LA TASA DE REELECCIÓN EN LAS ÚLTIMAS ELECCIONES LEGISLATIVAS Elaborado por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) En nuestro país, la tasa de reelección de los legisladores es baja. La mayoría de los legisladores en ejercicio no se presenta a renovar su mandato, aunque cuando lo hacen tienen buenas posibilidades de ser reelectos. Las elecciones pasadas ratifican esta tendencia. En Latinoamérica, no es usual encontrar carreras legislativas extensas. Comparativamente, la región tiene índices de reelección de sus legisladores inferiores a los de los Estados Unidos (un representante típico ocupa allí su banca entre 10 y 12 años en forma ininterrumpida1) y de numerosos países de Europa. Con excepción de México y Costa Rica (en el primer caso, la reelección está vedada, y en el segundo la reelección inmediata no está permitida), Argentina presenta las tasas de reelección más bajas de América Latina.2 A la inversa de lo que usualmente la opinión pública sostiene, la cantidad de legisladores que permanecen en su función durante más de un mandato consecutivo es baja. Entre 1985 y 1997, esta tasa fue del 16% (Saiegh, 2001)3. Los argumentos que usualmente se brindan para justificar este fenómeno giran en torno a los sistemas electoral y de partidos vigentes en nuestro país. Al contar con un esquema de representación proporcional de lista cerrada, y al ser los líderes partidarios locales quienes tienen mayor control sobre el proceso de selección de las candidaturas, la posibilidad de que un legislador se presente para ser reelecto depende menos de su desempeño que de su vínculo con dichos líderes. La ley de internas abiertas, obligatorias y simultáneas no logró revertir esta tendencia, pues se aplicó por primera vez este año y de modo incompleto e insatisfactorio. Las recientes elecciones legislativas ratifican esta tendencia. El pasado 23 de octubre se renovaban 127 de las 257 bancas que conforman la Cámara de Diputados. Sólo 33 Saiegh Sebastián – Caudillos Provinciales, Reglas de Nominación y Carreras Legislativas en la Argentina - Revista Res Pública N° 1, 2001. 2 Ibíd. La tasa de reelección se mide calculando el porcentaje de legisladores que renuevan su mandato sobre el total de cargos a renovar. 3 Ibíd. 1 de estos 127 diputados se presentaron buscando su reelección. A estos 33 diputados hay que sumarle 2 senadores que intentaban ser elegidos como diputados4. De acuerdo a los resultados de las elecciones, 21 de estos 35 legisladores ganaron su banca. De esas 21 bancas ganadas por legisladores nacionales en ejercicio, 19 serán ocupadas desde diciembre por diputados a los que se les vencía el mandato a fin de año y que gracias a la victoria conseguida permanecerán en sus respectivas bancas por otros cuatro años. Las 2 restantes, por su parte, eran senadoras en ejercicio,5 y desde diciembre representarán como diputadas a los habitantes de la provincia de Buenos Aires. Es decir, el porcentaje de legisladores –diputados o senadores- que intentaba ser elegido como diputado y que efectivamente lo logró ascendió al 60%. Por su parte, la tasa de reelección en la Cámara de Diputados –una vez más, la proporción de legisladores en ejercicio que mantienen su cargo en la misma Cámarafue del 15%. Cabe asimismo destacar que de los 33 candidatos diputados que a aspiraban a renovar su cargo, el 52% (17 de ellos) se presentaron en estas elecciones en la lista de un partido diferente del que había ingresado en las elecciones pasadas. En un 59% de los casos, esto es producto de la fractura interna del PJ. Por otra parte, analizando el nivel de reelección por provincia, los distritos con mayor cantidad de candidatos que volvieron a presentarse fueron Jujuy (66%), La Pampa (66%), Buenos Aires (37%), Misiones (33%), Salta (33%), San Juan (33%), San Luis (33%) y Capital Federal (30%). Es decir, sobre la cantidad de bancas que pusieron en 4 María América González, Marcela Rodríguez, Fabian De Nuccio (ARI); Diana Conti, Marcela Bianchi Silvestre, Francisco Gutierrez, Carlos Snopek (Frente para la Victoria),; Jorge Villaverde, Mabel Muller, María del Carmen Rico, Manuel Baladrón, Marta Lucía Osorio, Jesús Abel Blanco, Juan Carlos Correa, Jorge Osvaldo Casanovas, Mirta Rubini, Blanca Osuna, Griselda Herrera, Dante Elizondo, Rosana Bertone, Stella Córdoba (PJ); Miguel Ángel Zottos (Renovador de Salta); Hugo Stotero (Frente Progresista Cívico y Social); Alejandro Nieva (Frente Jujeño); Liliana Bayonzo (Alianza Frente de Todos); Luis Francisco Cigogna (Frente para la Victoria); Nélida Morales (Frente Movimiento Popular); María del Carmen Rico (Frente Popular Bonaerense), Jorge Rivas, María Barbagelata (Socialista); Patricia Walsh (Izquierda Unida); Luis Zamora (Autodeterminación y Libertad); Liliana Bayonzo (UCR). 5 Diana Conti (FREPASO); Mabel Müller (PJ). juego los distritos, los antes mencionados fueron los que más candidatos a reelección presentaron. En cuanto al Senado de la Nación, en estas elecciones ocho provincias renovaban un total de 24 asientos (cabe recordar que el Senado se renueva por tercios cada tres años, y los tres senadores por provincia son elegidos conjuntamente; por ello, en cada renovación parcial sólo un tercio de las provincias elige senadores). Diecisiete legisladores6 –8 senadores y 9 diputados- se presentaron nuevamente en las listas para competir en esta elección. Once de ellos ganaron efectivamente una banca en el Senado -6 senadores y 5 diputados-. La tasa de reelección en la Cámara Alta en 2005, en consecuencia, es del 25%, nuevamente teniendo en cuenta sólo a los senadores que lograron conservar su banca. Tras el escrutinio, las 24 bancas en el Senado fueron asignadas en un 46% a personas que ya estaban cumpliendo un cargo legislativo en el Congreso Nacional como diputados o senadores, un porcentaje muy superior al de la Cámara de Diputados, donde sólo el 16% de las bancas quedaron para actuales diputados o senadores. La postulación para el Senado de una cantidad mayor de candidatos diputados que de senadores –a la inversa de lo que se esperaría- parece apoyar la línea de algunos investigadores,7 en cuanto a que la Cámara de Diputados resulta frecuentemente una plataforma desde la que los políticos saltan hacia otros puestos, como una banca en el Senado, una gobernación provincial o el liderazgo partidario. En relación con el cambio de partido de los legisladores que se presentaron a la elección de senadores, 9 de los 17 que lo hicieron (un 53%) formaban parte de un partido distinto del que los había llevado a ocupar el actual cargo. Nuevamente en gran medida (89%), esto es consecuencia de la escisión del partido oficialista. 6 José María Diaz Bancalari, Cristina Fernández de Kirchner, Silvia Martínez, Hilda Duhalde, Guillermo Jenefes, Liliana Fellner, Nicolás Fernández, Celia Isla de Saraceni, Adriana Bortolozzi, José Mayans, Roberto Basualdo, Liliana Negre de Alonso (PJ); Graciela Ocaña (ARI); Gerardo Morales, María Teresa Ferrín, Carlos Prades, Alfredo Martinez (UCR). 7 Jones, Mark; Saiegh, Sebastián; Spiller, Pablo; Tommasi, Mariano: “Políticos profesionales – Legisladores “amateurs”: el Congreso Argentino en el siglo XX”, Valeria Palanza y Mariano Tommasi (compiladores), CEDI, Fundación Gobierno y Sociedad, 2000. Un fenómeno interesante que se repitió en estas elecciones es que si bien la cantidad de legisladores que se presentó para la reelección es baja (52 candidatos, teniendo en cuenta ambas cámaras), la probabilidad de que ellos resultaran electos era alta (un 61,5% analizando ambas cámaras, las que presentan promedios muy similares -65% Diputados y 64% el Senado-). Esto parece ilustrar la circunstancia reseñada anteriormente relativa a las causas del bajo índice histórico de reelección: que para el futuro político de los legisladores pesa su relación con las cúpulas partidarias, tradicionalmente encargadas de confeccionar las listas. Una vez que los legisladores son incluidos en las listas, en gran medida ellos logran conservar sus bancas. En síntesis, en las últimas elecciones legislativas las 151 bancas que se pusieron en juego (127 en Diputados y 24 en el Senado) fueron asignadas sólo en un 21% a personas que ya estaban cumpliendo un cargo legislativo en el Congreso Nacional, un porcentaje que está en línea con los indicadores históricos en cuanto a la rotación legislativa en nuestro país.