1 CONTEXTO SO. PO. ID. ECO. El poder político y la economía bajo Porfirio Díaz (1876-1910) En el aspecto político, durante el periodo porfirista se produjo una gran centralización del poder en manos del presidente de la República. Se puede simbolizar esta revolución en el cambio de lema, nunca expresado pero aplicado en la práctica: del “Sufragio efectivo no, ¡reelección!” Durante los últimos quince años del porfiriato tuvo gran importancia el grupo de los “científicos”, llamados así porque afirmaban gobernar según las reglas de la ciencia. Su jefe era José Y. Limantour, secretario de hacienda. Aprovechando sus altos puestos en el gobierno apoyaron a los inversionistas extranjeros y a algunos nacionales y en varios casos se asociaron a ellos. El presidente Porfirio Díaz, siempre fomentó la rivalidad entre las distintas fuerzas políticas, para evitar que se formara un grupo capaz de cuestionar su autoridad. En los quince años finales de del periodo fue especialmente notoria la pugna que enfrentaba a los militares con los “científicos”. La población paso de 10 a 15 mil millones, con un fuerte crecimiento de las principales ciudades. En el norte, donde este incremento fue especialmente notorio, predominaban mineros y trabajadores de las haciendas ganaderas, y se formo una considerable capa de rancheros. Entre los habitantes del Centro y Sur se mantenían fuertes tradiciones indígenas y coloniales. También subsistían en muchas regiones de la Republica pueblos aborígenes que conservaban su cultura y sus y sus formas de gobierno y mantenían una fuerte cohesión interna. En todo el país existía desde antes un reducido grupo de familias dueños de grandes propiedades, al que añadieron nuevos dueños de fortunas. Durante la primera mitad del prolongado régimen porfirista se desarrollaron las capas medias, pero la dificultad para seguir mejorando o acceder a puestos de mejor nivel produjo, desde fines del siglo XIX, un creciente descontento en este sector. La economía se desarrolló con la creación de una extensa red ferroviaria y el fenómeno a la minería y la industria. Solo la agricultura, la ganadería, la producción artesanal el pequeño comercio eran predominantemente mexicanos, mientras que las grandes empresas mineras, petroleras, industriales y comerciales estaban en manos extranjeras. La propiedad rural se concentro crecientemente en las haciendas, algunas de ellas trabajadas con métodos modernos aunque en general se seguían empleando técnicas primitivas. Los campesinos, en su mayoría, estaban sujetados a los hacendados y vivían en la miseria. Los latifundistas se apoderaron de la mayor parte de las tierras legalmente sin 2 dueños y de otras, pertenecientes a pueblos indígenas o a pequeños propietarios. En algunas regiones del país subsistieron o aparecieron rancheros que disfrutaban de un modesto bienestar. Entre las capas adineradas y medias de la población se difundieron estilos de vida influenciados fuertemente por la cultura francesa y su visión romántica de la vida. Hubo intensa actividad artística y científica, se crearon escuelas e institutos de investigación y se fundó la Universidad Nacional. Al mismo tiempo, continuaba el analfabetismo de la mayoría de la población. En muchas regiones hubo levantamientos de campesinos, rápidamente aplastados, pero las sublevaciones de los yaquis en Sonora y los mayas en el actual estado de Quintana Roo dieron lugar a prolongadas y sangrientas guerras. Con la aparición de la industria moderna se formó una nueva clase trabajadora, que pronto creó distintas organizaciones para luchar por mejores salarios y contra la discriminación que sufría frente a los obreros extranjeros y el dominio arbitrario de los patrones. Entre las muchas huelgas realizadas, reprimidas siempre con violencia, destacaron las de Cananea y de Río Blanco, en 1906 y 1907, respectivamente. Los ingresos de los trabajadores se redujeron un una cuarta parte durante el periodo. En la primera década del siglo XX se acentuaron los problemas nacionales, dando lugar al estallido de la Revolución en 1910. Continúa hasta hoy el debate acerca del periodo porfirista, sin duda de gran trascendencia en la historia de México. Para unos, se trata de una época de grandes beneficios para el país, refiriéndose sobre todo a los éxitos alcanzados en su modernización, al incremento de la producción y a la formación de un núcleo de personas de alta cultura. Otros , en cambio, ven sobre todo la mayor dependencia respecto al extranjero, la concentración de la riqueza frente a una creciente miseria popular y la dictadura que privaba al pueblo de toda participación en la vida pública, y consideran que los beneficios fueron para una reducida minoría a costa de la mayoría. 3 LA QUINTA CASA DE CORREOS DE SU HISTORIA CONSTRUCTIVA Hacia el año de 1900, la secretaría de Comunicaciones y Obras públicas preocupada por el notable incremento que de día en día adquiere el ramo de Correos, acordó la conveniencia de erigir un nuevo edificio que a la vez que tuviera la amplitud necesaria para el buen servicio, marcara el futuro del grado de progreso y bienestar por el que actualmente cruzaba la nación. Las grandes construcciones emprendidas por nuestro gobierno, como son el Teatro Nacional y el Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas, próximos a la Casa de Correos darán el embellecimiento de la capital, dando lugar a la sustitución de edificios de estilo antiguo por otros más acordes con las necesidades de la época. El nuevo Edificio de Correos se ha levantado sobre el parea de 3,484 metros cuadrados que anteriormente ocupaba la propiedad federal conocida por el Hospital de Terceros, en la zona de la ciudad correspondiente al Cuartel número 3, manzana número 1, limitada por las calles de San Andrés, al Norte: Callejón de la Condesa, al Oriente; Calle de Santa Isabel, al Poniente, y propiedad particular, al Sur. Antes de proceder al estudio del proyecto, la Secretaría del Comunicaciones y Obras Públicas consideró con justicia que la Dirección General de Correos, como única competente, formulará un anteproyecto de distribución, de acuerdo con sus necesidades y el terreno de que se disponía, dando esto por resultado que se requería un área considerada cuatro veces, ó en otros términos, un edificio de cuatro pisos, suficiente para la locación de las oficinas principales, puesto que en la ciudad se establecerían las sucursales necesarias para el mejor servicio público. Toco la honra al arquitecto Boari y al que habla, de ser designados para llevar á la práctica los ideales del supremo gobierno y previos los estudios, planos y especificaciones aprobados por la Secretaría del Ramo, se dio principio a los trabajos el 8 de julio de 1901, con la demolición de la escuela de comercio. El estilo general del edificio obedece al español antiguo, anterior a la época de la Conquista, conocido por Plateresco, y su construcción se ha efectuado de acuerdo con sus procedimientos más recientes del arte de construir. La siguiente ilistración nos muestra el plano del segundo piso del edificio de Correos. Conocida la poca resistencia del subsuelo de la capital, se ha procurado, hasta donde prácticamente es posible, disminuir el peso total de la masa que sobre el terreno reacciona, para cuyo fin se siguió el sistema de esqueleto constituido por columnas y viguetas de acero, las cuales ligadas íntimamente, garantiza la estabilidad de la obra. 4 Pisos, techos y muros divisorios construidos con material incombustible El espesor de los muros se ha reducido al mínimo, de conformidad con los detalles arquitectónicos y la resistencia de los materiales empleados, obteniéndose por lo tanto, la doble ventaja de la amplitud interior de los departamentos y la economía en el costo peso que gravita sobre las fundaciones. Un sistema de columnas para garantizar la estabilidad de la obra. Todos los sillares de piedra que demuestran las fachadas están ligados entre sí por amarres de hierro y a su vez con las columnas, con el objeto de hacer trabajar mejor el conjunto y prevenir, hasta donde prácticamente es posible, el efecto de los temblores y los hundimientos del subsuelo. Primer patio interior. Fragmento del corte transversal y su realización en 1907. Para aminorar las consecuencias de un incendio todos los techos, pisos y tabiques divisorios, se han construido con materiales incombustibles que envuelven y aíslan al fierro. El edificio, arriba de las fundaciones, reposa sobre una plataforma continua de acero y concreto convenientemente distribuido. Al practicarse la perforación del pozo artesiano, se encontró que hasta la profundidad de 46 metros había una capa resistente, siendo la intermedia entre ésta y los cimientos, de lodo muy comprensible y es de esperarse que el edificio sufra hundimientos imposibles de evitar, pero si se ha procurado, que sean uniformes en toda la superficie dado el sistema de erección de esqueleto, y el poco peso relativo de la construcción. 5 La distribución general, obedece a las necesidades del objeto para que ha sido creada. Las obras de decoración, pintura, carpintería, etc., se encomendaron, previa la autorización de la secretaría del Ramo, a personas que por su honorabilidad y competencial pudieran satisfacer, como lo han hecho, los deseos del Supremo Gobierno. El servicio de aguas para las necesidades del edificio, es abastecido por un pozo artesiano que rinde más de 200 litros por minuto, quedando por lo expuesto, perfectamente garantizado dicho servicio, bajo el punto de vista higiénico y tener almacenada una gran cantidad de ese líquido en los tanques y cañerías para atacar violentamente un incendio, haciendo uso de mangueras y llaves instaladas al efecto. Por la disposición misma de las plantas de los diferentes pisos, la ventilación y alumbrado son satisfactorios, así como la instalación eléctrica de las lámparas, teléfonos y campanas. El costo total del edificio según arrojan las cuentas debidamente comprobadas que obra en poder de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y de la Tesorería General de la Nación, fue de $ 2, 921,009.94. Y finalmente debido a la confianza, buen tino y dirección del Ministerio del Ramo, a cargo del señor General Don Francisco Z. Mena, al principio de la obra, y del señor Ingeniero Don Leonardo Fernández hasta la conclusión de la misma, ésta se pudo continuar sin la menor interrupción. 6 EL ESTILO ARQUITECTONICO. Al hacer referencias o consideraciones sobre el estilo del edificio, los críticos han encontrado siempre que es difícil su clasificación precisa por la variedad de elementos e influencias que muestra. Justo Fernández, por ejemplo nos dice: El edificio de correos fue proyectado en un estilo híbrido, medio renacimiento Italiano y medio Gótico isabelino en sus detalles, todo de un excelente acabado. Tiene la ventaja de que su estructura es moderna, y así no obstante sus leones, angelillos, flores, hojarascas y calados venecianos, logias y demás, la plata es fundamentalmente buena, pues Boari no era un arquitecto adocenado. Por su parte en el magnifico y cuidadoso estudio que el mismo edificio hace F. Arturo Schroeder lo considera esencialmente ecléctico y nos aclara hasta donde puede advertirse la frecuentemente mencionada influencia italiana, en especial la del Palacio Ducal de Venecia influencia que no es de extrañar siendo Boari Italiano. También se percibe una gran semejanza entre la logia del palacio veneciano y el segundo patio de nuestro edifico de Correos. El diseño de la logia del Palacio Ducal con la serie de columnillas que sostienen arcos conopiales que al irse entrelazando en la parte superior forman una rítmica serie de pequeños rosetones que se abren sobre y en el eje de las columnas, es prácticamente igual al que aparece en el segundo patio del Correo, en la también especie de logia que corriendo toda el perímetro de azotea eleva la estructura del plafón y sirve como ventanearía vertical para permitir mayor luz y ventilación. En cuanto al tema del eclecticismo es una forma o actitud conciliatoria y selectiva y puesto que la raíz griega significa escoger, aplicado a las artes, es la manera de escoger lo 7 mejor o más conveniente preguntarnos qué pensaba al respecto sus constructores. Las puertas y ventanas con cerramiento en arco de la planta baja mucho recuerdan, por su ancho y vigoroso dovelaje, ejemplares góticos y platerescos abundantes en toda la península ibérica. En esta última se distingue por el encuadre de los alfices de arábiga estirpe, que aquí aparece sobre todas las puertas de entrada en las tres fachadas principales y más marcadamente, en el pan- coupé. LAS FACHADAS. Aparentemente, en un vistazo superficial del exterior, las fachadas del edificio son iguales por repetir el mismo tipo de elementos ornamentales y proporción en sus vanos, sobre todo de la ventanería, por una observación más detenida nos deja ver que , !todas son distintas!, hasta en las dimensiones longitudinales debido a la presencia del pan-coupe, sin embargo la sensación de unidad permanece por la repetición de los elementos ornamentales que, aunque variados, se distribuyen ordenada y armónicamente en sus cuatro niveles. FACHADA NORTE, que va de la calle de Tacuba. se le considera principal por marcar el eje longitudinal norte sur, que une los dos patios cubiertos interiores. en ella hay una sola portada de ingreso, bellamente compuesto con un solo gran arco de ingreso y sobre él, doble y triple sección de ventanas más ricamente ornamentadas acusando a la vez segundo y tercer nivel. Fachada que ve a la calle Tacuba FACHADA PONIENTE que ve al Teatro Nacional o Bellas Artes. 8 Es en realidad la de mejores posibilidades visuales, porque tiene mayor amplitud en sus cuatro accesos; que podrían ser iguales, pero dos de ellos están ocupados por los buzones externos. Sobre estos cuatro vanos, hay también una excelencia de ventanas, pero lo que podríamos acentuar, como nota exclusiva de esta fachada, es la presencia de conchas o veneras. La fachada poniente es la única que tiene veneras en número de diez; ocho sobre las cuatro puertas,- dos a dos bajo las ventanas del segundo nivel- y dos a los lados del gallardo escudo nacional de la portada exenta de servicio. Fachada que ve a Bellas Artes. FACHADA ORIENTE, que ve a Minería y Callejón de la Condesa. Tiene un doble ingreso, quizá indicando entrada y salida, conforme a lo angosto del callejón de la Condesa y, aunque no podría haber un eventual congestionamiento no deja de recordarnos la tradicional historia de las dos carrozas que en este callejón, por dignidad aristocrática colonial, no retrocedía ni una ni otra, dando nombre al callejón. El ingreso al patio de servicio, entre dos pilarones con carácter gótico, tiene en su medio, dos quiméricas representaciones de grifos vigilantes, a la manera medieval. FACHADA SUR. Es la más sencilla y despojada de ornamentación por el escaso y casi nulo espacio para su apreciación. En sus extremos oriente y poniente la limitan dos torreones salientes en los que las ventanas están decoradas en forma similar a las correspondientes al nororiente, carece de los angelillos tenantes de los fustes de columnas en las ventanas del tercer nivel, que van lisos. En la parte superior desaparece la Logia, pero se conserva el entrepecho del balcón corrido. EL PAN-COUPÉ. Lo que podría parecer para el tiempo, una novedad, o 9 afrancesamiento, según se le llama, ya tenía antecedentes, no solo digamos españoles, sino hasta locales coloniales, con su termino más nuestro como es el de chaflán, achatamiento, o esviaje angular. En esto que podríamos considerar quinto fragmento fachadístico, lo más interesante es la fachada de ingreso, muy a la mudéjar, con su declarado alfiz que en sus extremos aloja dos grandes bueyes sobre escudos vacíos que algo nos quieren decir con su presencia puesto que el buey es el símbolo de “todos los que soportan paciente su yugo y trabajan en silencio para bien de los demás” En el segundo y tercer nivel se reitera aquí, las más ricas ventanas de las otras fachadas, para que el tiempo, por medio del reloj, en personal recuadro, con leones rampantes y bajo marco mixtilíneo, igual al del remate de la portada de servicio y con vació escudo defensor, las manecillas actúen silenciosamente, indicando al transeúnte la fugacidad de lo que se vive y comunica. Los tres pisos superiores del Pan- coupé EL INTERIOR Conforme a la estructura moderna que proponen sus constructores es de una diafanidad extraordinaria para su tiempo y sigue siendo del todo funcional actualmente, hasta en detalles graciosos que podemos citar como el que: El público puede circular cómodamente por los pasillos y tendrá a su disposición suficiente 10 pupitres. Corte transversal (arriba) y longitudinal del edificio. Al entrar al edificio de Correos, la sensación del que llega con prejuicio, un tanto crítico es el de ver qué, pasa ahí, y lo que pasa es funcionalismo; la estructura, los espacios siguen siendo vitales hasta nuestros días. En la primera planta la gente circula in las prisas exteriores, entre los amplios pasillos. La segunda planta es como una mezquita por la multiplicidad de pilares que permiten una gran transparencia espacial entre el primero y el segundo patio, apenas divididos por dos pasillos de tres arcas cada uno. Imposible pasar por alto la Fondería del Pgnone florentino, tan presente aquí. Tal parece que ciertos deseos de aquel renacimiento florentino viniera a plasmarse, siglos después, es acreditado servicio público entonces mundo ignorado. Se le siente en las magnificas puertas, y lámparas dragonadas que ven al exterior, en el intradós de la ventana del primer nivel, en la magnifica escalera y en cada recuadro sobredorado, que dignifica el espacio interior, aún cuando el apresurado comunicante no lo observe. PRIMER PATIO Subiendo la espléndida escalera, tal parece que el descanso central, que tanto polariza como distribuye nos detuviera para hacernos conscientes de la belleza y mensaje 11 del entorno, invitándonos a observarlo. Y así resulta que entre el primer nivel y el segundo, en las trabes de construcción, se anota históricamente de izquierda a derecha en el lado norte: 1580 1er. Correo Mayor y 1765 1er. Correo de Mar, al oriente: 1766 1er. Correo de Tierra y 1766 Fusión de los dos correos. Al sur: 1817 La Administración General, y 1856, 1os. Timbres postales. Al poniente:1878 adhesión a la U.P.U. y 1884 1er. Código Postal Mexicano. Este primer patio está adornado en la parte baja, al nivel de las trabes historiadas, por cuatro escudos y en lo alto, repartidas en la cuatro caras, 44 banderas de países pertenecientes a la Unión Postal Universal. Su estilo se asocia con la ventanas de la fachada en el segundo nivel que son de un plateresco asociado a lo español. El descanso central de la escalera polariza y distribuye con magnificencia el espacio. SEGUNDO PATIO El segundo patio es de lo más importante y distinguido en el conjunto arquitectónico del edificio de Correos, sólo que, por ser de servicio es poco visitad y conocido pero constituye un caso único de estructura troquelada, por ser de piezas de lámina que se van repitiendo y se ensamblan dando un efecto espléndido, especialmente en la logia en vuelo o 12 suspendida que peralta el plafón de iluminación y que en su diseño se asemeja mucho a la logia del Palacio Ducal de Venecia. El intradós de la cubierta o plafón de vidrio, es extraordinariamente por su diseño de arquillos con pinzantes en los puntos de cruce, nos recuerda soluciones del gótico tardío inglés, con lo que se reitera el armónico eclecticismo del monumento. SALON DE RECEPCIONES. Es el salón más cumplido y pulido como corresponde a su función. Contiene un hermoso plafón de tableros que, por lo rehundido, más parecen grandes casetones, decorados con foliaciones de acanto con extremos múltiples y puntiagudos, enmarcados por pequeñas y abundantes pomas, como aparecen en todo el interior del edificio. Un friso extremo y perimetral, también con moldeados en yeso, alterna con 16 escudos lisos sobre los capiteles de otras tantas pilastras de bien imitado mármol rojizo, como si sus fustes fueran de una sola y enorme pieza. Los capiteles como en el resto del interior de todo el edificio, son de caracolenates acantos que hacen pensar en una cepa gotizante. Las tres puertas de acceso, una por lado, así como las tres ventanas que ven al norte, van enmarcadas en madera con moldura en buena respuesta de diseño al resto de la decoración, sin que falten las pomas, veneras y acantos. Pero lo más atractivo son los recuadros apaisados, con pinturas al temple sobre el 13 muro que firma Bartolomé Galloti en 1905 y representan niños, o acaso adolescentes divirtiéndose o utilizando al menos objetos o instrumental que, de alguna manera están relacionados con el correo y las comunicaciones. BIBLOOGRAFÍA: - Investigación y redacción: Barrera Bassols Marco, Gonzáles Galvan Manuel Arq., Montellano Ballesteros Francisco, Gutierrez Maupomé Juan, La Quinta Casa de Correos, 14 crónica del servicio postal mexicano, grupo editorial Miguel Angel Purrua, 1ª edición, impreso en México. - Brohom Juan, Esbozo de Historia de México.