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XVI Congreso Nacional de la Empresa Privada
“NUESTRO COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN”
Andrés von Wedemeyer
Presidente del Comité Organizador
Después de lo que hemos visto en el video queda poco por
añadir a este crudo diagnóstico de la situación en que se
encuentra la educación básica en nuestro país.
Resulta inútil señalar que necesitamos un cambio en la forma y
los medios con que se imparte educación, porque eso es
evidente. Lo que buscamos es llamar la atención respecto de la
trascendencia del problema y, que si no empezamos a hacer
algo urgentemente y con una perspectiva de largo plazo, el
futuro individual de los peruanos y el futuro de nuestro país
corren serio peligro.
Nuestras posibilidades de desarrollo, asentadas sobre la base
de una población que se encuentra, en su mayoría, educada
bajo los resultados que hemos escuchado, son absolutamente
inviables.
Ante las cifras que hemos revisado y que son un buen resumen
--que lamentablemente no es nuevo-- de lo que viene
ocurriendo en la educación en nuestro país, hemos escuchado,
por parte de todos los actores políticos y sociales, que LA
EDUCACIÓN es un tema fundamental, que es una prioridad,
que debe resolverse; sin embargo, no pasa nada, es muy
poco lo que realmente se ha hecho.
Para prueba un botón: En el Acuerdo Nacional se definió
como décimosegunda política de Estado:
“Garantizará recursos para la reforma educativa otorgando un
incremento mínimo anual en el presupuesto del sector educación
equivalente al 0.25% del PBI, hasta que éste alcance un monto
global equivalente a 6% del PBI”
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El presupuesto aprobado para el 2006 fue de 3.5% y el
propuesto para el 2007 es de 3.38%. Si bien el presupuesto
aumenta en valor absoluto, como porcentaje del PBI disminuye
en vez de seguir la política citada. Y no estamos hablamos de la
calidad del gasto!
No parece haber razón alguna para estar satisfechos con los
resultados que alcanzan nuestros niños. Sin embargo, ante la
deficiente calidad e inequidad con que se brindan los servicios
educativos parece existir una suerte de cultura conformista de
expectativas al mínimo nivel, compartida entre todos los
actores: maestros, directores, funcionarios y padres de familia,
que parece haber contagiado a toda la sociedad.
Muchos pensarán que la educación no es un tema específico de
empresarios; sin embargo, un desarrollo económico sostenido a
largo plazo en democracia, no es posible sin ciudadanos que en
su amplia mayoría cuenten con conocimientos y valores, para
poder participar con beneficio para ellos mismos y de la
sociedad en su conjunto.
Nuestro país requiere atraer inversión y cuando los
inversionistas internacionales estudian en qué país invertir,
consideran como uno de los primeros criterios a tomar en
cuenta, si en ese país puede contar con una población educada,
personas calificadas con la que se pueda desarrollar empresa.
En este sentido, en el Perú competimos por esa inversión con
países que nos aventajan por mucho en ese campo, por lo que
los hombres de empresa, responsables de la generación de
valor, de riqueza, en nuestra sociedad, estamos metidos en el
problema y tenemos que participar en su solución.
Estamos hasta ahora bien encaminados en nuestros esfuerzos
de lograr tratados de libre comercio para abrirnos los grandes
mercados del mundo y así poder generar el crecimiento
económico que requerimos para salir del subdesarrollo y de la
pobreza. Pero nos damos cuenta que falta arreglar la casa,
desarrollando con una buena educación las capacidades de
competir e innovar de los peruanos, algo indispensable para
esta tarea.
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En la era del conocimiento, en la que lo aprendido hoy ya
puede ser obsoleto en 5 años y en la que el saber con que
cuenta la humanidad sigue creciendo en forma exponencial, la
empresa no es solo la receptora de ciudadanos que se
convierten en sus colaboradores al ingresar a ella.
Estos
colaboradores deben contar con los conocimientos, valores y
habilidades que posibiliten una contribución positiva a la tarea
de EMPRENDER. Pero también deberían haber logrado especialmente en su educación primaria y secundaria- una
capacidad indispensable para el éxito personal y su aporte:
HABER APRENDIDO A APRENDER. De esta forma podrán seguir
aprendiendo en esa escuela que es toda empresa para los que
por un largo período de sus vidas participan en ella.
No hay que subestimar, además, la importante oportunidad y a
la vez la obligación de la empresa en la sociedad moderna de
educar con el buen ejemplo. Como decía Albert Einstein, "Dar el
ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es
la única manera."
Nuestro objetivo principal con este congreso es dar un
campanazo de alerta. Que el sector empresarial preocupado
por la educación contagie al resto de actores sociales y políticos
involucrados, lo que sumado a una adecuada gestión del
Gobierno que se ha iniciado recientemente, pueda -finalmenteencaminar un verdadero cambio en la educación de nuestro
país.
Sin perjuicio de lo antes dicho y habiendo interesantes
proyectos de educación creados por empresarios en los que
estos participan también en la educación básica, reconocemos
que, comparado con el rol que debe cumplir el Estado (que es
precisamente el ente encargado de velar por la generación de
los bienes llamados públicos o colectivos, como la educación) o
con el rol de los grupos directamente involucrados, como el
magisterio y los padres de familia, el rol del empresario es
periférico. Pero todos los esfuerzos suman, situación que
queremos resaltar y compartir, no con el ánimo de querer decir
exactamente qué es lo que hay que hacer, sino limitarnos a
comprometernos, de acuerdo a nuestras posibilidades, con
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determinadas iniciativas que contribuyan a la solución del
problema.
Ante esta situación y las muchas iniciativas, privadas y públicas
que vienen trabajando en educación, hemos considerado
importante y de gran utilidad inaugurar una Feria de
Proyectos Educativos que, en esta ocasión acompañe el
desarrollo del congreso, pero que en los próximos años se
realice independientemente. La Feria es hoy un primer
inventario que servirá para conocer y compartir todos los
importantes y aleccionadores esfuerzos que existen y se
tiendan puentes para que éstos puedan desarrollarse de
manera más integrada. Hoy estamos presentando una pequeña
muestra de las tantas y muy interesantes iniciativas con las que
nos hemos encontrado.
Las fallas en la educación pública que hemos visto han
generado en todos los estamentos sociales, los de mayores y
también muchos de menores recursos, iniciativas privadas que
tratan de suplir estas deficiencias, pero que con mucho
sacrificio de los padres de familia, solo logran solucionar una
pequeña parte del problema. Es fundamental llamar la atención
sobre el hecho que las deficiencias en la educación pública
terminan por afectar a toda la sociedad, porque ésta no logrará
alcanzar los niveles de desarrollo que requiere para evolucionar
con ventaja en este mundo globalizado y para mejorar la
calidad de vida de todos.
La educación es un derecho fundamental de todo ser humano,
es la capacidad de competir en el mundo globalizado, es la
creadora de oportunidades y su inexistencia o grave deficiencia
configura el mayor caldo de cultivo para todas las frustraciones
de un pueblo que no logra superarse. Como decía Immanuel
Kant "Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser
hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de
él."
Estamos convencidos que el desarrollo económico sostenido
tiene como condicionante sólidas instituciones democráticas y
pasa por la mejora de nuestra competitividad. Pero para que
esto se dé, se requiere que los ciudadanos cuenten con valores
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compartidos, conozcan no solo sus derechos sino también sus
obligaciones y adquieran conocimientos que les posibiliten
ganarse la vida y prosperar. Si los ciudadanos no son capaces
de desarrollar sus habilidades de lectura y matemáticas básicas
y tener una educación de calidad, integrada con las
necesidades de la sociedad, no serán capaces de acceder a un
trabajo adecuado, lo que terminará frustrándolos, una y otra
vez; terminarán por no creer en el sistema político ni en el país,
y darán una vuelta más al circulo vicioso de la pobreza.
Educación es Inclusión y para eso todos tenemos que
comprometernos en el cambio que se requiere, especialmente
el Estado, que con verdadera voluntad política debe dedicarse
prioritariamente a asegurar un eficiente servicio educativo y de
salud a la población; tanto en lo que se refiere a cobertura
como a calidad.
Mientras el sector educación se caracterice por un nivel de
mediocridad en el que servidores públicos, políticos y dirigentes
sindicales viven acostumbrados a un status quo donde impera
el salario bajo para los buenos y los malos maestros por igual;
existen graves deficiencias en la disciplina laboral, hay prácticas
informales e ilegales y un relajamiento paulatino de las
exigencias para ingresar a la carrera, poco o nada se podrá
prosperar en la calidad educativa.
El Estado debe señalar y publicar los contenidos requeridos en
la educación pública, un estándar mínimo para cada grado,
señalar objetivos específicos de aprendizaje de los alumnos y
controlar los resultados. Se requiere apoyo, capacitación y
mayor movilidad de una escuela a otra de docentes y directores;
midiendo resultados en función de los derechos del niño, no de
los maestros; relacionando la remuneración del docente al
progreso del aprendizaje del educando y controlando el manejo
del presupuesto por objetivos. Es imprescindible mejorar la
gestión del Estado en la educación y organizar los esfuerzos,
orientándolos adecuadamente y definiendo indicadores de
resultados y metas factibles de cumplir, que permitan
compararnos con el mundo, medir los avances y establecer
comparaciones entre escuela y escuela.
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La formación de nuestros niños y jóvenes deberá, además,
estar integrada a las necesidades del mundo productivo. Por
eso, nuestro esfuerzo debe concentrarse en definir el perfil de
profesional que nuestras perspectivas de desarrollo económico
requieren. Esta información debe ser conocida por todos, de
modo que se pueda orientar la formación de profesionales y
técnicos a los que el mercado pueda ocupar.
La profesionalización y tecnificación de los puestos de trabajo
requieren personal calificado. Se requiere una sólida base de
educación escolar para poder realizar exitosamente, en la
educación superior y en las empresas, proyectos e iniciativas
educativas que perfeccionen y adecuen las capacidades de sus
trabajadores una vez concluidos los estudios secundarios.
Ejemplos como el TECSUP, que se ha convertido en referente
internacional en su campo, nos muestran lo que se puede hacer.
La mejor forma de enfrentar la resistencia al cambio pasa por
lograr una visión compartida entre todos los agentes
involucrados, de tal manera que todos vayan en el mismo
sentido.
Nicolás Machiavello en su obra maestra El Príncipe decía que
“no hay nada más difícil de planificar, más dudoso para tener
éxito ni más peligroso para manejar, que la creación de un
sistema nuevo. El reformador tiene la enemistad de todos
aquellos que se benefician preservando las instituciones
antiguas y meramente defensores indiferentes en aquellos que
ganarían beneficios con las nuevas.”
Por eso, es necesario que todos los actores se comprometan
alrededor de la decisión del Estado en la reforma que se
requiere, donde todos asuman responsablemente el rol que les
corresponde y para el que se les necesita, para que
acompañados de las debidas políticas públicas se logre
desarrollar un trabajo de largo plazo. En este congreso se
presentarán interesantes intervenciones que enriquecerán
nuestra propuesta.
Finalmente, quiero agradecerles por su presencia e invitarlos a
participar de este proceso, a través de un conjunto de acciones
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responsables que nos permitan en un futuro alcanzar un Perú
competitivo y con oportunidades para todos. Los empresarios,
como lo demuestran los importantes proyectos que se
presentan hoy en la feria que les invito recorrer, estamos
presentes y deberemos reforzar aun más nuestro compromiso y
formas de participar en la educación.
Colaboremos con lo que mejor sabemos hacer los empresarios
(porque es lo que hacemos a diario): ayudando a introducir en
la educación eficientes estándares de administración, capacidad
de gestión, gerencia por objetivos y adecuados controles de
resultados.
El problema de la educación en nuestro país esta sobrediagnosticado, es hora que la sociedad como un todo reconozca
el problema y asigne la primera prioridad en la agenda nacional
a su solución por muchos años, que vayan bastante mas allá de
un solo período presidencial.
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