El trenecito

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EL TRENECITO
Argumento: El Jefe de una estación conversa con los nueve vagones de un tren. Cada
uno de ellos ofrece una cosa de parte de Dios: perdón, paciencia, paz, fe, esperanza,
humildad, amor, felicidad y salvación.
Autora: Ruth Pérez (Huelva)
REPARTO:
JEFE DE ESTACIÓN:
MAQUINISTA:
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VAGONES 1 A 9:
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Se ve el escenario totalmente oscuro, de pronto se ve una luz que se mueve, se escucha el ruido del tren,
poco a poco el ruido se hace más lento; de pronto se escucha un silbato y se encienden las luces. Se ve en
el escenario un tren formado por niños, también se ve al jefe de estación que era el que llevaba la luz. Se
para el tren y éste le va preguntando a cada uno de los niños.
J. E.: ¡Eh, oiga! ¿Hacia dónde se dirige este tren?
MAQUINISTA: Este tren va recorriendo el mundo entero, vamos repartiendo lo que Dios nos dejó tal
día como hoy, hace ya muchos años.
J.E.: ¡Caramba, qué tren más raro! Veamos ¿qué es lo que lleva usted en su vagón?
VAGÓN 1: Mi vagón trae ese perdón que Dios nos da, cuándo confiamos y vamos a él arrepentidos.
¡Esto es maravilloso!
J.E.: Pues sí, pues sí. ¿Y usted que lleva?
VAGÓN 2: Yo traigo Paciencia. Aquí todos necesitáis enormes cantidades de ella. Hay que ser pacientes
en todo. Dios nos lo demostró y nos lo demuestra cuando caemos una y otra vez en los mismos errores.
J.E.: Veamos ¿y usted?
VAGÓN 3: Mi vagón va lleno de paz, de esa paz completa. Para cuando estamos desesperados o
angustiados, Dios nos la ofrece para toda la eternidad.
J.E.: ¡Qué cosas tan buenas traen! A ver ¿y usted?
VAGÓN 4: Aquí traigo Fe, ésta es muy necesaria para todos y más hoy en nuestros días, cuando ya no se
cree ni en Dios. Tenemos que creer por fe en Dios.
J.E.: A ver ¿y usted?
VAGÓN 5: Aquí traigo Esperanza, esa Esperanza que a este mundo le falta para poder vivir. Cristo nos
la dejó cuando nació; infundió con su nacimiento esa enorme esperanza para la vida.
J.E.: ¡Anda, pues sí que traen cosas! Veamos que es lo que trae usted.
VAGÓN 6: Yo traigo Humildad, pues siendo Jesús el Rey, nació en un pesebre, Él nos mostró la
humildad, los demás debemos seguir su ejemplo.
J.E.: ¡Caramba! No había caído yo en eso. ¿Y ahí que hay?
VAGÓN 7: Yo traigo Amor, ¡en grandes cantidades! Para este mundo cruel y sin escrúpulos, Jesús nos lo
dejó cuando nació.
J.E.: Pues sí, eso está muy bien, yo creo que nos hace falta un poco de eso a todos. ¿Y usted?
VAGÓN 8: ¿Quiere Felicidad? En mi vagón hay grandes cantidades, pero sólo si cree y acepta a Jesús,
entonces la tendrá.
J.E.: No sé, no sé.... Veamos el último.
VAGÓN 9: Aunque soy viejecito, nunca la he dejado de repartir; es Salvación. ¡Fue lo mejor que Jesús
nos dejó!
MAQUINISTA: Como ves, todo esto y más cosas son las que Dios nos da. Para tenerlas sólo debes
creer en Él y aceptarle como tu Salvador personal. Ahora tenemos prisa y debemos seguir nuestro
camino. Adiós.
J.E.: Adiós.
Los niños se despiden cantando la canción del trenecito.
FIN
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