpla con su obligación de manifestarse de modo expreso. Finalmente reitera que la demandada introduce en la expresión de agravios que la caducidad se produjo como consecuencia de haber quedado firme el decreto municipal 717/2004 y un pedido de excepción parcial respecto al reclamo de haberes. II. VII. Conforme surge del expediente administrativo nº 41120015032/1 - acompañado a estas actuaciones -, el señor Carlos De La Rosa presentó ante la municipalidad de Tigre escrito cuya suma dice “Promueve reclamo administrativo" con fecha 17 de diciembre del año 2004. Conforme surge de lo expuesto a fs. 1 del mismo tiene por objeto: “...promover reclamo por 1) cobro de pesos por falta de pago de diez meses contratados por la municipalidad para que el suscripto prestara servicios a su favor y 2) indemnización por daños y perjuicios por la incapacidad de que resulto ser portador en virtud de padecer distintas dolencias…motivada en el accidente sufrido en cumplimiento de mi(s) tareas al servicio de la Municipalidad de Tigre…” (fs.111) Acompaña documentación en copias certificadas fs. 12 a 23. A fs. 24 con fecha 21 de diciembre de 2004 el Director General de Personal provee: “Se da traslado de la presente actuación a Asesoría Letrada, a los efectos que se sirva dictaminar sobre la misma” El último escrito agregado a este expediente es el de fecha 16 de mayo de 2005 presentado por el actor por el que solicita pronto despacho. 3 Dicho escrito no causó en la administración reacción alguna. Máxime no existe constancia del pase a la Asesoría Jurídica ordenado anteriormente por el Director General de Personal. Atento el tiempo transcurrido en las actuaciones es evidente que se ha producido el silencio de la administración. (art. 79 Dec. Ley 7647) Es exacto lo expuesto por la actora en cuanto en la expresión de agravios se intenta modificar la excepción interpuesta. Es por ello que nos debemos sujetar a la misma y a la expresión de agravios en cuanto no exceda la misma a los efectos de resguardar el principio de congruencia. No se puede introducir en este estado la cuestión referida a la falta de impugnación de un acto cuando se ha sostenido al plantear la excepción de caducidad que la misma se produjo a partir del silencio de la administración. II. VIII. Respecto a esto último y para este caso sostengo lo expuesto por este tribunal en la causa Nº 412/2005:: “A fin de resolver la cuestión traída a conocimiento de este Tribunal, corresponde evaluar en primer lugar si al configurarse el instituto del “silencio administrativo”, cabe según el ordenamiento jurídico vinculado al caso, aplicar el plazo de caducidad- Art. 18 del C.C.A-; y el presupuesto del “agotamiento de la vía” como requisito de admisibilidad de la pretensión-Art. 14-. En este aspecto, adelanto mi opinión en sentido contrario. Tal, el orden normativo: 1) El Art. 16 párrafo 1- regula el silencio administrativo para el caso de inactividad formal de los entes previstos en el Art. 1 del C.C.A., cuando hubieren vencido los plazos para resolver un recurso, reclamo o petición. Faculta al interesado a solicitar “pronto despacho”, y transcurridos 30 días hábiles administrativos desde esta solicitud, sin que se dictare el acto correspondiente, se presume la existencia de una resolución denegatoria o adversa para el interesado y quedará expedita la vía judicial Esto es, ante el silencio, no se presume que la autoridad administrativa ha actuado, por el contrario se sabe fehacientemente que no lo ha hecho. ( Cfr. MUÑOZ, Guillermo Andrés; “Silencio de la Administración y Plazos de Caducidad”, Edit. Astrea, 1982). Así, de la presunción legal “de una resolución adversa” no cabe inferir la existencia de “un acto desestimatorio presunto o tácito” al que le fuera aplicable el plazo de caducidad; máxime por la naturaleza del instituto y no encontrándose previsto expresamente en la ley. Ello se corrobora con lo establecido por el Art. 18 en cuanto al plazo para deducir la pretensión, y la forma de computarlo en los distintos supuestos, en tanto no prevé el plazo de caducidad `para el silencio. Asimismo, y en otro orden, el Art. 14 párrafo 1- inciso d) excluye del requisito de agotamiento de la vía administrativa, al caso del “silencio”. De tal forma, la consecuencia es que, no obstante la inacción administrativa, se faculta al particular para el acceso a la jurisdicción. Sea que se considere un hecho al que la ley asigna efectos jurídicos, o bien, una ficción legal con consecuencias jurídicas procesales, se trata de una institución concebida acorde al principio de juricidad, en tanto la Administración tiene el deber de actuar, y en orden al principio de tutela judicial efectiva, el cual no puede verse afectado por el incumplimiento de la autoridad administrativa.( Art. 18 de la Constitución Nacional; Arts. 8 y 25 del Pacto de San José de Costa Rica., y Art. 15 de la Constitución Provincial ). En tal sentido, se ha señalado que sería una injusta carga para el particular “permitir que la Administración, sin ninguna razón venza dos veces: 4 primero no resolviendo nada; segundo haciendo caducar el recurso” (FIORINI, Bartolomé, ¿Qué es el contencioso?, Pág. 275-276). En definitiva, configurado el “silencio administrativo” no rige el plazo de caducidad, y al referir el Art. 16 “quedará expedita la instancia judicial”, tiene el alcance de facultar al actor a interponer demanda judicial, o bien esperar que la administración manifieste su declaración de voluntad mediante el dictado de un acto expreso”. Así lo ha sostenido el Superior Tribunal Provincial al considerar que el “silencio negativo se conecta directamente con la garantía del acceso a la justicia... (E)n tal sentido, y como sostuve en anteriores pronunciamientos..." "...soy de la opinión que debe rechazarse toda hermenéutica que limite el acceso a la jurisdicción y cierre el camino a la jurisdicción (art. 15 Const. Prov.), por tratarse de una garantía que se erige en uno de los pilares básicos del estado de derecho (E)stimo que una interpretación contraria significaría imponerle al impugnante un “rigorismo ritual” que se traduciría en un cercenamiento de la garantía consagrada en el art. 18 de la Constitución nacional, en cuanto requiere que no se prive a nadie arbitrariamente de la adecuada y oportuna tutela de los derechos que pudieren asistirle, sino por medio de un proceso conducido en legal forma y que concluya con el dictado de una sentencia fundada (Fallos: 268: 266; 295: 906; 299:421, entre otras)...(F)inalmente destaco que, toda vez que la pretensión actoral se vincula con el reconocimiento de un derecho contractual, es pertinente recordar la explicación que efectúa la Corte Federal al decidir que existe una distinción entre la vía impugnatoria –que presume el agotamiento de las instancias administrativas cuya consecuencia sería necesariamente un pronunciamiento sobre la ilegitimidad del acto administrativo- y la reclamación del reconocimiento de un derecho cuya procedencia no depende de la declaración de invalidez de acto administrativo alguno (in re, “Schenider de Guelperín, Lina contra Municipalidad de Buenos Aires”, sent. del 24-IX-91). (cfr. doct. SCBA, B. 51837, “Empresa Ingeniero Gustavo Serafín Marín contra Municipalidad de Tandil. Tercero: Fiscalía de Estado. Demanda contencioso administrativa, S. 2-VI-1998”, el destacado no se encuentra en el original). Con dicho alcance, el Alto Tribunal Provincial ha expresado que: “(E)l silencio o retardación de la administración pública constituye, como es sabido, un instituto que tiene cabida ante la falta de pronunciamiento expreso (o inactividad formal) de la autoridad obligada a pronunciarse en un procedimiento administrativo. Ante tal circunstancia cumplidos los presupuestos que le son aplicables, la norma legal sustituye a la voluntad administrativa inexpresada, asignándole un determinado y concreto significado. (A)l menos, reunidas las condiciones exigidas para predicar la existencia del silencio, el interesado puede optar por iniciar un proceso en sede judicial, sin necesidad de aguardar el pronunciamiento expreso de la entidad pública más allá de los plazos aplicables, o esperar que este acto sea finalmente expedido. (A)quella opción, indudablemente, obedece a la funcionalidad de esta figura: se trata de una técnica establecida a favor del interesado en un procedimiento administrativo, para franquearle el acceso a la jurisdicción. Ella constituye, entonces, un emergente dogmático del debido proceso adjetivo en sede administrativa (arg. art. 15, Constitución provincial) que, entre otras manifestaciones, exige de las autoridades responsables el dictado de la resolución fundada o el impulso procedimental requerido, en tiempo hábil. (doct. SCBA, B. 61558, 6-VI-2005). 5 II.IX. En dichas condiciones corresponde considerar en este estado liminar del proceso que la acción intentada reúne los recaudos establecidos para su admisibilidad (art. 2, 12 inc. 2º y 3º, 14 inc. d), 16 y 18 del CCA ley 12008 –texto según ley 13101-). Por ello, propongo rechazar el recurso de apelación interpuesto y, en consecuencia confirmar la decisión de fs. 116 en cuanto declaró admisible la demanda articulada por los fundamentos aquí expuestos. Con costas por su orden (art. 51 del CCA). ASÍ VOTO. La Dra. Ana María Bezzi adhiere al voto precedente. III. En virtud del resultado del acuerdo que antecede, el tribunal RESUELVE: a) Conceder, con efectos suspensivos, el recurso de apelación interpuesto y fundado por la actora (arts. 56, inc. 5º y 58, inc. 2 del C.C.A.). Se deja constancia que no se ha articulado diligencia procesal alguna y que atento haber sido declarado admisible en primera instancia no se hace necesario que la presente consienta. (arts. 58 incs. 2º, segundo párrafo y 4º, C.C.A.). b) Rechazar el recurso de apelación interpuesto y, en consecuencia confirmar la decisión de fs. 116 en cuanto declaró admisible la demanda articulada por los fundamentos aquí expuestos. Con costas por su orden (art. 51 del CCA). Regístrese. Notifíquese y oportunamente devuélvase. JORGE AUGUSTO SAULQUIN ANA MARÍA BEZZI ANTE MI Luciano Marchetti Auxiliar Letrado Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo –San Martín. Registro de sentencias interlocutorias Nº .95....... fs. 267/272....... 6