ALEXANDER CORINA, BALLENT GUSTAVO, BAYERQUE ... PABLO, DE VANNA ARACELI, DÍAZ ... SESION INAUGURAL DEL 62º PERIODO ORDINARIO DE SESIONES

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SESION INAUGURAL DEL 62º PERIODO ORDINARIO DE SESIONES
CONCEJALES PRESENTES:
ALEXANDER CORINA, BALLENT GUSTAVO, BAYERQUE GABRIEL, BOSSIO
PABLO, DE VANNA ARACELI, DÍAZ CISNEROS PABLO, ERSINGER
CLAUDIO, FERNÁNDEZ BEATRIZ, FROLIK JUAN PABLO, GUTIÉRREZ
CAROLINA, IPARRAGUIRRE ROGELIO, LABARONI JOSE L., LOREAL
ADOLFO, LLANO FACUNDO,
MELI MATÍAS, MÉNDEZ DARÍO, NICOLINI
MARCOS L., POLICH NORA, POUME MARÍA E., VIDE MATILDE.
En la sala de Sesiones del Concejo Deliberante de la ciudad
de Tandil, jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires a un
día del mes de abril de dos mil dieciséis se reúnen en Sesión
Inaugural del sexagésimo segundo período ordinario de
Sesiones, los Sres. Concejales que firman el libro de
asistencia y figuran en el encabezamiento de la presente.
Habiendo quórum para sesionar, con la Presidencia del Dr.
Juan Pablo Frolik, asistido por el Secretario Sr. Diego
Palavecino y la presencia del Sr. Intendente Municipal Dr.
Miguel Ángel Lunghi, se declara abierta la Sesión.
PRESIDENTE FROLIK Buenos días Sras. y Sres. Concejales, Sr.
Intendente Municipal, autoridades militares, policiales,
eclesiásticas,
Consejeros
Escolares,
organizaciones
no
gubernamentales,
secretarios
del
Municipio,
de
la
organizaciones de la fe. Muy buenos días a todos, voy a pedir
que nos pongamos de pie, e invito al Sr. Intendente a izar la
bandera y luego vamos a entonar las estrofas del himno
nacional.
IZAMIENTO DE LA BANDERA
HIMNO NACIONAL
PRESIDENTE FROLIK: Siendo las 10 hs. 20 minutos con la
presencia de 20 Concejales vamos a dar comienzo a esta Sesión
Inaugural del 62 periodo ordinario de sesiones. Por
secretaría vamos a dar lectura al decreto de convocatoria.
someto a votación el decreto de convocatoria, quienes estén
por la afirmativa sírvanse
APROBADO POR UNANIMIDAD.
levantar
la
mano
por
favor.
SECRETARIO PALAVECINO
DECRETO Nº3232
ARTÍCULO 1º: Convócase para el día 1º de Abril a la hora
10:00, a la Sesión Inaugural del 62º Período de Sesiones
Ordinarias.
ARTÍCULO
2º:
Líbrense
por
Secretaría
las
citaciones
de
práctica a los Señores Concejales, hecho lo cual, dése al
Libro de Actas y Decretos e infórmese al Cuerpo en la próxima
reunión que se realice.
PRESIDENTE FROLIK: Tal como lo dispone el art. 5º del
Reglamento Interno debemos en esta Sesión designar los días y
horarios en que va a sesiones este CD en este período de
Sesiones ordinarias. Tiene la palabra el Concejal Nicolini.
CONCEJAL NICOLINI Gracias Sr. Presidente. Para proponer tal
cual lo viene haciendo este CD que las sesiones ordinarias se
realicen los segundos y cuartos jueves del mes a las 10 de la
mañana.
PRESIDENTE FROLIK: Tiene la palabra el Concejal Bossio.
CONCEJAL BOSSIO Gracias Sr. Presidente. Para acompañar la
moción del Concejal Nicolini.
PRESIDENTE FROLIK: Tiene la palabra la Concejal Beatriz
Fernández.
CONCEJAL FERNANDEZ El bloque del FR también acompaña la
moción del Concejal Nicolini.
PRESIDENTE FROLIK: Concejal Ersinger.
CONCEJAL ERSINGER Gracias Sr. Presidente. Para coincidir en
loo que me antecedieron en la palabra y acompañar la
propuesta del bloque oficialista.
PRESIDENTE FROLIK: Bien, someto a votación entonces la moción
del Concejal Nicolini, quienes estén por la afirmativa
sírvanse levantar la mano por favor. APROBADO POR UNANIMIDAD.
Como está propuesto para esta Sesión vamos a darle la palabra
al sr. Intendente Municipal Dr. Miguel Ángel Lunghi.
INTENDENTE LUNGHI. Sr. Presidente del Honorable Concejo
Deliberante, Dr. Juan Pablo Frolik. Sres. Concejales y Sres.
Consejeros Escolares. Miembros del Departamento Ejecutivo.
Autoridades civiles, militares y eclesiásticas. Señoras y
señores. En primer lugar quiero agradecer al pueblo de Tandil
la enorme distinción de haberme brindado una vez más su
confianza para continuar al frente del gobierno municipal.
Este acompañamiento de la sociedad me permite hoy, señores
concejales, por décima tercera vez estar compartiendo con
ustedes esa inagotable pasión que nos convoca. Esa pasión
llamada Tandil a partir de su primer acto institucional por
excelencia: la apertura de sesiones ordinarias en este
honorable cuerpo. No es este para mí un acontecimiento más a
pesar de resultar repetido. Significa un honor renovado, una
responsabilidad que se acrecienta y que exige redoblar al
máximo mi esfuerzo y compromiso por todos los tandilenses.
En
segundo
lugar
creo
que
se
hace
imprescindible
contextualizar estas palabras dentro del cambio de época que
vive nuestro país a partir del 10 diciembre del año pasado,
con la llegada de un nuevo gobierno tanto en el orden
nacional como en el orden provincial. Un acontecimiento
político novedoso e inédito aparece en el horizonte de la
Argentina con todo lo que esto produce: esperanza, nuevos
aires institucionales y también, como en todo proceso de
cambio, incertidumbre, de la mano de una coyuntura económica
compleja que naturalmente incide sobre los Municipios y sobre
el ánimo de la sociedad. Quiero rescatar el esfuerzo de todos
los tandilenses que sumado a una administración seria y
responsable ha permitido mantener el Municipio en marcha, aun
con limitaciones, pagar los salarios, brindar los servicios y
garantizar el funcionamiento de un sistema de salud público
igualitario y de excelencia. Si algo me ha caracterizado es
hablarles siempre con la verdad a mis vecinos. Estamos en un
momento económico delicado, todavía de transición en el
país. Esto implica que haya algunas obras demoradas y
proyectos que avanzan a un ritmo menor. Pero lo enfrentamos
redoblando nuestra mística, nuestra energía y nuestro
compromiso de gobernar para todos y seguir manteniendo mi
despacho de puertas abiertas a las ideas y al diálogo, que
son la quintaesencia de la democracia. Reafirmamos también
que estamos y estaremos trabajando fuertemente con políticas
sociales en los sectores más vulnerables de la comunidad
Este contexto no afectará ni la visión que tenemos sobre
Tandil ni la identidad hacedora de la gestión. Probablemente
deberemos avanzar un poco más lento en la dinámica en estos
meses, pero no nos detendrá en cuanto a las obras, los
proyectos y la hoja de ruta que trazamos en el viaje hacia el
Tandil del Bicentenario. Ese es nuestro puerto, el punto de
llegada conceptual y a ese viaje deseo invitarlos, señoras y
señores concejales, pero no sólo como pasajeros de una
travesía sino como protagonistas de la marcha. Se trata del
intercambio de ideas que propone la diversidad, y la noción
de que los enormes desafíos que contiene esta travesía
implican un compromiso de todos, más allá de cualquier signo
político, teniendo en cuenta que los únicos beneficiados en
ese camino hacia el Bicentenario serán los tandilenses que
día a día han hecho de nuestro lugar en el mundo el mejor de
los lugares. Pero que tengamos la mejor ciudad desde lo que
dicta nuestro sentimiento, y que aspiremos a ser la primera
ciudad de rango intermedio en calidad de vida de toda de la
República Argentina, no significa sentarse en el sillón del
conformismo ni del exitismo ante lo logrado. Todo lo que hoy
tenemos, los servicios que gozamos, el prestigio de Tandil en
el país y la región, y todo lo que nuestros vecinos nos
demandan de cara al futuro, deben ser el marco de una
reflexión profunda sobre distintos aspectos de la ciudad,
sobre su desarrollo sustentable y equitativo y todo lo que
ello implica. Hay una idea extendida de que nuestros derechos
más fundamentales o básicos no tienen costo alguno. Afirmar
lo contrario, asumir que a veces tenemos que renunciar o
postergar algo a fin de lograr o conservar derechos, muchas
veces es entendido como una amenaza a su preservación, como
una ofensa a la “conquista social”. Sin embargo, los derechos
que hoy gozamos, y todos los que nos propongamos alcanzar, la
alta calidad de vida que en general ofrece la ciudad, tienen,
en mayor o menor medida, costos económicos que debemos
afrontar entre todos. Y si protegerlos o exigirlos goza de
amplia y profunda aprobación, al mismo tiempo parece
olvidarse con facilidad que ese bienestar depende de una
acción estatal vigorosa. Debemos comprender que la supuesta
“gratuidad” de muchos derechos es un costo colectivo o
repartido entre el conjunto de los tandilenses. Esto nos
enfrenta, al menos, a dos conclusiones: la primera, que a
mayor demanda de bienes y servicios, mayor necesidad de dotar
de recursos al Municipio; la segunda, que no es posible
pedir, al mismo tiempo, que el Estado reduzca los recursos y
a
la
vez
dé
garantía
plena
a
nuestros
derechos.
En
este
sentido,
también
continuaremos
bregando
incansablemente por un verdadero federalismo, por una reforma
integral en la distribución de recursos que garantice la
autonomía económica y política de los Municipios. El siglo
XXI, se dice, es el siglo de las ciudades. Y esto implica
fortalecer y dar herramientas concretas a los Estados locales
para hacer frente a las nuevas demandas y necesidades de sus
habitantes. También quiero compartir con ustedes otro
pensamiento. Vivir en sociedad no es sólo reclamar derechos o
hablar de la ampliación de derechos. Es hora de una mirada
equilibrada, de saber y aceptar que cada derecho que
exigimos, nos impone un compromiso y un deber moral y de
equidad
para
con
los
demás.
Así,
por
ejemplo,
la
sustentabilidad de un sistema público de salud modelo como el
que tenemos, al que más adelante me referiré, exige actitudes
solidarias y equitativas de parte de quienes se atiendan en
él y puedan pagar el costo de la atención recibida o hacerlo
a través de su obra social. Otro tanto podríamos decir del
tránsito, que exige el compromiso de todos para hacerlo más
seguro y ordenado. O del excesivo consumo de agua por
habitante, que es necesario comenzar a revertir para evitar
dificultades futuras. No podemos esperar todo de la ciudad.
Hay muchas cosas que cambian a partir de nosotros mismos, y
la ciudad espera ese cambio por el bien de todos.
Venimos trabajando por un mejor vivir de los tandilenses
desde hace doce años, y los nuevos tiempos incluyen algunos
dilemas que hoy afectan a nuestra sociedad en su conjunto y
que imponen, al momento de iniciar el viaje, trazar un
resumen de hacia dónde vamos. El objetivo central de estos
cuatro años de gobierno es avanzar en las soluciones que
demanda el presente y a la vez consolidar las bases firmes
del Tandil de los próximos 15 años, de manera planificada y
participativa. Y para ellos miramos de frente a los desafíos
y nuevas demandas. No cultivamos la distracción ante los
conflictos y problemas que debemos afrontar juntos. Con
decisión y firmeza, pero sin creernos jamás dueños de la
“única verdad” sino construyendo en la diversidad y
pluralidad. En este rumbo trazado vamos hacia la renovación
del compromiso en profundizar nuestras políticas de Estado
para
la
realización
de
una
ciudad
sana,
segura
e
igualitaria. Huelga decir que una de las improntas de esta
gestión de gobierno ha estado enfocada en la salud pública, a
la cual le hemos destinado todos los recursos que había que
destinarle. No hay vida sin ella. Tampoco hay vida, o hay
vida amenazada, sin una ciudad que no actúa a fondo contra la
inseguridad, que es uno de los males de esta época. Y tampoco
hay una ciudad con mayor equidad y equilibro si nos
resignamos a que los vecinos de las barriadas más vulnerables
deban convivir con falencias de infraestructura que lastiman
su calidad de vida. Pocas veces, por no decir ninguna, el
destino ocurre como fatalidad. La única fatalidad es que a
los gobernantes no nos perturbe lo que a los vecinos les
causa un trastorno. Si algo no he perdido, o digamos que si
algo también se me ha ido acrecentando con el paso de los
años, es que cada vez me mortifica más lo que falta por hacer
en los sectores que más lo necesitan. Casi nunca pienso en
todo lo que hemos logrado. De manera permanente me desvela
todo lo que aún resta por concretarse. A estos tres grandes
desafíos de la ciudad sana, segura e igualitaria le debemos
sumar una encrucijada más ardua: cómo seguir construyendo el
desarrollo y el progreso que nos impuso la globalización del
siglo veintiuno sin perder la riqueza de la identidad
cultural lugareña forjada durante todo el siglo veinte cuando
éramos una ciudad-pueblo de cabo a rabo. No sólo porque nos
gusta la dimensión demográfica, la vida cotidiana y social
del Tandil actual, aún con todo lo que debemos perfeccionar,
sino también porque nacimos, crecimos y disfrutamos de ese
capital simbólico de habitar una ciudad que nos abraza con su
entorno de belleza serrana inigualable. Una ciudad que aún
preserva el conocimiento personal, el respeto a los mayores,
el trato mano a mano con el vecino, la amabilidad y
solidaridad, el árbol genealógico de la familia como
tradición
de
conocimiento
y
confianza
social,
y
la
continuidad de tradiciones que vienen de antaño, de usos y
costumbres que nos pertenecen y están arraigadas en lo más
hondo
de
la
idiosincrasia
de
los
tandilenses.
Es sabido que desde hace más de una década Tandil registra un
crecimiento
avasallante.
Y
este
fenómeno
social
–con
radicación de muchas industrias en el Parque Industrial pero
también con un nuevo paradigma en el modelo industrial
productivo nacional y global al que debemos incorporarnosexige más que nunca que el Estado Municipal y la actividad
privada –verdadera polea del progreso en Tandil- caminen
juntos como facilitadores del desarrollo. Como ya lo he dicho
en otras ocasiones, considero que el futuro de Tandil es el
desarrollo ordenado, sustentable, igualitario y que conserve
la escala humana de nuestra ciudad. Podría abrumarlos con
cifras y un listado interminable de obras y proyectos área
por área, secretaría por secretaría, que esta gestión se
propone como punto de partida del nuevo mandato de gobierno.
Sólo abrevaré en algunas cuestiones a los fines de ilustrar
con ejemplos ese viaje por una ciudad que observa logros
silenciosos. Somos la ciudad con una de las menores tasa de
mortalidad infantil de la provincia de Buenos Aires y con
mortalidad materna cero, con excelentes indicadores socio
sanitarios en todos los rubros medidos por el Ministerio de
Salud provincial; somos la ciudad pionera en la creación del
programa de accesibilidad socioeducativo PASE, que garantiza
el acceso gratuito al transporte público a todos los alumnos
de las escuelas estatales; somos la ciudad que creó el
refugio para víctimas de violencia de género, la Casa Abrigo
Hermana Martha Pelloni, única institución municipal de este
tipo en el territorio bonaerense. Somos la ciudad modelo por
la fortaleza y la capacidad innovadora de sus emprendedores,
de sus trabajadores y de las organizaciones de la sociedad
civil; la ciudad que se destaca por su desarrollo cultural,
artístico y educativo, que tiene también una Universidad
líder que nos enorgullece. Les hablaba de los tres pilares
para este mandato de gobierno, para consolidar una ciudad
sana, segura e integrada. Y como todos ustedes saben, la
salud es un derecho, y ésta ha sido una de nuestras
prioridades. A lo largo de doce años hemos consolidado ese
derecho con la creación de un Polo Sanitario de excelencia.
Dicho modelo de gestión es conocido en otros municipios como
el “Modelo Tandil”, un hecho que nos enorgullece. Pero no lo
hicimos solos. Si viajamos hacia lo que también se denomina
como la “Manzana de la Salud” veremos que allí se creó un
círculo virtuoso entre la sociedad y el gobierno. Y esto fue
así porque nadie hace nada solo. Le debemos a la convicción
inclaudicable de la señora Alicia Tita Brivio el actual
Centro de Salud Mental de Día que pudimos terminar y que
naturalmente lleva su nombre. Le debemos al empresario Jorge
Blanco Villegas la donación de un Hospital de Niños que día a
día consolida su crecimiento y es un referente en la región.
Lleva el nombre del Doctor Debilio Blanco Villegas, un médico
del conservadorismo popular de Tandil que hace 80 años
fusionaba sus ideas completamente opuestas con el dirigente
socialista Juan Nigro para que Tandil -en su primer
centenario- pudiera tener su propia Usina, la hoy Usina
Popular y Municipal. Ellos también pudieron viajar juntos en
el mar de la diversidad y ponerse de acuerdo en virtud a un
lema superior: las obras son de los vecinos y están incluso
por encima de las ideas. El único nombre propio que queda en
la historia es el topónimo Tandil. En ese Tandil sano y
saludable, que tiene también como pilares los profesionales y
personal del sistema de salud público, finalizamos la
ampliación de depósito de farmacia del Hospital Ramón
Santamarina y en el Hospital Debilio Blanco Villegas la obra
de la Unidad de Oncología infantil con compra de aparatología
mediante fondos de donaciones específicas para tal fin.
También he anunciado la creación de un Hospital Odontológico
y otro Oftalmológico, la finalización del proyecto de
Consultorios Externos, el crecimiento de la Internación
Domiciliaria, la atención de 24 horas en el Centro de Salud
del barrio 25 de mayo, y el desarrollo de varias
especialidades en calidad, que certifiquen su eficiencia para
seguir teniendo el renombre que hoy tiene la medicina pública
de Tandil. Y además estamos trabajando en la conversión del
actual Dispensario de Vías Respiratorias en un Centro de
Prevención de Salud, donde todos los análisis básicos y
diagnósticos por imágenes podrán realizarse en un sólo lugar,
en el mismo momento sin dilación de tiempo para el paciente.
Nos queda por delante la ansiada concreción del Seguro
Municipal de Salud, que otorgue la misma posibilidad de
acceso y calidad a todos los habitantes de nuestro partido.
En cuanto a la Atención Primaria profundizaremos el trabajo
desde, para y por la Salud Comunitaria. El enfoque de
derechos, la equidad, el enfoque de género, la docencia y la
investigación serán líneas indiscutidas de la gestión.
Por ello aseguramos la continuidad del trabajo que se está
realizando a través del Programa de Salud Sexual y
Reproductiva, como de la misma manera el Programa de
Nutrición Comunitaria sostenido por el Municipio y en
convenio con el Banco de Alimentos continuará como política
pública en esta etapa. La Vacunación también se planea como
un espacio de trabajo que asegura salud en los tandilenses.
Es de público conocimiento que las coberturas en todas las
vacunas del calendario alcanzan las metas fijadas por el
ministerio de salud y eso nos enorgullece porque hemos
llevado a cada barrio, a cada escuela, a cada organización
que así lo requiera las dosis necesarias para prevenir
enfermedades. Estos tiempos están atravesados por las
consecuencias de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles,
primeras causas de morbimortalidad en todo el país. Al
respecto hemos planteado dos líneas de trabajo: una
relacionada con pensar que este grupo de problemas es causado
en su mayoría por factores reversibles, por ende trabajaremos
en la dimensión asistencial, social y de trasformación
cultural en cada uno de ellos. Por otro lado realizaremos una
encuesta municipal para saber la prevalencia y las tendencias
en relación a estos factores de riesgo: la hipertensión
arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el
sedentarismo serán abordadas desde varios programas de la
Dirección que confluirán en resultados de una ciudad más
saludable. Ésta apuesta a la vida resulta insuficiente si no
cuidamos a nuestros vecinos en todos los aspectos de su vida
social. Por eso, en cuanto a la seguridad, el Tandil seguro
no puede quedar librado sólo a la retórica de las buenas
intenciones. Vivir seguros es un reclamo unánime de nuestros
vecinos. Los ciudadanos demandan un ejercicio efectivo de la
seguridad. Porque a cada vecino que le roban, le roban mucho
más que sus pertenencias. Le roban el esfuerzo, porque le
quitan un bien que lo hizo trabajando; le roban los
sentimientos
que
anidan
en
sus
cosas;
le
roban
la
tranquilidad, por el mal que ya padece y el riesgo que
amenaza; y le roban también la fe en las instituciones que
deben velar por su seguridad. A partir de esta realidad hemos
creado la Secretaría de Protección Ciudadana con el fin de
impulsar
decididamente
una
prevención
integral
de
la
violencia y el delito, respetuosa de los derechos humanos.
Es nuestro propósito, con la participación de la comunidad,
combinar equilibradamente la prevención situacional, que se
orienta a reducir las oportunidades para la comisión de
delitos, y la prevención social, que apunta a incidir
positivamente sobre condiciones o factores que generalmente
acompañan a la violencia y el delito, como la desocupación,
las
carencias
educativas,
las
desigualdades
sociales
profundas, entre otras. Se trata de un camino que comenzamos
a recorrer y que llevará tiempo, esfuerzo, inversión
constante, planificación y apoyo de todos los sectores de la
sociedad. Dentro de las líneas de acción de la prevención
situacional, hemos puesto en marcha un sistema de video
vigilancia urbana con incorporación de cien nuevos puntos de
captura de imágenes, extensión de la red de fibra óptica y
ampliación física y de recursos humanos del Centro de
Monitoreo. Esta modalidad de video vigilancia la extenderemos
a la zona rural. E iremos hacia la paulatina incorporación de
nuevas tecnologías para la video vigilancia, como lector de
patentes, alertas de movimientos anómalos, entre otros. En lo
inmediato, 33 efectivos se sumarán a la Policía Local. Hacia
mediados de año, se sumarán otros 40 agentes, y hacia fin de
año aproximadamente otros 80 efectivos más. Así, a fin de
2016, la Policía Local tendrá en las calles alrededor de 280
efectivos, incorporando además equipamiento de vehículos,
motos y bicicletas. Vamos también por la adquisición de
tecnologías aplicadas a la función policial: cámaras de video
en los patrulleros, localizadores personales satelitales para
agentes y rastreadores satelitales para móviles, y una
política de formación profesional continua para el manejo de
situaciones de conflicto, programas que se extenderán al
personal
afectado
al
Control
Vehicular
Urbano.
Esta
dependencia sumará la incorporación de nuevo equipamiento
como el remolcador grúa especial, pick ups, motocicletas y
tecnologías específicas en materia de nuevos alcoholímetros y
decibelímetros. Quiero detenerme en la prevención socialcomunitaria. A la violencia social se ha contestado
tradicionalmente y casi siempre, sólo con mayor severidad de
la legislación penal y con más y más policía. La observancia
de la ley y la actuación de la institución policial son,
ciertamente, instrumentos indispensables para asegurar la
pacífica convivencia y la efectividad de los derechos y las
libertades individuales. Pero no son los únicos y menos aún
suficientes. Por eso, propiciamos el ámbito de la prevención
social – comunitaria, que se orienta principalmente a
adolescentes
y
jóvenes
desocupados
o
subocupados,
generalmente fuera del sistema educativo, pertenecientes a
sectores sociales marginales o excluidos, en situaciones de
vulnerabilidad que los coloque en posición de conflicto con
la ley penal o en riesgo de estar involucrados en situaciones
de violencia. La prevención social y comunitaria implica
trabajar para tratar de revertir estas situaciones. Como
dije, llevará tiempo, esfuerzo, recursos presupuestarios,
planificación y apoyo de toda la sociedad. En materia de
Asistencia a la Víctima, además de los programas en marcha,
quiero anunciar que elevaremos próximamente un proyecto de
ordenanza que impulsará un Programa de Acceso a la Justicia
para personas víctimas de delitos graves, de violencia
familiar o de género, que será realidad gracias al fondo
especial creado a partir de la Tasa de Protección Ciudadana.
Por este programa, el Municipio pagará los gastos y
honorarios de los procesos judiciales que deban promover las
víctimas de delitos graves o de violencia de género que no
estén en condiciones económicas de afrontarlos por sus
propios medios, porque es hora de que el camino de la
“ampliación de derechos” se traduzca en “derechos en serio”,
en herramientas concretas que permitan su ejercicio, su
protección y su defensa. También los convoco a construir una
nueva cultura urbana, que no puede ser solamente patrimonial,
artística, o arquitectónica. Una nueva cultura urbana exige
que el espacio ciudadano adquiera una forma política y
encuentre una coherencia que le permita defenderse de la
desintegración. Una ciudad que nos brinde integración y
solidaridad,
tanto
como
seguridad.
Por
ello,
también
avanzaremos en un nuevo Código de Convivencia Urbana que
deberá contar con la mirada y la participación de todos. El
Tandil de la igualdad impone un equilibrio entre lo urgente y
lo importante. Pero frente a la necesidad, lo urgente y lo
importante
casi
funcionan
como
sinónimos.
Viajar hacia la periferia de ese Tandil profundo –como lo
recorro habitualmente barrio por barrio- implica poner los
pies en la tierra donde hay necesidades concretas, pero
también decenas de obras construidas. Los Fondos Permanentes
de gas, agua, cloacas y el Fondo de Inversión Vial
permitieron que vecinos de zonas con falta de desarrollo
accedan a estos servicios. Tenemos indicadores ejemplares al
respecto: el 92% de agua, alrededor de 80% de gas y cloacas,
son números que hacen de Tandil una excepcionalidad por
encima de la media provincial. Por citar solo algunos
ejemplos recientes, la creación del Centro Cívico en el
Barrio Palermo, el nuevo jardín maternal Pérez Esquivel y su
ampliación en marcha. En la misma línea consignamos el nuevo
Centro de Salud en el barrio 25 de Mayo, el nuevo espacio
deportivo y educativo en el Club Hípico con su pileta e
instalaciones, las 50 cuadras de pavimentos nuevos y
repavimentación en los últimos 12 meses, la ampliación en
ejecución del Jardín Maternal Cocomiel en Las Tunitas (hoy el
municipio cuenta con 4 jardines maternales) que funcionan en
turno mañana y turno tarde desarrollando acciones pedagógicas
educativas con casi 250 niños de entre 45 días y 3 años. El
trabajo en educación se complementa con las 6 escuelas
municipales
de
orientación
en
diferentes
disciplinas
artísticas que reúnen una matrícula de 1700 alumnos, entre
niños, jóvenes y adultos y talleres que funcionan en todo el
Partido de Tandil e implican la articulación de acciones con
45 instituciones de la comunidad. El programa de mejoramiento
habitacional con más de 85.000 bloques entregados a familias,
las 2700 tarjetas alimentarias, los $26.000.000 en alquileres
y subsidios y los $7.200.000 de entrega de materiales para
reparación de casas, son una demostración de sostenidas
políticas
de
integración
barrial.
Pero
también
están
presentes las necesidades que otros vecinos reclaman con
derecho y con respeto. Esas necesidades son obras de
infraestructura de envergadura que requieren de recursos
importantes, y algunas de ellas podemos anunciar con
satisfacción
de
inminente
comienzo. Estas
obras
tan
necesarias y esperadas las realizaremos con los fondos que
hemos acordado con el gobierno de la provincia de Buenos
Aires, a través del Fondo de Desarrollo Provincial, y que
sumarán un total de alrededor de 80 millones de pesos. En
este sentido quiero anunciar el inicio de varias obras de
desagües pluviales en la zona noreste, es decir todo el norte
de la ruta 226, por $8.408.500, que sumadas a las llevadas a
cabo durante 2015 irán poniendo fin al martirio que les deja
a los vecinos cada lluvia torrencial y abundante que cae
sobre Tandil y generando las condiciones adecuadas para el
desarrollo de la zona. También la ampliación de las redes de
gas en distintos barrios de la ciudad, en un total de 30
cuadras por un monto de más de $5.000.000. La adquisición de
2000 caños con una inversión del orden de los dos millones de
pesos para impulsar la ampliación de la Red Cloacal, en el
sector Noroeste de la ciudad beneficiada recientemente por la
construcción de un importante colector. La pavimentación del
acceso a los barrios La Movediza y El Tropezón a través de
las calles La Pastora y Azucena, 18 cuadras en total, con una
inversión de $16.600.000. Una obra que forma parte del plan
de Movilidad Vehicular para la zona norte, que incluye al
Barrio ProCreAr de 628 viviendas que será la tercera etapa
del ensanche y pavimentación de la Avenida Pujol entre
Quintana y Lunghi, una obra de $6.500.000. Quiero anunciar
también la obra del Colector Cloacal Aliviador en la zona
centro por $10.100.000 que dará respuesta al crecimiento de
esta zona que ha logrado una importante densificación en los
últimos años. La provisión de agua potable, rebombeo e
impulsión de zona La Elena, por $9.450.000, obra por la que
el Municipio inició gestiones en el año 2008 y que Dios
mediante podrá concretarse para satisfacción de una barriada
que luchó por superar esta carencia. Y el completamiento del
servicio medido de agua potable, avanzando en la equidad y en
la sostenibilidad de los recursos naturales, con la compra de
15 mil medidores domiciliarios de agua y accesorios por $
15.000.000. En nuestra mente, en nuestra concepción política
y en nuestro corazón hay un solo Tandil. En la realidad y en
la praxis de la gestión sabemos que hay una brecha de
desigualdad en cuanto a la calidad de vida que no aceptamos,
a la que no nos resignamos y que día a día luchamos para
reducir. En ello está puesto todo nuestro esfuerzo y
dedicación. No hay mayor felicidad para este intendente que
ha
sido
distinguido
con
el
más
honorable
de
los
reconocimientos –no el de la historia ni el de los libros de
los récords-, sino el reconocimiento de sus propios vecinos,
que haber podido aportar en estos doce años de gobierno al
menos un centímetro de bienestar en la vida cotidiana de los
tandilenses
que
más
lo
necesitaban. De
haber
podido
democratizar ese bienestar, a través de la prepotencia del
trabajo, para que el sueño cumplido de muchos sea alguna vez
el sueño cumplido de todos. Hablo en primera persona pero lo
hago en nombre de quienes formamos parte de esta gestión.
Durante el discurso de asunción del mandato en el Salón
Blanco de este Palacio Municipal hablé del dolor. Dije que
nos debía doler la gestión. Y ahora me permito agregar que
soy parte de una generación de tandilenses que deviene de los
ritos sociales y culturales de los tandileros más antiguos.
De ese mundo local chiquito donde el intendente del pueblo
era simplemente un vecino un poco más conocido que el resto,
a quienes sus vecinos ponían en ese lugar para que se
encargara de las cosas sencillas de la ciudad: tapar un
bache, cortar el pasto de las plazas, concurrir a los actos
oficiales con el único traje que tenía. Ese sigue siendo mi
orgullo. Que me siga doliendo un bache. Que me apasione
pintar una escuela, transformar un baldío en una plaza donde
se juega, se camina y se sueña. Y que siga yendo por las
casas de todos los barrios de Tandil que conozco desde hace
40 años, donde hoy me reciben con el mismo afecto como me
recibían cuando era el médico pediatra de la familia.
Pero a la vez, tengo la responsabilidad de ser el intendente
que está a la cabeza de un equipo de gobierno que tiene como
misión sentar las bases firmes del Tandil de los próximos
quince años. Un Tandil líder, moderno, diverso y abierto;
innovador,
productivo,
creativo,
con
igualdad
de
oportunidades, que se fortalezca en el conocimiento, la
educación, la cultura y en los valores cívicos, conservando y
fortaleciendo
su
identidad. Gobernar
es,
entre
otras
definiciones, atender el presente proyectando el futuro.
Planificar más allá de los tiempos políticos. Trabajar por
concreciones y proyectos que otros verán hacerse realidad.
El tesoro más preciado, el diploma intangible de aquellos
vecinos del Tandil pujante y emprendedor estaba y está hecho
por la cultura del trabajo. De ese mundo venimos nosotros, en
la tradición que forjaron nuestros padres y abuelos. De ese
orgullo por el trabajo como una épica de la voluntad, de la
responsabilidad, del amor propio, del ejemplo y el legado a
los hijos. El trabajo como una pasión sublevada contra la
adversidad. Del fruto de ese trabajo nacieron los talleres y
las fábricas, los oficios, la siembra, la cosecha, los
diarios, las bibliotecas, se levantaron casas y edificios,
puentes, calles y barrios, clubes, escuelas, iglesias, cuando
el trabajo era sinónimo de honradez, de decencia y
cumplimiento. Creo en definitiva en la fuerza reparadora y
progresista del trabajo y me comprometo a reinventar las
energías
para
estar
nuevamente
a
la
altura
de
los
acontecimientos. Les
debemos
a
nuestros
pioneros,
los
célebres y los anónimos, el carácter de esos hombres de roble
y miel para enfrentar las contrariedades de la vida, tal como
alguna vez lo dejó escrito José Ingenieros. “A los hombres
fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es
mayor
el
viento
que
se
opone
a
su
ascenso”.
Para muchos de nosotros navegar hacia el Bicentenario es
viajar hacia un lugar que no sabemos si vamos a ver. Y eso me
parece que es lo más importante de la política y de la vida:
transformar la realidad para los que vendrán. Dejar una
ciudad mejor a la que recibimos. Más bella, más saludable,
más segura, más igualitaria. En ese sendero vamos a seguir
avanzando a paso firme y constante, enfrentando las
adversidades
con
los
proyectos
estratégicos
rumbo
al
Bicentenario: con el nuevo Centro de Convenciones que tenemos
la firme expectativa de concretar en poco tiempo a partir de
la apertura del sobre número dos de la licitación pública;
con la culminación del Polo Informático para lo cual
contaremos con el apoyo de los estados provincial y nacional,
con el centro logístico y de distribución de mercaderías, con
los planes de integración y movilidad urbana sostenible, y
con el nuevo Centro Cívico Municipal que también tendrá apoyo
provincial.
También
avanzaremos
con
las
iniciativas
medioambientales como la extensión de la red de puntos
limpios y proyectos de energías renovables, con nueva
infraestructura deportiva de alto nivel, con herramientas
para la generación de suelo urbano y programas de mejora
habitacional, con los presupuestos participativos de Vela y
Gardey, con el crecimiento del Parque Industrial y de nuevos
sectores productivos con alto valor agregado, y con las
acciones y programas que profundicen aún más a Tandil como
ciudad del conocimiento, la educación y la cultura.
Finalmente
quisiera
que
me
permitan
dos
digresiones
históricas que se arraigan con el presente argentino.
Ayer se cumplieron siete años de la partida de un hombre
sencillo, honesto, austero, un luchador, un hombre como de
otra época que nos recuerda aquella cita tan luminosa: “¡Hay
hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan
un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son
muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son
los
imprescindibles”.
Vaya
este
homenaje
a
nuestro
imprescindible y querido Raúl Ricardo Alfonsín. Y este año se
está cumpliendo el centenario de la primera elección bajo la
ley Sáenz Peña que estableció el voto universal secreto y
obligatorio para los ciudadanos argentinos. Lo que configuró
un notable avance para la cultura de la democracia.
Señores concejales: todos nosotros somos frutos del árbol de
la democracia. Aquí estamos por decisión de nuestros vecinos.
La democracia es para nosotros lo que la nube al cielo, la
harina al pan, el barco al mar, la sombra al árbol, la tiza
al pizarrón, el leño al fuego. Por ella trabajamos,
debatimos, soñamos. Tenemos un cielo en común y ese cielo es
la democracia que entre todos seguimos construyendo día a día
desde
nuestro
pequeño
lugar
en
el
mundo.
Con el espíritu de profundizar honestamente juntos una
tradición democrática plural y para siempre, declaro abierto
el sexagésimo segundo período de sesiones ordinarias del
Honorable Concejo Deliberante. Muchas gracias.
PRESIDENTE FROLIK: Muchas gracias Sr. Intendente. Siendo las
11 hs. 10 minutos, dejamos formalmente inaugurado el 62
período Ordinario de Sesiones. Muchísimas gracias a todos.
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