Pág. 048-060 IMPUESTO A LAS GANANCIAS INDICES DE INCOBRABILIDAD DECRETO 2442/02 MODIFICACIONES AL DR ART. 136 Dras. María F. Ceraso y Mónica Yerise A continuación las autoras hacen una comparación del texto anterior del artículo 136 del decreto reglamentario de la ley de impuesto a las ganancias modificado por el D. 2442/02 (B.O. 03.12.02), y asimismo, realizan un somero análisis de las modificaciones con recopilación de la doctrina, la jurisprudencia administrativa y judicial de determinados casos de deducción de malos créditos. Se incluyeron los textos de los artículos 133, 134, 135 y 137 del DR, que no fueron modificados, a efectos de facilitar la lectura de las normas contenidas en la reglamentación del tema. La vigencia de las modificaciones introducidas por el D. 2442/02 al artículo 136 del DR LIG son de aplicación para los períodos fiscales que cierren a partir de la fecha de publicación en B.O., es decir el 03.12.2002. Dicha vigencia es de aplicación, asimismo, a los efectos del cómputo de los créditos incobrables que deben considerarse a los fines del cálculo de la previsión para malos créditos a que se refiere el artículo 134 de la Reglamentación de la Ley de Impuesto a las Ganancias, que dispone el mecanismo del cálculo de la previsión. DR LIG Texto Actual D. 2442/02 (B.O. 03.12.02) SIN MODIFICACIONES SIN MODIFICACIONES Ciclo de Actualidad Tributaria DR LIG Texto Anterior Deducciones especiales de la tercera categoría - Créditos dudosos e incobrables - Opción Art. 133.- A los fines dispuestos en el inciso b), del artículo 87 de la ley, es procedente la deducción por castigos sobre créditos dudosos e incobrables que tengan su origen en operaciones comerciales, pudiendo el contribuyente optar entre su afectación a la cuenta de ganancias y pérdidas o a un fondo de previsión constituido para hacer frente a contingencias de esta naturaleza. Una vez que el contribuyente hubiese optado por el sistema de previsión, su variación sólo será posible previa autorización de la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMIA Y OBRAS Y SERVICIOS PUBLICOS. Cálculo de la previsión Art. 134.- Se considerarán previsiones normales las que se constituyan sobre la base del porcentaje promedio de quebrantos producidos en los TRES (3) últimos ejercicios incluido el de la constitución del fondo-, con relación al saldo de créditos existentes al inicio de cada uno de los ejercicios mencionados. Los contribuyentes deberán imputar los malos créditos del ejercicio a esta previsión, sin perjuicio de su derecho de cargar los resultados del ejercicio con los quebrantos no cubiertos con la previsión realizada. Si la previsión arrojase un excedente sobre los quebrantos del ejercicio, el saldo no utilizado 1 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 deberá incluirse entre los beneficios impositivos. Igual inclusión deberá hacerse con relación a las sumas recuperadas sobre créditos ya castigados. Liquidada la previsión normal del ejercicio en la forma indicada, se admitirá como deducción en el balance anual la previsión correspondiente al nuevo ejercicio. Cuando por cualquier razón no exista un período anterior a TRES (3) años, la previsión podrá constituirse considerando un período menor. SIN MODIFICACIONES Cálculo de la previsión Art. 135.- La previsión para malos créditos podrá implantarse, previa comunicación a la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMIA Y OBRAS Y SERVICIOS PUBLICOS, mediante la aplicación del porcentaje a que se refiere el artículo anterior sobre el saldo de créditos al final del ejercicio. El importe correspondiente no se afectará al balance impositivo del ejercicio de implantación, pero será deducible, en el supuesto de desistirse del sistema, en el año en que ello ocurra. Indices de incobrabilidad Art. 136 - Cualquiera sea el método que se adopte para el castigo de los malos créditos, las deducciones de esta naturaleza deberán justificarse y corresponder al ejercicio en que se produzcan, pudiendo deducirse los quebrantos por incobrabilidades cuando se verifique alguno de los siguientes índices de incobrabilidad: Indices de incobrabilidad Art. 136.- Cualquiera sea el método que se adopte para el castigo de malos créditos, las deducciones de esta naturaleza deberán justificarse y corresponder al ejercicio en que se produzcan, siendo índices de ello: a) Verificación del crédito en el concurso preventivo. b) Declaración de la quiebra del deudor. c) Desaparición fehaciente del deudor. d) Iniciación de acciones judiciales tendientes al cobro. e) Paralización manifiesta de las operaciones del deudor. f) Prescripción. la cesación de pagos, real o aparente, la homologación del acuerdo de la junta de acreedores, la declaración de quiebra, la desaparición del deudor, la prescripción, la iniciación del cobro compulsivo, la paralización de las operaciones y otros índices de incobrabilidad. En los casos en que, por la escasa significación de los saldos a cobrar, no resulte económicamente conveniente realizar gestiones judiciales de cobranza, y en tanto no califiquen en alguno de los restantes índices arriba mencionados, igualmente los malos créditos se computarán siempre que se cumplan concurrentemente los siguientes requisitos: I. El monto de cada crédito, no deberá superar el importe que fije la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS Ciclo de Actualidad Tributaria 2 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 PUBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMIA, teniendo en cuenta la actividad involucrada. II. El crédito en cuestión deberá tener una morosidad mayor a CIENTO OCHENTA (180) días de producido su vencimiento. En los casos en que no se haya fijado el período de vencimiento o el mismo no surja de manera expresa de la documentación respaldatoria, se considerará que se trata de operaciones al contado. III. Debe haberse notificado fehacientemente al deudor sobre su condición de moroso y reclamado el pago del crédito vencido. IV. Deben haberse cortado los servicios o dejado de operar con el deudor moroso, entendiendo que en el caso de la prestación del servicio de agua potable y cloacas, la condición referida al corte de los servicios igualmente se cumple cuando por aplicación de las normas a que deben ajustarse los prestadores, estén obligados a proveer al deudor moroso una prestación mínima. En el caso de créditos que cuenten con garantías, los mismos serán deducibles en la parte atribuible al monto garantizado sólo si a su respecto se hubiese iniciado el correspondiente juicio de ejecución. Ciclo de Actualidad Tributaria 3 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 Observaciones: Se eliminan como índices de incobrabilidad la “cesación de pagos, real o aparente” y la cláusula residual “otros índices de incobrabilidad”. En el caso de concursos preventivos se considera el momento de la verificación del crédito como índice de incobrabilidad en vez de la homologación del acuerdo de la junta de acreedores. Se incorporan las expresiones resaltadas en negrita que aclaran –aunque no podría resultar de otra formaque la desaparición del deudor deberá ser fehaciente y la paralización de las operaciones del deudor deberá ser manifiesta. En cuanto a la anterior condición de iniciación de cobro compulsivo, este índice se modifica por el de iniciación de acciones judiciales tendientes al cobro, limitando su alcance. Asimismo se dispone que en los casos de saldos a cobrar de escasa significación por los que no resulte económicamente conveniente realizar gestiones judiciales de cobranza, y en tanto no califiquen en alguno de los restantes índices mencionados en la nueva redacción del artículo, igualmente podrán ser deducidos en tanto se cumpla concurrentemente: Que el monto de cada crédito, no supere el importe que fije la AFIP teniendo en cuenta la actividad involucrada. Que el crédito tenga una morosidad mayor a 180 días de producido su vencimiento. En los casos en que no se haya fijado el período de vencimiento o el mismo no surja de manera expresa de la documentación respaldatoria, se considerará que se trata de operaciones al contado. Notificación fehaciente al deudor sobre su condición de moroso y reclamo del pago del crédito vencido. Deben haberse cortado los servicios o dejado de operar con el deudor moroso. En el caso de la prestación del servicio de agua potable y cloacas, la condición referida al corte de los servicios igualmente se cumple cuando por aplicación de las normas a que deben ajustarse los prestadores, estén obligados a proveer al deudor moroso una prestación mínima. Cuando se trate de créditos con garantías, los mismos serán deducibles en la parte atribuible al importe garantizado sólo si sobre dicho monto se hubiese iniciado el correspondiente juicio de ejecución. SIN MODIFICACIONES Información Art. 137.- Los contribuyentes deberán informar a la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMIA Y OBRAS Y SERVICIOS PUBLICOS, en el tiempo y forma en que ésta disponga, el método utilizado para el castigo de los créditos que resulten dudosos o incobrables y el coeficiente aplicado cuando se trate de previsiones. COMENTARIOS GENERALES El artículo 87, inciso b) de la ley de impuesto a las ganancias, a los efectos de la determinación de los resultados de la tercera categoría, autoriza a deducir los malos créditos en cantidades justificables de acuerdo con los usos y costumbres del ramo. El decreto reglamentario en los artículos 133 a 136 dispone las pautas y condiciones a que deben ajustarse los contribuyentes para castigar los resultados del período con los créditos incobrables, pudiendo optar entre su afectación a la cuenta de ganancias y pérdidas o a un fondo de previsión constituido para hacer frente a contingencias de esa naturaleza. Este tema ha sido motivo de conflicto entre el Organismo Fiscal y los contribuyentes, no obstante, esta modificación no soluciona muchos de los problemas que se han planteado y que se vieron reflejados en la abundante jurisprudencia que existe y en calificadas opiniones doctrinarias, si bien cabe destacar que se haya previsto un régimen especial para créditos de escaso monto. La doctrina y diversos sectores económicos del país han reclamado que el tema de la deducción de los malos créditos fuera objeto de modificación dada la situación de incertidumbre a la que se ven sometidos los contribuyentes en función de la controvertida jurisprudencia judicial y administrativa que siempre rodeó al tema. No obstante, creemos que seguirán existiendo más casos de falta de certeza, como seguidamente veremos, y una de las cuestiones que dará lugar a muchísimos inconvenientes y problemas es la referida a la condición impuesta a la deducción de los créditos Ciclo de Actualidad Tributaria 4 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 garantizados, en los que, además de no distinguir entre los diferentes tipos de garantías, la parte que así lo esté no podrá ser deducida si no se inicia la acción judicial, y también al haberse eliminado los índices de cesación de pago, real o aparente y otros índices de incobrabilidad. En efecto, uno de los índices que este Consejo viene reclamando es, justamente, que existiendo las nuevas figuras de la “mediación” y “arbitraje” las mismas sean consideradas como índices de incobrabilidad, lo que no fue considerado –al menos expresamente- por este decreto y lo que acarreará seguramente, dispendio de gastos para todas las partes, excepto que el organismo fiscal considere que las mismas puedan ser encuadradas dentro del índice “iniciación de acciones judiciales tendientes al cobro”. Sin pretender un análisis profundo a muy pocos días de haberse publicado el Decreto en cuestión, formulamos las siguientes apreciaciones. MEDIACIÓN OBLIGATORIA A efectos de no remontarnos más allá del año 1999, en la reunión del grupo de Enlace de este Consejo con la AFIP celebrada el 03.11.99, se planteó la siguiente consulta la que se transcribe con su respuesta: Impuesto a las ganancias. Indices de incobrabilidad. Se ha planteado la situación de la mediación como paso de iniciación del cobro compulsivo. El caso concreto planteado lo van a evaluar. Sin perjuicio de ello, se aclaró que están trabajando en la redacción de una resolución general o un decreto para definir cuáles son los “otros índices” que el reglamento prevé como pauta de incobrabilidad. En la reunión del Grupo de Enlace de este Consejo con la AFIP realizada el 05.05.2000 también se planteó esta cuestión -reiterándose la consulta en las reuniones del 15.11.2000 y del 14.03.2001en los siguientes términos: Indices de incobrabilidad. Definir la posibilidad de adoptar como índice de incobrabilidad asimilable a la “iniciación del cobro compulsivo”, a la “mediación obligatoria” previa a todo juicio establecida por imperio de la ley 24.573. En la enumeración de índices de incobrabilidad que hace el artículo 136 del decreto reglamentario de la ley de tributo, no ha sido prevista específicamente la “mediación obligatoria” con lo que, es todo caso, habría que buscar su inserción en tal carácter incluyéndola en los “otros índices de incobrabilidad” a los que alude la mencionada norma legal en su parte final. La “mediación obligatoria” que nos ocupa exhibe ciertas características que brindarían apoyo al criterio de sostener que se trata de “otro índice de incobrabilidad” distinto de los expresamente enunciados en el decreto reglamentario. Cabe considerar en ese sentido que: • La mediación si bien es prejudicial, en definitiva formaría parte del juicio ya que es ineludible el proceso de mediación para que quede expedita la vía apara iniciar la litis. • Interrumpe la prescripción. Por el contrario, conspiran contra la idea señalada las circunstancias de que: • Se trata de una diligencia preliminar. • No significa interposición de la demanda que lleve a la traba de la litis. En la reunión del 5 de mayo de 2000 la respuesta fue que se estaba trabajando en la elaboración de una norma (que podría ser un decreto) para establecer el alcance del término "otros índices" mencionado en el decreto reglamentario. Al no haberse considerado la cuestión planteada se analizará el tema y se generará una interpretación al respecto. En la reunión del 15.11.2000 la respuesta fue que el tema pasaba a la Dirección de Asuntos Legales a los efectos de solicitar su posición al respecto, en relación a la posibilidad de asimilar la “mediación obligatoria” a la “iniciación del cobro compulsivo”. Asimismo se analizará el alcance “otros índices de incobrabilidad”. Ciclo de Actualidad Tributaria 5 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 En la reunión del 14.03.01 se dio la siguiente respuesta: “Se trata de un proceso de carácter obligatorio previo a la litis, que si bien no significa la interposición de la demanda, se debe efectuar a fin de llevarla a cabo, razón por la cual se entiende que corresponde tomarlo como un índice de incobrabilidad. No obstante lo expuesto se remite la inquietud para su tratamiento por la Dirección de Asesoría Legal.” Finalmente, en la reunión del 06.06.2002, se insiste con la consulta obteniendo la respuesta que se transcribe a continuación basada en una nota de la Dirección de Asesoría Legal: Indices de incobrabilidad Definir la posibilidad de adoptar como índice de incobrabilidad asimilable a la “iniciación del cobro compulsivo”, a la “mediación obligatoria” previa a todo juicio establecida por imperio de la ley 24.573. En la enumeración de índices de incobrabilidad que hace el artículo 136 del decreto reglamentario de la ley del tributo, no ha sido prevista específicamente la “mediación obligatoria” con lo que, es todo caso, habría que buscar su inserción en tal carácter incluyéndola en los “otros índices de incobrabilidad” a los que alude la mencionada norma legal en su parte final. La “mediación obligatoria” que nos ocupa exhibe ciertas características que brindarían apoyo al criterio de sostener que se trata de “otro índice de incobrabilidad” distintos de los expresamente enunciados en el decreto reglamentario. La mediación obligatoria puede tomarse como un índice de incobrabilidad que permite la deducción del crédito en los términos del artículo 87, inciso b) de la ley del tributo. (Nota N° 1732/01 DI ASLE). Si tomamos en cuenta que una de las respuestas era considerarla dentro de “otros índices” y ese parámetro hoy no está vigente y que no está expresamente incluida la figura en el nuevo artículo 136, vuelve a plantearse el tema como controvertido aunque la última de las respuestas transcriptas remite al texto del inciso b) del artículo 87 de la ley y no al artículo 136 del decreto reglamentario. No obstante, las respuestas del Fisco en el marco de las reuniones de trabajo del Grupo de Enlace no revisten carácter vinculante. La doctrina, mayoritariamente, ha considerado que dentro de los denominados “otros índices de incobrabilidad” deben aceptarse pautas tales como los métodos de resolución de controversias, los plazos objetivos de atraso y cualquier otro indicio que demuestre una sustancial incertidumbre en el cobro del crédito. (Ver, entre otros, Recomendaciones de la Comisión N° 3 punto V, XXXI Jornadas Tributarias, CGCE, Mar del Plata 1, 2 y 3 de noviembre de 2001). No obstante, al haberse eliminado dicho índice y no haberse previsto expresamente dentro de los que en forma taxativa –y no enunciativa como era hasta la modificación que estamos comentandoprevé el decreto reglamentario, el tema de la mediación obligatoria como índice de incobrabilidad vuelve a quedar dentro de un marco de incertidumbre. No caben dudas en cuanto a que la mediación dentro de los términos de la ley 24.573 es una etapa prejudicial de carácter obligatorio que denota la actitud del demandante de ejecutar su derecho, por lo que podría interpretarse que se encuentra comprendido en el nuevo índice de “iniciación de acciones judiciales tendientes al cobro”. Sin entrar a hacer un análisis exhaustivo, en nuestra opinión, la mediación obligatoria puede ser equiparada a la iniciación de acciones judiciales tendientes al cobro, y en ese caso un crédito en dicha instancia podría ser deducible en el impuesto a las ganancias. ANTECEDENTES JURISPRUDENCIALES Tanto como la jurisprudencia administrativa como la judicial han sido sumamente erráticas respecto a la deducción de los malos créditos en el impuesto a las ganancias. La doctrina tampoco se mantuvo ajena a la disparidad de criterios en esta materia. Ciclo de Actualidad Tributaria 6 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 A modo de ejemplo referiremos algunos casos relacionados con las modificaciones que se producen por el Decreto 2442/02 al artículo 136 del DR de la LIG, como un primer intento de analizar la norma, a efectos de facilitar algunos antecedentes. INDICES ELIMINADOS Cesación de pago, real o aparente La cesación de pago, real o aparente, fue uno de los índices que más controversia trajo aparejado. El TFN, Sala B, del 24.05.2000 en la causa “Alvarez, Fermín Benito s/Recurso de Apelación. Impuesto a las Ganancias”, sobre el estado de cesación de pagos, dicho tribunal sostuvo que no resulta suficiente la invocación del estado de cesación de pagos para deducir como incobrable un crédito, que si bien es un índice de incobrabilidad enumerado por el artículo 136 del reglamento de la ley de impuesto a las ganancias, debe tenerse en cuenta que “los hechos reveladores del estado de cesación de pagos, que teóricamente pueden variar al infinito, deben apreciarse en cada caso, teniendo en cuenta las circunstancias especiales que lo rodean, y en conjunto cuando son varios, pues se trata de determinar la existencia de una situación patrimonial compleja ("Concursos y Quiebras" Mario Alberto Bonfanti y José Alberto Garrone, Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1976, pág 38).” Aún cuando exista incumplimiento, ello no es suficiente para dar por acreditada la cesación de pagos ya que puede haber incumplimiento sin que se configure dicho estado. En las misma causa se expresa que “acreditándose la misma por el contribuyente no necesitaría acudir a un intento de acción judicial; con más razón en los casos de concordato o quiebra ya que es presupuesto objetivo de los procesos concursales el estado de cesación de pagos que precisamente enumera el artículo del decreto reglamentario aplicable al caso. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que, ni la ley de ganancias ni su decreto reglamentario, requieren la verificación de los créditos existentes contra la concursada”. En el fallo recaído en “Cía. Financiera para la América del Sud S.A.”, del TFN, Sala B, del 03.12.1993, dicho tribunal sostuvo que no es aceptable que un deudor, por el solo hecho de ser moroso, se halla en estado de cesación de pagos; dicha situación debe demostrarse, cualquiera sea la causa que lo genere, por hechos que exterioricen que hay imposibilidad de pago por parte del deudor para cumplir regularmente con sus obligaciones. La doctrina ha sostenido que la cesión de pago debe revestir la condición de permanente en la situación financiera, diferente de una crisis transitoria. Homologación del acuerdo de la junta de acreedores La homologación del acuerdo de la junta de acreedores es un acto posterior a la cesación de pago índice vigente hasta la presente modificación-, de manera que no agregaba efecto sustancial al tratarse siempre de una acción posterior. No obstante, el Tribunal Fiscal de la Nación, Sala A, en la causa “Inmobal Nutrer SA s/ apelación” del 20 de septiembre de 2002, expresó que “la actora pretende justificar la deducción efectuada basándose en que se han verificado los créditos del deudor y que a su juicio cabe tener por configurada la cesación de pagos por el solo hecho que el deudor ha entrado en concurso, sin embargo, cabe aclarar que si bien el artículo 136 del decreto reglamentario enumera en forma enunciativa los índices de incobrabilidad, en el caso de autos, tratándose de un concurso, la norma formula una referencia expresa, cuando menciona como presupuesto necesario la homologación del acuerdo de la junta de acreedores. Así, establece, específicamente, la exigencia de un requisito que no se encuentra reunido en la especie”. Otros índices de incobrabilidad Sobre este parámetro podemos citar el antecedente constituido por el Dictamen 12/1998 (DAT) del 12 de febrero de 1998 (fuente SIDNET) cuyas partes principales transcribimos. A su vez, resulta interesante debido a las referencias que realiza a fallos vinculados con este tema. “Para la determinación de los malos créditos deducibles es viable la utilización de índices alternativos a los mencionados en el referido art. 142, siempre y cuando tales parámetros Ciclo de Actualidad Tributaria 7 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 justifiquen la impracticabilidad de cobro de acuerdo con las particulares características de cada situación. Las pautas de incobrabilidad publicadas por la Asociación de Bancos de la República Argentina (ABRA), o las elaboradas por el Banco Central de la República Argentina, ya que éstas se determinan sobre la base de estimaciones de carácter general –para un conjunto de entidades– sin considerar los malos créditos reales acaecidos para el contribuyente (deudor por deudor) durante el ejercicio fiscal correspondiente, lo cual no se compadece con la metodología que establece la ley del tributo y su reglamentación –art. 87, inc. b), de la ley; arts. 139 a 143 del decreto reglamentario–, motivo por el cual no resulta admisible su aplicación. (…) Además, en dicho escrito se enuncian los parámetros tenidos en cuenta por la encartada para castigar los malos créditos, entre los que se encuentran: a) superación de un plazo de 90 o 120 días después de vencidas las obligaciones, no iniciándose generalmente en tales casos el trámite judicial de gestión de cobranza por resultar excesivo su costo en relación con los montos a cobrar; b) información del boletín informativo de la Cámara de Entidades de Crédito y Consumo sobre morosos; c) desaparición del deudor del domicilio declarado; d) despido del deudor de su trabajo. Por otra parte, se informa que la cobranza está a cargo de una empresa de gestoría y mensajería, la cual, en caso de mora, notifica a los deudores, informando a la firma del asunto cuando considera que las deudas no serán cobradas por esa vía. En virtud de lo expuesto, la División interviniente desea conocer “... si por aplicación del principio de la realidad económica correspondería reconocer un porcentaje de deducción en concepto de créditos incobrables, toda vez que, atendiendo a la naturaleza y características de las operaciones celebradas... su tipología merituaría la búsqueda de índices alternativos, distintos de los mencionados enunciativamente en el art. 142 del decreto reglamentario de la Ley de Impuesto a las Ganancias”. (…) II. El art. 87, inc. b), de la ley dispone que serán deducibles los “... castigos y previsiones contra los malos créditos en cantidades justificables de acuerdo con los usos y costumbres del ramo”. Además, determina que “la Dirección General Impositiva podrá establecer normas respecto de la forma de efectuar esos castigos”. Por su parte, el art. 142 del decreto reglamentario estatuye que, independientemente del método que se adopte para el castigo de malos créditos, “... las deducciones de esta naturaleza deberán justificarse y corresponder al ejercicio en que se produzcan, siendo índices de ello: la cesación de pagos, real o aparente; la homologación del acuerdo de la junta de acreedores..., y otros índices de incobrabilidad”. Como se puede observar en lo normado por las disposiciones precedentes, las situaciones que se mencionan no revisten el carácter de taxativas, pues en ellas mismas se señala que se admitirán “otros índices de incobrabilidad”. Al respecto, el citado Dict. D.A.T. 17/95 advierte en cuanto a la importancia que adquieren, a los efectos de la evaluación de la incobrabilidad de un crédito, “... los distintos elementos de juicio tenidos en cuenta para considerarlo deducible, los cuales deben ser claramente verificados y estar debidamente justificados, con el objeto de que la deducción por tal concepto se base en situaciones de hecho que reúnan los méritos suficientes como para justificar tal tratamiento”. Ello así “... pues debe considerarse que la prueba fehaciente de la incobrabilidad es el medio necesario que permite que esta deducción, admitida por la ley del impuesto, no se convierta en una suerte de arbitrariedad en manos de los contribuyentes, a la que puedan recurrir ante el menor signo de riesgo empresario en ese sentido como a un medio idóneo para reducir de esta manera sus obligaciones impositivas, o para transferirlas a ejercicios futuros por la vía del recupero de esos mismos créditos ya computados negativamente en períodos anteriores”. Ciclo de Actualidad Tributaria 8 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 Destaca, por último, que serán deducibles los malos créditos siempre que, “... verificándose o no específicamente algunos de los supuestos previstos por la norma reglamentaria, en cada caso en particular existan concretas razones indiciarias –debidamente probadas– de la imposibilidad material del cobro, previa demostración de haber procurado activamente obtener el resarcimiento del crédito”. De lo hasta aquí expuesto surge, según estima esta Asesoría, que es viable la utilización de índices alternativos a los mencionados en el referido art. 142, siempre y cuando tales parámetros justifiquen la impracticabilidad de cobro de acuerdo con las particulares características de cada situación. (…) Según informó la inspección actuante, la rubrada procede a la deducción del crédito a partir de la información que le brinda su gestor de cobranzas, sin constar el detalle de las situaciones concretas que este último tuvo en cuenta para asignar a los créditos la calificación de incobrables. Además, cabe señalar que la empresa menciona como parámetro de incobrabilidad situaciones del deudor, tales como jubilación alcanzada en estado de morosidad o despido de su trabajo, las que, si bien podrían reflejar en alguna medida una pauta en cuanto a la imposibilidad del cobro, constituyen datos que aisladamente no resultan admisibles, frente a las normas del gravamen, para justificar el cargo a resultados. Por otra parte, se recuerda que el Tribunal Fiscal de la Nación, en la causa OMNI S.A.C.I.F. entendió que para que sea procedente la deducción por malos créditos no basta la mera ocurrencia de uno de los indicios indicados en las disposiciones del impuesto a las ganancias, sino que la incobrabilidad debe probarse satisfactoriamente. Asimismo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el fallo del 4 de junio de 1948, recaído en la causa Frábega, Ernesto, dictaminó que no resulta procedente deducir como quebranto el importe de un crédito supuestamente incobrable cuando, no habiendo otros elementos probatorios sobre el particular, el actor ni siquiera ha iniciado ningún tipo de gestión tendiente al cobro de dicho crédito. Además, cabe ahora referirse a la posibilidad tanto de tomar como índices las pautas de incobrabilidad publicadas por la Cámara de Entidades de Crédito y de Consumo, a que alude la rubrada, como la de admitir la utilización de parámetros similares a los publicados por la Asociación de Bancos de la República Argentina, o normativas específicas dictadas por el Banco Central de la República Argentina, a que se refiere la dependencia consultante. Al respecto se señalan, con carácter general, que atento a que las publicaciones se basan en estimaciones efectuadas en relación con un conjunto de entidades, sin considerar los malos créditos reales acaecidos para un contribuyente en particular, deudor por deudor, durante el ejercicio fiscal correspondiente, constituyen pautas cuya aplicación no se corresponde con la metodología que establece la ley del tributo y su reglamentación –art. 87, inc. b), de la ley; arts. 139 a 143 del decreto reglamentario–. Además, en la Act. D.A.T. Nº ..., conformada por la Subdirección General de..., en la cual se tratara para la determinación del tributo la utilización de la norma contenida en la Com. B.C.R.A. “A” 2.216, relativa a los castigos para malos créditos, esta Asesoría se expidió desestimando esa posibilidad, no sólo por lo antes expuesto, sino además porque esa disposición pondera incobrabilidades respecto de cada categoría de créditos, entre las que constan las de alto grado de cumplimiento, para las cuales la ley del gravamen no admite posibilidad alguna de deducción. En virtud de todo lo expresado, se concluye que: 1. Resulta viable la utilización de índices distintos de los enumerados en el citado art. 142, a condición de que los mismos sean debidamente probados y justifiquen satisfactoriamente la incobrabilidad, circunstancia que, conforme los elementos obrantes en estas actuaciones, no se ha concretado en el presente caso, y para lo cual se estima necesaria la evaluación de situaciones de hecho, aspecto éste que por su naturaleza escapa a las posibilidades y competencia de este servicio asesor. Ciclo de Actualidad Tributaria 9 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 2. No procede la utilización de estimaciones de carácter general que no contemplan la situación real de cada contribuyente, dado que es un procedimiento incompatible con la metodología adoptada por la norma del gravamen para la determinación de los deudores incobrables”. El Tribunal Fiscal de la Nación, en la causa “Bridgestone Firestone Argentina SAIC”, Sala D, del 26 de marzo de 2001 concluyó que “aunque no se indique en la legislación del impuesto a las ganancias cuál es la naturaleza de los "otros índices de incobrabilidad", debe tomárselo como una remisión a los principios contables generalmente aceptados y encuentra fundamento en normas corrientes de auditoría. Al haberse intentado el cobro compulsivo mediante intimación epistolar, estaban dadas las condiciones que exigen los usos y costumbres de la profesión contable, para prevenir el riesgo de incobrabilidad de dichos créditos. La registración contable de los créditos litigiosos no es más que un paso formal para entablar una acción judicial de segundo grado, tendiente a procurar un resarcimiento.” (Errepar On Line) Por otra parte, la sala A en autos “Bco. Francés del Río de la Plata SA” del 1 de octubre de 2001 entendió que “cabe dejar sentado que el texto citado, con su flexibilidad al admitir otros índices, está reconociendo que la norma no es restrictiva, habida cuenta que se admite la posibilidad que existan otros parámetros, todos ellos vinculados con los usos y costumbres de la actividad desarrollada por el contribuyente, aunque no se mencione su naturaleza. En consecuencia, la sustantividad de otros indicios de incobrabilidad, distintos a los expresados en la referida norma reglamentaria a título ejemplificativo puede, en principio, constituir causal suficiente para justificar la deducción de malos créditos, especialmente cuando como en el presente caso la actora, en lo que hace a la específica actividad bancaria, demuestra que realizó gestiones extrajudiciales debidamente documentadas (cierre de cuentas, intimaciones, cartas documentos) y judiciales, todas ellas tendientes a efectivizar su crédito. En tal sentido puede afirmarse que en aquellos casos donde se haya exigido a los deudores el pago mediante carta documento bajo apercibimiento de promover acciones judiciales, disponiendo asimismo el cierre de la cuenta crediticia en virtud de las obligaciones adeudadas, sin obtener respuesta favorable por parte de aquello, resulta procedente analizar, en el marco específico de la actividad de que se trata, la deducibilidad de dichos créditos, ya que resulta factible considerar a esos hechos como indicios suficientes para encuadrarlos como incobrables dentro del contexto legal aplicable.” Iniciación del cobro compulsivo En el ya citado caso “Bridgestone Firestone Argentina SAIC” el Tribunal Fiscal de la Nación interpretó que "la iniciación del cobro compulsivo, desde el momento que es uno de entre los varios indicios admitidos por la disposición reglamentaria, no se instituye en un requisito de cumplimiento ineludible para validar la deducción, cuando en el caso se verifican uno o más de los otros índices que la apuntalan. La exigencia de intentar las acciones pertinentes para cobrar los créditos o para resguardarlos, responde más a criterios y virtudes de buena administración que a una imposición de las normas fiscales”. Por otra parte, la Sala B del mismo Tribunal en autos “Salto 96 SA” expresó que “debe observarse que las situaciones previstas … se da cuenta de situaciones tales como la cesación de pagos, real o aparente, donde acreditándose la misma por el contribuyente no necesitaría acudir a un intento de acción judicial; con mas razón en los casos de concordato o quiebra y, obsérvese que se ha mencionado, con una vaguedad absoluta la desaparición del deudor, que puede incluir desde su muerte, su mudanza, cierre de su comercio, disolución de sociedad, etc. Existe un caso, en el artículo, donde se hace lugar, incluso, a un supuesto en que el carácter de "mal crédito" pudiera ser atribuible al contribuyente que pretende la deducción, tal como el caso de la prescripción. Como se puede advertir, la norma admite una serie de posibilidades que podrían encuadrarse en el supuesto de créditos "dudosos" en cuanto a la existencia del derecho a cobrarlos, como en cuanto a la posibilidad fáctica de hacerlo, sin necesidad de que en todos los supuestos se haya intentado el cobro compulsivo”. INDICES INCORPORADOS Verificación del crédito en el concurso preventivo Citando la abundante doctrina del Digesto Práctico Impuesto a las Ganancias, dirigida por el Dr. Alfredo Lamagrande, T II, pág. 169, referida al inciso b) del artículo 87, el antecedente de la Ciclo de Actualidad Tributaria 10 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 incorporación de este índice se encontraría en variada jurisprudencia como la sentencia dictada por el TFN, Sala C, del 21.10.68, causa “OMNI” en la que resolvió que el acreedor para poder “justificar” la deducción del crédito, debe, necesariamente agotar los medios que la ley de la materia le acuerda para preservar su crédito, concurriendo a la verificación…… Si así no fuere, se habría creado un instrumento asaz sencillo y de fácil utilización para deducir créditos, que no se compadecería con una interpretación razonable de los preceptos aplicables, ni con la “ratio legis” que lo inspira, que no es otra, sin duda, que la de permitir deducciones por razón de una indubitable incobrabilidad, una vez agotados los medios legales pertinentes para hacer efectivo el ingreso… Como antecedente más recientes se puede mencionar, siguiendo la misma obra, el fallo Fermín Benito Alvarez –ya citado- el TFN dispuso que al acreditarse la cesación de pagos, real o aparente, concordato o quiebra, no es necesario acudir a acciones judiciales para considerar un crédito como incobrable, agregando además, que “… ni la ley de impuesto a las ganancias ni su decreto reglamentario, requieren la verificación de los créditos existentes contra la concursada”. En el Dictamen 73/2001 (DAT) del 28.09.2001 sobre deducción de créditos incobrables, se manifestó en el sentido que no presentarse a la verificación del crédito en el concurso preventivo debido a que el costo del proceso sería superior al monto que se reclama, no es prueba suficiente para demostrar la imposibilidad material del cobro, menos aún para demostrar haber procurado activamente resarcirse del crédito, no correspondiendo en tal caso la deducción del monto no cobrado en la determinación del impuesto a las ganancias. Es evidente que la estipulación de este índice tiene por objetivo resolver las opiniones controvertidas en materia jurisprudencial. Iniciación de acciones judiciales tendientes al cobro En la causa “Establecimiento Los Calvos SRL” del 06.08.2002 la Sala B del tribunal Fiscal se expidió en el sentido que “no es menester acreditar la incobrabilidad a través del cobro compulsivo judicial ya que existen otras alternativas de compulsividad que presentan mayor economicidad”. En sentido contrario, la Sala D, en autos “José Melhem” del 13.07.1999 expresó que el cobro compulsivo importa la inciación de gestiones judiciales para poder hacer efectivo el crédito, lo que significa haber iniciado el pertinente juicio ejecutivo en sede judicial para que la deducción fuera procedente. Créditos garantizados Larga y costosa fue la controversia respecto de la deducibilidad de estos créditos. Al establecer esta condición la norma no distingue los diferentes tipos de garantía, por lo que no habría distingo en cuanto a que se trate de un aval, una fianza, una prenda, una hipoteca, un seguro de caución o cualquier otra garantía, si por la parte garantizada no se inicia la acción judicial. Por otra parte, pueden existir controversias en cuanto al valor que puedan tener las garantías al momento de pretender la deducibilidad de los malos créditos. Entendemos que esta condición dificulta innecesariamente la dispensa que otorga la ley para la deducción de malos créditos. La doctrina, mayoritariamente, ha manifestado que la existencia de garantías no tiene incidencia en la aplicación de los índices de incobrabilidad, y tampoco tienen importancia su naturaleza, su valor o la probabilidad de realización de los bienes dados en garantía, en tanto el incumplimiento del deudor provoca en el acreedor un problema financiero que no se solucionan por el valor patrimonial o calidad de las garantías vigentes, motivo por el cual éstas no han sido consideradas por la legislación (IMPUESTOS, 1994-B-1837) Los antecedentes jurisprudenciales son numerosos, no obstante nos limitaremos a aquellos que entendemos son explícitos sobre la cuestión: - Banco Real S.A., TFN, Sala B, 01.07.99: …los índices de incobrabilidad aludidos en el art. 136 del decreto reglamentario de la ley del impuesto a las ganancias no excluyen la posibilidad de que alguno de los créditos castigados se recupere con posterioridad, como lo prueba el tercer párrafo in fine del artículo 134 del mencionado decreto, al mandar el reintegro al balance impositivo de aquéllos. En consecuencia, el hecho de que el crédito se encuentre garantizado – Ciclo de Actualidad Tributaria 11 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002 en el caso con garantía real- no impide que se los castigue si se da a su respecto alguno de los índices de incobrabilidad previsto por el artículo 136, respetando el orden cronológico y dentro de él el índice de partida adoptado como método para aquel efecto por el responsable. - Cristalli, Pablo: En este caso la Cámara Nacional de Rosario consideró que para la deducción del quebranto ni siquiera es necesario la ejecución judicial del crédito, si median otros elementos que justifiquen ese extremo, aún cuando con posterioridad se consideren como gravadas las sumas recuperadas. - Belozcrcowsky, Jacobo, TFN, 07.07.1965: en esta causa el contribuyente dedujo una parte del valor del bien en garantía de un crédito que consideró incobrable en tanto el valor del bien había bajado, habiendo iniciado el juicio al año siguiente. La sentencia fue favorable al contribuyente que consideró que las pruebas presentadas eran suficientes para demostrar que se había configurado un índice de incobrabilidad que lo habilitaba para la deducción, aún cuando no había iniciado la acción judicial. Frente a la apelación del Fisco, la Cámara revocó la sentencia, argumentando que la deducción realizada por el contribuyente se basó en la desvalorización del bien dado en garantía cuando debió haberlo hecho en función de la incobrabilidad del crédito. Créditos de escasa significación Existe un antecedente de esta modificación en la causa “Salto 96 SA” ya citada respecto de las acreencias de escaso monto. En tal sentido, el Tribunal Fiscal ha expresado que el ordenamiento legal no exige como requisito el encarar en todos los casos un cobro compulsivo hasta sus últimas consecuencias, especialmente en los supuestos de créditos por valores desdeñables, los cuales no justifican poner en marcha el procedimiento judicial. No continuidad de la operatoria con el deudor moroso Aunque entendemos que continuar operando con el deudor moroso –teniendo en cuenta las características de cada caso y las condiciones en que se opera- no constituye en sí mismo un indicio negativo para la consideración del crédito como incobrable, citamos el antecedente de la causa “Inmobal Nutrer SA” en la que la Sala A del Tribunal Fiscal entendió que “la circunstancia que la actora haya continuado operando con el deudor en cuestión … resulta, en principio, revelador de que la apelante no tenía la plena convicciónde que se trataba de un deudor incobrable por estar en cesación de pagos”. CONCLUSIÓN La norma en análisis, en nuestro criterio, solamente mejora la situación de los créditos de escaso monto en aquellos casos en que, no habiendo garantía, y de acuerdo con los parámetros que fije la AFIP, se cumplan todas las pautas indicadas. En tal caso, no será necesario iniciar la acción judicial, pero esto no sucede en los casos en que hubiera garantías de cualquier tipo. El resto de las disposiciones no contribuyen a mejorar la situación previa al dictado de la norma, sino que ser convertirán en nuevos factores de controversia e incertidumbre para los contribuyentes, habiéndose desperdiciado la oportunidad para clarificar determinados aspectos que lo requieren. En cuanto a las facultades delegadas en el Organismo Recaudador esperemos que se tenga en cuenta la realidad económica y las actividades específicas de manera que se permita un adecuado uso de la deducción, evitando dispendios y costos innecesarios, sin que ello pueda significar abusos por parte de los administrados o indebidos aprovechamientos. Ciclo de Actualidad Tributaria 12 C.P.C.E.C.A.B.A. 11-12-2002